martes, 30 de marzo de 2010

El negocio de la droga en Estados Unidos



Estados Unidos no solamente es el mayor consumidor de drogas en el mundo sino también se ha convertido en uno de los mayores productores de marihuana al alcanzar las 10 000 toneladas métricas anuales y cuyas utilidades son mayores que la de alimentos como el maíz y la soya.
La mayoría de esta droga es sembrada en los parques nacionales como el bosque californiano de Secuoyas donde según Brent Word, supervisor de la Oficina de Narcóticos del Departamento de Justicia de ese Estado, traficantes mexicanos y estadounidenses emplean guardias armados y tendidos de cables que detectan cualquier intruso para proteger parcelas con miles de plantas, capaces de producir hasta 30 toneladas al año.
El Bosque Nacional de Secuoyas en el centro de California contiene un mosaico de plantaciones escondidas a lo largo de arroyos y cañadas, lejos de los senderos de excursionistas. Lo mismo ocurre en otros parques, entre ellos el Yosemite y en Apalachia, colindante con los Estados de Kentucky, Tennessee y West Virginia.
Además de estos sembrados en parques federales lejanos, también se incrementó la producción de marihuana en casas ubicadas en las ciudades. En estos centros, la hierba se cultiva bajo extremas medidas dentro de varios locales completamente cerrados.
Allí, el personal encargado de su cuidado permanece las 24 horas pues a las plantas no les puede faltar luz artificial, abono y agua. Las casas, hermetizadas para que las luces no se vean desde el exterior, son custodiadas permanentemente por los narcotraficantes.
Este negocio se ha incrementado en los Estados de La Florida y California. El cultivo es permanente y cada cosecha se evalúa en miles de dólares.
Esta droga ha sido objeto de cruces y mutaciones genéticas que han dado lugar a la marihuana transgénica y la sintética, las cuales cuentan con un 20 % de concentración de tetrahidrocannabinol (THC), que causa el doble de daño al sistema nervioso central, en comparación con la marihuana regular.
Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado en 2008 informó que Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas del mundo. Solo en cocaína, los norteamericanos consumen un tercio de la producción mundial.
Las cifras son significativas pues señala que 72 millones de estadounidenses mayores de 12 años, han consumido drogas alguna vez. Asimismo, lo han hecho el 41 % de los jóvenes que asisten a las escuelas secundarias y el 47 % de los preuniversitarios. El documento explica que el 62 % de los estudiantes de secundaria asiste a centros donde se trafica con drogas.
La comercialización reporta “beneficios” en Estados Unidos por más de 100 000 millones de dólares anuales que también ayudan a mover la economía en una sociedad donde el consumo es la base del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Las autoridades apenas confiscan el 1 %. A causa del consumo de drogas, 20 000 norteamericanos mueren cada año; decenas de miles van a parar a las cárceles.
El ex presidente William Clinton reconoció durante una audiencia congresional en 2007, que en Estados Unidos se consume el 50 % de las drogas producidas en el mundo, mientras su población es solo el 5 % del orbe.
Pese a que Washington acusa constantemente a otros países (en la mayoría en forma injustificada) de tener relaciones con el narcotráfico, muchos de sus funcionarios han reconocido que el problema fundamental se halla en su propio país.
En declaraciones recogidas por la agencia mexicana Notimex, en fecha tan lejana como diciembre de 1997, el ex director de la DEA, Thomas A. Constantine, reconoció que sin grupos de distribución en Estados Unidos los cárteles no podrían operar. Explicó que ellos necesitan (y tienen) en Norteamérica una red de administradores de alto nivel, transportistas, contadores, expertos en comunicaciones y personal de almacenamiento.
La canciller mexicana, Patricia Espinosa, afirmó recientemente que la violencia del narcotráfico en localidades de su país cercana con la frontera del vecino del norte, deriva de la falta de reducción del consumo de drogas en Estados Unidos.
Razón suficiente tiene Espinosa pues se conoce que más de 300 000 organizaciones y bandas, en el gigante del norte, participan en el control de la droga.
Con la actual crisis económica mundial, los precios de los estupefacientes se han incrementado abruptamente. Organizaciones No Gubernamentales norteamericanas que protegen a víctimas de ese flagelo, aseguran que el precio de un kilo de cocaína cuesta 2 500 dólares en Colombia, 4 000 en Panamá, 6 000 en Guatemala, 12 000 en México, 16 000 en la frontera norte del país azteca y 139 000 en Estados Unidos, o sea, 200 dólares el gramo en las calles.
En la sangrienta ruta desde Sudamérica hasta el principal mercado consumidor de la droga, su valor aumenta enormemente.
Son numerosos los informes que relacionan a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) con el tráfico de drogas para emplear el dinero en desestabilizar gobiernos o crear campañas adversas contra naciones que no se pliegan a sus exigencias.
Un estudio del Departamento de Estado reconoce que pese a la intervención militar norteamericana en Colombia, ese país sigue siendo el líder mundial en producción de cocaína con el 70 % del total de distribución mundial y el 90 % de procesamiento.
Por tanto, cada día son más incongruentes los informes emitidos en Washington sobre actividades de drogas pues el centro del negocio se encuentra concentrado en sus naciones aliadas y en su propio territorio.

Hedelberto López Blanch
Rebelión

El conflicto en materia de Derechos Humanos en el gobierno del Frente Amplio

En este artículo abordamos la política contradictoria del Frente Amplio en el ejercicio del gobierno uruguayo frente a los derechos humanos. En la primera parte, hacemos el elogio a la punición de Bordaberry, Goyo Alvarez y otros criminales. En la segunda parte, realizo la crítica en cuanto a la conducta en el plebiscito por el referéndum revocatorio de la Ley de Caducidad y a la promoción de los oficiales comandantes de los asesinatos del Hospital Filtro en agosto de 1994.

El dictador dos veces condenado

Mientras el Brasil discute la reedición del Plan Nacional de Derechos Humanos y la posibilidad de revisión de la Ley de Amnistía (1979, que amnistió a torturadores y guerrilleros, todos juntos), nuestros vecinos intentan ajustar cuentas con el pasado. El respetado semanario Brecha publicó en su tapa de 12/02 la figura del ex-presidente del Uruguay, Juan María Bordaberry. El co-autor del golpe cívico militar de 27 de junio de 1973 fue condenado a la pena máxima, 45 años en prisión domiciliaria (por la edad avanzada) si no se evade sin autorización. La sentencia, hasta ahora definitiva, fue dada por la jueza penal Mariana Moto basándose en una ley de cooperación con la Corte Penal Internacional en las materias de lucha contra el genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad. Ahora, cabrá al ex-presidente recurrir de la condena por desaparición forzada, homicidio político y atentado a la Constitución.
Este caso puede abrir un precedente importante para la cuestión de los derechos humanos en América Latina. Juan María Bordaberry ganó las más que sospechosas elecciones uruguayas de 1971. Si hubiera perdido, el político colorado y latifundista tenía como plan B la articulación, junto a las embajadas del Brasil y de los EUA, de la consecución de la Operación 30 Horas. La versión de la blitzkrieg para el Cono Sur consistía en la toma del territorio del Uruguay por las tropas brasileñas estacionadas a lo largo de los más de 1000 kms de frontera seca entre los dos países. Los blindados del Ejército de Brasil harían el papel de la caballería imperial y decidirían en la punta de los fusiles la elección de un gobierno bajo Estado de Sitio (o dictadura constitucional), luego de la gestión del también colorado y presidente con aires dictatoriales, el ex-boxeador Pacheco Areco. La invasión brasileña no fue necesaria gracias a la victoria en las elecciones fraudulentas. Dos años después, estaba dado el golpe, instaurando la dictadura que duraría hasta 1985.
Al hacer análisis político por comparación nos quedamos espantados de cuan lejos está Brasil de los países del Cono Sur de América. En el Uruguay y en la Argentina -que ya castigó a parte de los altos mandos dictatoriales- los activistas de derechos humanos luchan para condenar a la jerarquía intermedia de torturadores e intentan frenar la criminalización de la protesta política. Con todas sus limitaciones, hay que reconocer que hasta el Chile bajo los gobiernos de la Concertación, superó algunas trabas del Estado pinochetista y copndenó a operadores de la temida DINA (policía política de Pinochet) y otros órganos de colaboración en la Operación Cóndor.
En el Brasil, aún reclamamos que el gobierno de Lula ajuste una parte de las cuentas con el pasado dictatorial. En el apagar de las luces de 2009, es lanzado el Plan Nacional de Derechos Humanos y el mismo es rechazado en bloque por el ministro de la Defensa Nelson Jobim, el mismo que fuera ministro de la Justicia de FHC, posicionandose hombro a hombro con los comandantes de las Fuerzas Armadas. De su parte, Luiz Inácio Lula da Silva salió por la tangente, declarando no haber leído el decreto del PNDH antes de firmarlo. Desde las protestas castrenses a finales del año el Plan viene siendo lavado, manteniendo la amnistía para los autores de crímenes como tortura, secuestro, asesinato, violación, robo de niños y expolio de bienes personales.
Bordaberry puede estar en casa, pero está preso y condenado en dos instancias. Fue sentenciado en la Justicia formal del país donde fue dictador y también es “juzgado” en la memoria popular cultivada, no permitiendo olvidar aquello que jamás debería haber acontecido.

Lo inverso en la materia, al no condenar a los puestos intermedios, hacer media campaña de la Ley de Caducidad y promover a la jerarquía de la Guardia Republicana

En un artículo anterior abordamos el primer turno en las elecciones generales del Uruguay a partir de la óptica de Memoria, Verdad, Justicia y Punición a los torturadores y autores de crímenes de lesa humanidad. En este primer texto, se refleja el conflicto de castigar a quién hizo y no a quien hace o recibió órdenes para hacer. Recordando las variables que cruzamos, dimos énfasis que el aumento del margen electoral del Frente Amplio no acompañó a la profundidad punitiva que una parte de esta misma base frente amplista estaba esperando. Se dio lo opuesto. José Mujica ganó lejos de Alberto Lacalle en la segunda vuelta, pero en la primera vuelta, cuando el tema en pauta podría calentar la política nacional, el FA apostó poco en el referéndum revocatorio de la Ley de Caducidad. Éste, si se hubiera aprobado, podría haber llevado a un castigo transversal en todo el aparato represivo en el país que tuvo el mayor número absoluto de presos durante la Operación Cóndor.
El problema en ese caso era que quién pedía tranquilidad y calma era un ex-rehén de la dictadura cuando era preso político. Cuando Mujica era ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, fue algunas veces a aparecerse en la TV comparando el pago de la deuda externa del Uruguay con la deuda que los vecinos tendrían con el dueño del almacén de la esquina. En la práctica, su lenguaje popular sirve de colchón para los temas estratégicos absorbiendo la simpatía que, sumada la pachorra de tipo provinciana y comunitaria, lleva la calma a los barrios de tradición militante. El mismo se dio –y se da– cuando el tema llega a la posibilidad del castigo a los puestos intermedios de la represión en el periodo duro (pre y durante la dictadura uruguaya).
Es obvio que las soluciones del Frente Amplio son paliativas si las comparemos con las demandas de la militancia por los derechos humanos en el Uruguay. Lo mismo viene dándose en el gobierno de los Kirchner en la Argentina. El tema de las defensas y garantías individuales y la vigilancia sobre el aparato represivo se vuelven, en los gobiernos de izquierda parlamentaria, ventaja para el pasado dictatorial. En el Uruguay en el momento no hay presos políticos, aunque el gobierno de izquierda ya prendió gente más a la izquierda en los últimos cuatro años. Ya el número de militantes respondiendo a procesos llega casi a un centenar, lo que es demasiado para un país con poco más de 3 millones 200 mil residentes. También es preciso reconocer que, como de costumbre, en el otro lado del Río de la Plata, la situación es más complicada, pues durante los dos mandatos del Justicialismo más nacionalista y popular, hubo muertos, desaparecidos y presos políticos. Pero, hay una semejanza.
Comparando las políticas de Uruguay y Argentina actuales, hay un patrón repetido. Al tiempo que los políticos frenteamplistas condenan a los reconocidos autores de crímenes de lesa patria y lesa humanidad de tres décadas atrás, se esquivan ante de la defensa de los derechos humanos en la democracia contemporánea. El último asesinato del Estado uruguayo contra manifestantes fue en agosto de 1994, cuando una multitud se reunió para reivindicar el derecho de asilo a refugiados políticos del país vasco, en este caso, activistas conectados al brazo civil y público de la organización político-militar ETA. Era el penúltimo año del gobierno blanco de Alberto Lacalle, el mismo que ha perdido recientemente la segunda vuelta de las elecciones ante el ex-guerrillero José Mujica teniendo como vice al economista neoliberal Danilo Astori. En 24 de agosto de 1994, dos jóvenes con implicación en actividades barriales perdieron la vida.
En la ocasión, Fernando Morroni y Roberto Facal fueron asesinados por las tropas del Ministerio del Interior del Uruguay. El primero, en el correr de la lucha nocturna entre pueblo y tropas y el segundo, al viejo estilo, arrancado de su casa por mandos policiales en trajes civiles. La Justicia del país reconoció y condenó a los siguientes oficiales: capitán Jacinto Omar Ojeda y el teniente-coronel Juan Miguel Rolán que tenían poder de mando sobre los Coraceros, y a los mayores Héctor Darío Domínguez y Miguel Nery Moura quienes ejercieron poder de mando directo sobre los Granaderos. Como se sabe, ambos Regimientos, más los GEO (en la época aún como versión de las GES) – fuerzas especiales antidisturbios y contraterroristas– forman la punta de lanza de la represión en el interior del país hermano.
Desde entonces, presionado por la sociedad civil, ningún oficial superior del Regimiento venía siendo promovido. La propia oligarquía de la Banda Oriental, aún en el gobierno de Alberto Lacalle (Partido Nacional) y posteriormente con Sanguinetti y Jorge Battle (Partido Colorado), no se aatrevió a promover a los oficiales de la unidad que dejó el país en pie de guerra. Ya el gobierno de Tabaré Vázquez, según denuncia que oí en vivo de integrantes de la Plenaria Memoria y Justicia durante el 8º Encuentro Latino Americano de Organizaciones Populares Autónomas (Elaopa), realizado en Lagomar, Canelones en febrero último (2010), aplicó la receta opuesta.
El temido Regimiento de Coraceros tuvo promociones durante el gobierno del médico oncólogo natural del histórico barrio de La Teja (zona oeste de la capital, legenda de militancia y combatividad clasista). ¡Lo que ni Lacalle, Sanguinetti o Battle tuvieron el coraje de realizar, aún durante la crisis económica de 2002, la izquierda parlamentaria lo terminó haciendo! ¿Los motivos? Una hipótesis es señalar que una parcela del Poder Moderador de las fuerzas del orden, sigue bienvenida. La otra es mostrar a la izquierda más radicalizada que existe un límite de tolerancia en la protesta social.
En el entender de este analista, ambas respuestas son válidas.

Bruno Lima Roch, politólogo radicado en el sur de Brasil (blimarocha@gmail.com), docente universitario y militante del frente de medios Elaopa.org

domingo, 28 de marzo de 2010

EE.UU. : las verdaderas cifras del estado de la Unión



Un niño de cada dos comerá gracias a los bonos de alimentos

En 2008, 49 millones de norteamericanos vivían en “la inseguridad alimentaria”, una subida de 13 millones en relación a 2007. Cerca de 17 millones de niños viven en hogares donde pueden faltar alimentos. El 49,2% de los niños comen al menos una vez en el curso de su infancia gracias a los bonos de alimentos.

46 millones sin Seguridad Social

Esta cifra se eleva incluso a 75 millones si se le añade la de aquellos cuyo seguro tiene coberturas tan mínimas que están considerados como muy mal asegurados, y no pueden tratarse sanitariamente, de forma regular y en buenas condiciones.

14,3 millones de parados

En enero de 2010, el número de trabajadores activos norteamericanos que perciben un subsidio de paro ha alcanzado los 4,78 millones. En diciembre de 2009, el 10% de la población activa o sea 14,3 millones de trabajadores estaban en paro, frente al 5% de diciembre de 2007, fecha en la que la crisis salió a la luz.

Muy pronto más de 3 millones de desahucios

2,8 millones de embargos inmobiliarios han sido contabilizados en 2009. Se esperan más de 3 millones en 2010. De media, una vivienda de cada 45 ha sido objeto de un proceso de embargo, incluso una de cada 10 en Nevada. Desde 2007 el número de embargos ha aumentado un 120 por ciento.

EN EL ESTE DE EUROPA, LA GENTE SUSPIRA POR EL SOCIALISMO

En los densos bosques de la idílica isla Persin sobre el Danubio, hogar del águila marina y el cormorán pigmeo en riesgo de extinción, se encuentran los espantosos restos de un campo de exterminio de la era comunista.
Cientos de "enemigos del régimen" perecieron a causa de las palizas, la desnutrición y el cansancio entre 1949 y 1959 en el campo de concentración de Belene en Bulgaria, donde a los cerdos se les daba de comer cadáveres.
Veinte años después de la caída del comunismo, Belene quedó casi olvidado, sólo una pequeña placa de mármol cuenta su horripilante historia. Y la nostalgia por el pasado está creciendo en este pequeño país de los Balcanes y por todo el ex bloque soviético.
El fracaso del capitalismo a la hora de mejorar los niveles de vida, imponer el Estado de derecho y domar la corrupción y el nepotismo han dado lugar a cálidos recuerdos de los tiempos en que los que el índice de paro era cero, la comida era barata y la seguridad estaba garantizada.
"Lo malo ha quedado en el olvido", dijo Rumen Petkov de 42 años, un ex guardia y ahora empleado de la única prisión que todavía funciona en la isla de Persin.
"La nostalgia es palpable, particularmente entre los ancianos", dijo, frente a los escombros de otra cárcel abierta en el lugar después de que el campo fuera cerrado en 1959. Los comunistas encarcelaron a decenas de turcos en la década de 1980 cuando se negaron a cambiar sus nombres al búlgaro.
Algunos jóvenes de la empobrecida ciudad de Belene, conectada a la isla mediante un puente, también recuerdan: "Vivíamos mejor en el pasado", dijo Anelia Beeva, de 31 años.
"Nos fuimos de vacaciones a la costa y a las montañas, había abundante vestimenta, calzado, alimento. Y ahora la parte más grande de nuestros ingresos se gasta en alimentos. La gente que tiene títulos universitarios está desempleada y muchos se van al exterior", agregó.
En los últimos años han abierto en Rusia varios restaurantes ambientados en la era soviética: algunos organizan noches nostálgicas donde los jóvenes se visten como pioneros -la versión soviética a los scouts- y bailan al son de clásicos soviéticos.
El champán soviético y los chocolates Octubre Rojo siguen siendo favoritos en las celebraciones de cumpleaños. En verano pueden verse camisetas de la "USSR" y gorras de béisbol por todo el país.
Si bien hay pocos deseos reales de que se reestablezcan antiguos regímenes, los analistas dicen que la apatía es un resultado clave.
"El gran daño de la nostalgia es que agota la energía para el cambio significativo", escribió el sociólogo búlgaro Vladimir Shopov en el portal virtual BG History.
Las esperanzas de alcanzar a los adinerados vecinos occidentales han sido reemplazadas por la sensación de injusticia, debido a una brecha cada vez más amplia entre ricos y pobres.
En Hungría, uno de los países más golpeados por la recesión económica, un 70 por ciento de los que ya eran adultos en 1989 dicen estar decepcionados con los resultados del cambio de régimen, según un estudio de la empresa de encuestas Szonda Ipsos.
La gente en los ex países yugoslavos, marcados por las guerras étnicas de los 90 y aún fuera de la UE, muestran nostalgia por la era socialista de Josip Broz Tito cuando, a diferencia de ahora, viajaban por Europa sin necesidad de visa.
"Todo era mejor entonces. No había crimen en las calles, los empleos eran seguros y los salarios alcanzaban para llevar una vida decente. Hoy casi no puedo sobrevivir con mi jubilación de 250 euros (370 dólares) al mes", dijo Koviljka Markovic, de 70 años.

ERA DORADA

En Bulgaria, los 33 años de régimen dictatorial de Todor Zhivkov comienzan a parecer una era de oro para algunos, comparado con la furiosa corrupción y crimen que siguieron a su derrocamiento.
Más de un 60 por ciento dice que vivía mejor en el pasado, aunque las filas para hacer compras eran comunes, los contactos eran la única forma para conseguir artículos de valor, los vaqueros y la Coca-Cola estaban prohibidos y comprar un auto tenía 10 años de espera.
"Para una parte de los búlgaros la seguridad social resultó ser más preciada que la libertad", escribieron los historiadores Andrei Pantev y Bozhidar Gavrilov en un libro sobre las 100 personas más influyentes de la historia del país.
Casi tres años después de haber entrado a la UE, el salario medio de Bulgaria es de 300 euros y la jubilación de unos 80 euros sigue siendo la más baja del bloque. Los ingresos en países más influentes como Polonia y República Checa, que ingresaron al bloque en el año 2004, aún son una fracción de los de Europa occidental.
Un sondeo global de 2008 realizado por Gallup colocó a Bulgaria, Serbia y Rumania entre los 10 países más descontentos del mundo.
"La generación de nuestros padres estaba mucho más satisfecha con lo que tenía. Todo el mundo quiere más de todo estos días", dijo Zsofia Kis, una estudiante de 23 años en Budapest, refiriéndose al modo en que los regímenes comunistas mantenían bajo el desempleo de forma artificial.

sábado, 27 de marzo de 2010

El pueblo salvadoreño conmemora a Monseñor Romero en el 30 aniversario de su asesinato



Hace 30 años, el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba misa en la capilla del hospitalito, Monseñor Oscar Arnulfo Romero fue asesinado a balazos. Su nombramiento en 1977 como Arzobispo, había sido celebrado por la oligarquía, era su hombre, pero los años de su arzobispado estuvieron marcados por una profunda convulsión social y una represión de lo más brutal contra los campesinos y obreros que eran masacrados simplemente por organizarse y defender sus derechos. El asesinato en marzo de 1977 del sacerdote y amigo de Monseñor Romero, Rutilio Grande, junto con dos campesinos, uno apenas siendo niño y el otro un anciano, fue abriéndole los ojos.
Rutilio Grande había jugado un papel muy activo en la organización de los campesinos en Aguilares, era un sacerdote comprometido que profesaba la teología de la liberación. No fue el único sacerdote que fuera asesinado por el gobierno militar de Carlos Humberto Romero y sus escuadrones de la Muerte. Podemos mencionar a Alfonso Navarro (11 de mayo de 1977), Ernesto Barrera Moto (28 de Noviembre de 1978), Octavio Ortíz (20 de enero de 1979), Rafael Palacios (20 de junio de 1979) y Alirio Napoléon Macías (4 de agosto de 1979).
Esta persecución contra la iglesia no era otra cosa más que la continuación de la represión al conjunto del pueblo salvadoreño, estos sacerdotes solían venir de las clases bajas y eran influenciados por los más pobres y humildes, era tal la brutalidad del régimen que el clero se dividió en líneas de clase, donde era lo más común ver a los sacerdotes de baja graduación luchando junto a los obreros y campesinos.
Incluso algunos de estos sacerdotes recibieron de forma negativa el nombramiento de Oscar Romero como nuevo Arzobispo de San Salvador. Era amigo personal de la oligarquía pero terminaría dando un giro de 180º.

Romero y el pueblo salvadoreño

Romero fue influido por un pueblo revolucionario y de su boca salieron las más firmes denuncias contra la represión, la injusticia social, contra los militares, escuadrones de la muerte y la oligarquía. Su programa de radio era escuchado atentamente por los más pobres del país y fuera de las fronteras de El Salvador, era además un medio de difusión donde se enteraban de las luchas aquellos sectores marginados que no tenían otro medio de información creíble. Defendió el derecho a que las masas a la organización, en alguna ocasión criticó a los campesinos que no estaban organizados y les dijo que era un pecado no luchar por sus derechos. Pero también llamaba a los sectores organizados a no caer en sectarismo, a que comprendieran que no todo el pueblo estaría organizado, criticaba el sectarismo y buscaba la unidad de las organizaciones de masas, saludó con gran alegría la unión de estas organizaciones cuando en Enero formaron la poderosa Coordinadora Revolucionaria de Masas.
Criticaba también la violencia de las organizaciones político militares o de las mismas organizaciones de masas, pero entendía bien y explicaba que esta era una respuesta ante la represión y no era comparable a la violencia ejercida contra el pueblo. Romero no era un socialista científico, creía en la conversión del hombre, incluso de sectores de la oligarquía, hacia un llamado a que no mantuvieran sus riquezas a costa de tanta explotación y represión, les decía que se quitaran los anillos sino querían que les cortaran los dedos o la mano. Sabía que se podría dar, y se dio, una respuesta muy dura de las masas contra los más ricos del país. Fue la voz de los sin voz, sus homilías eran los gritos reprimidos y denuncias de millones de obreros y campesinos explotados.
Ante las fuertes amenazas recibidas, Romero no detuvo sus denuncias, dijo que si lo asesinaban resucitaría en el pueblo salvadoreño y no se equivocó.

El pueblo recuerda a su mártir

Romero esta arraigado en el pueblo salvadoreño, este año ya hemos visto una gran cantidad de actividades que le rinden homenaje, grupos religiosos, pero también sindicalistas, organizaciones juveniles, populares, el propio FMLN y en esta ocasión hasta el propio parlamento y el presidente le han rendido tributo. Un nuevo disco con cantantes revolucionarios, libros, documentales, han aparecido para rendirle tributo.
El pasado sábado 20 de marzo se hizo la tradicional procesión de farolitos, miles de personas, con una gran asistencia de extranjeros, conmemoran así a este mártir del pueblo salvadoreño. En la plaza Gerardo Barrios al frente de la Catedral, se desplegó una enorme Manta de Romero, al lado se colocaron globos con gas helio de colores rojo y blanco, cada uno tenia una foto de un mártir. También se colocaron, rostros pintados de rojo y negro de importantes luchadores salvadoreños. Ente otros estaba Mélida Anaya Montes, dirigente magisterial de ANDES 21 de junio y fundadora de las FPL donde se conocería como Comandante Ana María; se encontraba también su compañero de lucha con quien al final de su vida tuviera algunas diferencias políticas, Salvador Cayetano Carpio, fundador de las FPL donde sería el comandante Marcial, en su tiempo también fue el principal dirigente sindical del país; la dirigente obrera Febe Elizabeth Ramírez, asesinada el 31 de octubre de 1980 entre otros más decoraban la plaza recordando la historia de lucha de nuestro pueblo.
Frente a la catedral se puso un templete donde se celebraría la misa, durante la misma cuando se mencionaba o aparecía en la pantalla gigante la imagen de Norman Quijano, alcalde de San Salvador por el partido ARENA, se escuchaban los abucheos de las miles de personas presentes. Cuando terminó el sermón miles de gargantas gritaban: “Queremos obispos al lado de los pobres, queremos obispos al lado de los pobres”. Una señora se acerco al puesto de libros que llevamos los compañeros del Bloque Popular Juvenil, hablando de la literatura revolucionaria terminó recordando el día en que se ofició la misa de cuerpo presente por el asesinato de Romero, en marzo de 1980. Fue una de las 50 mil asistentes, decía que ella estaba ahí presente cuando empezaron los disparos, la derecha no respetó ni la muerte de Romero y perpetuó otra masacre, es cierto cuando se dice que era como asesinar nuevamente a Romero al matar a su pueblo. Recordaba también como la limpieza municipal entraría con grandes chorros de agua para quitar la sangre regada en la plaza cívica y no dejar rastros. La memoria de la lucha revolucionaria y del Arzobispo que se puso al lado de los pobres aunque eso significara su muerte, sigue aun viva.

Cese a la impunidad: Derogación de la amnistía contra los asesinos del pueblo

El congreso salvadoreño aprobó declarar el 24 de marzo como el día de Monseñor Romero, esta medida no tuvo el apoyo de ARENA ni de PCN, este último era el partido en el gobierno mientras Oscar Romero fue arzobispo. Por su parte Mauricio Funes debelaría un mural en el Aeropuerto Internacional con pasajes de la vida del arzobispo y por primera vez en 30 años pidió perdón por parte del Estado por el magnicidio.
“Pido perdón por ese magnicidio perpetrado hace 30 años, pido perdón a la familia de Romero, mis más sinceras condolencias, también al pueblo salvadoreños que fue, es y será la gran familia de Monseñor Romero, así como a las miles de familias que fueron dañadas por este tipo de violencia inaceptable”, señaló el presidente Funes.
Esta declaración es sin duda importante, pero lo que debemos buscar es que no vuelvan a ocurrir crímenes semejantes, se debe luchar por depurar al Estado de los elementos reaccionarios y represores que estén inmiscuidos en las distintas estructuras como la policía, el ejército, los tribunales, etc. Se debe buscar castigo para los culpables del asesinato de Romero.
En diciembre del 2000 la comisión interamericana de derechos humanos hizo una recomendación al gobierno de eliminar la ley de amnistía aprobada en 1993 después de terminado el conflicto armado donde impide juzgar los atroces crímenes del pasado. Funes dijo que a él no le correspondía decidir eso sino al poder judicial. Funes no debe actuar como cuando estaban juzgando a Jesucristo y Poncio Pilatos simplemente se lavo las manos dejándole la decisión a otros poderes.
Esto nos parece un grabe error del presidente Funes, quien ha señalado su admiración a Romero, debe unir su voz a los reclamos de justicia por las cuales luchó hace 30 años el obispo mártir, esto no se trata de divisiones formales de poderes sino una básica y elemental defensa de la justicia. Aun cuando no le competa directamente al ejecutivo estas funciones, Funes debe abrir todos los canales para llegar a la justicia deseada y levantar su voz firmemente a favor de que se haga justicia.
Desde el BPJ consideramos que se debe eliminar la Amnistía contra los que cometieron asesinatos y torturas contra el pueblo para hacer una investigación exhaustiva del crimen a Romero y juzgar a los culpables, como un primer paso de justicia contra todos los crímenes de guerra perpetuados contra obreros, campesinos y estudiantes.

La oligarquía y su Estado fueron los culpables del asesinato

El periódico digital elfaro.net ha publicado una reveladora entrevista realizada por Carlos Dada donde el capitán Rafael Álvaro Saravia, presunto asesino de Romero, explica la complicidad entre distintos escuadrones de la muerte para realizar el asesinato. Señala que Roberto D’Aubisson, autor intelectual del asesinato, utilizó parte del equipo logístico de Mario Molina, hijo del expresidente Arturo Molina.
Rafael Saravia recose haber participado en la operación del magnicidio pero niega haber sido el ejecutor. La historia no es una suma de acciones de individuos, son fuerzas de clase vivas que chocan entre si aunque es verdad que los individuos pueden jugar un papel, en algunos momentos hasta determinante, pero lo hacen bajo las condiciones objetivas en las cuales se desarrolla.
Independientemente de quien haya sido el asesino practico, este fue un acto que obedecía al sentir de la burguesía y los militares más reaccionarios y anticomunistas. El miedo a la palabra de monseñor y su efecto en un pueblo organizado y en lucha revolucionaria fue lo que les hizo tomar esa decisión.
Se debe luchar por una sociedad donde se erradique la injusticia social, que era vista correctamente por monseñor como la causa de la violencia. En alguna ocasión monseñor dijo que el pueblo debe ser artífice de su propia sociedad, ya sea democrática, socialista o comunista. Construir una sociedad con justicia social pasa por que haya real justicia ante los crímenes cometidos contra el pueblo.

Monseñor habla nuevamente en la catedral

“Aquí no hay señales de muerte sino señales de vida”, esas fueron las palabras iniciales de la homilía celebrada en la cripta de la catedral el 24 de marzo de 2010 por parte del obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Samuel Ruiz quien ha apoyado y defendido a las comunidades zapatistas e indígenas más pobres de México.
La cripta de Monseñor estaba decorada con flores, pensamientos, fotos y cartas del pueblo. La gente que lo conoció, que iba a escuchar sus homilías a la catedral no podía contenerse las lágrimas. Había también dibujos de niños con su imagen. Existió una conexión, una interrelación dialéctica entre Monseñor y el pueblo salvadoreño que incluso hoy a 30 años de su muerte se hace presente. Nosotros los marxistas creemos que la única vida que tenemos es esta y no hay otra, pero en cierto sentido uno puede seguir viviendo, no es falso decir que Monseñor resucitó en su pueblo porque sus homilías tenían un fuerte contenido de clase, reflejaban el sentir de los obreros y campesinos que hoy mismo pasan hambre y luchan por una sociedad más justa.
Las palabras de Samuel Ruiz fueron profundas. “Aun recordamos a las madres que iban a las cárceles y los hospitales a buscar a sus hijos desaparecidos”, recordó los duros días de la lucha que derivarían en 12 años de guerra civil con un saldo 75 mil muertos. “No se trata de abrir viejas heridas que ya están cicatrizando, pero sería injusto hablar de Monseñor Romero sin hablar del pueblo por el que luchó”.
En cada momento era interrumpida la homilía por los aplausos del pueblo salvadoreño ahí presente, Samuel Ruiz reiteradamente señalaba lo injusto de este sistema político y económico que tiene que recurrir a Militares y paramilitares para reprimir al pueblo, que mantiene a millones en la pobreza y que están acabando con los recursos naturales del planeta. Fue claro al decir que de nada sirven gobiernos democráticos o de oposición sino acaban con la injusticia social que es la raíz del problema.
Una de las partes más emotivas fue cuando dijo: “Ustedes tuvieron el privilegio de conocer y convivir en persona con Monseñor Romero, pero desde hace 30 años con respeto les digo que Romero no les pertenece solo a ustedes es un ser universal que pertenece a toda la humanidad”.
Esta homilía nos trae a la mente al mismo mártir del pueblo asesinado hace 30 años, que por momentos parecía que se hacia presente. Romero es un mártir muy querido entre los miles que han sido asesinados por la derecha anticomunista de El Salvador, su mensaje que llamaba a luchar contra la injusticia social, contra la represión y el derecho de los campesinos y obreros a la organización sigue vivo. En el BPJ consideramos que nuevos vientos de cambio están soplando en El Salvador y América Latina, la derrota de la derecha en nuestro país hace un año es un paso importante para construir otro nuevo El Salvador, pero falta mucho para sentirnos satisfechos y ver la sociedad igualitaria por la que luchaba Romero.
Los primeros cristianos creían en una distribución equitativa de las riquezas viviendo en igualdad y comunidad, eso es posible en la actualidad bajo la condición de expropiar las grandes riquezas de la oligarquía y el imperialismo que bajo una economía planificada administrada democráticamente por los trabajadores puede conseguir una sociedad igualitaria, donde halla empleo, salario, educación, salud, alimentación para todos y con ello no tener necesidad de recurrir a asesinatos o robos violentos. El BPJ da su pequeña aportación a esta larga lucha de este pueblo heroico dejando en claro que no desfalleceremos hasta ver la sociedad con plena igualdad social por la que luchaba y dio su vida Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Juan Barrera Santiago
San Salvador, 25 de Marzo de 2010

CRONOLOGÍA DE LAS LEYES APLICADAS POR LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CONTRA CUBA PARA REFORZAR EL BLOQUEO.



Antecedentes:

En un documento oficial suscrito el 6 de abril de 1960 por L. D. Mallory, funcionario del Departamento de Estado quien reconoció que “la mayoría de los cubanos apoyan a Castro y no existe una oposición política efectiva” el único medio previsible para enajenar el apoyo interno es a través del descontento y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas
Debe utilizarse cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba.
Una línea de acción que tuviera el mayor impacto es negarle dinero y suministros a Cuba para disminuir los salarios reales y monetarios a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.
El documento fue desclasificado por los EE.UU. en el año 1991. El Secretario de Estado de Eisenhower lo calificó como “guerra económica”.
Este documento considerado como la plataforma programática del bloqueo fue enviado al presidente Eisenhower, quien inició el bloqueo más largo en la historia de la humanidad. Esa política de guerra contra Cuba ha sido mantenida por todas las sucesivas administraciones de los EE.UU. incluyendo la actual administración del presidente Barack Obama

Cronología de las leyes norteamericana utilizadas contra Cuba:

I.Ley del Comercio contra Cuba (TWEA). se trata de una vieja ley aprobada en el año 1917 contra Alemania como medida de guerra para restringir el comercio con naciones consideradas hostiles. se aplicó reciente y únicamente a Cuba por el gobierno de Obama.
II.Ley de Asistencia al Exterior, promulgada en septiembre de 1961 durante el gobierno de Dwight D. Eisenhower.
III.Ley de Ajuste Cubano, firmada por el presidente Lindon Jhonson, que establece excepcionalidades migratorias para cualquier cubano que llegue a territorio norteamericano sin reparar, en la forma ni el método empleado para ello. la ley facultó al Fiscal General para conceder la condición de residente permanente en EE.UU. a cualquier ciudadano cubano arribante por vía ilegal al territorio de los EE.UU. esta ley, exclusiva para los cubanos, tiene como objetivo promover las salidas ilegales de Cuba. cuenta con una amplia propaganda mediática por parte de los medios anticubanos. la ley de ajuste cubano ha estimulado el tráfico de personas. por ella se han recibido y admitido en territorio norteamericano a los asesinos y los secuestradores de aeronaves y de embarcaciones.
Aquellos que han llegado a territorio estadounidense, viajando en frágiles embarcaciones, automáticamente han encontrado la residencia., pero también son incontables los cubanos que han encontrado la muerte en el agitado mar del estrecho de la Florida.
IV.Ley de administraciones de exportaciones adoptada en 1979 por el gobierno de Carter que otorga al Presidente de los EE.UU. facultad para controlar las exportaciones y rexportaciones de bienes y tecnologías a Cuba.
V.Ley Torricelli firmada por Bush padre, en octubre de 1992, a raíz de la desaparición de la URSS prohíbe a compañías subsidiarias norteamericanas establecidas en terceros países realizar transacciones con Cuba o con nacionales cubanos. Prohíbe a las embarcaciones extranjeras que toquen puertos cubanos la entrada en territorio norteamericano por un plazo de 6 meses.
VI.Ley Helms-Burton. adoptada por el congreso de los EE.UU. en el periodo del presidente Clinton, en marzo de 1996, cuyos objetivos esenciales son desestimular la inversión extranjera y lograr la internacionalización del bloqueo a cuba. Limitó las prerrogativas del Presidente para suspender esta política. prohibió la entrada a EE.UU. de directivos de empresas extranjeras y sus familiares si invirtieran en antiguas propiedades norteamericanas confiscadas y permitió establecer demandas en su contra en los tribunales de EE.UU. es una ley que tiene carácter extraterritorial porque afecta también a ciudadanos de terceros países.
VII.El gobierno de George Bush aplicó en mayo del 2004 la limitación de las remesas de los cubanos residentes de los EE.UU. a sus familiares y sus visitas a Cuba a cada tres años.

Consecuencias de estas leyes anticubana.

1.El 70 por ciento de la población cubana ha vivido bajo el bloqueo.
2.Por estudios muy cuidadosos realizados por expertos, y escogiendo los datos mas conservadores, han considerado que las perdidas en valores financieros de la revolución cubana por causa del boqueo han sido de cientos de millones de dólares.
3.La población ha sido sometida a serias penurias que se reflejan en la vida cotidiana.
4.Todas las ramas de la economía, la salud, ciencias, cultura, deportes y la colaboración solidaria con los países del tercer mundo han sido perjudicadas.

Otras acciones

Las leyes se acompañaron de hostigamientos por sabotajes a las industrias, agricultura. Sabotajes a empresas, bombardeos aéreos por aviones procedentes de la florida, ataques militares (Girón) guerra mediática, guerras bacteriológicas contra seres humanos, animales y plantaciones.
Creación de una mafia anticubana para tratar de ocultar las acciones de la CIA, el Pentágono, FBI y principalmente del ejecutivo de los Estados Unidos de norteamerica.
La Unión Europea y los Estados Unidos de América han iniciado otra campaña mediática que incluye la utilización de grupos de desclasados a sueldo del presupuesto de los EE.UU. y violan el Artículo 45 de la Constitución de la República de Cuba.

Rodolfo Puente Ferro

Documento del Consejo Nacional Comunista de Chile.



¿Con qué moral?

Circulan por todos los medios de manipulación en Chile y seguramente fuera de nuestro país las airadas y resonantes declaraciones contra Cuba y su gobierno a causa del deceso de un reo que sostenía una huelga de hambre en una cárcel cubana. Lamentamos, naturalmente, la muerte de un ser humano, pero sobre todo lamentamos que un cubano haya sacrificado su vida en aras de los intereses de una potencia extranjera, enemiga de su Pueblo y en aras de los mezquinos intereses de una minoría sediciosa que quiere volver a someter a su Patria a los oscuros designios del imperialismo.
En territorio cubano se tortura y se mantiene una cárcel ilegal, al margen de toda jurisprudencia y violando todos los principios que sustentan la declaración de los derechos humanos. Pero eso se hace en la ocupada base de Guantánamo, por el mismo gobierno y Estado que orquesta y financia la campaña contra Cuba y su Pueblo, por el mismo poder que mantiene un criminal bloqueo económico contra la patria de Martí desde hace más de 50 años: el gobierno de los Estados Unidos de América.
En Chile los serviciales representantes de los intereses antipopulares y pro-imperialistas hacen su respectivo coro para atacar a Cuba, sumándose a la campaña internacional de infamias organizada por el imperio del mal.
Son los mismos golpistas o neo-golpistas que promovieron y sustentaron la sangrienta tiranía pinochetista. Los mismos que garantizaron la absoluta impunidad para los violadores a los derechos humanos en Chile hasta el día de hoy. Los mismos que durante más de 20 años han decorado con el nombre de democracia la institucionalidad ilegítima impuesta por la tiranía para consagrar el despojo de los derechos de los trabajadores y el despojo de la soberanía de los chilenos sobre los recursos naturales y los servicios que satisfacen las necesidades básicas de la población.
Son los mismos cortesanos impúdicos que se apoltronan alegre y despreocupadamente en el parlamento al lado de los antiguos funcionarios de la dictadura.
¿Con qué moral alzan su voz contra Cuba quienes participaron y se enriquecieron con la dictadura de Pinochet?
¿Con qué moral alzan su voz contra Cuba quienes promovieron el golpe de estado contra el gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende, desatando la orgía de sangre y atropellos a los derechos humanos que duró 17 nefastos años en Chile y que todo el mundo conoce?
¿Con qué moral alzan su voz contra Cuba los que durante 20 años se han dedicado a blanquear la imagen de la ultraderecha chilena y a conservar el regresivo modelo político, económico y social impuesto por el régimen militar que consagra la desigualdad y la exclusión social y política de las mayorías, favoreciendo a los grupos económicos locales y a las transnacionales que operan en nuestro país?
¿Con qué moral alzan su voz contra Cuba los que participaron en el gobierno de la coalición concertacionista, responsable de la represión a las comunidades mapuche, del encarcelamiento de sus dirigentes bajo la ley antiterrorista y de la muerte a manos de las fuerzas represivas del Estado de los comuneros mapuche Alex Lemún, Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío, como del asesinato a manos de cinco infantes de marina, de David Riquelme, cartonero de Hualpén?
¿Con qué moral alzan su voz contra Cuba los miembros de la coalición que gobernaba Chile cuando el Estado impuso la alimentación por la fuerza a la activista por la causa mapuche y prisionera política Patricia Troncoso, mientras ella se encontraba en huelga de hambre en 2008?
¿No saben acaso estos hipócritas que la Convención de Malta consagra el respeto a la dignidad y voluntad de un detenido en huelga de hambre?
¿Con qué moral se atreven a alzar su voz contra Cuba aquellos que se desvelaron en los esfuerzos por arrebatarle a la jurisprudencia internacional el derecho de procesar por sus numerosos y horrendos crímenes en Chile y en otros países del mundo a Augusto Pinochet, quien terminó su funesta existencia gozando de la más absoluta impunidad en territorio chileno?
¿Con qué moral se atreven a señalar a Cuba con su indecente dedo quienes se burlaron descaradamente de la comunidad internacional a la que prometieron juzgar y condenar al dictador?
¿Con qué moral el autodenominado partido “socialista” se atreve a alzar su voz contra Cuba y su Revolución?
¿Con qué moral aquellos que profitaron de la absolutamente desinteresada solidaridad del Pueblo cubano en las horas más oscuras y amargas de nuestra historia tienen el descaro de señalar con su dedo a Cuba, uniéndose a los sectores más reaccionarios de la sociedad chilena y sumándose a las iniciativas del enemigo más hostil hacia la Revolución Cubana y su pueblo?
La Revolución es la guerra de la Libertad contra la tiranía. Esta guerra en Cuba dura ya más de 50 años, durante los cuales el imperialismo norteamericano no ha tenido ningún escrúpulo y no ha dejado de violar ningún derecho con el fin de aplastar al heroico Pueblo Cubano.
Se han sucedido invasiones militares fracasadas, ataques químicos y biológicos contra la población y contra los sectores productivos agropecuarios, atentados a dirigentes políticos y sociales, un bloqueo económico brutal que lleva más de medio siglo y la voladura de barcos y aviones de pasajeros, además de la amenaza directa de aniquilación nuclear.
La Revolución cubana tiene todo el derecho a defenderse pues representa los intereses de la mayoría de la población y no le vamos a pedir que se debilite frente a la sedición y la acción de los agentes de quien la agrede, sean estos culpables de traición o de ingenuidad criminal.
Los enemigos de la Revolución Cubana, los enemigos de la Humanidad no prevalecerán con la mentira allí donde no han logrado prevalecer ni con la sedición ni con el sabotaje ni con las armas.

¡¡ Libertad para lo Cinco Héroes cubanos encarcelados en EEUU!!
¡¡ Libertad para los prisioneros políticos mapuche en Chile!!

jueves, 25 de marzo de 2010

La reforma sanitaria de Estados Unidos



Barack Obama es un fanático creyente del sistema capitalista imperialista impuesto por Estados Unidos al mundo. “Dios bendiga a Estados Unidos”, concluye sus discursos.
Algunos de sus hechos hirieron la sensibilidad de la opinión mundial, que vio con simpatías la victoria del ciudadano afroamericano frente al candidato de la extrema derecha de ese país. Apoyándose en una de las más profundas crisis económicas que ha conocido el mundo, y en el dolor causado por los jóvenes norteamericanos que perdieron la vida o fueron heridos o mutilados en las guerras genocidas de conquista de su predecesor, obtuvo los votos de la mayoría del 50% de los norteamericanos que se dignan acudir a las urnas en ese democrático país.
Por elemental sentido ético, Obama debió abstenerse de aceptar el Premio Nobel de la Paz, cuando ya había decidido el envío de cuarenta mil soldados a una guerra absurda en el corazón de Asia.
La política militarista, el saqueo de los recursos naturales, el intercambio desigual de la actual administración con los países pobres del Tercer Mundo, en nada se diferencia de la de sus antecesores, casi todos de extrema derecha, con algunas excepciones, a lo largo del pasado siglo.
El documento antidemocrático impuesto en la Cumbre de Copenhague a la comunidad internacional ­―que había dado crédito a su promesa de cooperar en la lucha contra el cambio climático― fue otro de los hechos que desilusionaron a muchas personas en el mundo. Estados Unidos, el mayor emisor de gases de efecto invernadero, no estaba dispuesto a realizar los sacrificios necesarios a pesar de las palabras zalameras previas de su Presidente.
Sería interminable la lista de contradicciones entre las ideas que la nación cubana ha defendido con grandes sacrificios durante medio siglo y la política egoísta de ese colosal imperio.
A pesar de eso, no albergamos ninguna animadversión contra Obama, y mucho menos contra el pueblo de Estados Unidos. Consideramos que la Reforma de Salud ha constituido una importante batalla y un éxito de su gobierno. Parece sin embargo algo realmente insólito que 234 años después de la Declaración de Independencia, en Filadelfia en el año 1776, inspirada en las ideas de los enciclopedistas franceses, el gobierno de ese país haya aprobado la atención médica para la inmensa mayoría de sus ciudadanos, algo que Cuba alcanzó para toda su población hace medio siglo a pesar del cruel e inhumano bloqueo impuesto y todavía vigente por parte del país más poderoso que existió jamás. Antes, después de casi un siglo de independencia y tras sangrienta guerra, Abraham Lincoln pudo lograr la libertad legal de los esclavos.
No puedo, por otro lado, dejar de pensar en un mundo donde más de un tercio de la población carece de atención médica y de medicamentos esenciales para garantizar la salud, situación que se agravará en la medida en que el cambio climático, la escasez de agua y de alimentos sean cada vez mayores, en un mundo globalizado donde la población crece, los bosques desaparecen, la tierra agrícola disminuye, el aire se hace irrespirable, y la especie humana que lo habita ―que emergió hace menos de 200 mil años, es decir 3 500 millones de años después que surgieron las primeras formas de vida en el planeta― corre el riesgo real de desaparecer como especie.
Admitiendo que la reforma sanitaria significa un éxito para el gobierno de Obama, el actual Presidente de Estados Unidos no puede ignorar que el cambio climático significa una amenaza para la salud y, peor todavía, para la propia existencia de todas las naciones del mundo, cuando el aumento de la temperatura –más allá de límites críticos que están a la vista– diluya las aguas congeladas de los glaciares, y las decenas de millones de kilómetros cúbicos almacenados en las enormes capas de hielo acumuladas en la Antártida, Groenlandia y Siberia se derritan en unas pocas decenas de años, dejando bajo las aguas todas las instalaciones portuarias del mundo y las tierras donde hoy vive, se alimenta y labora una gran parte de la población mundial.
Obama, los líderes de los países ricos y sus aliados, sus científicos y sus centros sofisticados de investigación conocen esto; es imposible que lo ignoren.
Comprendo la satisfacción con que se expresa y reconoce, en el discurso presidencial, el aporte de los miembros del Congreso y la administración que hicieron posible el milagro de la reforma sanitaria, lo cual fortalece la posición del gobierno frente a lobbistas y mercenarios de la política que limitan las facultades de la administración. Sería peor si los que protagonizaron las torturas, los asesinatos por contrato y el genocidio ocuparan nuevamente el gobierno de Estados Unidos. Como persona incuestionablemente inteligente y suficientemente bien informada, Obama conoce que no hay exageración en mis palabras. Espero que las tonterías que a veces expresa sobre Cuba no obnubilen su inteligencia.
Tras el éxito en esta batalla por el derecho a la salud de todos los norteamericanos, 12 millones de inmigrantes, en su inmensa mayoría latinoamericanos, haitianos y de otros países del Caribe reclaman la legalización de su presencia en Estados Unidos, donde realizan los trabajos más duros y de los cuales no puede prescindir la sociedad norteamericana, en la que son arrestados, separados de sus familiares y remitidos a sus países.
La inmensa mayoría emigraron a Norteamérica como consecuencia de las tiranías impuestas por Estados Unidos a los países del área y la brutal pobreza a que han sido sometidos como consecuencia del saqueo de sus recursos y el intercambio desigual. Sus remesas familiares constituyen un elevado porcentaje del PIB de sus economías. Esperan ahora un acto de elemental justicia. Si al pueblo cubano se le impuso una Ley de Ajuste, que promueve el robo de cerebros y el despojo de sus jóvenes instruidos, ¿por qué se emplean métodos tan brutales con los emigrantes ilegales de los países latinoamericanos y caribeños?
El devastador terremoto que azotó a Haití –el país más pobre de América Latina, que acaba de sufrir una catástrofe natural sin precedentes que implicó la muerte de más de 200 mil personas– y el terrible daño económico que otro fenómeno similar ocasionó a Chile, son pruebas elocuentes de los peligros que amenazan a la llamada civilización y la necesidad de drásticas medidas que otorguen a la especie humana la esperanza de sobrevivir.
La Guerra Fría no trajo ningún beneficio para la población mundial. El inmenso poder económico, tecnológico y científico de Estados Unidos no podría sobrevivir a la tragedia que se cierne sobre el planeta. El presidente Obama debe buscar en su computadora los datos pertinentes y conversar con sus científicos más eminentes; verá cuán lejos está su país de ser el modelo que preconiza para la humanidad.
Por su condición de afroamericano, allí sufrió las afrentas de la discriminación, según narra en su libro “Los sueños de mi padre”; allí conoció la pobreza en que viven decenas de millones de norteamericanos; allí se educó, pero allí también disfrutó como profesional exitoso los privilegios de la clase media rica, y terminó idealizando el sistema social donde la crisis económica, las vidas de norteamericanos inútilmente sacrificadas y su indiscutible talento político le dieron la victoria electoral.
A pesar de eso, para la derecha más recalcitrante Obama es un extremista al que amenazan con seguir dando la batalla en el Senado para neutralizar los efectos de la reforma sanitaria y sabotearla abiertamente en varios Estados de la Unión, declarando inconstitucional la Ley aprobada.
Los problemas de nuestra época son todavía mucho más graves.
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y otros organismos internacionales de créditos, bajo control estricto de Estados Unidos, permiten que los grandes bancos norteamericanos ―creadores de los paraísos fiscales y responsables del caos financiero en el planeta― sean sacados a flote por los gobiernos de ese país en cada una de las frecuentes y crecientes crisis del sistema.
La Reserva Federal de Estados Unidos emite a su antojo las divisas convertibles que costean las guerras de conquista, las ganancias del Complejo Militar Industrial, las bases militares distribuidas por el mundo y las grandes inversiones con las que las transnacionales controlan la economía en muchos países del mundo. Nixon suspendió unilateralmente la conversión del dólar en oro, mientras en las bóvedas de los bancos de Nueva York se guardan siete mil toneladas de oro, algo más del 25% de las reservas mundiales de ese metal, cifra que al final de la Segunda Guerra Mundial superaba el 80%. Se argumenta que la deuda pública sobrepasa los 10 millones de millones de dólares, lo cual supera el 70% de su PIB, como una carga que se transfiere a las nuevas generaciones. Eso se afirma cuando en realidad es la economía mundial la que costea esa deuda con los enormes gastos en bienes y servicios que aporta para adquirir dólares norteamericanos, con los cuales las grandes transnacionales de ese país se han apoderado de una parte considerable de las riquezas del mundo, y sostienen la sociedad de consumo de esa nación.
Cualquiera comprende que tal sistema es insostenible, y por qué los sectores más ricos en Estados Unidos y sus aliados en el mundo defienden un sistema sólo sustentable con la ignorancia, las mentiras y los reflejos condicionados sembrados en la opinión mundial a través del monopolio de los medios de comunicación masiva, incluidas las redes principales de Internet.
Hoy el andamiaje se derrumba ante el avance acelerado del cambio climático y sus funestas consecuencias, que ponen a la humanidad ante un dilema excepcional.
Las guerras entre las potencias no parecen ser ya la solución posible a las grandes contradicciones, como lo fueron hasta la segunda mitad del siglo XX; pero, a su vez, han incidido de tal forma sobre los factores que hacen posible la supervivencia humana, que pueden poner fin prematuramente a la existencia de la actual especie inteligente que habita nuestro planeta.
Hace unos días expresé mi convicción de que, a la luz de los conocimientos científicos que hoy se dominan, el ser humano deberá resolver sus problemas en el planeta Tierra, ya que jamás podrá recorrer la distancia que separa el Sol de la estrella más próxima, ubicada a cuatro años luz, velocidad que equivale a 300 mil kilómetros por segundo ―como conocen nuestros alumnos de secundaria básica―, si alrededor de ese sol existiera un planeta parecido a nuestra bella Tierra.
Estados Unidos invierte fabulosas sumas para comprobar si en el planeta Marte hay agua, y si existió o existe alguna forma elemental de vida. Nadie sabe para qué, como no sea por pura curiosidad científica. Millones de especies van desapareciendo a ritmo creciente en nuestro planeta y sus fabulosas cantidades de agua constantemente se están envenenando.
Las nuevas leyes de la ciencia ―a partir de las fórmulas de Einstein sobre la energía y la materia, y la teoría de la gran explosión como origen de los millones de constelaciones e infinitas estrellas u otras hipótesis― han dado lugar a profundos cambios en conceptos fundamentales como el espacio y el tiempo, que ocupan la atención y los análisis de los teólogos. Uno de ellos, nuestro amigo brasileño Frei Betto, aborda el tema en su libro “La obra del artista: Una visión holística del Universo”, presentado en la última Feria Internacional del Libro de La Habana.
Los avances de la ciencia en los últimos cien años han impactado los enfoques tradicionales que prevalecieron a lo largo de miles de años en las ciencias sociales e incluso en la Filosofía y la Teología.
No es poco el interés que los más honestos pensadores prestan a los nuevos conocimientos, pero no sabemos absolutamente nada de lo que piensa el presidente Obama sobre la compatibilidad de las sociedades de consumo y la ciencia.
Mientras tanto, vale la pena dedicarse de vez en cuando a meditar sobre esos temas. Con seguridad no dejará por ello de soñar el ser humano y tomar las cosas con la debida serenidad y acerados nervios. Es el deber, al menos, de aquellos que escogieron el oficio de políticos y el noble e irrenunciable propósito de una sociedad humana solidaria y justa.

Fidel Castro Ruz

Marzo 24 de 2010

6 y 40 p.m.

miércoles, 24 de marzo de 2010

ACTO 22 DE ABRIL‏

Salud Camaradas:

En el cerro de Montevideo, viejo bastión proletario de los trabajadores de los frigoríficos, de las curtiembres, de ANCAP y de múltiples oficios, enclave de Solidaridad Internacionalista, con la República Española, con Guatemala, Bolivia, más adelante Cuba, Vietnam y otros pueblos del mundo, lugar geográfico de Montevideo, de Uruguay con un indisimulado orgullo proletario y comunista, el cerro de Montevideo fortaleza de clasismo y combate. Lugar “bautizado” como paralelo 38; por la heroica entrega y lucha del proletariado. Territorio conquistado por la clase obrera y el pueblo, frente a la ofensiva represiva de las clases dominantes y el Imperialismo.
El 22 de abril en el Teatro Florencio Sánchez tendrá lugar una actividad de carácter Internacionalista, ante el aniversario de V.I. Lenin (vigencia del pensamiento y praxis). No ocurre esto en cualquier tiempo. Se da en un cuadro mundial, cuyo rasgo principal es la profunda crisis de carácter estructural del Capitalismo, la vieja sociedad que se niega a morir. "La fase superior del Capitalismo: el Imperialismo" al decir de Lenin , junto a las oligarquías vernáculas y el oportunismo reformista intentan militarizar, judicializar, y reprimir todo intento de lucha orientado a la Liberación y el Socialismo. La descolorida doctrina Monroe "... América para los americanos...del norte...", cobra vigencia en las cabezas febriles y maquiavélicas del capital financiero, de su aparato de guerra y desestabilización, en síntesis: es el Imperialismo de la Burguesía Internacional.
El reposicionamiento del Imperialismo, en su "nueva" estrategia para América Latina, de la que da cuenta Honduras, Haití, por cierto a todos los países del área, su política desestabilizadora dirigida hacia los países y gobiernos que se niegan a seguir las viejas recetas fondo monetaristas y de entrega, se hace palpable. Ahí están las bases militares en Colombia, Panamá, Paraguay, etc. y los múltiples intentos de desestabilizar Bolivia, de arremeter contra los pueblos, la clase obrera, el campesinado. El nuevo orden mundial, la uní polaridad en decadencia, el pensamiento único, los tercerismos, los administradores pulcros del sistema, los que pregonan el "capitalismo bueno", todos ellos sucumben ante un mundo que se cae a pedazos. Millones de seres humanos, mueren de hambre producto del saqueo y otros tantos son considerados daños colaterales en las guerras de rapiña que lleva adelante el Imperialismo.
Millones de trabajadores en distintos lugares del mundo sufren la desocupación, la actual crisis arrojó al paro a 50 millones de trabajadores, mil millones bajo la línea de pobreza, cientos de millones en el analfabetismo, millones y millones de seres humanos sin agua potable, sin vivienda, sin atención de la salud, niños que segundo a segundo mueren de hambre y enfermedades superadas, los mata la fanfarria burguesa, los mata la indiferencia y la imbecilidad de una clase social parásita, especuladora, concentradora y centralizadora de la riqueza, provocando un verdadero genocidio sobre los desposeídos del mundo.
Pueblos originarios, trabajadores, campesinos, mujeres y niños, se organizan, en piquetes, intifadas, huelgas, paros y otras modalidades de luchas, llevando en sus luchas intuitivas por el socialismo, la necesidad de construir vanguardias por la liberación social.
El "topo de la historia" entra resueltamente en la escena, un "fantasma recorre el mundo", y ese fantasma no es espectral. La experiencia acumulada, la historia preñada de "vueltas y revueltas", de rebeliones y revoluciones. De Comuneros, bolcheviques, barbudos de Sierra Maestra, de obreros, de la clase obrera dispuesta a romper con sus cadenas, está presente. Enciende y encenderá la "chispa", la nueva "Aurora" está. Está en la invocación, en la memoria viva del "jefe" proletario: Lenin. Su sola mención enciende el odio del enemigo de clase (burgués), del oportunista, del reformista timorato y pusilánime. Y en estos tiempos donde los mercaderes del templo del socialismo, están dispuestos a vender sus oficios " por un plato de lentejas", surge la vigencia del pensamiento y la práctica de un proceso de masas revolucionario liderado por Lenin, fuente e inspiración permanente para el quehacer revolucionario.

Camaradas el 22 de abril en el Cerro, Teatro Florencio Sánchez 19.00 hs.

Lenin: Vigencia, teoría y praxis

Organiza: Comisión de Homenaje

¿Disidentes o traidores?



La “prensa libre” de Europa y las Américas –ésa que mintió descaradamente al decir que existían armas de destrucción masiva en Iraq o que calificó de “interinato” al régimen golpista de Micheletti en Honduras- ha redoblado su feroz campaña en contra de Cuba. Se impone, por lo tanto, distinguir entre la razón de fondo y el pretexto. La primera, y que establece el marco global de esta campaña, es la contraofensiva imperial desencadenada desde los finales de la Administración Bush y cuyo ejemplo más rotundo fue la reactivación y movilización de la IV Flota. Contra los pronósticos de algunos ilusos esta política, dictada por el complejo militar-industrial, no sólo se continuó sino que se profundizó mediante el reciente tratado firmado por Obama y Uribe mediante el cual se concede a los Estados Unidos el uso de por lo menos siete bases militares en territorio colombiano, inmunidad diplomática para todo el personal estadounidense afectado a sus operaciones, licencia para introducir o sacar del país cualquier clase de cargamento sin que las autoridades del país anfitrión puedan siquiera tomar nota de lo que entra o sale y el derecho de los expedicionarios norteamericanos a ingresar o salir de Colombia con cualquier carnet que acredite su identidad. Como si lo anterior fuera poco, la política de Washington reconociendo la “legalidad y legitimidad” del golpe de estado de Honduras y las fraudulentas elecciones subsecuentes es una muestra más de la perversa continuidad que liga las políticas implementadas por la Casa Blanca, con independencia del color de la piel de su principal ocupante. Y en esa contraofensiva general del imperio, el ataque y la desestabilización de Cuba juega un papel de gran importancia.
Estas son las razones de fondo. Pero el pretexto para este relanzamiento fue el fatal desenlace de la huelga de hambre de Orlando Zapata Tamayo, potenciado ahora por idéntica acción iniciada por otro “disidente”, Guillermo Fariñas Hernández y que será seguida, sin duda, por las de otros partícipes y cómplices de esta agresión. Como es bien sabido, Zapata Tamayo fue (y sigue siendo) presentado por esos “medios de desinformación de masas-como adecuadamente los calificara Noam Chomsky- como un “disidente político” cuando en realidad era un preso común que fue reclutado por los enemigos de la revolución y utilizado sin escrúpulos como un mero instrumento de sus proyectos subversivos. El caso de Fariñas Hernández no es igual, pero aún así guarda algunas similitudes y profundiza una discusión que es imprescindible dar con toda seriedad.
Es preciso recordar que estos ataques tienen una larga historia. Comienzan desde el triunfo mismo de la revolución pero, como política oficial y formal del gobierno de Estados Unidos se inician el 17 de marzo de 1960 cuando el Consejo de Seguridad Nacional aprueba el “Programa de Acción Encubierta” contra Cuba propuesto por el entonces Director de la CIA, Allen Dulles. Parcialmente desclasificado en 1991, ese programa identificaba cuatro cursos principales de acción, siendo los dos primeros “la creación de la oposición” y el lanzamiento de una “poderosa ofensiva de propaganda” para robustecerla y hacerla creíble. Más claro imposible. Tras el estruendoso fracaso de estos planes George W. Bush crea, dentro del propio Departamento de Estado, una comisión especial para promover el “cambio de régimen” en Cuba, eufemismo utilizado para evitar decir “promover la contrarrevolución”. Cuba tiene el dudoso privilegio de ser el único país del mundo para el cual el Departamento de Estado ha elaborado un proyecto de este tipo, ratificando de este modo la vigencia de la enfermiza obsesión yanqui por anexarse la isla y, por otro lado, lo acertado que estaba José Martí cuando alertó a nuestros pueblos sobre los peligros del expansionismo norteamericano. El primer informe de esa comisión, publicado en 2004, tenía 458 páginas y allí se explicitaba con gran minuciosidad todo lo que se debía hacer para introducir una democracia liberal, respetar los derechos humanos y establecer una economía de mercado en Cuba. Para viabilizar este plan se asignaban 59 millones de dólares por año (más allá de los que se destinarían por vías encubiertas), de los cuales 36 millones estarían destinados, según la propuesta, a fomentar y financiar las actividades de los “disidentes”. Para resumir, lo que la prensa presenta como una noble y patriótica disidencia interna parecería más bien ser la metódica aplicación del proyecto imperial diseñado para cumplir el viejo sueño de la derecha norteamericana de apoderarse definitivamente de Cuba.
Dicho lo anterior se impone una precisión conceptual. No es casual que la prensa del sistema hable con extraordinaria ligereza acerca de los “disidentes políticos” encarcelados en Cuba. Pero, ¿son “disidentes políticos” o son otra cosa? Sería difícil decir que todos, pero con toda seguridad la mayoría de quienes están en prisión no se encuentran allí por ser disidentes políticos sino por una caracterización mucho más grave: “traidores a la patria.” Veamos esto en detalle. En el célebre Diccionario de Política de Norberto Bobbio el politólogo Leonardo Morlino define al disenso como “cualquier forma de desacuerdo sin organización estable y, por tanto, no institucionalizada, que no pretende sustituir al gobierno en funciones por otro, y tanto menos derribar el sistema político vigente. El disenso se expresa sólo en el exhortar, persuadir, criticar, hacer presión, siempre con medios no violentos para inducir a los decision-makers a preferir ciertas opciones en lugar de otras o a modificar precedentes decisiones o directivas políticas. El disenso nunca pone en discusión la legitimidad o las reglas fundamentales que fundan la comunidad política sino sólo normas o decisiones bastante específicas.” (pp. 567-568) Más adelante señala que existe un umbral el que, una vez traspasado, convierte al disenso, y a los disidentes, en otra cosa. “El umbral es cruzado cuando se ponen en duda la legitimidad del sistema y sus reglas del juego, y se hace uso de la violencia: o cuando se incurre en la desobediencia intencional a una norma; o, por fin, cuando el desacuerdo se institucionaliza en oposición, que puede tener entre sus fines también el de derrumbar el sistema.” (p. 569) En la extinta Unión Soviética dos de los más notables disidentes políticos, y cuyo accionar se ajusta a la definición arriba planteada, fueron el físico Andrei Sakharov y el escritor Alexander Isayevich Solzhenitsyn; Rudolf Bahro lo fue en la República Democrática Alemana; Karel Kosik, en la antigua Checoslovaquia; en los Estados Unidos sobresalió, al promediar el siglo pasado, Martin Luther King; y en el Israel de nuestros días Mordekai Vanunu, científico nuclear que reveló la existencia del arsenal atómico en ese país y por lo cual se lo condenó a 18 años de cárcel sin que la “prensa libre” tomara nota del asunto.
La disidencia cubana, a diferencia de lo ocurrido con Sakharov, Solzhenitsyn, Bahro, Kosik, King y Vanunu, se encuadra en otra figura jurídica porque su propósito es subvertir el orden constitucional y derribar al sistema. Además, y este es el dato esencial, pretende hacerlo poniéndose al servicio de una potencia enemiga, Estados Unidos, que hace cincuenta años agrede por todos los medios imaginables a Cuba con un bloqueo integral (económico, financiero, tecnológico, comercial, informático), con permanentes agresiones y ataques de diverso tipo y con una legislación migratoria exclusivamente desarrollada (la “Ley de Ajuste Cubano”) para la isla y que estimula la migración ilegal a Estados Unidos poniendo en peligro la vida de quienes quieren acogerse a sus beneficios. Mientras Washington levanta un nuevo muro de la infamia en su frontera con México para detener el ingreso de inmigrantes mexicanos y a los procedentes de Centroamérica, concede todos los beneficios imaginables a quienes, viniendo de Cuba, pongan pie en su territorio. Quienes reciben dinero, asesoría, consejos, orientaciones de un país objetivamente enemigo de su patria y actúan en congruencia con su aspiración de precipitar un “cambio de régimen” que ponga fin a la revolución, ¿pueden ser considerados “disidentes políticos”?
Para responder olvidémonos por un momento de las leyes cubanas y veamos lo que establece la legislación en otros países. La Constitución de Estados Unidos fija en su Artículo III, Sección 3 que “El delito de traición contra los Estados Unidos consistirá solamente en tomar las armas contra ellos o en unirse a sus enemigos, dándoles ayuda y facilidades.” La sanción que merece este delito quedó en manos del Congreso; en 1953 Julius y Ethel Rosenberg fueron ejecutados en la silla eléctrica acusados de traición a la patria por haberse supuestamente “unido a sus enemigos” revelando los secretos de la fabricación de la bomba atómica a la Unión Soviética. En el caso de Chile, el Código Penal de ese país establece en su Artículo 106 que “Todo el que dentro del territorio de la República conspirare contra su seguridad exterior para inducir a una potencia extranjera a hacer la guerra a Chile, será castigado con presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo. Si se han seguido hostilidades bélicas la pena podrá elevarse hasta la de muerte.” En México, país que ha sido víctima de una larga historia de intervencionismo norteamericano en sus asuntos internos, el Código Penal califica en su artículo 123 como delitos de traición a la patria una amplia gama de situaciones como realizar “actos contra la independencia, soberanía o integridad de la nación mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero; tome parte en actos de hostilidad en contra de la nación, mediante acciones bélicas a las órdenes de un estado extranjero o coopere con este en alguna forma que pueda perjudicar a México; reciba cualquier beneficio, o acepte promesa de recibirlo, con en fin de realizar algunos de los actos señalados en este artículo; acepte del invasor un empleo, cargo o comisión y dicte, acuerde o vote providencias encaminadas a afirmar al gobierno intruso y debilitar al nacional.” La penalidad prevista por la comisión de estos delitos es, según las circunstancias, de cinco a cuarenta años de prisión. La legislación argentina establece en el artículo 214 de su Código Penal que “Será reprimido con reclusión o prisión de diez a veinticinco años o reclusión o prisión perpetua y en uno u otro caso, inhabilitación absoluta perpetua, siempre que el hecho no se halle comprendido en otra disposición de este código, todo argentino o toda persona que deba obediencia a la Nación por razón de su empleo o función pública, que tomare las armas contra ésta, se uniere a sus enemigos o les prestare cualquier ayuda o socorro.”
No es necesario proseguir con esta somera revisión de la legislación comparada para comprender que lo que la “prensa libre” denomina disidencia es lo que en cualquier país del mundo -comenzando por Estados Unidos, el gran promotor, organizador y financista de la campaña anticubana- sería caratulado lisa y llanamente como traición a la patria, y ninguno de los acusados jamás sería considerado como un “disidente político.” En el caso de los cubanos, la gran mayoría de los llamados disidentes (si no todos) están incursos en ese delito al unirse a una potencia extranjera que está en abierta hostilidad contra la nación cubana y recibir de sus representantes -diplomáticos o no- dinero y toda suerte de apoyos logísticos para, como señala la legislación mexicana, “afirmar al gobierno intruso y debilitar al nacional.” Dicho en otras palabras, para destruir el nuevo orden social, económico y político creado por la revolución. No sería otra la caracterización que adoptaría Washington para juzgar a un grupo de sus ciudadanos que estuviera recibiendo recursos de una potencia extranjera que durante medio siglo hubiese acosado a los Estados Unidos con el mandato de subvertir el orden constitucional. Ninguno de los genuinos disidentes arriba mencionados incurrieron en sus países en tamaña infamia. Fueron implacables críticos de sus gobiernos, pero jamás se pusieron al servicio de un estado extranjero que ambicionaba oprimir a su patria. Eran disidentes, no traidores.

Atilio A. Boron
Rebelión

sábado, 20 de marzo de 2010

Haití: la situación política no cambió después del terremoto, denuncia organización obrera



Hace más de dos meses, la situación de Haití se evidencia constantemente a través de los medios de comunicación. El terremoto del 12 de enero que devastó gran parte del país dejando cientos de muertos, heridos, mutilados, huérfanos y desamparados se convirtió en el foco de atención. Sin embargo, lo que muchos no saben es que el desastre natural sólo exasperó la situación de injusticias sociales y políticas que ya había en el país.
En un comunicado divulgado el último viernes (12), los miembros de la organización haitiana Batay Ouvriye (Batalla Operaria) denuncian la dominación que la población del país sufría antes del terremoto y a la que está sometida hasta la actualidad. También denuncian la actuación política corrupta que cada día genera más miseria y dolor. Con una actuación ineficiente y lenta, el gobierno haitiano probó una vez más a la población de su país y al mundo que no es capaz de articularse para atender las principales necesidades que surgieron y se agudizaron después del terremoto. El hecho no sorprendió a aquéllos ya acostumbrados al juego político reinante en Haití. Batay Ouvriye denuncia que, en lugar de ocuparse de los problemas de la población, senadores y diputados están más preocupados por "asegurar cada uno su posición y continuar con sus mandatos ya finalizados".
La población haitiana también está observando, y no ve con buenos ojos, la entrada cada vez más acelerada de poderes extranjeros en el país para ofrecer "ayuda". Conscientes de que la mayor parte de los beneficios viene de organizaciones no gubernamentales, Batay Ouvriye rechaza toda y cualquier forma de dominación e invasión extranjeras. La organización afirma que el país de Desalines (líder de la Revolución haitiana) no es un terreno baldío cualquiera como para que lo invadan tropas militares.
La cita hace una referencia directa a la permanencia en el país de las tropas de la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití -Minustah-, que agrupa, en su mayoría, a soldados brasileros y estadounidenses. Mucho antes del terremoto, la organización ya denunciaba y rechazaba la acción considerada "asesina" de las tropas de ocupación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"Nosotros, viviendo en carpas, toldos, o debajo de viejas telas, seguimos, ahora con la lluvia, sufriendo, humillados, y a veces morimos por una situación que es consecuencia de la miseria, miseria impuesta por los propietarios de tierras, por los grandes burgueses, por los corruptos del Estado y por los grandes capitalistas extranjeros, con sus fuerzas armadas, militares, así como policiales, para forzarnos para que sigamos en esta situación".
Para hacer frente a las clases dominantes, a toda la miseria, dominación, explotación, salarios y trabajos inhumanos y desplazamientos forzados, Batay Ouvriye llama a la población haitiana a levantarse, resistir y a luchar por sus intereses. Antes, llama a hombres y mujeres a tomar conciencia y comprender los problemas por los cuales pasa el país para sólo así volverse capaces de actuar e imponerse.
El reconocimiento de que los políticos actuales no gobiernan para el pueblo y no representan al pueblo es el primer paso para la entrada en el escenario político y transformación de la estructura política desfasada y desigual de Haití. "Hoy en día, según vemos la situación, para defender nuestros derechos, para arrancar nuestros derechos, tenemos que invadir la escena política con fuerza y determinación, definitivamente. Allí es donde las cosas se proponen y se deciden hoy en día".

Natasha Pitts
Adital

Cuba, Israel y la doble moral



Ha sido revelador seguir en los últimos días la cobertura internacional de los medios de comunicación y la actitud de determinados dirigentes políticos e intelectuales. Para aquéllos que quieran conocer el carácter y a qué intereses sirven algunos actores de la vida política y cultural, vale la pena prestar atención a las noticias reciente sobre Cuba e Israel.
La semana pasada, en función de las declaraciones de presidente Lula defendiendo la autodeterminación de la justicia cubana, se organizó una amplia campaña de denuncias contra una supuesta falta de respeto a los derechos humanos en la isla caribeña. Pero no hubo, en los medios más importantes, ni una sola noticia o discurso significativo sobre cómo Israel, nuevo destino del presidente brasileño, trata a sus presos, a sus minorías nacionales y a sus vecinos.
Vayamos a los hechos. En el caso cubano, Orlando Zapata, un supuesto “disidente” en huelga de hambre por mejores condiciones carcelarias, detenido y condenado por delitos comunes, fue atendido en un hospital público por orden del gobierno pero no resistió y falleció. Nadie ha formulado acusaciones de tortura o ejecución extra legal. A lo sumo hubo insinuaciones de opositores sobre un retardo en la atención médica, aunque es posible imaginar el escándalo que se habría armado en el caso de que el prisionero hubiese sido alimentado por la fuerza.
Aún no teniendo la menor evidencia de que la muerte del disidente, lamentada por el propio presidente Raúl Castro, hubiera sido provocada por el Estado, los principales medios y agencias de noticias se lanzaron contra Cuba con el puñal entre los dientes. Y después continuaron el Parlamento Europeo y el gobierno estadounidense amenazando al país con nuevas sanciones económicas.

La industria del martirio

Otro opositor, Guillermo Fariñas, en cuya biografía se combinan muchos actos delictivos y alguna militancia anticomunista, aprovechó el momento de conmoción para declararse también en ayuno, apareciendo demacrado en fotografías que dieron vuelta al mundo, protestando contra la situación en los presidios cubanos y exigiendo la libertad de los presos políticos. Así, rápidamente, se convirtió en el mascarón de proa de una industria del martirio que con mucha frecuencia ponen en marcha los enemigos de la revolución cubana.
El gobierno le ofreció un permiso para emigrar a España para recuperarse allí, pero Fariñas, que no está preso y hace su huelga de hambre en su casa, rechazó la oferta. Sus apoyos políticos, conscientes de que la Constitución cubana determina la absoluta libertad individual para someterse o no a un tratamiento médico, lo incitaron a intensificar su sacrificio, ya que no le atenderán por la fuerza hasta que su colapso convierta en imperativa su hospitalización. Porque, ¿de que le sirve Fariñas vivo a la oposición?
El presidente Lula hizo público, en su estilo, su rechazo al chantaje contra el gobierno cubano. Quizás su actitud habría sido diferente, aunque de manera discreta, si hubiera tenido la evidencia de que la situación de Zapata o de Fariñas habían sido el resultado de actitudes inhumanas o arbitrarias de las autoridades.
Para ir al fondo del asunto, compárese la actitud de los disidentes con una hipotética revuelta de delincuentes comunes brasileños. Después de todo no se puede considerar a nadie inocente o injustamente condenado porque así se autoproclame o porque se exponga como víctima por medio de gestos dramáticos.

El silencio de los medios

Sin pruebas categóricas de que un gobierno constitucional violó normas internacionales, es razonable que el presidente de otro país guíe sus actitudes basado en el principio de la autodeterminación de las naciones en el manejo de sus asuntos internos. El presidente brasileño actuó con la misma prudencia con respecto a Israel, país al que llegó el pasado día 14, a pesar de la abundante evidencia que compromete a los sionistas con la violación de derechos humanos.
Pero las palabras de Lula en relación con Cuba y su silencio sobre el gobierno israelí se trataron de manera notablemente diferente. En el primer caso, los apóstoles de la democracia occidental no han perdonado la negativa del presidente de Brasil a unirse a la ofensiva contra La Habana y a legitimar el uso de los derechos humanos contra un país soberano. En el segundo caso aceptaron respetuosamente el silencio presidencial.
A decir verdad, no sólo los articulistas y políticos de derecha tuvieron ese comportamiento hipócrita. Porque de la misma manera se comportaron algunos parlamentarios y blogueros considerados progresistas pero temerosos de enfrentarse al poderoso monopolio de los medios de comunicación y dispuestos a pagar el peaje de la demagogia para lograr un éxito personal, aun a costa de renunciar a cualquier reflexión crítica sobre los hechos en cuestión.
Un observador imparcial advertiría fácilmente que, al contrario de los sucesos de Cuba, en los que el resultado fatal fue consecuencia de las decisiones individuales de las propias víctimas, los que se refieren a Israel son consecuencias de una política deliberada de sus instituciones gubernamentales.

El sionismo y los derechos humanos

El Estado sionista es uno de los países con mayor número de presos políticos del mundo, con cerca de 11.000 prisioneros incluyendo a niños y, en su mayoría, sin que hayan tenido un juicio. Más de 800.000 palestinos han sido encarcelados desde 1948. Aproximadamente el 25% de los palestinos que permanecen en los territorios ocupados por el ejército israelí han estado en la cárcel en algún momento. Las detenciones han afectado asimismo a los dirigentes palestinos: 39 diputados y 9 ministros han sido secuestrados desde junio de 2006.
En ese país la tortura está legitimada por una sentencia de la Corte Suprema que autorizó el uso de “técnicas dolorosas para el interrogatorio de prisioneros bajo custodia del gobierno”. Nada de esto ni siquiera se ha insinuado contra Cuba, tampoco por parte de organizaciones que no tienen la más mínima simpatía por su régimen político.
Pero las violaciones de los derechos humanos en Israel no se limitan al tema carcelario, que sólo es una parte de la política de agresión contra el pueblo palestino. La resolución 181 de las Naciones Unidas, que creó el Estado de Israel en 1947, disponía que la nueva nación tendría un 56% de los territorios coloniales británicos sobre la ribera occidental del río Jordán, mientras que el restante 44% se destinaría a la construcción de un Estado del pueblo palestino, que antes de esa resolución ocupaba el 98% del área objeto de esa partición. El régimen sionista, violador reiterado de las leyes y acuerdos internacionales, controla hoy más del 78% del antiguo Mandato Británico si se excluye la parte ocupada por Jordania.
Más de 750.000 palestinos fueron expulsados de su país desde entonces. Israel demolió más de 20.000 casas de ciudadanos no judíos entre 1967 y 2009. Además Israel está construyendo, desde 2004, un muro de 700 Km. de longitud que aislará a 160.000 familias palestinas y controla más del 85% de los recursos hídricos de las áreas que corresponden a la actual Autoridad Palestina.
Por lo menos 600 puestos de control fueron instalados por el ejército israelí dentro de las ciudades palestinas. Las leyes aprobadas por el parlamento sionista impiden la reunificación de las familias que viven en diferentes municipios, además de incentivar los asentamientos judíos más allá de las fronteras internacionalmente reconocidas.

Doble moral

Ésas son algunas de las características que definen el sistema sionista de apartheid, en el que los derechos soberanos del pueblo palestino están limitados a verdaderos bantustanes, como en la antigua y racista Sudáfrica. El resultado de este panorama es una escalada represiva cada vez más brutal promovida como política de Estado.
Sin embargo los principales medios de comunicación guardan silencio ante estos hechos. También permanecen mudos los líderes políticos conservadores. Y tampoco se oye nada de algunas personas, presumiblemente progresistas, siempre dispuestas a apuntar con el dedo acusador a la revolución cubana.
Quizás porque los derechos humanos sólo provocan indignación a esta gente hipócrita cuando la supuesta violación de esos derechos humanos se vuelve contra las voces de la civilización judeocristiana, de la democracia liberal, del libre mercado y del anticomunismo. No le faltó razón al presidente Lula cuando reaccionó enérgicamente contra el cinismo de los ataques al gobierno de La Habana.

Breno Altman

viernes, 19 de marzo de 2010

Nuevas evidencias del Israel de América.



Luego del acuerdo militar de EE.UU con el gobierno colombiano para establecer 7 nuevas bases militares de dicha superpotencia en nuestro territorio, aparecen nuevos elementos del sofisticado plan de guerra.

La acción mediática

A la par con la firma de dicho acuerdo, empezó una campaña mediática, enfilada a demostrar que Venezuela representa un peligro para Colombia y cada día aparecen burdas acusaciones, de por sí infundadas y absurdas.
De esa manera el Gobierno pasa de acusado a acusador y dicha campaña se orquesta dentro y fuera de las fronteras.
Esta visión moderna de la guerra, de combinar la acción política y psicológica con la militar, tiene en el Pentágono a uno de sus mejores maestros y a la oligarquía y militares colombianos, un alumno sumiso y aplicado.
Mostrar al presidente Chávez como un elemento guerrerista y peligroso es uno de los objetivos y ese perfil se enseña en los cuarteles, y se difunde por los grandes medios de información colombianos.
En la década del 60 la campaña fue contra Cuba y su líder Fidel Castro, para ello crearon el fantasma del comunismo; ahora es contra Venezuela y su líder El presidente Chávez, con el fantasma del terrorismo, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
Son los mismos con las mismas y la historia se repite.
En medio del discurso anti venezolano, de los grandes medios, se mezclan noticias, rumores y aseveraciones, de diferentes personajes del gobierno, de militares y la clase política.

El salto armamentista

A parte de lo que significan las 7 bases militares gringas, dotadas de sofisticado armamento táctico y estratégico, se da otro paso en de la carrera armamentista, invocando la “peligrosidad” que representa Venezuela para Colombia.
A finales del año pasado, se filtró un plan de la Dirección de Estudios Sectoriales del Ministerio de Defensa, que busca acrecentar el armamento y la tecnología de las Fuerzas Armadas colombianas.
En algunos de sus apartes se lee: "Teniendo en cuenta el cambio en el entorno estratégico regional, la tendencia a la polarización política y las aspiraciones expansionistas manifestadas por algunos países, tanto en términos ideológicos como territoriales, surge la necesidad de hacer un mayor énfasis en la protección de la soberanía nacional"
“Frente a un contexto hemisférico cambiante, el país asume un riesgo al no fortalecer su capacidad disuasiva. Los costos de un conflicto externo son mucho más altos que el costo de esa capacidad”.
“Colombia debe adquirir una capacidad disuasiva creíble que le permita convencer a un adversario potencial que en caso de una agresión el costo a pagar sobrepasa los eventuales beneficios del ataque".
"Se debe avanzar en el fortalecimiento de las capacidades de vigilancia, control de fronteras y monitoreo satelital, así como las de movilidad, contra movilidad y cobertura (...) Comprar equipos contra armas químicas y biológicas y de defensa aérea, incluyendo armas, equipos de vigilancia y alerta temprana".
….”Repotenciar aviones y fragatas, adquirir capacidad defensiva frente a blindados y hasta de una reorganización de las Fuerzas Militares: pasar de las Divisiones y Comandos Conjuntos a "teatros de operaciones que se activarían solo en caso de agresión externa".
El ministro colombiano de defensa Gabriel Silva Lujan, en entrevista al diario El Tiempo, insiste en la necesidad de aumentar la capacidad militar del país para defenderse de ataques externos, y aunque no mencionó a Venezuela lo deja entrever.
Días antes Silva Luján anunció que Colombia planea reforzar la presencia militar en su frontera con Venezuela con la construcción de una nueva base militar que será construida en la península de la Guajira, en el extremo norte del país, cerca al municipio de Nazaret y albergará a cerca de mil hombres. Al mismo tiempo, el comandante del ejército gubernamental, general Óscar González, anunció la activación de seis batallones de aviación y uno de fuerzas especiales, dos de ellos en la frontera con Venezuela.
Ha dicho el ministro de Defensa colombiano que “hay obligaciones internacionales de perseguir el terrorismo, enfrentar el crimen y buscar que sean castigados aquellos que han cometido delitos, no importa dónde se oculten o se resguarden".

Jugosos negocios

Nadie más interesado en la carrera armamentista del gobierno colombiano, que las empresas gringas productoras de armamento, ellas hacen un jugoso negocio por ello se complacen con la política de Seguridad Democrática del gobierno Uribe y una confrontación militar entre Colombia y Venezuela es su sueño porque eso multiplica sus ganancias, ellos son los verdaderos mercaderes de la guerra.

Estrategia expansionista y engañosa

La oligarquía Colombiana y el imperialismo, no disimulan su camino guerrerista, solo que desorientan, contra informan, manipulan mienten y engañan, mientras avanzan en un plan guerrerista donde Colombia ocupa el triste papel de Israel, donde la superpotencia estadounidense prosigue sus planes expansionistas para impedir los avances democráticos en la gran patria americana.
Los demócratas, patriotas y revolucionarios debemos dedicar grandes esfuerzos, para impedir las maniobras de la gran potencia y sus aliados, que solo miran al pueblo como carne de cañón mientras observan con codicia las riquezas de nuestros suelos.
Estos latentes peligros, hacen urgente la lucha por la justicia, la hermandad y unidad de los pueblos de nuestra América, para impedir que el imperio y sus aliados trunquen los caminos de democracia, soberanía y Socialismo.

Revista Insurrección 208 ELN