El Gobierno de Lenín Moreno anunció el fin de los subsidios a los combustibles, además de una reforma laboral y tributaria. El FMI festejó la medida. Los movimientos sociales salieron a las calles, fueron reprimidos y el Gobierno decretó el estado de excepción.
Este miércoles el FMI felicitó mediante un comunicado oficial al presidente ecuatoriano Lenín Moreno, que se comprometió a avanzar en los planes de ajuste exigidos por el organismo, que incluye una reforma laboral y tributaria y el fin de los subsidios a los combustibles. Menos de 24 horas después, Ecuador amanecía semiparalizada por las protestas de los movimientos sociales, docentes y transportistas. Ante la escalada de manifestaciones que se esperan para los próximos días, Moreno decretó el estado de excepción y desplegó un fuerte operativo represivo.
La eliminación de subsidios, que hizo que este jueves los ecuatorianos se levanten con nuevos precios a los combustibles, terminó de desatar una serie de protestas provocando la paralización parcial del transporte y la suspensión de clases en escuelas y colegios.
El pasado martes, Moreno firmó un decreto para eliminar desde este jueves los subsidios al diesel y a la gasolina conocida como "extra", la de mayor consumo del país, con lo cual el precio quedará a partir de ahora "liberalizado" a valores internacionales.
Con los precios actuales eso podría hacer que el galón de diesel pase de 1,03 dólares a 2,27, mientras que la gasolina extra, pasaría de 1,85 a 2,30 dólares.
Pocas horas después del anuncio de la eliminación de los subsidios, el gremio del transporte comunicó su decisión de paralizar sus actividades, por lo que la capital ecuatoriana amaneció este jueves sólo con transporte municipal, muy escasos autobuses con ruta hacia valles cercanos, y sin taxis.
Durante la jornada se sumaron también docentes, estudiantes y organizaciones sociales que se movilizaron al Palacio de Carondelet (casa de Gobierno) para reclamar que sea derogado el "paquetazo económico".
El Gobierno activó un dispositivo represivo en la capital y en puntos neurálgicos del país, y durante las acciones de este jueves ya se vivieron escenas represivas cuando la Policía intentaba dispersar a los manifestantes, con gases lacrimógenos y carros hidrantes. Con al menos 11 detenidos en la primera jornada de protestas, Moreno decretó en la tarde el estado de excepción con el objetivo de incrementar las acciones represivas contra los manifestantes en todo el país.
La bronca que estalló por el aumento del combustible es solo el punto culminante del descontento generado por las medidas exigidas por el FMI y tomadas por el Gobierno de Moreno, que incluyen reformas laborales y tributarias.
Pese al rechazo popular, el Gobierno dijo que no iba a retroceder con las medidas ni tampoco a despedir al odiado ministro de Finanzas, artífice de los acuerdos con el FMI.
Por el contrario el FMI saludó mediante un comunicado oficial este miércoles las medidas tomadas por Moreno. El ajuste en marcha, como así también las reformas que buscan precarizar las condiciones laborales de los y las trabajadoras, y la tributaria que le quitaría un día de salario a los empelados estatales, fueron exigidas por el FMI a cambio de un préstamo de 4.209 millones de dólares. El acuerdo se firmó en marzo y el organismo ya giró unos 900 millones de dólares.
Los nuevos anuncios se dan en el marco de una "revisión de metas" por parte del FMI, como se llama a la intromisión del organismo en las economías de los países endeudados, para exigir los recortes y ajustes que se deben cumplir y así seguir recibiendo los préstamos. Es decir una extorsión lisa y llana.
Es por esto que se esperaba que el Gobierno presentara las reformas económicas ante el Parlamento, para que sean incluidas en el presupuesto del 2020, tal y como lo exigía el FMI, para liberar un nuevo giro por unos 250 millones de dólares.
Nuevas movilizaciones
La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) declaró a primeras horas de este jueves el inicio de medidas de hecho, pero no detalló las acciones que adoptarán.
La Conaie y sindicatos y organizaciones sociales anunciaron el miércoles el inicio de movilizaciones graduales y permanentes hasta llegar a una huelga nacional contra las medidas económicas anunciadas por el Gobierno a pedido del FMI.
El presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Mesías Tatamuez, indicó en una rueda de prensa que están "indignados" por las medidas anunciadas el martes por Moreno, y en particular con el envío al parlamento del proyecto de reforma laboral.
Según el dirigente sindical el Gobierno "se sacó toda la careta y planteó un paquetazo neoliberal, que le ordenó el Fondo Monetario Internacional, donde todo el peso del proyecto económico lo pone en las espaldas del pueblo ecuatoriano".
La reacción de los trabajadores, estudiantes, campesinos e indígenas de Ecuador contra las medidas del FMI, son similares a las vividas en decenas de países durante el último año como en Costa Rica, Nicaragua, Sudán, Túnez, Honduras o Haití entre otras. Junto a la crisis actual en Ecuador, uno de los países más comprometidos por el nivel de deuda contraída con el FMI es la Argentina, que podría seguir un camino similar de ajustes, reformas y protestas en el próximo período.
Mientras que el FMI y sus recetas son cada día más repudiadas en todo el mundo, las protestas recientes en varios países mostraron que mientras sus funcionarios quedan indemnes, no corren la misma suerte los gobiernos que aplican los planes, ya que muchos de ellos terminan retrocediendo, gravemente desprestigiados o directamente cayendo producto de las movilizaciones callejeras.
Juan Andrés Gallardo
@juanagallardo1
Jueves 3 de octubre | 15:30
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