sábado, 31 de enero de 2015

Fidel Castro: Para mis compañeros de la Federación Estudiantil Universitaria




Fidel en la Universidad de La Habana, 3 de septiembre de 2010.

Queridos compañeros:

Desde el año 2006, por cuestiones de salud incompatibles con el tiempo y el esfuerzo necesario para cumplir un deber —que me impuse a mí mismo cuando ingresé en esta Universidad el 4 de septiembre de 1945, hace 70 años—, renuncié a mis cargos.
No era hijo de obrero, ni carente de recursos materiales y sociales para una existencia relativamente cómoda; puedo decir que escapé milagrosamente de la riqueza. Muchos años después, el norteamericano más rico y sin duda muy capaz, con casi 100 mil millones de dólares, declaró ―según publicó una agencia de noticias el pasado jueves 22 de enero—, que el sistema de producción y distribución privilegiada de las riquezas convertiría de generación en generación a los pobres en ricos.
Desde los tiempos de la antigua Grecia, durante casi 3 mil años, los griegos, sin ir más lejos, fueron brillantes en casi todas las actividades: física, matemática, filosofía, arquitectura, arte, ciencia, política, astronomía y otras ramas del conocimiento humano. Grecia, sin embargo, era un territorio de esclavos que realizaban los más duros trabajos en campos y ciudades, mientras una oligarquía se dedicaba a escribir y filosofar. La primera utopía fue escrita precisamente por ellos.
Observen bien las realidades de este conocido, globalizado y muy mal repartido planeta Tierra, donde se conoce cada recurso vital depositado en virtud de factores históricos: algunos con mucho menos de los que necesitan; otros, con tantos que no hallan qué hacer con ellos. En medio ahora de grandes amenazas y peligros de guerras reina el caos en la distribución de los recursos financieros y en el reparto de la producción social. La población del mundo ha crecido, entre los años 1800 y 2015, de mil millones a siete mil millones de habitantes. ¿Podrán resolverse de esta forma el incremento de la población en los próximos 100 años y las necesidades de alimento, salud, agua y vivienda que tendrá la población mundial cualquiera que fuesen los avances de la ciencia?
Bien, pero dejando a un lado estos enigmáticos problemas, admira pensar que la Universidad de La Habana, en los días en que yo ingresé a esta querida y prestigiosa institución, hace casi tres cuartos de siglo, era la única que había en Cuba.
Por cierto, compañeros estudiantes y profesores, debemos recordar que no se trata de una, sino que contamos hoy con más de cincuenta centros de Educación Superior repartidos en todo el país.
Cuando me invitaron ustedes a participar en el lanzamiento de la jornada por el 70 aniversario de mi ingreso a la Universidad, lo que supe sorpresivamente, y en días muy atareados por diversos temas en los que tal vez pueda ser todavía relativamente útil, decidí descansar dedicándole algunas horas al recuerdo de aquellos años.
Me abruma descubrir que han pasado 70 años. En realidad, compañeros y compañeras, si matriculara de nuevo a esa edad como algunos me preguntan, le respondería sin vacilar que sería en una carrera científica. Al graduarme, diría como Guayasamín: déjenme una lucecita encendida.
En aquellos años, influido ya por Marx, logré comprender más y mejor el extraño y complejo mundo en que a todos nos ha correspondido vivir. Pude prescindir de las ilusiones burguesas, cuyos tentáculos lograron enredar a muchos estudiantes cuando menos experiencia y más ardor poseían. El tema sería largo e interminable.
Otro genio de la acción revolucionaria, fundador del Partido Comunista, fue Lenin. Por eso no vacilé un segundo cuando en el juicio del Moncada, donde me permitieron asistir, aunque una sola vez, declaré ante jueces y decenas de altos oficiales batistianos que éramos lectores de Lenin.
De Mao Zedong no hablamos porque todavía no había concluido la Revolución Socialista en China, inspirada en idénticos propósitos.
Advierto, sin embargo, que las ideas revolucionarias han de estar siempre en guardia a medida que la humanidad multiplique sus conocimientos.
La naturaleza nos enseña que pueden haber transcurrido decenas de miles de millones de años luz y la vida en cualquiera de sus manifestaciones está siempre sujeta a las más increíbles combinaciones de materia y radiaciones.
El saludo personal de los Presidentes de Cuba y Estados Unidos se produjo en el funeral de Nelson Mandela, insigne y ejemplar combatiente contra el Apartheid, quien tenía amistad con Obama.
Baste señalar que ya en esa fecha, habían transcurrido varios años desde que las tropas cubanas derrotaran de forma aplastante al ejército racista de Sudáfrica, dirigido por una burguesía rica y con enormes recursos económicos. Es la historia de una contienda que está por escribirse. Sudáfrica, el gobierno con más recursos financieros de ese continente, poseía armas nucleares suministradas por el Estado racista de Israel, en virtud de un acuerdo entre este y el presidente Ronald Reagan, quien lo autorizó a entregar los dispositivos para el uso de tales armas con las cuales golpear a las fuerzas cubanas y angolanas que defendían a la República Popular de Angola contra la ocupación de ese país por los racistas. De ese modo se excluía toda negociación de paz mientras Angola era atacada por las fuerzas del Apartheid con el ejército más entrenado y equipado del continente africano.
En tal situación no había posibilidad alguna de una solución pacífica. Los incesantes esfuerzos por liquidar a la República Popular de Angola para desangrarla sistemáticamente con el poder de aquel bien entrenado y equipado ejército, fue lo que determinó la decisión cubana de asestar un golpe contundente contra los racistas en Cuito Cuanavale, antigua base de la OTAN, que Sudáfrica trataba de ocupar a toda costa.
Aquel prepotente país fue obligado a negociar un acuerdo de paz que puso fin a la ocupación militar de Angola y el fin del Apartheid en África.
El continente africano quedó libre de armas nucleares. Cuba tuvo que enfrentar, por segunda vez, el riesgo de un ataque nuclear.
Las tropas internacionalistas cubanas se retiraron con honor de África. Sobrevino entonces el Periodo Especial en tiempo de paz, que ha durado ya más de 20 años sin levantar bandera blanca, algo que no hicimos ni haremos jamás.
Muchos amigos de Cuba conocen la ejemplar conducta de nuestro pueblo, y a ellos les explico mi posición esencial en breves palabras.
No confío en la política de Estados Unidos ni he intercambiado una palabra con ellos, sin que esto signifique, ni mucho menos, un rechazo a una solución pacífica de los conflictos o peligros de guerra. Defender la paz es un deber de todos. Cualquier solución pacífica y negociada a los problemas entre Estados Unidos y los pueblos o cualquier pueblo de América Latina, que no implique la fuerza o el empleo de la fuerza, deberá ser tratada de acuerdo a los principios y normas internacionales. Defenderemos siempre la cooperación y la amistad con todos los pueblos del mundo y entre ellos los de nuestros adversarios políticos. Es lo que estamos reclamando para todos.
El Presidente de Cuba ha dado los pasos pertinentes de acuerdo a sus prerrogativas y las facultades que le conceden la Asamblea Nacional y el Partido Comunista de Cuba.
Los graves peligros que amenazan hoy a la humanidad tendrían que ceder paso a normas que fuesen compatibles con la dignidad humana. De tales derechos no está excluido ningún país.
Con este espíritu he luchado y continuaré luchando hasta el último aliento.

Fidel Castro Ruz
Enero 26 de 2015
12 y 35 p.m.

jueves, 29 de enero de 2015

Fidel disfruta de buena salud, dice Frei Betto




Fidel Castro disfruta de buena salud y se mantiene interesado en diversos temas, afirmó hoy en La Habana el teólogo brasileño Frei Betto, a propósito del encuentro que sostuvo con el líder cubano.
Betto, quien este martes se reunió con Fidel en la capital cubana, aseguró hoy a la Televisión Cubana que conversó de muchos temas con el líder de la Revolución, al que encontró con “muy buena salud”, con su “observación privilegiada” y como siembre “muy optimista”.
“He escrito un articulo para Brasil sobre mi encuentro con Fidel y decía que a Fidel se aplica perfectamente un axioma que yo siempre repito: hay que dejar el pesimismo para días mejores”, dijo Betto en declaraciones divulgadas por el NTV.
Según el teólogo brasileño, quien es autor, entre otros, del libro “Fidel y la religión“, Fidel le preguntó sobre sus actividades en La Habana, mientras apuntaba información de la conversación en un cuaderno.
“Me preguntó de mi encuentro con el papa Francisco, él tiene una profunda admiración por el papa Francisco”, indicó Betto, quien en abril se reunió con el pontífice argentino en el Vaticano.
Asimismo relató que Fidel le preguntó sus opiniones sobre la nueva fase de relaciones que viven Cuba y Estados Unidos: ”Yo dije que pensaba que es muy bueno, muy positivo, pero todavía uno habla en FM y el otro habla en AM, la sintonía va a llevar tiempo. Pero (dije) que, como él ha escrito en la carta a la FEU, es un paso importante para la paz, un diálogo que tiene que darse”, contó Betto.
Dijo que “Estados Unidos, tiene cambiar no solo sus métodos, sino sus metas: ¿con qué objetivos quiere mantener buenas relaciones con Cuba? El pueblo tiene que prepararse muy bien para el choque entre camión de consumismo con el Lada de la austeridad. Hay que preservar las conquistas, los valores y las virtudes de esta Revolución”.
Fidel y Betto conversaron sobre temas nacionales e internacionales “en un clima afectuoso”, de acuerdo con una nota publicada hoy.

Líder de la Revolución Cubana recibe al intelectual brasileño Frei Betto




Fidel y Frei Betto el domingo 16 de febrero de 2014.

El compañero Fidel y el destacado intelectual brasileño Frei Betto sostuvieron en la tarde de ayer una amistosa conversación, en el curso de la cual abordaron variados temas nacionales e internacionales.
En la plática, Betto se refirió a su encuentro con el Papa Francisco, efectuado el 9 de abril del pasado año, y comentó acerca de las conferencias que ha impartido durante su presente estancia en Cuba.
La entrevista se desarrolló en un clima afectuoso, característico de las amplias y fraternales relaciones existentes entre Fidel y Betto.

Junto a Martí, por el bien de la humanidad




Este 28 de enero, día en que el Apóstol de Cuba cumple 162 años y es la fecha en la que iniciamos una jornada de recordación de su vida, obra y pensamiento, a propósito del 120 aniversario de varios y decisivos acontecimientos históricos de nuestra patria, tales como el reinicio de las luchas por la independencia de Cuba, el 24 de febrero de 1895, con la Guerra necesaria. El pensamiento martiano deviene arma medular para enfrentar la sostenida y alarmante crisis mundial. Se ubica así, su ideario ético, político y humanista en el epicentro de una batalla que tiene en la cultura y las ideas sus principales frentes y recordemos que esta cruzada debemos no solo librarla, sino vencerla, porque de ella depende el futuro de la humanidad.
Hace unos días, desde mi condición de cubano de vocación martiana, convidé desde las páginas del periódico Juventud Rebelde, a pensar el futuro de Cuba, de Latinoamérica y del mundo, desde la realidad que vivimos y ante los cardinales desafíos que nos obligan a pensar y a actuar con claridad, en un contexto políticamente complejo a escala global, bajo un orden económico insostenible ─el del sistema capitalista de explotación mundial─ y una guerra cultural en la que no pocos se aferran a promover los valores de dicho sistema. Es precisamente la crisis del capitalismo y la necesidad de abrirle paso a una cultura genuina y de vanguardia que siga apostando por la alternativa socialista, emancipatoria, humanista y de justicia social; lo que nos hace ser, como Fidel, fieles e invencibles seguidores de Martí, por lo que su pensamiento alcanza una extraordinaria actualidad, de ahí que su universalidad crezca cada día. Por eso a 120 años del reinicio de las luchas independentistas cubanas, es imprescindible estudiar con más profundidad a Martí, desde la cosmovisión que él nos entrega de los valores de la nación cubana y de toda nuestra historia. Recordemos también que nuestra América se fortalece y por ello seguir luchando por el equilibrio del mundo es cuestión de suma importancia.
No olvidemos, asimismo, que es indispensable un Diálogo de generaciones que se oriente desde la tradición martiana, desde lo más autóctono de las raíces latinoamericanas y caribeñas. Hoy es preciso que se fortalezca la lucha que libran los pueblos de la América nuestra y se establezca un diálogo civilizacional a partir de la idea martiana: “Injértese en nuestras repúblicas el mundo, pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas”.
Hemos seguido con mucha atención los nuevos acontecimientos que han tenido lugar a partir del 17 de diciembre del 2104, las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos. Estoy convencido de que esto es muestra fehaciente de dos cuestiones esenciales: la fuerza y dignidad de nuestro pueblo y la decadencia del sistema capitalista. Con el ojo previsor de Martí, quien vivió largos años en los Estados Unidos y como nadie de su tiempo lo conoció, debemos seguir fortaleciéndonos en el terreno ideológico-cultural. Ganemos a pensamiento esta necesaria batalla siendo radicales y armoniosos, eligiendo, como Martí, la fórmula del amor triunfante: con todos y para el bien de todos.
Por estas razones, el Centro de Estudios Martianos ha creado el grupo interdisciplinario José Martí y su visión sobre los Estados Unidos para estudiar estos temas con el apoyo de otras instituciones.

Armando Hart Dávalos

Grecia después del terremoto




Las elecciones del domingo pasado en Grecia han sido un terremoto político. Una fuerza, Syriza, que hace cinco años orillaba el 4% de los votos, obtuvo ahora un resonante 37%, con una ventaja de diez puntos sobre el partido de gobierno -y a dos bancas de la mayoría absoluta de 151 diputados. Los resultados fueron un golpe político manifiesto contra la Troika, el bloque formado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, la cual hizo una fuerte campaña de extorsión sobre el electorado y contra Syriza, con la participación de varios gobiernos europeos. La votación constituyó un plebiscito contra la política de ajuste antiobrera, con independencia del alcance del programa presentado por la coalición de izquierdas. El impacto de la victoria de Syriza excede los marcos de Grecia, esto porque apunta a un giro en la relación de fuerzas entre las clases en Europa en su conjunto, que hasta ahora se ha caracterizado, por sobre todo en Grecia, por una seguidilla de derrotas de los trabajadores.
La derrota del gobierno de la banca y los armadores navales de Grecia tiene lugar cuando la crisis capitalista ha alcanzado en Europa niveles desesperantes. En vísperas de estas elecciones, precisamente, el BCE ha lanzado un plan de rescate bancario gigantesco, al que la mayoría de los observadores augura un resonante fracaso e incluso la posibilidad de acentuar la guerra comercial, a partir de la devaluación abrupta que está registrando el euro. El rescate, por de pronto, ya ha desatado una crisis entre los bancos centrales de Alemania y Holanda, por un lado, y los restantes y la cúpula del BCE, del otro. En resumen, la crisis política que inauguran las elecciones griegas se da en el marco de un impasse del capitalismo en el conjunto de Europa y de tentativas de replanteo de la política seguida hasta ahora frente a la bancarrota económica. La victoria de Syriza opera como un ariete en esta crisis, lo cual explica la benevolencia disimulada con que ha sido recibida, por ejemplo, por los gobiernos de Italia y Francia, entre los principales del continente. El último examen de las cuentas de los principales bancos de Europa han dejado a la vista un déficit de capital de medio billón de euros.
El programa de Syriza frente a la catástrofe de Grecia no es ni de lejos revolucionario, ni lo pretenden, menos que nadie, los dirigentes de la Coalición de Izquierda. En lo esencial, ha cifrado en 12 mil millones de euros un plan de supervivencia humanitaria de las masas, desde la suba del salario mínimo, que el ajuste había reducido a 450 euros, la reconexión de los servicios de gas y electricidad a las viviendas que se han visto imposibilitadas de pagarlos, la suspensión de los desalojos, el restablecimiento del acceso a la salud y a los medicamentos del cual han sido privadas centenares de miles de familias y la rebaja de tarifas del transporte público. No plantea la anulación de la reforma laboral que ha convertido a la clase obrera de Grecia es una fuerza de trabajo esclava. La oposición de los gobiernos capitalistas a estas medidas es un símbolo de la barbarie capitalista; han recurrido a la catástrofe humanitaria para presionar en favor de la privatización de los principales activos griegos, incluidas varias de sus islas. Syriza reclama una renegociación de la deuda externa para financiar su plan social y plantea la posibilidad de una anulación parcial de ella por parte de las naciones acreedoras. Como consecuencia de los planes de rescate de los acreedores privados aplicados por la Troika el 85% de la deuda externa griega se encuentra en poder de los bancos centrales nacionales de Europa y del BCE.
Hace dos años, Syriza reivindicaba la anulación del memorando de austeridad firmado con el FMI y la UE; la suspensión del pago de la deuda externa, condicionada a una auditoría; el control público de los bancos y la reposición de las conquistas perdidas por los trabajadores. El salario mínimo, que ponía en 1.300 euros ahora lo ha reducido a 750, que sigue siendo de indigencia. Ya no defiende la salida de la Otan sino "respetar las obligaciones previstas en los tratados".
Con estos elementos de juicio en la mano, parece claro que la negociación sobre Grecia formará parte del replanteo de conjunto que está haciendo la UE ante el impasse de la eurozona. Sin embargo, como parte de una política de extorsión que no cede, el BCE ha anunciado que la deuda pública de Grecia ni los activos de su Banco Nacional serían objetos del socorro financiero que ha anunciado para el conjunto de los países del euro. Cualesquiera que sean las variantes financieras que se negocien para viabilizar el plan humanitario, la Troika ha dejado en claro que las reformas laborales y las privatizaciones están fuera de la mesa. Los voceros de Syriza, por su parte, han insistido en que seguirán una política de rigor presupuestario, que obtendrían -aseguran- con una reforma impositiva. La conclusión que se saca de este estado de cosas es que el impasse insuperable de las negociaciones no está determinado por el antagonismo entre las posiciones en discusión sino por el carácter extraordinario de la crisis capitalista.

Pacto con la derecha

Syriza celebró su victoria con el anuncio de un acuerdo de gobierno con el derechista Griegos Independientes -Anel-, que obtuvo el 4,7% de los votos. Panos Kamenos, el jefe de Anel, fue vicemnistro de Marina Mercante durante el gobierno de Nueva Democracia. Esta fuerza se hará cargo del Ministerio de Defensa y designará el próximo presidente de las República. Los acuerdos de gobierno con la derecha son siempre antiobreros y, en este caso, confirma que el programa contra el ajuste no saldría, en lo fundamental, del marco del asistencialismo.
El acuerdo echa luz sobre el desarrollo explosivo del proceso político griego en su conjunto. Es claro que se tejió desde hace un tiempo, ante la tentativa del gobierno precedente de adelantar la elección de un nuevo presidente del país para postergar las elecciones parlamentarias hacia fin de año. El primer ministro anterior, Samaras, pretendía renegociar, en sus propios términos, el programa con la Troika, y obtener el aire suficiente para contener la crisis humanitaria y ganar los comicios. No era la primera vez que los políticos burgueses expresaban una resistencia limitada a la Troika: el ex ‘premier’ Papandreu había propiciado un plebiscito contra el rescate y el mismo Samaras, como opositor, había votado en contra del ajuste, y recientemente fracasó en obtener de la Troika el levantamiento del plan de rescate. La maniobra de Samaras para impedir una elección que ganaría Syriza, no conmovió al establishment político, el cual saboteó la elección de presidente. Es claro que ya estaba en marcha el acuerdo de gobierno de Syriza con la derecha, pues se descontaba que estaría lejos de una mayoría absoluta. El acuerdo con la derecha antiobrera y chovinista, en un país donde los fascistas se han convertido la tercera fuerza, tiene el significado estratégico de abortar el desarrollo político independiente de la izquierda y establecer, como alternativa, la unidad Las elecciones del domingo pasado en Grecia han sido un terremoto político. Una fuerza, Syriza, que hace cinco años orillaba el 4% de los votos, obtuvo ahora un resonante 37%, con una ventaja de diez puntos sobre el partido de gobierno -y a dos bancas de la mayoría absoluta de 151 diputados. Los resultados fueron un golpe político manifiesto contra la Troika, el bloque formado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, la cual hizo una fuerte campaña de extorsión sobre el electorado y contra Syriza, con la participación de varios gobiernos europeos. La votación constituyó un plebiscito contra la política de ajuste antiobrera, con independencia del alcance del programa presentado por la coalición de izquierdas. El impacto de la victoria de Syriza excede los marcos de Grecia, esto porque apunta a un giro en la relación de fuerzas entre las clases en Europa en su conjunto, que hasta ahora se ha caracterizado, por sobre todo en Grecia, por una seguidilla de derrotas de los trabajadores.
La derrota del gobierno de la banca y los armadores navales de Grecia tiene lugar cuando la crisis capitalista ha alcanzado en Europa niveles desesperantes. En vísperas de estas elecciones, precisamente, el BCE ha lanzado un plan de rescate bancario gigantesco, al que la mayoría de los observadores augura un resonante fracaso e incluso la posibilidad de acentuar la guerra comercial, a partir de la devaluación abrupta que está registrando el euro. El rescate, por de pronto, ya ha desatado una crisis entre los bancos centrales de Alemania y Holanda, por un lado, y los restantes y la cúpula del BCE, del otro. En resumen, la crisis política que inauguran las elecciones griegas se da en el marco de un impasse del capitalismo en el conjunto de Europa y de tentativas de replanteo de la política seguida hasta ahora frente a la bancarrota económica. La victoria de Syriza opera como un ariete en esta crisis, lo cual explica la benevolencia disimulada con que ha sido recibida, por ejemplo, por los gobiernos de Italia y Francia, entre los principales del continente. El último examen de las cuentas de los principales bancos de Europa han dejado a la vista un déficit de capital de medio billón de euros.
El programa de Syriza frente a la catástrofe de Grecia no es ni de lejos revolucionario, ni lo pretenden, menos que nadie, los dirigentes de la Coalición de Izquierda. En lo esencial, ha cifrado en 12 mil millones de euros un plan de supervivencia humanitaria de las masas, desde la suba del salario mínimo, que el ajuste había reducido a 450 euros, la reconexión de los servicios de gas y electricidad a las viviendas que se han visto imposibilitadas de pagarlos, la suspensión de los desalojos, el restablecimiento del acceso a la salud y a los medicamentos del cual han sido privadas centenares de miles de familias y la rebaja de tarifas del transporte público. No plantea la anulación de la reforma laboral que ha convertido a la clase obrera de Grecia es una fuerza de trabajo esclava. La oposición de los gobiernos capitalistas a estas medidas es un símbolo de la barbarie capitalista; han recurrido a la catástrofe humanitaria para presionar en favor de la privatización de los principales activos griegos, incluidas varias de sus islas. Syriza reclama una renegociación de la deuda externa para financiar su plan social y plantea la posibilidad de una anulación parcial de ella por parte de las naciones acreedoras. Como consecuencia de los planes de rescate de los acreedores privados aplicados por la Troika el 85% de la deuda externa griega se encuentra en poder de los bancos centrales nacionales de Europa y del BCE.
Hace dos años, Syriza reivindicaba la anulación del memorando de austeridad firmado con el FMI y la UE; la suspensión del pago de la deuda externa, condicionada a una auditoría; el control público de los bancos y la reposición de las conquistas perdidas por los trabajadores. El salario mínimo, que ponía en 1.300 euros ahora lo ha reducido a 750, que sigue siendo de indigencia. Ya no defiende la salida de la Otan sino "respetar las obligaciones previstas en los tratados".
Con estos elementos de juicio en la mano, parece claro que la negociación sobre Grecia formará parte del replanteo de conjunto que está haciendo la UE ante el impasse de la eurozona. Sin embargo, como parte de una política de extorsión que no cede, el BCE ha anunciado que la deuda pública de Grecia ni los activos de su Banco Nacional serían objetos del socorro financiero que ha anunciado para el conjunto de los países del euro. Cualesquiera que sean las variantes financieras que se negocien para viabilizar el plan humanitario, la Troika ha dejado en claro que las reformas laborales y las privatizaciones están fuera de la mesa. Los voceros de Syriza, por su parte, han insistido en que seguirán una política de rigor presupuestario, que obtendrían -aseguran- con una reforma impositiva. La conclusión que se saca de este estado de cosas es que el impasse insuperable de las negociaciones no está determinado por el antagonismo entre las posiciones en discusión sino por el carácter extraordinario de la crisis capitalista.
Las contradicciones políticas del acuerdo de gobierno son descomunales. En primer lugar porque Syriza debe explicar por qué reiteró, en varios momentos de la campaña electoral, el planteo de gobierno de izquierda (en especial con el Partido Comunista), cuando ya tenía un arreglo con la derecha. El otro aspecto es que eligió como aliado a un partido chovinista que fomenta la rivalidad con Turquía, lo contrario de lo que ha planteado Syriza. Anel ‘anti-europeísta’ cuando Syriza se ha distinguido por una defensa principista de la Unión Europea. Al igual que el resto del chovinismo europeo, Anel quiere volver a las monedas nacionales e incluso romper con la UE (Gran Bretaña). Hay que suponer, entonces, que Syriza pretende esgrimir ante la Troika la posibilidad de abandonar el euro, que es exactamente lo contrario de lo que dice su plataforma. Esta posibilidad la señaló, significativamente, el ya designado ministro de Economía al diario Corriere della Sera.
El visto bueno, en principio, de la burguesía griega al acuerdo con Syriza está también vinculado a la reciente experiencia de la quiebra de los bancos chipriotas, que amenazó con llevarse puesto a parte de la banca griega. El rescate de esa quiebra vino de la mano de Putin, no de la UE, debido a la importancia de los intereses privados rusos que quedaron afectados. El acuerdo respondería a un viraje de la alianza con Bruselas a una con Moscú. El Partido Comunista de Grecia, en tal caso, podría comenzar a votar en el parlamento por su archienemigo Syriza. La prensa francesa ha desarrollado una verdadera campaña para mostrar la alianza entre el Frente de Nacional de Francia y otros chovinismos antieuropeístas con Moscú, que se puso en evidencia con motivo de la guerra civil en Ucrania. Lejos de trazar un curso independiente para Grecia, el acuerdo Syriza-Anel condena al país a la condición de peón de la rivalidad entre las grandes potencias.

Perspectivas

Más allá de la importancia innegable que tendrán en el desarrollo de los acontecimientos las posiciones y planteos de las fuerzas políticas presentes, tanto nacionales como internacionales, la enorme votación por una izquierda emergente en las recientes elecciones de Grecia, pone de manifiesto un gran giro político de las masas, que refuerza el rol de ellas en la situación que se ha abierto. La pretensión de contener o de ahogar esta evolución política con la aplicación de un programa socialmente diminuto, con la alianza con la derecha o con un compromiso con la Troika está condenada al fracaso -o sea que asistiremos a nuevas y más intensas convulsiones políticas, que tampoco se limitarán al territorio helénico. Syriza y sus novedosos aliados ofician de aprendices de brujos; hay un marco de contradicciones sociales e históricas que no pueden ser contenidas dentro de las relaciones existentes.
Se ha producido la paradoja de que una enorme victoria de la izquierda democratizante será acompañada por una mayor disgregación de esa misma izquierda en otras partes del mundo, como consecuencia de acuerdos podridos firmados desde una estrechísima anteojera nacional.

Jorge Altamira

martes, 27 de enero de 2015

El pueblo de Grecia aplasta a la derecha y propina un duro golpe a la Unión Europea y al FMI




Syriza, la Coalición de la Izquierda Radical, ha obtenido este domingo una votación extraordinaria, que supera largamente la distancia que le adjudicaban los encuestadores interesados con relación al partido de derecha en el gobierno. Podrá formar un gobierno propio o con aliados de izquierda, no necesita de contubernios con la derecha.
A la izquierda de Syriza, el frente Antarsya, obtuvo el 0,6% de los votos, el PC el 5,7%, y el EEK, el 0.3 por ciento. El conjunto de la izquierda de Grecia se ha convertido en mayoría nacional electoral. Se trata de un resultado sin precedentes en la Historia de la Grecia moderna.
Se trata de un repudio sin atenuantes a la política de hambreamiento social impuesto por la Unión Europea para salvar de la quiebra a los bancos de Grecia y de los acreedores bancarios internacionales. El gran capital europeo y el FMI han provocado una crisis humanitaria sin precedentes en Grecia. El conjunto de Europa, luego de casi una década de ajustes, se encuentra ante una situación económica desesperante.
Syriza enfrenta ahora la contradicción entre sus planteos para poner fin a la miseria social, por un lado, y su decisión de arribar a compromisos con los gobiernos y banqueros de Europa para mantener a Grecia en la órbita de la Unión Europea. En América Latina, experiencias similares, en Uruguay, Brasil y Bolivia, entre otros, han llevado a un feroz crecimiento de la deuda externa y de la dependencia internacional, y a la insatisfacción de los reclamos populares.
Se abre en Europa un escenario de conflicto político extraordinario en esta década de crisis mundial. El desenlace de este conflicto dependerá, en lo fundamental, del grado de independencia y resolución política de las masas de Grecia, y por otro lado de la solidaridad que reciba de los trabajadores del resto del mundo, en primer lugar mediante sus propias luchas nacionales en defensa de sus conquistas y reivindicaciones.
Incluso si Syriza ha renunciado a cualquier desafío de conjunto al régimen capitalista y a sus creaciones políticas e institucionales, su victoria electoral expresa el amplio campo de desarrollo que la crisis mundial ha abierto para la izquierda revolucionaria.
Saludamos con entusiasmo este primer paso de los trabajadores de Grecia en su lucha contra el ajuste y el capitalismo internacional, y llamamos a desarrollar alternativas obreras independientes y socialistas en todos los países.

Jorge Altamira

lunes, 26 de enero de 2015

La mayoría del pueblo griego le da la victoria a Syriza




Syriza se alzó con una clara victoria en las elecciones generales celebradas este domingo en Grecia, al obtener el 36,36 % de los votos, con el 95 % de los sufragios escrutado. La formación de izquierda reformista liderada por Alexis Tsipras obtendría 149 escaños, pero quedaría a sólo dos de conquistar la mayoría absoluta para formar gobierno. El conservador Nueva Democracia, impulsor de los planes de austeridad en el último período, es el gran derrotado.

El triunfo de Syriza, que muchos consideran “histórico”, representa un hecho político de primer orden en Europa. Desde 2008, el continente vive una profunda crisis económica, a la cual los gobiernos respondieron aplicando duras políticas de “austeridad” dictadas por la “troika” (BCE, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional).
El resultado obtenido por el partido liderado por Alexis Tsipras, así como el voto a otras fuerzas de izquierda que se presentaron a las elecciones generales en Grecia, es una muestra del fuerte rechazo de amplios sectores de los trabajadores y el pueblo griegos a las políticas de austeridad, recortes, privatizaciones y ataques a los derechos sociales de la mayoría de la población.
De acuerdo a estos datos, Syriza obtendría 149 escaños, y se encuentra por tanto a dos diputados de lograr la mayoría absoluta.
Los conservadores de Nueva Democracia, el partido del Primer Ministro Andonis Samarás, obtuvieron un 27,8 % de los votos, lo que supone 76 escaños, siendo los grandes derrotados de la jornada.
Le siguen los neonazis de Aurora Dorada, con un 6,3 % de los sufragios y 17 escaños, lo que los ubica como tercera fuerza política del país, a pesar de que prácticamente la totalidad de su cúpula está en prisión preventiva acusada de ser parte de una banda criminal.
Los liberales europeístas del nuevo partido To Potami (El Río) quedaron en cuarto lugar, con un 6 % de los votos y también 17 escaños.
A continuación se sitúan los comunistas del KKE, con el 5,5 % y 15 escaños y el hasta ahora socio de Nueva Democracia en el gobierno, los socialdemócratas del Pasok, del viceprimer ministro Evángelos Venizelos, con un 4,7 % de los votos, que se traduce en 13 escaños.
En la cola de partidos que han sorteado la barrera del 3 % para ingresar al parlamento heleno, está la formación de derecha nacionalista ANEL (Griegos Independientes), con un 4,6 % y 13 escaños.
Fuera del Parlamento se quedó el partido del ex líder de Pasok y antiguo primer ministro Yorgos Papandreu, como también la coalición de izquierda anticapitalista Antarsya, que no alcanzaron el 3% necesario.

Un escenario complejo para la formación del nuevo gobierno

Según la ley electoral griega, los escaños parlamentarios se distribuyen proporcionalmente entre los partidos que hayan superado el 3% de los votos. En estas elecciones se presentaron 18 partidos y 4 coaliciones, pero sólo 7 de ellos lograron escaños en el Parlamento.
Una peculiaridad del complejo sistema electoral griego es que al partido o coalición que resulta ganador de los comicios por mayoría de votos, la ley electoral le otorga un "plus" de 50 escaños, que le permite aumentar la diferencia respecto a los demás y, según sus defensores, garantizar una gobernabilidad. Sin embargo, esta no parece asegurada tras los comicios de este domingo.
Para obtener mayoría absoluta y formar gobierno, un partido o coalición necesita sumar al menos 151 diputados. En caso de que ninguna fuerza lo logre sola o en una alianza con otro partido, Grecia se vería abocada a nuevas elecciones, como ya ocurriera en 2012.
Al no haber conseguido Syriza los 151 votos en esta primera votación, Alexis Tsipras, como Primer Ministro electo, tiene 15 días para ganar un "voto de confianza" en el Parlamento, por parte de al menos 151 diputados. En ese proceso, Syriza puede ser apoyado por diputados de otros partidos, formar una coalición de gobierno, compartiendo ministerios, o lograr apoyo con los votos de otras formaciones aunque estas no se integren en el nuevo gobierno.
Si en este período fracasa el intento de Syriza de conquistar el apoyo de dos parlamentarios para lograr la mayoría, prosigue un proceso en el que el actual Presidente de la República otorgará al líder de Syriza 3 días más, y de no conseguirlo, lo hará con el segundo partido más votado (Nueva Democracia), y de no prosperar, el tercero (Aurora Dorada).
Si todos estos intentos resultan infructuosos, entonces el Presidente de la República propondría una última alternativa de formar un "gobierno de unidad nacional", que de no funcionar, debería elegirse un gobierno interino que convoque a nuevas elecciones. Es decir, lo que sucedió en 2012.
Tsipras necesita entonces el apoyo de algún otro partido para garantizar la investidura. En las previsiones antes de las elecciones y vista la distribución de escaños, el foco pareciera estar puesto en To Potami, que obtuvo un 6 % de los votos y 17 escaños.
To Potami (el Río), creada hace menos de un año por el ex periodista Stavros Theodorakis, es abiertamente proeuropea y pone como condición para su participación en un futuro Gobierno, la aplicación a rajatablas de las reformas estructurales exigidas por la Troika y los acreedores del país, así como el rechazo frontal a toda posibilidad de abandonar el euro y volver al dracma. Aunque su programa es conservador, discursivamente se ubica “en el centro” y no está claro a quien apoyará en el Parlamento.
Sin embargo, especulaciones de último momento indican que algún tipo de acuerdo con To Potami podría ser difícil y que Tsipras estaría evaluando la posibilidad de negociar, o bien con los socialdemócratas del Pasok, que cosecharon un 4,7 % de los votos y 13 escaños.
Aunque al cierre de esta nota cobra fuerza la noticia, aun no confirmada, de que Tsipras habría iniciado negociaciones con los nacionalistas de derecha de ANEL (Griegos Independientes), que obtuvo un 4,6 % y 13 escaños, para formar un gobierno de coalición.
ANEL nace de una escisión de Nueva Democracia, defendiendo un programa nacionalista de cese inmediato del pago de la deuda y, a nivel europeo, de fortalecimiento del papel de los estados miembros y recortar el de la Comisión Europea (CE).
Algunas fuentes en Grecia indican que el lunes habría una reunión entre Tsipras y Kamménos, líder de ANEL, que de confirmarse, mostraría un giro inesperado en la política de Tsipras.
Syriza entre las demandas de las masas y un programa conciliador con la “Troika”
El 28 de febrero se vence la última ayuda del programa europeo de rescate a Grecia. La Comisión Europea (CE) propondrá una nueva extensión, de hasta seis meses, del rescate griego para evitar problemas de liquidez, entre su vencimiento y la fecha en que se negocie un nuevo crédito con el futuro Gobierno heleno.
Algunos analistas opinan que, en caso de formar gobierno antes de esa fecha, Syriza debería aceptar dicha prórroga. Pero esto implicaría aceptar el grueso de las condiciones sobre las cuales se estableció la ayuda, que no son otras que profundizar los planes de austeridad.
Tsipras aseguró antes de las elecciones, que de ser gobierno, Syriza reconocerá las “obligaciones frente a las instituciones europeas y los tratados europeos. Estos tratados prevén unos objetivos fiscales que deben respetarse, pero no las medidas para conseguirlos".
Pero Tsipras recordó también que "la austeridad no forma parte de los tratados" y celebró que la Unión Europea esté dando ahora pasos para salir de ella.
En el mismo sentido, en el mitin de festejo tras conocerse los primeros resultados de las elecciones, el líder de Syriza agradeció la victoria conquistada en las urnas: "Hoy se ha escrito una nueva página en la historia de Grecia. Se queda atrás la catástrofe humana que ha causado la austeridad. Han sido cinco años de humillaciones, y ahora recuperamos el optimismo, la dignidad y la esperanza en el futuro".
"Es un gran paso hacia adelante, no solo en nuestro país, sino en toda Europa. Hoy estamos celebrándolo, pero mañana habrá que empezar a trabajar duro, porque los griegos, todos, cerramos hoy el círculo vicioso de la austeridad, cancelamos el memorándum. Es el voto que deja en el pasado la troika, porque los griegos nos han dado un mandato muy claro", afirmó frente centenares de seguidores en Atenas.
"El nuevo Gobierno", ha explicado el presidente de Syriza, "colaborará y negociará con sus socios europeos para encontrar soluciones viables. Pero lo que está claro es que se ha roto el círculo vicioso de la austeridad, y se recuperan los valores, de la justicia, la democracia y la solidaridad". "Nosotros pondremos nuestras propuestas de reformas sobre la mesa y una nueva política fiscal", afirmó el recién electo primer ministro griego.
"Tenemos un programa de inversiones, de reconstrucción del país... Pero nuestra prioridad son los que más han sufrido la crisis y restablecer los derechos, la justicia, profundizar en la democracia y acabar con la corrupción", sentenció.
Sin embargo, lo que no queda claro es como hará Tsipras para resolver las acuciantes demandas de la mayoría social griega que viene de un largo período de sufrimientos, cargando con las penurias de la crisis sobre sus espaldas.
Grecia vive una situación de verdadera catástrofe social. El desempleo supera el 27% y afecta a más del 50% de los jóvenes y las mujeres, mientras la mitad de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza. El nivel de vida de las familias griegas disminuyó en un 40%, el PIB ha caído un 25% desde 2008; los empleos públicos se han reducido casi un 40% desde 2009, y la deuda pública representa un 175% del PIB.
En esta situación, no es posible “restablecer los derechos, la justicia y la democracia” como dijo Tsipras en el festejo de su triunfo, sin afectar decididamente los intereses capitalistas responsables de dicha situación, empezando por los grandes magnates griegos ligados al capital financiero europeo e internacional y las reaccionarias instituciones que componen la "troika" acreedora.
Por ello existe una contradicción entre las aspiraciones de las masas y la moderación del programa y la orientación política de Syriza, que ha intentado en todo momento mostrarse "respetable" y “responsable” a los ojos de los gobiernos de la Unión Europea.
Grecia ha pasado por más de treinta huelgas generales, junto a infinidad de movilizaciones y luchas desde el año 2010, cuando se hundió su economía. Esa potencia social de los trabajadores y el pueblo griego es a lo que más temen las clases dominantes europeas, que ven en el triunfo de Syriza el peligro de que caigan otros gobiernos conservadores y socialdemócratas (virtualmente devenidos en social liberales) en Europa, que han llevado a cabo agendas idénticas contra los trabajadores.
En este mar de contradicciones, Tsipras aún debe formar gobierno. Una tarea que no será fácil y que a pesar de su política conciliadora, puede apostarse que tiene a gran parte de los "poderes facticos" de la Europa del capital conspirando en su contra, ya sea para terminar de domesticarlo o, incluso, para intentar burlarle el triunfo obtenido en las urnas.

Diego Lotito
Madrid | @diegolotito

domingo, 25 de enero de 2015

Colombia: Asesinan a Carlos Alberto Pedraza Salcedo, dirigente del Congreso de los Pueblos




Hace pocos días el Congreso de los Pueblos denunció las amenazas, señalamientos y persecuciones que padecen comunicadores populares, activistas sociales y sindicales, campesinos y campesinas. "Los grupos paramilitares llamados Águilas Negras han iniciado una ofensiva nacional contra procesos, líderes y organizaciones sociales que luchan por los derechos humanos, la democracia, la dignidad de las víctimas y la paz de Colombia", referían en un comunicado. El pasado miércoles 21 de enero fue hallado muerto Carlos Alberto Pedraza Salcedo, dirigente del Congreso de los Pueblos. Reproducimos comunicado

EL CONGRESO DE LOS PUEBLOS, denuncia ante las autoridades del Estado Colombiano y el gobierno Nacional, la opinión pública nacional y la comunidad internacional el asesinato de nuestro dirigente, compañero y amigo CARLOS ALBERTO PEDRAZA SALCEDO. Carlos Alberto era licenciado de Universidad Pedagógica Nacional, líder cívico-popular del magisterio, integrante del Proyecto Nunca Más, del Movimiento de Víctimas de crímenes de Estado, de la Coordinación Regional del Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia y del Congreso de los Pueblos que hace parte de la Cumbre Nacional Agraria, Campesina, Étnica y Popular.

HECHOS:

1. El lunes 19 de enero de 2015 siendo las 3:00 pm, Carlos Alberto Pedraza Salcedo se trasladó de su casa ubicada en el barrio Molinos II de la localidad de Rafael Uribe Uribe en Bogotá, hacia la localidad de Teusaquillo donde tendría una reunión relacionada con la Comercializadora Agropecuaria El Zipa proyecto económico del mencionado Movimiento. El compañero Carlos se comunicó por última vez con un miembro de su familia, informándolo de las actividades que iba a realizar ese día y de su regreso a casa en horas de la noche. Desde ese momento nunca se tuvo conocimiento de su paradero.
2. El miércoles 21 de enero de 2015 en horas de la mañana al parecer integrantes de la Sijín de Gachancipá-Cundinamarca realizaron llamadas telefónicas a números de contacto de la Comercializadora para lograr ubicar familiares de Carlos. En la primera llamada mencionaron que encontraron una persona con las características de Carlos, quien tenía entre sus pertenencias varias tarjetas de presentación de la Comercializadora. En la segunda llamada manifiestan que Carlos sufrió un accidente en motocicleta y necesitaban ubicar a un familiar. En la tercera llamada afirmaron que: “fue encontrado muerto en los pinos con un golpe en la cabeza”.
3. El miércoles 21 de enero de 2015 hacia las 9 de la mañana es encontrado por miembros de Policía judicial, el cuerpo sin vida de Carlos Pedraza en un sector despoblado de la vereda San Bartolomé, denominado “las marraneras”. El cadáver presentaba signos de violencia en la cabeza que posiblemente produjeron su muerte.
4. Es de aclarar, que el compañero Carlos Pedraza no tenía ninguna relación personal, laboral, social o política en Gachancipá, municipio ubicado a 60 kilómetros aproximadamente de la capital y no llevaba dinero ni pertenencias de valor, tan solo portaba un celular de baja gama que no fue encontrado en el lugar de los hechos.

Ante los hechos, EXIGIMOS AL ESTADO COLOMBIANO:

Adelantar las investigaciones y acciones legales necesarias para determinar los responsables intelectuales y materiales de los hechos.

Garantías para el ejercicio del trabajo social y político que realizamos las organizaciones sociales, políticas y populares del país.

SOLICITAMOS:

A los organismos de derechos humanos y organizaciones populares mantenernos atentos y alerta frente a estos hechos de victimización y persecución sistemática hacia nuestros dirigentes y procesos organizativos.

LLAMAMOS:

A la opinión pública nacional e internacional, a los Organismos de protección y defensa de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario, a todas las organizaciones y personas a pronunciarse solidariamente ante estos hechos y se exija al Estado colombiano dar respuesta efectiva a este crímen.

COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS

CONGRESO DE LOS PUEBLOS

Contactos:

ddhh@congresodelospueblos.org

www.congresodelospueblos.org

Grecia: las elecciones que pueden sacudir el escenario europeo




Este domingo Grecia vivirá unas elecciones decisivas. Las últimas encuestas confirman la ventaja de Syriza sobre el gobernante partido conservador, Nueva Democracia. La posibilidad de un gobierno “anti austeridad” preocupa a la Unión Europea y el FMI. Syriza asegura que no se va del euro y que respetará “los compromisos”.

El 25 de enero casi 10 millones de personas están habilitadas para votar en las elecciones generales anticipadas de Grecia, el país que desde hace 6 años está en el epicentro de la crisis en Europa.
En total, participarán dieciocho partidos y cuatro alianzas electorales, aunque solo seis o siete tienen posibilidades reales de superar el piso del 3% para llegar al Parlamento. En La Izquierda Diario te explicamos quién es quién en unas elecciones que serán decisivas para el futuro del país y de Europa.
Las elecciones están muy polarizadas, y en caso de que Syriza no consiga la mayoría absoluta, deberá pedir el apoyo de diputados de otros partidos. Por eso, quien resulte electo como tercer partido podría jugar un papel clave para definir el futuro gobierno.
Este jueves el líder de Syriza, Alexis Tsipras, cerró su campaña electoral con un masivo mitin en Atenas. En el acto lo acompañaron el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y otros dirigentes de la izquierda europea, bajo el lema de “Se viene el cambio en Grecia, se viene el cambio en Europa.”
Desde que el gobierno de Antonis Samarás, líder del neoliberal Nueva Democracia, se vio obligado a convocar a elecciones anticipadas a fines de diciembre, comenzó la cuenta regresiva en una campaña electoral que saltó las fronteras griegas e involucró actores políticos de toda Europa. Desde Berlín, Bruselas, Madrid y París, los representantes del establishment europeo trataron de influir en las tendencias electorales, mediante una “campaña del miedo”, agitando el fantasma del caos y el quiebre bancario si gana Syriza.
La jefa del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, advirtió a Grecia que habría consecuencias si no mantiene el camino de las “reformas estructurales”, un eufemismo para referirse a continuar con miles de despidos, privatizaciones y recortes presupuestarios.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, viajó a Atenas para apoyar personalmente al primer ministro de Grecia, el conservador Samarás, temeroso de que un triunfo de Syriza pueda producir un “efecto contagio” que fortalezca aún más a Podemos en un año netamente electoral.
La incertidumbre política es muy grande, a pesar de que los líderes de Syriza vienen moderando su discurso y su programa desde las elecciones del 2012, cuando se transformaron en la primera fuerza de la oposición al gobierno.
En las últimas semanas creció el debate sobre si Grecia se iría o no del Euro y cuáles serían las consecuencias para Europa.
Tsipras ha desmentido las versiones de una salida del euro y reafirmó su vocación “europeísta”. Hace unos días publicó un artículo en el periódico británico Financial Times, asegurando que su gobierno respetará los “compromisos” de Grecia con los acreedores y buscará “equilibrar el presupuesto”, al mismo tiempo que terminará con la austeridad. Un programa con grandes dosis de pragmatismo.
El programa de Syriza se puede resumir como neokeynesiano en lo económico y socialdemócrata en lo político, con el objetivo de llegar a un “acuerdo”, a un nuevo “pacto” con los países europeos y la Troika (UE, BCE, FMI).
Como aseguró Perry Anderson en una conferencia dictada en Madrid hace pocas semanas, paradójicamente “Podemos y Syriza tienen un programa menos radical” que el Frente Nacional y otras variantes de extrema derecha.
Grecia ha pasado por más de treinta huelgas generales, junto a infinidad de movilizaciones y luchas desde el año 2010, cuando se hundió su economía.
El desempleo supera el 27% y afecta a más del 50% de los jóvenes y las mujeres, mientras la mitad de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza. El nivel de vida de las familias griegas disminuyó en un 40%, y la deuda pública representa un 175% del PBI.
En esta situación de catástrofe social, no es posible acabar con los recortes y salir de la crisis sin tocar los intereses de los grandes magnates griegos ligados al capital financiero europeo e internacional, es decir, sin una perspectiva de los trabajadores y anticapitalista.
En esta sección de La Izquierda Diario reunimos decenas de artículos que hemos publicado en los últimos meses siguiendo de cerca la situación en Grecia, un verdadero laboratorio de fenómenos políticos y de la lucha de clases.

Josefina L. Martínez
Madrid | @josefinamar14
Diego Lotito
Madrid | @diegolotito

sábado, 24 de enero de 2015

La historia de Manuel y Yira, los revolucionarios papás de Iván Cepeda




Estos dos jóvenes militantes del Partido Comunista que murieron cuando el combativo senador estaba lejos de convertirse en el líder de hoy, son su inspiración.

Nos levantábamos a las 6 de la mañana, el amanecer cubano hermoso el sol asomando y estrellando sus rayos sobre el verde campo y entre cantos de gallos y el bullicio de aves, ganado y perros: Nos preparábamos para una nueva faena de trabajo voluntario, en la siembra de caña para la cosecha de la zafra azucarera de 1967-1968.
Formábamos parte de un grupo de latinoamericanos, unos que habían sido delegados a la Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, celebrada en La Habana (Cuba) del 31 de julio al 10 de agosto, y otros como yo que formábamos parte del equipo auxiliar de la presidencia del evento, que recaía en los hombros de la heroína cubana Haydee Santamaría.
La conferencia había concluido y de forma entusiasta una buena parte de los delegados se habían ofrecido a participar en ese trabajo voluntario por espacio de diez días. El trabajo voluntario era algo novedoso, había sido una idea del Che, en los primeros años del triunfo revolucionario, con el objetivo de formar lo que él llamó el hombre nuevo.
Radiante y alegre se levantaba la colombiana Yira Castro, siempre acompañada de su compañero Manuel, nos encontrábamos todos en aquel amplio comedor donde tomábamos los primeros sorbos de café, el desayuno y las primeras interrogantes sobre la guerra en Vietnam, o sobre el movimiento guerrillero en nuestra región.
Mis recuerdos de Yira Castro y Manuel Cepeda, comunistas colombianos están vinculados a aquellas jornadas de trabajo en el campo y luego tertulia política en las tardes. Ellos se encontraban en Cuba en representación de su Partido, y habían sido designados como delegados a la Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, (OLAS) que tuvo lugar, en La Habana, Cuba del 31 de julio 10 de agosto del año 1967. Nos familiarizamos más en aquel trabajo voluntario, cuando luego de la cena se iniciaba esa gran tertulia política y cultural, bajo el amplio portal de una gran casona de madera y tejas españolas, que nos cobijaba y al que llamábamos campamento cañero, ubicado al sur del municipio de Cárdenas, provincia de Matanzas, y nos habíamos entregado a la tarea de la siembra de caña.
En aquellos debates políticos sobresalía Yira con su impetuosa personalidad, las discusiones más candentes, estaban relacionadas a la lucha armada o de masas; el genocidio que cometía Estados Unidos en Vietnam y los resultados y avance de la lucha guerrillera en nuestro continente, especialmente en Guatemala, Venezuela, Colombia, y Bolivia, en este último lugar el Ejército de Liberación Nacional (ELN) boliviano comandando por Ernesto “Che” Guevara, sus tácticas de combate le estaba asestando fuertes golpes al ejército boliviano y ya a esas alturas se conocía que era el Che quien dirigía aquel destacamento guerrillero, también se conocía que la CIA y Estados Unidos, inmediatamente de saberlo, despacharon fuerzas y medios de combate contrainsurgente, para perseguir al guerrillero argentino-cubano.
En esos encuentros intervenían los distintos compañeros, expresando sus opiniones, algunos lo manifestaban a nombre propio, otros defendían la tesis y posiciones de los Partidos que representaban, Manuel se destacaba por sus claras posiciones en torno a la combinación de la formas de lucha, que Yira secundaba, mientras otros eran exponentes del foco guerrillero o de la lucha electoral. Una forma democrática donde todos exponían y se respetaban cada una de aquellas manifestaciones que se daba en el campo revolucionario y de la izquierda latinoamericana. Era el debate de la década sesentista.
Yira me impresionó no solo por su belleza física, fiel exponente de la mujer colombiana, pero su gran encanto era la fuerza con la que exponía sus puntos de vista, sus argumentos, con unos 25 años de edad, era una joven formada políticamente y con grandes dotes de liderazgo, siempre desbordando alegría, era una soñadora y así la percibí.
Costeña de pura cepa, era hija del departamento de Sucre, donde nació en febrero de 1942, en su capital Sincelejo, proveniente de una familia comunista había ingresado a la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) en 1958, donde se destacó por su actividad en la lucha por reivindicaciones en el campo estudiantil y juvenil, fue funcionaria de la Unión Internacional de Estudiantes en Praga, Checoslovaquia, organización que en esa época agrupaba a más de cien organizaciones estudiantiles en todo el orbe, y a millones de estudiantes, que representan a más de 80 países.
En 1960 contrae nupcias con Manuel Cepeda Vargas, quien ocupaba el cargo de Secretario General de la JUCO, y con el cual procrearon dos hijos, María e Iván, este último hoy senador de la República y combativo parlamentario del Polo Democrático Alternativo (PDA), quien se ha destacado por denunciar los vínculos y apoyos de agentes públicos a la acción criminal del narcoparamilitarismo, acusando con suficientes pruebas las relaciones del expresidente Álvaro Uribe Vélez, con estas bandas criminales.
Por cierto el debate desarrollado el pasado 17 de septiembre fue muy esclarecedor, aportando el senador Cepeda Castro numerosos argumentos sobre estos vínculos, resultado de las investigaciones desarrolladas por el congresista y su equipo en el senado. La infeliz intervención del senador uribista José Obdulio Gaviria, al acusar a Cepeda de vínculos con las FARC, porque una guerrillera, quien por cierto, forma parte de la delegación de Paz en La Habana, lleva el nombre de Yira Castro. La mezquina y baja actitud del senador uribista para defender a su jefe, al apelar a semejante recurso, lo único que demuestra es la falta de argumentos y la carencia de sentimientos humanos y ética profesional.
Por su arduo trabajo Yira Castro fue promovida de la JUCO al Partido Comunista en 1970 y en 1971 es elegida miembro del Comité Central, periodista de profesión trabaja como reportera de Voz Proletaria cuyo director era su esposo Manuel Cepeda y desarrolló un amplio trabajo en el Circulo de Periodista de Bogotá, en defensa de los periodistas, donde se desempeñaba como fiscal de la institución. Su incansable lucha por la igualdad de la mujer se vio expresada en su destacada participación como integrante de la Unión de Mujeres Demócratas de Colombia. En 1980 durante los comicios municipales es elegida Concejal por la Unión Nacional de Oposición. En ese año y durante el XIII Congreso de su Partido, es promovida a miembro suplente de su Comité Ejecutivo.
Lamentablemente una grave enfermedad la margina de toda actividad pública y fallece el 9 de julio de 1981, en recuerdo a su memoria un barrio en Calí lleva su nombre.
Yira supo ganarse en los medios de prensa colombianos un inmenso cariño, sus valores en defensa del gremio periodístico era muy reconocido, su muerte fue reseñada por toda la prensa nacional y regional sin exclusión. Ella tenía razón en su lucha porque se preservara la vida a los hombres y mujeres que desde la trinchera del periodismo dan a conocer sus ideas y cuando estas son contrarias a poderosos intereses, son víctimas de las balas, de la intolerancia y la rabia de los que se consideran los mesías de la Nación, como está sucediendo, lamentablemente hoy en Colombia.
El dolor por la pérdida de su gran amor y su compañera de lucha acompañaron siempre a Manuel Cepeda Vargas, hasta su muerte, el plan “Golpe de Gracia” denunciado entre otros por el senador comunista ante el ministro de Defensa en 1993, esa denuncia no fue tomada en cuenta y lo tuvo a él entre sus primeras víctimas, cuando balas asesinas acabaron con su vida el 9 de agosto de 1994, vida que estuvo dedicada a la defensa de los humildes y en contra de la injusticia social.
Con gran prestigio por su honradez y transparencia, Manuel despuntaba como un fuerte opositor a la corrupción y al clientelismo político en el senado de la República. El establecimiento le temía no por que usara hampones y sicarios, sino por sus ideas. Lo que mataron fueron sus ideas, encarnadas hoy en su hijo Iván, fiel expositor de esas ideas democráticas y defensoras de una sociedad más justa, incluyente y plural.
Por su esposa demostró un inmenso cariño y profundo amor, entregando su vida a la causa que unidos defendían, a ella le dedicó el libro “YIRA CASTRO: La alegría es mi bandera.” Y así era Yira, la colombiana comunista que yo conocí, grácil, dulce, firme en sus posiciones, incansable trabajadora, pero siempre con una sonrisa en los labios y una alegría que contagiaba.

Tony López
Politólogo, periodista y analista internacional cubano.

En Memorian - un documental sobre la Union Patriotica en Colombia




Un documental sobre el partido politico llamado La Union Patriotica en Colombia. Alredador 4000 de sus miembros fueron matados en un genocidio manejado por politicos, paramilitares y militares en un plan cinicamente llamado "el baile rojo".

viernes, 23 de enero de 2015

2015 - Se acumulan los nubarrones de tormenta




Mientras despedían con bailes el Viejo Año y daban la bienvenida al Nuevo con cantidades copiosas del mejor champán, como es su costumbre; los burgueses, desde Nueva York hasta Londres, deben haber sentido un brillo reconfortante de confianza. Cinco años después de la catástrofe de 2008, ¿no están todavía firmemente al mando del timón? Los temores iniciales de que la crisis debía conducir a un terrible apocalipsis social y político se han disipado. El capitalismo está vivo y coleando. Los beneficios están fluyendo alegremente y los ricos son cada vez más ricos. En resumen, todo va bien en el mejor de los mundos capitalistas.
Todo esto nos recuerda el ambiente de falsa confianza que debe haber existido en el salón de baile del Titanic justo antes de que alguien en la cubierta apreciara la tenue silueta de un iceberg. Al pasar por encima de este alegre carnaval de hacer dinero, los que tienen ojos para ver ya podrían detectar los nubarrones de tormenta. Hace doce meses, los economistas predecían que 2014 sería el año de la recuperación. Un año más tarde nadie mantiene seriamente esa vana ilusión. La economía mundial se encuentra en el mejor de los casos estancada, y un número creciente de economistas están prediciendo una nueva recesión.
El marxismo explica que en última instancia la viabilidad de cualquier sistema socioeconómico está determinada por su capacidad para desarrollar las fuerzas productivas. Esa es la razón fundamental de la crisis actual. La sociedad burguesa se encuentra en un callejón sin salida del que no hay escape. Los economistas burgueses no comprenden la crisis y no tienen ninguna solución. Se trata de un caso de un ciego guiando a otro ciego.
La crisis de 2008 fue un punto de inflexión histórico. Antes de ella, los economistas y políticos coincidían en que el Estado no debería desempeñar ningún papel en la economía. Pero desde entonces, todos los grandes bancos han tenido que apoyarse en el Estado como en unas muletas. La generosidad del Estado hacia los bancos se ha transformado ahora en una tacaña mezquindad hacia el resto de la población. De repente no hay dinero para las escuelas y los hospitales, para los pobres y enfermos, las jubilaciones y las becas para los estudiantes. Pero para los parásitos ricos hay dinero sin límite.
Esta generosidad sin precedentes hacia los banqueros tenía la intención de estimular el crédito y, con él, una recuperación económica. Pero los miles de millones de generosidad pública no han conducido a una recuperación digna de ese nombre. Los banqueros se embolsaron el dinero y lo utilizaron para especular en bolsa para obtener beneficios aún mayores. La desigualdad ha crecido a niveles sin precedentes. Al igual que un gigantesco gusano parásito chupando la sangre vital de la sociedad, los ricos se hacen cada vez más ricos, mientras que millones de personas están sumidas en la pobreza y la desesperación.
La verdadera perspectiva se demostró el año pasado en un informe de la OCDE que concluía que no habría ningún crecimiento de la economía mundial durante los próximos cincuenta años. ¿Qué significa eso? Significa décadas de austeridad, recortes y ataques a los niveles de vida. Esa es una receta acabada para una explosión de la lucha de clases en todas partes. El intento de resolver la crisis a través de la flexibilización cuantitativa en los EE.UU. era una medida dictada por la desesperación. Ahora se han visto obligados a retroceder. El ejemplo de Japón es aún más elocuente. El intento del primer ministro Abe de hacer lo mismo, también ha terminado en una derrota ignominiosa. Mientras tanto, el descontento crece.
Esta crisis afecta a todos los países del mundo. La globalización se manifiesta como una crisis global del capitalismo. China se suponía que actuaba como la fuerza motriz de la recuperación. Pero el crecimiento en China se está desacelerando. Los llamados BRICs están en crisis. Brasil está en recesión; India está en crisis, como se revela en una fuerte caída en el valor de la rupia. La economía rusa se ha visto afectada por la caída del precio del petróleo (en sí misma un reflejo del estancamiento y de la caída de la demanda), agravada por las sanciones, y se enfrenta a una grave recesión.
Uno podría haber pensado que los saudíes disminuirían la producción de petróleo para apuntalar la caída del precio del crudo. Por el contrario, los saudíes continúan impulsando la producción de petróleo con el fin de destruir la rentabilidad del creciente sector de producción de petróleo en los EE.UU. a través del "fracking". Pero la caída del precio del petróleo significa un desastre para otras naciones productoras de petróleo como Irán, Irak y Venezuela.

La crisis de Europa

Hace dos años, Mario Draghi, declaró que la UE gastaría todo lo que hiciera falta para defender el euro. Pero, ¿quién tiene las sumas necesarias? Los alemanes, y los alemanes no tienen ningún deseo especial en financiar las deudas de los países del sur de Europa. El desempleo en Europa se encuentra oficialmente en alrededor del 11%, lo que subestima la realidad. En España es alrededor del 25% y en Grecia es aún peor. De cada tres jóvenes griegos, dos no tienen trabajo. Nada se ha resuelto en Grecia.
La crisis del euro se inició hace cinco años en Grecia, y ahora ha entrado en una nueva etapa en este país. Después de cinco años de recortes, austeridad y sufrimientos, la deuda pública ha pasado del 125% del PIB al 175%. Todos los sufrimientos de la gente han sido en vano. Grecia se cierne sobre el borde de una nueva y aún más terrible crisis. El colapso de la coalición burguesa de derechas liderada por Adonis Samaras ha abierto un período nuevo y tormentoso. Todos los sondeos de opinión indican que Syriza ganará las elecciones a finales de enero.
Samaras pensaba que Bruselas le daría un margen de maniobra, pero este no fue el caso. Merkel y los otros amos de Europa fueron implacables. Exigieron nuevos y aún más profundos recortes en las pensiones y los niveles de vida. Por tanto, el primer ministro griego intentó hacer una jugada desesperada para la elección de un nuevo presidente. Debido a que este puesto tiene un carácter más o menos ceremonial, tal elección normalmente despertaría una indiferencia total. Pero esta vez dio lugar a una crisis inmediata. Las fuertes caídas en la bolsa de Atenas revelaron el extremo nerviosismo de la burguesía.
La burguesía está aterrorizada por la perspectiva de un gobierno de Syriza en Grecia. Lo que les da miedo no es tanto los dirigentes de Syriza, que ahora están tratando de tranquilizar a la troika de que son políticos responsables, sino las fuerzas de clase que están detrás de Syriza. Los trabajadores griegos han demostrado una combatividad colosal. Han participado en más de treinta huelgas generales en los últimos cuatro años. Pero esto tiene sus límites. En el pasado, las manifestaciones y huelgas a veces podían obligar al gobierno a cambiar sus políticas. Pero ese ya no es el caso. La crisis es demasiado profunda para hacer concesiones serias. En Grecia ha habido más de treinta huelgas generales. El arma de la huelga de 24 hs, por lo tanto, pierde cualquier poder que podría haber tenido. Se convierte en un ritual sin sentido que la burguesía y el gobierno pueden ignorar.
Bloqueados en el frente industrial, los trabajadores se dirigen naturalmente hacia el frente político en busca de una solución a sus problemas más acuciantes. Votarán a Syriza, pero la experiencia les ha hecho desconfiar de todos los políticos. Tsipras promete reformas: un aumento del salario mínimo, comida y electricidad gratis para las familias pobres, aumento del empleo en el sector público. El problema es que sobre bases capitalistas, estas medidas no pueden funcionar. Un gobierno de Syriza se encontrará inmediatamente con el sabotaje de los banqueros y capitalistas. Incluso antes del anuncio de las elecciones la prensa ya estaba informando de una salida masiva de capital. Esto ya es una advertencia de la huelga de capital que golpearía a un gobierno de izquierdas en Grecia.

Inestabilidad en todo el mundo

Donde quiera que se mire hay inestabilidad: económica, financiera, social, política y diplomática. La situación actual del mundo no tiene precedentes en la historia. En el pasado, siempre había tres o cuatro grandes potencias que se equilibraban mutuamente. Pero desde la caída de la URSS sólo hay una superpotencia, los Estados Unidos. EE.UU. gasta 640 mil millones de dólares cada año en armas. Ningún otro país puede compararse con este vasto poder militar. Y sin embargo, el poder del imperialismo estadounidense tiene límites y estos límites fueron expuestos en Irak y Afganistán.
Como un elefante en una cacharrería, los miopes imperialistas norteamericanos han desestabilizado todo Oriente Medio y el Norte de África, así como Pakistán. Ahora, están obligados a enviar la fuerza aérea de Estados Unidos para bombardear a los mismos yihadistas que ellos y sus aliados de Qatar y Arabia Saudí organizaron, armaron y financiaron en un fallido intento de derrocar al régimen de Assad en Siria. Este vuelco repentino de la política estadounidense en la región ha tenido una consecuencia que no fue prevista por las damas y caballeros de Washington, ni deseada por ellos. Se ha inclinado la balanza fuertemente en favor de Irán, que ahora tiene el control efectivo sobre grandes partes de Irak, así como una influencia creciente en Siria y el Líbano.
Debido al 100º aniversario de la Primera Guerra Mundial, muchas personas han tratado de establecer analogías con la situación actual. Pero tales analogías carecen de todo sentido. La situación actual es muy diferente a la de agosto de 1914. El asesinato de Francisco Fernando fue seguido inmediatamente por un ultimátum de los austriacos. Ahora, con Rusia interviniendo en Ucrania, los estadounidenses hacen mucho ruido y en la práctica no hacen nada - al menos en términos militares. La impotencia de Europa ha sido aún más cruelmente expuesta por la crisis ucraniana. Han introducido sanciones, pero esto resultó contraproducente inmediatamente para Europa, especialmente para Alemania. El colapso del rublo significa que las exportaciones alemanas a Rusia están bloqueadas.
La propia Rusia está ahora en crisis. Esto marcará un giro en la situación. Los trabajadores rusos estaban dispuestos a tolerar a Putin, siempre y cuando garantizara la estabilidad y el crecimiento económico. Pero ahora la situación está cambiando en su contrario. La crisis ucraniana le permitió a Putin envolverse en la bandera del nacionalismo ruso, apelando al instinto natural de los obreros rusos de expresar su simpatía y solidaridad con sus hermanos y hermanas ucranianos. Pero las acciones de Putin están exponiendo su actitud cínica hacia el pueblo de Ucrania. Su retórica nacionalista puede servir para engañar a las masas por un tiempo, pero tarde o temprano la niebla nacionalista se disipará y habrá una fuerte reacción contra el régimen actual. Con un retraso inevitable los obreros rusos sacarán las conclusiones necesarias y pasarán a la acción.

Perspectivas revolucionarias

Lejos de haber logrado estabilizar la situación, el capitalismo mundial se hunde más y más en la crisis. Como dijimos hace mucho, todos los intentos de la burguesía de restablecer el equilibrio económico sólo sirven para destruir el equilibrio social y político. Ahora vemos esto en un país tras otro. La llamada recuperación es la más débil de la historia y la única solución que se les ocurre a la clase dominante y a sus agentes políticos es más recortes y más austeridad, a pesar de que la experiencia ha demostrado que el único resultado es profundizar la crisis y aumentar los déficits, mientras que provoca la polarización social que amenaza con ir más allá de los límites de la legalidad y amenaza con derrocar el orden existente.
El crecimiento sin precedentes de la desigualdad está destrozando el tejido mismo de la cohesión social. Marx predijo que el capitalismo conduciría inevitablemente a la concentración del capital y a una polarización entre ricos y pobres. Hoy en día esta predicción de Marx, que provocó la indignación de los sociólogos burgueses universitarios, ahora se ha demostrado en condiciones de laboratorio. En todas partes hay un profundo odio a los banqueros y a los ricos, y también una profunda desconfianza hacia todos los partidos políticos existentes, no sólo a los partidos burgueses, sino también a los llamados partidos de izquierda.
En todas partes vemos un creciente malestar social, a pesar de que aún carece del necesario objetivo, organización y dirección. En Gran Bretaña, hace tres años hubo disturbios de los jóvenes desempleados, que pilló a todo el mundo por sorpresa. En Italia, no hace mucho, los dirigentes sindicales levantaron su dedo meñique y un millón de trabajadores se manifestaron en las calles de Roma. En Grecia, los trabajadores han protagonizado más de treinta huelgas generales. Hemos visto explosiones sociales en Portugal, Brasil, Turquía, e incluso antes en Túnez y Egipto. Frente a estos hechos, ¿quién puede atreverse a decir que las masas están pasivas y apáticas?
Una y otra vez las masas han demostrado su voluntad de luchar. Pero cuando se mueven a la acción para tratar de cambiar la sociedad, no encuentran la organización y la dirección que pueda proporcionarles la cohesión y la claridad necesaria que solo puede garantizar el éxito. Por el contrario, se encuentran con que las organizaciones reformistas existentes actúan como un freno colosal sobre el movimiento, y una barrera en su camino.
Los dirigentes reformistas se consideran a sí mismos como grandes realistas pero de hecho son el peor tipo de utópicos. Arropados en sus oficinas confortables y en la atmósfera enrarecida de las cámaras de debates parlamentarios, están completamente fuera de contacto con la realidad. Ellos no ven el estado de ánimo de ira en ebullición que existe en las profundidades de la sociedad. Al carecer de confianza en la clase obrera, ven todo a través de las gafas reformistas que les ciegan ante la realidad.
Es la falta del factor subjetivo - el partido revolucionario y la dirección - la razón principal del carácter prolongado de la crisis. Es esto también lo que le da un carácter tan convulso. La contradicción central de la época es el enorme contraste entre la madurez de la situación objetiva para la revolución y la bancarrota de las organizaciones existentes. Como Trotsky planteó en 1938, la crisis de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección de la clase obrera. La pregunta más importante es: ¿cómo va a resolverse esta contradicción?
Los sectarios se deshacen fácilmente de este problema. Dicen: los dirigentes reformistas han traicionado y siempre traicionarán. Y hacen un llamamiento a los trabajadores a unírseles en la construcción de un nuevo partido - una apelación que siempre cae en saco roto porque los trabajadores no entienden de organizaciones pequeñas. La vida les ha enseñado que incluso para ganar una huelga se necesita una organización de masas. ¿Cuánto más es el caso cuando se trata de cambiar la sociedad?
Sin embargo, es un grave error hacer un fetiche de cualquier organización existente. "Todo lo que existe merece perecer" fue una máxima de Heráclito que Marx citaba a menudo. El hecho de que un partido (o incluso un sindicato) fuera una vez una fuerza de masas no significa en absoluto que siempre debe seguir siéndolo. Los partidos, como las personas, pueden nacer y florecer durante un tiempo, y luego dejar de existir. Tales transformaciones son relativamente raras en períodos "normales", pero no son nada extrañas durante los períodos de grandes conmociones sociales. De hecho, son muy comunes.

Degeneración sin paralelo

Hay muchos paralelismos entre esta situación y la situación de antes de 1914. Entonces, un largo período de auge capitalista condujo a la degeneración nacional-reformista de la socialdemocracia. Eso fue expuesto cruelmente en agosto de 1914. El largo período de auge capitalista que siguió a la Segunda Guerra Mundial llevó a una degeneración sin precedentes de todos los partidos de la clase obrera - no sólo los partidos socialdemócratas, sino también de los antiguos partidos comunistas.
En un período revolucionario, los partidos y sus dirigentes están sujetos a un estrecho control por las masas que están buscando una manera de salir de la crisis. Éstas, desarrollan una sensibilidad muy aguda y una actitud crítica que estaba ausente o poco desarrollada antes. En períodos "normales", las personas tienden a no involucrarse en la política, que se les aparece como algo ajeno, misterioso, e incomprensible. Dicen: "Dejemos la política a los políticos. No entiendo de estas cosas". De la misma manera en el sindicato, dejan hacer a los dirigentes oficiales.
Pero en un período revolucionario, esta actitud comienza a cambiar. Las masas tienen un creciente interés por los asuntos políticos que afectan a sus vidas de manera muy directa. En su búsqueda de soluciones miran primero a un partido, y luego a otro. Los gobiernos, los programas y los dirigentes son puestos a prueba, y, si son considerados deficientes, las masas pueden descartarlos para buscar en otro sitio. Los partidos que parecían ser invulnerables y fijos para todos los tiempos pueden decrecer e incluso desaparecer. En tales situaciones, se producirá todo tipo de crisis, rupturas y reagrupamientos.
Podemos ver que esto ya está sucediendo. En Italia, durante décadas el Partido Comunista (PCI) fue el más fuerte fuera del bloque soviético. Pero la degeneración sin precedentes de estos partidos llevó al colapso del PCI. Incluso antes vimos la desaparición del Partido Socialista Italiano, que en el pasado también tenía una base considerable. Ahora no queda nada de ninguno de estos partidos que una vez fueron vistos como los partidos tradicionales de la clase obrera italiana.
He oído decir por ahí que el Pasok era el partido tradicional de la clase obrera griega, pero esto es falso, o en todo caso requiere algunas matizaciones serias. De hecho, el Pasok era un partido relativamente nuevo, que data de 1974. Antes de eso, el Partido Comunista de Grecia (KKE) era el partido de la clase obrera griega. El Pasok surgió precisamente en una situación revolucionaria que siguió a la caída de la Junta Militar. Su fundador, Andreas Papandreu, hijo de George Papandreu, un liberal burgués que jugó un papel traidor como títere del imperialismo británico después de la Segunda Guerra Mundial, levantó un programa que estaba (al menos de palabra) a la izquierda del KKE .
Como resultado, el Pasok atrajo a un gran número de trabajadores y jóvenes radicalizados que habían sido repelidos por el estalinismo burocrático del KKE. Durante algunos años el Pasok podía ser considerado el principal partido de la clase obrera griega, con fuertes vínculos con los sindicatos. Pero el KKE hasta este día todavía mantiene la lealtad de muchos trabajadores griegos políticamente conscientes y tiene muchos seguidores en los sindicatos. Mientras tanto, ¿qué ha pasado con el PASOK? Su participación en el gobierno durante la actual crisis significó que sus dirigentes asumieron la plena responsabilidad por los recortes y la austeridad que han asolado a la sociedad griega. Como resultado, su apoyo ha derrumbado. Y quedará aún más reducido en las elecciones de este mes. De hecho, algunos observadores han especulado que podría perder todos sus miembros en el parlamento y quedar reducido a un grupo extraparlamentario. El rápido ascenso de Syriza en Grecia es una indicación de procesos que pueden tener lugar en todas partes.
El surgimiento explosivo de PODEMOS en España revela el alcance y la profundidad del descontento popular que existe en todas partes. En España, como en Italia, el Partido Comunista era una fuerza de masas, pero como resultado de décadas de degeneración y traiciones ha quedado reducido a una sombra débil de lo que fue. Para comprender la rapidez con la que los acontecimientos se están moviendo, recordemos que hace sólo un año, PODEMOS apenas existía como fuerza política. Sin embargo, ahora las encuestas de opinión en España lo han aupado como primera opción política para los votantes, por delante del Partido Socialista (PSOE) y muy por delante del derechista PP, que se dirige a una severa derrota.
En Gran Bretaña hemos visto el extraordinario éxito del "Sí" en el referéndum de Escocia, lo que sin duda representa un cambio fundamental en la situación. No hay duda alguna de que se trataba de un voto de izquierdas, un voto en contra de los Conservadores y los Liberales (voy a tratar esto en un artículo aparte), pero al mismo tiempo, el Partido Laborista (que tenía una base muy potente en Escocia ) también sufrió un rechazo. En el momento de escribir este artículo, por increíble que pueda parecer, el líder laborista Ed Miliband es menos popular en Escocia que incluso el líder conservador David Cameron. Como resultado de años de la dirección derechista de Blair, el Laborismo es visto por muchos como otro partido del Establishment.
Por supuesto, no hay que caer en el impresionismo. Partidos como el Partido Laborista británico todavía tienen grandes reservas de apoyo en las masas. Pero es igualmente cierto que el escenario político es mucho más volátil, turbulento e impredecible de lo que lo era en el pasado. Uno por uno, todos los partidos políticos serán puestos a prueba y entrarán en crisis. Habrá cambios violentos a la izquierda y a la derecha. Los cambios agudos y repentinos están en el orden del día. Tenemos que estar preparados para ellos.
No hace falta decir que los acontecimientos no ocurrirán en una línea recta. Es una tontería en extremo imaginar que los trabajadores están siempre dispuestos a montar barricadas. La historia misma nos enseña que las revoluciones son acontecimientos raros. Al igual que las guerras, no son el estado normal de las cosas, sino una ruptura de la "normalidad". Siempre hay una tendencia a aferrarse al estado de cosas existente. Ese es el camino más fácil, cómodo y natural para las masas. Sin embargo, en un período de convulsiones violentas, las masas aprenden a cuestionar esta "normalidad" y a buscar una salida, explorando una avenida tras otra.
La crisis se desarrollará en todas partes, a ritmos diferentes y con diferente intensidad durante años y décadas. Durante un período todo el péndulo continuará moviéndose hacia la izquierda. Por supuesto, la revolución no avanzará en línea recta. Los períodos de gran avance se alternarán con momentos de cansancio, desilusión y desesperación; grandes avances serán seguidos por momentos de calma, derrotas e incluso de reacción. Esta inevitable retraso - en sí una expresión de la debilidad del factor subjetivo - no es una mala cosa, desde nuestro punto de vista.
Hay muchos paralelismos entre la guerra entre las clases y las guerras entre naciones. Una guerra no es una batalla continua, sino una serie de escaramuzas, en las que los ejércitos contendientes aprenden a medir la fuerza relativa de cada lado; los avances son seguidos por retrocesos, y períodos de esfuerzo violento son interrumpidos por largos períodos de inactividad, observando y esperando. Estas pausas inevitables entre batallas, se utilizan para cavar trincheras, limpiar los equipos, y para movilizar, ejercitar y entrenar a nuevos reclutas.
Para los marxistas el estudio de las perspectivas no es un ejercicio académico, sino una forma de preparar a los cuadros para las próximas batallas. Trotsky dijo que la teoría es la superioridad de la previsión sobre la sorpresa. Los empíricos superficiales, que se imaginan a sí mismos como gente muy sabia, porque se limitan a los "hechos inmediatos" son siempre tomados por sorpresa cuando la marcha de los acontecimientos sigue un camino que nunca previeron y nunca soñaron que podría existir. Los marxistas, por el contrario, miran más allá de los "hechos" y penetran debajo de la superficie para exponer el proceso subterráneo que opera en las profundidades de la sociedad.
Este año es el 100º aniversario de la Conferencia de Zimmerwald, cuando un puñado de internacionalistas revolucionarios se reunieron en la oscura aldea suiza de Zimmerwald en un intento de organizar y coordinar las fuerzas que todavía estaban por el socialismo internacional. Cuando Lenin miró a su alrededor y vio cuán pocos eran, comentó: "¡Parece que podemos juntar a todos los internacionalistas del mundo en dos diligencias!"
Cuando Lenin pronunció esas palabras, la tarea a la que enfrentaban los revolucionarios parecía casi sin esperanza. Eran grupos muy pequeños, en su mayoría aislados de las masas y que trabajaban en condiciones de una dificultad inimaginable. Sin embargo, sólo dos años después la revolución rusa había estallado y la inmensa marea de la revolución llevaría a Lenin y a los bolcheviques al poder. Sí, en efecto, cambios bruscos y repentinos en la situación. Y la historia tiene la costumbre de repetirse.
Dejemos el pesimismo para los burgueses y sus parásitos reformistas. ¡Tienen toda la razón para ser pesimistas! Pero nosotros tenemos todo el derecho a ser optimistas. Damos la bienvenida al Año Nuevo con el espíritu que nuestra Época requiere: un espíritu de entusiasmo por la batalla que es inminente, la batalla entre un Orden desgastado, en descomposición y degenerado, que ha dejado de ser útil y se encuentra listo para ser derrocado; la batalla del futuro contra el pasado, la batalla por un mundo nuevo y mejor: la batalla por el socialismo.

Alan Woods
Jueves 08 de Enero de 2015 02:33

Caso Nisman: de la novela policial al escenario político




Algunas conclusiones sobre un crimen que cambió el escenario. Las consecuencias políticas sobre el gobierno, el régimen y el Estado. Una muestra más del fracaso de la “lucha contra las corporaciones”. El desprestigio de los servicios y la oportunidad de esta crisis.

La acumulación de episodios ocurridos desde la muerte del fiscal Alberto Nisman brindan considerable material para una novela de policial negro. “El crimen del Le Parc”, podría ser un título taquillero.
Pero si algún autor, alguna vez, escribiese una historia donde se produce una muerte dudosa de un fiscal de Estado, que además había presentado una grave denuncia contra la presidenta, y donde las máximas autoridades del gobierno respondiesen en las primeras horas buscando instalar la certeza de que fue un “suicidio”. Y luego relatara que a los dos días el mismo gobierno dio un giro brusco para instalar la certeza que de no fue un suicidio; la novela se volvería una parodia o el séptimo problema para Don Isidro Parodi. Debería cambiar el género o incorporar un capítulo con eje en la política. “Fin de ciclo”, podría titularse. Un poco trillado, es verdad, pero bastante coincidente con el contexto político de “la escena del crimen”.
Hacemos nuestro aporte -más allá de que continúe la novela montada sobre la tragedia-, con algunas conclusiones políticas y estratégicas que consideramos relevantes.

Pragmatismo en política internacional

La firma del famoso "memorándum de entendimiento" con la República Islámica de Irán en el año 2013, para la colaboración con el esclarecimiento del atentado a la AMIA, es una de las decisiones centrales que llevó a la ruptura o enfrentamiento del gobierno con una fracción de los servicios de inteligencia locales (a la que terminó relevando abruptamente a fin del año pasado), que además tenía íntimas relaciones con sus homólogos de potencias internacionales (la CIA estadounidense y el Mossad israelí).
Esta intervención del gobierno argentino en una región caliente, escenario de batalla de intereses geopolíticos de potencias imperiales, está en el trasfondo de la crisis. El bloguero y analista político peronista, Abel Fernández, un adherente al gobierno, no muy apasionado por cierto pero adherente al fin, afirmó: “El ‘memorándum de entendimiento´ con Irán, lo siento, resultó una tontería y un hueco vulnerable para sus adversarios. No por argumentos políticos y jurídicos, o por las intenciones, que podían o no ser las mejores. Es una tontería porque Irán no lo tomó en serio. No lo ratificó, no avanzó un paso para implementarlo, cuando correspondía hacerlo. Queda claro que el gobierno permitió que vendedores de humo lo convencieran”.
Coincidimos parcialmente en un aspecto y diferimos totalmente en otro. Si hubo una tontería fue creer que el gobierno iraní podía dar comienzo voluntario a una especie de juzgamiento de funcionarios de su país acusados de tremendo atentado. Pero esto no es producto de “vendedores de humo”. Fueron los humos que se le subieron a la cabeza al gobierno dos años después del famoso 54%, en los tiempos en que también proponía “una solución argentina (y kirchnerista) para los problemas del mundo”.
No hubo pecado de inocencia, sino de lesa pedantería. Un gesto simbólico -que pretendió “adelantarse”-, hacia un gobierno con muchos enemigos internacionales y contra el que había mandado a Nisman y a los servicios locales como Stiuso a conspirar durante años. Una señal con pretensiones de “autonomía”, previendo el posible giro norteamericano, pero que terminó costando caro.
Una posible consecuencia hacia la derecha de esta suma de irresponsabilidades kirchneristas, ahora con el cadáver de Nisman en el centro de la escena, es que se imponga el “mensaje” de que corre serio riesgo el que pretenda sacar los pies del plato de la orientación de los halcones más duros del imperialismo y el estado sionista de Israel. Todopoderosos al nivel de tener la capacidad de digitar una causa judicial interna e incluso limpiar a agentes propios o extraños, sin muchas consecuencias.
Un flaco favor que los “antiimperialistas” de discurso, le hacen a la verdadera causa de lucha por la autonomía y la independencia nacional y contra las potencias imperiales en el mundo.

Corporaciones

El desenlace del caso Nisman desnuda, una vez más, que el “combate contra las corporaciones”, fue mucho más discurso que realidad.
Esta vez, la crisis no surgió de las inconsistencias de su política hacia los problemas estructurales de la economía o la sociedad, como la crisis energética que deriva en violentos cortes de luz y provocan la explosión popular, la inflación que fue base en otras oportunidades de la irrupción de saqueos. O los graves problemas de infraestructura que provocaron inundaciones que derivaron en crímenes sociales o las falencias en los servicios públicos que, como en Once, culminaron en masacres. Esta se produce en el seno del Estado.
En cierto sentido, la crisis con los espías puede asimilarse a las producidas con los motines de las policías, los gendarmes y prefectos, donde también hubo “muertes dudosas”, en conflictos sociales fogoneados por la corporación policial. El gobierno o los gobiernos las “empoderaron” y luego se revelaron e impusieron una capitulación.
Pero en este caso, el “vandorismo” de los servicios apunta alto y para negociar su porción de poder (respaldado por servicios internacionales), pueden llegar a asesinar o “suicidar” a un fiscal del Estado.
Cuando irrumpen en la escena las patotas de la burocracia sindical, cierto progresismo kirchnerista se justifica diciendo que la “democratización de los sindicatos” es una tarea pendiente. Cuando ocupan el escenario las mafias policiales con métodos de vandorismo armado afirman que ese es un terreno en el que todavía no se pudo avanzar. Cuando surgen crisis con los gobernadores “feudales” (Isnfrán) o los intendentes “mazorqueros” en los que el gobierno se apoya, dicen que ese es un territorio al que todavía no pudo llegar la “nueva política”.
Ahora, cuando emerge violentamente el poder de la corporación de inteligencia, dicen, como afirmó Julián Dominguez en la conferencia de prensa del bloque de diputados kirchneristas, que son “el último reducto donde no ha llegado la transparencia y la democratización”.
Y así con los bancos, las multinacionales imperialistas (Donnelley) o el llamado “campo”, entre tantos otros.
Planteadas así las cosas, cabe afirmar que fue muy reducido el territorio de la “batalla cultural”, y parece que fue más cultural que nunca, porque las corporaciones estatales o privadas del poder real conservan toda su potencia y capacidad de operación. Y sus profundos lazos con la casta política y judicial.
Con los servicios de inteligencia, después de los repentinos cambios que hizo en diciembre, el gobierno tiene el mismo problema que tuvo con su política de tintes “reformistas” hacia el resto de las corporaciones que decía enfrentar. Clarín, las petroleras (como Repsol), los bancos, el “campo” o la “burocracia sindical”. Mucho ruido y pocas nueces, en el mejor de los casos. Mientras fueron base de su poder, y enfrentó puntualmente algunas, solo esporádicamente y con mucho de relato.

El Estado y régimen político

En primer lugar, la gravedad del hecho y la conmoción política se confirma por la desesperada búsqueda de blindaje institucional que intentan mostrar los dirigentes de distintos organismos del Estado, empezando por la Corte Suprema de Justicia y esa especie de “partido-estado” que es el peronismo.
En la coyuntura, el gobierno festejaba (demostrando lo moderado de sus aspiraciones) que la economía no se hunda, que el barco no choque, que no haya habido saqueos o cortes en diciembre, que no se licúen las reservas, que no se dispare la inflación. Es decir, festejaban las malas noticias que no fueron, porque podían haber sido.
No tardaron en aparecer algunos imprudentes entusiasmos en referentes de “kirchnerismo duro” que empezaron a plantear la posibilidad de ganar en primera ronda en las elecciones. Incluso soñaban con imponerse sobre Scioli en la interna peronista. Que la presidenta encabece la lista al Parlasur, algún cristinista más puro (Randazzo) al gobierno y Cristina al poder; y veían renacer el kirchnerismo eterno.
La crisis por el suicidio-asesinato de Nisman, derrumba este “ambicioso” (casi aventurero) proyecto, ya que pese a que el gobierno ahora busque ponerse en posición de víctima, en la percepción general aparece con muy desprestigiado y sospechado. Inaugurando el año electoral con una crisis de esta magnitud, no está para pasar a la ofensiva sobre nadie.
Daniel Scioli, fiel a su sciolismo, hizo unas distantes declaraciones, aunque después fue parte del “enfático” apoyo del Consejo Nacional del PJ.
La oposición tradicional, pese que se habla encima en los medios opositores, no necesariamente capitaliza políticamente la crisis en curso. El columnista de La Nación, Carlos Pagni, un partidario, no muy convencido por cierto, pero partidario al fin, de que esta oposición arme algo parecido a una alternativa, afirmó: “Las distintas fracciones que rivalizan con la señora de Kirchner no pudieron componer una foto común ni para una conferencia de prensa. Tampoco sus candidatos asistieron como un bloque a la marcha convocada ayer por las organizaciones de la comunidad judía. Una consagración del individualismo que obedece a los consejos de los asesores de imagen, que no terminan de incorporar el inesperado cadáver de Nisman a la estética de sus campañas”. Dudamos que una foto común o la participación en la marcha, cambiaran su situación. La crisis del régimen político y la dispersión de las coaliciones burguesas se hace más evidente en medio de una hecatombe política por un crimen que hizo crujir al régimen y al Estado.

Luz sobre el sótano

Finalmente, un factor muy importante de la crisis en curso, que debe ser aprovechando por izquierda, es el hecho de que un poco de luz alumbra sobre alcantarillas de los servicios de inteligencia y desenmascara el profundo carácter del Estado. Salvando las distancias, si un conflicto como el de Lear (como en su momento el asesinato de Mariano Ferreyra), hizo públicos los métodos de patoterismo mafioso de los aparatos sindicales en los que se apoya el gobierno y el régimen; este crimen expone los métodos no menos salvajes de los servicios de espionaje.
Esto plantea, como una tarea estratégica, poner la lupa y amplificar las denuncias contra estos aparatos, junto con desarrollar un programa para terminar con su poder de fuego, porque no hay que olvidar que pese a sus enfrentamientos, su función estratégica es aceitar la represión y persecución hacia los sectores obreros y populares. Si, como se dice, toda crisis es una oportunidad, ahí está la nuestra.

Fernando Rosso
@RossoFer