sábado, 30 de junio de 2012

De Tegucigalpa a Asunción



A tres años del golpe militar en Honduras, organizaciones sociales de todo el mundo se solidarizan con su pueblo, con los ojos puestos en Paraguay.

A tres años del golpe que destutiyó a Manuel Zelaya como presidente constitucional de Honduras, distintos sectores sociales en toda América Latina recuerdan aquél acontecimiento con la memoria viva de lo ocurrido hace apenas unos días en Paraguay. En El Salvador y Estados Unidos, distintas organizaciones se movilizaron para repudiar el golpe paraguayo y expresar su solidaridad con el pueblo hondureño. Allí, el actual gobierno de Porfirio Lobo -ganador de un polémico proceso electoral realizado por el gobierno de facto cinco meses después del golpe de Estado de 2009- está siendo acusado de sistemáticas violaciones a los derechos humanos, especialmente hacia los movimientos campesinos. En una entrevista realizada por Marcha hace pocos meses, la dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres, explicaba que “contrariamente a lo que se quiere hacer creer, que en Honduras hay una normalización de la situación interna, la realidad es que desde el golpe de estado se incrementó la violencia política. Nos encontramos ante una sociedad que se debate ante una crisis social, política y económica. Como también ante el drama de la sistemática violación de los derechos humanos, que incluye asesinatos casi diarios. En el sector del Bajo Aguán los movimientos campesinos están siendo agredidos y asesinados, hay muchos compañeros secuestrados, torturados y desaparecidos. Se le ha dado luz verde al Ejército en esta política de secuestro, también la Policía opera allí como guardia privada de seguridad de los grandes oligarcas como es el caso de Miguel Facussé. Cuidan los intereses de las trasnacionales gringas. Hay absoluta impunidad que se ha ensanchado a partir de la reincorporación de Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA)”.
En el mismo sentido se exprezaron diferentes organizaciones sociales con sede en Europa, conformadas por migrantes hondureños y periodistas exiliados. En un comunicado previo a la movilización que realizarán hoy en París, denunciaron que “en Honduras una persona es asesinada a balazos cada 74 minutos (…), el impacto de esta cifra no muestra la amplitud de una violencia política permanente que se suma a los estragos de la delincuencia cotidiana y de la infiltración del crimen organizado. Además, desde el año 2010 el territorio hondureño cuenta con un verdadero enclave militarizado: la región del Bajo Aguán, donde las comunidades campesinas padecen una represión continua en el marco de un conflicto agrario que las enfrenta a los terratenientes”.
Tres años después del golpe militar, diferentes organizaciones sociales de todo el continente movilizarán hoy, para repudiar todos los intentos de golpe en América Latina. En Buenos Aires, el capítulo argentino de los movimientos sociales hacia el ALBA, convoca a movilizar desde la embajada de Honduras hacia la de Paraguay, hoy al mediodía. Es que la relación entre estos dos hechos surge casi espontánea. El mismo presidente Lugo recalcó en una reunión que mantuvo hoy junto con el Frente Guasú, las semejanzas que residen detrás de los dos sucesos.”Aquello, en Honduras, fue un golpe militar y esto es un golpe parlamentario, pero, evidentemente, la vida en Paraguay nunca podrá ser igual después del pasado viernes 22 de junio, sobre todo en el futuro”.
En ambos casos, los movimientos sociales, y especialmente los campesinos, fueron la base fundamental para el sostenimiento de los procesos demócraticos llevados adelante por Zelaya y Lugo ante el hostigamiento de las fuerzas conservadoras, aún en sus fuertes contradicciones internas.
A estos dos ejemplos se suman los intentos golpistas en Venezuela en 2002 y en Ecuador en 2010, mientras que el gobierno boliviano volvió a denunciar un intento de desestabilización luego del que sufrió en 2008, durante el conflicto por la autonomía departamental y la reforma de la constitución nacional.
El caso de Paraguay ya cuenta con la fuerte condena de Bolivia, Argentina, Ecuador, Venezuela, República Dominicana, El Salvador, Costa Rica y Brasil, que no reconocerán el gobierno de Federico Franco e impulsan diferentes sanciones comerciales -como es el caso de Venezuela con respecto al petróleo- y regionales -se rumorea con la expulsión de los representantes de Franco del Mercosur y Unasur-. De todas maneras, la resistencia concreta en ambos casos está planteada en las calles, donde los movimientos sociales continuan reclamando la vuelta a una democracia plena.

jueves, 28 de junio de 2012

Al Che, nada impidió que le encontrásemos



A 15 años del hallazgo de los restos mortales de Ernesto Guevara y otros seis miembros de la guerrilla en Bolivia este 28 de junio, el suceso sigue constituyendo un hito histórico y científico. Su regreso a Cuba cumplió el anhelo del pueblo de la Isla.
Desde la divulgación de la muerte del comandante guerrillero, en 1967, se inició el largo proceso de acopio y análisis de información, a la espera de las condiciones políticas propicias en el país andino, que permitieran su búsqueda, lo cual se produjo en 1995.
Ese año, el equipo multidisciplinario de especialistas cubanos y argentinos, encabezado por el doctor Jorge González, entonces jefe del Instituto de Medicina Legal de Cuba, viajó a Bolivia.
Tras un año de intensa labor, que no descartó otros lugares de la geografía de ese país, se logró ubicar el sitio exacto del aeródromo de Vallegrande, donde los verdugos pretendieron también sepultar, en una fosa común, el recuerdo del legendario guerrillero.
"La investigación histórica realizada fue crucial para determinar áreas de interés donde realizar fotografías aéreas y los análisis de teledetección que permitieron identificar los lugares probables del enterramiento", apuntó por aquel entonces el doctor González.
El trazado de un mapa de isolíneas, elaborado por técnicos cubanos, contribuyó a identificar los movimientos de terreno que no correspondían a los realizados para la construcción de la pista, y fue analizado cada metro cuadrado del suelo; su composición química, Ph, color...
El análisis topográfico incluyó la comparación de fotografías para detectar cambios en la vegetación, desplazamientos geológicos, movimiento de objetos como cercas perimetrales, piedras, que pudieran revelar evidencias de alguna excavación.
Héctor Soto, médico forense, explicó entonces que el trabajo arqueológico fue realizado con sumo cuidado para no dañar las osamentas, y porque existían versiones sobre la posible siembra de explosivos junto a los cadáveres, con lo cual pretendían desestimular la búsqueda.
En la identificación de los restos se aplicó la técnica de superposición cráneo-fotográfica por sistema computarizado, y se compararon registros dentales y otros datos clínicos.
Deysi Vilamajó, ecóloga, quien integró el grupo de más de 100 especialistas de 15 instituciones científicas, quienes apoyaron el trabajo de campo desde Cuba, a pesar de considerar ínfimo su aporte, afirma que esta fue la investigación más importante de su carrera y su recuerdo más entrañable.
"El Che nunca se fue de aquí; crecimos con su ejemplo y su presencia es permanente, pero, como parte de este pueblo, teníamos el anhelo y el deber de encontrarlo y traerlo de regreso", dijo la especialista.
Ella supo la noticia del hallazgo la víspera de su cumpleaños, durante un viaje de trabajo a la española ciudad de Sevilla. Allí, mientras se trasladaba en el metro, escuchó en las estaciones radiales, y luego en los autobuses, el timbre inconfundible del cantor cubano Carlos Puebla, y las conversaciones que giraban en torno al hallazgo; las personas especulaban sobre el destino de los restos de los combatientes.
Al llegarle tan especial noticia en tierras lejanas, la ecóloga cubana solo lamentó no poder compartir la alegría del éxito con sus colegas.
Entonces, dijo, "recordé los versos, tantas veces evocados, del poeta nacional Nicolás Guillén, quien cantó al deseo irrenunciable de hallar al Comandante-amigo entre bosques, selvas, páramos, donde pretendieron ocultar su ejemplo".
En suelos que el Che nunca pisó, constató nuevamente las colosales dimensiones del hombre para el que, al decir de Fidel en el complejo escultórico Memorial Comandante Ernesto Che Guevara en Santa Clara, el seis de octubre de 2010: “Sólo en el mundo con el cual soñó, para el cual vivió y por el cual luchó, hay espacio suficiente”.

Ernesto Vera Mellado
AIN

A tres años del golpe, el poder en Honduras sigue en manos de los golpistas



El 28 de junio de 2009, Honduras despertó en medio de una pesadilla. El presidente Manuel Zelaya había sufrido un golpe de Estado e fue forzado a abandonar el país durante la madrugada. La crisis iniciada con el golpe afectó profundamente la sociedad hondureña, que hasta hoy no se ha recuperado de este trágico evento.
Para Victor Meza, director del CEDOH (Centro de Documentación de Honduras) y ex ministro del interior durante el gobierno de Zelaya, el golpe atentó contra el estado de derecho. “Fue una barbarie cometida por una banda delincuencial conformada por militares mercenarios y grupos empresariales ultraconservadores”, afirmó.
Esa visión fue confirmada por la oficialista Comisión de la Verdad y la Reconciliación, presidida por el ex vicepresidente de Guatemala Eduardo Stein. Esta instancia señaló en su informe final que el Congreso Nacional “no tenía atribuciones para destituir al presidente de la República, ni para nombrar al sustituto”. En ese sentido, el nombramiento de Roberto Micheletti como presidente interino de Honduras “fue ilegal y su gobierno fue un gobierno de facto”.
La ruptura del orden constitucional, el consecuente aislamiento internacional, la reversión de las principales reformas impulsadas por Zelaya, así como la remilitarización de la sociedad y el desenlace de una crisis política, económica y social sin precedentes, llevaron el país al borde del colapso.
El desacreditado proceso electoral que, en noviembre de 2009, llevó Porfirio Lobo a la presidencia y la firma de los Acuerdos de Cartagena, que en mayo de 2011 abrieron paso al regreso del ex presidente Zelaya al país, no sirvieron para normalizar la situación y recuperar el orden constitucional.
Para el miembro de la Comisión Política del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular), Carlos H. Reyes, el golpe no sólo persiguió el objetivo de profundizar el modelo neoliberal y posesionar a los grupos oligárquicos del control del Estado, sino que trató de frenar las reformas impulsadas con el apoyo de las fuerzas sociales del país.
“Todo eso generó un gran retroceso que se ha agudizado con la aprobación de leyes que han venido a atropellar los derechos de los obreros, campesinos y sectores populares en general. Han aprovechado la coyuntura para seguir concesionando nuestros recursos naturales, extender los beneficios para las grandes transnacionales y privatizar los servicios públicos”, dijo Reyes en una entrevista con Opera Mundi.
Para Eugenio Sosa, analista político hondureño, “las instituciones están erosionadas y deslegitimadas ante la población por su incapacidad para hacerle frente a las grandes problemáticas que afectan al país. Los datos son dramáticos y la mayoría de la gente convive con un sentimiento creciente de inseguridad y desesperación”.
En 2011, Honduras registró una tasa anual de homicidios de 86.5 por cada 100 mil habitantes, cuatro veces más que la media latinoamericana y diez veces más que la media mundial establecida por la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Durante la gestión de Porfirio Lobo se registraron casi 13 mil muertes violentas, es decir casi 20 víctimas diarias. Uno de los gremios más afectado ha sido el periodístico. En total, 29 periodistas fueron asesinados en los últimos años, 24 de los cuales durante el mandato de Lobo.
Además, el conflicto agrario que afecta el norte del país - de manera particular la zona del Bajo Aguán - ha dejado un saldo de casi 50 campesinos organizados asesinados después del golpe. En el mismo periodo fueron asesinados 68 miembros de la comunidad LGBT (Lésbico, Gay, Bisex y Transexual), 46 de los cuales durante la actual administración. Hasta el momento ninguno de estos delitos ha sido esclarecido y en el país impera la más total impunidad.
“Hay actores invisibles, como el crimen organizado y el narcotráfico, que han permeado todas las instituciones y poderes del Estado. Después del golpe han aprovechado de la debilidad institucional para asentarse más, como es el caso dramático de la policía”, explicó Sosa.

Derechos Humanos

De acuerdo con datos del COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras) después del golpe de Estado se registraron más de 12 mil violaciones a derechos humanos fundamentales, incluyendo 2.189 femicidios y el asesinato de 7.315 jóvenes.
De 2011 hasta la actualidad, la organización de derechos humanos reportó 1.693 derechos violados, entre los cuales destacan 138 entre asesinatos políticos o por autoría sospechosa, 23 asesinatos por conflicto de tierra, 16 desapariciones, 81 atentados, 334 amenazas de muerte, 108 casos de tortura y tratos crueles, 10 secuestros y 818 detenciones ilegales.
“El golpismo sigue entronizado en el país y hay total impunidad. Tenemos un Estado colapsado y una institucionalidad fallida que engaveta los casos, mientras en todo el país se agudiza la criminalización de los movimientos sociales, se militariza el territorio y se aprueban leyes que atentan contra los derechos humanos”, dijo Dina Meza, periodista y activista del COFADEH.
Según ella, Honduras está viviendo una crisis de derechos humanos nunca antes vista. “No nos cabe la menor duda de que existe una estrategia para crear el terror en la población y para usar el asesinato político como deterrente para frenar el avance de la protesta social y la creación de alternativas políticas”, manifestó Meza.

Crisis económica

En ese contexto, son inevitables las repercusiones económicas. Para el economista y docente universitario Wilfredo Girón Castillo, el golpe deterioró completamente la economía de Honduras. “El país no produce, el gobierno no ha logrado recuperar su flujo de caja y el único sector que sigue creciendo y acumulando capital especulativo es la banca, pero a costa del endeudamiento del Estado. Por el contrario, los rubros que generan empleo, como la construcción y el agro, están agonizando”, dijo Girón a Opera Mundi.
De acuerdo con él, la oligarquía nacional sigue controlando la financia y el Estado continúa endeudándose. “El endeudamiento que propició el gobierno de facto con la banca privada para financiar el golpe no sólo puso de rodilla al Estado, sino que se ha intensificado durante estos tres años”, dijo.
Para el economista la única forma de salir de esta crisis es un cambio de modelo económico y político, y la abertura hacia los países de Suramérica.
“Estamos en un callejón sin muchas posibilidades de salida, con un Estado en quiebra y un sector productivo que no produce. Las primeras consecuencias ya las estamos viendo con una clase media que paulatinamente se encamina hacia el empobrecimiento”, dijo Girón.

Expectativas

Pese a esta difícil situación, las fuerzas sociales y populares que integran al FNRP fundaron, en junio de 2011, el partido Libre (Libertad y Refundación) - brazo político de la resistencia hondureña. El nuevo partido, que ya fue inscrito ante las autoridades electorales, desarrollará elecciones internas en noviembre de este año, para escoger a sus candidatos a cargo popular en las elecciones nacionales de 2013.
“En Honduras hubo avances y retrocesos. Estamos en una fase de transición hacia la devolución de las garantías básicas a los ciudadanos y para una reconstrucción plena del tejido institucional que fue violentado y desgarrado por el golpe. Hemos logrado diversificar el espectro político de la sociedad, debilitando el sistema bipartidista, y hay un despertar de conciencia en el sentido que los cambios son posibles y necesarios”, explicó Victor Meza.
Para Carlos H Reyes, la derecha, asesorada por el imperio norteamericano, no se dio cuenta que, en su afán de contrarrestar las reformas progresistas y las luchas políticas, “creó las condiciones para el surgimiento de focos de resistencia en todo el continente latinoamericano”. En este sentido, cree que a nada serviría tener un partido político y participar en elecciones “si atrás no hay una fuerza social bien organizada que respalde y defienda este esfuerzo”.
El próximo 1 de julio, en la ciudad de Santa Bárbara, al oeste del país, el partido Libre lanzará la candidatura para la Presidencia de Xiomara Castro, esposa del ex presidente Manuel Zelaya. Las elecciones de 2013 van a marcar una nueva etapa para Honduras y la candidatura de Xiomara Castro está generando muchas expectativas, presentándose como una opción real al bipartidismo”, explicó Sosa.
Ante el avance de esta nueva opción político-social, el COFADEH advierte sobre un posible recrudecimiento de la violencia selectiva. “En la medida en que avance el proceso electoral, también va a incrementar la violencia. Ya tenemos siete personas asesinadas que se postulaban a cargos de elección popular para el partido Libre”, alertó Dina Meza.

Giorgio Trucchi

martes, 26 de junio de 2012

Golpe en Paraguay





Los intereses convergentes que derrocaron a Lugo

Tres intereses convergieron para el derrocamiento de Fernando Lugo: los intereses de las transnacionales del agronegocio y del sector financiero; los de la oligarquía terrateniente, aliada al capital transnacional, y los de los partidos políticos de derecha. Todos apadrinados por Estados Unidos.
Los objetivos estratégicos son: reinstalación de una democradura exclusivamente regenteada por la derecha, con apoyo de Estados Unidos y algunos países europeos como en los tiempos de la guerra fría; arrinconamiento y criminalización de la izquierda y los movimientos sociales; avance de la producción meramente extractivista agroexportadora, con la postergación indefinida de la industrialización del país; consolidación violenta del proceso de descampesinización del campo.
En el campo geoestratégico, Paraguay se convierte aceleradamente en un problema cada vez más grave para Brasil y las posibilidades de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), y tiende a consolidarse como una base importante de operaciones de Estados Unidos en el proceso de disputa por el control de América del Sur.
La Unión de Gremios de Producción (UGP), que integra a los productores mecanizados del país, pero que en la práctica sirve de refugio a los terratenientes, especuladores y rentistas de la tierra, pivoteó toda esta trama contra Lugo. Cuando la trasnacional Monsanto tuvo inconvenientes para imponer su semilla transgénica de algodón y de maíz por incumplimiento de normativas legales, empezó a ascender la presión de la UGP. Monsanto facturó –sin pagar impuestos– en concepto de regalías 30 millones de dólares, sólo en 2011, por su soya transgénica, sin contar la facturación por la venta de semillas. Parte de ese monto se distribuye anualmente entre los tecnócratas de la UGP.
Este gremio presionó primero por la destitución de Miguel Lovera, un técnico que dirigía la institución de control y uso de semillas y agroquímicos en el país. Luego amenazó con una protesta nacional, denominada tractorazo, consistente en el cierre de rutas con maquinarias agrícolas, y por último presionó por el juicio político de Lugo.
La UGP está dirigida por Héctor Cristaldo, empresario ligado estrechamente al grupo empresarial de los Zuccolillo.
Este grupo es socio de Cargill, otra trasnacional del agronegocio. El grupo Zuccolillo también tiene en su haber el diario ABC Color, dirigido por su propietario Aldo Zuccolillo. La línea editorial de este periódico está plagada de incitaciones y provocaciones a las fuerzas armadas y a los partidos políticos para derrocar a Lugo desde los inicios de su gobierno.
En enero del corriente año, Aldo Zuccolillo se reunió con el político del Partido Colorado, el también agroempresario Horacio Cartes. El senador colorado Juan Carlos Galaverna manifestó que Cartes salió deslumbrado de la entrevista con Zuccolillo. Según los cables de Wikileaks, publicados por el propio Zuccolillo el año pasado, Cartes fue involucrado por la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, en narcotráfico y lavado de dinero. El Departamento de Estado lo ha blanqueado.
Llamativamente, en el último tramo del gobierno de Lugo, Cartes fue el principal propulsor dentro de su partido para el juicio político a Lugo, apoyado por el diario ABC de Zuccolillo. Finalmente, Cartes arrastró a su partido –que había sido derrotado por Lugo en 2008, luego de 60 años en el poder– para promover la destitución del presidente.
Esto ocurrió tras los sangrientos sucesos de Curuguaty del 15 de junio pasado, donde murieron seis policías y 11 campesinos, en un desalojo de un latifundio propiedad del ex presidente del Partido Colorado, Blas Riquelme. Estas muertes sirvieron de principal excusa para acelerar el derrocamiento de Lugo.
En un giro de 180 grados, el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) abandonó el cogobierno con Lugo y de la mano de su presidente, Blas Llano, también se acopló al juicio político impulsado por el Partido Colorado, el diario ABC Color y la UGP.
Hoy, al PLRA, en el poder luego de 70 años de llanura, con Federico Franco como presidente del Paraguay, le quedan poco más de 13 meses para gobernar y deberá hacer el trabajo sucio de reprimir a sus ex aliados en el gobierno: a la izquierda y a los movimientos sociales, que iniciarán una sistemática resistencia al gobierno liberal, destruyendo cualquier posibilidad de ganar las elecciones del otro año. Horacio Cartes, precandidato por el Partido Colorado, sonríe y ve mejorar sus chances con apoyo de ABC Color, la embajada estadunidense y la UGP.
Finalmente, en estos días, Lugo y sus asesores deberán reconocer que cometieron un grave error: Pensaron que podían cogobernar con el imperialismo, con la oligarquía feudal y con los partidos de derecha, tributarios de los poderes fácticos y traidores a la patria. Como dice Atilio Borón, es un error creer que un gobierno tímidamente progresista, como fue el de Lugo, pudiera prosperar transigiendo con los intereses oligárquicos e imperiales, sin articular a los movimientos sociales y a los partidos de izquierda.

Idilio Méndez Grimaldi. Periodista, investigador. Autor del libro Los Herederos de Stroessner. Miembro de la Sociedad de Economía Política de Paraguay, SEPPY

lunes, 25 de junio de 2012

Paraguay: Un golpe largamente planeado




Un Parlamento en manos de los viejos partidos oligárquicos, un Poder Judicial funcional al capitalismo mafioso y un Presidente débil pero que acabó con seis décadas de reinado colorado' el plan de un golpe de Estado soft, al estilo del que en Honduras sacó del poder a Manuel Zelaya en 2009, estaba desde hace años a la espera del momento justo.
Justamente a fines de 2009 -a un año de la asunción de Fernando Lugo- se comenzó a hablar de un juicio político por parte del Congreso, en el que el Presidente casi no tiene representación, en complicidad con el vicepresidente Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténtico. En ese entonces escribimos un artículo - Paraguay, ¿una nueva Honduras? (www.rebelion.org/noticia.php?id=94901)- en el que dijimos: “Posiblemente, la derecha paraguaya haya aprendido de los gorilas hondureños que no es bueno sacar a Lugo en pijama, de madrugada, y enviarlo a algún país vecino en un ‘avión pirata’, pero eso no conduciría necesariamente a dejar de lado sus ambiciones desestabilizadoras sino, simplemente, a ser más cuidadosos”.
La política luguista del “Mbytetépe poncho jurúicha” (ubicarse en el centro, como la boca del poncho) no ahuyentó a los fantasmas que la burguesía paraguaya se hace sobre un tránsito de Paraguay hacia el “comunismo” de Chávez, Evo y Correa. En ese entonces, la razón en la que la derecha fundamentó el pedido de juicio político era tragicómica: que Lugo había afirmado que los ricos se oponen al proceso de cambio.
Lugo dijo exactamente: “Los que genuinamente quieren cambiar el país son los que no tienen cuentas bancarias, son los que no salen cada día en las páginas sociales de la prensa... Los que quieren seguir mirando el pasado en sus privilegios' en defensa de sus cajas de ahorros en bancos internacionales, ellos no quieren cambiar”.
¿Discurso inofensivo? Puede ser, pero no en Paraguay. Las reacciones fueron insólitas: el ex candidato presidencial Pedro Fadul, del partido Patria Querida, tildó de “criminal” el contenido del mensaje de Lugo debido a su carácter “confrontacional”, que “daña el alma y el espíritu”. Curiosa, en cualquier caso, la capacidad de indignación del “espíritu” de una élite que convivió sin la menor indignación con las peores desigualdades del continente.
Por su parte, el analista Carlos Redil comentaba: “Lugo hizo un discurso incendiario incentivando la lucha de clases y la oposición no podía quedarse callada”. Redil creía, “por ahora”, que no estaban dadas las condiciones para un juicio político. “Por ahora'”.
En ese entonces se conoció un mail del ganadero chileno Eduardo Avilés, residente en Paraguay hace más de 30 años, en el que pedía una contribución entre su pares empresariales para comprar armamento, formar escuadrones e identificar y liquidar comunistas . “Ya es la hora de ponernos los pantalones largos. Hasta cuándo tenemos que esperar para combatir a estos comunistas hijos de puta, que están queriendo destruir nuestro querido Paraguay, como lo hicieron los allendistas en Chile”, decía.
El anticomunismo es moneda corriente en Paraguay. El dictador Stroessner dijo que su país era “el más anticomunista del mundo” junto a Taiwán, uno de sus principales aliados. Los negocios -políticos y monetarios- entre ambas naciones están bien documentados en el apasionante libro El Paraguay de Stroessner, de Rogelio García Lupo, que contiene un largo detalle del anecdotario sangriento de las décadas de reinado del dictador.
Cualquier reforma social, por mínima que sea, activa el anticomunismo latente de una de las más rancias oligarquías de la región. Hacer un simple catastro de las propiedades agrícolas -para no hablar de una reforma agraria- ya es una medida revolucionaria en Paraguay, donde entre terratenientes nativos y brasiguayos (hijos de brasileños nacidos en Paraguay) controlan sus haciendas a punta de escopeta.
El momento de hacer el golpe de Estado llegó tras la masacre de 17 campesinos y policías el pasado 15 de junio. “La constante confrontación y lucha de clases sociales, que como resultado final trajo la masacre entre compatriotas, es un hecho inédito en los anales de la historia desde nuestra independencia hasta la fecha, en tiempo de paz”, decía una parte de los cargos para el juicio político exprés que busca, tras sacar al Presidente, restaurar el viejo orden apenas erosionado por la gestión de Lugo.

Pablo Stefanoni

El movimiento campesino y el Golpe de Estado




Fernando Lugo fue finalmente destituido por el parlamento paraguayo. Marcha entrevistó a Juan Pablo Nardulli, licenciado en historia y especialista en el movimiento campesino paraguayo. El poder de las elites, la relación con las organizaciones del campo, la falta de base social y la maniobra para apartarlo de la presidencia.

El viernes pasado y en tiempo record -menos de 24 horas- Fernando Lugo fue destituido como presidente de Paraguay por el propio parlamento del país, su vicepresidente Federico Franco (miembro del Partido Liberal) asumió en su lugar.
Los miles de paraguayos que se manifestaban en la plaza que se encuentra frente al congreso, al enterarse de la noticia, avanzaron sobre las vallas policiales y fueron duramente reprimidos. También fue allanado el edificio de TV Pública Paraguay, único medio que denunciaba el Golpe de Estado. Además la señal de dicho canal fue cortada durante una hora mientras transmitía el sábado pasado el “Festival cultural contra el Golpe de Estado y en defensa de la democracia en Paraguay”.
Por otra parte, varios países latinoamericanos desconocieron el nuevo gobierno. Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Nicaragua, República Dominicana, entre otros, han manifestado que se quebró la institucionalidad. Hasta gobiernos conservadores como los de Chile y México expresaron preocupación por las “irregularidades” que se dieron en este procedimiento. Por su parte, la presidenta de Brasil Dilma Roussef, manifestó que habría que evaluar la posibilidad de que Paraguay sea expulsado del Mercosur y la Unasur. Argentina por su parte, ya retiró a su embajador. En la vereda opuesta, los únicos estados que hasta el momento han reconocido el nuevo gobierno son El Vaticano, Alemania y España.
Sin embargo, hay un actor que no ha aparecido aun, al menos acorde a la fuerte presencia que tiene en la vida social paraguaya: el movimiento campesino. Ante este panorama, Marcha entrevistó a Juan Pablo Nardulli, historiador argentino y conocedor de la situación social y política de Paraguay.
¿Cuál es el peso específico en la sociedad paraguaya de los movimientos campesinos?
En la historia del siglo XX de Paraguay, las organizaciones populares de mayor entidad han sido las organizaciones campesinas. Esto tiene un hito que es la conformación a mediados de la década del ’60 de las Ligas Agrarias Cristianas (LAC). La dictadura de Stroessner lo que hizo fue desarticular las posibilidades de organización popular en términos de sindicatos. Entonces, amparado por los sectores progresistas de la iglesia, se desarrolla esta experiencia organizativa. Son un antecedente del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra de Brasil y también de las Ligas Agrarias en el noreste argentino.
A mediados de los ’70, y en el marco del Plan Cóndor, las LAC son exterminadas por la dictadura paraguaya. De ahí en adelante lo que hay es un vacío hasta los ’80 donde hay una recomposición del movimiento campesino. En los ’90, aparece la experiencia organizativa del campesinado paraguayo que yo mejor conozco que es la de la Federación Nacional Campesina. Es una organización a partir de la cual sale una organización de izquierda: el Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Pyahura. Pyahura significa algo así como “nuevo amanecer”. Es una experiencia interesante que de una organización social salga una expresión política con un horizonte revolucionario.
Tuve la oportunidad de visitar hace 6 años esa experiencia en un asentamiento de la Federación Nacional Campesina en el departamento de San Pedro. Y me queda perfectamente claro que es Federación Nacional Campesina la organización popular con mayor capacidad de movilización en el Paraguay o por lo menos era así hasta no hace muchos años.
¿Cuándo cobra relevancia la figura de Lugo y como construye su base social?
La vida política paraguaya viene de la disputa durante todo el siglo XX entre el Partido Colorado y el Partido Liberal y las organizaciones sociales han tendido a mantenerse al margen de ese enfrentamiento que es una disputa entre elites. No podemos hablar ahí de partidos con una base social legítima, sino de la base social sostenida en las políticas de clientelismo, sobre todo del Partido Colorado.
Cuando yo estuve en 2005 en Paraguay empezaba a hablarse de la figura de Lugo como lo que termina siendo: una figura aglutinante de la oposición al poder del Partido Colorado. Ahora, lo que está claro (y esto lo deja en evidencia los últimos acontecimientos) es que no existe un “luguismo”, no se construyó un “luguismo” como acá en Argentina se construyó un kirchnerismo. La base social del “luguismo” es un disperso mosaico de sectores más o menos progresistas.
Lo que me estoy preguntando desde el día miércoles, jueves es bueno ¿qué van a hacer las organizaciones campesinas? Porque son las que finalmente tienen la fuerza social para realmente salir a enfrentar esta movida.
Entonces, ¿Qué posición tuvieron las organizaciones campesinas respecto al gobierno de Lugo?
La Federación Nacional Campesina no lo apoyó. Nunca creyó que Lugo fuera a hacer la reforma agraria ni un camino de transformaciones estructurales en el Paraguay. Y estoy hablando de la organización social más grande del Paraguay. Es una federación que tiene en 12 departamentos del país desplegada su organización. Con sus asentamientos, con sus grupos de autodefensa, con sus circuitos de comercialización de la producción.
Ahora, lo que me parece es que si estas organizaciones fuertemente arraigadas en el campo paraguayo no salen a posicionarse frente a esta movida yo veo muy difícil que se pueda revertir. Algunos medios dicen que “el pueblo paraguayo no va a permitir…”, bueno, pero el pueblo paraguayo organizado ¿qué va a hacer? El que yo conozco está en el campo, en los asentamientos y quizás en este momento este discutiendo que posición tomar.
¿Cómo investigador y conocedor del campo paraguayo, cuál es tu mirada sobre la represión a partir de la que se disparó el juicio político? ¿Cuál es la autonomía que tienen las fuerzas represivas y los terratenientes paraguayos para llevar adelante estos desalojos?
En principio lo que hay que decir es que, desde hace mucho tiempo, los terratenientes tienen sus grupos armados. De la misma forma, hace mucho tiempo también, las organizaciones campesinas tienen sus grupos de autodefensa. Entonces, muertos en intentos de desalojos, no digo que es algo de todos los días, pero tampoco es algo que vaya a resultar una novedad para nadie. Por eso a mi me llama la atención que haya sido noticia. Lo que hay es una utilización política de esto.
Fijate la fragilidad política del armado político de Lugo que va con el Partido Liberal. Este partido es parte de la misma elite que tiene su poder económico fijado en el latifundio, igual que el Partido Colorado. Aprovechan esto y le mezclan aparte que tiene hijos extramatrimoniales. Es una movida absolutamente miserable. Te está mostrando también la fragilidad de estos armados políticos que ponen un tipo que todos los paraguayos reconocen como un progresista. Un tipo decente, realmente comprometido con los problemas campesinos como hombre de la iglesia. Hay una apuesta muy fuerte de Lugo a que su sola presencia pueda seguir aglutinando eternamente a sectores dispersos. Y lo que sucede en el último tiempo es que Lugo reemplaza un ministro del Partido Liberal por uno del Partido Colorado e intenta ampliar su red de alianzas cuando lo único que logra es el descontento de estos aliados. Con el Partido Colorado y con el Partido Liberal no hay posibilidad de armar nada que tenga un sentido realmente popular y ni hablar revolucionario. Esto es algo que Lugo sabía perfectamente.

sábado, 23 de junio de 2012

¿Por qué derrocaron a Lugo?



Hace unos minutos se acaba de consumar la farsa: el presidente del Paraguay Fernando Lugo fue destituído de su cargo en un juicio sumarísimo en donde el Senado más corrupto de las Américas -¡y eso es mucho decir!- lo halló culpable de "mal desempeño" de sus funciones debido a las muertes ocurridas en el desalojo de una finca en Curuguaty.
Es difícil saber lo que puede ocurrir de aquí en más. Lo cierto es que, como lo dice el artículo de Idilio Méndez que acompaña esta nota, la matanza de Curuguaty fue una trampa montada por una derecha que desde que Lugo asumiera el poder estaba esperando el momento propicio para acabar con un régimen que pese a no haber afectado a sus intereses abría un espacio para la protesta social y la organización popular incompatible con su dominación de clase.
Pese a las múltiples advertencias de numerosos aliados dentro y fuera de Paraguay Lugo no se abocó a la tarea de consolidar la multitudinaria pero heterogénea fuerza social que con gran entusiasmo lo elevó a la presidencia en Agosto del 2008.
Su gravitación en el Congreso era absolutamente mínima, uno o dos senadores a lo máximo, y sólo la capacidad de movilización que pudiera demostrar en las calles era lo único que podía conferirle gobernabilidad a su gestión.
Pero no lo entendió así y a lo largo de su mandato se sucedieron múltiples concesiones a una derecha ignorando que por más que se la favoreciera ésta jamás iría a aceptar su presidencia como legítima. Gestos concesivos hacia la derecha lo único que hacen es envalentonarla, no apaciguarla.
Pese a estas concesiones Lugo siempre fue considerado como un intruso molesto, por más que promulgara en vez de vetarlas las leyes antiterroristas que, a pedido de "la Embajada", aprobaba el Congreso, el más corrupto de las Américas.
Una derecha que, por supuesto, siempre actuó hermanada con Washington para impedir, entre otras cosas, el ingreso de Venezuela al Mercosur. Tarde se dio cuenta Lugo de lo "democrática" que era la institucionalidad del estado capitalista, que lo destituye en un tragicómico simulacro de juicio político violando todas las normas del debido proceso.
Una lección para el pueblo paraguayo y para todos los pueblos de América Latina y el Caribe: sólo la MOVILIZACIÓN y ORGANIZACIÓN POPULAR sostiene gobiernos que quieran impulsar un proyecto de transformación social, por más moderado que sea, como ha sido el caso de Lugo.
La oligarquía y el imperialismo jamás cesan de conspirar y actuar, y si parece que están resignados esta apariencia es enteramente engañosa, como lo acabamos de comprobar hace unos minutos en Asunción.

Atilio Borón

La actualidad de Engels




Después de 2008 y la crisis presenciamos un renacimiento de Carlos Marx (1818-1883), de quien muchos, incluso los economistas del mainstream, dijeron que tenía la razón sobre el capitalismo y que se volvió más actual que nunca. ¿Y Engels?
¿Qué pasó con Federico Engels (1820-1895), su amigo y colaborador, del que el propio autor de El Capital escribió que en sus estudios sobre la economía “había llegado por distinto camino... al mismo resultado que yo” (prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política)?
Un buen intento de rescatar su figura, borrada del imaginario común y acusada –en mucha parte erróneamente– de torcer y codificar a Marx y al marxismo es el libro de Tristram Hunt Marx’s general: the revolutionary life of Friedrich Engels (Metropolitan Books, 2009).
Según Hunt, Engels se volvió un chivo expiatorio por los excesos del marxismo-leninismo para poder salvar a Marx, aunque ni uno ni el otro tienen la culpa por los crímenes cometidos décadas después.
Si bien para algunos el estalinismo fue en realidad el engelsismo (el contenido de Anti-Dühring y El socialismo utópico y científico, influyentes obras que popularizaron a Marx), para Hunt el problema no son las malas interpretaciones de Engles, sino las interpretaciones a sus interpretaciones: un teléfono descompuesto marxista Marx-Engels-Plejánov-Lenin-Stalin.
Él mismo fue un personaje lleno de contradicciones: un adinerado capitalista, gerente de una empresa textil en Manchester, que ayudó a forjar el comunismo, un socialité que luchó por el socialismo y un bon vivant sensible al sufrimiento de los trabajadores.
Con Marx siempre modesto, siempre el segundo violín. Juntos escribieron La sagrada familia, Ideología alemana y Manifiesto Comunista. Aunque hizo significativos avances teóricos en sus propios estudios (p.ej. aplicando la noción hegeliana de la alienación a la economía política y a las condiciones materiales del capitalismo), los puso de lado y dedicó 40 años de su vida al trabajo para que Marx pudiera seguir con los suyos.
Pero no sólo aportó el capital para que su amigo escribiera El capital. Siendo un empresario entendía mejor la dinámica del capitalismo, los mecanismos del mercado global y la vida fabril (igual que p.ej. Giovanni Arrighi, teórico de sistema-mundo, que era gerente de una empresa). Le explicaba a Marx la división del trabajo y la circulación del capital. Proporcionaba datos y ejemplos. Fue él quien insistía en la intrínseca inestabilidad del sistema.
Y cuando Marx murió, dejando los tomos II y III de El capital inacabados, Engels se encargó de redactarlos y publicarlos. Pero comparando su trabajo p.ej. con el manuscrito del tercer tomo, se descubrió que mientras Marx vinculaba la caída de la tasa de ganancia –tema muy debatido hoy– con la vulnerabilidad de la producción capitalista, Engles habló de la caída del capitalismo. Allí sí se le fue la mano.
Fue un hábil político cuyos esfuerzos (y limitaciones) fueron decisivos para el joven movimiento comunista. Marx no tenía cabeza para esto, pero Engels sí –conocedor también del arte de la guerra, de allí que la familia de Marx le decía el general. Y mientras Marx se hundía cada vez más en la teoría, fue él quien levantaba las cuestiones de la democracia, medioambiente o el género (sic) con un enfoque actual hasta hoy.
Quizás lo más rescatable es La situación de la clase obrera en Inglaterra, su libro temprano, escrito, subraya Hunt, con un rigor intelectual y riqueza empírica, basado en las estadísticas de los mismos liberales para combatirlos (un modo perfeccionado por Marx en El capital).
Se trata de un recuento de la explotación y del nacimiento del proletariado al que Engels –de manera novedosa, luego debatible– asignaba un papel histórico y revolucionario. Allí –esto no lo menciona Hunt– aparece el concepto del ejército industrial de reserva. Como subraya John Bellamy Foster, fue Engels quien lo introdujo a la teoría de Marx. Y es una noción crucial para entender la actualidad: la proletarización del sur, el creciente desempleo y la acentuación del conflicto capital-trabajo (The global reserve army of labor and the new imperialism, Monthly Review, noviembre 2011).
“La situación...” es también una interesante manera de leer la ciudad (Manchester). Engels demostrando que su diseño y dinámica espacial reflejaban el poder de clase y la lucha proletariado-burguesía, influyó a los urbanistas de corte marxista, como David Harvey.
Este espectro urbano de Engels recorre su nuevo libro: Rebel cities: from the right to the city to the urban revolution (Verso, 2012).
Según Harvey, la crisis de hoy es básicamente una crisis de urbanización, conectada con el modelo consumista y financiero, donde la ciudad es la arena del conflicto. Los trabajadores de servicios que la mantienen viva son el nuevo proletariado, con un gran potencial político. La izquierda anticapitalista –aparte de los millones de trabajadores clásicos, hoy presentes más en el sur que en el norte –debería enfocarse en él.
Poniendo en el centro la cuestión del desempleo, mirando al proletariado viejo (las maquilas) y al nuevo (las ciudades), pensando en cómo unir sus luchas: allí está el legado intelectual y político de Engels.

Maciek Wisniewski

viernes, 22 de junio de 2012

Por la estatización de PLUNA bajo control obrero.




La estafa de PLUNA, un negocio redondo para LEADGATE y JAZZ que cuentan con la complicidad del gobierno del Frente Amplio que se ha comprometido a no iniciar acciones legales contra estas empresas y quiere seguir manteniendo a los mismos ladrones a cargo. ¡ESTATIZAR PLUNA BAJO CONTROL OBRERO!
PLUNA: EL ÚNICO CAMINO ES LA ESTATIZACION BAJO CONTROL OBRERO
Cualquier trabajador sabe que si no paga en fecha las facturas de OSE, UTE o ANTEL, por poner algún ejemplo, en primer lugar ese atraso le generaría multas y recargos; si nos atrasamos más de dos meses, nos cortarían el servicio y por último, nos enviarían al clearing, sin poder acceder a ningún crédito.
Sin embargo, a la empresa PLUNA, donde la mayoría de las acciones están en manos de empresas privadas que mantienen una deuda de 5 millones de dólares con ANCAP y su pasivo total ronda los 300 millones de dólares, no le pasa lo mismo que a cualquier trabajador o jubilado.
La empresa LEADGATE tenía la mayoría de las acciones de PLUNA y operaba en conjunto con la empresa JAZZ bajo el nombre de Sociedad Aeronáutica Oriental. Ambas –que poseían el 77% del total de las acciones- han dejado a la aerolínea al borde de la quiebra y a los 900 trabajadores con peligro de perder sus empleos.
Así, en pocos años, quedó demostrado el fracaso de la privatización de esta empresa cuyos problemas fueron en aumento y el vaciamiento de la empresa fue total, mientras que los dueños de las empresas privadas se enriquecieron sin asumir ninguna responsabilidad. El director Campiani se dará el lujo de cobrar un despido de casi 100 mil dólares mientras los trabajadores quedan con un pie en la calle.
Lo más increíble de todo esto es que a estos grandes empresarios no les pasa lo mismo que a cualquier trabajador que tiene una deuda. Por el contrario, ellos dejan una deuda millonaria pero no se les aplica ninguna pena; por el contrario, el gobierno del Frente Amplio ha anunciado que se comprometió con Leadgate a no llevar adelante ningún reclamo ni acción contra sus directivos.
El gobierno ni siquiera se ha quedado con las acciones de estos grandes deudores; las ha depositado enla Bolsade Valores y le ha dado plazo de 30 días al socio minoritario JAZZ para que resuelva si quiere hacerse cargo de nuevo de la mayoría de las acciones de PLUNA!
La gran mayoría de los honestos militantes frenteamplistas esperaban que su gobierno cumpliera con lo votado en plebiscito por los uruguayos, cuando nos pronunciamos mayoritariamente contra la privatización de las empresas del estado. Pero este gobierno, no solo mantiene todas las privatizaciones sino que, además, renuncia a tomar acciones para demandar a estos empresarios privados que provocaron una de las más grandes estafas al pueblo uruguayo.
Lamentablemente, el gobierno del FA, contra los intereses y las expectativas de los trabajadores, ha continuado el mismo camino de los gobiernos colorados y blancos. En el mes de enero se liquidó el transporte de pasajeros por tren y se privatiza AFE; lo mismo le va a pasar a la planta de ANCAP que funciona en Carrasco según ha denunciado el sindicato.
La única salida para salvar a PLUNA no es darla de nuevo a uno de los socios que participó en su vaciamiento. PLUNA debe volver a manos del Estado, por eso hay que estatizarla pero bajo control de los trabajadores, se deben abrir los libros contables e investigar en qué se gastaron los millones que hoy se adeudan; y habrá que dar intervención ala Justicia.
Pero esto solo será posible si se organiza una gran lucha desde las bases del sindicato, que deben discutir y resolver las medidas a tomar entre todos, buscando el apoyo de otros gremios, para imponer este reclamo al gobierno.

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Matias Campiani - CEO de Pluna

La cabeza de LeadGate Investment llegó a Pluna sin ninguna experiencia en materia de aviación. El consorcio fue seleccionado por Ficus Capital cuya cara visible fue Paul Elberse, de nacionalidad holandesa, quien en su momento fue contratado como gerente general del Nuevo Banco Comercial. LeadGate se especializa en la compra de empresas en situaciones especiales, como problemas de estrés financiero, de estrés operativo o de estrés de con- trol. En 2005 compró Parmalat Uruguay, una empresa endeudada. La saneó y luego la vendió a un grupo venezolano. Hasta el final Campiani mantuvo en discurso de confianza en la aerolínea, incluso en diciembre cuando anunció que la empresa "solo" había perdido U$S 8 millones en el ejercicio 2011.

Sebastián Hirsch

Chief Commercial Officer

Es cofundador de LeadGate. Residió en Alemania y allí, en un asado de amigos argentinos, conoció a Matías Campiani y acordaron emprender negocios juntos. Antes de llegar al directorio de Pluna trabajó en banca de inversión para Goldman Sachs en Nueva York, y gerenciamiento de operaciones en Citibank Argentina y Procter & Gamble. También trabajó en Europa para la firma de consultoría McKinsey & Co. enfocándose en finanzas corporativas, proyectos de reducción de costos, integraciones posfusión y desarrollo de estrategia. Pertenece a una familia de empresarios que están asociados al imperio Bunge & Born, firma creada en 1884 y que se ha consolidado en la actualidad como uno de los mayores exportadores de cereales y productos industrializados de Argentina. (fuente diario El país)

http://www.elpais.com.uy/12/06/16/pnacio_646666.asp

http://trabajadoressocialistas.es.tl/

Mesa Permanente contra la Impunidad


lunes, 18 de junio de 2012

Desterrar la cultura de la impunidad






Hace pocas horas se realizó en el sindicato de Sima, la charla sobre: como desterrar la impunidad del pasado reciente
Una jornada propuesta por la Mesa Permanente contra la Impunidad, en un ciclo de debate y encuentro para reformular nuevas estrategias de lucha por Verdad y Justicia.
La muestra fotográfica fue casi un pretexto para encuadrar el marco necesario de puntos de encuentro entre todos.
En un ambiente cálido, confortable se dio un racconto de lo vivido durante el período dictatorial y desde donde se fue afianzando la impunidad que hoy se incrustó en todo el tejido social de nuestro país.
Los panelistas invitados; hicieron sus ponencias de tal manera con un sentido coloquial,
que permitió distender el diálogo al final de la charla.
Se profundizo en sus contenidos y se logró apreciar que pocas diferencias nos alejan unos de otros.
De allí que la visión del momento coyuntural nos une, y nos interpela a todas las organizaciones sociales y de derechos humanos, para el devenir de estos nuevos tiempos que hacen que estemos unidos para enfrentar la mutación que ha sufrido esa impunidad. de ayer.
En estas pocas imágenes solo muestran un pasaje de lo allí vivido.
En otra entrega se podrá tener algunos de los contenidos volcados en esa charla que finalizó con un momento de distensión para todos.
Por Verdad y Justicia

Apuntes para la mesa redonda organizada por la Mesa Permanente contra la Impunidad el 16 de junio del 2012 sobre:
Desterrar la cultura de la impunidad
De Jorge Zabalza

Sanguinetti.

Cuando la dictadura se volvió insoportable, el poder económico decidió permitir cierta legalidad pero, como en las calles se hacía sentir nuevamente el movimiento popular, se reservaron el derecho a mantener intacto y a la orden el aparato represivo. Una de las razones para que los militares aceptaran regresar a los cuarteles fue que su impunidad sobrevolaba o subyacía los acuerdos verbales del Club Naval. Más tarde, los gobiernos que aceptaron la tutela estipulada en el pacto le dieron forma jurídica con la ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado. Para justificar su doble moral, Sanguinetti construyó la falacia de falsa asociación de que la amnistía al demonio subversivo implicaba y exigía la impunidad del demonio militar.
La impunidad fue impuesta mediante una serie de operaciones políticas realizadas por los interesados en mantener a su servicio las fuerzas armadas. Se transmitió la sensación de que el poder armado protegía de la ley penal a los criminales de lesa humanidad y que, así como en los años de plomo hicieron lo que se le antojaba, también podían hacerlo en democracia si se pretendía juzgarlos y condenarlos. El resultado del plebiscito de abril de 1989 ratificó la ley que fabricaron los representantes del poder y el espíritu popular fue invadido por la sensación de que, por más que algunos porfiados siguieran peleando por Verdad y Justicia, los criminales nunca podrían ser juzgados. Así creció en la subjetividad de la gente el sentimiento de impunidad como impotencia, una creación deliberada y alevosa, alienante, cuya pesada sombra es imposible analizar por separado del salvataje del aparato represivo que fue su objetivo.
Resistencia y defeccciones.
El golpe cívico militar fue dado para expropiar la mitad de la masa salarial y por consiguiente la tortura, las violaciones, el asesinato y la desaparición forzosa fueron para disuadir en los asalariados la más mínima intención de resistir. Fue natural entonces que, aún desde antes de iniciarse el repliegue militar, el pueblo trabajador transformara en lucha por juicio y castigo el clamor que surgía de los “chupaderos” y las salas de tortura. A la cultura de la impunidad, el movimiento popular contrapuso la cultura de verdad y justicia, creada por los que no querían ser tutelados por nadie y soñaban con una sociedad para los trabajadores.
Sin embargo ya desde el pacto del Club Naval empezaron las señales confusas de algunos dirigentes frenteamplistas, que no enfrentaron con la firmeza esperada la impunidad que imponía la derecha. Mas tarde, una vez conquistadas algunas colinas en la institucionalidad burguesa, esa flaqueza se extendió y profundizó, hubo dirigentes que desarrollaron una nueva teoría de los dos demonios y que están trabajando para crear una nueva cultura de la impunidad. Teoría y cultura muy diferentes de las creadas por la derecha, pero no por ello desvinculadas de los servicios que puedan prestar las fuerzas armadas. Son cosas nuevas, imprescindibles de debatir para esclarecernos lo mejor posible. Intentemos analizar algunas de las operaciones políticas que la vienen creando.

El diputado.

El 4 de junio un diputado que fue miembro de la guerrilla tupamara dijo: “en este día hay que apartar del corazón todo sentimiento de odio porque el odio y el rencor son paralizantes y se necesita seguir construyendo el camino trazado para mejorar, porque muchas de las causas por las que hemos sido víctimas aún perduran”. Palabras que fueron dichas en representación del gobierno, en un acto donde el Estado reconocía haber torturado, asesinado y desaparecido forzosamente a sus ciudadanos en el período que se inició con el “pachecato”, el 13 de junio de 1968. Este diputado, que en el Penal de Libertad ya había apartado de su corazón todo sentimiento de odio y rencor, expresó con envidiable claridad la cultura de olvido y perdón que impregna los actos de los ex-guerrilleros que hoy gobiernan el Uruguay. El diputado proclamó la “línea” que baja de poder ejecutivo, su virtud es haberlo dicho más directa y frontalmente que el resto de sus correligionarios, quienes se escudan en frases confusas donde parecen no decir lo que en realidad dicen. El diputado cierra las posibilidades de autoengaño de los que tenían esperanza en un viraje hacia la izquierda. Lo toman o lo dejan, acompañan o se van yendo, pero no hay lugar a disputa.

La paz de Aguerre

En el homenaje a los cuatro soldados que custodiaban la casa del comandante en jefe del ejército de entonces y que cayeron en el tiroteo entablado con un grupo de la guerrilla tupamara, el actual comandante Pedro Aguerre, dijo que “ Si queremos salir adelante, tenemos que hablar de uruguayos, no de enemigos. No debemos hablar de trancar, sino de vivir en paz”. Diez días más tarde, en ocasión del desfile militar presidido por ex-guerrilleros, el más pomposo desde la salida de la dictadura, reafirmó el concepto diciendo: “Juntar pero no dividir debe ser nuestra meta, para que, sin olvido de nuestros actos, podamos crecer, y que los habitantes de nuestro país sepan reconocernos, valorarnos y sentirse orgullosos de su Ejército”.
Aguerre tuvo necesidad de abogar por la reconciliación entre pueblo y fuerzas armadas, porque las fuerzas armadas le habían declarado la guerra al movimiento popular, lo vigilaban, perseguían y consideraban “enemigo”. Esa guerra de los militares, entablada por decisión propia, dejó cientos de miles de víctimas en las filas del pueblo asalariado y el reclamo de que se sepa la verdad sobre las aberraciones cometidas por ese mismo ejército que comanda Aguerre y que se condene a quienes cometieron tales crímenes contra la humanidad.
La propuesta de “juntadera” de Aguerre significa que víctimas y victimarios, tomados candorosamente de las manos, pasen por arriba de la verdad y la justicia para no “trancar”. Juntarse” para consolidar la impunidad de los criminales con el mudo consentimiento del movimiento popular, es la línea política del gobierno, la misma que expresó el diputado de marras el 4 de junio en una buhardilla del palacio legislativo. Es una propuesta fantasiosa, porque por mucho que se los junte, los “juntados” seguirán siendo desiguales entre sí, unos monopolizando la represión y los otros siendo posibles blancos de ella. Propone una paz que, en realidad, es simplemente otro repliegue de los militares a la espera de futuras oportunidades para reivindicar su pasado golpista y criminal o, según sean las circunstancias, para retomar el ejercicio de su profesión real, la de terroristas de Estado.

La teoría de Rosadilla.

Por si las palabras del general Aguerre no indujeran suficiente confusión, entrevistado por el programa “En Perspectiva” el senador Luis Rosadilla, les dió un toque de fantasía con pretensiones de teoría. Rosadilla dijo que quiere “recuperar aquel espíritu que existía en la sociedad uruguaya en la creación del Ejército, en el sentido de que el Ejército es parte del pueblo y este lo reconoce como tal, porque el Ejército se comporta como parte del pueblo y se respeta como tal”.
No hay nada que recuperar. A historia de los orientales no admite dudas. En 1811 las armas no estaban en manos de unos pocos que imponían su voluntad a los desarmados, José Artigas encabezó un pueblo cuyas mujeres y hombres estaban todos armados por igual. Fue Fructuoso Rivera quién separó a los armados de los desarmados, al fundar un ejército pagado por la oligarquía montevideana y los brasileros, con el objetivo de reprimir al pueblo multiétnico que había sido beneficiado por el reparto de tierras de 1815. Ese es el origen antipopular del ejército que luego fue de Venancio Flores, de Lorenzo Latorre y del Goyo Álvarez. ¿Qué tergiversación de la historia nos quieren vender ahora?. Por el contrario, el bicentenario del nacimiento del actual ejército se cumple el día del aniversario de la derrota del pueblo armado y organizado, que fue el mismo día en que comenzó el exilio de José Artigas. Como ha sido bien entrenado para tergiversar historias, en especial de del movimiento guerrillero tupamaro, Rosadilla intenta hacerlo también la epopeya del pueblo oriental, abandona a Lucía Sala y Carlos Machado, para asumir como propia la versión reaccionaria del Hernamo Damasceno. .
También trastoca la realidad. Desde que la sociedad es una sociedad de clases, surgió la necesidad de ejércitos que monopolizaran el uso de las armas para defender las tierras, propiedades y mujeres de los dueños de todo. Desde esos días pretéritos, los ejércitos vienen decidiendo la vida y la muerte de las mujeres y hombres subordinados por el sistema. Han sido los ejecutores de las grandes matanzas y genocidios cometidos contra los pueblos. Cuando pueblo y armas se reúnan nuevamente en pueblo organizado y armado otro gallo cantará, pero mientras tanto, por su origen y su historia, estos ejércitos NO pueden ser parte del pueblo, están afuera de él, vigilándolo, espiándolo, controlándolo, tutelando sus libertades, amenazando su integridad física e intelectual, afilando las bayonetas.

La nueva cultura de la impunidad.

En la actualidad ya no se trata solamente de preservar el aparato represivo, sino que de desarrollar sus potencialidads operativas y tácticas, de adiestrarlo en las técnicas más sofisticadas de represión y de adoctrinarlo en las bases éticas y morales del asesinato y el genocidio (en eso se especializan los instructores SEALS). De adecuarlo a las evidentes intenciones de intervención político militar de los EEUU. Los militares están recontentos, nunca habían imaginado que el Frente Amplio les daría la oportunidad de jugar con chiches de última generación. Por su parte, los ex-guerrilleros están realizando su sueño del pibe, pues manejan soldados, tanques, aviones y barcos en maniobras conjuntas con los marines yanquis, canalizan sus delirios militaristas jugando juegos de estrategia y desplazan unidades para ubicarlas en mejores condiciones para la lucha antisubversiva. .
Los ex-guerrilleros aceptaron ser el demonio que la teoría sanguinettista les proponía. Un papel muy útil en su visión pragmática, pues quedan en una posición que les permite dialogar de igual a igual, de demonio a demonio, todos combatientes, todos con idénticos códigos y valores. Así, intercambio intelectual mediante, los ex-guerrilleros apuestan a conquistar amplios sectores de la oficialidad, proyecto que se había frustrado en 1972 en las negociaciones del Batallón Florida. La mosqueta ideológica es riesgosa, pues es imposible evitar la recíproca y resultar colonizados por la mentalidad miliquera.
A mediano plazo, el producto del matrimonio entre demonios podría ser una nueva doctrina cívico militar, organizada en un nuevo movimiento político de carácter demoníaco, unidos tras un proyecto que ya no será la transformación revolucionaria de la sociedad de clases, como antes deseaban los ex-guerrilleros, sino simplemente mantenerse ejerciendo el poder por el poder mismo.
El mutuo perdón está siendo caldo de cultivo de una nueva cultura de la impunidad. Una cultura que disfraza de humanismo el privilegio de la impunidad y perdona criminales de lesa humanidad por ser “viejitos buenos”. Una cultura que difunde la idea aberrante de que los crímenes contra el pueblo se “arreglan” en una mesa de negociación entre quienes empuñaron las armas y superaron el odio del pasado. Como los reproductores de tales ideas poseen un pasado respetable, esta cultura penetra profundamente en el inconciente popular y alimenta los sentimientos más reaccionarios, los que se pueden percibir en las reacciones de la gente hacia los asolescentes que delinquen. La cultura de los ex-guerrilleros es mucho más alienante que la sanguinettista y, en consecuencia, para desterrarla hay que hilar más finito.
Ambas culturas están emparentadas en el servicio a la estrategia de guerra preventiva urdida en las oficinas del Pentágono-sección Comando Sur. Puede parecer una paradoja que los ex-guerrilleros se presten a ser manipulados por el gran titiritero, pero lo cierto es que el Comando Sur ha tenido una inesperada sorpresa y las relaciones militares con el imperio han avanzado aceleradamente. Hasta se le ha pedido ayuda en caso de confrontación de fuerzas con Argentina. Si se quiere desterrar la cultura de la impunidad no se puede consentir que Uruguay oficie de Malinche en la guerra que el Pentágono está preparando contra varios de los pueblos latinoamericanos.
La cultura de la impunidad es solamente una partecita de la nueva cultura política que acepta la invasión de los instructores militares del imperio. La voluntad de desterrar la parte implica la voluntad de luchar contra esa cultura más global de aquiescencia generalizada hacia el poder económico y político o, dicoh de manera más clara, no vale la pena dejarse arrastrar con los ojos abiertos por quienes conducen al desbarranque lo construído con tanta lucha popular y tanta sangre derramada.

sábado, 16 de junio de 2012

Entierro de Ricardo Blanco




El Viernes 8 de Junio se enterró a Ricardo Blanco Valiente en Mercedes, Soriano. Los restos de Blanco fueron hallados en el Batallón 14 de Infantería el 15 de Marzo pasado. Después de 34 años, su familia, sus compañeros y su pueblo pudieron despedirlo rindiéndole homenaje en su ciudad natal. Realizado el velatorio se enterraron los restos de Ricardo en el Cementerio de Mercedes.

La mañana era fría. Desde las nueve, decenas de personas se comenzaron a concentrar en el local de AUTE (Asociación de Trabajadores de UTE) para partir hacia Mercedes a despedir a un compañero de esa organización sindical, Ricardo Blanco Valiente.
Los dos ómnibus del PIT-CNT y AUTE prendieron motores rumbo a Soriano. Al llegar a Mercedes sobre el mediodía nos esperaban en la entrada a la ciudad decenas de militantes sindicales, por los derechos humanos y trabajadores de la zona. También estaban presentes militantes de la Juventud Comunista Revolucionaria (JCR) y el Partido Comunista Revolucionario (PCR), en el que Ricardo militaba. Fue ahí además donde nos encontramos con los restos del compañero y su familia. El clima era de respeto, calma, emociones y tristezas; sentires que se encuentran en cada hallazgo de los compañeros desaparecidos.
Las hijas y la esposa de Ricardo también llegaron al lugar saludando a los presentes, entre los que se encontraba Luisa Cuesta.
Desde el lugar partió una nutrida caravana de motos, autos y bicicletas de cerca de tres cuadras, que recorrió gran parte de la ciudad pasando además por locales sindicales donde los compañeros rendían homenaje al paso de los restos de Ricardo.
El velatorio público se realizó en ADEOM-Soriano. Por allí pasaron cientos de personas a despedir y homenajear a Blanco.
Pasadas las 17hs. partió el cortejo fúnebre desde el local sindical de los municipales de Soriano. Tras una pancarta con la consigna de la última Marcha del Silencio: "Los Vamos a Encontrar", cerca de 400 personas se movilizaron hasta el Cementerio de Mercedes donde se le dio el último hasta siempre al compañero.
Los restos de Ricardo Blanco fueron hallados el pasado 15 de Marzo en el Batallón 14 de Infantería a escasos metros del lugar donde se encontraron los restos del maestro Julio Castro.
Ricardo Alfonso Blanco Valiente nació el 27 de Diciembre de 1938 en Mercedes, Soriano. Fue trabajador de UTE y luego almacenero. Trabajando fue un militante destacado de AUTE y del PIT-CNT, y eligió luchar además por otra sociedad, donde ser mas plenos y libres. Fue así que se integró al Partido Comunista Revolucionario (PCR).
En 1978 la barbarie miliquera lo mató. Y lo mataron porque las bestias de uniforme -y también sin uniforme- sabían que Ricardo junto a miles de compañeras y compañeros, caminaban sin freno hacia la construcción organizativa de algo que pudiera acabar de una vez con el estado de cosas que generaba y genera el capitalismo, con sus fuerzas represivas, sus injusticias, su sistema de opresión todo. Según la Comisión Para la Paz, Ricardo "fue detenido el 15 de enero de 1978 alrededor de las 10:30 de la mañana en el almacén del que era propietario y trasladado a La Tablada. Tras su detención lo introdujeron en un Ford Falcon de color blanco, con techo negro vinílico. En el momento de su detención habían dos familiares, y dos o tres clientes que fueron a comprar al almacén." Y agrega que "murió el 3 de Febrero de1978, como consecuencia de las torturas.".
En tu pueblo Ricardo, el tuyo, el nuestro, queda todo guardado en la memoria. Y todo eso que guardamos en la memoria popular se acumula y se reproduce en nuevas peleas y luchas por un presente mas digno, un futuro mas libre y un pasado del que encontraremos a cada uno de los compañeros desaparecidos y haremos justicia con los criminales que asesinaron y torturaron, y hoy mienten descaradamente,
Nuestra memoria no olvida, nuestra dignidad no perdona.
Verdad, Juicio y Castigo.

Entrevista: Ida Garberi, periodista italiana en Cuba. `Creo en una prensa más de abajo a la izquierda´


cubainformacion.tv

James Petras: Grecia tiene una opción con una izquierda consecuente




Si gana Syriza, obviamente los banqueros europeos van a tratar de castigarlos, porque puede ser un ejemplo para Italia, para España

Audición de James Petras el lunes 11 de junio por CX36, Radio Centenario desde Montevideo (Uruguay). www.radio36.com.uy

- Para analizar el panorama internacional, estamos en contacto con James Petras. Buen día, bienvenido Petras.
- Bueno. Arrancamos con España, que está en evidente condición de bancarrota, pese a haber recibido 100 mil millones de euros, es una medida transitoria y no ha tenido ningún efecto sobre el mercado.
Los bonos españoles todavía superan el 6%, que no es sostenible. Entonces, lo que los inversionistas llaman el ‘mercado de compra de bonos’, que es esencial para que España financie sus deudas, no responde positivamente. Creen que España está en una profunda recesión, con un crecimiento negativo de 1.7% y que el rescate simplemente está postergando el colapso. Eso es evidente.
En segundo lugar, ni los financistas confían en el gobierno de Rajoy. Nombraron un comité de la troika –Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y los Ministros de Finanzas de Europa- para supervisar el uso y aplicación del financiamiento, para que cumplan con los recortes.
España está en un círculo vicioso, cada vez que cumplen con las exigencias de los banqueros está en mayor recesión, y la mayor recesión provoca menos inversión, menos empleo, menos consumo y aumenta la necesidad de otro financiamiento. Por tanto, este financiamiento permite ganar tal vez tres o seis meses, pero primero, va a profundizar la deuda, y segundo, no va a a impulsar la economía porque el financiamiento va a circular desde afuera al Banco Central y de ahí al pago de banqueros en el exterior.
Podríamos decir que España está en una situación insostenible y Rajoy y la derecha que gobierna ahora, tienen que confesar que todos los pronósticos de que se podía superar la crisis aplicando las fórmulas de austeridad han fracasado y no tienen otro proyecto. No tienen otra forma de postergar las transferencias hacia fuera, no tienen posibilidad de canalizarlas para el impulso de la economía, entonces se quedan acumulando deuda, consiguiendo algún respiro, peor finalmente le cuerpo político está con un cáncer terminal.
-La responsabilidad de esta situación en España es compartida por la derecha y el anterior gobierno socialista.
- Obviamente, el gobierno socialista aprobó algunas leyes sociales, el matrimonio para homosexuales, etc. pero de fondo es un gobierno neoliberal que estaba muy involucrado con los contratistas del capital inmobiliario, los grandes bancos, cosechando enormes ganancias, financiando las especulaciones en el turismo, segunda casa, etc. Entonces tanto el gobierno de Zapatero como la derecha, tienen responsabilidades compartidas, no hay ninguna diferencia entre la política que estimuló la crisis y fomentó la miseria. En ese sentido, cambiar gobiernos es simplemente postergar la solución definitiva. Y ahora los socialistas no hacen críticas de fondo ni ofrecen alternativas, explotando la miseria, la indignación y el tema del gran desempleo.
Entre el bipartidismo hay un solo callejón, por esa razón la gente que tiene alguna desesperación están organizandose afuera del espacio legislativo y electoral, están tratando de movilizar gente para las luchas extra parlamentarias, marchas, protestas, organización de barrios, todo tipo de actividades. Pues la salida a partir de alternativas electorales es muy pobre.
- En Portugal también se ha protestado por su lugar en la crisis y la ayuda que ha recibido.
- Si, Portugal todavía está en recesión, en situación desesperante. Hay luchas esporádicas, protestas, marchas, pero si no hay una fórmula, una protesta política, a nivel nacional, con un proyecto de poder político, los gobiernos actuales –sean socialistas o de derecha- van a continuar aplicando estas medidas. No tienen una alternativa, simplemente dependen del capital externo, dependen de un capitalismo fracasado, no han virado hacia una alternativa socialista que les permita movilizar, a partir del Estado, todos los recursos mal explotados, todos los recursos humanos que son capaces de producir, vender, consumir, etc.
En este sentido creo que las huelgas y protestas no han dado hasta ahora los resultados que se esperaban. Y hemos dicho esto varias veces, en este contexto que vivimos ahora los capitalistas no se asustan con protestas, huelgas y marchas. No está más la Unión Soviética y los países socialistas, que podían ofrecer algo mejor, un sistema que depende del trabajo. Y cuando eliminaron esta opción, la socialdemocracia dejó de ofrecer alternativas a los pueblos. Quedamos en esto, o se organiza el levantamiento popular afuera del Parlamento o se van a quedar alternando entre derecha y socialdemocracia, hasta que este sistema quiebre finalmente y surja algo como Syriza en Grecia que ofrece una ruptura. Veremos que va a pasar una vez que las elecciones griegas determinen qué forma va a tomar el próximo gobierno, pero si no hay ruptura con el pacto con la eurozona, si no hay una política que queda afuera del pago de intereses y créditos y deuda, este sistema es interminable.
- ¿Cuál es la lectura que se puede hacer de las elecciones en las que aparece Syriza con una casi certeza de triunfo?
- Hay dos cosas. Primero es obvio que la izquierda consecuente, Syriza, va a conseguir alrededor de un 30%, la derecha tradicional obtendrá algo similar, entre un 25 y un 30%; en este sentido ninguno de los grandes contestatarios consigue la mayoría para gobernar.
Entonces ¿qué opciones hay? La derecha quiere que Syriza se subordine a un pacto con ellos para imponer la austeridad. Syriza insiste en que no va a firmar ningún pacto que mantenga la miseria y la depresión de la gente, entonces habría un empate o una crisis interminable, hasta que los procesos políticos encuentren una fórmula de gobernar.
Asumiendo por ejemplo, que en el Partido Comunista dejan de ser idiotas, porque realmente son los peores comunistas existentes, me recuerdan mucho lo que pasó en Cuba antes de la Revolución o en Nicaragua, antes de la revolución sandinista; donde el Partido Comunista de Cuba se abstuvo e incluso criticó a Fidel por ser un ‘aventurero pequeño burgués’; pero después del éxito de la revolución se subieron al proceso. En Nicaragua también, participaron en los últimos procesos fraudulentos electorales en Nicaragua contra la insurrección.
Hay una tradición malísima de los partidos comunistas frente a un poder superior, como el 26 de Julio, como el Frente Sandinista, como Syriza, de imponer sus intereses sectarios frente a la unidad de lucha, y eso tal vez podría repetirse otra vez en Grecia, bloqueando la posibilidad de que con el 8 o 9% de los comunistas, consiguieran la mayoría en el Parlamento.
Si en Grecia gana Syriza, obviamente los banqueros europeos van a tratar de castigarlos, cortándoles los fondos y creando una situación de gran crisis provocada por el desfinanciamiento.
En este contexto, un gobierno de izquierda tiene que desarrollar un plan de emergencia para buscar fondos, primero imponiendo controles financieros, canalizando los pagos de interés hacia el financiamiento de la economía de los servicios públicos, etc. Y después buscar formas alternativas para movilizar recursos humanos que están latentes, por todas las empresas en bancarrota, todas las instalaciones inoperativas, etc. Podrían ir a Rusia, a Venezuela, a Irán a buscar nuevas fuentes de financiamiento.
En cualquier caso quedarse en la situación actual con 53% de desocupados jóvenes, con un desempleo que alcanza el 23% de la población, con pensionistas sumidos en la miseria, es imposible continuar.
Entonces la gente se pregunta dónde van a conseguir los fondos, por eso primero deben imponer controles para que el gran capital no pueda mover sus capitales y paralizar la economía. En segundo lugar deben investigar estas deudas, porque la gran mayoría no eran deudas vinculada a la economía productiva, eran más que nada robos, especulación, fraudes. Creo que por lo menos el 80% de la deuda existente no es válida.
Lo que quiero enfatizar es que Grecia tiene una opción con una izquierda consecuente. Segundo, el problema es formar una alianza con los demás sectores políticos incluyendo los de izquierda y el partido Comunista. Tercero, es desarrollar un plan de emergencia para enfrentar el castigo que van a tratar de imponerle los banqueros de Europa. Porque si Grecia escapa de las garras de los banqueros, puede ser un ejemplo para Italia, para España, los demás pueden seguir el camino de Grecia, renunciar a la austeridad y encontrar su propio camino.
Finalmente quiero decir que va a ser muy complejo porque la herencia de la derecha es grave, han destruido la economía, han creado una situación insoportable, hay que comenzar de nuevo en todas las áreas.
- ¿Qué incidencia tiene esta elección parlamentaria en Francia? ¿Influye en la relación franco-alemana?
- Hay conflicto porque los alemanes solo están mirando su propio bolsillo y como ellos se han beneficiado enormemente de Europa, quieren que los países simplemente cumplan las exigencias de los banqueros alemanes y sigan bajo su dominación. Pero François Hollande dice que quiere estimular la economía pero dentro de un marco fiscal responsable. Por esta razón el voto para los socialistas fue muy bajo, 35% y empató con la derecha. Hubo una abstención de casi un 34%. No son convincentes en este sentido, no tienen ninguna propuesta de ruptura con Alemania ni proyección de un nuevo proyecto de relanzamiento de la economía, para enfrentar las altas tasas de desocupación, la desindutrialización, etc.
Por esta razón, creo que la falta de medidas profundas en este mes desde la asunción presidencial a las elecciones legislativas, impactó mucho en los sectores populares que es donde está la más alta tasa de abstención. El voto podría resultar en victoria para los socialistas, y los comunistas bajaron tremendamente, la mitad de lo que consiguieron en las elecciones presidenciales donde fueron casi el 13%, esta vez obtuvieron sólo el 7%, porque se plegaron totalmente al Partido Socialista y quedaron marginados.
Creo que la gente de izquierda debe despertar, porque el pueblo está muy consciente de los engaños de los socialistas, de la corrupción que hemos visto en España, Portugal y otros lugares. Ya la gente no se engaña muy fácil como antes, cuando eran gobiernos de derecha y los socialistas se ofrecían como alternativa y después engañaban a la gente. Hoy hay muchos desengaños y la gente les da una oportunidad a los socialistas pero exige a cambio que no le prometa una cosa y después termine aplicando los programas de la derecha.
Entonces, vamos a ver, yo creo que lo socialistas ganan la mayoría legislativa. Ahora, ¿después qué? ¿Qué programa van a seguir frente a las exigencias de la juventud, los desocupados, los marginados que hoy son casi el 30% de la población?
- Los Hermanos Musulmanes surgen como ganadores en Egipto, ¿qué supone eso?
- Son un grupo muy heterogéneo pero tratan de montar dos caballos: Por un lado quieren el cambio según la ‘revolución de la primavera’. Por otro lado, hace tiempo que están pactando con el establishment, con los militares, con los capitalistas, con el Banco Mundial, etc.
No tienen una política clara, tienen sectores fundamentalistas, otros sectores menos fundamentalistas, etc. Creo que son un partido de centro o centro-derecha contra Hosni Mubarak, contra los fascistas; pero por otro lado no tienen una propuesta económica y social viable para la crisis que está afectando Egipto. No ofrecen ningún programa de empleo por ejemplo, cuando hay 35% de desocupados y subempleados.
Es que la caridad que llevaron a cabo bajo Mubarak, a partir de la actividad religiosa, es caridad, tocan gente, familias, en un lugar y en un momento. Pero desde el gobierno, las exigencias son mucho más fuertes y necesitan un plan económico y social para cambiar lo que existe, porque los capitalistas que surgieron bajo el gobierno de Mubarak eran muy corruptos, vivían de las prebendas y favores del gobierno. ¿Dónde está el proyecto? ¿Con qué sector económico van a trabajar para estimular la economía? No se sabe.
Los Hermanos Musulmanes no han mostrado claridad. Rechazan el socialismo, rechazan el proletariado, rechazan los cambios estructurales importantes. Por otro lado hablan de la solidaridad social, de valores culturales, de democracia, etc. Pero la pregunta fundamental es ¿democracia para quién?

jueves, 14 de junio de 2012

Imperialismo y violencia en Colombia




Texto escrito a pedido de la conferencia nacional sobre "Multinacionales, Violencia, Libertad Sindical y Democracia en Colombia", organizado por el sindicato internacional SINALTRAINAL en su 30.0 aniversario, 26 de julio, 2012, Universidad Autónoma de Colombia, Bogotá.Traducido por Silvia Arana para Rebelión

Introducción

La intervención militar de EE.UU. en Colombia constituye la guerra de contra-insurgencia más larga en la historia mundial reciente. Comenzó cuando el Presidente John F. Kennedy creó en 1962 los "Boinas Verdes", y se intensificó en el nuevo siglo con el programa militar de siete mil millones de dólares del Presidente Clinton (Plan Colombia) iniciado en el 2001 y que hoy continúa con Obama con el establecimiento de siete nuevas bases militares. La guerra que EE.UU. libra en Colombia ya lleva 50 años. Diez presidentes estadounidenses, 5 demócratas y 5 republicanos, liberales y conservadores, se han alternado para llevar adelante una de las más brutales guerras de contra-insurgencia jamás registradas en América Latina. En términos de matanza de civiles, de sindicalistas y de activistas de derechos humanos, de desplazamiento de campesinos, la oligarquía apoyada por EE.UU. tiene la dudosa distinción de figurar en los primeros puestos de la lista de gobernantes tiranos.
Para entender la sangrienta historia de la intervención imperial de EE.UU. en Colombia es necesario examinar varios aspectos clave de la relación en un contexto histórico comparativo que resalte las especificidades de la clase dominante de Colombia y la importancia geo-política estratégica del país para la hegemonía de EE.UU. en el hemisferio.

Colombia: Una clase dominante tras la hegemonía

La violencia es endémica en una sociedad regida por una clase gobernante 'cerrada' a través de partidos oligárquicos del siglo XIX (y sus facciones rivales) durante la mayor parte del siglo XX y XXI. Colombia difiere de la mayor parte de países latinoamericanos, en los que a principios del siglo XX, se expandió la representación de diversos partidos de clase media. En el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial y especialmente durante la Depresión del 30, América Latina presenció el surgimiento de partidos socialistas, comunistas y nacional populistas al igual que de regímenes tipo Frente Popular. Sin embargo, Colombia permaneció congelada en el tiempo en un sistema político cerrado dominado por dos partidos oligárquicos, compitiendo con balas y votos.
En el periodo inmediato posterior a la II Guerra Mundial emergió la figura nacionalista y populista de Jorge Eliécer Gaitán, este fue asesinado y el país entró en una etapa de baño de sangre que cubrió a toda la sociedad llamada la "Violencia". Facciones de las oligarquías conservadora y liberal financiaron bandas armadas para asesinarse los unos a los otros, dando como resultado más de trescientos mil muertos. Las oligarquías terminaron la guerra interna firmando un acuerdo de alternancia en el gobierno, el llamado "Frente Nacional" que consolidó más aún el control del poder impidiendo que cualquier nuevo movimiento político alcanzara cualquier tipo de representación significativa.
Incluso cuando emergió una seudo alternativa, bajo el mando del populista de derecha, Rojas Pinilla, las masas urbanas y los pobres del campo fueron sometidos por los ejércitos privados de los terratenientes, mientras que el movimiento obrero urbano fue brutalmente reprimido por los militares y la policía. Los disidentes demócratas integraban en general una facción del Partido Liberal; mientras que los activistas obreros se congregaban en torno de los sindicatos militantes y del clandestino o semi legal Partido Comunista o de pequeños partidos socialistas.

La Guerra Fría y la penetración imperialista de EE.UU.

Con el inicio de la Guerra Fría, Washington halló en la alianza oligárquica bipartidista un cómplice muy bien dispuesto, especialmente después de la eliminación de Gaitán y de la salvaje represión de los militantes sindicalistas que trabajaban en los complejos agrícolas controlados por EE.UU. Comenzando con los acuerdos militares anticomunistas bilaterales y multilaterales de principios de los 50, la política colombiana quedó congelada en un patrón de subordinación y colaboración con Washington, mientras EE.UU. expandía su poder imperial desde América Central y el Caribe hacia el resto de América Latina.
Las similitudes entre los sistemas políticos bipartidistas de Colombia y de EE.UU. y la exclusión de cualquier oposición efectiva en ambos países, facilitó la continuidad y colaboración. Como resultado, la oligarquía colombiana no enfrentó los desafíos que surgieron de tanto en tanto en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

La Revolución Cubana y la alianza entre EE.UU. y Colombia

La Revolución Cubana, especialmente la transición hacia el socialismo y la multiplicación de movimientos guerrilleros en América Latina, marcaron un punto de inflexión en las relaciones entre EE.UU. y Colombia. Colombia se transformó en un país central para la estrategia contrarrevolucionaria de Washington. Fue como un "laboratorio" de EE.UU. en la lucha contra el auge revolucionario de los 60.
Colombia fue una suerte de trampolín desde el que Washington lanzó una contra- ofensiva apuntalada en regímenes militares para establecer un imperio de países dependientes-clientes, abiertos a los intereses económicos de EE.UU. y obedientes a los dictados de la política exterior de Washington.

Imperialismo estadounidense y nacionalismo latinoamericano: Imposiciones y adaptaciones

El imperio estadounidense no surgió completamente formado a fines de la II Guerra Mundial. Tuvo que confrontar y vencer muchos obstáculos y desafíos internos y externos. Internamente, a fines de la II Guerra Mundial, después de cinco años de guerra, la mayoría de los ciudadanos de EE.UU. exigían una desmovilización militar (1945-1947) lo que debilitaba la capacidad de intervención contra los nuevos gobiernos progresistas en Guatemala, Chile, Argentina y otros países. Sin embargo, con la Guerra Fría y la "guerra caliente" en Corea, EE.UU. se rearmó y se lanzó en pos de la hegemonía mundial. Gobiernos progresistas y social democráticos y sus líderes fueron expulsados del poder y encarcelados en Venezuela, Guatemala y Chile. A lo largo de la década del 50, Washington apoyó la primera (pero no la única) "Era de Dictadores y Libre Mercado". En ella se incluyen Odría en Perú, Pérez Jiménez en Venezuela, Ospina y Gómez en Colombia, Trujillo en República Dominicana, Duvalier en Haití, Somoza en Nicaragua, Armas en Guatemala, Batista en Cuba.
Entre 1948 y 1960 el imperio estadounidense dependió completamente de la fuerza bruta de los dictadores y de la complicidad de las oligarquías agro-minera locales para establecer su dominación.
El Imperio, basado en dictaduras de derecha, no duró más de una década. Comenzando con la victoria del Movimiento 26 de Julio en Cuba, una década (1960-1970) de insurrecciones revolucionarias a lo largo del continente desafiaron el poder imperial y a los colaboradores clientes del Imperio.
El imperialismo estadounidense, ante la extinción de sus clientes dictatoriales, se vio forzado a adaptarse a la nueva configuración de fuerzas compuestas por partidos electorales reformistas de clase media , a una nueva generación de radicales y a un movimiento revolucionario de intelectuales, campesinos y obreros inspirados por el ejemplo de Cuba.
En 1962 Washington lanzó una nueva estrategia llamada "La Alianza para el Progreso" (AP) para dividir a los reformistas de los revolucionarios: la AP les prometía a los regímenes reformistas de clase media tanto ayuda económica como asesores militares, armas y fuerzas especiales para destruir a los insurgentes revolucionarios. Es decir, la violencia imperial se hizo más selectiva : estaba dirigida contra los movimientos revolucionarios independientes e involucraba una mayor participación militar directa en los programas de contra-insurgencia de los regímenes elegidos por voto.

Colombia, la excepción: Represión con reforma

En contraste con el resto de América Latina, donde reformas agrarias, democráticas y nacionalistas se desarrollaron a la par de los programas de contra-insurgencia (Chile, Ecuador, Perú, Brasil y Venezuela) en Colombia la oligarquía siguió en el poder, bloqueando el surgimiento de una alternativa reformista-democrática y dependiendo completamente de una estrategia de militarización total y de polarización política entre revolución y reacción .
En Colombia, el Imperio estadounidense no tuvo que elegir entre un régimen reformista de clase media y un movimiento revolucionario porque el sistema oligárquico bipartidista dominaba la arena electoral. EE.UU. no necesitó combinar el "palo con la zanahoria" sino que concentró todos sus esfuerzos en fortalecer el poder militar de la oligarquía dominante.
La clase gobernante de Colombia descartó cualquier tipo de "reforma agraria" a diferencia de Chile, Perú y Ecuador por la razón obvia de que ellos eran la élite terrateniente. La oligarquía colombiana no tuvo ninguna presión del nacionalismo militar para nacionalizar las industrias estratégicas, como en Bolivia (estaño y gas) y Perú (petróleo y cobre) porque los militares estaban bajo el mando de EE.UU. y estrechamente vinculados a la emergente narco-burguesía.
Hacia fines de los 60, Colombia se convirtió en la pieza clave (el "modelo") de la política de EE.UU. para América Latina. La región pasó del reformismo al nacionalismo radical y al socialismo democrático a principios de los 70, especialmente los países andinos y el Caribe.
Colombia era la anomalía en la región andina gobernada por nacionalistas como Guillermo Rodríguez en Ecuador, Juan Velasco Alvarado en Perú, J J Torres en Bolivia y socialistas democráticos como Salvador Allende en Chile. La clase gobernante colombiana funcionaba como el "contrapunto" de EE.UU. en el lanzamiento de su segunda y más brutal ofensiva contrarrevolucionaria que comenzó con el golpe de estado de 1964 en Brasil.
A continuación EE.UU. invadió y ocupó la República Dominicana en 1965/66 y apoyó el derrocamiento de Allende, Rodríguez, Torres, Velasco Alvarado en los países andinos. Luego, EE.UU. apoyaría golpes militares en Argentina (1976) y Uruguay (1972).
El Pentágono organizó escuadrones de la muerte mercenarios en El Salvador y Guatemala matando cerca de trescientos mil campesinos, obreros indígenas, maestros y otros ciudadanos. EE.UU. organizó desde Honduras un ejército mercenario (los "Contras") para destruir la revolución Sandinista.
La clase gobernante de Colombia, con el apoyo de expertos en contra-insurgencia de EE.UU. e Israel, trató de seguir el liderazgo contrarrevolucionario de EE.UU. involucrándose en una "política de tierra quemada" para derrotar a la insurrección popular. Pero los narco-presidentes Turbay, Betancur, Barco, Gaviria y Samper solo obtuvieron éxitos parciales -destruyeron la Unión Patriótica, una organización legal y popular, pero incrementaron el tamaño, alcance y cantidad de miembros de la insurgencia armada.
La segunda ola de "Dictadores y Libre Mercado" (1970-1980) -incluyendo Pinochet (Chile), Videla (Argentina) y Álvarez (Uruguay)- llegaron a tener presión popular y a enfrentar crisis irresolubles causadas por la deuda externa a principios de la década del 80. Una vez más el imperialismo estadounidense enfrentaba un desafío y una disyuntiva: o continuar con los dictadores y la crisis financiera aguda o instrumentar una "transición democrática" que permita preservar el estado y una economía neoliberal.

La era dorada del imperialismo... Neoliberalismo y elecciones, 1990-2000 (excepto Colombia)

La década del 90 fue testigo del mayor saqueo de las economías latinoamericanas desde la época de Pizarro y Cortés. Los presidentes Menem en Argentina, Salinas y Zedillo en México, Cardoso en Brasil, Sánchez de Lozada en Bolivia y Fujimori en Perú privatizaron y desnacionalizaron -en general vía decretos presidenciales- más de cinco mil empresas, minas, recursos energéticos, bancos y redes de telecomunicación pertenecientes al estado valuados en más de mil billones de dólares. En la década de 1990, más de 900 mil millones de dólares salieron de América Latina en forma de ganancias, royalties y pagos de intereses a corporaciones multinacionales, bancos y especuladores. En Colombia, el narcotráfico se convirtió en la principal fuente de ganancias mientras la oligarquía tradicional se unía a la "narco-burguesía" en el lavado de miles de millones de dólares vía cuentas " correspondence " en los principales bancos de EE.UU. en Miami, Wall Street y Los Ángeles.
La transición de dictaduras militares a sistemas neoliberales autoritarios elegidos por voto, en Colombia fue la transición de un estado oligárquico a un narco-estado . Los escuadrones de la muerte paramilitares y los militares saquearon a millones de campesinos y enfrentaron a la insurgencia armada. No hubo ninguna "transición democrática", ¡la oposición democrática fue asesinada! Entre 1984 y 1990 fueron asesinados más de cinco mil miembros de la Unión Patriótica.
Los imperialistas de EE.UU. consideraban al neoliberalismo latinoamericano de los 90 como el "modelo" de expansión a escala mundial. La fórmula consistía en combinar el saqueo con la privatización en América Latina y la apropiación militar en Colombia.

La crisis del modelo militarista-neoliberal del Imperio, 2000-2012

Las bases de la supremacía imperial de EE.UU. en América Latina fueron construidas en su totalidad sobre cimientos frágiles : pillaje, saqueo y corrupción condujeron a una profunda polarización de clases y una crisis económica que culminó con las insurrecciones populares que derrocaron a los regímenes apoyados por EE.UU. en Argentina, Bolivia y Ecuador. En Brasil, Uruguay y Venezuela los presidentes neoliberales en el gobierno fueron derrotados por partidos de centro-izquierda y partidos nacional-populistas.
En Colombia, el rechazo masivo al gobierno neoliberal y narco-burgués se expresó mediante la abstención electoral masiva (por encima del 75%): el crecimiento exponencial de la influencia y la presencia de la insurrección armada en más de un tercio de las municipalidades y la retirada táctica del Presidente Pastrana, quien aceptó una zona desmilitarizada para la paz directa en negociaciones con las FARC-EP.
Colapsaron las bases del dominio imperial de EE.UU. construidas sobre el colaboracionismo de los regímenes neoliberales-clientes. Entre 2000 y 2005 los movimientos populares sociales derrotaron al golpe contrarrevolucionario y al paro patronal (lock-out) en Venezuela (2002-2003). Un Presidente Chávez victorioso aceleró y radicalizó el proceso de cambio socio-económico y profundizó la política exterior antiimperialista de Venezuela. Argentina, Brasil y Uruguay rechazaron los acuerdos de libre comercio de EE.UU.
Una vez más Colombia iba en contra de la ola progresista de la región. La narco-burguesía y la oligarquía optaron por la militarización total para bloquear el surgimiento de los movimientos populares democráticos presentes en el resto de América Latina. La respuesta de Colombia-EE.UU. a la revolución democrática en la región fue el "Plan Colombia" financiado por los gobiernos de EE.UU., Colombia y la Unión Europea.

Plan Colombia: La respuesta imperialista al movimiento democrático de América Latina

El Plan Colombia fue la respuesta de EE.UU. a la propagación de la revolución popular democrática a través de América Latina. Representa el mayor programa de ayuda militar de EE.UU. en toda la región y fue diseñado para cumplir con varios objetivos estratégicos:
Cercar a Colombia del "contagio" de la revolución anti-neoliberal, que debilitaba el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas propuesto por EE.UU.
Desarrollar la capacidad de Colombia para amenazar y presionar al gobierno antiimperialista de Venezuela y proporcionar a EE.UU. múltiples bases militares desde donde lanzar una intervención directa contra Venezuela si ocurriera un golpe "interno".
Importantes funciones políticas y económicas de carácter interno. Fue diseñado para militarizar la sociedad y vaciar el campo: 300.000 soldados junto a 30.000 fuerzas paramilitares de los escuadrones de la muerte forzaron a millones de personas a abandonar los territorios controlados por la guerrilla. Los guerrilleros perdieron recursos de inteligencia y apoyo logístico pero ganaron nuevos reclutas. Como resultado de la política de "tierra quemada" de Uribe/Santos y la violencia masiva, nuevos sectores económicos, especialmente mineros, petroleros y del agro, recibieron inversiones extranjeras, sentando las bases en 2012 para el acuerdo de libre comercio firmado por Obama y Santos.
Hay una conexión directa entre el Plan Colombia (2001), la militarización del estado, la represión indiscriminada y la desposesión (2002-2011), la profundización de la liberalización neoliberal y el acuerdo de libre comercio (2012).
Colombia tiene un rol geo-político estratégico en la militarización del imperio estadounidense.
En el Medio Oriente, Sur de Asia y Norte de África, EE.UU. ha usado el pretexto de la "guerra contra el terrorismo" para invadir y establecer un imperio de bases militares en alianza con Israel y la OTAN. En América Latina, EE.UU. en alianza con Colombia y México con el pretexto de la "guerra contra las drogas" ha construido un imperio de bases militares en América Central, el Caribe y de manera creciente en el resto de América Latina. Actualmente, EE.UU. tiene bases militares en Colombia (8), Aruba, Costa Rica, Guantánamo (Cuba), Curaçao, El Salvador, Honduras (3), Haití, Panamá (12), Paraguay, Perú, República Dominicana y Puerto Rico (varias).

EE.UU.: Un imperio militarizado

Debido a la declinación relativa del poder económico de EE.UU. y al incremento del militarismo, hoy el imperio estadounidense es, en gran parte, un imperio militar en guerra perpetua. Los estrechos vínculos de Washington con Colombia reflejan la similitud de características estructurales del estado fuertemente inclinado hacia las instituciones militares y de la economía sesgada hacia políticas neoliberales y de libre mercado.
Una vez más, Colombia representa una anomalía en América Latina. Casi diez años después de que América Latina rechazara el neoliberalismo y ocho años después de que los gobiernos de centro-izquierda rechazaran un acuerdo de libre comercio con EE.UU., Colombia bajo el mando de Uribe-Santos acepta el neoliberalismo y un acuerdo de libre comercio con Washington.
Para hacer frente a dos iniciativas económicas principales de Venezuela, el Plan Caribe y ALBA, que desafían la hegemonía estadounidense en el Caribe y la región andina, Washington estrecha sus vínculos con Colombia mediante el acuerdo de libre comercio.

Conclusión

El imperio estadounidense depende de regímenes colaboracionistas en todo el mundo para defender su dominio militar. En América Latina, Colombia es su aliado primordial y más activo, especialmente en la región del Caribe y América Central.
Al igual que EE.UU., el estado colombiano militarizado no encaja con la situación de América Latina. EE.UU. carece de nuevas iniciativas económicas para ofrecerle a América Latina, ha perdido una influencia significativa mientras se produjo una disminución en el comercio, la inversión y la participación en el mercado. Debido a que Colombia, como estado neoliberal militarizado complementa el proyecto global de EE.UU., se ha convertido en un receptáculo especial de ayuda militar masiva de EE.UU. -precisamente para evitar que se una al nuevo bloque de estados independientes progresistas y que esto genere un mayor aislamiento de Washington.
La creciente dependencia colombiana de la economía de EE.UU. a través del acuerdo de libre comercio significa el sacrificio de un amplio sector de productores agrícolas y manufactureros pero incrementa las oportunidades para la oligarquía y los inversores extranjeros en minería, petróleo y finanzas. El acuerdo de libre comercio aumentará las oportunidades de la burguesía narco-financiera que lava más de 20 mil millones de dólares anuales en ganancias de las drogas a través de los principales bancos de EE.UU. y la Unión Europea.
Colombia es el "estado modelo" del imperio estadounidense en América Latina. Es un país gobernado por una triple alianza de la narco-oligarquía, la burguesía neoliberal y los militares. El régimen de Santos depende cada vez más del influjo a gran escala del capital extranjero, orientado hacia la producción destinada a los mercados externos. Los gastos militares, el terror indiscriminado del régimen de Uribe, el aislamiento político de los poderes económicos regionales (Venezuela, Brasil, Argentina) y las limitaciones de una economía estadounidense estancada son serios obstáculos para el modelo neoliberal. El Presidente Santos trata de reconciliar estas "contradicciones internas". Santos ha reemplazado el terror indiscriminado con los asesinatos selectivos de activistas clave de los sindicatos y de los movimientos sociales y de derechos humanos. Se ha enfocado en cooptar a los políticos electoralistas y en enfocar las actividades de los paramilitares hacia la eliminación de los opositores populares en las nuevas áreas mineras y de inversión. Ha combinado la firma de acuerdos económicos importantes con Venezuela con la profundización de los vínculos militares con EE.UU.
Los acuerdos de Santos con la Casa Blanca y la estrategia de diversificar la dependencia y el libre mercado se apoyan en cimientos domésticos y globales muy frágiles. La represión del disenso, los impuestos regresivos, la depresión de los estándares de vida, los millones de desposeídos rurales han conducido a un vasto crecimiento de las desigualdades , a la demanda masiva reprimida y a una creciente presión popular. Los compromisos militares con EE.UU. imponen un pesado costo económico sin compensación económica. El costo del militarismo fomentado por EE.UU. perjudica los esfuerzos comerciales colombianos para expandirse en los mercados regionales. La economía de EE.UU. está estancada, EE.UU. está en recesión y los pronósticos para 2012 no son alentadores, especialmente para una economía abierta como la colombiana.
Con el inicio del siglo XXI los países de América Latina enfrentaron una situación similar: crisis de los regímenes neoliberales, decadencia de la economía de EE.UU. y una clase gobernante incapaz de crecer externamente y sin voluntad de desarrollar el mercado interno. Esto dio como resultado revoluciones democráticas que condujeron a la ruptura parcial con la hegemonía estadounidense y el neoliberalismo. Una década después, Colombia enfrenta una situación similar. La cuestión es si Colombia seguirá al resto de América Latina terminando con el militarismo imperial y emprendiendo un camino nuevo de desarrollo. Ha llegado el momento de que Colombia deje de ser una "anomalía política", deje de ser un cliente del imperialismo militar. Los movimientos populares colombianos, como lo demuestra Marcha Patriótica, están preparados para hacer su propia revolución popular democrática y antiimperialista y emprender su propio camino hacia el Socialismo del siglo XXI.

James Petras