miércoles, 31 de marzo de 2021

Brasil: crisis política (y militar)


La nueva crisis política en marcha tuvo como detonante la corrupta y criminal ineptitud gubernamental para enfrentar el colapso sanitario y la expansión del coronavirus. Brasil ha escalado rápidamente el podio en víctimas de la pandemia y colapso sanitario. 
Con 330 mil muertos, con récords que llegan a 3000 fallecidos y decenas de miles de contagiados diarios. El sistema de salud está en terapia intensiva. 
 Ante el incremento de los contagios y sus víctimas fatales, hace 15 días, fue reemplazado el ministro de salud, general Eduardo Pazuello, el cuarto desde el inicio de la pandemia. Según palabras del propio Bolsonaro, «a partir de ahora vamos a partir en forma más agresiva contra el virus”, aunque la semana anterior trató como un «capricho» y «cobardía» las acciones (cuarentenas, etc.) para frenar los contagios masivos. Llegó a presentar un recurso ante la Corte Suprema para prohibir estas cuarentenas por parte de algunos gobernadores. Y en el ínterin, sus acólitos fascistoides, organizaron caravanas frente a los hospitales atestados de enfermos críticos, contra las vacunas y cuarentenas.
 Esta tirada de “lastre” no sirvió ante la continuidad del crecimiento de la pandemia. La “renuncia”, ayer lunes, del ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, venía siendo exigida por la mayoría del Congreso. Este era portavoz radicalizado del pensamiento reaccionario-fascistoide de Bolsonaro. Desde su ministerio se colocó en una posición ultramontana al lado de Trump contra la lucha contra el coronavirus y de agresión a China. Este último no solo atacó el principal destino de las exportaciones agropecuarias del Brasil, sino que se opuso y bloqueó la importación de las “peligrosas” vacunas. Su política terraplanista demoró la concreción de acuerdos comerciales para recibir las vacunas necesarias. Apoyó a Trump hasta el final, incluso en sus denuncias golpistas contra el fraude de Biden.
 El Congreso había amenazado la semana pasada con iniciar un impeachment (proceso de destitución) de Bolsonaro por su política criminal frente al coronavirus, entre otras acusaciones. Al presidente reaccionario, no le quedó otra que sacrificar a su más fiel ministro. Pero… la renuncia de Araujo indicó la existencia de una crisis política y de diferencias entre Bolsonaro y parte de la cúpula militar que lo viene sosteniendo no solo política, sino físicamente con miles de militares en lugares ejecutivos claves del gobierno.
 Fue seguida el mismo día por media docena de cambios en el gabinete ministerial. La que más resalta es la renuncia del ministro de Defensa, el general Fernando Azevedo e Silva, quien habría intentado mantener un relativo equilibrio en el apoyo de las Fuerzas Armadas al gobierno, para no ver arrastrada a estas ante un eventual colapso del gobierno Bolsonaro. En noviembre pasado, Azevedo e Silva y los comandantes de las tres ramas militares del país —el general Edson Pujol (Ejército), el almirante Ilques Barbosa (Armada) y el brigadier Antonio Carlos Moretti (Fuerza Aérea)— emitieron una declaración conjunta en la que reafirman la separación político-institucional entre las Fuerzas Armadas y la “política”. Esto luego de que Bolsonaro amenazara con el uso de «la pólvora» para defender su política depredatoria en el Amazonas. El nuevo ministro de Defensa, el general Walter Souza Braga Netto, ex Jefe de Estado Mayor, retirado en el 2020 y especie de primer ministro de Bolsonaro, viene a encarar una reestructuración más profunda de las Fuerzas Armadas, para lo cual piensa defenestrar a la actual comandancia de las 3 armas.
 Se trata de un choque importante, ya que Bolsonaro cuenta con mayor apoyo entre militares retirados que en actividad. También se producirá un enroque entre el Ministerio de Justicia y la Abogacía General de la Unión (Fiscalía General). El actual ministro de Justicia, André Mendonca, reemplazará al fiscal José Levi que se retira porque no había querido apoyar el ataque ante la Corte Suprema de Bolsonaro contra gobernadores opositores que decretaban medidas de cuarentena. Por supuesto que en el lugar del ministro de Justicia, asumirá un conocido represor: un comisario de la Policía Federal, Anderson Torres. Por otro lado, el Ministerio de la Secretaría de Gobierno, que se ocupa de las relaciones entre el Gobierno y el Parlamento, pasará a manos de la diputada Flavia Arruda, esposa de un exgobernador de Brasilia destituido y preso en su momento por corrupción, de buenos oficios con el “centrao”, la bancada derechista mayoritaria en el parlamento que apoyó todas las medidas reaccionarias de Bolsonaro (reforma jubilatoria, privatizaciones, etc.) pero que aspira a contener sus “excesos” y a cogobernar. 
 Se trata de una tirada de lastre con la renuncia del reaccionario ministro de Relaciones Exteriores, combinada con un semigolpe ministerial que pretende, por parte de Bolsonaro, afianzar su dominio político directo sobre las Fuerzas Armadas y conciliar al mismo tiempo, con la bancada civil del “centrao” derechista. La crisis no se ha cerrado ni por lejos. Por lo pronto, se acaban de conocer las renuncias de los jefes de las tres armas, producidas tras la dimisión de seis ministros, lo cual no tiene precedentes en la historia política del país. 
 Por supuesto que detrás de esta fuerte crisis política y militar está no solo la feroz crisis sanitaria, sino el trasfondo de la crisis económica-social. La deuda externa se ha elevado a más del 90% del PBI. La desocupación, precarización laboral y la miseria (hambre) se expanden más rápido que el coronavirus. 
 El ausente en forma directa es el movimiento de lucha de las masas trabajadoras. Esto es producto de la política de contención del Partido de los Trabajadores, el PCdoB y el PSOL que se han colocado como perspectiva la formación de un Frente súper Amplio para derrotar electoralmente a Bolsonaro en las elecciones de fines del 2022. Las centrales obreras y de masas están frenadas desde adentro por esta orientación. Lula –que ha sido habilitado por la “justicia” para presentarse a elecciones– ha salido a plantear que es necesario un frente electoral con sectores opositores de la derecha. Disputa con Bolsonaro el apoyo del corrupto “centrao” parlamentario. Los intentos de imponer un impeachment que destituya a Bolsonaro son solo un saludo a la bandera. Colocar a las masas trabajadoras detrás de esta perspectiva es llevarlas a la parálisis y el fracaso. 
 Es necesario que la clase obrera y los explotados recuperen las centrales obreras y sus organizaciones de masas para enfrentar la masacre sanitaria y social que impulsa con amenazas de creciente represión el gobierno Bolsonaro. Impulsar y apoyar todo movimiento de resistencia de las masas. Organizar encuentros y congresos de trabajadores con delegados electos en las provincias y a nivel nacional. Los trabajadores necesitan organizar un plan de lucha en marcha a la huelga general, para rechazar los ataques e imponer sus reivindicaciones, para echar a Bolsonaro, Mourao y todo el régimen capitalista de barbarie y explotación. 

 Rafael Santos

Yo firmo: "No a la LUC"


Hoy también...

2019 y hoy 2021 

 Todo análisis tiene como síntesis un aspecto fundamental y es el punto de vista de clase, por lo mismo todo fenomeno esta atravesado por la lucha de clase, incluido el aspecto electoral. La aplicación del punto de vista de clase y el metodo ayuda a entender la complejidad y en ello la particularidad. 
 La teoría tiene un valor inestimables, desde luego que tal apreciación nos lleva a otro fenomeno no menos complejo. Esto es teoria e instrumentos/herramientas, bien ahi la cuestión fundamental. 
 El nudo dialectico entre avance y retroceso no es un episodio, es un fenomeno que refleja la asimilación o no de las grandes masas y particularmente la clase obrera, los fundamentos de la tarea historica devienen de tal comprensión. 
 Los escalones de conciencia y maduración estan vinculado a la poca o mucha intervención de la vanguardia y finalmente ¿hay vanguardia, que ocurrió con ella? 
 En un cuadro de fragmentación no es extraño que ella este dispersa y fragmentada. Los ascensos de oportunismos de "derecha e izquierda" como también del infantilismo reflejan un problema. Caracterizar la epoca y comprender los niveles de conciencia de las masas, sus deseos y anhelos es una tarea primordial, la no comprensión de este aspecto lleva indefectiblemente a operar "objetivamente" en función del enenemigo de clase. 
 El discurso radicalizado no ayuda al avance, la tarea se liga a "derramar ideología" y a la construcción de ámbitos.
 La cuestión esta en el plano de la ideologia y las masas, las masas y la ideología.

 Adjunto material del 2017 

 "CAMBIO DE ETAPA + MAS AUTORITARISMO+REPRESIÓN+EXPLOTACIÓN 

 Entiendo que estamos transitando un cambio de etapa, en este cambio de etapa la tendencia que asoma como eje central, es la hegemonía del capital financiero y por tanto a este le corresponde otra FORMA de ESTADO, es un tipo de ESTADO autoritario, fascista en muchos casos. 
 La rareza o lo nuevo sería en todo caso que muchos de estos gobiernos que han asumidos, alguno por el voto popular y técnicamente aparecen como formalmente democráticos bajo los intersticios jurídicos y constitucionales encubren verdaderos montajes cercenadores de las libertades públicas, cuentan para ello con amplios y penetrantes medios de comunicación que le dan justificación y legitimidad a muchos de sus planteos y prácticas autoritarias. 
 Es el CAPITAL FINANCIERO la dictadura terrorista del capital financiero al decir del camarada Dimitrov. 
 Lo nuevo, lo nuevo es que el rasgo de la época no está pautado por una ofensiva de la clase obrera organizada, episodios si, más o menos duros también, pero no es el rasgo general de la época, por tanto la ofensiva fascista no está impulsada por el riesgo en el PODER. No, no está en disputa el PODER (de momento), esto quiero señalar con la mayor claridad posible. Esto no es el 1917 o incluso otros periodos de tensión, no, no está ocurriendo eso. 
 Lo que sí está ocurriendo es que transitamos la fase agonizante del imperialismo. Eso está ocurriendo y ese fenómeno genera un problema muy serio en la base material, es decir es un problema de desarrollo de las fuerzas productivas, desarrollo sin parangón.
 Ya está superado el fenómeno de los reformismos políticos que siempre expresan la conciliación de clase, transigir con el punto de vista de clase y se transforman por la vía de los hechos en gobiernos o fuerzas contrarrevolucionaria, han garantizado cierta paz social que era el reclamo de la clase dominante. 
 Sobre lo ilusorio condujeron y orientaron a la clase obrera, le pusieron una losa a esta, le otorgaron ciertas dádivas en su afán reivindicativo, al mismo tiempo ganaron o sostuvieron las direcciones de los sindicatos, estas direcciones constituyen hoy una “aristocracia” obrera. La paz social circunstancialmente en algunas regiones permitió un leve repunte en las tasas de ganancias y en las inversiones “chatarras”, la intensificación de la exportación de capitales y todo el juego “bursátil”.
 Ahora el círculo se cierra y el capitalismo en su etapa imperialista da un salto en fuga, se fuga cada día mas capital del sector productivo e industrial al capital financiero, ese fenómeno está impactando en las economías dependientes y tomadoras de precios.
 La burguesía tiene una contradicción seria entre el capital industrial y el capital financiero. Sectores amplios de burguesía y pequeña burguesía ven peligrar seriamente su condición social, las propias leyes del capitalismo ponen esta encrucijada, es decir la ley de concentración y centralización es inapelable, por lo tanto ya hoy en algunas regiones del mundo se puede observar la paradoja de sectores burgueses empeñados en defender su ESTADO y su gobierno como es el caso de Rusia y Putin. 
 Este fenómeno plantea seriamente el tema del PODER y de la necesidad de que la clase obrera se ponga a la cabeza del proceso. 
 Lo que ocurría en aquel mundo, en aquel contexto era muy complejo y muy simple a la vez.
   ¿Que se discutía? 
 Se discutía y se debatía como cambiar al mundo, empujados por las masas obreras, por los movimientos de liberación nacional, por los procesos anti colonialistas, por tanto todo el debate estaba al servicio de la revolución. 
 ¿Qué se discutía?
 Las formas, la táctica, la estrategia. El objetivo era el PODER. En esta situación particular no se puede y no se debe omitir el papel del ESTADO 
 ¿Qué es el ESTADO, al servicio de quien está, cómo actúa, para que actúa, controla y reprime? Es sin duda un instrumento de represión y control al servicio de una clase. Desde la sociedad dividida en clases sociales antagónica este, el ESTADO es un instrumento de dominación y represión, no es un instrumento de LIBERACIÓN y no lo será. 
 Finalmente y para terminar, toda la vida está signada por la contradicción y sobre todo por la primera y principal ley UNIDAD y LUCHA DE CONTRARIOS" 

 Osbaldo Zuñiga

martes, 30 de marzo de 2021

Mercosur, no los separa la pelota


El “lastre” que Argentina representa para el Mercosur, fue la imputación que disparó el presidente de Uruguay, Lacalle Pou, luego que, el día antes, Alberto Fernández anunciara que Argentina se retiraba del llamado grupo de Lima. El uruguayo no podía esconder el fastidio que le provocaba una medida que iba contra su compatriota, Luis Almagro, un lacayo de Trump en la OEA, y el mascarón de proa de todas las provocaciones políticas y golpes de estado que se suceden en América Latina. Al día siguiente del entrevero ocurrido en la reunión de presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, el canciller de Biden salió con los tapones de punta contra el enjuiciamiento de la golpista boliviana Jeaninne Áñez. El canciller de EEUU, Antony Blinken, parecía haber esperado que la despenalización de Lula, en Brasil, fuera seguida por un indulto general de los fascistas del continente. Es como su jefe, Biden, procede con su antecesor, Donald Trump. 
 El fracaso del Mercosur, como un bloque económico con capacidad para negociar acuerdos viables con otros bloques internacionales, fue claro desde su fundación. No hizo el recorrido del Nafta (México, EEUU, Canadá), dominado por dos potencias económicas, que significó, a la vez, la destrucción del agro mexicano, el desplazamiento de fuerza de trabajo, emigración y emergencia del narcotráfico. El mundo sigue firmando acuerdos internacionales – y los deshace a mayor velocidad aún. Lo muestra el Brexit. China firma acuerdos de libre comercio en el sur de Asia, que van acompañados regularmente de conflictos diplomáticos, políticos y hasta militares, como viene ocurriendo por ejemplo con Australia, que acusa a su socio de ciberhackeos. 
 La retórica nacionalista lo quiso describir al Mercosur como un paso hacia la Patria Grande sin temor al ridículo. Se llegó a fantasear con una moneda única, que reduciría los “costos de transacción del comercio” de la región. Hubiera supuesto, además, establecer una nueva divisa de reserva internacional. Un par de derrumbes económicos, en Argentina y Brasil, en especial, dejaron los ‘papers’ del caso en los cajones de la burocracia. Incluso para tener una moneda propia, América Latina debería atravesar una revolución social. 
 El Mercosur fue establecido, fundamentalmente, como un acuerdo automotriz, que convirtió al tráfico de partes y automotores en una transferencia contable entre los capitales en presencia. Nunca arribó al propósito de alcanzar un comercio libre, pues rodados y componentes debían ajustarse a proporciones determinadas para su intercambio. Para Argentina significó un desbalance enorme de comercio, en la medida que el valor de importación de autopartes superaba el del de las exportaciones del producto terminado. Esta significativa “restricción externa” fue impulsada con pasión por los adversarios de ella, el kirchnerismo, lo que sigue ocurriendo. La limitación a la importación de automotores extra Mercosur fue una imposición de las compañías siderúrgicas, necesitadas de un mercado cautivo de chapas, y de las del neumático. 
 Hace pocos días, la versión de que Estados Unidos restablecería los aranceles que gravan la exportación de aluminio y acero de Argentina, más los límites que ya existen al bío-combustible, desmienten la especie de que el Mercorsur o Argentina sería los responsables exclusivos de la falta de acuerdos comerciales de mayor alcance. Cuando Clinton y Bush (padre) promovieron el Alca, el libre comercio continental, se toparon, por sobre todo, con la oposición de Brasil. El Alca no murió en el estadio de Mar del Plata, sino en la reunión que tuvieron enseguida Lula y Bush. Ahora mismo, el acuerdo Mercosur-Unión Europea no lo sabotean los latinoamericanos, que ya dieron el OK para el caso, sino los ‘amigos’ del Viejo Continente, que ponen como condición que Brasil deje de destruir la foresta amazónica. Bolsonaro denuncia esta represalia como un intento de destruir la potencialidad de Brasil, que pasaría por convertir a ese inmenso territorio en un campo gigante de pastoreo y de soja. La deforestación de la Amazonia figura en los objetivos de seguridad de las fuerzas armadas de Brasil. La virulencia de Brasil contra los tratados climáticos es una forma nacionalista de reservar la explotación de la Amazonía a los capitales nacionales. 
 El cable a tierra de las economías del Mercosur lo constituye, en la actualidad, el mercado de cereales y aceites, y de minerales y petróleo de China. Cualquier acuerdo bilateral que los estados del Mercosur pudieran firmar en forma unilateral con Estados Unidos y Europa, significaría una barrera a las inversiones de China y de Rusia. Cuando Bolsonaro hizo un gesto en esta dirección, la burguesía brasileña levantó su oposición, con la exclusión parcial de algunos sectores del capital financiero. El Comando de la IV Flota de EEUU, acaba de subrayar, en un documento, que la eliminación de la injerencia de China era un asunto de “seguridad nacional”. Lacalle Pou conoce al dedillo que el Mercosur se encuentra en un impasse, cuya salida no se encuentra a la vista y cuya desintegración aportaría su cuota a la explosión social que se cierne sobre la región. Por último, pero lo recontra más importante: la pandemia ha roto todos los equilibrios precarios precedentes, y expuesto una crisis social humanitaria que la gestión capitalista ha agravado en extremo. El Mercosur no ha servido para nada en la lucha contra el Covid – a la hora del peligro extremo, en lugar de colaborar económicamente y en la salud y las vacunas, sólo se le ocurrió cerrar las fronteras. Como si el Covid necesitara Pasaporte.
 La unidad latinoamericana está a la orden del día, sin embargo, más que nunca. La convoca el desarrollo de rebeliones populares en todos los países. El fracaso de las burguesías nacionales en este terreno, deja al rojo vivo que ella será resuelta solamente por la unidad de los obreros y campesinos de todo el continente – y con el proletariado internacional. 

 Jorge Altamira 
 28/03/2021

El «lastre» del Mercosur, el Uruexit y los liberales uruguayos

El cruce entre el presidente argentino Alberto Fernandez y el uruguayo Luis Lacalle Pou en la Cumbre virtual por los 30 años del Mercado Común del sur (Mercosur), del que son socios con brasileños y paraguayos, es noticia en todos los medios rioplatenses y aledaños. 
 El mandatario uruguayo calificó de “lastre” al Mercosur. «Lo que no puede ser ni debe ser (el Mercosur) es un lastre. No estamos dispuestos a que sea un corset en el cual nuestro país no se puede mover, y por eso hemos hablado con todos los presidentes de la flexibilización. Uruguay necesita avanzar, nuestro pueblo nos exige avanzar en el concierto internacional».
 «Si nos hemos convertido en una carga lo lamento, lo más fácil es bajarse del barco» le contestó Fernandez.
 Las reacciones en ambos márgenes del Río de la Plata no tardaron en aparecer. Los gorilas antiperonistas uruguayos vitorearon una vez más a Lacalle Pou. La primera vez había sido en su tour por todos los medios de Clarín. Si bien Uruguay pasó a ser de los peores países de Latinoamérica en combate a la pandemia, los medios hegemónicos argentinos, aliados del neoliberalismo, olvidaron al gobernante uruguayo. Hoy lo reflotan para hacerle críticas como tiros por elevación a Alberto Fernandez. 
 En Uruguay, de este lado del charco, lo primero que surgió en las redes fue un chovinismo berreta, un nacionalismo de segunda mano. Los cuadros de primera línea de la derecha autóctona junto con periodistas y figuras mediáticas salieron en twitter en una coreografía perfecta a decir “yo, uruguayo”. Se despertó el más elemental antiporteñismo uruguayo que no sabe más de Argentina por la television y piensa que Chaco, Formosa y Tierra del Fuego son lo mismo que la Ciudad de Buenos Aires. Enseguida aparecieron los fantasmas de Jorge Battlle y su “los argentinos son una manga de ladrones del primero hasta el último”, o la crítica de José Mujica hacia Cristina Fernández de Kirchner cuando dijo al lado de un micrófono abierto: “esta vieja es peor que el tuerto (Nestor Kirchner)”. 
 Lacalle Pou cuida mucho sus palabras y las prepara. Por eso, haber elegido “lastre” no es una casualidad. Como así tampoco la reacción en redes de sus seguidores y una campaña con el hashtag #URUEXIT, haciendo juego con la campaña por la salida, que luego se concretó, de Reino Unido de la Unión Europea que se llamó Brexit. 
 Esta estrategia se enmarca en una semana donde Argentina salió del Grupo de Lima, donde el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea se pospuso para 2023, donde Uruguay cada día rompe récord de contagiados por covid-19. La cortina de humo es perfecta y es calco de la táctica del Brexit, sumado a que este deseo ya lo había planteado Luis Alberto Lacalle, padre del actual Presidente y del Mercosur, en la campaña presidencial de 2009. 
 Ni lerda ni perezosa, la Academia Nacional de Economía, reducto del liberalismo a ultranza en Uruguay, salió a respaldar al gobierno. La Academia está presidida por María Dolores Benavente, abonada de los think tanks uruguayos y una de las alumnas preferidas de Alejandor Vegh Villegas, ministro de Economía en la dictadura por dos períodos.
 Su vicepresidente es Ignacio de Posadas, quien fuera ministro de Economía y Finanzas entre 1992 y 1995, durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle. El “Chicago-boy” Carlos Steneri, fue uno de los responsables de la negociación del canje de deuda tras la crisis de 2002, también integra el Consejo Directivo. 
 En 2005, al comienzo de la primera presidencia frenteamplista, Steneri fue designado Director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas, cargo que ocupó hasta el 2010. Aquí vemos cómo el liberalismo ha impregnado al progresismo desarrollista y que la visión de la deuda sigue siendo monolítica, no acorde a los intereses nacionales. 
 En el diccionario de la burguesía uruguaya no existe la palabra integración. Simplemente hay que liberalizar las economías y el dios Mercado resolverá los desajustes del propio sistema, pero poco y nada se habla de las desigualdades.
 La burguesía uruguaya es un caso interesante para estudiar. Nunca en la historia ha promovido siquiera una industrialización y un desarrollo productivo dentro de un marco capitalista, para el crecimiento del país. Siempre hemos sido furgón de cola, con resabios de un feudalismo colonial. El capitalismo uruguayo es deforme y dependiente. Esta “suicida flexibilización” como bien apuntó Aram Aharonian, servirá para condenar cincuenta años más a Uruguay a ser un país agroexportador, donde se sucedan temporadas buenas y malas según las commodities. Si las materias primas van al alza, será un veranillo… que pronto será un invierno desolador cuando el precio de estas vuelvan a caer. Winter is coming… 

 Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

Lacalle lo logra: caída del 5,9% del PIB y aumento crítico del coronavirus

Las autoridades uruguayas estimaron la suspensión de las clases presenciales en todos los niveles de enseñanza hasta Semana Santa, mientras que el cierre de oficinas estatales y la cancelación de espectáculos públicos se extenderá hasta el 12 de abril de este año, como estrategia para disminuir los contagios de Covid-19. 
 Quizás el acto más reprochado fue tomar “la decisión contundente” sobre el eslabón más débil, porque todo lo que involucre a los niños, niñas y adolescentes tiene ese plus de protección que todos reclaman, pero la educación al igual que bares, gimnasios, termas, no mueven la aguja. 
 “Hemos tomado medidas que tienen como centro reducir la movilidad y una vez más la acción de Gobierno tiene necesariamente que estar acompañada por las conductas individuales”, dijo Lacalle. Con la exhortación «Quédate en tu burbuja» es la medida que sugiere a los ciudadanos sobre quedarse con su círculo o su núcleo familiar en sus hogares para actuar de “forma responsable” ante el nuevo brote de coronavirus. 
 La presencia de la cepa brasileña P1 del virus en siete departamentos uruguayos, la dupilcación de casos de Covid-19 en 24 horas, fueron razones de peso para que el Gobierno acordara las medidas nacionales en una reunión previa.
 El telón de fondo de todo esto es la confirmación, por parte del Banco Central, de que la caída del producto interno bruto (PIB) el año pasado fue por demás importante, del 5,9 poor ciento, poniendo fin a 17 años de crecimiento, 15 de ellos bajo gobiernos del Frenbte Amplio. Pero incluso en este terreno hay que tener en cuenta las diferencias. Mientras muchos sectores sufrían duros golpes, el agropecuario y el de la construcción crecieron. 
 Duros golpes recibieron los sectores menos favorecidos en 2020, ya que, según cifras oficiales-en las que muchos no confían-, la pobreza subió casi tres puntos porcentuales y alcanzó a 11,6 por ciento de la población. El Ejecutivo ha rechazado expresamente en varias ocasiones la propuesta de brindar un ingreso transitorio de emergencia a sectores más amplios afectados por la crisis. 
 Cien mil personas habían caído en la pobreza en abril del año pasado, a apenas 15 días de decretada la emergencia sanitaria y a un mes del cambio de gobierno. La disparada del dólar (devaluación) mandó millones de pesos directamente de los bolsillos de ,los ciudadanos a las cuentas bancarias del sector agroexportador. Sí, a ese sector siempre lo cuida este gobierno y lo financian entre todos los uruguayos. 
 Obviamente, la pobreza afecta más a los hogares con jefatura femenina en todo el país, y más a las personas jóvenes que a las de mayor edad. La emergencia sanitaria fue un factor de mucha importancia para que se produjera el fenómeno. Sin embargo, no fue el único, ya que el Ejecutivo, respaldado por votos oficialistas en el Parlamento, dispuso una pérdida de salario real en el sector público, y que aseguró que habrá luego una recuperación, pero todavía no asumió compromisos sobre cuándo y cómo producirla. 
 La respuesta del primer mandatario -que reiteró en la rueda de prensa la actitud de acaparar el micrófono, resalta la prensa montevideana- fue que, si bien esperaba que las decisiones adoptadas fueran eficaces, no le correspondía a él, sino a los periodistas y la opinión pública, evaluar su oportunidad ni su suficiencia. Llamó la atención que no incluyera entre quienes deben opinar sobre el asunto a los científicos y especialistas en temas sanitarios. 
 Lacalle dejó en claro que es el que manda y no escucha ni a los asesores científicos y menos aún a alguien de la oposición. Por eso no extrañó que no dijera palabra sobre ampliar el diálogo y la búsqueda de acuerdos con organizaciones sociales y políticas. Parece que el presidente se toma muy en serio lo de no salir de su burbuja.
 Una investigación de la Universidad de la República y la Asociación de Bancarios de diciembre del año pasado revelaba la existencia de cerca de 700 ollas populares y merenderos que, a fuerza de trabajo voluntario y ayuda silenciosa, trataban de paliar el hambre de miles y miles de personas que vieron severamente comprometida su alimentación durante el último año. 
 Sólo se refirió en una ocasión, genéricamente, al asesoramiento científico con que cuenta, pero sin mencionar al Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) relación que se ha tensionado en los últimos días, por la insistencia de los expertos en sugerir medidas que planteó el 7 de febrero (hace mes y medio) que no se adoptaron, y porque desde todos lados se le señaló públicamente al Ejecutivo que si no se hacía algo pronto para reducir la movilidad social seguirían produciéndose “muertes evitables”. 
 Esto último tiene un claro y considerable efecto sobre la opinión pública, ya que implica poner sobre la mesa una cuestión grave de responsabilidades políticas. Suspender la asistencia a los centros de educación y las actividades culturales siguen siendo los primeros recursos a los que se echó mano, ya que son medidas sin costos adicionales para el Estado o para los empresarios que lo apoyan. 
 El gobierno mantiene la cerrada negativa a que haya mayores aportes, por vía tributaria, de los grandes capitales y de quienes tienen mayores ingresos en el sector privado, y es obvia la carga ideológica en esta actitud, transparentada además por la referencia de Lacalle Pou a “las ramas de actividad representadas en el gobierno”. 
 El gobierno no aclara en qué se va a gastar el fondo coronavirus ni qué medidas se tomarán para garantizar la alimentación por esos tres días de los niños y niñas de las escuelas en la única decisión contundente que tomó el gobierno. 
 Esto no significa que la derecha y el gobierno se sientan acorralados, ya que siguen con su ofensiva a todo nivel: en el campo de la política, de la economía y de las ideas. Las luchas internas en la coalición de gobierno se van tensando por ahora, algo que no pueden disimular ya, ni siquiera en las conferencias. 
 El Presidente se dedica a explicar la nada misma, mientras la maquinaria comunicacional le inventa sentido a todo esto. Aún así, no es un gobierno derrotado sino todo lo contrario. Avanzan en el modelo de sociedad donde solamente entran unos pocos, cual urbanización privada.
 Las conferencias semanales contienen signos poco improvisados, pensados para generar en el receptor un sentido determinado. Lacalle tiene un grupo de asesores que “couchean” cada paso que da, cada símbolo y representación con una intencionalidad política determinada, al punto de verse casi como un absurdo la reproducción y las similitudes con mandatarios como Mauricio Macri en la Argentina de 2015-2019. 
 Pero la última conferencia de prensa mostró otra cara del mandatario, y trajo a escena un caos generalizado que se vio en distintas oportunidades y bajo distintos signos corporales menos planificados a los usuales. La imagen del presidente tranquilo y decidido se vio afectada por una impronta corporal errática y de titubeo. 
 El movimiento excesivo de sus manos como efecto de reflejos nerviosos inconscientes, junto a su voz acelerada y sin las pausas normales de su oratoria dejaron ver un presidente no tan consolidado como intenta transmitir mediante símbolos canónicos habitualmente (como lo hizo por ejemplo en el discurso de un año de su gestión en el Parlamento), señala Ladiaria.
 La consulta constante a los documentos escritos con las medidas adoptadas, también son señal de inseguridad, de decisiones tomadas con apremio y poco “digeridas”, y de incomodidad a la hora de anunciar las medidas. Una vez finalizados los anuncios, comenzaron las preguntas de los y las periodistas. a prensa montevideana observa tensiones entre el Presidente y el Ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, lo cual se refleja en los tonos de voz utilizados para referirse a él, la ausencia de miradas directas a su persona y el no nombramiento del mismo por su nombre en toda la conferencia. Por otra parte, a la hora de hablar de la vacunación fue Salinas quien tuvo que solicitar la palabra ya que el primer mandatario decidió no hablar de los éxitos del Ministerio de Salud Pública.También surgieron quejas ante la suspensión de algunas actividades, como las de Richard Sander, intendente de Rivera (limítrofe norte con Brasil) por los free-shop de ese departamento. Por otra parte, reclamos contra el mantenimiento del trabajo en ciertos sectores, como el de la Asociación de Funcionarios Judiciales, que definió un paro de 48 horas. o es seguro que la variante P1 del virus sea la única o la principal causa de que se haya acelerado la propagación de esta enfermedad en Uruguay, pero le ha servido a Lacalle para tomar resoluciones que no quiso adoptar una semana atrás, cuando ya era obvio que las tendencias conducían a la actual situación, sin que parezca que está reconociendo un error.
Falta mucho para que la vacunación mejore la situación sanitaria del país, pero todo indica que revertir sus efectos sociales será aún mucho más lento y difícil. El gobierno de la coalición derechista está empeñado en favorecer a los grandes empresarios nacionales y extranjeros, en especial los del agronegocio exportador.

 Luvis Pareja. Periodista uruguayo, analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

domingo, 28 de marzo de 2021

La cumbre del Mercosur y la (des)integración regional


A 30 años de la firma del Tratado de Asunción. 

 La cumbre virtual del Mercosur que se realizará al cumplirse 30 años de la formación del bloque, el 26 de marzo, graficará el dislocamiento comercial de la región y el completo declive que atraviesa la asociación de los cuatro países que lo componen, cuyo comercio intrarregional está un 35% debajo del pico histórico de 2011. Las presiones por una flexibilización para permitir la firma de tratados bilaterales de libre comercio y por reducir los aranceles externos ilustran, más que rivalidades nacionales y diferencias ideológicas entre los gobiernos, las consecuencias sociales de la inserción colonial en el mercado mundial.
 El brasileño Jair Bolsonaro, el uruguayo Luis Lacalle Pou y el paraguayo Mario Abdo Benítez llegan a este cónclave habiendo concertado una posición común por la flexibilización de las cláusulas del Mercosur que obligan a los países a negociar en conjunto todos los acuerdos de libre comercio con otras naciones o bloques comerciales. Hay una serie de tratativas con Canadá, India, Singapur o la Alianza del Pacífico, entre otras, que se encuentran trabadas, pero ello solo en parte se debe a las reticencias de Argentina, como revela que tras el aval de Alberto Fernández continúa empantanada la firma del acuerdo con la Unión Europea por los reparos que pone el capital agrario del viejo continente y los industriales sudamericanos -sectores que se verían perjudicados por una liberalización comercial y reducciones arancelarias. 
 Resulta que la esencia del Mercosur es un listado de aranceles comunes fijados sobre las importaciones exteriores, que llegan hasta alícuotas del 35% como en el caso de la industria automotriz. El planteo de eliminar o reducir significativamente estas barreras arancelarias, defendido abiertamente por Bolsonaro, es visto como un tiro de gracia para importantes sectores de la industria regional que aseguran que no pueden competir con la producción de otras latitudes. Hacia el encuentro del 26 fue publicado un comunicado conjunto de las representaciones patronales de los cuatro países (Unión Industrial Argentina, Confederación Nacional de Industria -Brasil-, Unión Industrial Paraguaya y la Cámara de Industrias del Uruguay) en el que se oponen a cualquier modificación inconsulta del Arancel Externo Común y el Régimen de Origen del Mercosur.
 Los reclamos empresarios denotan una marcada primarización productiva de la región, volcada a la exportación de commodities: «nuestros países no aumentan su participación en la producción y exportaciones de manufacturas mundiales». El retiro de Ford de Brasil puso en primera plana esta tendencia. La propuesta patronal es sin embargo parasitaria, ya que además de sostener estos aranceles proteccionistas exigen que los gobiernos concreten ajustes fiscales para «ordenar la macroeconomía» y ganar competitividad a fuerza de nuevas reformas laborales contra las conquistas obreras.
 Esto plantea un conflicto de intereses con los pulpos sojeros y ganaderos que dominan el comercio exterior en los cuatro países, y cuyas exportaciones se pretenden incrementar justamente con la firma de acuerdos de libre comercio. Esto vale aún para el gobierno de Alberto Fernández, que viró de posición respecto de las negociaciones con la Unión Europea, en el marco de toda una política económica orientada a obtener con la venta de soja los dólares necesarios para el repago de la deuda al FMI y el capital financiero. Es esta dinámica colonial lo que disloca el comercio regional, ya que todos los países compiten en la exportación de carnes y cereales a los mismos destinos. Es una muestra de que los problemas no se deben, como dijimos, a rivalidades nacionales, sino incluso a conflictos intercapitalistas dentro y fuera de los propios Estados. 
 Lo dicho se expresa más crudamente aún en los socios menores del Mercosur. A 30 años de la firma del Tratado de Asunción que le dio origen, el balance para Uruguay y Paraguay es lapidario: ambos registran un marcado déficit en la balanza comercial dentro del bloque, y en estas décadas han sufrido una fuerte contracción de su parque industrial (particularmente visible en las alimenticias) en beneficio de artículos producidos en Argentina y Brasil. Algo similar podemos observar respecto de la pendiente integración de Bolivia -en lo que insistirá Alberto Fernández en la cumbre-, ya que desde el acuerdo de «complementación económica» de 1997 lo único que comprensa el crecimiento del déficit es la venta de gas; es decir que en la nación del altiplano los beneficios son acaparados puramente por los pulpos petroleros. 
 No hay mejor muestra de estos 30 años de Mercosur para evidenciar la incapacidad de las burguesías nacionales en avanzar en una integración regional. De hecho, el comercio intrarregional nunca superó el 17% de las exportaciones totales de los países que lo componen, y actualmente representa apenas un 13%. Las devaluaciones sucesivas de monedas refuerzan el dislocamiento. Lo que se incrementó, en efecto, fue la mayor injerencia del imperialismo. Estados Unidos se valió de ese marco para imponer una política de seguridad coordinada por el Departamento de Estado (Ley Antiterrorista inclusive), y China se convirtió en el principal comprador de productos primarios y vendedor de manufacturas e insumos industriales. Los efectos recesivos de las trabas a las importaciones dispuestas por el gobierno argentino -por la sequía de las reservas del Banco Central- son expresión de esta dependencia. La flexibilización del bloque apunta en la misma dirección.
 Otra conclusión importante del proceso de las últimas tres décadas es la debilidad de las burguesías industriales criollas, que carecen de la capacidad de motorizar un desarrollo productivo de las naciones de Sudamérica por su postración al imperialismo y su carácter de socios menores de un régimen de saqueo. La crisis capitalista agudiza la ausencia de inversiones, razón por la cual la competitividad solo busca incrementarse a costa de la flexibilización laboral, la devaluación monetaria y beneficios impositivos. Habla de una clase social parasitaria.
 La única forma de avanzar en una integración regional real es romper con esta inserción colonial en el mercado mundial, lo cual requiere medidas de fondo que solo puede llevar adelante la clase obrera, como el desconocimiento de las deudas externas fraudulentas y la nacionalización de la banca y el comercio exterior, resortes fundamentales sobre los cuales desarrollar en común a la región. Es la perspectiva de la lucha por una federación socialista de América Latina. La rebelión del pueblo paraguayo y la enorme movilización popular contra el gobierno de Bolsonaro en Brasil (en el marco de una catástrofe sanitaria) muestran el hartazgo de las masas y un camino hacia adelante.

 Iván Hirsch

sábado, 27 de marzo de 2021

El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre | F. Engels con Alan Woods


El 18 Brumario de Luis Bonaparte (Marx con Eduardo Rothe)


Siempre es contra el oscurantismo...

Los fenómenos en una sociedad dividida en clases sociales con intereses antagónicos e irreconciliables, tiene como centro la interrogante.
¿Funcional a que proyecto de clase, que interés de clase esta en curso, y por lo mismo a quién beneficia?
 La ideología, el método, la economía política se resume en un cuerpo teórico en continuo enriquecimiento, este es el marxismo leninismo.
 Entiendo que estos aspectos asumen la centralidad de lo que vulgarmente he llamado "derramar ideología". 
 La comprensión del marxismo - leninismo tiene como piedra angular él método y este es necesario ponerlo al alcance de modo tal que admita un proceso de aprendizaje y este se construye en tanto intercambio. 
Este fenómeno esta planteado en términos de la aplicación de la categoría de análisis: Critica - autocrítica, interrogante - respuestas, objeto - sujeto, abstracto - concreto. 
 La dialéctica es método en tanto y cuanto es teoría del proceso objetivo.
 El estudio de los fenómenos de la realidad se basa en el conocimiento de las leyes de su desarrollo.
 Todos los principios y todas las leyes del materialismo dialéctico tienen importancia metodológica.
 El perfeccionamiento de la dialéctica como método guarda relación con su desarrollo como teoría: a medida que la dialéctica refleje, en sus principios y leyes, con mayor exactitud, profundidad y plenitud el objeto que estudia, más perfecta y eficaz será como método de conocimiento y transformación revolucionaria de la realidad. 

 La dialéctica como sistema lógico.

 Los elementos del sistema lógico de la dialéctica se dividen en tres: rasgos, principios y leyes. Los rasgos son: la materia, el vínculo, la relación, el movimiento, la conciencia, el espacio y el tiempo.
 Los principios son: 
 1) el principio de la unidad material del mundo.
 2) el principio del reflejo. 
 3) el principio del desarrollo.
 4) el principio de la unidad de lo abstracto y lo concreto en el pensamiento teórico científico.
 Las leyes: 
 1) ley de la unidad y lucha de contrarios 
 2) ley dé la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos 
 3) ley de la negación de la negación.
 La formación de la mujer/hombre nuevo tiene como aspecto fundamental la más hermosa de todas las tareas, alumbrar y ayudar a organizar el salto de calidad. Es la negación de un modo de producción perimido que condena a los explotados y a la misma existencia del planeta. 

 Osbaldo Zuñiga

Búsqueda y sentido / Razón de ser

Examinar los problemas que constituyen lo específico de la teoría del conocimiento hace centro en los problemas del conocimiento, sus leyes, las vías, el contenido y la forma del conocimiento, la verdad, la práctica social como base y objeto del conocimiento. 
Todo ello refrendado en función del criterio de la verdad. En una sociedad dividida en clases sociales antagónicas e irreconciliable, la filosofía deja de ser búsqueda para transformarse en filosofía de la praxis y la praxis es la lucha de clases. 

 Osbaldo Zuñiga

Materialismo histórico y dinámica social

Las circunstancias y los hombres/mujeres como producto de la circunstancias varían. 
Está dinámica puede alterar la forma, el asunto de fondo es el contenido.
 Hoy mundo 2021 el debate no traspasa el umbral de la forma. En términos de modo de producción (capitalismo) y relaciónes de producción, su antagónico (socialismo como antesala al comunismo) no puede ser un adjetivo. Es decir, no es, no fue y no será el progresismo la salida, mucho menos el liberalismo. 
 El materialismo histórico y la dialéctica materialista, superan las estrechas teorías y el solo arrojo y espontaneismo de las masas. La infeliz frase "la teoría nos separa y práctica nos une" solo reflejo la miopía del radicalismo sin brújula. 
 Búsqueda y sentido
 Razón de ser 
 Examinar los problemas que constituyen lo específico de la teoría del conocimiento hace centro en los problemas del conocimiento, sus leyes, las vías, el contenido y la forma del conocimiento, la verdad, la práctica social como base y objeto del conocimiento.
 Todo ello refrendado en función del criterio de la verdad. En una sociedad dividida en clases sociales antagónicas e irreconciliable, la filosofía deja de ser búsqueda para transformarse en filosofía de la praxis y la praxis es la lucha de clases. Siempre es contra el oscurantismo... 
 Los fenómenos en una sociedad dividida en clases sociales con intereses antagónicos e irreconciliables, tiene como centro la interrogante ¿Funcional a que proyecto de clase, que interés de clase esta en curso, y por lo mismo a quién beneficia? 
 La ideología, el método, la economía política se resume en un cuerpo teórico en continuo enriquecimiento, este es el marxismo leninismo. Entiendo que estos aspectos asumen la centralidad de lo que vulgarmente he llamado "derramar ideología". 
 La comprensión del marxismo - leninismo tiene como piedra angular él método y este es necesario ponerlo al alcance de modo tal que admita un proceso de aprendizaje y este se construye en tanto intercambio. 
Este fenómeno esta planteado en términos de la aplicación de la categoría de análisis: 
 Critica - autocrítica, interrogante - respuestas, objeto - sujeto, abstracto - concreto. 
 La dialéctica es método en tanto y cuanto es teoría del proceso objetivo.
 El estudio de los fenómenos de la realidad se basa en el conocimiento de las leyes de su desarrollo. Todos los principios y todas las leyes del materialismo dialéctico tienen importancia metodológica. 
 El perfeccionamiento de la dialéctica como método guarda relación con su desarrollo como teoría: a medida que la dialéctica refleje, en sus principios y leyes, con mayor exactitud, profundidad y plenitud el objeto que estudia, más perfecta y eficaz será como método de conocimiento y transformación revolucionaria de la realidad. 

 La dialéctica como sistema lógico. 

Los elementos del sistema lógico de la dialéctica se dividen en tres: rasgos, principios y leyes. 
 Los rasgos son: la materia, el vínculo, la relación, el movimiento, la conciencia, el espacio y el tiempo.
 Los principios son: 
 1) el principio de la unidad material del mundo. 
 2) el principio del reflejo.
 3) el principio del desarrollo. 4) el principio de la unidad de lo abstracto y lo concreto en el pensamiento teórico científico. 
 Las leyes: 
 1) ley de la unidad y lucha de contrarios 
 2) ley dé la transformación de los cambios cuantitativos en cualitativos 
 3) ley de la negación de la negación. 
 La formación de la mujer/hombre nuevo tiene como aspecto fundamental la más hermosa de todas las tareas, alumbrar y ayudar a organizar el salto de calidad. Es la negación de un modo de producción perimido que condena a los explotados y a la misma existencia del planeta.

 Osbaldo Zúñiga

viernes, 26 de marzo de 2021

El bloqueo es un crimen de lesa humanidad


Consecuencias económicas y culturales del cinismo imperial 

 Según la ONU, son crímenes contra la humanidad los que constituyen ataques generalizados o sistemáticos a la población civil. Son “crímenes de lesa humanidad” los exterminios, la esclavitud, la deportación o expulsión forzosa, la privación de la libertad física e intelectual que viola el derecho internacional. Son “crímenes de lesa humanidad” las torturas, las violaciones, la prostitución y la violencia sexual, la persecución de un colectivo (incluido su “linchamiento mediático”) por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos o de género; la desaparición forzada de personas, el apartheid y otros actos que atenten contra la integridad de las personas y de los grupos sociales. Por ejemplo el Bloqueo, aunque lo llamen “embargo”. Antes de que los “puristas” de las clasificaciones leguleyas alienten esperanzas de ensayar elocuencias escolásticas, sepan que no tendrán lugar aquí. Es Delito de Lesa Humanidad todo cuanto atente contra la vida, la libertad, los derechos y la dignidad de las personas… y los Bloqueos son una de las formas de las guerras más alevosas, ilegales e ilegítimas, del capitalismo aunque contraten o inventen ideólogos, tratados internacionales y legislaciones para camuflarse. 
 Pero combatir al Bloqueo no es asunto sólo “legal”, de poco han servido las decenas de repudios internacionales en la ONU ni las proclamas airadas de las voces más indignadas. La batalla contra el Bloqueo es una lucha política sin cuartel que no se detiene a las puertas de las burocracias y que implica una batalla tenaz y radical contra el capitalismo, su modo de producción y sus relaciones de producción. Sin duda el capitalismo, en su desarrollo, luego de la Segunda Guerra Mundial, produjo iguales o peores horrores contra la especie humana. Produjo todo género de usurpaciones, invasiones y hurtos. Todo tipo de engañifas, manipulaciones y humillaciones. Destrucción del planeta, de países y de culturas. Vulgaridad, individualismo y racismo. Miseria, pobreza y desamparo. Secuestros, usurpaciones y bloqueos. ¡Imposible maquillar tantos horrores!. Las consecuencias empeoran y se comportan como pandemia. No hay futuro para la humanidad bajo un sistema así. Y para castigar a quienes se niegan a aplaudir sus horrores, el imperio impone sanciones, “embargos” y bloqueos. Todo junto o separado, no son lo mismo. Son formas de una guerra despiadada contra los pueblos y contra la humanidad. Por ejemplo, el Bloqueo contra Cuba es el más prolongado que se conoce en la historia moderna. Aunque ha sido condenado sinnúmero de ocasiones nada ocurre; lo mismo está sucediendo contra Venezuela y contra todo aquel que intente desarrollar nexos de cualquier orden con ambos países. 
 Algunos se conduelen sólo por los “daños económicos” ocasionados por el Bloqueo, pero es insuficiente para comprender y denunciar los estragos en los campos de la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y la cultura. El Bloqueo, es parte de la Guerra Psicológica imperial contra toda rebeldía. No olvidemos la obligación ética, que tenemos todos, de denunciar el ataque sistemático contra el estado de ánimo de los pueblos sometidos al bloqueo. Está más clara que nunca la urgencia de una nueva proclama planetaria por los Derechos Humanos, esta vez despejando toda huella de individualismo (del solo lamento por los derechos individuales) para ascender a una práctica humanista que aprenda a no reducir los Derechos y, a cambio, aprenda a expandir, y profundizar, todas sus nociones a su carácter social necesario. Es hora de habilitarnos con un programa humanista mundial nuevo, con carácter vinculante, en todos los cuerpos constitucionales y en todas las jerarquías éticas con que debe armarse una justicia social verdadera que nos ponga a salvo de las formas despiadadas de desigualdad, desamparo y marginación reinantes. 
 Necesitamos una Declaración de los Derechos Humanos de nuevo género que condene al Bloqueo, esta vez democrática, suscrita por las organizaciones de los trabajadores y trabajadoras, aceptada por los movimientos sociales en pie de lucha contra la separación de la humanidad en clases sociales. Un sistema humanista nuevo, de capítulos subordinados a una concepción dinámica e integral, capaz de perfeccionarse con su práctica objetiva y con la organización democrática permanente de veedores, supervisores y controladores organizados en comités éticos para el desarrollo de los Derechos y las Responsabilidades colectivas. Romper con toda “letanía de falsa democracia” para verdaderamente democratizar la Declaración Universal de los Derechos Humanos, renovarla desde los consensos. Es un paso obligado en el corto plazo. Romper con la idea de que tal Declaración ha de mantenerse enjaulada en la verborrea diplomática, para ascender a una que se vuelva “carne de las luchas” humanistas de base socialista. Una Declaración de los Derechos Humanos que sea sinónimo de fortaleza práctica sostenida con pensamiento crítico. Necesitamos una Declaración de los Derechos Humanos revolucionaria, que incluya debates y escrutinio de los pueblos contra sus opresores. 
 Hasta hoy “Los derechos humanos —escribe Marx— son los derechos de miembros de la sociedad burguesa, es decir, de individuos egoístas, separados de sí y de la comunidad”… pero los derechos del ciudadano son “derechos que sólo pueden ejercerse en comunidad. Su contenido es la participación en la comunidad, y concretamente en la comunidad política, en el Estado”. Ninguno de los derechos humanos trasciende en individuos replegados en sí mismos. Necesitamos una Declaración de los Derechos Humanos que sea herramienta de crítica cotidiana, cercana y en acción cuyas proclamas luchen en el sentido fundamental del respeto inalienable por el trabajo: “todos los miembros de la sociedad tienen igual derecho a percibir el fruto íntegro del trabajo” o a un “reparto equitativo del fruto del trabajo”. 
 Necesitamos un acuerdo internacionalista, de las bases, para re-fundar los Derechos Humanos de manera esencialmente crítica contra el carácter sumamente limitado e inhumano de la lógica del capital. Para luchar contra el Bloqueo (contra toda forma de bloqueo) que constituye un crimen, flagrante y sistemático. Humanismo que sea más que un compendio de “buenos propósitos” filantrópicos; que sea una manera más de ascender a la práctica emancipadora. Como lo pensaba Marx, a la luz de la Historia, inseparable del contenido insuflado por las fuerzas sociales en sus luchas emancipadoras. Humanismo de “nuevo género” como acción deseable, posible y realizable para las fuerzas que se fundamentan en la democracia participativa y revolucionaria. Humanismo, hoy más necesario que nunca, para no sucumbir a la opresión ideológica más feroz implícita en la sustracción de plusvalía. Humanismo que no se detenga ante nada, que defienda a la naturaleza, que proteja al patrimonio cultural, que combata a los negocios de las guerras, de los bancos buitres y de los “mass media” máquinas de guerra ideológica. No traguemos más engaños, el Bloqueo es un Crimen de lesa Humanidad. Y hay que frenarlo, sancionarlo y obligarlo a reparar los daños, globalmente. 

 Dr. Fernando Buen Abad Domínguez. Director del Instituto de Cultura y Comunicación y Centro Sean MacBride, Universidad Nacional de Lanús. Miembro de la Red en Defensa de la Humanidad. Miembro de la Internacional Progresista. Miembro de REDS (Red de Estudios para el Desarrollo Social) 

jueves, 25 de marzo de 2021

La Comuna de París


 
 
Estudiamos el texto de Karl Marx "La Guerra Civil en Francia" (1871) con Vladimir Acosta.

miércoles, 24 de marzo de 2021

El 10% más rico de los países concentra el 90% de las vacunas aplicadas contra el Covid


A pesar de la financiación y colaboración de los Estados, las patentes privadas bloquean la producción masiva. 

 Un reciente informe periodístico destaca que unos 18 países, entre ellos las principales potencias imperialistas, acaparan el 88% de las vacunas aplicadas contra el Covid-19. Se destaca que en algunos casos, como EE.UU, la adquisición supera las necesidades locales y va en detrimento de la comunidad internacional. 
 Se trata de unas casi 400 millones de vacunas entregadas hasta el momento, lo que implica que, al ritmo actual, en algunos países deberán esperar años para poder vacunar a su población. 
 A su vez, la cuestión guarda otro problema implícito. Resulta que a pesar de que los Estados han desenvuelto importantes recursos económicos, tecnológicos, operacionales y logísticos, para colaborar con la producción de las vacunas, las patentes siguen en manos de un grupo reducido de multinacionales privadas. 
 Esta “colaboración” de las potencias imperialistas con los laboratorios ha sido para el fin de garantizarse una dotación significativa de vacunas, a expensas del conjunto de la población mundial.
 Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña se destacan entre los principales sectores que han favorecido esta política, llegando incluso a incautar vacunas destinadas a otros países, como el caso del cargamento de AstraZeneca dirigido a Australia y bloqueado por la UE. 

 Privilegios y patentes 

Lo más grave del asunto es que incluso detrás de lo que podría considerarse un reparto “poco equitativo” de las vacunas, sin consideraciones o prioridades sanitarias –como lo sería vacunar en función el rango etario, grupos de riesgo y/o trabajadores de la salud- se esconde la defensa del monopolio de las patentes por parte de un grupo reducido de empresas. 
 Mientras que países como India y Sudáfrica han solicitado internacionalmente que se suspendan las patentes privadas hasta obtener una inmunidad de grupo a nivel mundial, las principales potencias respaldan la posición de los laboratorios y los negocios capitalistas y se niegan a medidas de este tipo.
 Uno de los puntos clave de las actuales dificultades en el abastecimiento de vacunas suficientes para la demanda mundial es el de la capacidad instalada y los permisos para su producción. 
 Desde los laboratorios como Pfizer, Moderna, AstraZeneca, y otros, se desligan diciendo que existe “vocación” de establecer licencias de las patentes, pero que los países y las empresas locales no cuentan con el equipamiento necesario. Se trata de una vil mentira.
 La propia Organización Mundial de Salud estableció un mecanismo para compartir y transferir la tecnología necesaria para ampliar la producción mundial, sin embargo ninguna empresa se ha anotado al programa. Son varios los países que reclaman la flexibilización de las licencias y/o eximición de patentes para poder producir vacunas, pero no encuentran respuestas. 
 En Argentina, por ejemplo, unas 25 millones de dosis producidas por mAbxcience (Garín, Buenos Aires) están paralizadas por problemas de envasado (México).
 Por su parte, China y Rusia buscan extenderse en el mercado mundial extendiendo licencias de producción en distintos países y acaparando parte de la demanda insatisfecha por los grandes laboratorios.
 Otro dato importante, es que las potencias imperialistas también se valen de su posición económica para acaparar el mercado de vacunas, cuando una cantidad de países presenta evidentes problemas para cumplir con las exigencias leoninas de las multinacionales. 
 Tal es así la crisis que Lula le acaba de pedir a Biden que done a Brasil parte del excedente de vacunas de EE.UU y que se convoque a un G20 sobre la distribución de vacunas: la salida del “progresismo” latinoamericano es apelar a la benevolencia del imperialismo, no a una reorganización social de los recursos nacionales e internacionales. 

 Una crisis global 

El problema planteado no es menor, ya que una inmunización local o regional no es garantía de protección contra la pandemia. Las mutaciones del virus en las regiones menos tratadas podrían dar lugar a nuevas formaciones para la cual las vacunas actuales reducen su efectividad, lo que tiraría por la borda con todo lo actuado. 
 Iniciativas como Covax, impulsado por la OMS para un reparto equitativo y “accesible” – US$10,55 promedio por dosis- de las vacunas, también se ven afectados por esta realidad, postergando el cronograma de entrega de vacunas para los países atrasados, en donde se discute como hacer frente a la próxima ola de contagios con una porción insignificante de la población inmunizada. Las entregas son a cuentagotas y solo alcanzan a una pequeña porción por país. 
 La lucha contra la pandemia no puede ser entablada en los términos de la lógica capitalista, que prioriza los negocios de un puñado de laboratorios y multinacionales contra la inmensa mayoría de la población. 
 Los recursos existentes deben ser reorientados para satisfacer la producción mundial de las vacunas, sobre la base de las necesidades de la población mundial, desconociendo las patentes privadas y adaptando la capacidad industrial a los requerimientos de la producción. 
 A la acumulación y la acaparación imperialista, asociada al negocio privado de los grandes laboratorios, le oponemos la colaboración internacional de la comunidad científica y los trabajadores para dar una respuesta inmediata y terminar con la pandemia.

 Marcelo Mache

lunes, 22 de marzo de 2021

Paraguay: continúa la rebelión popular

Luego de enormes jornadas de lucha de trabajadores, estudiantes y campesinos que reclaman la renuncia del presidente Mario Abdo Benítez (“Fuera Marito”), y de que renunciaran varios ministros de su gabinete, el gobierno volvió a reprimir. Ayer se desató una brutal represión a los manifestantes frente al Congreso, que pedían la destitución de Abdo. El gobierno paraguayo se encuentra jaqueado por la enorme crisis sanitaria y el descontento social. El gobierno de Biden salió a dar apoyo al gobierno (ultimahora, 16/3), que se encontraba con un juicio político en su contra.
 Ayer, los partidos del régimen volvieron a rescatar al presidente, acusado de corrupción, desmanejo de la crisis sanitaria y responsable de la represión a miles de manifestantes: “La Cámara de Diputados de Paraguay rechazó ayer iniciar un juicio político contra el presidente Mario Abdo Benítez, en medio de fuertes protestas populares contra su mandato, al que acusan de fuertes casos de corrupción en relación al plan sanitario nacional y por desatender a los y las ciudadanas en medio de la pandemia de coronavirus. La decisión del cuerpo legislativo fue tomada con 42 votos en contra del juicio político, 36 a favor y dos ausentes. La propuesta de juicio también alcanzaba al vicepresidente del país, Hugo Velázquez” (latinta, 18/3). Las protestas habían comenzado hace dos semanas por el rechazo popular a la gestión capitalista de la pandemia, que llevó al país al colapso sanitario por las medidas aperturistas de la economía (clases presenciales, trabajos no esenciales). El gobierno de Abdo tomó un crédito del FMI de casi 2mil millones de dólares que no se destinaron a mejorar el sistema de salud, según denuncia el personal sanitario junto a los manifestantes, y sí para negociados ligados a la corrupción estatal. 
 No sólo el gobierno se encuentra en crisis sanitaria y económica. La represión dejó un saldo de centenares de heridos y al menos 24 detenidos, de manera arbitraria. Los policías disparaban a todos los que estaban en su paso con la montada. En la semana la Policía Nacional publicó una licitación para adquirir municiones, 22 mil balas de gomas. La represión fue orquestada por el Estado y la prensa denunció a los manifestantes, justificando la represión policial. “También se conoció que los manifestantes incendiaron la sede del Partido Colorado, en una muestra de rechazo al gobierno actual” (ídem). Los manifestantes denuncian que los hechos de saqueo están organizados por militantes del partido colorado e infiltrados. 
 Esto se suma al aumento de hechos represivos, muchos de ellos denunciados a nivel internacional. El caso más emblemático fueron los asesinatos de las niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, y la desaparición forzosa de la adolescente de 15 años Carmen Elizabeth Oviedo Villalba (“Lichita”). “En la jornada de ayer, representantes de organizaciones sociales, políticas, organismos de derechos humanos y periodistas de Argentina arribaron a Asunción para dar inicio a cinco jornadas de encuentros y trabajo territorial, en Asunción e Yby Yaú, por el esclarecimiento del doble infanticidio de Lilian y María Carmen, y la aparición con vida de Lichita” (latinta, 18/3). También el miércoles hubo una represión brutal contra la comunidad Mbya Guaraní por parte de hombres armados, que quemaron sus casas y los golpearon brutalmente. Estas bandas paraestatales operan libremente en el territorio desalojando a los pobladores en beneficio de los terratenientes “brasiguayos” y las multinacionales que explotan los recursos naturales. 

 Crisis económica y sanitaria

 La crisis económica golpea a los trabajadores informales, precarizados y a los campesinos superexplotados, mientras se subsidian a las empresas y el gobierno es acusado de corrupción por innumerables casos, como por ejemplo la represa Itaipú, y se subsidia a la salud privada cuando hay millones sin cobertura sanitaria: “la inmensa mayoría del país, siete de cada 10 personas, gana menos del salario mínimo de dos millones de guaraníes (un dólar equivale a 7.000 guaraníes) y el 46 por ciento de la población vive de trabajos irregulares sin alta en la seguridad social y, por tanto, sin seguro médico” (latinta, 18/3). 
 Con respecto al coronavirus, el país acumula, desde el comienzo de la pandemia, 165.811 casos confirmados, 24.150 personas infectadas y 3.278 fallecidos, según el último balance oficial publicado el viernes. En un país de siete millones de habitantes, hasta hace pocos días, solo habían llegado 4.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, a las que se suman una donación de Chile de 20.000 dosis de Sinovac y otra de Emiratos Árabes Unidos, de 3.000 dosis de Sinopharm. 
 El martes, ese difundió un informe del Congreso que denuncia irregularidades y demoras en el pago de vacunas del mecanismo Covax, Sputnik V y AstraZeneca. El Ministerio de Salud reconoció haber depositado dos veces, por error, la suma total de 9.823.298 dólares a la Fundación GAVI (Alianza para las vacunas, creada por Bill Gates), tal como indica el informe. 

 Asambleas por el “Fuera Marito y Velázquez”

 El martes por la tarde en Plaza Italia se realizó un Asamblea con numerosas organizaciones sociales y políticas. Participaron compañeros de la Unidad Sindical, CCT, Coordinadora de organizaciones campesinas e indígenas y compañeros estudiantes del CEUNA. La Coordinadora de organizaciones campesinas e indígenas llamó ayer a una conferencia de prensa para pronunciarse por la renuncia de Abdo y Velázquez (vice), por nuevas elecciones y un plan de emergencia económica y sanitaria. 
 Hubo un cierre total de la Ruta Internacional Transchaco a la altura del kilómetro 389 reclamando por “Fuera Marito y Velázquez”. Los campesinos se movilizaron en diferentes puntos del país. Las centrales obreras burocratizadas no aparecieron en las movilizaciones y en los reclamos.
 Ayer también los estudiantes se movilizaron a las 16 horas a la plaza Uruguaya del centro de Asunción y fueron desde allí hasta el Parlamento a reclamar por el arancel “cero” y la estatización del transporte público, más presupuesto para salud y educación, entre otras reivindicaciones. Otros compañeros y organizaciones sociales, políticas, movimientos indígenas y campesinos, junto a los estudiantes, plantaron una “carpa de la resistencia” frente al parlamento, donde se sumaron compañeros del MCP y una comitiva desde Santa Roa de Aguaray. Allí hicieron una Asamblea a las 18 horas, bajo la consigna #FueraAbdo #ANRnuncaMás. Hoy a las 18 horas está convocada un nuevo encuentro para evaluar las medidas a tomar. 
 La gestión capitalista de la crisis sanitaria mediante la apertura de la economía (clases presenciales, trabajos no esenciales) y el acaparamiento de vacunas por parte de las potencias imperialistas, está en bancarrota y es el disparador, en todo el continente, de importantes procesos de crisis políticas y movilizaciones obreras y populares. Es necesario impulsar una huelga general y formar comités de obreros y campesinos que pongan de pie su propio programa de salida a esta gestión capitalista de la pandemia. 

 Emiliano Monge 
 18/03/2021

En torno a un debate próximo y en curso

En un tipo de sociedad histórica, concretas, sociedad de clases con intereses antagónicos e irreconocible, no llama a extrañeza la funcionalidad al PODER y el PODER de una clase tiene como centralidad la tasa de ganancia, la extracción de plusvalía:
 DOMINACIÓN - EXPLOTACIÓN
El poder se expresa en terminos concretos a traves del ESTADO. La estructura de ese estado cuenta con diversos tipo de trabajadores, ese es el aparato burocrático del ESTADO, la Policía es parte del aparato represivo del ESTADO. El ESTADO es un órgano de represión y consenso, el primero determina el segundo y todo ello es finalmente producto de la tensión social y de la fortaleza de las organizaciones de presión. El sindicato es un instrumento organizativo y reivindicativo, no es una organización revolucionaría en sí mismo. Desde luego que ayuda y genera conciencia, desde el se puede comprender el lugar que de ocupa en el mundo de la producción, el servicio, este último público, estatal o privado. 
 La discusión entonces esta en el terreno de los ESTATUTOS de la clase obrera organizada. En ese marco la discusión, el estatuto es la ley. Todo sindicato se compromete a respetar y cumplir con esto, es decir, la ley, bueno de eso se trata. Que dice el sindicato policíal al respecto, este debe pronunciarse. 

 Osbaldo Zuñiga

domingo, 21 de marzo de 2021

La Comuna, un “Estado” tumultuosamente obrero


A 150 años de la Comuna de París; la naturaleza del gobierno que conformó.

 La revolución es el momento en el cual las masas ingresan, como protagonistas, en la historia. La fase revolucionaria de la Comuna de París tuvo como componente central este protagonismo central de las masas de París, así como las de otras ciudades de Francia. La creación de un embrión de Estado obrero por parte de la Comuna fue el resultado de este protagonismo. Fue una creación original, caótica y contradictoria, resultado de un choque de fuerzas sociales excepcionalmente agudo. La dirección revolucionaria que la encabezó hundió sus raíces en toda la historia revolucionaria del siglo XIX en Francia, pero se forjó, como tal, en los combates mismos. En este sentido, no fue “dirigida” por un partido. Careció y nunca habría podido tenerla, de una concepción integral del rumbo que estaba abriendo. 
 El núcleo del poder revolucionario de la Comuna de París fue el comité central de la guardia nacional. El Comité Central de la Guardia Nacional agrupaba a delegados electos de sus 300.000 integrantes, el pueblo de París en armas. Fue el Comité Central de la guardia nacional el que se alzó contra la entrega del gobierno de Thiers, al capitular éste frente a los Prusianos y habilitar la entrada en París de sus tropas.
 El Comité Central fue producto de la deliberación y la experiencia política del pueblo de París, que procedió a elegir a sus propios representantes en defensa de la república, establecida con la caída del imperio el 4 de septiembre de 1870 y amenazada por la mayoría reaccionaria de la asamblea nacional electa el 8 de febrero y presidida por Thiers, y por el pacto de ésta con los prusianos. Fue al Comité Central a quien dicha asamblea nacional le declaró la guerra y a quien intentó desarmar el 18 de marzo, intento frustrado por el levantamiento encabezado por las mujeres de París, que dio origen a la Comuna. El Comité Central de la guardia nacional estaba compuesto por dirigentes políticamente muy nuevos. Se formó por fuera de las organizaciones políticas existentes. El primer historiador de la Comuna, Lissagaray, sostiene: “Toda la Corderie -Comité Central de los veinte distritos, Internacional, Federación de las Cámaras Sindicales- observaba con suspicaz reserva aquel embrión de comité compuesto de desconocidos, al que no se había visto en ningún movimiento revolucionario”. El Comité Central concentró la oposición de Thiers porque colocaba a la guardia nacional bajo control de los representantes electos del pueblo de París, arrebatándole el control a la asamblea nacional reaccionaria.
 Esto se puso de manifiesto poco tiempo después, el 19 a la madrugada. A las dos de la mañana se hace frente al Comité, Langlois, designado por la asamblea para hacerse cargo del mando de la guardia nacional. Lissagaray nos legó un relato de dicha conversación: “¿Quién es usted?”, preguntan los centinelas. General de la guardia nacional, responde el bravo coronel. El Comité Central accede a recibirle. “¿Quién le ha nombrado?” “¡La Asamblea! Mi nombre es prenda de concordia”. Pero Edouard Moreau dice: “La guardia nacional quiere nombrar por sí mismo a su jefe; su investidura, recibida de una asamblea que acababa de atacar a París no es, en modo alguno, prenda de concordia”. Langlois jura que no ha aceptado más que para acabar de una vez con el equívoco. “Comprendido -dice el Comité-, pero nosotros pretendemos nombrar nuestros jefes, hacer elecciones municipales, tomar garantías contra los monárquicos. Si está usted con nosotros, sométase a la elección popular”. Langlois y Lockroy se niegan someterse al Comité y sostienen que no hay más que un solo poder legítimo, la Asamblea; que ésta no concederá nada a un Comité que ha nacido de la insurrección.
 Fue el Comité el que estableció que no se cobrara por estar las funciones estatales mas que el salario de un trabajador, 30 sous. “Cuando actúa uno sin freno y sin tener quien fiscalice sus actos -dijo Moreau- es inmoral concederse un sueldo cualquiera. Hasta ahora, hemos vivido con nuestros treinta sous, y con ellos seguiremos”. Fue el que estableció la revocabilidad, y la elección popular, arrebató a la policía y las instituciones del Estado el control efectivo de la Ciudad. 
 Triunfante luego de la insurrección del 18, se plantea un choque con la estructura estatal existente: los alcaldes y los diputados electos por París para la Asamblea. Estos desconocen su poder. El Comité vacila y se abre una negociación, durante la cual los diputados se ofrecen como mediadores frente a la asamblea. El Comité busca legitimar el dominio que ha conquistado por la vía de la insurrección convocando a nuevas elecciones. Los alcaldes buscan ganar tiempo, y terminan avalando la convocatoria a elecciones que realiza el comité central de la guardia nacional. Esto explica que en las elecciones hayan votado los barrios de la burguesía, y que incluso, entre los electos en la Comuna, hubiera numerosos defensores de la asamblea, que se irán retirando durante las primeras sesiones.
 La Comuna electa convive, entonces, con el Comité Central, que no se disuelve luego de las elecciones. Esto dará lugar a una tensión en el mando militar que tendrá expresión trágica durante toda la lucha que terminó en la derrota de los comuneros. La composición policlasista inicial de la Comuna, con un fuerte impulso de la clase obrera, una composición mayoritaria de dirigentes provenientes de la pequeña burguesía, y una minoría reaccionaria, fue evolucionando desde el momento mismo de la conformación, con las renuncias casi diarias de los adversarios del poder revolucionario. La lucha a muerte entablada por Thiers y la asamblea contrarrevolucionaria desde Versalles contra la Comuna produce una fuga de París de la gran burguesía y los contra revolucionarios que va clarificando campos. 
 Esta clarificación tenía un contenido, porque el poder obrero encarnado en el Comité Central de la Guardia nacional y transferido luego a la Comuna electa no se presentaba como tal. Se presentaba como la representación de París frente a la Asamblea y el conjunto de Francia, o sea, como una representación “municipal”. El París obrero asumió la representación del conjunto de París. La reacción explotaba esta ambigüedad para ganar tiempo buscando fórmulas de compromiso entre la asamblea nacional y la Comuna. Dentro de la propia Comuna, la autonomía era entendida como un llamado a la formación de nuevas comunas. Solamente el progreso de la avanzada contra París fue instalando la noción de que la guerra civil era inevitable. El gobierno de la asamblea nacional explotó este tiempo para rearmarse y ganar fuerza contra los revolucionarios. 
 Le cupo a los representantes electos de la Comuna llevar adelante las medidas de reorganización social de París. En este punto, el decreto sobre los alquileres, la separación de la iglesia del Estado, la entrega de todas las fábricas cerradas a sus trabajadores, fueron medidas sociales trascendentes. En materia educativa, la iniciativa popular consiguió la reapertura de escuelas. En todos los terrenos, la Comuna operó sobre la base de la destrucción del aparato estatal existente, producto del boicot de la contrarrevolución, y de la iniciativa de la clase obrera. La Comuna reorganizó, con el impulso de los trabajadores, el correo, los telégrafos, la imprenta estatal, la Casa de la Moneda, entre otros, con salarios de trabajadores calificados. Reorganizó la atención sanitaria y arrancó la beneficencia de manos del clero para colocarla bajo control de los representantes electos por el pueblo.
 En materia de hacienda, la Comuna enfrentó el gran desafío de sostener a 300 o 350 mil personas que no tenían otro ingreso que los sueldos del Estado y que se agrupaban en la guardia nacional. La Comuna organizó el sistema impositivo junto con los servicios anteriormente reseñados (telégrafo, imprenta, etc.). Pero debió recurrir fundamentalmente a la asistencia de la banca, donde París tenía depositados mas de 9 millones de Francos, que le fueron entregados a cuentagotas. La Comuna nunca nacionalizó los depósitos bancarios, bajo la concepción de que eran la riqueza acumulada por el pueblo de Francia. Entregó su control a la burguesía, que los utilizó fundamentalmente para financiar a la reacción. Los límites políticos de la Comuna se pusieron de manifiesto en forma fundamental en este terreno. 
 Estos límites se expresaron también otros terrenos. Afirma Lissagaray: “salvo la del Trabajo, donde se trató de hacer algo, las demás delegaciones no cumplieron con su cometido. Todas pecaron de lo mismo. Tuvieron en sus manos por espacio de dos meses los archivos de la burguesía desde el 89. El Tribunal de Cuentas contenía los misterios de las trampas oficiales; el Consejo de Estado, las deliberaciones secretas del despotismo; el ministerio de Justicia, el servilismo y los crímenes de los magistrados; (…) la prefectura de policía, los secretos más vergonzosos de todos los poderes sociales; todas las diplomacias temían ver abrirse las carpetas de Negocios Extranjeros. (…). No se publicaron más que dos o tres cuadernos”. Para el primer historiador de la Comuna, estos límites se explican porque “ninguno de aquellos hombres conocía el mecanismo político y administrativo de la burguesía, de la que casi todos ellos habían salido”. La destrucción de la maquinaria del viejo estado burgués consiste también, como los mostraron en 1917 los bolcheviques, en abrir sus secretos al escrutinio popular, para mostrar todas los fraudes y atropellos de la burguesía contra el pueblo. 
 En suma, la Comuna vino a refrendar la tesis de Marx, de que la clase obrera no puede simplemente valerse del viejo Estado burgués, debe poner en pie un estado propio, sobre las ruinas de aquel. El camino que abrieron los comuneros en este terreno, por lo que hicieron, y por la experiencia y el debate sobre sus límites, es, hasta hoy, 150 años después, un legado imprescindible. 

 Juan García

viernes, 19 de marzo de 2021

Un año de gobierno neoliberal en Uruguay: los monstruos asoman la cabeza

A un año de la asunción como presidente de Luis Lacalle Pou, quebrando quince años continuos de gobierno del centro izquierdista Frente Amplio, las condiciones de la clase trabajadora van barranca abajo.
 La famosa frase del intelectual orgánico italiano Antonio Gramsci: cuando el viejo mundo no termina de morir y lo nuevo tarda en aparecer. En ese claroscuro surgen los monstruos; cobra mayor relevancia en estos tiempos de neoliberalismo crudo que vive Uruguay. 
 Este primero de marzo se cumple un año de gobierno de la Coalición Multicolor, que comprende a todos los partidos de derechas, desde la militar hasta la liberal-conservadora y con su socio camuflado, los ecologistas reaccionarios. 
 El ajuste sobre la clase trabajadora es claro y evidente. La totalidad de políticas, medidas y hechos que van desde un año hacia atrás son cuasi imposibles de enumerar en estas líneas. A apenas quince días de asumido el nuevo gobierno, hacía gala de su proyecto y emitió un decreto que ajustaba el presupuesto estatal asignado para ese año en un quince por ciento. 
 En campaña electoral Luis Lacalle Pou y aliados declaraban que iban a convocar a los mejores y que estaban prontos para gobernar. Cualquier similitud con el macrismo es puro neoliberalismo. “El despilfarro”, “hubo una fiesta” y “la pesada herencia” que dejó el Frente Amplio fueron las expresiones más utilizadas por el presidente Lacalle Pou y sus ministros, para justificar su transferencia de recursos de abajo hacia arriba. 
 Donde el actual oficialismo escribió en su programa que se proponía eliminar despilfarros estatales y crear condiciones más favorables para el avance del “país productivo”, debiera leerse como que revertiría conquistas sociales y aumentaría los privilegios de los más poderosos. Fueron enunciados generales, y en lo referido a la Ley de Urgente Consideración (LUC) quedaron por el camino varias propuestas, porque no reunían el apoyo necesario para su aprobación. 
  El gobierno se montó sobre dos fuertes pilares: la LUC y el presupuesto quinquenal. Se recortó en políticas sociales pero se aumentó el presupuesto para el Ministerio del Interior y de Defensa. Porque este proyecto solo cierra con represión. Represión que ha aumentado significativamente en los últimos doce meses. 
 Las fuerzas represivas son las mismas de siempre y el Frente Amplio compró el populismo punitivo como forma de abordar la seguridad pública. Hoy tienen el respaldo de un gobierno que plantea este problema como un “ellos y nosotros” o “la gente de bien” versus “los delincuentes”. 
 Se recortaron las becas universitarias y las becas de INEFOP que se brindan a trabajadores desempleados o en seguro de desempleo. La Universidad de la República no recibirá aumento en todo el quinquenio y la Agencia Nacional de Investigación e Innovación sufrirá un recorte del 43.7% en investigación, 30.3% en formación y 51.3% en acceso a literatura científica. 
 La receta es la clásica de la de gobiernos de este corte, debilitamiento y déficit de la educación, salud y empresas públicas para su posterior privatización en nombre de San Déficit fiscal y reglas fiscales como salmos. 

 El ajuste por la boca vive

 El propio Lacalle Pou en el debate presidencial dijo: “la inversión tiene que estar en conocimiento, en estudios; no en ladrillos, no en infraestructura.” Pues ni la inversión en infraestructura y educación se divisa por ningún lado. 
 La Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche declaró recientemente: “Es evidente que esta situación de pandemia nos va a llevar a un aumento de personas en situación de pobreza. Es lo que estamos apoyando.”
 Los números hablan por sí solos: más de 100.000 nuevas personas en situación de pobreza, más de 111.000 en seguro de desempleo (el doble que en 2019) y más de 800 ollas populares y merenderos en todo el país. 
 El salario real ha descendido, siendo el peor en los últimos quince años. Aumentaron las tarifas, el gasoil y varios impuestos (primaria, contribución, patrimonio).
 El Partido Colorado, primer socio del Partido Nacional en esta coalición, colocó en cargos de gobierno a su ex fórmula presidencial Talvi-Silva. Los dos prometieron en campaña crear 136 liceos nuevos en todo el país. Talvi se retiró de la política a menos de seis meses de haber asumido como Canciller y Silva hoy es Presidente de la Administración de la Educación Pública (ANEP).
 Silva ha eliminado 250 grupos liceales (secundarios). Un liceo promedio tiene 24 grupos. Así que el recorte equivale a más de 10 liceos. La excusa del recorte es la baja natalidad, suceso que acontece desde hace décadas en Uruguay. El recorte carece de sentido, siendo que en caso de ser un motivo, se aplica solo en secundaria y no en primaria. 
 El último hecho grave en la educación fue el cese de quince docentes en un liceo del departamento de San José al suroeste de Uruguay por presunta violación de la laicidad. Lo que resulta de distintos testimonios y documentos es que es una clara persecución sindical por los antecedentes y declaraciones de la directora de dicha institución de filiación al oficialista Partido Nacional.
 La pandemia ha sido el gran comodín que la Coalición Multicolor utilizó para escudarse en su ajuste. Arbeleche dijo, en al menos tres ocasiones, que “lo peor ya pasó” en otro ataque de macrismo explícito. Pero Urughuay ha sido el último país del continente en recibir las vacunas y el que menos gastó en pandemia para contrarrestar la misma, un 0.7% del PBI.

 La oligarquía los cría y ellos se juntan

 La Coalición Multicolor está poblada de apellidos centenarios, dueños del país, terratenientes, militares y de directores de think tanks. El tercer socio de la misma es un partido de ultraderecha militar, Cabildo Abierto. Es el gobierno democrático que más militares posee en cargos públicos. Donde se encuentran Ministros, Senadores, diputados y directores de entes públicos, entre otros. 
 El discurso de Cabildo Abierto es abiertamente antiderechos, promilitar, nostálgico de la dictadura y en contra de las organizaciones de derechos humanos. Dentro de sus adeptos se encuentran nazis, apologistas de la dictadura y torturadores. Sus declaraciones también giran en torno al “mal gasto” del dinero público y su despilfarro, pero nada han dicho en contra del déficit de la caja militar que ronda los 500 millones de dólares anuales.
 Se sabía que articular al oficialismo multicolor iba a ser complicado. Ya antes de la asunción de la alianza multicolor, el expresidente colorado Julio María Sanguinetti y Guido Manini Ríos (máximo referente de Cabildo Abierto) consideraron necesario formar un organismo de conducción política de la coalición de gobierno. Cumplido ya un año, Lacalle Pou no satisfizo la demanda y ha optado por dejar que las discrepancias se manifiesten, solo en el Parlamento, lejos de su puesto de mando y diluidas entre muchos participantes.

 Lacalle show 

 Todos los caminos conducen a Lacalle Pou. Su figura concita toda la atención y todo gira en torno a él. Sus vacaciones en tiempo de picos de contagios y fallecimientos por Covid-19, sus selfies, sus fotos surfeando, puestas en escena con “seguidores”, caminando con la primera dama por la principal avenida de Montevideo “espontáneamente”, llamando “casualmente” a la operadora del aeropuerto que recibió al avión con el cargamento de vacunas… y la lista sigue. 
 Apenas iniciada la pandemia el 13 de marzo, Lacalle Pou brindó conferencias de prensa diariamente y allí construyó su imagen de gobernante que “se hacía cargo”. Pero los hechos demuestran lo contrario. Aunque su cometido fue logrado exitosamente: el presidente marcaba (y marca) agenda todos los días. 

 ¿Entonces?

 El gobierno hizo muy poco para paliar las duras consecuencias de la crisis en lo económico y lo social. Los indicadores de retroceso son elocuentes, y si la gente pasa a vivir peor, el descontento no se podrá aplacar por tiempo indeterminado echándoles la culpa a la pandemia y a los gobiernos anteriores del Frente Amplio. Obviamente, una eventual insatisfacción creciente con este gobierno no significa que vayan a crecer las preferencias por el FA, y en el camino hacia las elecciones de 2024 hay mucho más que dos. 
 La oposición encabezada por el Frente Amplio sigue atónita e impávida. La solución y la resistencia solo se ven posible por abajo y desde las organizaciones sociales. 
 Estos clanes de la oligarquía no son nuevos en política, pero el contexto regional y nacional han hecho que se coaliguen de manera sui generis, mientras esperaban pacientemente y agazapados para dar el zarpazo. 
 Los monstruos han salido a la superficie, dejando ver su rostro y descubriendo sus verdaderas intenciones, pero lamentablemente la historia marca que aún no han mostrado ni la mitad de su cuerpo. 

 Nicolás Centurión. Licenciado en Psicología, Universidad de la República, Uruguay. Miembro de la Red Internacional de Cátedras, Instituciones y Personalidades sobre el estudio de la Deuda Pública (RICDP). Analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

jueves, 18 de marzo de 2021

Un muerto cada 30 segundos: Brasil ante el mayor colapso sanitario de su historia


Uruguay suspende las clases presenciales

Con un promedio semanal de 1.200 casos diarios de Covid-19 en una población de 3,4 millones de personas, Uruguay acaba de anunciar que entró a una etapa de “transmisión comunitaria intensa” y que por lo tanto, cerrará las escuelas. A partir del miércoles, según lo anunciado por el presidente Lacalle Pou, se suspenderá la obligatoriedad de asistir a todos los niveles educativos (Lanuevamañana, 17/3), luego de reunirse con su gabinete en medio de una suba exponencial de los contagios en las últimas semanas. “En 15 días la ocupación de CTI por enfermos del COVID-19 aumentó 72%. Y en 15 días la movilidad -medida a través de Google- llegó a los niveles de comienzos de diciembre” (El País, 16/3).
 De esta manera se suspendieron de forma obligatoria las clases presenciales de educación media en la ciudad de Rivera, capital del departamento más afectado, hasta el domingo 4 de abril. En tanto, “se deja en suspenso la obligatoriedad en todo el sistema educativo en todo el país” hasta “después de Semana de Turismo”, que termina ese domingo (la diaria, 16/3). Además, se habilita la suspensión de la presencialidad de las clases en ciudades y regiones por sugerencia de los centros coordinadores de emergencias departamentales en coordinación con la Administración Nacional de Educación Pública y con asesoramiento del Ministerio de Salud Pública (MSP). Los comedores de los centros educativos permanecerán abiertos. En cuanto a la educación terciaria, Lacalle Pou dijo que el gobierno está “exhortando” a que las instituciones limiten la presencialidad casi que exclusivamente a actividades de prácticas y laboratorio.
 Sin embargo, el cierre de las escuelas no fue “decretado” (la medida no será opcional para la educación media en el municipio de Rivera, fronterizo con Brasil y el más afectado del país) dejando la medida a criterio de las autoridades educativas y de la presión de los docentes y estudiantes frente a los aumentos de los contagios. Hay fuertes presiones de diferentes sectores que plantean adelantar el receso escolar y congelar esta medida. El presidente señaló que un elemento que se tuvo en cuenta a la hora de decidir sobre la presencialidad es el porcentaje de contagios y brotes en el sistema educativo: “2,5% de los contagios se da dentro del sistema educativo. Algo más de 100 y pocos brotes son dentro del sistema y más de 6.000 son en las relaciones intrafamiliares”. 
 El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) había expresado en el informe sobre la situación epidemiológica que difundió este martes la necesidad de hacer énfasis en “la generación de ámbitos seguros desde el punto de vista sanitario dentro de las instituciones educativas”. También el aumento de los contagios en niños preocupa a las sociedades médicas que este sábado se reunieron en un Zoom para analizar la situación de la pandemia. Durante el encuentro, los grupos de médicos que integran el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) coincidieron en que es prioritario “disminuir la movilidad al mínimo” dado que “nunca se estuvo en una situación tan grave”. Incluso pediatras y médicos generales alertaron por el aumento del número de niños infectados, asociado a la vuelta a las clases. En medio de estas medidas, a sugerencia del GACH, a partir de este miércoles el aforo de los ómnibus interdepartamentales será de 50%. Se suspendieron deportes amateur y se dispuso el cierre de “vestuarios en clubes y gimnasios”, una medida que estará en vigencia hasta el domingo 4 de abril (ídem). Además, en los espectáculos públicos se suma al aforo de 30% un límite de 400 personas en el lugar, más allá de su capacidad. 
En medio de estas medidas también está la limitación del derecho de reunión en los lugares públicos, lo que afecta también las protestas sociales (proyecto enviado al Parlamento que podrá ser renovado cada 30 días por el Ejecutivo hasta el fin de la emergencia sanitaria), por lo que la policía podrá seguir dispersando aglomeraciones. 
 La situación de la vacunación en Uruguay es crítica. Hasta ahora, 215.000 personas recibieron la primera de las dos dosis de CoronaVac o Pfizer en Uruguay, lo que equivale al 6% de la población (France24, 15/3). No se han cumplido los objetivos de vacunar a docentes y personal educativo. Se denuncia la “capacidad ociosa” de los diferentes vacunatorios que ronda el 86% porque no hay recursos para vacunar. A partir del lunes se vacunarán a personas mayores de 80 años, y se espera la llegada de más de un millón de dosis de la vacuna China. El acaparamiento de vacunas por parte de los países imperialistas no fue denunciado por el Gobierno. 
 La expansión de los contagios en el marco de la crisis sanitaria y la segunda ola pronosticada por científicos y especialistas, es consecuencia de la gestión capitalista de la pandemia. Esta gestión capitalista avanzó sobre la apertura de la economía y la presencialidad de la educación sin vacunas, exponiendo a contagios y muertes a trabajadores no esenciales y al conjunto de la población, llevando a diferentes países al colapso sanitario.

 Emiliano Monge
 17/03/2021