viernes, 30 de octubre de 2020

Bolivia: después del aplastamiento electoral de los golpistas


Organizar en forma autónoma las organizaciones de masas para luchar por sus reclamos. 

 Finalmente los resultados que -después de una larga semana de escrutinio- presentó el Tribunal Electoral fueron más contundentes aún: Luis Arce (MAS) se impuso con el 55,10% de los votos contra el 28,83% de Carlos Mesa (CC), su inmediato seguidor. Las listas golpistas fueron aplastadas electoralmente.
 Algunos sectores recalcitrantes de la derecha, salieron días después con acusaciones incoherentes de fraude institucional a plantear una alternativa fascistoide. Luis Fernando Camacho (candidato presidencial de Creemos que salió tercero con 15% de los votos) hizo una concentración llamando a reiniciar movilizaciones. Su compañero de fórmula, Marco Pumari, trato de imitarló convocando una concentración en la Plaza 10 de noviembre de Potosí. Pero… tuvo que retirarse aceleradamente por las monedas, tomatazos y huevazos de centenares de potosinos. Se tuvo que refugiar en una empresa y ser protegido por la policía golpista del ministro Arturo Murillo. 

 Unidad nacional con pacto social

 En general, todas las fracciones del capital nacional e imperialista han reconocido el triunfo electoral del MAS y profundizan un operativo para ‘rodear’ a Arce y buscar consensos en favor de un ‘gobierno democrático’. En sus primeras declaraciones, el triunfante Arce afirmó su propósito de llevar adelante un gobierno de unidad nacional. El presidente de la Cámara de Industria planteó la necesidad de montar un “pacto social” con el gobierno y los sindicatos.
 La Confederación de Empresarios Privados también pidió políticas de ‘consenso’. La Cámara de Comercio solicitó una política de endeudamiento internacional para paliar el déficit fiscal y subvencionar una reactivación económica. Y en caso de no obtener esos créditos: devaluar. La Cámara de Exportadores denunció –con el mismo propósito- un fuerte retroceso en las exportaciones (de 6500 millones de dólares en el 2019 a 4600 millones este año) lo que produjo por primera vez un déficit comercial de 250 millones de dólares. La Confederación de empresarios de las Pymes (Connaype) reclamó subsidios para crear empleos (Primero e inmediato frenar los despidos y reincorporar de inmediato a centenares de trabajadores cesanteados por el avance de la crisis económica y preventivamente). 
 Todas las cámaras patronales piden un plan de ajuste contra el pueblo y quieren consensuarlo con el gobierno. Quieren que pacto social mediante u otra política similar, Arce lo lleve adelante, para superar la crisis que profundizó el golpe y la vuelta a ‘la democracia’. Los golpistas son ahora demócratas. Arce les inspira bastante confianza, porque es conocido como el ‘tecnócrata’ que llevó adelante, como ministro de Economía de Evo Morales, todos los acuerdos de convivencia con los monopolios en la industria hidrocarburífera y minera, en promover los grandes negocios de la agroexportación, etc. Por eso fue que lo eligió Evo Morales, como una señal extra para el capital financiero de que un gobierno del MAS no venía a patear el tablero y desarrollar una política antiimperialista. Se habla de que Arce puede seguir el camino de Lenín Moreno de Ecuador que rompió apenas asumió su cargo presidencial con su mentor, el populista Rafael Correa y lanzó una política abierta de ajuste. Todo puede ser, pero… fue Evo Morales el que lo eligió como candidato a presidente en contra de la opinión mayoritaria de amplios sectores del MAS. Y lo eligió para esto. 

 La derecha defiende al alto mando militar 

 El Senado, en su última sesión antes de que asuman los nuevos senadores electos, modificó el Estatuto de funcionamiento para permitir que ciertas medidas pudieran tener efectividad por simple mayoría de votos y no por los dos tercios que rigen ahora. Esto atañe, en lo inmediato, a que solo el parlamento puede nombrar los ascensos militares. Y la derecha quiere mantener los que hizo la golpista Jeanine Añez –al margen del Parlamento- llenando la ‘institución’ con sus adictos. La derecha se adjudica así el derecho a veto parlamentario, porque bloquearía que se alcanzaran los dos tercios. “Se vulnera la democracia”, dicen los derechistas, desconociendo el voto mayoritario, preservando su veto y preservando el cuerpo de oficiales acusado de fuertes represiones fascistoides contra el pueblo.

 La caldera de la crisis 

 Habiendo sido aplastado el golpismo electoralmente (después de haber sido fuertemente golpeado en las calles con la huelga general) el esfuerzo en que se está empeñando la burguesía y la cúpula dirigente del MAS es en cómo contener un incremento de las demandas de las masas y las movilizaciones que generaría 
 La crisis económica-social en Bolivia se acelera. El pronóstico inicial del Banco Central boliviano indicaba un retroceso del 6,2%. Pero nuevos informes del Instituto Nacional de Estadísticas hablan de un 11,11%. El desempleo alcanza el 13% en términos oficiales. La pobreza toca el 40%.
 La crisis sanitaria exige urgente intervención: Bolivia tiene 150 mil casos de contagio y 9000 muertos y no cuenta con estructura sanitaria para enfrentarlo.
 Lo lógico para comenzar a superar esta crisis es, por ejemplo, dejar de pagar la usuraria deuda pública. Vencen próximamente 800 millones de dólares. Pero Arce ya ha declarado que va a negociar con el FMI y los bonistas la postergación de los pagos por dos años. Se copia de Alberto Fernández en la Argentina en su propósito de darle “sustentabilidad” al pago de la deuda. Las negociaciones significarán –como lo estamos viendo también en Argentina- un fuerte ajuste contra las masas trabajadoras. 
 Es fundamental que las organizaciones obreras, campesinas y de las masas explotadas breguen por su autonomía del gobierno del MAS. Sin eso no se podrá organizar el reclamo y la lucha por las urgentes reivindicaciones obreras y populares. Es necesario reclamar y organizar la convocatoria a congresos de bases de la COB y de todas las organizaciones de masas para declarar esta independencia política del gobierno y votar una agenda nacional de reclamos: no al pago de la deuda, impuestos progresivos a las fortunas capitalistas, eliminación de los impuestos al consumo; bono universal mensual, mientras dure la pandemia y la recesión, para todo trabajador sin fuente de ingreso; nacionalización de la industria de los hidrocarburos, mineras y del litio. Control obrero general para terminar con la corrupción capitalista. Libertad a todos los detenidos en la lucha contra el gobierno golpista y desprocesamiento de centenares de acusados. Cárcel, juicio y castigo a los represores del pueblo. Nacionalización de todo el sistema sanitario y puesta en funcionamiento con un presupuesto doblado bajo gestión de los trabajadores. 
 Las masas bolivianas con su golpe electoral a los golpistas le han impreso una fuerte tendencia de lucha a los pueblos de Latinoamérica, que se suma al alza de lucha en Chile. Seguramente darán nuevos pasos para imponer sus reclamos. Más que nunca tenemos que unir las luchas continentales. Llamar a una segunda Conferencia Latinoamericana de la Izquierda ayudará a crear un polo obrero y socialista en esa dirección.

 Rafael Santos

miércoles, 28 de octubre de 2020

Indígenas y trabajadores, movilizados en Colombia


Indígenas y trabajadores, movilizados en Colombia Plaza Bolívar, en Bogotá. 

 Contra el asesinato de referentes sociales y la política antiobrera del gobierno. 

 El 21 de octubre se llevó a cabo en Colombia una nueva jornada nacional de caravanas y movilizaciones contra el asesinato de referentes sociales, los decretos antiobreros del gobierno de Iván Duque y por medidas de emergencia frente al Covid-19 (entre ellas, un subsidio equivalente al salario mínimo para los afectados por la crisis). Fue convocada por el Comité Nacional de Paro, que nuclea a las centrales obreras (CUT, CGT, CTC), organizaciones sociales y estudiantiles. 
 En coincidencia con esta jornada, los docentes de la Fecode (Federación Colombiana de Educadores) realizaron un paro de 48 horas contra la llamada alternancia (bimodalidad), que implica el retorno a clases sin condiciones de seguridad e higiene. 
 La jornada de lucha confluyó en Bogotá con la minga indígena, una masiva protesta de pueblos originarios que implicó el desplazamiento de miles de personas desde el sureño departamento del Cauca. Estos pueblos sufren la violencia paramilitar y el despojo de sus tierras por parte de los grandes grupos económicos. En el departamento norteño de La Guajira, por ejemplo, los indígenas denuncian que la militarización y la entrega de títulos mineros por parte del Estado ha recortado fuertemente su territorio. A su vez, reclaman la aplicación de los acuerdos de paz con las Farc, que incluyen la formación de un banco de tierras. 
 Otro punto importante de la jornada fue el apoyo a la huelga de más de 50 días de los mineros del carbón, en La Guajira. Enfrentan el intento patronal de imponer el llamado “turno de la muerte”, que modifica la jornada laboral (7 días consecutivos de labor por 3 de descanso) y liquida un turno entero, lo que trae aparejado mayores posibilidades de accidentes y el despido de 2500 obreros.

 Un gobierno antiobrero 

 Colombia superó el millón de casos de Covid-19 y hay más de 30 mil muertos, pese a lo cual el gobierno profundiza la apertura de las actividades económicas. La enfermedad ha agravado la crisis, con una contracción de la economía del 16% en el segundo trimestre y un desempleo que asciende al 20%. 
 El gobierno de Duque desenvuelve una agenda rabiosamente patronal para transferir el peso de la crisis sobre las masas: impuso un decreto flexibilizador que posibilita la contratación por horas; otro que habilita la privatización de empresas públicas (está en marcha la venta del área de distribución de combustibles de Ecopetrol); y hay denuncias de que prepara una reforma tributaria que allanaría un aumento del IVA, o su imposición a los productos actualmente exentos. 
 Bajo la administración del actual presidente, se han incrementado los crímenes contra los luchadores sociales (más de 80 casos en el primer semestre) y se autorizó la presencia de 700 soldados norteamericanos adicionales en el territorio. Además, se retomará la fumigación de cultivos de coca con glifosato, lo que es una declaración de guerra contra los campesinos. 
 La orientación antiobrera del gobierno queda resumida en que casi el 35% de los recursos del presupuesto 2021 están destinados al pago de deuda y el reforzamiento del aparato de seguridad (Contagio Radio, 23/10). Dos caras de una misma moneda: hambre para pagar la deuda y represión para posibilitar esa política.
 La represión ha tenido una de sus páginas más infames este año en los 13 muertos que hubo durante la sublevación que siguió al asesinato del taxista Javier Ordoñez a manos de la policía, en septiembre pasado. 
 El Comité Nacional de Paro, pese a lo que indica su nombre, resiste la convocatoria a un paro nacional efectivo que pueda llevar a la victoria las diferentes luchas y quebrar el ajuste del gobierno. Su orientación se restringe a un reclamo de diálogo y de ser recibidos por el presidente, cosa que éste ignora completamente por el momento. 
 A casi un año del histórico paro y las gigantescas movilizaciones de noviembre, es necesario retomar ese camino de rebelión para derrotar al gobierno reaccionario.

 Gustavo Montenegro

martes, 27 de octubre de 2020

La derrota aplastante de Piñera y la derecha en Chile

En la naturaleza, como en la historia, hay un punto en que la cantidad se transforma en calidad. Es el caso de la victoria del Apruebo y del establecimiento de una Convención Constitucional electa por el voto popular. El ‘score’ de casi 80 por ciento a 20, contra el Rechazo y contra una Asamblea digitada por el Congreso representa una rebelión popular. Nada lo indica mejor que la circunstancia de que solamente en tres comunas ganó el Rechazo: el equivalente, en Buenos Aires, a Recoleta, Palermo Chico y Barrio Parque – y solamente por una diferencia de diez puntos. La polarización social no podría ser mayor, ni la orfandad del pinochetismo de las clases altas. Luego de la rebelión popular de octubre del año pasado, que reunió a un millón y medio de personas en Santiago, es claro que los trabajadores y pobladores de Chile han sabido defender su capacidad de iniciativa política. 
 La Convención Constitucional que será elegida en abril próximo, debuta sin embargo en un impasse, inmediatamente después de su fecundación. El medio año que debe transcurrir para su elección y el otro para la entrada en funciones, está dominado por una crisis monumental y por una crisis humanitaria. La gestión política sigue en manos de un gobierno que defiende la Constitución del pinochetismo y que fue repudiado por un voto popular abrumador. Antes de asumir su tarea, la Convención nonata ha dejado al desnudo una vacancia de poder. La situación guarda algún parecido con la Francia de 1789, cuando la monarquía convoca a los estados generales, una institución estamentaria, que es reemplazada casi de inmediato por una autoconvocatoria del tercer estado, que declara la Asamblea Nacional. Entre esto y la toma de la Bastilla transcurren 50 días (23 de mayo al 14 de julio). Piñera debe llevar adelante la política económica y social derrotada ayer en un escenario indomable. El reclamo para adelantar un segundo retiro del 10 por ciento de las cuentas individuales de los Fondos de Pensión, podría ser perfectamente el detonante de una crisis pre-constituyente, porque las AFP monopolizan, en Chile, la financiación de la economía. Llamativamente, el gobierno las ha autorizado a invertir un porcentaje del dinero en activos en el exterior, no se sabe si para ampliar el campo de negocios de ellas o para que los pongan a resguardo en el extranjero. Nunca hubo mayor fuga de capitales en China que cuando la burocracia gobernante temió que las manifestaciones en la Plaza Tian An Men desataran un levantamiento popular. 
 Otro aspecto de este impasse es que la Convención ha sido sujeta a la obligación de que los artículos constitucionales deban reunir los dos tercios de los votos, lo cual podría dar a la derecha, eventualmente, un poder de veto anticipado. La fiesta de la democracia no está privada de sinsabores. La soberanía popular ha sido violentada por un acuerdo de convocatoria entre el oficialismo y la mayoría de la oposición. Uno y otro conservan el monopolio de la representación política, dado que no ha sido modificada la legislación electoral. Como toda convulsión histórica es rica en la irrupción de nuevas fuerzas y agrupamientos, es claro que se les ha impuesto un chaleco de fuerza. Los partidos pactistas, especialmente el centroizquierda y la izquierda oficial, se han asegurado un monopolio de representación en una Convención que les fue impuesta en las calles y en las urnas por un pueblo rebelado. Es una contradicción explosiva. 
 Nada es igual a antes, sin embargo, como tampoco hay chalecos, incluso de fuerza, que no pierdan sus costuras. Esencialmente, las reiteradas movilizaciones de la última década por el fin de la educación privada o por el fin del sistema previsional confiscatorio, han producido un salto político. Este salto ha partido a la derecha en dos o incluso en tres, más allá de los intereses económicos de cada capilla. Un sector, encabezado por el intendente Lavin, considerado presidenciable, busca un entendimiento con la otra orilla, que el resto de la derecha rechazó en el día de ayer, conjuntamente con un ala fascista que ha empezado a organizarse y a actuar. En el centro izquierda reina también la división. El destino de estos enjuagues, que se autojustifican con la remanida consigna de gobernar para todos y todas, está condicionado por un proceso que ha escapado a su control. 
 Al final, el relato del ascenso de la derecha en el mundo se ha disuelto como nieve en verano, como Macri lo ha sufrido a sus costas. El relevo operado por los Arce en Bolivia y los Fernández en Argentina, o por los Biden en EEUU, se encuentra, sin embargo, visiblemente comprometido. Las crisis del capital, por un lado, y las rebeliones populares, por el otro, son más poderosas que las maniobras de comité y las conspiraciones de Comodoro Py. En un plano determinante, opera la pandemia, que desnuda el carácter destructivo del sistema capitalista sobre el ser humano y la naturaleza. Sobre esta base retrógrada el fascismo puede volver a mostrar su rostro siniestro, en la lucha entre el socialismo y la barbarie. 

 Jorge Altamira 
 27/10/2020

lunes, 26 de octubre de 2020

De la evasión de molinetes al proceso constituyente chileno


Un recorrido por los principales hitos de la rebelión. 

 Este domingo, casi el 80% de los votantes del plebiscito de reforma constitucional se inclinaron en Chile por el “Apruebo”, y en la misma proporción, por una convención en que la totalidad de sus miembros surjan de una elección específica (dicho comicio se llevará a cabo en abril de 2021). La participación estuvo diez puntos por encima de la última elección presidencial y las masas celebraron el resultado en las calles. 
 Las masas ven este proceso como una conquista de la rebelión iniciada en octubre pasado. Dicha rebelión tuvo como detonante un aumento en el boleto del subte, usado por tres millones de santiaguinos, mayormente trabajadores y estudiantes. A comienzos de ese mes, el movimiento estudiantil inició un proceso de evasión de molinetes. El gobierno desplegó efectivos de Carabineros en las estaciones, con lo que solo logró atizar la bronca popular. El viernes 18 de octubre se convirtió en la fecha icónica de la rebelión: ese día se producen barricadas, cacerolazos e incendios de estaciones del subte y de bancos, que sufren la represión estatal. El presidente Sebastián Piñera decreta el estado de emergencia y saca el ejército a las calles. La respuesta al “boletazo” solo era la punta del iceberg de un cuestionamiento a todo el régimen político heredero del pinochetismo, con sus injusticias y su privatización de la salud, la educación y las jubilaciones. Esto lo sintetizó la consigna “no son 30 pesos [monto del aumento del cospel], son 30 años”.
 Aunque el gobierno anuló el aumento, la rebelión ya estaba en desarrollo. El lunes 21, 100 mil personas se movilizan en Santiago y otras decenas de miles en el resto del país. Paran los portuarios y los mineros de La Escondida. Piñera declara que el país está en guerra y redobla la represión, que para el 21 ya había dejado 17 muertos -algunos de ellos durante saqueos y otros fusilados por las fuerzas de seguridad-, cientos de heridos y miles de detenidos, además de denuncias de violencia sexual contra detenidas. El nerviosismo de la clase dominante queda retratado en un audio de Cecilia Morel, esposa del primer mandatario, quien compara al levantamiento con una invasión alienígena. 
 El miércoles 23, se inicia un paro general de 48 horas convocado por la Unidad Social, que reúne a la CUT y organizaciones populares. Cientos de miles reclaman en las calles el fin del estado de emergencia y que se vaya Piñera. Ante la dificultad de quebrar el levantamiento por medio de la pura fuerza bruta, Piñera hace un llamado al “diálogo social”, que es rápidamente correspondido por la Democracia Cristiana, el Partido Por la Democracia y el Partido Radical. Y anuncia un pequeño aumento salarial y de las jubilaciones. Otra vez, un audio de la primera dama resume el estado de ánimo en los círculos del poder económico, al asegurar que era el momento de compartir parte de sus privilegios para no perderlo todo. El viernes 25, más de un millón de personas salen a las calles, en una de las movilizaciones más grandes de la historia en el país trasandino. Conforme crece la movilización, se agudiza el ensañamiento de Carabineros, que se ganará el repudio universal por su siniestra metodología de disparar a los ojos para cegar a los manifestantes. 
 El 12 de noviembre tiene lugar el tercer paro general, con bloqueos de los mineros, marchas obreras y movilizaciones. A contramano del reclamo para que se vaya Piñera, la Unidad Social (donde tallan fuerte el PC y el Frente Amplio) plantea como orientación la apertura de una mesa de diálogo. Apenas tres días después de este gigantesco paro, se anuncia un “acuerdo social” entre el gobierno y casi toda la oposición parlamentaria (incluyendo un sector del Frente Amplio), que estipula entre otros puntos la convocatoria al plebiscito constitucional que tuvo lugar este domingo. Es un intento por sacar a la población de las calles y resguardar la institucionalidad del régimen. La trampa del proceso constituyente es que impide la participación de las organizaciones surgidas al calor de la rebelión y reserva un poder de veto a la derecha, al establecer un quórum de dos tercios para imponer modificaciones a la carta magna de raíces pinochetistas.
 Gracias a este acuerdo político, Piñera logró mantenerse en el poder, no obstante lo cual continuaron las movilizaciones y se desarrollaron asambleas populares en los barrios. 
 Tras un paréntesis estival, las grandes movilizaciones se retomaron en marzo de este año, teniendo como pico las dos millones de personas movilizadas el 8M, en el día internacional de la mujer trabajadora. La jornada se transformó en un gigantesco pronunciamiento contra Piñera, los femicidios y por el aborto legal. 
 Este era el cuadro cuando arribó la pandemia. Piñera evitó todo lo que pudo la instauración de una cuarentena en regla, en función de los intereses de los grandes empresarios que querían seguir con el funcionamiento habitual. Recién en mayo, en medio de una situación sanitaria calamitosa, el gobierno decreta una tardía cuarentena en el gran Santiago. Para entonces, se habían desarrollado ya cacerolazos en demanda de medidas sanitarias y bloqueos en el ingreso a la isla de Chiloé, en reclamo del cierre de la isla. Como resultado de la política del gobierno, Chile es uno de los países de la región más afectados por el Covid-19. 
 La crisis económica se agudizó con la pandemia, empezando por un desplome del 13% en el segundo trimestre. El Estado inyectó recursos masivamente para rescatar a los bancos y las empresas y adoptó un préstamo de 23 mil millones de dólares con el FMI. En cambio, los trabajadores sufrieron suspensiones masivas y despidos. Las consecuencias sociales quedarían expuestas en jornadas como la del 18 de mayo, en la que sectores empobrecidos se movilizaron contra el hambre y la carestía y chocaron con las fuerzas policiales. 
 Aunque la pandemia le impuso un compás de espera a las grandes jornadas que caracterizaron el comienzo de la rebelión y los primeros días de marzo, hubo cacerolazos el 2 y 3 de julio, movilizaciones del movimiento de mujeres contra los femicidios, así como manifestaciones y un paro portuario para que se autorice el retiro del 10% de los fondos de las AFP ante la crisis -una medida extremadamente limitada, pero que fue enfrentada por Piñera y sus dueños en ocasión de su debate parlamentario.
 En el aniversario de la rebelión, el 18 de octubre, cientos de miles volvieron a ganar las calles en Santiago y en todo el país, retomando el hilo de aquella gesta histórica. Sigue planteada la lucha por echar a Piñera y por una verdadera asamblea constituyente, libre y soberana, que pueda reorganizar el país sobre otras bases sociales. 

 Gustavo Montenegro

Chile: triunfo aplastante del “Apruebo” en el plebiscito constitucional


Concentración en la plaza de la Dignidad al cierre de los comicios 

 78% para el "Apruebo" y la elección por el voto del 100% de los constituyentes 

 Con un 62% de las mesas escrutadas, el “Apruebo” a una reforma constitucional se estaría imponiendo con un 78% de los votos contra el 22% del “Rechazo”. También se estaría imponiendo, con porcentajes similares, la “Convención constituyente”, que establece la elección por el voto popular del 100% de los convencionales, contra la “Convención mixta”, que establece que la mitad de los convencionales serían los actuales parlamentarios. Se trata de tendencias irreversibles. Estos resultados fueron adelantados por la votación registrada en el extranjero, donde en países como Francia, España y Alemania el “Apruebo” superó el 90%. A su vez, el plebiscito pareciera marcar un alza significativa de la participación de las masas en el proceso electoral, en comparación a la participación en la última elección presidencial, que no superó el 50%. Por estas horas, nutridos grupos de manifestantes llegan a la rebautizada plaza de la Dignidad, para celebrar este triunfo aplastante. 
 Todos estos elementos, es decir, el alza de la participación de las masas en los comicios, el amplio margen del triunfo del “Apruebo” y de la opción “Convención constituyente”, y las masivas concentraciones que están teniendo lugar en los centros políticos de todo el país, son la constatación de que las masas chilenas conciben a este proceso constituyente como un producto de su propia rebelión, iniciada el 18 de octubre del año pasado. 
 Desde el estallido de la rebelión la exigencia de la caída de Piñera y el reclamo de una asamblea constituyente fueron las consignas de mando de las masas sublevadas. No hacía falta ningún plebiscito para constatar la voluntad de las masas de avanzar en transformaciones de fondo. Justamente, el triunfo aplastante del “Apruebo” pone en evidencia que el plebiscito no fue más que una maniobra dilatoria de Piñera y de la oposición política que firmó el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” para tratar de estirar en el tiempo una tendencia irrefrenable del pueblo chileno. Es lo que acaba de reivindicar Piñera en su discurso ante la prensa, a dos horas de concluido el plebiscito. Aquel “Acuerdo”, además, es el que garantiza que la convención emanada de este plebiscito será una constituyente amañada, es decir tutelada por el propio Piñera y donde la derecha contará con poder de veto, ya que se necesitarán dos tercios de los constituyentes para concretar una reforma de fondo. 
 Ahora se inicia una nueva etapa. Desde el inicio de la rebelión a esta parte, todas las reivindicaciones que motorizaron la rebelión popular se han recrudecido. Las masas no esperan de la constituyente un simple cambio dse letra, sino una salida de fondo a problemas sociales agudos, a saber: poner fin a los bajos salarios y a la desocupación, poner fin al sistema previsional privado (AFP), terminar con la educación y la salud privadas, recuperar los recursos estratégicos del país (agua, cobre, etc) que se encuentran privatizados. Por su carácter amañado, la constituyente será incapaz de dar respuesta y salida esos problemas.
 Los resultados de hoy se encuentran precedidos por un alza significativa de la movilización popular. El domingo pasado, cuando se cumplió el primer aniversario del inicio de la rebelión popular, se desarrolló la movilización más importante desde el comienzo de la crisis pandémica en Chile. De conjunto, se empieza constatar un cuadro de mayor agitación social. Apoyados en el triunfo en el plebiscito, de lo que se trata es de profundizar el camino de la movilización, en la perspectiva de la huelga general, hasta que caiga Piñera e imponer una Constituyente verdaderamente libre y soberana. 

Olga Aguirre, Pablo Giachello

domingo, 25 de octubre de 2020

El poder y el estado

Sin análisis, sin balance y con el comparativo de "nosotros gobernamos mejor que ellos" evitamos el debate de fondo. 
 ¿Y cuál sería el debate de fondo? 
 El PODER y el ESTADO. 
 Para ello deberíamos tener presente conque marco teórico abordaremos este asunto. Es ya un riesgo cierto lo episódico. Lo episódico sería Bolivia y a partir de Bolivia hoy, en un mecanicismo torpe se de por entendido que la alternancia es eso. Ayer nosotros, luego ellos y de nuevo nosotros, alternancia. Bueno esto sería un disparate más, como no hay vacunas lo que queda es advertir y debatir sobre todo esto. En el mejor de los casos los retornos no son la vuelta a aquel punto de partida que un día se dejo "...e pour si move...". 
A ese lugar no se retorna y Bolivia tampoco retorna a Morales - Linera antes del golpe, renuncia - huída. 
Por esto y por más importa el marco teórico, el método y ahí el materialismo histórico y la dialéctica materialista. La política actúa en relación dialéctica con la ideología, la primera se acomoda a la segunda. 
Política o político revolucionario es aquel que está formado e imbuido por la ideología del proletariado. La centralidad y por lo tanto objetivo estratégico es la abolición de la explotación del hombre por el hombre.
 Es decir que tal fenómeno expresa la lucha de clases, en un tipo de SOCIEDAD concreta e histórica. Está es una referencia conceptual. 
 Si la política se acomoda a la ideología, no es menos cierto que la táctica se acomoda a la estrategia. Toda táctica tiene su validez en el marco del contesto histórico y está subordinada a la estrategia, de tal fenómeno devienen las múltiples variantes tácticas. 
 El fundamento de ello es la lucha por el PODER y por lo mismo no es válido confundir que significa el ESTADO. Esté es una construcción de la clase dominante, opera y actúa como un instrumento de consenso y represión organizada contra las masas que luchan en pos de la superación de la explotación.
.El marxismo leninismo es la concepción del mundo y del hombre/mujer expresivo de los intereses del proletariado, la principal clase explotada. Las columnas fundamentales están en el MATERIALISMO HISTÓRICO Y LA DIALÉCTICA MATERIALISTA. 
 Hubo y hay aún hoy una intención deliberada de disociar marxismo - leninismo del materialismo histórico y dialéctico. Está es una acción orientada por el enemigo de clase que encuentra colaboración de manera oblicua por parte de las variantes reformistas. Estas se distinguen por un afirmado anti estalinismo, es su identificación más saliente. Realizada la precisión de rigor, retomamos. 
 Sus fundamentos están en la ciencia y la racionalidad. A más de un siglo de la desaparición de los históricos, mantiene su frescura y vigencia dada por la propia existencia del sistema capitalista, contra el que nace y se desarrolla hasta ser patrimonio de la humanidad. Eso es el marxismo - leninismo, desde luego que la referencia patrimonial está vinculada a la apropiación crítica que hace de ella la clase obrera, con vanguardia o sin ella.
 La ausencia de vanguardia férreamente forjada en la ideología del proletariado deja abierta la puerta al oportunismo y a concepciones vulgarizadoras del método. Defender su frescura subversiva y revolucionaria, implica revalorizar la actividad de hombre como hacedor de la historia, contra el mecanicismo que todo lo deja librado a las famosas condiciones objetivas.
 La importancia del marxismo leninismo se centra en el ensamble del método y del sistema, en la acción cognoscitiva (el método) y en la acción transformadora (praxis) interrelacionadas dialécticamente. Su concepción es abierta al continuo enriquecimiento teórico práctico, en pos de la compleja interacción existente en la realidad.
 Es una filosofía de las relaciones, negadora de las definiciones congeladas, del pensamiento separado de lo concreto. 
 Reivindica la lucha ideológica que combina la polémica teórica, la confrontación política y el quehacer organizativo. 
Rechaza el empirismo subvalorizante de la teoría y el academicismo desligado de la práctica. Estos aspectos de orden teórico marcan y ordena el análisis, todo ello permite arribar a conclusiones. 
 La primera y fundamental - en mi opinión -. No es el REFORMISMO la salida, eso está claro, ahora el CAMBIEMOS a la uruguaya es sin dudas un reordenamiento capitalista y su centralidad está en un severo ajuste que pagan las masas explotadas. Seguramente habrá tiempo para abordar el "por qué y él como se llegó acá". No alcanza con la consigna, no alcanza la pureza, hace falta más. Los fenómenos se miden en "avance - retroceso. 
 El reformismo tiene nicho, límites y funcionalidad, está se desarrolla conforme evoluciona la base material. La sobre acumulación de capitales producto del desarrollo e intensificación de las fuerzas productivas, particularmente las relaciones producción, generan incremento e inestabilidad social. Los nuevos fenómenos capitalistas operan en el desarrollo de fuerzas productivas, los avances en términos de tecnología precipitan retrocesos en las relaciones de producción y sustituyen trabajo "vivo" por trabajo "muerto". 
 Estos fenómeno ascendente producen reacción y ruptura de una forma de dominación. Se altera la paz social que reclama el capital y se recorre a través del formalismo democrático burgués otro tipo de relación y sometimiento. 
 Eso es el AUTORITARISMO, eso y no otra cosa es el CAMBIO. Analizar estos aspectos va más allá de lo político, esto en última instancia es la medida del fenómeno ocurrido y aún en tránsito. Revelar la naturalezas explotadora y alienante de este modo de producción, no puede, no debe quedar reducido a "hicimos un buen gobierno y los pobres se cansaron de vivir bien", este es solo un ejemplo. 
 El otro está aún en proceso, de todos modos ya hay adelantados, me refiero a lo ocurrido en Bolivia. Prácticamente elevado a categoría teórica, sin mayores datos que un resultado electoral muy válido seguramente. Ninguna conclusión en este sentido debería ir más allá de lo que ocurrió. 
Desde luego que es válido, es un dato que explica en términos concretos una respuesta de masas y también de clase, no más que eso. Vuelvo al principio, marco teórico, funcionalidad de clase y a qué interés de clase representa. Todo esto es materia de observación y análisis.
 Nada de ello puede ocultar que ocurrió con la década y media de PROGRESISMO, ese sería en mi opinión el aspecto saliente. 

 Osbaldo Zuñiga

Observar y hablar...

Dos años pasaron de un intercambio con un camarada, ese encuentro a mí me disparó escribir y acá dejo aquella reflexión.

 Hace unos días hablaba con un camarada, en él la palabra camarada es un concepto que encierra todo. Camarada es la síntesis justa del superior estadio de fraternidad y hermandad de clase, eso es.
 En la conversación intercambiábamos miradas sobre la actual coyuntura, desde luego que no lo hacíamos desde la intuición o del credo. 
Es nuestra obligación hacerlo a la luz del método, es decir, desde él marxismo - leninismo y en ello el materialismo histórico y la dialéctica materialista. En ese cuadro veíamos sin sorpresas y si con preocupación, él ascenso autoritario, fascista. Forma esta que adopta él ESTADO de clases bajo la impronta de la "dictadura terrorista del capital financiero".
 Esto que en si ya es una definición, admite y exige explicaciones que no se reduzca a definiciones congeladas o petrificadas. 
Por lo mismo coloca como tema fundamental "al intelectual colectivo", es decir al Partido, él partido de la clase obrera y él conjunto de explotados. Con o sin vanguardia, con fragmentación y atomización, esta es la tarea, caracterizar ajustadamente él carácter de la época, él cuadro general y particular. 
 Desde luego, él estado de animo de las masas importa, él nivel de comprensión del fenómeno y él objeto de la lucha. En ello sin dudas, los instrumentos (los viejos y nuevos) es que hoy mundo 2018 se anudan viejos y nuevos problemas. 
 Él punto de vista de clase, la ideología de la clase y las mismas interrogantes: ¿Funcional a que proyecto de clase? El acto de revelar está interrogante actúa como "linterna" que sacude y romper con las practicas "ultra" que poco y nada orienta. Ultra está referido al "izquierdismo", el de la fraseología y la consigna "votamos luchar". Ese cuadro general hay que buscarlo en la base material, en la época actual y en la fase del imperialismo, fase terminal en cuyo estadio la ley de "concentración y centralización" marcan la etapa, esta.
 Desde luego que tal fenómeno compromete seriamente, responsablemente a explicar la anatomía de este tiempo y la acción del "enemigo de clase". Nunca como ahora él desarrollo de las fuerzas productivas han logrado objetivamente tal desarrollo, nunca como ahora él sistema capitalista a presindido tanto del ser humano. 
 Es que la revolución científica - tecnológica actúa como fuerza productiva en si mismo, ese fenómeno impacto en toda la base material, impacto sobre la fuerza de trabajo vivo y trabajo muerto. Sobre la misma composición orgánica del "capital", por lo mismo, sobre él núcleo fundamental del capitalismo, es decir, la plusvalía generalizada.
 Se intensifico él ritmo de trabajo y se concentró brutalmente, de modo tal que las grandes concentraciones de obreros se redujeron de forma exponencial, retrocedió en términos concreto la fuerza de trabajo, las relaciones de producción quedaron rezagadas, se desplazó trabajo vivo y se incorporó trabajo muerto en mayor cuantía. 
 Las máquinas inteligentes (trabajo intelectual aplicado) dotadas por la informática, la digitalización operan en todo él campo de la producción.
 Varias generaciones y esto hoy ya como un problema estructural, han quedado por fuera de la producción, de modo que podemos ir dando alguna conclusión: 
 1) Una nueva división e intensificación del trabajo, bajo también un nuevo orden mundial 
 2) Un emerger tras la derrota del "campo socialista" de fuertes gobiernos capitalistas liderados por burguesías de gran peso, eso es Rusia, cuyos intereses objetivamente, entran en contradicción con la burguesía imperialista.
 3) Si se entiende él fenómeno "imperialismo" como categoría económica, este nos da un cuadro mas ajustado de la época. Él desgaste objetivo del imperialismo Yanki. 
La Unión Europea liderado por Alemania, inevitablemente y concretamente nos lleva a entender a éste fenómeno, como una política imperialista y por lo mismo, anexionista. Este ultimo fenómeno lo podemos ver en el terreno de las inversiones, la producción y la banca. Él desarrollo y la expansión China ya no limitada al comercio, nos permite entender él cuadro y los rasgos mas claro de la epoca. Época del imperialismo y de luchas ínterimperialistas, esto advierte de la gravedad del momento. 
 Los marxistas leninistas entendemos él fenómeno de la "economía" como la política concentrada y la guerra como resultado de esta. Este es él cuadro, este es él tiempo. En ese cuadro se mueven piezas, se toma posición. ¿Que esta ausente como polo de la contradicción, unido y en lucha? La clase obrera, la ideología y práctica no está expresada.
 Hoy mundo 2018 y bajo alza fascista se abren o se abrirán los debates, este es ya uno que debería estar colocado en él movimiento: Progresismo - Izquierda. 
En él fondo es él viejo debate "reformismo - revolución" y para los Comunistas es este un problema de clases sociales con intereses antagónicos e irreconciliables. Bien por ahí discurre él fenómeno, sigue siendo de comprensión, de categorías de análisis " estructura - superestructura". 
 En síntesis, no esta cerrada la historia y la historia es la historia de la lucha de clases ( desde la sociedad dividida en clases sociales). Hay mas, mucho mas, por ahora dejó por aquí, en otro momento haremos referencia a lo que Marx llamo "ejercito de reserva" claro que lo hizo en los comienzo de lo que seria él capitalismo. 
 Es Lenin a quien le corresponde elaborar la continuidad y desarrollo de éste y ese es él ensayo " Imperialismo fase o estadio superior del capitalismo".
 Es a Stalin que le corresponderá enfrentar él emerger del imperialismo y las guerras ínterimperialista. 
 Bien pero eso sera en otro momento. 

 Osbaldo Zuñiga
2018

sábado, 24 de octubre de 2020

"No es una rebelión, es una revolución"


Estás fueron las palabras usadas por el pastor nigeriano Fola Ojo para describir el proceso que de enormes movilizaciones populares que se vienen sucediendo durante las últimas dos semanas en su país. La juventud de Nigeria se ha apoderado masivamente de las calles todas las ciudades importantes del país, especialmente de la ciudad comercial de Lagos, para denunciar y exigir la disolución de los organismos de represión estatal, en primer lugar del tenebroso escuadrón especial de la policía, el SARS, cuyos miembros son acusados de ejecuciones extrajudiciales, torturas, secuestros y todo tipo de vejamenes y arbitrariedades. Frente a la avalancha de manifestaciones y protestas populares, el gobierno de Muhammadu Buhari ordenó disolver el SARS pensando, de este modo, desactivar las movilizaciones, pero sin conseguiurlo. Por el contrario, la juventud movilizada ha decidido pasar a cuestionar todo el orden social vigente levantando un conjunto de reivindicaciones políticas y sociales frente al cuadro de enormes penurias y extremas necesidades que afectan al conjunto de la clase trabajadora del país, que se acentuan entre los jovenes, como el desempleo, la brutalidad policial, un sistema educativo en ruinas. Un reciente informe del Banco Mundial situó a Nigeria (bautizada como "el gigante de África") como una de las cinco naciones extremadamente pobres del mundo, mientras que la economía nigeriana ha pasado a ser la más importante del África. La riqueza nacional se concentra en menos del 1% de la población. Su principal industria, la petrolera y gasífera, se encuentra en manos de empresas extranjeras Royal Dutch Shell, ExxonMobil, Agip, Total S.A., y Texaco (ahora fusionada con Chevron). La juventud salió a luchar contra este régimen que la maltrata, brutaliza y asesina y la condena a la miseria y al hambre. Con una población de 190 millones de habitantes, cerca de 40 millones de jóvenes están desempleados y el 61% es analfabeto. Mismo entre los "privilegiados" que culminan la universidad las estadísticas hablan de un desempleo del 47 % entre los graduados. La myoría de la población vive con menos de un dólar por día. En las últimas movilizaciones se corearon consignas exigiendo directamente la renuncia del presidente de la república. La cuestión de la asamblea constituyente debería ser el resultado de la maduración del proceso revolucionario de las masas movilizadas ya que el problema del poder político se ha planteado en toda su agudeza en Nigeria.
 El presidente Buhari ha ordenado el despliegue del ejército, el toque de queda y dado carta blanca a las bandas paramilitares fascistas para aplastar a sangre y fuego la movilización revolucionaria de las masas. Cerca de 60 jovenes ya fueron asesinados por estos escuadrones de la muerte, o directamente por el ejército como la masacre del peaje Lekki donde soldados abrieron fuego contra una manifestación pacífica matando a 12 jóvenes e hiriendo a más de 30, muchos de gravedad (Algunos relatos dicen que los soldados se fueron con muchos de los muertos e impidieron que las ambulancias trasladaran a los heridos a los hospitales). En muchas ciudades del país se registraron incendios de comisarias, sedes bancarias, shoppings y también en la prisión de Lagos. Decenas de omnibus fueron quemados y usados en las barricadas que los jóvenes levantan para defenderse de los avances de las tropas y de los disparos de los soldados. El toque de queda y el pedido del presidente Buhari al ejército par que disuelva y disperse a los manifestantes en Lagos fuero derrotados en toda linea con la organización de decenas de piquetes y cortes de calles con barricadas. 
 El discurso presidencial transmitido en cadena nacional el martes por la noche no hizo más que enardecer los ánimos de las masas en lucha. Buhari no mencionó las masacres hechas por los militares en el paje Lekki, ni por los grupos de matones fascistas que recorren las calles disparandole a los manifestantes, pero sí reivindicó a los seis policías que cayeron "en cumplimiento del debe y prometiendo un aumento salarial para los criminales de la fuerza policial. Acusó incluso a los manifestantes de estar fogoneados por el grupo terroristas Boko Haran para perturbar el orden democrático. Recordemos que el presidente, un militar retirado, llegó al poder por primera vez en 1983 encabezando uno de los tantos golpes militares que se sucedieron luego de la independencia en 1960. En 2015 llegó nuevamente al poder, esta vez por la vía electoral, con el partido Congreso de Todos los Progresistas, adherido a la Segunda Internacional). 
 La oposición y muchas ONGs, como la ANAP Foundation, llaman a la juventud a abrazar la paz y poner fin a las movilizaciones, y a prepararse para las elecciones del 2023 (Punch 22/10), colaborando con el presidente en el esfuerzo de todos los partidos del régimen en la defensa del conjunto del régien custionado y sacudido por el levantamiento popular. 
 La NBA (Colegio de Abogados de Nigeria) declaró que iniciará las demandas en nombre de las familias de las víctimas, "por abuso de poder, incumplimiento de las reglas de compromiso y la violación de los derechos fundamentales (incluido el derecho a la vida) de los ciudadanos afectados". También dijo que la asociación iniciaría inmediatamente acciones legales contra el gobierno nigeriano y el ejército en foros internacionales y locales. Una coalición de 100 organizaciones de la sociedad civil (OSC) pidió ayer al presidente Muhammadu Buhari que despida de inmediato al jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Tukur Buratai, por el asesinato de manifestantes desarmados el martes por la noche en el peaje de Lekki en Lagos. 
 La juventud movilizada exige con total claridad de miras constituir una comisión de investigación independiente para que sean detenidos y condenados los responsables políticos y su brazo ejecutar militar/policia/ paramilitar que masacraron a las decenas de manifestantes. Exigen también la disolución de los organismos represivos y la renuncia del presidente Buhari. La revolución nigeriana está en marcha. 

 Hernán Gurian 
 23/10/2020

La Revolución entra en una nueva etapa

Con la firma de la Ley de Reforma Urbana, Fidel declaró ante el pueblo cubano y el mundo que ya se había cumplido en lo esencial el Programa del Moncada 
 El viaje del líder histórico de la Revolución a Estados Unidos, en la segunda quincena de septiembre de 1960, había sido un rotundo éxito. Las entrevistas con notables personalidades mundiales y su discurso en la Asamblea General de la ONU acapararon titulares de los principales diarios del orbe. No es de extrañar el gran recibimiento del que fuera objeto a su llegada a La Habana y que cientos de miles de personas se congregaran el 28 de ese propio mes frente al entonces Palacio Presidencial (hoy Museo de la Revolución) para escuchar su rendición de cuenta al pueblo sobre su periplo por el vecino país norteño.
 Durante su intervención el Comandante en Jefe se refirió a la actitud hospitalaria y caballerosa del pueblo estadounidense, tan distinta a la del Gobierno de ese país. En medio de su exposición, se oyó explotar un petardo en las cercanías. El pueblo comenzó a corear: “¡Paredón!, ¡Paredón! ¡Venceremos!, ¡Venceremos!” y a cantar a coro el Himno Nacional entre gritos de “¡Viva Cuba!, ¡Viva la Revolución!”. Fidel retomó la palabra: “Vamos a implantar, frente a las campañas de agresiones del imperialismo, un sistema de vigilancia colectiva revolucionaria”.
 Y así nacieron los comités de defensa de la Revolución (CDR), que cuadra por cuadra en las grandes ciudades, al igual que en pequeños poblados y zonas rurales, mantuvieron una estrecha vigilancia sobre los elementos desafectos y cualquier sospechoso trasiego de armas y explosivos. En coordinación con los órganos de la Seguridad del Estado, desempeñaron un relevante papel en la neutralización del terrorismo contrarrevolucionario. 

 Tiempos difíciles 

Eran tiempos difíciles. Milicianos obreros y campesinos junto con tropas regulares del Ejército Rebelde batían en las serranías villareñas a agrupaciones de bandas de alzados organizados y pertrechados por la CIA, en lo que luego se denominó Primera Limpia del Escambray. En el terreno económico la Revolución no solo tenía que luchar contra el poderoso imperialismo yanqui sino también contra los capitalistas nacionales. 
 Desde que con la promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria se había agudizado el diferendo entre Washington y Cuba, muchos de los grandes propietarios criollos comenzaron a sabotear la producción de sus empresas. Retiraban cuantiosas sumas de dinero de los fondos operativos y los sacaban del país hacia bancos fundamentalmente estadounidenses, otros empezaron a emigrar al extranjero dejando a la deriva sus negocios y originando serios conflictos laborales. Algunos de ellos se dedicaron a financiar a los grupos subversivos que venían proliferando para apoyar los planes de agresión que el codicioso vecino norteño gestaba contra la Isla. 
 Ante esta situación, el 13 de octubre de 1960, el Consejo de Ministros acordó la aprobación de las leyes 890 y 891. La primera dispuso la nacionalización, mediante la expropiación forzosa, de todas las empresas industriales y comerciales, así como las fábricas, almacenes, depósitos y demás bienes y derechos relacionados con estos. 

 382 entidades nacionalizadas

 Entre las 382 entidades nacionalizadas estaban 105 centrales azucareros, 18 destilerías, seis empresas de bebidas alcohólicas, siete alimenticias, dos de aceites y grasas, tres fábricas de jabones y perfumes, cinco lácteas, dos de chocolates, nueve de envases, tres de pinturas, tres químicas, seis metalúrgicas básicas, siete papeleras, 60 textiles y de confecciones, un molino de harina, 16 de arroz, 47 almacenes de víveres, diez tostaderos de café, tres droguerías, 13 tiendas por departamentos, una imprenta, 11 cines y circuitos cinematográficos, ocho compañías ferroviarias, 19 de construcción, una de electricidad y 13 marítimas. 
 Entretanto, la Ley No. 891 determinó la nacionalización de la banca privada para adecuarla a los requerimientos de la economía cubana, declarando que la función bancaria solo podría ejercerla el Estado a través de los organismos creados al efecto con arreglo a las disposiciones legales vigentes. Solo dos propietarios privados mantuvieron sus operaciones: The Royal Bank of Canada y The Bank of Nova Scotia. 
 Cuando se anunciaron al día siguiente por la prensa estas dos legislaciones se hallaba de visita en Cuba el presidente guineano Sekou Touré, quien pudo constatar personalmente cómo el pueblo demostraba su adhesión y simpatías a las medidas adoptadas por el Gobierno Revolucionario. Algo que también conmovió al mandatario africano fue la política educacional del país, pues si en poco más de 20 meses se habían convertido cuarteles en escuelas y creado miles de aulas con sus correspondientes plazas de maestros, en aquel 14 de octubre quedaba constituida la Comisión Nacional de Alfabetización, la cual orientaría la campaña que durante 1961 erradicaría en la Isla uno de los más terribles males padecidos en el Tercer Mundo.

 Reforma Urbana 

Todavía faltaba otro duro golpe a la burguesía criolla. Ese mismo 14 de octubre se adoptaba la Ley de Reforma Urbana (nacionalización de las viviendas) que eliminaba la especulación en el arrendamiento urbano, una práctica de los “casatenientes” (propietarios de numerosos edificios y moradas destinadas a ser alquiladas). La legislación garantizaba a los poseedores afectados una renta vitalicia que oscilaba entre 250 y 600 pesos mensuales.
 En una comparecencia televisiva Fidel explicaría la extraordinaria justeza de la medida: “La Ley de la Reforma Urbana se concibió desde la época del Moncada. Además, es el único punto que faltaba del Programa del Moncada […] El principio fundamental de esta Ley era convertir en propietario de las casas a los arrendatarios. ¿Por qué? Porque en realidad el arrendatario está pagando casi durante 15, 20, 25… hay familias que llevan 30 años pagando casa. Han pagado la casa varias veces. Nunca son dueños de la casa”.
 Al subrayar que con las leyes recién promulgadas se había cumplido en lo esencial el Programa del Moncada, “el documento que guía, o los principios que guían, la conducta del Gobierno Revolucionario en este momento”, y se cerraba una era decisiva y fundamental de nuestra historia, concluyó: “Entramos en una nueva etapa; los métodos son distintos; nuestros principios están hoy sintetizados en la [Primera] Declaración de La Habana”. 

Pedro Antonio García

 Fuentes consultadas: Informaciones aparecidas en los diarios Revolución y Hoy en los meses de septiembre y octubre de 1960. El texto periodístico Nacionalizar quiere decir pasar a poder de la nación, de Eugenio Suárez y Acela Caner (Granma, 12 de octubre de 2015).

miércoles, 21 de octubre de 2020

Europa en la antesala de un nuevo colapso sanitario


Récord de nuevos contagios diarios en todo el continente. 

 Como fuera anticipado por el conjunto de los especialistas y por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Europa vuelve a estar bajo el azote de la pandemia de Covid-19. En la última semana, sonaron las alarmas en todas las capitales del viejo continente ante los anuncios de que el nivel de contagios, con un promedio de 150 mil casos diarios, triplica al que hubiera durante el primer pico de infecciones que tuvo lugar en marzo. 
 Si bien los funcionarios buscan transmitir tranquilidad indicando que la mortalidad actual representa un porcentaje menor respecto de la de abril, cuando los miles de muertos en Italia o España conmocionaban a la opinión pública, desde la OMS señalan que, de mantenerse las tendencias actuales de contagios y ocupación de camas de terapia intensiva el número de muertes podría cuadriplicar al registrado durante la primavera boreal (El Tiempo, 19/10).
 En esta etapa el virus está impactando con fuerza en regiones donde no había causado crisis particularmente graves. Así, entre los países que se encuentran a la cabeza de la cantidad de contagios por habitantes se encuentran casos como República Checa, Países Bajos o Bélgica. Sin embargo, los grandes Estados europeos también tienen números alarmantes: Francia registró el viernes último un récord de 30 mil casos, España 38 mil solo el lunes y en Italia se están superando los 10 mil contagios nuevos por día. De esta manera, está creciendo de forma preocupante la presión sobre el sistema de salud, cuando se aproxima la temporada invernal y las afecciones respiratorias que le son propias. 
 Ante esto los gobiernos del continente están respondiendo con medidas de aislamiento social, restringiendo horarios de funcionamiento de locales gastronómicos, reduciendo el número de personas que pueden permanecer juntas en un solo lugar y, en el caso de Francia, con la declaración de un toque de queda que impide la circulación en horarios nocturnos. Esta política consistente en implementar una mera restricción a la circulación social encierra un contenido reaccionario por partida doble, por un lado, por las mayores prerrogativas que otorga al aparato represivo y, por el otro, porque deja indemnes a las empresas, cuya actividad económica seguirá en funcionamiento sin inconvenientes. 
 Con estas disposiciones se coloca la responsabilidad de los contagios sobre la población en general, cuando los principales centros infecciosos han sido los lugares de trabajo (notablemente los polos industriales) tanto en los comienzos de la pandemia como en el periodo de baja de contagios ya que durante el mismo persistieron focos en el agro o entre las aglomeraciones fabriles más precarizadas. La política de privilegiar los intereses capitalistas orquestada por los gobiernos es la principal responsable de los contagios y las muertes, en un primer momento por atrasar las medidas de paralización económica y luego por su levantamiento prematuro, lo que incluyó la libre circulación durante la temporada estival, todo lo cual, sentó las bases del nuevo crecimiento de los contagios. 
 Mientras tanto, han dirigido los recursos estatales a sostener a las patronales mientras los trabajadores sacrifican su salud y sus condiciones de vida. Así, el desempleo viene creciendo en toda la zona euro, aumentando en 1,4 millones el número de desocupados entre este periodo y el mismo del año pasado (El País, 1/10) y la situación tiende a agravarse en la medida en la cual van venciendo los programas de estímulo brindados por los Estados. 
 Para la clase obrera está planteada la necesidad de una intervención de conjunto ante la crisis continental. Esta nueva etapa de la pandemia vuelve a colocar el planteo de la centralización y equipamiento del sistema de salud a la orden del día. A la vez, la prohibición de los despidos y rebajas salariales, la suspensión de las actividades económicas no fundamentales y los protocolos obreros en los lugares de trabajo constituyen un paquete de medidas para avanzar en que esta crisis no la paguen los trabajadores.

 Leandro Morgan

martes, 20 de octubre de 2020

La rebelión chilena retoma su hilo


Cientos de miles ganan las calles en su primer aniversario. 

 En el primer aniversario de la rebelión chilena, cientos de miles de personas ganaron las calles en el país trasandino. Algunas estimaciones hablan de más de 100 mil personas movilizadas en la Plaza Dignidad, en Santiago. Además, hubo manifestaciones en todo el país.
 De este modo, quedó claro que el proceso político iniciado en octubre pasado continúa abierto, pese al “acuerdo de paz social” del gobierno y la oposición, para contenerlo en las vías institucionales, y pese al compás de espera que le había impuesto la pandemia. En la jornada, se escuchó el reclamo por la libertad de los presos políticos, por el juicio y castigo a los responsables de la represión, y contra los fondos de pensión privados (no + AFP). 
 El operativo represivo del gobierno dejó cerca de 600 detenidos. En La Victoria (centro-sur de Santiago), un joven murió por disparos con armas de fuego realizados por efectivos de Carabineros. En la comuna de Los Angeles, región de BioBío, un miembro de la misma fuerza arrolló en forma intencional con su moto a un manifestante. Las imágenes trajeron a la memoria lo ocurrido hace pocos días, cuando un carabinero empujó al río desde un puente a un manifestante. Es la misma fuerza que dispara a los ojos para cegar a los luchadores. 
El gobierno responsable de estos crímenes, integrado por funcionarios que se enriquecieron o cumplieron roles bajo la dictadura pinochetista, trató de invertir las cosas y lanzó una infame campaña contra la “violencia” de las manifestaciones, debido al ataque contra algunas comisarías y el incendio de dos iglesias en Santiago. Se trata de una cortina de humo para disimular el golpe político sufrido ante una movilización popular tan multitudinaria. 
 La concurrencia de este 18 es más notable aún si se tiene en cuenta que gran parte de la oposición boicoteó la convocatoria. Un artículo del diario La Tercera (19/10) destacó la ausencia casi total de esos dirigentes en las movilizaciones y analizó que “el que no haya habido un liderazgo político claro detrás del estallido social fue para muchos un problema el año pasado; y la jornada de ayer demostró que esa ausencia lo sigue siendo ahora”. 
 La oposición no solo le quitó el cuerpo a las movilizaciones, sino que discute un documento de condena a los hechos de “violencia”… por parte de los manifestantes, según propuso el presidente del Partido Por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz. Incluso el ala izquierda de esa oposición no convocó a la jornada del 18. El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, del Frente Amplio, hizo un llamado “a que nuestras diferencias, nuestras formas de canalizar lo que hoy sentimos por el país, lo hagamos a través del plebiscito que vamos a tener el 25 de octubre” (Bio Bio, 13/10, citado por El Porteño, 19/10). Gabriel Boric, también del FA, llamó a cacerolear por las noches en vez de realizar concentraciones masivas, con el pretexto del Covid-19. El PC sí llamó a participar de las protestas, pero no hay ningún planteo de lucha por parte de la CUT, la central obrera que dirigen. Las movilizaciones del 18 fueron, por lo tanto, un desafío objetivo a la política conciliadora de la oposición, que tiene todas sus fichas puestas en el plebiscito del 25 y las elecciones de constituyentes de abril próximo, que se llevarán a cabo en caso de que triunfe el “Apruebo” el próximo domingo. Es un intento denodado por limitar las potencialidades del movimiento de lucha.

 El 25 

 El plebiscito del domingo 25 consiste en dos preguntas. Una por el “Apruebo” o “Rechazo” a la reforma de la Constitución, y otra por el mecanismo de una eventual modificación: una convención constituyente donde todos sus miembros surgen de una elección, o bien una convención mixta donde la mitad de ellos surgen del actual parlamento. 
 Este plebiscito ha sido un producto, aunque deformado, de la rebelión popular. El gobierno y la oposición debieron echar lastre con esa convocatoria, apenas tres días después de la huelga del 12 de noviembre. Pero al mismo tiempo, es un intento de desviar las energías de las masas al terreno institucional, por medio de un proceso tutelado. 
 La mayor trampa del proceso constituyente es que, incluso en la variante de una convención donde todos sus miembros surgen de una elección, de él no podrán participar las organizaciones sociales surgidas de la rebelión (es decir, estará dominada por los partidos responsables del hundimiento nacional) y se requiere un quórum de dos tercios para imponer las modificaciones, lo que le asegura a la derecha un poder de veto. 
 La derecha ya opera abiertamente en este terreno. El presidente Sebastián Piñera, cuyo partido (Renovación Nacional) tiene un ala que milita por el “Apruebo” y otra por el “Rechazo”, presentó un documento que pretende encuadrar un eventual proceso constituyente, para que nada cambie: plantea al Estado como “garante del orden público y la seguridad” (léase, la preservación de Carabineros y todo el aparato represivo), el “derecho a la propiedad privada” (léase, la garantía a los grandes grupos económicos de sus privilegios) y el mantenimiento de las AFP y los negociados privados en salud y educación. También ya trabaja en su lista de candidatos para abril, en la que se baraja la candidatura de Magdalena Piñera Morel, la hija de Piñera, un insulto frente a un proceso que nació reclamando la caída del mandatario. 
 El otro gran partido de la derecha, la Unión Demócrata Independiente (UDI), también tiene un ala partidaria del “Apruebo” y otra del “Rechazo”. Pablo Longueira, senador de esta fuerza, ha declarado que “la peor contribución que puede hacer la gente que quiere conservar lo mayor posible de esta Constitución es votar Rechazo” (Nuevo Poder, 1/9), o sea que quiere sabotear el trabajo de la asamblea constituyente desde adentro. Es importante alertar a los trabajadores de estas maniobras en curso. 
 Las dos fuerzas de la derecha plantean la variante de la convención mixta. Por el lado de la vieja Nueva Mayoría, las fuerzas que lo integraban (PS, PPD, Democracia Cristiana, PC y otros) son partidarias de la variante de la convención constitucional. 
 El voto por el “Apruebo” es un modo de golpear a la reacción política, pero debe hacerse señalando las trampas tanto de la variante mixta como de la convención constituyente que postula la oposición. Una verdadera asamblea constituyente exige echar a Piñera y el régimen político que lo sostiene. El camino lo marca la movilización del 18.

 Gustavo Montenegro

lunes, 19 de octubre de 2020

Fraudes, presiones, amenazas en las elecciones bolivianas, el golpismo no está desarmado

El proceso electoral en Bolivia, aunque haya ganado, el rival del gobierno de facto, fue completamente fraudulento, como lo ha sido todo el gobierno de la fascista Añez. “El señor Arce ha ganado la elección. Le felicito y le pido gobernar pensando en Bolivia”, dijo la golpista (Clarín, 19/10). Con las calles militarizadas, se desarrolló un operativo de guerra. La OEA se negó a dar los resultados del conteo de votos o los “boca de urna”. Luis Almagro, el secretario general de la OEA advirtió ayer sobre un “nuevo fraude”, con la expectativa de forzar una segunda vuelta, si el resultado era ‘reñido’, o sea menos de diez puntos de diferencia con el candidato que superara el 40 por ciento. 
 El TSE estableció franjas horarias para la votación, de acuerdo a la terminación del documento de identidad. Por la tarde, el presidente del TSE, Salvador Romero, aclaró que las personas que no pudieron votar a la mañana, podrían hacerlo desde las 17. Mientras, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que mantendrá hasta el final “el control de las Fuerzas Armadas y la Policía” (sobre los comicios) (ídem). Ya había asegurado estar “listo para el uso de armas” (La Razón, 16/10). La policía y el ejército hicieron “recorridas nocturnas”. Murillo, por su lado, puede ser citado a la justicia, junto al ex director de la Unidad de Investigaciones Financieras, que lo acusó de corrupción (La Razón, 16/10).
 “Con el visto bueno de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Bolivia ya anticipó que no dará a conocer los resultados de la elección en la jornada de hoy (domingo)” (pausa, 18/10). La OEA dijo que “Exhortamos a todos los actores políticos a que actúen con responsabilidad y eviten pronunciamientos anticipados”. Una de las empresas encuestadoras recibió un contrato por un millón de dólares por parte de la estatal Yacimientos Petrolíferos Bolivianos. Los bolivianos se fueron a dormir sin tener resultados. 
 Muchos organismos de DDHH advirtieron la detención de periodistas, veedores independientes, y el hostigamiento a dirigentes. El ministro de Defensa, Fernando López, dijo que cualquier extranjero que venga a convulsionar el país “terminará muerto”.
 Los Comités Cívicos convocaron la movilización de bandas fascistas y grupos paramilitares (La Resistencia Juvenil Cochala, La Resistencia KM Cero y la Unión Juvenil Cruceñista) para contrarrestar “los actos violentos de los partidarios del MAS”. 

 Fraude con la pandemia 

El gobierno de Añez, acusado de gravísimos casos de corrupción, es responsable de dos masacres, Senkata y Sacaba, que todavía siguen impunes. El manejo de la pandemia fue desastroso, el New York Times cifra el número de fallecidos por Covid-19 en 20.000 en vez de los 8.000 registros oficiales. Las imágenes centenares de fallecidos abandonados en las calles debido al colapso hospitalario recorrieron el mundo, mientras el ministro de Salud fue removido por corrupción en la venta de respiradores artificiales. Se desconoce el paradero de Añez y su gabinete, que puede pasar de presidenta de facto al banquillo de los acusados por corrupción. 
 La candidatura de Evo Morales, a senador nacional por Cochabamba, fue prohibida. Las elecciones fueron postergadas varias veces, con acuerdo del MAS que es mayoría en ambas cámaras. Una huelga parcial, desde El Alto, evitó una nueva postergación. Fue levantada por el pedido de Morales y Arce. Arce aseguró que las movilizaciones habían “dañado” el voto sectores medios urbanos. 
 El vocero del MAS, Sebastián Michel, dijo que el TSE “o es incapaz o se está generando incertidumbre” como parte de un plan “prorroguista infantil”, no ya golpista (Unitel, 18/10). Según una estimación, Arce “lograba el 52,4% de los votos frente al 31,5% de su rival más cercano , el centrista Carlos Mesa. El candidato de ultra derecha Luis Fernando Camacho consiguió solo el 14%” (La Vanguardia, 19/10). “El Gobierno pretende ganar dos o tres días para generar violencia, para tratar de generar un espacio de intervención Militar” (páginasiete, 18/10). Frente a las amenazas de fraude, Evo llamó a no movilizar para “no caer en provocaciones”. 

 Lenin Moreno y Unidad Nacional 

Rodrigo Riaza del Economist declaró “Es posible que Arce eventualmente le de la espalda a Morales, (como ocurrió con Lenín Moreno y su mentor Rafael Correa en Ecuador). Arce se ha distanciado de Morales en las últimas semanas. De cara al futuro, podrían surgir divisiones internas dentro del MAS, especialmente en temas delicados de política económica” (Clarín, 19/10). Arce es el candidato de burocracia parlamentaria conciliadora con el golpismo y un “tecnócrata” que se presenta como “renovación” (ídem). “Vamos a gobernar para todos, vamos a construir un gobierno de unidad nacional”, anunció hoy Arce.

 Emiliano Monge
 19/10/2020

El MAS y un triunfo arrollador

Arce y Choquehuanca obtuvieron el 52,4% contra el 31,6% del derechista Mesa

 A pesar de la intervención desvergonzada de la OEA, del Departamento de estado norteamericano, de una ultraderecha sometida a las órdenes de fuerzas externas. A pesar de ello el MAS y su binomio conformado por Luis Arce Cataroa como presidente y David Choquehuanca a la vicepresidencia, lograron una victoria furibunda e indiscutible en las elecciones a la que fueron convocados 7.3 millones de bolivianos. 
 Un 53% y una diferencia de 20 puntos sobre Carlos Mesa Gisbert (31,2%) y cuarenta puntos sobre Luis Fernando Camacho (14,1%), son cifras extraordinarias, que representan aire fresco para la lucha de los pueblos. Con esto se confirma, tal como se sostuvo, que hubo una operación destinada a impedir el triunfo del MAS, por parte de la derecha en las elecciones del año 2019. Avalado esto por los gobiernos derechistas latinoamericanos, el silencio cómplice de organismos internacionales. Hubo un golpe de estado orquestado por Washington y sus aliados incondicionales y que con el triunfo de este 18 de octubre permite al pueblo boliviano volver a Palacio Quemado y además controlando las dos cámaras del parlamento. Una victoria que traerá consigo un tremendo impacto regional e internacional, que da nuevos aires al progresismo en América Latina y que recupera la democracia para Bolivia y su pueblo, que sabiamente vuelve a confiar en aquellos que lo dignificaron, que le dice no al racismo, al robo, al sometimiento a Washington y le dice no a la corrupción.
 Mientras más postergaba la derecha golpista el convocar a elecciones, con una estrategia política errada del gobierno de facto presidiso por Jeanine Añez, más debilitaban sus opciones. Esto, pues ante la política supremacista, racista, de corte fascista, de insulto al pueblo indígena a sus símbolos y cultura. En ese contexto, más y más la sociedad boliviana, los más humildes, tenían más tiempo de comparar lo que había sido un proceso revolucionario, que durante 14 años le cambio la cara y el organismo entero a esta Bolivia. Una revolución que nacionalizó los recursos naturales, que llevó a los indígenas a ocupar Palacio Quemado y decirle al mundo que Bolivia existía, que tenía una dignidad que necesitaba aflorar tras cientos de años de sometimiento y abusos. Cada día que pasaba el pueblo más ponía en la balanza a los golpistas con el MAS 
 El ministro de gobierno de la dictadura, el empresario Arturo Murillo estuvo en la noche del día 18, largas horas presionando a los medios de comunicación, al Tribunal Supremo Electoral y a las encuestadoras para que no dieran a conocer lo que ya se sabía a las 20:00 horas y que demoró cuatro horas en visibilizar: el triunfo del MAS era inobjetable triunfando por una mayoría abrumadora. Una maniobra que comenzó a cocinarse en la vista que hizo Murillo a la sede de la OEA a fines de septiembre y al Departamento de Estado dirigido por Mike Pompeo, que dieron las órdenes y los apoyos necesarios para impedir que el MAS volviera a presidir el gobierno. Un plan que mostró su fracaso absoluto, una derrota del imperio y de los gobiernos derechistas latinoamericanos coordinados por Almagro. 
 El resultado del recuento fue claro y planeadamente postergado. El propio ex presidente Evo Morales, en conferencia de prensa dada en Argentina sostuvo “Las empresas encuestadoras se niegan a publicar el resultado en boca de urna. Se sospecha que algo están ocultando”. Por su parte, Sebastián Michel, vocero del MAS señaló que existía una estrategia del gobierno de facto para lograr que no se entregara información y así generar un clima de violencia con el objetivo final de anular las elecciones. La enorme amplitud de cifras entre Arce y Mesa ha hecho imposible llevar a cabo lo que el departamento de estado norteamericano, junto a la OEA habían planeado junto al ultraderechista Ministro de Gobierno Arturo Murillo.
 La parte más difícil viene ahora para recuperar una vida trastornada por una dictadura que ha violado los derechos humanos en todos los ámbitos en que pueden ser violados; sanitarios, integridad física, en el acceso al trabajo, a la educación, en derechos cívicos y políticos. Ahora viene justicia por los muertos, por los humillados sanar las heridas propiciadas por un gobierno de facto que cometió atropello a los derechos de millones de bolivianos y bolivianas. 
 En un interesante análisis de Mario Rodríguez, periodista y educador popular boliviano con especialidad en interculturalidad, los resultados de estas elecciones el 18 de octubre “han sido una victoria en el territorio del enemigo, en un campo conservador donde se aglutinó lo más fascista que puede tener la política. Articulado en los sectores más retrógrados que puede tener un país. Un triunfo sobre el dinero, el poder mediático, los poderes hegemónicos. Dicho marco permite evidenciar que En primer lugar es evidente que se trata de una victoria del pueblo boliviano, que supera la conformación partidaria y sumerge a la sociedad en la búsqueda de su futuro. 
 En segundo lugar, para el análisis interno de lo que ha sido una fortaleza en el masismo, se conformó el sujeto de lo plurinacional, con un abanico amplio de posibilidades, que hay que fortalecer. Un triunfo que se da contra viento y marea, que permite pensar en transformaciones profundas. Un tercer elemento es que se necesita una profunda reflexión y una crítica respecto a lo que fueron los gobiernos del MAS para recomponer elementos que fueron erosionados y que necesitan ser reconstituidos en la capacidad de participación popular. Y en cuarto lugar este triunfo es un tremendo impulso para las luchas populares en Latinoamérica, de la patria grande. 
 Claramente este es un laurel obtenido por el MAS, una conquista enorme, que representa la justeza de tres lustros de gobierno transformador en Bolivia, que caló hondo, que a la hora de la comparación le ganó por cientos de miles de votos a esa derecha recalcitrante. Una derrota del fascismo que le va a doler a la derecha, al grupo de Lima, al converso Luis Almagro que deberá responder de esta derrota ante sus amos estadounidenses, que gastó cientos de millones de dólares, para tratar de consolidar un gobierno de facto y darle posibilidades a la derecha boliviana, para tratar de volver a ejercer sus gobiernos nefastos, fracasando estrepitosamente en esta misión que los visibiliza como lo que son: oportunistas, racistas, soberbios y escasos de visión, para calar en plenitud el pensamiento y los anhelos de un pueblo que aprendió a defender su dignidad. 
 Para el triunfador de estas elecciones del 18 de octubre Luis Arce Catacora, el desafío es claro “Hemos recuperado la democracia y la esperanza, como también estamos recuperando la certidumbre para beneficiar a la pequeña, mediana, gran empresa, al sector público y a las familias bolivianas. Gobernaré para todos los bolivianos y trabajaré para reencaminar, sobre todo, la estabilidad económica del país” Luis Arce agradeció la confianza del pueblo boliviano, de los militantes del MAS, de la comunidad internacional y a los observadores que llegaron para supervigilar las elecciones. El MAS logró una victoria inapelable, a pesar del Covid 19, las amenazas del gobierno y los intentos de impedir que se votara.
 El MAS arrasó en las grandes ciudades y en el mundo rural. No hubo lugar en Bolivia, donde el mundo masista no haya logrado hacer morder el polvo de la derrota a Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y los suyos. El MAS triunfó a pesar de la labor de desestabilización de la OEA y el títere Luis Almagro secretario general de esta organización, definida como el Ministerio de colonias de Estados Unidos.
 El MAS triunfó a pesar de fuerzas poderosas en su contra, porque la marcha justa no tiene freno posible. El MAS triunfó porque el pueblo sabio de Bolivia entendió, que a pesar de todas las críticas que a su movimiento se le podían hacer, hizo un trabajo que tenía como centro a los más postergados de Bolivia, por la defensa de sus derechos y la construcción de aquellos negados, a los que por cientos de años fueron humillados, denigrados y que con el MAS comenzaron a andar con su marcha de gigantes. No hay freno posible cuando un pueblo defiende lo suyo.

Pablo Jofré Leal | 19/10/2020 |

Uruguay - Referéndum contra la LUC: quién es quién

La convocatoria a un referéndum contra la Ley de Urgente Consideración fue aprobada finalmente por el PIT-CNT, a pesar de, al menos, una parte de su cúpula. La dirección del FA ha sido algo más que prudente en sus reacciones, admitiendo en general que es “altamente probable” que la fuerza política apoye la iniciativa. El más honrado en sus declaraciones fue Bergara, quien dijo sin rodeos que “Si se va contra toda la ley está claro que el Frente no lo puede acompañar porque votó buena parte de eso” (Montevideo Portal). Valoró, además, que “No son las mejores condiciones políticas” para apoyar el referéndum contra la LUC (El Observador) y llamó a “discernir quirúrgicamente” que artículos, así como la forma de realizar la consulta popular. Cortito: el FA hará campaña en las sombras contra el referéndum.
 Es que el referéndum no es sólo una consulta sobre el gobierno; también lo es sobre el propio FA Bergara advierte que el camino puede llevarnos hacia aguas desconocidas. Por eso reclama sostener el bisturí con sumo cuidado. 
 De todas formas, hay otro problema más considerable: Hay en proceso una operación para manipular la iniciativa: el punto en cuestión es si el referéndum va contra parte o contra toda la LUC. La primera es la opción por la que esta pugnando la burocracia sindical en sintonía con Bergara y compañía. Se formó una comisión para estudiar el tema, es decir, viendo que les era costoso desactivar la iniciativa rápidamente se busca amputar su alcance. 
 Pero la consulta es un derecho exclusivo de quienes luchan y se movilizan (nos movilizamos) contra la LUC, no de quienes congelan esa movilización. Nadie puede arrogarse la elección de las armas más que los propios combatientes. El papel del FA consiste precisamente en esta usurpación política. 
 La LUC le da a la burguesía un conjunto de instrumentos políticos para arremeter contra las masas. En todo el mundo las conquistas más elementales se encuentran bajo un fabuloso ataque: desde las jubilaciones a la jornada de trabajo.
 La campaña por el referéndum puede ser el punto de partida de una nueva fase política. La recolección de firmas que ya está enraizada en buena parte del pueblo. Hay material nuevo en el activismo, que puede ser la base para la formación de comités barriales, no sería la primera vez en nuestro país. Este puede ser un punto de partida de una nueva etapa que supere a los intentos por encapsular la “batalla” al terreno cultural y parlamentario. El país empezará a conocer mejor la estrecha relación que existe entre las distintas variantes en que se dividieron el pasado domingo 27.

 Camilo Márquez

domingo, 18 de octubre de 2020

El gasto inútil de EE.UU. para crear oposición en Cuba




Dineros de EE.UU. para crear oposición en Cuba

 'Usaid, una agencia federal del Gobierno de Estados Unidos, otorga 410 000 dólares para contratar o comprar una oposición política contra Cuba', suscribió el director para EE.UU. en la cancillerìa cubana, Carlos Fernández de Cossio en su cuenta en Twitter El gobierno de Estados Unidos utiliza el dinero de los contribuyentes para financiar y promover una oposición política en Cuba, afirma hoy el diario Granma 
 El rotativo retoma la denuncia del director para Estados Unidos en la cancillerìa cubana, Carlos Fernández de Cossio, respecto al desembolso por la Agencia estadounidense para el Desarrollo (Usaid) de 400 mil dólare a la firma Digital News Association para realizar actividades contra su país. 
‘Usaid, una agencia federal del Gobierno de Estados Unidos, otorga 410 000 dólares para contratar o comprar una oposición política contra Cuba’, suscribió el diplomático en su cuenta en Twitter. 
 Es la democracia al estilo estadounidense. DNA, una organización anticubana en Florida de las muchas que viven del dinero de los contribuyentes, es el beneficiario esta vez’, publicó el diplomático. 
 Según Granma esta resulta solo una de las erogaciones que, de manera paulatina, la Usaid realizó en las últimas semanas a las organizaciones que el Departamento de Estado usa como punta de lanza en su política contra la isla. 
 El rotativo divulga que en fechas recientes los fondos repartidos para tales fines rondan los cuatro millones de dólares. La suma total, dice, desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos alcanza los 50 millones de dólares.

Bohemia

100 años de la muerte de John Reed


Quien lea “Los 10 días que conmovieron el mundo” no queda sino maravillado. Escrito hace 101 años por el periodista -cronista de guerra sin par-, poeta y, finalmente, uno de los fundadores del Partido Comunista de EE.UU., queda embelesado por la crónica magistral de la primera gran revolución socialista victoriosa, la revolución de Octubre. En particular, impresionan las crónicas de las batallas políticas, discursos, etc., que libran sus dos más grandes dirigentes, Lenin y Trotski, en esos momentos decisivos. 
 Traducido a decenas de idiomas, impreso y reimpreso cientos de veces, se transformó en un “clásico” que jamás el stalinismo pudo reemplazar por nada con el fin de ocultar esa relación única y grandiosa de la historia, la de esas dos grandes personalidades que se conjugaron en aquellos acontecimientos — el stalinismo, impedido de ocultar la obra por su fama universal, la editaba amputada. Las descripciones vivas de John Reed son épicas. Ningún socialista debiera dejar de leer ese texto que aún hoy es de una frescura inigualable, como pocas obras histórico-periodistas lo lograron. 
 En términos del historiador mexicano Paco Ignacio Taibo II, John Reed practicó una “sociología instantánea” que había alumbrado tempranamente, en su primera gran experiencia periodística como cronista de un periódico norteamericano, para el que cubre, a principios de la segunda década del siglo XX, la primera gran revolución del subcontinente, la revolución campesina de Zapata y Pancho Villa.
 La experiencia de John Reed en México alumbrará su primer gran libro “México Insurgente”, donde describe la revolución en el norte mexicano, acompañando al ejército rebelde de Pancho Villa. Reed tenía entonces sólo 24 o 25 años. Reed morirá en la naciente Unión Soviética tras cubrir el famoso Congreso de los Pueblos de Oriente, en Bakú, —del que poco tiempo atrás se cumplieron 100 años también—, víctima de tifus.
 La experiencia mexicana cambia radicalmente la vida del periodista. John Reed se transforma desde entonces en un gran cronista, lo fue de la Primera Guerra Mundial en Europa) y en un socialista convencido. 
 Cuando vuelve a EE.UU. promueve la escisión del Partido Socialista, del que en verdad es expulsado, y se transforma en uno de los fundadores del Partido Comunista de EE.UU.
 John Reed fue uno de los grandes cronistas de guerra del siglo XX. Si no fuera por periodistas de este tipo ciertos fenómenos históricos no hubieran llegado al dominio público.
 John Reed nació en Portland, la ciudad que se encuentra a la cabeza de las movilizaciones actuales en EE.UU.

 Norberto Malaj 
 17/10/2020

jueves, 15 de octubre de 2020

El proceso de movilizaciones en Costa Rica y el rechazo al FMI


¿Rescate Nacional, o rescate al nacionalismo burgués? 

 A continuación, compartimos el último artículo editorial de la organización Juventud Obrera de Costa Rica. 

 Costa Rica se encuentra inmersa en un proceso de movilizaciones desde hace ya más de dos semanas. El antecedente inmediato que hizo salir a la gente a las calles fue el anuncio del presidente Carlos Alvarado respecto al préstamo con el Fondo Monetario Internacional, al igual que otra serie de impuestos y medidas que atacan al bolsillo de la clase trabajadora. 
 La emergencia económica y sanitaria continúa al rojo vivo. El gobierno prosigue con su agenda de “Costa Rica trabaja y se cuida”, a la vez que compra vacunas que aún no han sido probadas a la empresa privada Pfizer, y esconde el acuerdo tomado. Entre tanto, la cantidad de casos no baja de los mil diarios, y la cantidad de muertes crece en términos estrepitosos, mientras que el desempleo alcanza porcentajes históricos. 
 Es en este marco que se están dando las negociaciones con el organismo internacional, a partir de las cuales se planteó un potencial acuerdo de, cuando menos, tres administraciones. Este acuerdo se busca imponer de la mano de un combo de medidas anti-obreras. Entre ellas, impuestos a las transacciones bancarias, a los salarios, a las remesas, entre otros. Muchos de estos impuestos tendrán un carácter permanente, lo cual es una muestra clara de la agenda que lleva adelante el gobierno, y que quiere imponer desde hace un largo tiempo. También se avanzó en la privatización de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) y del Banco Internacional de Costa Rica (Bicsa). 
 Por otro lado, se aprobó la tan ansiada medida propuesta hace ya varios meses por el gobierno, que plantea la eliminación de las anualidades de los funcionarios públicos para los periodos 2021 y 2022. No podemos dejar de mencionar el cierre del Parque de Diversiones por tiempo indefinido, y la suspensión de 328 contratos, dejando únicamente 23 empleados activos. Estas suspensiones se realizaron bajo la tutela del Ministerio de Trabajo.

 La lucha se dirime en las calles

 A partir del 30 de septiembre empezaron a gestarse bloqueos de rutas en distintos puntos del país, coordinados por el Movimiento de Rescate Nacional. El punto álgido fue el 6 de octubre, día en que se dio una gran marcha convocada por 36 sindicatos, la CCSS (Caja de Seguro Social) y universidades, en apoyo al movimiento Rescate Nacional. El movimiento se encuentra dirigido por José Miguel Corrales y Célimo Guido, quienes ponen condiciones al gobierno para una mesa de diálogo. Corrales es exdiputado del PLN (Partido de Liberación Nacional) y pretende fundar un nuevo partido, lo cual muestra que la salida del conflicto corre el riesgo de ser un arreglo entre cúpulas. 
 El principal reclamo de este movimiento es que se descarte, al menos durante esta administración, cualquier tipo de acuerdo con el FMI. También afirman que no se levantarán los bloqueos hasta que se firmen sus condiciones, y exigen que cese el desalojo violento de las manifestaciones. Además se pronuncian en contra de la venta de activos estatales y de impuestos indirectos. 
 El sector empresarial no se encuentra ajeno a las dinámicas de lucha, y buscan direccionarlas hacia sus intereses personales de apertura comercial para no tener una caída en sus ganancias, a la vez que procuran que la consigna por impuestos a las riquezas no llegue a buen puerto. Nuestra propuesta va en diametral oposición, y es el no pago de la deuda, e impuestos al gran capital. 

 Una nueva ruptura en el gobierno nacional 

 El gobierno ha perdido la imagen positiva que tenía a comienzos de la pandemia, en momentos en los que no veían en el horizonte la crisis ya desatada. En los puntos de mayor combatividad la represión policial no ha tardado en llegar. Este es el caso de las provincias de Limón, Pérez Zeledón y Puntarenas, en las que se reprimió con gases lacrimógenos y se arrestó a decenas de manifestantes. 
 Ya en nuestra previa editorial habíamos mostrado que el gobierno se encontraba en una encrucijada para hacer pasar el presupuesto extraordinario de junio y julio, y luego frente a los desafíos de la aprobación del instrumento de financiamiento rápido del FMI. La fracción legislativa del PLN ha sido la más enérgica al solicitar que se retire el acuerdo con el FMI, pero ha habido una negativa por parte del conjunto de los partidos burgueses. 
 Finalmente, en medio de movilizaciones y con un potencial choque entre fuerzas políticas, el Ejecutivo retira la propuesta con el FMI, mientras que Carlos Alvarado se dirige a la opinión pública para mostrar un supuesto compromiso con la ciudadanía, y con los reclamos populares. Esto último con la explícita intención de frenar con los bloqueos y salvaguardar su imagen pública.

 Organicemos una salida clasista 

 Debemos denunciar el papel que toman las iglesias católicas que buscan contener los procesos de lucha, poniéndose como intermediarias entre el gobierno y los manifestantes. Las iglesias juegan su papel quemado de falsas pacifistas y condenan la continuación de los bloqueos. Es por esto que es vital continuar con los reclamos que ha puesto en primera plana el movimiento de mujeres, que reclama la separación de la Iglesia y el Estado, y su desligue de asuntos de interés público. Desde Juventud Obrera queremos celebrar la construcción de la jornada de lucha del 28S, y denunciar los femicidios que han aumentado en épocas de pandemia. Abogamos por la creación de un movimiento de mujeres clasista que se ponga a la vanguardia de las luchas, siendo este movimiento un baluarte para la pelea contra el conjunto del régimen y sus alianzas clericales. 
 A su vez, nos posicionamos en contra de la deuda usuraria y fraudulenta con las diferentes entidades financieras que acechan al país, con la clara conciencia política de que esta lucha debe ser también direccionada contra la misma burguesía nacional, expresada y condensada en las cámaras empresariales. La intervención de la izquierda debe ser antagónica a aquella que propuso el diputado José María Villalta del Frente Amplio, quien llamó a una negociación pacífica, y a levantar los bloqueos. Debemos recrudecer las luchas en las calles, y llevar al frente los reclamos de la clase trabajadora. 
 ¡Por una reorganización económica y social dirigida por la clase trabajadora! 

 Natalia Cruz, Roberto Sanchez Moreno