martes, 8 de octubre de 2019
Crecen las protestas y se profundiza la crisis en Ecuador
Mientras continuaban las protestas y la represión, el Ejército desalojó a los periodistas del palacio de Gobierno. Al final del día, el presidente Moreno anunció el traslado de la sede de Gobierno a Guayaquil.
La protesta social contra el paquetazo económico del presidente Lenín Moreno y el FMI, sigue en pleno ascenso. La declaración del estado de sitio de la semana pasada y la brutal represión, que ya suma 500 detenidos y decenas de heridos, no hizo más que agravar la indignación popular.
Las columnas de las comunidades indígenas (organizadas en la CONAIE), continúan avanzando hacia la capital por diversas rutas, enfrentando y superando los retenes del ejército mientras se prepara un paro nacional y una gran marcha en Quito, la capital, para este miércoles junto con la principal central obrera (FUT).
En Quito, el ejército debió rodear con tanquetas el palacio de gobierno para resguardarlo de los manifestantes y hubo fuertes enfrentamientos en las calles del casco histórico. Por la tarde del lunes, se suspendió el discurso que tenía programado Moreno y los militares desalojaron el palacio de periodistas “por su seguridad”.
El país entero está conmocionado por las protestas, y la debilidad del presidente crece sin cesar. De hecho, en la tarde del lunes se desconoció su paradero durante varias horas y hasta se especulaba con su renuncia. A última hora Moreno difundió un mensaje desde Guayaquil, lejos de la capital, en el que anunció el traslado de la sede de Gobierno a esa ciudad, confirmó que no daría marcha atrás con la quita del subsidio a los combustibles, llamó al diálogo y acusó al presidente venezolano Nicolás Maduro y el ex presidente Rafael Correa de impulsar una desestabilización del país.
En el norte, al menos tres campos petroleros de la empresa pública Petroamazonas estaban paralizados por cortes de las vías de acceso y toma de las plantas por parte de manifestantes que reclaman anular el aumento de los combustibles. Varias ciudades de la región andina se encuentran incomunicadas.
El intento de imponer la represión hasta el momento viene fracasando rotundamente. El avance brutal de los militares que entraron a las comunidades indígenas gaseando las viviendas indiscriminadamente, la detención de importantes dirigente de organizaciones sociales y la prohibición de las manifestaciones, sólo han generado mayor movilización. En varios puntos, los retenes militares que trataban de impedir la llegada de más manifestantes a la capital, fueron superados por los indígenas que se preparan para la movilización del miércoles.
En distintas ciudades se registraron saqueos y en la capital el gobierno local anunció un “plan de contingencia” para evitar el desabastecimiento a raíz de la interrupción de las principales arterias de acceso a la ciudad. También se informó que varios mercados de Quito han cerrado por temor a incidentes.
La crisis generada por la movilización popular ya está causando preocupación en Washington: "Estados Unidos sigue con cautela los recientes acontecimientos en Ecuador. Rechazamos la violencia como forma de protesta política", dijo en Twitter el subsecretario de Estado de EE.UU. para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak.
Otra señal de la profundidad de la crisis la dio el lunes la Corte Constitucional que como era de esperar avaló el estado de emergencia, la represión y la suspensión de derechos constitucionales, pero limitó su vigencia a 30 días (mientras Moreno lo había establecido por el doble de tiempo), y dijo que se debe respetar el “derecho a la protesta pacífica” y que las fuerzas de seguridad deberán rendir cuentas si cometen abusos durante la vigencia del mismo. Aunque la demagogia salta a la vista, demuestran la debilidad que tienen para reprimir como quisieran.
En un intento por ganar la pulseada, Moreno había dicho el domingo a la CONAIE que “estoy decidido a dialogar con ustedes hermanos indígenas, con quienes compartimos muchas causas. Dialoguemos sobre cómo usar los recursos del país para los más necesitados”. Pero en el mismo momento, redoblaba la represión sobre las comunidades indígenas además que se mantenía intransigente en su política de ajuste contra el pueblo.
Por su parte, las burocracias de la CONAIE y la FUT hasta ahora vienen rechazando el diálogo con el gobierno, pero a la vez controlando las movilizaciones y limitando las demandas a que se retrotraigan las medidas de ajuste. Como parte de esto, sus dirigentes repudian las expresiones de indignación y desesperación popular como son los saqueos en momentos que se disparan los precios por el paquetazo económico del gobierno y el FMI. El paro y marcha del miércoles será un día clave para ver la orientación que toman estas direcciones.
Llegado al gobierno hace dos años de la mano del ex presidente Rafael Correa con un discurso de “continuidad con cambio”, Moreno giró rápidamente a derecha alineándose con las políticas imperialistas en la región y poniéndose a tono con los vientos reaccionarios que soplaban desde Brasil, Argentina y Colombia entre otros. Ahora, habiendo caído estrepitosamente en popularidad de un 70 al 30% y con una virtual rebelión contra su plan de ajuste, Moreno parece convertirse en la primera víctima de la resistencia popular.
Diego Dalai
Martes 8 de octubre | 02:25
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario