lunes, 30 de septiembre de 2019

Haití, tres semanas sublevada contra el gobierno y el desabastecimiento de combustibles




Las nuevas declaraciones del presidente solo despertaron la bronca popular

Esta semana, la crisis hatiana se agudizó aún más y desembocó en una nueva movilización multitudinaria el pasado viernes 27. La isla continúa totalmente paralizada por la crisis de desabastecimiento de combustible. Los colegios, hospitales, comercios y pequeñas fábricas funcionan de manera intermitente desde hace cinco semanas. Este lunes se retomaban las protestas.
En ningún momento el gobierno ofrece garantías mínimas a la población. Como la comida no llega a los supermercados, pequeñas comunidades se organizan para autoabastecerse de agua potable y alimentos. Además de esto, el lunes pasado un hecho peculiar copó los medios internacionales: la imagen del senador Ralph Fethiye (perteneciente a la banca oficialista) disparando contra manifestantes, que obstruyeron, por segunda vez, la asunción del nuevo primer ministro, Fritz William Michel (elegido para el cargo por el presidente Jovenal Moïse), que está acusado de corrupción y contrabando cuando se desenvolvía como funcionario en el Ministro de Hacienda.
Moïse, luego de un largo silencio, reapareció en cadena nacional el jueves para ratificar que no dimitirá de su cargo. Allí también imploró por “una tregua del pueblo” para “convocar a un diálogo nacional”, arbitrado por la Iglesia, junto a representantes de la oposición (Resumen Latinoamericano, 26/9). Esta maniobra para disipar la bronca popular expresada en las calles ya la practicó ante las movilizaciones anteriores, cuando convocó a mesas de diálogo que luego no se concretaban.
El pueblo hizo caso omiso al planteo, demostrando la escasa legitimidad que tiene Moïse. Desde la madrugada del viernes, se pronunciaron en las calles con cese total de tareas laborales y de transportes públicos y cierre de todos los colegios y comercios. Las barricadas se propagaron en todas las ciudades, pero tuvieron su epicentro en Puerto Príncipe, donde la brutal represión policial dejó un saldo de tres muertos. Horas después, viéndose superadas en número, las fuerzas armadas desaparecieron de la manifestación. En tanto, el gobierno de la vecina República Dominicana reforzó militarmente la frontera.
Las movilizaciones exigen la renuncia inmediata de Moïse. También manifiestan a viva voz contra el aumento de la pobreza, producto de la inflación que deprecia el poder adquisitivo de salarios ya de por sí mínimos. Además, el desabastecimiento de combustibles tuvo un impacto directo en el precio de los productos básicos, aumentados hasta tres veces en algunos casos. Un descalabro para el país más pobre del continente.
Ante este panorama, Moïse anunció también que no participará de la Asamblea General de Naciones Unidas en Estados Unidos, donde se afinarán los últimos aspectos de la nueva misión de paz que operará en Haití desde el próximo 16 de octubre. La MINUJUTUSH será reemplazada por la BINUH, un nuevo nudo para la misma atadura: el objetivo menester sigue siendo la intervención imperialista en la isla para salvaguardar los intereses geopolíticos del imperialismo en el Caribe.
Que viva la lucha del pueblo haitiano.

Álvaro Chust

Alberto Fernández: ajuste a la “uruguaya”




Ante 450 empresarios en Córdoba reunidos por la Fundación Mediterránea, Alberto Fernández ratificó el pacto social con congelamiento de salarios y precios, es decir, suspensión de paritarias en el medio de un creciente aumento de los precios (todavía no se trasladó al comercio minorista el aumento de los precios mayoristas del 11,4%) y declaró su voluntad de pagar la deuda contraída por el gobierno de Macri.
La noticia es que Fernández adelantó que se inclina por una renegociación de la deuda “a la uruguaya”. Tres días después en Bariloche en el cierre de la 40ª Convención del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) los funcionarios que acompañaron al ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, declararon que “hay consenso sobre el enfoque de Alberto Fernández de encarar una renegociación de la deuda ´a la uruguaya´” (La Nación, 28/9). No sorprende la coincidencia, dado que el fracasado “reperfilamiento” está en la misma sintonía.

¿Qué es la salida “a la uruguaya”?

En mayo de 2003 Uruguay, durante el gobierno de Jorge Battle, logró la reestructuración “amistosa” del 40 por ciento de su deuda externa e interna, cuyo total tenía un volumen prácticamente equivalente a un año de su Producto. Esa renegociación significó una postergación de 5 años en el pago del capital que vencía, pero mientras tanto se seguían pagando regularmente los intereses. Es decir, se pagaba el total de la deuda sin ninguna quita en un plazo más prolongado y, obviamente, con intereses.
El acuerdo se considera “amistoso” porque los acreedores (el 95%) acordaron voluntariamente. Pero para el pueblo uruguayo no tuvo nada de amistoso, ya que la condición que pusieron es que el país tendría que alcanzar un superávit cercano al 4% del PBI, a costa de un ajuste descomunal. Los salarios estatales se congelaron durante varios años e incluso como no fue suficiente, llegó a haber reducciones del 10% sobre el salario nominal. De entrada y de un saque, hubo una mega devaluación del 80%. El dólar pasó de 18 a 32 pesos. La confiscación llegó al bolsillo de los asalariados tanto públicos como privados mientras tenían lugar podas en el gasto social, en educación, salud y en materia jubilatoria.
Esta propuesta ha despertado el entusiasmo de algunos fondos de inversión. Se dice, incluso, que Alberto Fernández habría terminado de elaborar la propuesta en consulta con varios de ellos. El entusiasmo se explica porque dichos fondos tienen colocado sumas importantes en títulos y pretenden salir indemnes con las inversiones que realizaron.
Pero hay voces, en el propio mundo financiero y empresario, que pone en duda que esto sea suficiente para que las cuentas cierren. Uno de los cuestionamientos principales proviene del propio FMI quien señala que con ese esquema se coloca en tela de juicio la capacidad de la Argentina de devolverle los fondos que dicha entidad desembolsó. Los funcionarios del Fondo abogan por una quita. En el caso ucraniano, una de las renegociaciones más recientes, el FMI intervino activamente en un acuerdo que incluyó una poda del 20% del capital. Pero incluso en este caso, estaríamos ante un rescate de la deuda, si tenemos presente que, en la actualidad, los títulos argentinos se cotizan al 45 o 50% de su valor nominal. Un vez más sería un negocio fabuloso para fondos buitres que qespeculan con esta cartera de bonos depreciados.
El consenso del que hablan los funcionarios de Lacunza está asentado más sobre una expresión de deseos que en la realidad. Daniel Artana, referente de Fiel, señaló que “esto (el pago de los intereses), si uno suma los intereses que se pagan al sector privado y a los organismos multilaterales, requeriría para la Argentina pagar U$S 11.000 millones de intereses el año que viene y los siguientes. El gobierno debería decir, en caso de hacer la propuesta, de dónde va a sacar los 11.000 millones de dólares en los primeros años. Ahí aparecen las dudas".
A su vez, Miguel Zielonka, de Econviews, le dijo a El Cronista que “es una buena intención” pero “para ser creíble una propuesta en esa línea debe mostrar un programa fiscal con un superávit primario aun mayor que lo que habíamos comprometido al Fondo (1% del PBI)”.
“Si solo se estiran los plazos y no hay quita, es un acuerdo muy normal y una buena noticia para los mercados”, sostiene el gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Claudio Zuchovicki, lo cual es una verdad de Perogrullo ya que bonos que hoy están muy por debajo de su valor nominal y son llamados “bonos basura” serían reconocidos al 100%, un negocio redondo sobre todo para los fondos buitre. El problema (como reconoce el mismo Zuchovicki) “es que tengas capacidad de pago después. Lo que están diciendo es 'dejame no pagarte, me recupero económicamente y después te puedo pagar'. Si Argentina crece, lo va a poder pagar, si no crece, estaríamos igual”.
¿Cuáles son los planes de Fernández para garantizar la capacidad de pago? Fomentar fuertemente las exportaciones, montado sobre tres ejes: Vaca Muerta, el campo y la megaminería. En el medio del paro mundial por el ambiente, el enunciado es una provocación, pero, al margen de ello, además no garantiza la provisión de dólares para hacer frente a los compromisos de pagos. En el caso de Vaca Muerta, a través del economista Guillermo Nielsen, Fernández ya definió su política: lo primero que haría sería una reducción de impuestos (lo que confirma que el superávit fiscal no se lograría con mayores tributos al capital sin con un ajuste sobre los trabajadores) pero además los pulpos petroleros que actúa en Vaca Muerta constituirán un fideicomiso en Nueva York, donde las empresas podrán depositar los dólares que les ingresen por las exportaciones que superen los índices actuales, o sea que les garantizan la fuga indiscriminada de capitales. ¿Será este el modelo para el sector minero? En el caso de los exportadores agrícolas, ya actúan así, a su modo, reteniendo los dólares.
En otras palabras, Argentina ni siquiera dispondría de las divisas provenientes de sectores claves para hacer frente a los compromisos de la deuda. Esto mientras el país tiene cerrado el acceso al mercado de crédito. Está claro que las cuentas no cierran.

Los nac&pop y esa obsesión… por ajustar

La “salida a la uruguaya”, como se ve, no resulta viable, en primera instancia. El “tema de la deuda” va a estar en el centro de nuevos y más graves episodios de la bancarrota nacional que no será resuelta con un triunfo claro de Fernández el 27 de octubre.
De lo que los trabajadores deben tomar nota, es que despejado el panorama, lo único que queda firme es el ataque a las masas y sus condiciones de vida. Los elogios de Axel Kicilof y Fernández al modelo portugués, a la renegociación uruguaya, etc. vienen de la mano de una caída drástica del salario, de una mayor precarización laboral y de la liquidación del régimen previsional.
Las luchas del movimiento piquetero y el sindicalismo combativo y la campaña del FIT-Unidad son las herramientas para que los trabajadores adquieran una conciencia política propia e intervengan en la crisis para que sea pagada por los capitalistas.

Eduardo Salas y Pablo Heller

domingo, 29 de septiembre de 2019

La Internacional de Karl Marx




El 28 de septiembre de 1864 se fundó la Asociación Internacional de Trabajadores, conocida como la Primera Internacional. El movimiento obrero daba sus primeros pasos de organización mundial para derrotar los planes de la burguesía que sólo significaban miseria para las mayorías. Los mismos objetivos de aquellos obreros, hoy continúan vigentes.

La Revolución Industrial marchaba a todo vapor. El Capitalismo se extendía por el mundo y con él la clase obrera.
Inglaterra, cuna de la industria, el país más avanzado del siglo XIX, fue el lugar donde primero comenzaron a manifestarse y desarrollarse los antagonismos de clase modernos, la lucha de clases entre burgueses y proletarios. Cerca de 1840, el Movimiento Cartista [1] se consagraba como la primer movilización política de los trabajadores como clase.
Al calor de esas primeras demostraciones de la clase obrera europea, Carlos Marx y Federico Engels escribían el Manifiesto Comunista por encargo de la Liga de los Comunistas, que saldría en 1848, donde pronosticaban que el espectro del comunismo recorría el viejo continente ya que los objetivos de los obreros eran comunes y, por eso mismo, que la lucha de clases era nacional en su forma pero que tenía un contenido internacional.
También en Inglaterra, al calor de las primeras huelgas de finales de la siguiente década, la clase obrera se organizó por primera vez en trade-unions (sindicatos), tomando en sus manos tanto demandas sindicales como políticas de los trabajadores. Y fue en este país donde el proletariado antes tuvo un sentido de solidaridad internacional y tuvo la necesidad de luchar contra el capitalismo basándose en esa solidaridad.

De la solidaridad entre obreros de distintos países a una organización internacional

En el marco de la crisis económica europea que había estallado en 1846, el Manifiesto adelantaba lo que se conoció como “la primavera de los pueblos” [2]. En 1848 la revolución se extendió por gran parte de los países del continente europeo, pero fueron derrotadas. Luego de estas oleadas, el capitalismo tuvo un importante desarrollo durante la década de 1850, provocando inmovilismo y depresión en el movimiento obrero. Fenómenos políticos enormes conmovían a la clase trabajadora.
Además de la gran crisis económica de 1857, Estados Unidos se encontraba inmerso en una guerra civil (1861-1865) donde los capitalistas del Sur del país luchaban contra el Norte para que se mantuviese la esclavitud. La causa de la liberación de los esclavos despertaba la solidaridad internacional de los trabajadores de Europa. En Francia se obtuvieron conquistas económicas y políticas, como poder votar en las elecciones y el rechazo de las leyes que prohibían las organizaciones sindicales. En Inglaterra, el derecho a sindicalizarse se había obtenido en 1825, pero las masas no tenían derecho a votar. A su vez, el desarrollo del capitalismo en el continente europeo había creado una competencia peligrosa para los obreros ingleses en forma de trabajo sobreexplotado y la burguesía británica amenazaba con importar fuerza de trabajo de otros países. Estas circunstancias hicieron manifiesta la necesidad de la lucha y organización a nivel internacional. En 1863 las trade-unions de Inglaterra harían un llamamiento a sus hermanos de clase de otras naciones para organizarse contra esta competencia entre obreros que quería imponerle la burguesía.
Pero además de la lucha de clases a escala internacional, fueron también las propias condiciones económicas y políticas del capitalismo, el carácter mundial de la economía y el desarrollo de las fuerzas productivas las que abonaron el terreno para el internacionalismo de la clase obrera. El proletariado luchó contra el capitalismo desde que nació como clase social hace más de doscientos años. La Primera Internacional será la culminación organizativa de ese período inicial de lucha y resistencia contra las condiciones de explotación capitalista.
Ese despertar de la clase obrera inglesa y francesa revivió la idea del internacionalismo. Un 28 de septiembre de 1864, en Londres, se reunían en el St. Martin’s Hall los representantes de obreros franceses e ingleses. Pero a dicha convocatoria, también concurrieron obreros alemanes, belgas, polacos, italianos y suizos. Así se fundaba la Asociación Internacional de Trabajadores, más conocida como la Primera Internacional. Marx fue el encargado de escribir el Manifiesto Inaugural, que al igual que en el Manifiesto Comunista hace una aguda denuncia al capitalismo y deja delineadas los objetivos de la clase obrera. Si bien no fue el fundador de la Primera Internacional, rápidamente se transformó en su principal dirigente y organizador. No era producto de la casualidad. Junto con Engels, ya eran veteranos revolucionarios y en el exilio habían cultivado una estrecha relación con los círculos obreros de Londres. Además, sus tesis expresaban las conclusiones más avanzadas del movimiento obrero de la época y se imponía a otras corrientes luego superadas por la misma experiencia histórica, como los socialistas utópicos, los sindicalistas ingleses, los anarquistas, entre otras.
En el discurso inaugural, Marx parte del hecho fundamental del desarrollo político de la lucha de clases, que no empieza con frases generales, con objetivos elevados, sino con los hechos que caracterizan la situación de la clase obrera. Plantea que entre los años 1848 y 1864, a pesar del desarrollo industrial y comercial, la miseria de las masas obreras no había disminuido. Basándose en los documentos de las comisiones parlamentarias, demuestra que la mayoría de los trabajadores se alimenta de forma insuficiente y sufre enfermedades producto de la miseria, mientras la burguesía incrementa sus riquezas insaciablemente. Remarca también que en esos años los trabajadores han obtenido importantes conquistas. La ley de la jornada de diez horas producto de la lucha del proletariado inglés. Además de las fábricas cooperativas, que demostraron en la práctica que los trabajadores pueden organizar la producción y sus intercambios sin necesidad de empresarios. Sin embargo, mientras la sociedad se mantenga sobre las mismas bases, los antagonismos de clases continuarán agudizándose. Por ello Marx deja claro en este texto que la gran tarea de los trabajadores es tomar el poder político. Los obreros “poseen un elemento para el éxito, su número. Pero el número pesa en la balanza sólo cuando está unido en una organización y dirigido hacia un fin consiente”. [3]

“¡Proletarios de todos los países, uníos!”

Con este grito profundamente internacionalista culmina el Manifiesto Inaugural, al igual que 16 años antes había sonado en el Manifiesto Comunista.
Si bien el movimiento obrero surge y se desarrolla dentro de cada nación, si quiere triunfar, no puede quedar restringido dentro sus fronteras. Una vez que se organiza tiende, por necesidad, a forjar lazos internacionales. Así como los gobiernos burgueses establecen relaciones internacionales contra los trabajadores, estos en contraposición para defenderse estrechan vínculos con sus hermanos de clase de otras tierras.
El internacionalismo es una necesidad estratégica, ignorar la solidaridad y organización que debe existir entre los trabajadores de todos los países, termina llevando a un fracaso general de todos los esfuerzos. El movimiento obrero tiene que seguir con atención la política exterior. La liberación de la clase obrera no puede realizarse si las clases que dirigen la política exterior aprovechan los prejuicios nacionales para enfrentar a los obreros de los distintos países, derramar la sangre de los pueblos en las guerras y despilfarrar sus riquezas. Marx aseguraba en el Manifiesto Inaugural que: “No ha sido la prudencia de las clases dominantes, sino la heroica resistencia de la clase obrera de Inglaterra a la criminal locura de aquéllas, la que ha evitado a la Europa Occidental el verse precipitada a una infame cruzada para perpetuar y propagar la esclavitud más allá del océano Atlántico. La aprobación impúdica, la falsa simpatía o la indiferencia idiota con que las clases superiores de Europa han visto a Rusia apoderarse del baluarte montañoso del Cáucaso y asesinar a la heroica Polonia (…) han enseñado a los trabajadores el deber de iniciarse en los misterios de la política internacional, de vigilar la actividad diplomática de sus gobiernos respectivos, de combatirla, en caso necesario, por todos los medios de que dispongan; y cuando no se pueda impedir, unirse para lanzar una protesta común y reivindicar que las sencillas leyes de la moral y de la justicia, que deben presidir las relaciones entre los individuos, sean las leyes supremas de las relaciones entre las naciones. La lucha por una política exterior de este género forma parte de la lucha general por la emancipación de la clase obrera. ¡Proletarios de todos los países, uníos!”.
El capitalismo, en su voraz competencia, ha dado muestras notorias de su barbarie desde su propia existencia. No ha dudado en invadir territorios, llevar a cabo genocidios, dos guerras mundiales con sus campos de concentración y sus bombas atómicas. La llamada crisis de los inmigrantes africanos en Europa a la que se asiste en estos días, que genera odio por ver morir a miles y a millones de hombres, mujeres y niños huyendo de terribles sufrimientos, es el subproducto de los planes imperialistas y sus políticas de hambre, guerras y destrucción para las poblaciones de los países que supieron ser antiguas colonias.
Como en 1864, cuando en la primera etapa del proletariado industrial, los obreros más conscientes sacaban la conclusión de que el peor enemigo era el patriotismo; que había que unirse internacionalmente, dado que tenían los mismos objetivos que sus hermanos de clases de todo el mundo: la abolición de las condiciones existentes El marxismo ha demostrado que esto sólo es posible con la abolición del capitalismo. La clase obrera tiene una rica historia, que nos ha dejado importantes enseñanzas. La AIT fue la primera de cuatro internacionales que pusieron en pie grandes revolucionarios, que enfrentaron no sólo a los capitalistas sino también la traición en sus propias filas. Hoy, 155 años después, ese gran objetivo de refundar una internacional continúa vigente.

Emilio Salgado
Delegado ATE-INDEC @EmilioSalgadoQ
Jazmín Jimenez
Lic. en Sociología / @JazminesRoja
Sábado 28 de septiembre | 10:00

[1] Cartismo: Se inicia en Gran Bretaña en 1837. El Cartismo fue el primer gran movimiento político de los trabajadores, en su primera etapa del movimiento obrero. Su nombre viene de “la Carta del Pueblo”, que era el documento que sintetizaba su programa que exigía una serie de derechos políticos como el sufragio universal masculino (el sufragio universal femenino recién se conquistó por primera vez en con la Revolución Rusa de 1917), el voto secreto, la posibilidad que los obreros puedan ser candidatos, que los diputados cobren un salario para que todo trabajador pueda ejercer esta función, etc.
[2] Primavera de los pueblos: última oleada revolucionaria de “las revoluciones burguesas” contra la dominación aristocrática, que comenzó en Francia en febrero de 1848 y rápidamente se extendió a numerosas regiones de Alemania, a Hungría, Polonia, Italia y otros pueblos de Europa central. El proletariado, aunque al lado de la burguesía que peleaba por la República y después lo traicionaría, aparece con grados avanzados de organización en estos procesos.
[3] Marx, Karl, Manifiesto Inaugural de la Asociación Internacional de los Trabajadores

Trump analiza expulsar a las empresas chinas de las Bolsas estadounidenses




El presidente de Estados Unidos estudia limitar las inversiones en China. Las acciones de Alibaba y Baidu cayeron un 5 % y un 4 %, respectivamente.

Donald Trump estudia expulsar a todas las empresas chinas de las Bolsas de valores de Estados Unidos. La medida sería parte de un paquete más amplio que podría impulsar la Casa Blanca para limitar las inversiones norteamericanas en China, según publicó la agencia Bloomberg.
Según informaron fuentes cercanas a la Casa Blanca, el estudio está en su fase preliminar y aún no tiene fechas de aplicación. La medida tendría fuerte repercusiones. Más de 150 empresas del gigante asiático cotizan en Wall Street, con un valor conjunto mayor al billón de dólares. Las empresa más importante es el gigante chino de comercio electrónico Alibaba, que en la actualidad se valora por encima de los U$S 400.000 millones.
Trump también estaría analizando disminuir la exposición de los fondos de pensiones al mercado chino en un intento de obstaculizar el flujo de capitales.
Los rumores de las medidas se dieron a conocer justo en el día que se confirmó que ambos países reanudarán las negociaciones en materia comercial en 10 de octubre. Puede tratarse de una nueva amenaza de Trump, golpear para negociar.
El jueves, China expresó la disposición de comprar una mayor cantidad de bienes de Estados Unidos después de que Washington excluyera de aranceles a ciertos productos del gigante asiático.
Las acciones de la empresa Alibaba cayeron un 5 % en la Bolsa de Nueva York luego de conocerse esta información. En el caso de JD.com, las bajas fueron del 6 % en el Nasdaq. En el caso del Dow Jones y el SP 500, los descensos rondaron el 0,25 % y el 0,55 %, respectivamente.

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Sábado 28 de septiembre

sábado, 28 de septiembre de 2019

La represión como eje de la campaña




Los principales candidatos parecen competir por quien se muestra más proclive a medidas represivas y autoritarias. La propuesta de Lacalle Pou de habilitar a la policía a pedir cédula tuvo la respuesta del Frente Amplio diciendo que eso lo hacen desde hace muchos años. Talvi por supuesto está en la misma línea. Todos se esfuerzan por mostrarse como los más eficaces represores

En un acto de campaña en el Cerro el pasado fin de semana Lacalle Pou señaló que “a nadie le va a caer mal que le pidan la cédula” y que si llegaba al gobierno hará que “la policía esté presente” y que “los móviles anden en la vuelta”.
No sorprenden las declaraciones de Lacalle, conocida es su veta represiva y autoritaria con la que intenta dar respuesta la crisis social existente, a la pobreza estructural y exclusión de amplios sectores de la población, situación que en última instancia explica el aumento de la delincuencia.
Sin embargo si puede sorprender la reacción del Frente Amplio, el partido que dice ser la alternativa a la derecha y en su discurso proclama oponerse a campañas como la de Vivir sin Miedo, que impulsa Larrañaga desde el Partido Nacional.
Los argumentos para responder a Lacalle Pou no tuvieron que ver con la cuestión social causante de la delincuencia o preguntarse si este tipo de propuestas vulnera derechos y restringe libertades. Por el contrario, en una suerte de competencia por mostrarse más represivo, Gustavo Leal el vocero del candidato Daniel Martínez en temas se seguridad salió a declarar que el Frente Amplio ya venía realizando operativos de control y pedidos de cédula de manera cotidiana.
Leal parece sentirse orgulloso de que "en 2018 la Policía solicitó cédula a 477.620 personas y en lo que va del 2019 a 337.061 ciudadanos”, una política que impulsa el ministro Bonomi, y que en la práctica es estigamatizante y discriminatoria y se enfoca en aquellas personas pobres que por su aspecto son sospechosas para la policía.
Leal dio detalladas cifras de todas las acciones de control social que llevan a cabo las fuerzas represivas estatales sobre los sectores más vulnerables (acciones del PADO, operativo Gavilán, operativo Aruera, etc.). En su afán por competir con el candidato nacionalista, no tiene ningún problema en mostrar como el Frente Amplio ya lleva a la práctica parte de las propuestas que reclama la derecha, combinando el endurecimiento de la política represiva con la criminalización de la protesta (como sucedió en la marcha contra UPM).
Como era de esperar la medida de Lacalle Pou contó con el visto bueno del candidato del Partido Colorado, Ernesto Talvi. Sin embargo, su asesor en estos temas, Andrés Ojeda correctamente ha señalado que la ley actual no es clara en cuanto a si se puede pedir cédula en el marco de patrullajes en las calles.
Las declaraciones de Leal, con datos y cifras de las acciones de control de personas y pedidos de documentos masivos que se realizan, dan cuenta que el Frente Amplio toma la interpretación más represiva y autoritaria de esta ley, prácticamente forzando su redacción para cubrir de un manto de legalidad el accionar policial.

Una ley continuadora de un decreto de la dictadura

La ley de procedimiento policial que permite que una persona sea detenida por el simple hecho de negarse a acreditar su identidad y sin que haya ninguna situación que la haga sospechosa de estar cometiendo alguna ilegalidad, tiene un claro corte autoritario que retoma el decreto 690 de la dictadura que habilitaba la detención “por averiguación”.
La propia ley es ambigua en su redacción, deja abierta la puerta a detenciones arbitrarias y otorga un poder discrecional a la policía que puede “conducir” a alguien al a comisaría sin que esté cometiendo algún delito sino simplemente por una apreciación subjetiva en el marco por ejemplo de patrullajes en las calles.
El sociólogo Leal, devenido en vocero en temas de seguridad de Martínez, parece haber olvidado que en las ciencias sociales nadie discute la selectividad con que actúa el sistema penal:
A la vez que las prisiones están compuestas básicamente por personas pobres, la propia policía en las calles no va a pedirle documentos a cualquiera. Aunque en teoría el pedido de cédula se debería dar en el marco de una investigación de un delito, la policía puede usar este argumento de excusa y sin aportar ninguna prueba.
Todos vemos diariamente como se hostiga y maltrata a personas de calle o se detiene a personas vulnerables, especialmente si son jóvenes y pobres.
Como ha señalado Martín Fernández, abogado de Ielsur, “lo que realmente sucede es que este tipo de medidas se usan siempre contra las mismas personas y pueden generar reacciones negativas en los indagados, lo que a su vez genera reacciones de la Policía".
Cuando conocemos el desprecio de la policía hacia los pobres, el maltrato en las cárceles o hacia los detenidos, los casos de gatillo fácil, los abusos policiales o como “plantan pruebas” para incriminar inocentes, declaraciones como las de Gustavo Leal, reivindicando el pedido de cédula y la posibilidad de detener a alguien que no está haciendo nada merecen un repudio similar a las propuestas de Vivir sin Miedo; con sus diferencias, ambas van en el mismo sentido de criminalizar la pobreza.

Hernán Yanes
Jueves 26 de septiembre | 21:01

Conversando con… Ignacio Ramonet




La Mesa Redonda dialogó este martes con el reconocido periodista, teórico de la comunicación y politólogo Ignacio Ramonet. Su reciente visita a Lula en la prisión de Curitiba, el asedio político y mediático a Venezuela, los retos de Europa y los desafíos globales, el imperio de la vigilancia y el valor de la información estarán entre los temas de la conversación.

Trump versus Venezuela y Cuba

La nueva embestida del régimen de Donald Trump contra Venezuela y Cuba se da en el caldeado marco de la 74 Asamblea General de la ONU (AGONU). Allí el emperador hizo gala de su odio contra los gobiernos y pueblos que no agachan la cabeza y defienden resueltamente el derecho a decidir su destino sin interferencias externas. En este cuadro encajan las calumnias y amenazas que profirió contra Caracas, La Habana, Managua y, por supuesto, Teherán, y su vulgar ataque macartista contra el socialismo y el comunismo. Aunque con retórica menos agresiva, amenazó también a China y Rusia y presumió de encabezar la mayor potencia del mundo, con un poderío militar insuperable, según dijo. Esa actitud matonesca, la cotidiana vulneración por su gobierno del derecho internacional y su desprecio por el combate al ya presente colapso climático revelan una peligrosísima entraña neofascista del líder de un Estado con miles de armas nucleares y que realiza la mayor contribución en el mundo, por habitante, al calentamiento global. Ahora mismo, la delictiva conducta hostil del magnate hacia Irán, antecedida de su retirada del trascendental tratado 4 + 1, puede detonar un conflicto de grandes proporciones en una zona repleta de bases militares, buques y aviones de guerra de Estados Unidos, de gobiernos enemigos de la antigua Persia armados hasta los dientes y por donde cruza el 30 por ciento del petróleo en el mundo.
Aprovechando la caja de resonancia mediática por el inicio del segmento de alto nivel de la AGONU, la decadente pandilla trumpista se lanzó con todo al cuello de Venezuela bolivariana. El fracaso del acariciado plan de principios de año para lograr en tiempo récord el derrocamiento del presidente Nicolás Maduro, la han reafirmado en su genocida propósito de asfixiar aun más la economía de Venezuela para matar de hambre y enfermedades y llevar a la desesperación a su pueblo. Sin descartar del todo una intervención militar, busca ese objetivo mediante el sucesivo recrudecimiento del bloqueo y otras formas de desestabilización. A la vez, intenta desprestigiar al gobierno chavista con el impulso a una matriz de opinión totalmente falsa que pinta como corruptos y cómplices del narcotráfico y del paramilitarismo a sus principales líderes civiles y militares. Y es que lo saben. Por más daño que hagan a la patria de Bolívar, no resulta fácil que el pueblo de Venezuela y sus hermanos latinocaribeños olviden el exitoso proyecto chavista de independencia, democracia participativa, ampliación y elevación educacional y cultural, salud para todos, redistribución social y disminución de la pobreza y la desigualdad, edificado desde 1999 con la conducción de Hugo Chávez, defendido luego contra viento y marea por Nicolás Maduro, electo a la presidencia de Venezuela en 2013 y más tarde reelecto en 2018.
El lunes 23, al margen de la ONU pero en Nueva York, una reunión del ilegal Grupo de Lima, seguida por otra de los ministros de relaciones exteriores del espurio Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), cargó de nuevo contra Caracas. Los acuerdos de ambas reuniones apuntan a apretar al máximo las tuercas del bloqueo y a la persecución, como si fueran criminales, de los líderes venezolanos. "Necesitamos más presión económica, verán más sanciones de parte de Estados Unidos”, declaró el criminal de guerra Elliot Abrams, enviado de Washington para Venezuela. La resurrección del TIAR, siempre utilizado por la potencia del norte para sus sangrientas e ilegales intervenciones militares en nuestra América, deja abierta la puerta para que vuelva esa abominable práctica. Destacó en estas reuniones de Nueva York el gran protagonismo del presidente Iván Duque, de Colombia, desesperado por echar tierra a los constantes asesinatos de luchadores sociales y ex guerrilleros en su país después de la firma de los Acuerdos de Paz, que no se han ido a pique gracias a su defensa por millones de colombianos que no desean la guerra. Duque también intenta ocultar el incremento de la actividad de los paramilitares y narcotraficantes y el crecimiento como nunca de la siembra y producción de coca. Todo ello en contraste con los éxitos de Venezuela en contrarrestar el flagelo.
Paralelamente, el secretario del tesoro Steven Mnuchin anunció nuevas medidas persecutorias de las empresas navieras y buques que llevan petróleo a Cuba, a donde Washington ha prometido que no llegará más crudo. Intenta justificar este acoso a la isla culpando del fracaso de los planes contra Maduro a la nunca probada presencia de militares y oficiales cubanos de seguridad en Venezuela.
Los delegados a la AGONU tuvieron que soportar la estupidez de Bolsonaro pero muchos nos hemos deleitado con esta saeta de Evo Morales: "Digámoslo con mucha claridad: la raíz del problema está en el capitalismo, el problema de fondo está en el modelo de producción y el consumismo, en la propiedad de los recursos naturales y en la distribución inequitativa de la riqueza".

Ángel Guerra Cabrera

Claves de la crisis en el imperialismo estadounidense




El anuncio del inicio formal de juicio político (o impeachment) contra el presidente de los Estados Unidos y la salida a la luz de la transcripción de la llamada en la que Trump pidió a su homólogo ucraniano investigar a Biden son algunos de los elementos más recientes de una verdadera crisis en la Casa Blanca.

La publicación de un memo que brinda la transcripción de una llamada telefónica entre Donald Trump con el presidente de Ucrania confirmó que el magnate solicitó la intervención del gobierno ucraniano para investigar al hijo menor del exvicepresidente Joe Biden.
Trump calificó su llamada con el presidente ucraniano de "muy inocente y agradable"
Biden es el potencial contendiente de Trump en las elecciones de 2020. La injerencia extranjera en la investigación de un ciudadano estadounidense fue calificada por el partido demócrata como una "traición". Nancy Pelosi fue la encargada de anunciar el inicio de un proceso de juicio político o impeachment contra Trump.

¿En qué consiste el proceso de “impeachment" que enfrenta Trump?

El departamento de justicia rehusó abrir una investigación contra el mandatario, agudizando la crisis política en torno al caso.
Trump fue señalado por sostener una conversación con un funcionario de alto rango del cual, al momento de la denuncia, se desconocía su cargo. El organismo de control de la comunidad de inteligencia estadounidense determinó que se trataba de una denuncia "urgente" y "creíble".
Por toda respuesta, Trump aseguró que se tratan de acusaciones "injustas" y acusó una "cacería de brujas" en su contra encabezada por un denunciante al que calificó de "partidista".
El documento publicado este miércoles por la Casa Blanca confirma además que Trump solicitó a Zelenskiy que emprendiera una investigación para localizar un servidor informático del Comité Nacional Demócrata, actor durante la campaña de 2016 que enfrentó en elecciones a Trump con Hillary Clinton.
Un factor explosivo del caso es si el mandatario estadounidense utilizó las ayudas económicas a Ucrania como un mecanismo de presión. Al momento de la conversación telefónica, el gobierno de Trump mantenía retenidos 391 millones de dólares, y se entregaron en septiembre.
El presidente puede ser destituido si al menos 67% de la Cámara alta lo halla culpable del cargo. El vicepresidente, en este caso Mike Pence, asumiría como nuevo mandatario en lo que reste del período presidencial.

La Izquierda Diario México
@LaIzqDiarioMX
Miércoles 25 de septiembre | 23:11

miércoles, 25 de septiembre de 2019

La primera vez que EE.UU. quiso dejar sin combustible a Cuba ... y fracasó




«Si no tan grave como el imperialismo económico, que succiona la sangre del pueblo cubano, es también disolvente el imperialismo ideológico que le sigue. Aquel le rompe su independencia económica; éste le destroza su vida moral. El uno le quita el sostén; el otro el alma».
Así, con Don Fernando Ortiz iluminándonos con su sabiduría comienza nuestro tiempo juntos en #LaPupilaTV

EEUU: la crisis de los opioides y la descomposición social capitalista




Se calcula que las muertes por sobredosis de estos medicamentos superan las 400.000.

Las condenas judiciales por cifras multimillonarias que afectaron a grandes monopolios farmacéuticos volvieron a colocar en el tapete a la llamada “crisis de los opioides” que sufren los Estados Unidos.

A fines de agosto, un juez de Oklahoma condenó al pulpo Johnson & Johnson “a pagar 572 millones de dólares por su responsabilidad en la crisis de las opioides mediante la comercialización agresiva de analgésicos” (El País, 28/9).
En simultáneo, otra gigantesca empresa llamada Purdue Pharma llegaba a un compromiso para pagar hasta 12 mil millones de dólares, con relación a las demandas de 23 estados. Así y todo, ni siquiera se resuelve de ese modo el conjunto del embrollo legal, pues otros distritos eligieron continuar el litigio. En un ejemplo de clásico cinismo, los Estados que también deberían ser juzgados como corresponsables del desastre ocasionado por las farmacéuticas anunciaron que los millonarios montos obtenidos por los fallos judiciales se destinarán para “programas de prevención y de tratamiento de los afectados” (El País, 11/9).
La crisis con estas drogas comenzó a fines de los años ‘90, por la introducción masiva de analgésicos que incluían derivados del opio. Los televidentes pudimos observar su uso en Dr. House, cuyo protagonista consumía “Vicodin” para paliar un dolor crónico. Según el relato del sitio estatal sobre “abuso de drogas”, sucedió que “las compañías farmacéuticas tranquilizaron a la comunidad médica y volvieron a asegurar que los analgésicos opioides recetados no crearían adicción en los pacientes. Los profesionales médicos, entonces, comenzaron a recetarlos más” (“La crisis de opioides”, drugabuse.gov). Los resultados fueron catastróficos: “cada día, más de 90 estadounidenses mueren por sobredosis de opioides”, solo en el 2015 fueron más de 33 mil (ídem), y se calcula que desde que se inició la crisis los decesos por esta causa superan los 400.000.
El caso es ilustrativo respecto del carácter contradictorio que asume el desarrollo de la medicina en esta fase declinante del capitalismo. Aquello que debería presentarse como un progreso social, la producción de compuestos que ayuden a manejar el dolor, concluye como su contrario: un factor de muerte y crisis sanitaria. Los motivos para este desastre no son técnicos, pues se desencadenan bajo el peso de las relaciones sociales vigentes. Es decir, el lucro capitalista como factor principal de organización social es el motor que induce a envenenar a la población con drogas sin advertir las consecuencias potenciales.
Por eso, la “solución” que encuentra el Estado no resuelve ningún problema de fondo. Los recursos obtenidos por las condenas a los pulpos, incluso cuando realmente se destinaran a “programas de prevención” y cosas por el estilo, ¿evitarían una nueva crisis? Es evidente que no, pues se trata de una presentación del problema que restringe la responsabilidad a compañías con “malas prácticas”, que “no advirtieron”. Pero el enfoque realista aprecia que es el funcionamiento “normal” de la industria farmacéutica. Ocurre que los pulpos dirigen las investigaciones guiados por cálculos de beneficio empresarial y no de necesidades sociales. El Estado, lejos de ser víctima de esta situación, es cómplice y gestor, mediante leyes, normas habilitantes expedidas por la autoridad sanitaria, etc. Una vez que el desastre está consumado, la gestión de turno reclamará “resarcimiento”. Sin embargo, el Estado también debería estar en el banquillo de los acusados. Además, la venta de medicamentos implica un aceitado mecanismo, según el cual los laboratorios no solo producen, sino que también direccionan su recomendación adornando sociedades médicas, financiando congresos, viajes y un sinnúmero de etcéteras a los profesionales implicados y hasta utilizando sofisticados mecanismos de control (como la trazabilidad de las recetas, para chequear si determinado médico efectivamente indicó la marca “acordada”).
La brutal crisis de la salud norteamericana, tema de debate público en forma recurrente, es consecuencia directa de su gestión en términos capitalistas. Está planteada, por lo tanto, una reorganización integral. La producción de medicamentos en manos de laboratorios privados es incompatible con las necesidades generales de salud; sin la presión del lucro podríamos evitar crisis de este tipo. Lo mismo vale para las patentes, cuyo único fundamento reside en proteger la propiedad privada del beneficio empresarial, y operan como un torniquete para la libre investigación científica. El ovillo está enmadejado pero la única forma de liberarlo es mediante una acción histórica de la única clase que podría actuar sin esos condicionamientos: la clase obrera.

Alejandro Lipcovich

martes, 24 de septiembre de 2019

Las medidas de Astori y la teoría del “derrame”




Las medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía intentan reactivar la delicada economía interna. Astori busca recetas en las viejas teorías (neo) liberales.

El lunes pasado el Ministro de Economía Danilo Astori presentó una serie de medidas para fomentar la inversión, con promesas de generación de empleos en varios sectores de la economía. Astori busca así desmarcarse de la debacle económica de su vecino argentino, y pretende generar las mejores condiciones para que los capitalistas locales y extranjeros puedan invertir, prometiéndoles una ganancia mayor a la que ya vienen obteniendo.
El anuncio constituye una señal clara de la preocupación que tiene el gobierno en lo económico, siendo que en 2020 el Estado uruguayo deberá afrontar grandes desembolsos de dinero producto del pago de los intereses de la deuda externa y deberá sostener el alicaído crecimiento económico (con síntomas claros de retracción económica) y reducir el déficit fiscal. Mientras que el desempleo aumenta, el consumo interno se estanca, y no hay perspectivas de estar mejor.
Estas medidas fueron previamente negociadas con los representantes del sector privado, y pretenden reactivar la inversión privada, que lleva 5 años de caída. El Ministro aspira a dinamizar a 14 sectores de la economía con capacidad de crecimiento y que han realizado promesas de generar empleo.
Pero en su búsqueda por aplicar algún tipo de medida que cubra económicamente un eventual cuarto mandato frenteamplista, y que lo dote de un equilibrio financiero que minimice la caída del déficit fiscal, Astori ha encontrado la teoría noventista del derrame, propia de personajes liberales como Ronald Reagan, y que se implementaron en esa época en varios países de América Latina como Argentina, con la consecuencia de la terrible crisis económica y social que vivió en el 2001.
Veamos cuáles son las medidas y a qué sectores benefician.

Incentivos, exoneraciones y subsidios a los patrones … y algo quedará pa’ los de abajo

Las medidas anunciadas benefician centralmente a las exportaciones agropecuarias, la industria alimenticia, la automotriz, el área de servicios y logística, la construcción y el turismo básicamente. Y abarcan tanto las empresas ya instaladas como las inversiones a futuro.
Bajo la promesa de aumentar los puestos de trabajo, el Estado uruguayo entrega así una importante masa de dinero que deja de percibir en términos de impuestos y del otorgamiento de mayores exoneraciones. Pero es solo una promesa que hacen las patronales, y mientras tanto disfrutan de estos beneficios.
La oligarquía terrateniente no puede quejarse: Astori les otorgó la eliminación de la “tasa BROU” para las exportaciones. Así, los grandes grupos exportadores, tanto nacionales como extranjeros, se ahorran varios millones. Sin embargo, al día siguiente del anuncio, el Ministro se reunió con la Asociación Rural, quienes manifestaron que las medidas son bienvenidas, pero “insuficientes”. Estas patronales, que vienen ganando con el aumento del dólar, que aplican medidas totalmente antisindicales, que azotan a sus trabajadores como si estuviéramos en el feudalismo, quieren explotar aún más los recursos del estado y balancear la economía del país en su propio beneficio. Después no digan que el Frente Amplio no atiende sus necesidades…
Las zonas francas seguirán percibiendo ahora más exoneraciones en sus impuestos. Estas empresas, que en su mayoría son multinacionales, se ahorran de pagar impuestos a la renta entre otros. Pero esto no parece condecir con la inflexibilidad que los bancos y entidades financieras presentan con los pequeños productores y pequeños comerciantes, que hacen malabares para cumplir con todos los impuestos y presentaciones, mientras “premian” a los más ricos.
Para las empresas que inviertan en investigación y desarrollo, ¡habrá un crédito fiscal del 35%! Es impresionante el nivel de beneficios que se les otorgará a empresas que seguramente serán las farmacéuticas y los laboratorios que sacarán recursos humanos de la universidad pública para su propio beneficio.
En la rama de la construcción, las grandes empresas que manejan de forma monopólica el mercado – y que ya vienen ganando con la obra pública – serán beneficiados incentivos tributarios, como si mega empresas como TEYMA, CIEMSA, STILER y otras presenten problemas a nivel económico. Más que nada presentan problemas cuando deben respetar la legislación en lo que hace a derechos sindicales.
Por último, al sector audiovisual se les ofrecerá una línea de créditos especial.

La Teoría del Derrame: neoliberalismo noventista

El “efecto derrame” o “goteo” afirma que, para mejorar los números macroeconómicos, los gobiernos deben inyectar dinero, pensando en una pirámide imaginaria donde en la cúspide se encuentran los sectores más privilegiados y en la base los más desfavorecidos. Esta corriente liberal sugiere entonces inyectar dinero en los sectores de la cúspide de la pirámide y, por efecto derrame, irá cayendo hacia el resto de los sectores sociales. Al final de la pirámide, “algo caerá” de toda esa inyección. Es decir, esta teoría apuesta al beneficio de los grandes grupos económicos y que “las migajas” caigan a la masa trabajadora. A partir de la desregulación impositiva en los sectores más ricos de la sociedad, algo se derramará hacia los pobres (sic).
Si estas medidas eran planteadas por la derecha, seguramente los economistas frenteamplistas hubieran salido a denunciarlas por neoliberales, pero como las anuncia el Ministro “progresista”, son medidas lógicas y necesarias, y por supuesto justificadas por todos los sectores que integran la coalición, inclusive los más izquierdistas como el Partido Comunista, Casa Grande, el MPP y el PVP.

La derecha, con instinto de clase

Son muchas de las patronales que se quejan siempre de que tienen problemas, de que su sector está resentido económicamente, y utilizan sus pretextos en las mesas de los Consejos de Salarios para no aumentar salarios a su plantilla laboral, maximizar la productividad y pisotear derechos conquistados.
La derecha, fiel a su instinto de clase, no pudo oponerse a las medidas que benefician a sus amigos los terratenientes del campo, los industriales, las empresas de servicios y logística. Por el contrario, se quejó de que las medidas fueran anunciadas en el medio de la campaña electoral y con una clara utilización partidaria. Y manifestó que eran correctas, pero “llegan tarde”. Sanguinetti reclamó más políticas de este tipo. “Estamos tratando una enfermedad grave con aspirinas”, dijo. El cuadro político más importante de la derecha, el hombre de estado y garante de la impunidad – tanto empresarial como militar – quiere que el Estado financie aún más a las patronales, y si puede quitar más derechos obreros, mejor.

¿Son estas medidas de un gobierno que se dice “de izquierda”? ¿Cuáles serían las medidas que se deberían tomar?

Claramente no son medidas muy progresistas que digamos. Si el gobierno quisiera inyectar dinero en el mercado interno, debería tomar una medida muy simple, como es el aumento generalizado de los salarios, las jubilaciones, las pensiones y las asignaciones familiares. Es decir, una transferencia de recursos directamente a los que menos tienen y así fomentar el consumo popular y mejorar la calidad de vida de un sector importante de la población trabajadora que no llega a fin de mes porque cobra salarios por debajo de los $ 20 mil pesos, que hoy no alcanza para nada.
Ligado a esto, es necesario eliminar el IVA, que no es otra cosa que un impuesto al consumo popular, y realizar una verdadera política impositiva aplicando impuestos progresivos a las grandes fortunas.
Otra medida mínima que el gobierno progresista podría tomar es el congelamiento de los precios de la canasta básica, para controlar la especulación de las grandes cadenas de supermercados, y que exista una comisión independiente que se encargue del control de precios y la fijación de precios populares y accesibles para todos y todas.
Una medida básica, cuando existe un sector agro-exportador fuerte, es el control del comercio exterior, esto es la posibilidad del Estado de regular en la exportación de productos agropecuarios, el aumento (y no la disminución) de los impuestos para el agrobussines, y que verdaderamente paguen más quienes tienen más.
En el sector de la industria y los servicios, es necesario votar una ley contra los despidos y los cierres de fábrica, ya que los empresarios buscan extorsionar tanto al Estado como a la plantilla laboral con la amenaza de cierres o el envío al seguro de paro. Pero es hora de frenar esta sangría de pérdida de puestos de trabajo y defender a la masa laboral frente a la especulación patronal. Que toda empresa que cierre o quiera despedir personal sea ocupada por sus trabajadores y trabajadoras, que la pongan a producir bajo su control y que se promueva la estatización de la unidad productiva, porque todas las empresas y servicios cumplen un rol social y seguramente pueden beneficiar al conjunto de la población.
Otra medida mínima es el otorgamiento de créditos blandos para pequeños comerciantes y productores locales, cuyas economías están en la lona producto de la voracidad del mercado capitalista y la presión impositiva del Estado, mientras desahoga a las grandes multinacionales.
Por último, el gobierno frenteamplista debería ser serio y dejar de pagar la deuda externa, porque hay una deuda urgente que atender: la de la educación, la de la salud pública, la demanda de viviendas populares, la necesidad de empleo y de obra pública.
Para que la crisis no la paguemos nuevamente la clase trabajadora y el pueblo pobre, es necesario luchar por estas medidas que sí modifican sustancialmente la vida de la mayoría popular, pero eso sí, se requiere tener la voluntad de afectar los negocios de los capitalistas, cosa que el Frente Amplio ya demostró que no está dispuesto a hacer.

Karina Rojas

¿Hacia una crisis económica mundial?

Varios factores se han unido en las últimas semanas para que los analistas y medios de comunicación especializados insistan en que se avecina una crisis económica mundial a semejanza de la ocurrida en 2008.
Entre las cuestiones más álgidas aparecen la disminución de la producción industrial mundial, la caída de la confianza de las empresas, algunos importantes países al borde de la recesión, el desmedido aumento de la deuda global, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la incapacidad de los bancos centrales del orbe en tomar las medidas adecuadas para estabilizar la situación.
En un artículo publicado en el portal SHTFplan, el analista Max Slavo señala que según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales, la deuda global aumentó en 3,3 billones de dólares en 2018 y asciende actualmente a 243 billones de dólares. Asegura el articulista que se trata de una cifra tres veces mayor que el Producto Interno Bruto (PIB) total del mundo, es decir, superior al valor de todos los productos y servicios del planeta. Estados Unidos es el más endeudado con alrededor de 72 billones de dólares.
Para Slavo, el sistema esta basado en la deuda e “irremediablemente quebrado pero aún está siendo respaldado por las mentiras de los banqueros centrales que otorgan créditos y los gobiernos que desean mantener su poder sobre otros”.
Es un mecanismo que utiliza constantes emisiones de dólares, mientras los bancos otorgan créditos lo cual impulsa una abundante deuda mundial con la consecuente quiebra de empresas, caídas de gobiernos y empobrecimiento de los habitantes.
Si hace un año la mayoría de las economías se hallaban en una cierta prosperidad, en estos momentos parecen acercarse al borde de otra crisis.
Organismos financieros internacionales rebajaron los pronósticos de crecimiento mundial a 2,7 % en 2019 y 2020 en comparación con 3,2 % en los dos años anteriores.
El proteccionismo impulsado por Estados Unidos también hace mella en el comercio global, afirma Moody's Investors Service al asegurar que solo crecerá 2,5 % la tasa más baja de los últimos tres años.
Los aranceles y extorsiones impuestos por la administración de Donald Trump a China y a otras dos decenas de países crean gran incertidumbre sobre la economía internacional y al poder adquisitivo de los estadounidenses, que tendrán que pagar más por las mercancías que adquieran sin que a la par sus sueldos se eleven.
Algunas naciones ya se encuentran en embarazosos problemas y al borde de la recesión como ocurre con Brasil, la mayor economía de América Latina que ya esta en recesión al tener su Producto Interno Bruto (PIB) cifras negativas durante dos trimestres consecutivos, afectada por la baja producción industrial, el alto desempleo y las políticas contra los sectores públicos encaminadas por el actual presidente Jair Bolsonaro.
Alemania, la cuarta economía más grande del orbe, con dos trimestres seguidos de contracción, un descenso en las exportaciones sobre todo de automóviles, equipos y maquinarias se enfrenta a nuevos retos por la casi segura salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y la posibilidad de que Washington aplique nuevos aranceles a las exportaciones de las industrias automotrices de la Unión. Los analistas estiman que la economía alemana ya esta al borde de la recesión.
Otro país europeo que desde hace años da visos de inestabilidad política y económica, con baja productividad, el alto desempleo juvenil, elevados niveles de endeudamiento, es Italia, que se mantienen con un debilitado PIB.
Los revuelos producidos por el brexit ya motivaron que el PIB del Reino Unido disminuyera en el segundo trimestre, lo que significó la primera reducción desde el 2012.
A esto se une el temor a un posible caos después de la salida del país sin un acuerdo equilibrado con el bloqueo europeo (denominado "brexit duro") lo que podría tener un fuerte impacto en su economía y que según los analistas lo llevaría a una inevitable recesión.
En caos económico total se encuentra Argentina, con vaticinios de caer en default al no poder pagar su abultada deuda adquirida con el Fondo Monetario Internacional, sin divisas en las arcas del Banco Central y poca liquidez. Durante los años de presidencia del neoliberal Mauricio Macri, la quiebra de pequeñas y medianas empresas ha sido cotidiana, la pobreza alcanza al 38 % de la población con una galopante inflación en alimentos, electricidad, transporte, gas y combustible.
China, aunque su PIB se prevé este año en 6,2 % su economía se mantiene entre las más fuertes del mundo pero la guerra de aranceles lanzada desde Washington podría afectar algunas de sus producciones e importaciones con el consecuente daño a países como Chile y Australia que exportan cobre y hierro, respectivamente, hacia el gigante asiático.
A grandes rasgos se percibe un panorama no muy halagüeño para la economía mundial.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

lunes, 23 de septiembre de 2019

El extractivismo que viene en Argentina

Del litio a la soja, de la megaminería a Vaca Muerta. Cómo se perfila el extractivismo de Alberto Fernández y el Frente de Todos. Las multinacionales, los pueblos indígenas y las asambleas.

Sonrisas. Muchas sonrisas. De un lado de la mesa, empresarios del agronegocio. Del otro, Alberto Fernández y sus asesores. Noventa minutos y una reunión evaluada como “fructífera”. Donde el conflicto por la renta agraria “es cosa del pasado”.
Sonrisas. Empresarios mineros, los gobernadores Lucia Corpacci y Alicia Kirchner. Y Alberto Fernández. “Que la sociedad comprenda que la minería es una oportunidad”, pidió el ex jefa de Gabinete.
El extractivismo del Frente de Todos.

Política de Estado

Megaminería, agronegocio (con la soja como bandera, aunque no solo), petróleo, litio y monocultivos forestal fueron algunas de las políticas de Estado durante todo el kirchnerismo. La criminalización estuvo presente: mapuches en Neuquén y la Asamblea el Algarrobo en Catamarca son sólo una muestra. Los asesinatos del abuelo qom Roberto López en 2010 (Comunidad La Primavera en Formosa), y los campesinos Cristian Ferreyra y Miguel Galván (del Movimiento Campesino de Santiago del Estero Vía Campesina), sólo algunas víctimas de una larga lista.
El macrismo profundizó el extractivismo. Más fracking en Vaca Muerta, más litio en Catamarca, Jujuy y Salta, más agronegocio. Con su alta y orgullosa cuota de represión en manos de Patricia Bullrich y aliados provinciales. Santiago Maldonado y Rafael Nahuel fueron las víctimas más difundidas de la política oficial. Empresarios al frente de ministerios: Juan José Aranguren de la multinacional Shell en Energía y Luis Miguel Etchevehere de la Sociedad Rural en Agricultura los ejemplos más burdos.

Votos y agronegocio

El 11 de agosto Alberto Fernández arrasó en las elecciones. Nadie los esperaba.
Ya habla ante los medios como Presidente y realiza giras en el exterior como primer mandatario electo. Las chances de Mauricio Macri son mínimas.
En plena campaña, desde Entre Ríos, Fernández tuvo su primera muestra pública de apoyo al agronegocio transgénico. La provincia está convulsionada por un fallo judicial que protege de fumigaciones con agrotóxicos a todas las escuelas rurales. Los empresarios del agro y el gobernador, Gustavo Bordet, se victimizan. Denuncian que nos se les permite “producir”, cuando sólo se les prohíbe fumigar escuelas, docentes y niños. Fernández tomó postura: “Me parece un poco desmedido la decisión final. Qué excluye muchas zonas productivas que pueden ser utilizadas (...) A veces lo bueno y útil llevado a un extremo se convierte en malo y perjudicial. Hay que cuidar no caer en extremos”.
El 29 de agosto recibió a los agroempresarios de la Mesa de Enlace. Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina), Dardo Chiesa (Confederaciones Rurales Argentinas), Carlos Achetoni (Federación Agraria) y Carlos Iannizzotto (Coninagro). Además de Fernández estuvieron su jefe de campaña, Santiago Cafiero, y la economista Cecilia Todesca. El ex jefe de Gabinete sólo señaló que la reunión fue “fructífera”. Abundaron las sonrisas en las fotos de ocasión.
Desde la Mesa de Enlace destacaron que la reunión fue “positiva”, afirmaron que Fernández pidió dejar atrás el conflicto por la Resolución 125 (de 2008) y aseguraron que descartó mecanismo de control de exportaciones (estilo Junta Nacional de Granos, desaparecida en 1991 cuando se entregó la comercialización a las multinacionales exportadoras).
Las organizaciones del agronegocio, que apoyaron a Mauricio Macri durante todo su gestión y apostaban a la reelección, le presentaron a Fernández un pliego con catorce puntos, repleto de eufemismos: “previsibilidad económica” (que no haya cambio en los impuestos), menor presión tributaria (menos impuestos para el agro), fin de las retenciones para diciembre de 2020 (el escrito dice “exigimos que se cumpla el fin del tributo”), “modernización del sistema laboral” (reforma de leyes laborales), nueva ley de semillas (Bayer-Monsanto impulsa una nueva norma desde hace una década, rechazada por campesinos y sin consenso entre los agroempresarios), “fomento a las buenas prácticas agrícolas” (mayor flexibilidad para fumigar con agrotóxicos) y una “ley nacional de agroquímicos”.

Vaca Muerta

Publicitada como la clave para la "soberanía energética", de la mano de las multinacionales petroleras, Vaca Muerta avanza con numerosos hechos de contaminación (desde explosiones y derrames), desalojo de campesinos y comunidades mapuches, hasta muerte de trabajadores en "accidentes" (luego de la firma de nuevos convenios laborales entre el gremio y las empresas).
En julio pasado, en plena campaña por Necochea, Alberto Fernández destacó que "sin duda Vaca Muerta es una gran oportunidad", aunque señaló que también había que desarrollar energías renovables y agrocombustibles (otra faceta del extractivismo, tierras y granos para autos y no para alimentos).
Luego de las elecciones de agosto, Nicolás Trotta (coordinador de los equipos técnicos de Fernández) se reunió con autoridades del Instituto Argentina del Petróleo y el Gas (IAPG), poderoso espacio de lobby de las empresas, entre ellas Total, Pan American Energy (PAE), Wintershall, Tecpetrol y Pampa Energía.
De gira por España, el 5 de septiembre, el candidato presidencial Fernández alteró a los defensores del fracking. “No tiene sentido tener petróleo si para sacarlo tengo que dejar que vengan multinacionales a llevárselo. No tengo ningún problema con las multinacionales, pero en realidad mi mayor problema es ver cómo genero riqueza para la Argentina”, argumentó.
De inmediato el diario La Nación, que inauguró una sección específica de "publinotas" sobre Vaca Muerta y las empresas, habló de "polémica" y "preocupación" de las compañías.
El sábado 7 de septiembre, Cristina Fernández de Kirchner presentó su libro en Misiones. En un apartado se refirió a los dichos de su compañero de fórmula: "Vaca Muerta la recuperamos nosotros cuando decidimos recuperar YPF y los recursos energéticos para nuestro país. Vaca Muerta es una oportunidad fantástica para agregar valor a toda la cadena de valor y desarrollo", dijo y agregó: "Cuando Alberto habla le quisieron hacer decir que estaba en contra de las multinacionales. A ver, esta expresidenta luego de recuperar YPF firmó el contrato con Chevron, una de las multinacionales del petróleo más grandes del mundo. ¿Quieren hacer creer acá dentro del país o afuera que estamos en contra de las multinacionales? Fui yo la que hice el contrato entre YPF y Chevron".
El pacto entre YPF y Chevron para explotar Vaca Muerta fue confidencial (a pesar de tratarse de una empresa con mayoría estatal), judicializado y hecho público por el diputado santafecino Rubén Giustiniani. Contaba con una ingeniería legal, con sociedades off shore, para eludir el pago de impuestos. Todo en beneficio de la multinacional.
La aprobación final se hizo en la Legislatura de Neuquén (2013), donde la policía provincial reprimió durante seis horas una manifestación de repudio.
Jorge Nahuel, de la Confederación Mapuche de Neuquén, reconoció que tienen “expectativas positivas porque todos debemos contribuir a un ‘nunca más’ haya un gobierno de derecha, empresarial, especulador, racista y excluyente que sueñan una argentina para pocos”. Sin embargo, advirtió que la fórmula Fernández-Fernández no tiene en su agenda el tema ambiental, pueblos indígenas ni cambio climático. Nahuel cuestionó el apoyo a la megaminería y al fracking realizado por los candidatos del Frente de Todos. “No debemos bajar los brazos, debemos estar atentos y fuertemente movilizados porque nuestra existencia continuará amenazada en la medida que no se modifiquen las condiciones sobre estas industrias que está demostrado son amenaza de muerte no sólo para los pueblos indígenas”, afirmó el dirigente mapuche.

Megaminería

Las gobernadoras Lucía Corpacci (Catamarca) y Alicia Kirchner (Santa Cruz) fueron las impulsoras del encuentro entre una decenas de multinacionales mineras y Alberto Fernández.
“Ya estamos trabajando para que las inversiones en la producción de litio cuenten con un marco legal que brinde seguridad jurídica”, anunció el candidato presidencial ante los periodistas y pidió a los gobernadores y empresas que hagan un “esfuerzo conjunto y tarea de educación para que la sociedad comprenda que la minería es una oportunidad”.
Estuvieron presentes los CEOs y directivos de las principales multinacionales con intereses en Argentina: Glencore, Minera Alumbrera, Livent Corp, Antofalla Minerals, Anglogold Ashanti, Patagonia Gold, Minera Santa Cruz, Panamerican Silver, Don Nicolas SA, Newmont Goldcorp y Yamana Gold, Galan Lithium, Neo Lithium Corp, Liex SA, Lundin Group, Minera Esperanza, Lake Resources, Grosso Group, Loma Negra, Posco, Yamana, Galaxy, Circum Pacific y Buena Vista Gold. “Es necesario avanzar hacia la sustentabilidad social y económica de la minería”, pidió el candidato a presidente y remarcó que “la única solución” para Argentina es exportar. Destacó como ejemplo a la minería y Vaca Muerta.
Alberto Fernández era jefe de Gabinete de Cristina Fernández de Kirchner en 2008, cuando la entonces presidenta vetó la Ley de Glaciares, que había sido votada por amplia mayoría en el Congreso Nacional. “El veto Barrick”, fue denunciado por Enrique Martínez, entonces presidente del INTI.
Rosa Farías es integrante de la histórica Asamblea El Algarrobo, que denuncia el accionar de Minera Alumbrera en Catamarca y rechaza el proyecto Agua Rica. “No nos sorprende que lo primero que haga el candidato es reunirse con las mineras. El extractivismo es moneda de cambio para recibir los dineros extranjeros, entregando los recursos naturales. Nos reafirma que nuestros gobernantes siguen siendo mercenarios, no les interesa los cerros ni la vida ni el destino de los pueblos”, denunció.

Otro campo

El Foro Agrario Soberano y Popular fue un encuentro multitudinario de campesinos, indígenas y agricultores familiares. Se realizó en el microestadio del club Ferrocarril Oeste, durante dos días, y asistieron más de 3500 personas. Impulsado por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), de allí surgió un plan agrario pensado y debatido desde las bases rurales. Y quedó conformado como un espacio de articulación de decenas de organizaciones.
Ante las elecciones, emitió un comunicado titulado "no votamos a Macri". El Foro Agrario está conformado por organizaciones diversas. Desde claramente kirchneristas, como otras críticas.
El 16 de agosto, luego de las votaciones, el Foro Agrario publicó una solicitada en el diario cooperativo Tiempo Argentino. "Carta abierta al candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández", comenzó el escrito. De detalló la necesidad de apoyar otro tipo de modelo agropecuario, de base popular y campesina, sin transgénicos ni agrotóxicos. Y con tres ejes principales: soberanía alimentaria, tierra y la construcción de un modelo productivo no extractivista.
A un mes de la solicitada, Alberto Fernández no recibió al Foro Agrario. Ni siquiera sus asesores se comunicaron con las organizaciones que impulsan otro modelo agropecuario.
Agustín Suárez, de la UTT, puntualizó que el Foro Agrario cuenta con 21 puntos consensuados para políticas para el sector campesino. Resaltó que si el próximo gobierno implementa esas propuestas habrá realmente una democratización de la matriz productiva, producción de alimentos sanos, precios justos para el pueblo y desarrollo de las economías regionales.
“No hay una real dimensión del espacio rural campesino, pequeño productor, por parte de Fernández. Incluso puede no haber valoración del espacio. Por eso se reúne con la Mesa de Enlace y no convoca al Foro”, alertó Suárez.
Juan Wahren, investigador del Conicet y del Instituto Gino Germani, tiene pocas expectativas: “De llegar a la presidencia, es muy probable que el gobierno de Alberto Fernández continúe y profundice este modelo extractivo primario exportador, justificado en que para salir de la crisis hay que desarrollar Vaca Muerta, generar divisas con la soja y similares y apostar a la inversión extranjera de las megamineras. El mismo relato que se instaló durante el menemismo, neoliberalismo, y que se mantuvo con pocas variaciones hasta hoy en día. El mito del desarrollo basado en los recursos naturales recargado”.

¿Qué grieta?

Los funcionarios kirchneristas inpulsaron el extractivismo. Y la militancia lo justificó de las más diversas formas: desde el "es necesario para el desarrollo del país", un intermedio "es una contradicción secundaria" (la primaria sería la relación capital-trabajo) hasta la crítica a los que luchan con el insostenible "le hacen el juego a la derecha", utilizada contra el Pueblo Qom en Formosa o las comunidades mapuches al inicio de Vaca Muerta.
Con el macrismo al mando algo cambió. Periodistas, académicos y militantes kirchneristas comenzaron a parecer preocupados por los mapuches, las comunidades kollas que enfrentan las mineras de litio y hasta por el desmonte en sus provincias aliadas (Chaco, Santiago del Estero). Descubrieron que el extractivismo es una contradicción fundamente de la injusticia social, y se cobra vidas.
Lo que hasta 2015 era justificado, con Macri fue rechazado y cuestionado.
“Si hubo una continuidad clara e indiscutible entre el kirchnerismo y el macrismo fue el modelo extractivo primario exportador, basado principalmente en el agronegocio, los hidrocarburos y la megaminería. Este modelo se sobrepuso a la denominada ‘grieta’ y los matices apenas pueden verse en si durante el kirchnerismo las regalías, impuestos y rentas que obtenía el Estado se utilizaban tímidamente para algún tipo de redistribución de los ingresos, orientados al consumo popular”, afirmó Juan Wahren, investigador del Grupo de Estudios Rurales (GER) del Instituto Gino Germani de la UBA.
Si el nuevo gobierno impulsa el agronegocio y la megaminería, como todo indica, resta esperar de qué lado se ubican los seguidores (sobre todo la militancia) de Fernández-Fernández.
Rosa Farías, de Andalgalá, resumió el sentir de las asambleas socioambientales, que se mantuvieron en lucha con el kirchnerismo y con Macri: “Desde Menem en adelante que los gobernantes sostienen este modelo. Alberto Fernández va a intentar avanzar con más minería. Pero acá la resistencia seguirá firme. Defendemos el cerro y la vida, sin importar quién gobierne”.

Darío Aranda
Revista MU

Capitán Santiago. Un documental sobre Hugo Irurzún




Documental sobre el combatiente internacionalista Hugo Alfredo Irurzún, integrante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), nacido en la ciudad de La Banda en Santiago del Estero a quien se señala como autor del disparo con un lanzagranadas en Asunción del Paraguay al ex dictador nicaragüense Anastasio Somoza Debayle.
Éste documental ha sido presentado el sábado 14 de septiembre en Bellas Alas, junto al libro "Hugo Irurzún, el Capitán Santiago. Un combatiente del ERP y del sandinismo" de Matías Exequiel Vicente.
La investigación, entrevistas y archivo, así como la producción general del documental ha sido hecho por Matías Exequiel Vicente. La edición de los materiales ha estado a cargo de Promedios, Servicios de Comunicación audiovisual.

sábado, 21 de septiembre de 2019

El Comandante y el rojo Vietnam




Fidel ondea, en Tri Thien, la bandera vietnamita.

En Cam Lo, en el frente de batalla Fidel arengó a los combatientes vietnamitas: “¡Lleven y coloquen esta bandera invicta en Saigón!” (VNA)
Rojo, para mi Vietnam es rojo. Si alguien me pidiera que identificara a la nación indochina con un color sin titubear diría que se ubica en los tonos escarlatas. Semejante criterio me lo formé a partir de mis primeras impresiones infantiles, porque llegué en 1971 a Hanói, durante una de esas infinitas crecidas del río, el que cada tanto se “rebela” contra el ingenio popular, que logra “semidomarlo” a través de una barrera natural a su alrededor, o dique. El mismo que contó con la colaboración de manos cubanas en una cadena humana ejemplar de nuestro amor a los vietnamitas, episodio que fuera filmado por el genial documentalista Santiago Álvarez.
Procedente de Moscú, en una húmeda mañana aterricé en el aeropuerto internacional de Nội Bài, junto con mi familia, ya que papá había sido designado embajador en la República Democrática de Vietnam (en el norte). Recuerdo que era verano porque en la capital de la entonces Unión Soviética hacía calor, algo que me sorprendió, pues de ella recordaba sus gruesas capas de nieve, apreciadas en viajes anteriores.
Pero al llegar a Hanói nos sorprendió un intenso sopor, acompañado de una sensación de ahogo, porque en el trayecto hasta la embajada nuestro carro marca Volga era cubierto de agua muy por encima de sus cuatro ruedas. Pensé que iba a tener que nadar en el turbio líquido que lo rodeaba todo en una altura de 1,3 metros y que había roto tres diques. Por esa causa, cómputos oficiales posteriores informaron sobre la muerte de cien mil personas.
Sin embargo, papi estaba confiado en la pericia del chofer vietnamita. Cada cierto tiempo la fuerza del nombrado Río Rojo (Song Hong) arrasa los muros de tierra dando lugar a una penetración marrón, debido a los muchos sedimentos que contienen sus aguas, que en ciertos tramos han alcanzando incluso los 14 metros. Durante la estación de lluvias (de mayo a octubre) tiene un caudal de 30 mil mililitros por segundo. Su corriente brota en la provincia china de Yunnan y desemboca, tras atravesar Hanói, en el golfo de Tonkín (Vinh Bac Bo).
Con ese susto recorrí la ciudad y precisamente por el impacto me fijé en todo: en los árboles que bordeaban los caminos anegados, en el revoloteo de los pájaros, en las típicas vendedoras ambulantes con sus canastas grandes a ambos lados de los brazos, que se movían por las partes secas del terreno. También llamó mi atención la profusión de niños que corrían con cientos de banderitas. Ahí se me presentó otra huella rojiza, porque era finales de agosto y los capitalinos engalanaban la ciudad para conmemorar el 2 de septiembre, el día en que Ho Chi Minh declaró, en 1945, la independencia y el surgimiento del socialismo en la naciente república.
Lo hizo en la plaza de Ba Dinh, a donde nuestro carro consiguió llegar “sano y salvo” de la furia del Río Rojo. Ya más tranquilos en esa amplia explanada, el “viejo” aprovechó para irnos contando un poco de historia local. Nos habló sobre la casa-museo del Tío Ho, y de la pagoda de una sola columna. Estábamos acostumbrados a esas charlas, obsequio paterno en cada uno de los puntos de nuestra itinerante vida por Asia. Confieso que andaba algo mareada y por eso mami debió darme a oler un poco de perfume, para sacarme del letargo.
Minutos después rebasamos la reja de entrada de la embajada, que mi memoria ha guardado como enorme. Una vez dentro tuvimos muchas muestras de simpatía en el salón de actos. Entonces el rojo volvió a deslumbrarme, y en esa oportunidad de un modo más emocional. Nuestras dos banderas compartían un mismo escenario y similar sentimiento de patriotismo: uno me llegaba del triángulo de la cubana y el otro desde la plenitud vietnamita, perfeccionada por su solitaria estrella, igual que la mía. Aprendí a amarlas mucho más porque ambas nos acompañaron, en los refugios, en las horas difíciles de 1972, durante los bombardeos yanquis contra Hanói.
Magníficas, ellas también escoltaron a Fidel en 1973 en su legendario recorrido por la tierra de los anamitas: rojo patria; rojo fuego; rojo Vietnam.

Nudo de amistad

En junio de 1969, con motivo de la visita a Cuba de Tran Buu Kiem (dirigente vietnamita que formó parte de la delegación negociadora en las conversaciones de paz en París), se convocó a un acto de masas en la Plaza de la Revolución donde habló el Comandante en Jefe. En su discurso afirmó que “(…) Vietnam ha sido además ejemplo, ha sido estímulo, ha sido prueba. ¡Y cualquier pueblo que haya estado dispuesto a resistir y a luchar —como lo ha estado siempre nuestro pueblo— sabe ahora, después de la experiencia de Vietnam, que se puede no solo resistir, no solo luchar hasta morir, sino que se puede resistir y luchar hasta vencer! (…)” los vietnamitas nos recuerdan lo mejor de la humanidad. Nos recuerdan lo más digno, lo más glorioso, lo más abnegado, lo más heroico que pueda albergar el corazón humano (…)”.
Bordó con emocionadas palabras el respaldo de la Isla al Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur (FNLV) y a las autoridades del norte socialista. Y en una lección magistral se aproximó a la autenticidad de la postura vietnamita en las conversaciones de paz, efectuadas un mes antes de la visita del dirigente asiático a La Habana.
El 8 de mayo de 1969, en las negociaciones en la capital francesa, la representación del Frente presentó una declaración de 10 puntos para una solución global de la agresión de Estados Unidos. El congreso yanqui había aprobado, en 1964, la incursión norteamericana a partir de los supuestos sucesos del Golfo de Tonkín.
El líder de la Mayor de las Antillas sentía un enorme respeto y admiración por los combatientes de “ojos de almendra”, como poéticamente apuntara José Martí en La Edad de Oro. También sentía una honda consideración hacia “El Venerable” Ho Chi Minh, fundador y primer presidente de la República Democrática de Vietnam (RDV).
Con esa carga entusiasta y comprometida fue que concibió su viaje, a pesar de la reticencia inicial de las autoridades vietnamitas, dado el peligro que suponía ir hasta allá. No obstante, el afecto y la solidaridad de Fidel pudieron más que el temor de los amigos.
A Raúl Valdés Vivó (mi padre) -embajador en Hanói, y años antes en plena selva- (en marzo de 1967 Cuba fue el primer país en reconocer al Gobierno Revolucionario Provisional de Vietnam del Sur) le correspondió persuadir a Pham Van Dong, primer ministro de la nación indochina. De manera informal este le confesó sobre sus ansias de visitar a la Isla de la Libertad, pero que, de momento, era irrealizable por el crudo escenario de la invasión yanqui. A lo que Valdés Vivó contestó: -Así que Fidel tiene dos motivos de queja. Ustedes no pueden ir a Cuba, lo que él comprende. Y él tampoco puede venir a Vietnam, lo que no comprende”. -¿Cómo?- le replicó el dirigente asiático- : Hanói es su casa. Viene hasta sin avisar”. -Es que para Fidel Vietnam es ahora el Sur. ¿Cómo llegar hasta aquí y no bajar? -le inquirió el diplomático caribeño.
En el libro El Gran Secreto: Cubanos en el Camino Ho Chi Minh, de la Editora Política, 1990, papá cuenta que Pham Van Dong “bajó la guardia” de las preocupaciones por la seguridad del Comandante para dar paso a la posibilidad: “Debemos pensar la idea de Fidel. Desde luego será nuestro gran secreto. A él menos que a nadie, compañero embajador. Le creo capaz de venir la semana próxima”. La conversación tuvo lugar en 1972 y en solo algunos meses se preparó el histórico desplazamiento, que se produciría el 12 de septiembre de 1973.

Hermanados en el frente de guerra

Ir de Hanói a Quang Binh, en la central provincia de Quang Tri, fue siempre un recorrido imaginado, pero los obstáculos eran disímiles. Este anhelo debe de haber latido en el corazón del patriota cubano mientras le daba la bienvenida a Tran Buu Kiem en la Plaza de la Revolución. Por esa época Quang Binh era la puerta del sur a la RDV y punto esencial de la resistencia del FNLV, de ahí la relevancia de batir concienzudamente y sin tregua al agresor.
El arrojo compartido le permitió a Fidel poder llegar a la “capital” del Gobierno Revolucionario Provisional de la República de Vietnam del Sur. Tiempo después el propio líder cubano evocó repetidamente ese inolvidable acontecimiento, tanto en sus discursos como en sus conocidas Reflexiones.
La cifra de soldados yanquis sobrepasó los 500 mil en Vietnam en 1969, momento considerado por los expertos como el más álgido de la guerra. Ya para esa fecha Fidel en La Habana confiaba ciegamente en la victoria, seguro de que la superioridad imperial iba a chocar con la superioridad del “río” heroico de hombres, mujeres y hasta niños, en torrente desbordado por la libertad.
En Cam Lo, en la colina 241, le fue regalada la enseña nacional de Vietnam, repleta de medallas; Fidel la devolvió, pero no por rechazarla, sino por sus convicciones. “¡Lleven y coloquen esta bandera invicta en Saigón!”, arengó a una tropa deslumbrada por la presencia del único mandatario del planeta que los visitó. El campo grana de ese estandarte simboliza la revolución y la sangre ofrendada por ella. Similar significado tiene el triángulo de nuestra bandera. Rojo-sangre que no dudaríamos en derramar por Vietnam Heroico: Fidel entre los primeros.
Pasarían muchos años para que pudiera volver. Al hacerlo en 1995 (y también en 2003) regresó al Sur. Caminó de nuevo por una Hanói renovada en imagen y planes aunque con similar afecto. Palpó con orgullo los agigantados avances de los hermanos. Pero no pudo sustraerse de sus narraciones de guerra. Visitó los túneles de Cu chí, y allí imaginó cómo la valerosa tropa vietnamita esperaba pacientemente la oportunidad idónea para lanzarse al combate llevando la bandera en alto. Cientos fueron a la lucha: por el rojo Vietnam; por Cuba y su eterno amigo, Fidel.

María Victoria Valdés Rodda

jueves, 19 de septiembre de 2019

Casi 50 mil obreros de General Motors en huelga en Estados Unidos




Casi 50 mil trabajadores de General Motors (GM) de más de treinta plantas iniciaron una huelga este lunes en Estados Unidos para conquistar un convenio colectivo de trabajo digno, en medio de las negociaciones truncadas entre la empresa y el sindicato United Auto Worker (UAW). La última medida de fuerza obrera se había producido hace 12 años.
Los intentos de negociación tuvieron lugar este fin de semana. Allí, la UAW colocó en la mesa el pliego de reivindicaciones votado en asamblea: mejoras salariales, reapertura de fábricas cerradas y, uno de los puntos más fuertes, que la empresa vuelva a hacerse cargo de los costos totales de las prestaciones médicas y las jubilaciones. La empresa se negó completamente. Ofreció en primera instancia un bono especial por cumplimiento de objetivos, lo que, de antemano, significa el aumento de la carga forzosa de trabajo por igual salario. Ello, sin el reingreso de los suspendidos y despedidos. Y, además, exigió que los trabajadores se hagan cargo de un porcentaje aún más alto de las prestaciones médicas y las jubilaciones. Con la huelga iniciada, GM agregó sobre la mesa la promesa de invertir 7 mil millones de dólares en cuatro plantas de distintos estados, que poco sirvió para detener las medidas de fuerzas.
Presionada por las bases, la directiva de UAW se vio obligada a levantarse de la mesa y adherirse a la huelga que automáticamente iniciaron los trabajadores desde la mañana de este lunes.

Una entrega total, la historia de UAW

La conmoción de la huelga recuerda las jornadas históricas de 2007, donde los trabajadores pararon por 48 horas. En ese entonces, la UAW logró quebrar la huelga con el pretexto “si le va bien a la empresa, nos va bien a todos”. Pidió paciencia y comprensión por la crisis de Wall Street. Esa “paciencia” le costó mucho a los trabajadores: UAW concedió que los costos totales por obras sociales y jubilaciones pasen al bolsillo de los trabajadores, y GM logró desentenderse completamente de los mismos.
Estos convenios se discuten cada cuatro años y en cada uno de ellos, los trabajadores han visto puros golpes. En 2015, ante el temor de que los trabajadores vuelvan a parar, General Motors asumió un porcentaje mínimo de las prestaciones médicas. Pero lo que no recortó de un lado, lo hizo de otro: en noviembre de 2018, cerró cinco fábricas en Estados Unidos, dejando a 14.500 trabajadores despedidos. En Argentina se vivió algo similar: este año, 1.500 trabajadores rosarinos fueron suspendidos. GM se escuda en que muchos analistas internacionales anticipan una nueva recesión mundial para tapar que festejó la navidad de 2018 con ganancias netas de 11.800 millones de dólares.
La UAW es el principal sindicato automotriz en Estados Unidos, y nuclea a cientos de miles. Sin embargo, lejos de poner en acción a los obreros, permaneció siempre paralizada. Ahora, se colocan en posición combativa junto a los trabajadores por mero oportunismo. Buscan hacer prensa para tapar los casos de corrupción que el FBI endilga al presidente del sindicato, Gary Jones, por desvíos de fondos de las cajas del sindicato.

Solidaridad con la lucha… de cara a las elecciones

Cercanos los comicios presidenciales, el oportunismo electoral también aterriza sobre la huelga. Ni lentos ni perezosos, los congresistas del Partido Demócrata hicieron gala de su solidaridad con los trabajadores vía Twitter, buscando traducir su bronca en votos para noviembre. Por su parte, Donald Trump, que sostuvo un cruce con la compañía cuando esta anunció el cierre de las plantas y la relocalización de parte de su producción a China, llamó a las partes a un acuerdo. La política proteccionista del primer mandatario consiste en un reposicionamiento de la industria local a costa de los ingresos de los trabajadores.
En cualquier caso, todas estas repercusiones muestran el impacto político que ha causado la huelga.

Para los trabajadores, un desafío

En este escenario, los trabajadores se enfrentan a la empresa para recuperar sus conquistas perdidas y luchar por un convenio colectivo de trabajo digno, por aumento salarial y por cobertura de prestaciones médicas.
Un triunfo de esta lucha sería un gran aporte para todo el movimiento obrero norteamericano.

Álvaro Chust

miércoles, 18 de septiembre de 2019

46 años de orfandad, la "vida eterna" de Víctor Jara




"Es ahora, cuando la extrema derecha se pasea por Estados Unidos, por América Latina, por Europa… que Víctor Jara, cuarenta y seis años después, debe ser eterno. Más que nunca", escribe el autor.

“Canto que mal que sales

cuando tengo que cantar espanto.

Espanto como el que vivo,

espanto como el que muero”

Estos fueron los últimos versos que alcanzó a escribir Víctor Jara en una desgajada libreta minutos antes de ser ejecutado el 16 de septiembre de 1973. Cinco días antes había comenzado el golpe de Estado del general Augusto Pinochet contra el Gobierno legítimo de Salvador Allende en Chile. El 12 de septiembre por la mañana, Victor Jara se encontraba en la Universidad Técnica del Estado cuando fue detenido junto a parte del profesorado y del alumnado. De allí fueron trasladados al Estadio Chile, ahora rebautizado como Estadio Víctor Jara.
En el lugar, convertido en una especie de campo de concentración para prisioneros afines a Allende, los golpistas reconocieron rápidamente a Jara. El cantautor se había convertido en un símbolo dentro y fuera de Chile. Era el compositor del bajo pueblo, el que le cantaba al viento de Miguel Hernández, a la lucha de la clase obrera, esa que siempre riega con su sangre las guerras. Víctor Jara le escribió a los campesinos a los que el sol la piel pone negra, a los que el sudor hace surcos, a sus padres. A los explotados que pierden la vida, a los que toito se lo han quitao. En definitiva, Víctor Jara escribió y cantó a quienes nunca nadie escribe y canta, a quienes no lucen en una canción. Y por eso mismo era tan peligroso para Pinochet y los suyos.
“¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!”, cuenta el abogado Boris Navia, también recluido, que gritó un oficial cuando vio a Jara en la fila dentro del estadio. “¡A ese hijo de puta me lo traen para acá!”, repitió. “A ese huevón, ¡a ese!”, gritaba mientras señalaba al cantautor. “¡Che, tu madre! Vos sois el Víctor Jara huevón. El cantor marxista, ¡el cantor de pura mierda!”, cuenta Navia que le dijo para, acto seguido, comenzar a patear el cuerpo y la cara del compositor, que se protegía como podía. Todo ello, sin perder la sonrisa. Porque, según han contado los testigos, Víctor Jara jamás perdió la sonrisa. Un sonrisa de trinchera que había que defender de la miseria y los miserables, que diría Mario Benedetti.
Pasó el miércoles 12 de septiembre y el jueves 13. Casi 5.000 presos se amontonaban en el Estadio Chile. Víctor Jara no había probado bocado. Tenía varias costillas rotas y un ojo reventado. Aprovechando un revuelo la tarde del jueves, algunos presos dieron un poco de agua al cantautor, incluso le consiguieron un huevo crudo, el cual Jara perforó con una cerilla para poder sorberlo, siempre según la versión de Boris Navia. Ese día consiguió dormir con sus compañeros. Parecía que los sublevados se habían olvidado de él. El sábado 15 de septiembre, el compositor tomó papel y lápiz y escribió sus últimos versos para quedar grabado en el papel el espanto que estaba viviendo. Espanto que le llevaría a la muerte poco después.
Víctor Jara llegó a ser nombrado embajador cultural cuando Allende alcanzó el poder en 1970. Fue el protagonista de un esplendor cultural sin precedentes en la historia de Chile. Y a pesar de erigirse como un mito, Jara jamás rompió con sus raíces, sino que decidió envolverse en ellas, en sus miserias, en su belleza. Quería la revolución como también la querían el joven secundario, el universitario y el proletario. Y para ello siempre pensó que la educación sería la vía para conseguirla.

«En la Universidad

se lucha por la reforma

para poner en la horma

al beato y al nacional.

Somos los reformistas,

los revolucionarios,

los antiimperialistas,

de la Universidad.

["Móvil” Oil especial]

Los soldados vuelven a torturar al cantor a culatazos. “Dos veces alcanza a levantarse Víctor, herido, ensangrentado. Luego no vuelve a levantarse. Es la última vez que vemos con vida a nuestro querido trovador. Sus ojos se posan por última vez sobre sus hermanos, su pueblo mancillado”, recordó Navia en el acto homenaje al cantautor en 2003. Era el momento de callar para siempre a Víctor Jara. Incluso de cortarle la lengua para que nunca más se escuchase a la voz del pueblo.
Cuarenta y cuatro balas terminan con la vida de uno de los compositores más importantes de la historia. Terminó la vida del trovador que estaba a punto de cumplir 41 años, y su cuerpo fue arrojado junto al Cementerio Metropolitano, donde un trabajador le reconoció y avisó a su mujer Joan. Desde ese día, como Quilapayun –grupo en el que Jara ejerció como director artístico entre1966 y 1969– dijo durante un concierto, sus míticos ponchos tomaron otro sentido que el que le dieron cuando inventaron sus trajes: “Ahora son un luto que llevamos y llevaremos siempre por Víctor”.

Te recuerdo Amanda

“La vida es eterna en cinco minutos”, escribió y cantó. La obra de Víctor Jara es eterna y universal, con las ventajas y peligros que eso implica. Tanto es así que, en la edición 2017 de Operación Triunfo, la ganadora Amaia Romero interpretó Te recuerdo Amanda , la canción más conocida del trovador dedicada a las precarias condiciones laborales en las fábricas. La lucha de clases en apenas dos minutos y medio, posteriormente convertido en un himno contra la dictadura de Pinochet. En la canción, Amanda visita a su querido Manuel, trabajador de una fábrica. Día tras día, en sus cinco minutos de descanso. Esos cinco minutos donde la vida es eterna, donde la vida gris del proletario desaparece, donde solo importan Amanda y Manuel. Pero un día, Manuel falta a su cita con Amanda. Ha muerto. Los trabajadores siguen muriendo. En 2018, en España murieron 652 personas víctimas de accidentes laborales .
La canción la escucharon millones de personas en enero de 2018, en Televisión Española, en el ya mencionado programa. Millones de personas entre las que, quizá, alguna se interesó por la música de Víctor Jara si es que no la conocía ya. Es importante que este tipo de música tenga cabida en un espacio como OT a sabiendas de que, como explicaba la diputada de En Marea Ángela Rodríguez Pam , “el capitalismo se apropia de las estrategias emocionales y obtiene rentabilidad de ellas”. Sabemos que Te recuerdo Amanda en OT fue puro marketing y que la venda no va a caer tan fácilmente. Pero era necesario.
Es necesario. Es necesario para una juventud huérfana de letras que hagan pensar, en un mundo donde todo suena igual y las canciones no dicen nada. Un mundo en el que, como escribía el recientemente fallecido Juan Carlos Aragón , “no vaya a ser que se cante / con el puño que se alza / como un himno de esperanza / de los que ahora no hay”. Y es ahora, cuando la extrema derecha se pasea por Estados Unidos, por América Latina, por Europa… que Víctor Jara, cuarenta y seis años después, debe ser eterno. Más que nunca.

Dani Domínguez. Periodista entrópico recién salido de las aulas. Máster en Comunicación Política por la UCM. Con la lupa puesta sobre las grandes empresas. Músico y extremeño.