viernes, 30 de junio de 2023

jueves, 29 de junio de 2023

A 50 años de la heroica Huelga General


El trabajo alienado en Karl Marx | con Marcello Musto


1973, Uruguay militarizado y Kissinger con 50 años

El golpe de Estado en Guatemala en 1954, como el golpe en Brasil en 1964 y la invasión a República Dominicana en 1965, son hechos que caracterizan el entorno político del golpe de Estado de 1973 en Uruguay. 

 En los archivos del entonces quincuagenario Henry Kissinger (hoy centenario con crímenes en su historial que es preciso contar por miles) figura el encuentro en Londres, en diciembre de 1971, entre Richard Nixon y Edward Heath, en el que Nixon recomienda seguir alentando a la dictadura militar de Brasil, que ayudó a “arreglar las elecciones uruguayas”. 
 Pasajes como este constituyen un desmentido a la afirmación de los medios controlados por corporaciones de que la imposición política de las grandes potencias va dirigida a preservar la democracia. Las urnas tiradas en cualquier lugar y la cantidad de votos superior al número de electores son trucos concebidos por estrategas imperialistas. Se aplicaron en Uruguay y se han aplicado en otros países (en República Dominicana, por ejemplo, en 1966 y en 1994). 
 Al fraude se suma un libreto de acción, la llamada Operación 30 Horas, elaboración yanqui para ser ejecutada por Brasil. La dictadura militar brasileña intervendría militarmente a Uruguay para reponer al presidente Jorge Pacheco Areco en caso de que el Frente Amplio, agrupación de la cual formaba parte el Partido Comunista, ganara las elecciones de 1971. Huelga mencionar, junto al nombre de Pacheco Areco, los de Nixon y Kissinger. La dictadura argentina no participaría en la manipulación electoral, pero apoyaría un golpe de Estado para reinstaurar a Pacheco. 
 Se trataba de apuntalar el atraso político y a ese proyecto dedicaron sus esfuerzos los representantes del anticomunismo en América y el resto del mundo.
 Asumieron como de alto interés nacional y regional el combate a los grupos contestatarios y a las organizaciones armadas que surgieron en el ambiente de represión instaurado con la crisis generada por el agotamiento del modelo de sustitución de importaciones y el descrédito de un liderazgo desfasado, servil y criminal. 

 LOS SEÑORES DEL GARROTE 

 El presidente que el 27 de junio de 1973 disolvió el Congreso, Juan María Bordaberry, fue electo mediante la manipulación que Nixon y Kissinger reconocen en 1971, y representaba la línea directa de continuidad de Pacheco Areco. Los sufragios fueron “contados” para favorecer a la derecha representada por el Partido Nacional o Partido Blanco, que perdió por poco margen, y el Partido Colorado, que postuló a Bordaberry. Al Frente Amplio, que postuló a Líber Seregni, apenas le asignaron en el conteo el 18.3 por ciento. 
 El imperialismo y las dictaduras continentales actuaban en Uruguay con descaro tanto en la represión a la resistencia interna (el principal brazo armado de esa resistencia era el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros) como en el trabajo contra los movimientos revolucionarios latinoamericanos y en la conspiración contra los gobiernos de Cuba y de Chile. 
 Con apoyo internacional y colaboración de la oligarquía uruguaya, Pacheco Areco había comenzado a aplicar, en junio de 1968 (hace 55 años, si de aniversarios se habla), las Medidas Prontas de Seguridad, MPS. Fueron congelados los precios (en términos oficiales, aunque no en los hechos), fueron congelados los salarios y la libertad sindical fue eliminada de facto. La tortura, las detenciones masivas y el asesinato de opositores pasaron a formar parte de lo cotidiano en Uruguay. ¿Es esto democracia?
 En 1969 llegó Daniel Anthony Mitrione (Dan Mitrione), definido como experto en contrainsurgencia por sus jefes de la International Cooperation Administration.
 Mitrione estuvo en Santo Domingo después de la intervención de 1965 y durante años colaboró también con los cuerpos represivos de Brasil. En Uruguay, convirtió su casa en centro de entrenamiento de torturadores, a quienes orientaba sobre los niveles de dolor y las medidas de daño permanente indicadas para arrancar confesiones y dominar la voluntad del opositor prisionero antes de liberarlo, matarlo o dejarlo en algún pasillo donde le llegara la muerte tras una larga agonía. 
 Mitrione fue atrapado, interrogado y fusilado por los tupamaros en 1970. Algunos medios de Europa y de Estados Unidos se unieron al “llanto” de Pacheco Areco (que declaró Duelo Nacional) y otros editorializaron calificando de extremista y no caballerosa la acción de los tupamaros. 
 La Casa Blanca lo describió como luchador por el progreso pacífico. Nixon asistió a su funeral. ¡Habrán borrado esta nota los defensores del orden que resguarda a banqueros, terratenientes, petroleros, fabricantes de armas y actores similares! 
 No fue Mitrione el único agente yanqui tomado prisionero, pero su caso tuvo alta presencia mediática. 
 La disolución del Parlamento fue una acción tomada por Bordaberry, pero diseñada por la derecha nacional y regional y los estrategas imperialistas. 
 Trascienden estos hechos las fronteras de la tierra en que nació José Artigas. La injerencia imperialista auspició la alianza de las dictaduras suramericanas, que orquestaron, bajo la dirección de estrategas yanquis, europeos e israelíes, proyectos criminales como el Plan Cóndor, que cobró decenas de miles de vidas en América Latina.
 La dictadura militar uruguaya (en su versión sin disfraces) se prolongó hasta 1985. Juan María Bordaberry, Alberto Demicheli, Aparicio Méndez y Gregorio Álvarez, ejercieron como gobernantes con el sello del Partido Nacional o el del Partido Colorado, pero es obligatorio incluirlos en la lista de lacayos encargados de coordinar, a nivel continental, las más repugnantes tropelías. 
 En el Archivo de Seguridad Nacional figura un documento en el cual se hace constar que el entonces secretario de Estado de Estados Unidos revocó el 16 de septiembre de 1976 la orden que había dado un mes antes a los embajadores yanquis en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Bolivia y Uruguay de que advirtieran a los regímenes militares que se abstuvieran de cometer una «serie de asesinatos internacionales». A esta negativa atribuyen muchos analistas la consumación del asesinato del dirigente chileno Orlando Letelier. 
 No causa asombro que Kissinger decidiera dejar las manos sueltas a sus agentes del crimen, pero es indignante el poder de Estados Unidos para sembrar muerte en América Latina formando, entrenado y otorgando poder a esos agentes. La conquista de la soberanía es una meta irrenunciable.
 Hoy, agentes de la misma estructura de poder, (Joe Biden, Donald Trump, Antony Blinken, Laura Richardson, Mike Pompeo…) se presentan en América Latina como agentes de la democracia y posan junto a presidentes (casi todos poseedores de hediondas fortunas) y a legisladores comprometidos con el robo y el saqueo, ordenando mantener a disposición de los intereses imperiales los recursos que deben ser destinados a eliminar la miseria y a superar el subdesarrollo. 
 Es una expresión de estafa política el coro de los progresistas que temen ser calificados como revolucionarios (en realidad no lo son). La autodeterminación de los pueblos tiene como requisito la soberanía, para cuya conquista es indispensable romper los lazos con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y combatir el proyecto imperialista. Sumarse a ese proyecto es una acción retrógrada, no importa el pretexto que se utilice.
 A cincuenta años del inicio formal de la dictadura en Uruguay, que se prolongó hasta 1985, la derecha continental sigue a la orden de los sustentadores de un proyecto de saqueo que se actualiza con las nuevas necesidades, pero acentúa su definición de criminal… No es Kissinger el único mal que puede durar 100 años… El proyecto imperialista será derrumbado por la fuerza de los pueblos… Es necesario, pues, impulsar la toma de conciencia para imprimir contundencia a la lucha… Por la preservación de la vida, por la dignidad. 

 Lilliam Oviedo | 27/06/2023

Uruguay, Prohibido pensar: Doce años de una gran cárcel en un pequeño país

“No es dictadura” fue el título de la portada del emblemático semanario uruguayo Marcha, que dirigía Carlos Quijano. Así titulaba su edición a tres días del golpe de Estado cívico-militar del 27 de junio de 1973. Más abajo, en la misma tapa, se reproducía el Decreto completo de disolución del Parlamento.
 Ese mismo 27 de junio de 1973, los trabajadores y la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) empezaron la Huelga General más larga de la historia del país. Duró 15 días. El 30 de junio, el dictador y sus cómplices ilegalizaron la CNT. Un año después, en noviembre de 1974, la dictadura cerró Marcha. En sus páginas, habían escrito y escribían intelectuales como Jorge Luis Borges, Juan Carlos Onetti, Rodolfo Walsh, Eduardo Galeano y Mario Benedetti. 
 La sangrienta dictadura uruguaya permaneció en el poder hasta 1985. En esos doce años, el régimen uruguayo se convirtió en el mayor verdugo de sus ciudadanos, torturando, asesinando, encarcelando y aterrorizando. Uruguay se transformó en una gran cárcel: en 1976 tenía el índice más alto de prisioneros políticos por cantidad de habitantes de América del Sur y posiblemente del mundo entero.
 Eduardo Galeano escribió al respecto: «Durante los doce años de la dictadura militar, Libertad fue nada más que el nombre de una plaza y una cárcel… estaban presos todos, salvo los carceleros y los desterrados: tres millones de presos… A uno de cada ochenta uruguayos le ataron una capucha en la cabeza; pero capuchas invisibles cubrieron también a los demás uruguayos, condenados al aislamiento y a la incomunicación, aunque se salvasen de la tortura. El miedo y el silencio fueron convertidos en modos de vida obligatorios». 
 El Golpe en Uruguay hizo que tuvieran que exiliarse Los Olimareños, Alfredo Zitarrosa, José Carbajal (El Sabalero) y Daniel Viglietti, entre muchos otros grandes artistas de ese tiempo, pero antes de marcharse, Viglietti llegó a publicar el álbum Trópicos, cuya estatura artística alcanzaría niveles notables, aún hoy importantes aunque hayan pasado 50 años. 
 Junto con Argentina y Chile, Uruguay fue uno de los países más activos del terror transnacional conocido como “Plan Cóndor”, cuyas garras recorrieron toda Sudamérica. Centenares de uruguayos exiliados en Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Bolivia fueron secuestrados y desaparecidos. A 50 años del retorno de la democracia, la mayoría de esos crímenes aún siguen sin castigo. La impunidad con la que se cometieron esos horrores en los años 70 se institucionalizó en 1986 cuando el parlamento democrático sancionó la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado. 
 Una ley de nombre largo y rebuscado con un simple objetivo: dejar en el silencio las atrocidades cometidas por el estado uruguayo, en ese caso por la camarilla cívico-militar. La impunidad prevaleció durante 15 años. 
 “Ni verdad, ni justicia” pareciera haber sido la fórmula de los tres gobiernos uruguayos entre 1985 y 2000. Hasta 1999, políticos como el ex Presidente Julio María Sanguinetti podían afirmar a la prensa que «en Uruguay no desapareció ningún niño». Pero esas mentiras se hacían insostenibles. 
 Gracias a la labor incansable de los sobrevivientes, sus familiares, las ONG, la central sindical y algunos jueces y fiscales comprometidos se llegó en 2002 al primer procesamiento en el país. El acusado fue el ex canciller Juan Carlos Blanco por la desaparición de la maestra Elena Quinteros en 1976 desde dentro del predio de la embajada venezolana en Montevideo. 
 También en 2002, Sara Méndez pudo encontrar a su hijo Simón, que tenía apenas veinte días cuando ambos fueron secuestrados en Buenos Aires en 1976 bajo el Plan Cóndor. 
 En 2000, había aparecido en Montevideo Macarena Gelman -nieta del famosos poeta argentino Juan Gelman. Su mamá, Maria Claudia, había sido llevada a Montevideo desde Buenos Aires a finales de 1976. Dio a luz allí y luego fue asesinada. Su hija Macarena fue apropiada ilegalmente por un policía.
 Estas historias no sólo evidencian que en Uruguay habían desaparecido niños, sino también demuestra la existencia de la coordinación de terrorismo de estado entre los países. 
 El hallazgo del cuerpo de Julio Castro, secuestrado en 1977, torturado y asesinado de un disparo en la nuca, desveló otra mentira: los desaparecidos no fueron ningún “exceso”. Exiliados que regresan para encontrar un Uruguay distinto, desterrados que ya no vuelven y rehacen sus vidas en países lejanos, gentes que se quedaron y sufrieron la dictadura y otros que permanecieron indiferentes ante los desmanes. Una amplia galería de personajes construyen Andamios , la última novela de Mario Benedetti. 
 Escribir Andamios fue una experiencia dolorosa para Benedetti, que regresó a Uruguay en 1985 tras un largo exilio que discurrió por Argentina, Cuba y finalmente España. Define de modo muy gráfico la herencia que dejó la dictadura militar en Uruguay (1973-1985) como «un legado de mezquindad». «Sin duda todos sienten, sentimos la derrota», añade Benedetti: «el país cambió y el reencuentro entre los exiliados que volvieron y aquellos que se quedaron ha estado teñido de resquemores y de recelos». 
 En marzo de 1975 se instalaba definitivamente en Madrid el escritor uruguayo Juan Carlos Onetti. Dejaba atrás Montevideo y una breve temporada en el infierno: una prisión y un sanatorio psiquiátrico. La pena había surgido de un premio y un relato: “El guardaespaldas”, del escritor Nelson Marra, premiado en el concurso organizado por Marcha, por el jurado compuesto por JuanCarlos Onetti, Jorge Ruffinelli y Mercedes Rein. 
 Entre el 9 y el 11 de febrero de1974, el director del semanario (Carlos Quijano), el autor del relato y el jurado que lo había premiado –salvo Rufinelli, contratado en aquellos momentos por una universidad mexicana–, serían arrestados por las fuerzas militares bajo la acusación de pornógrafos, aun cuando la obra había aparecido publicada con una nota, expresamente redactada por Onetti, en la cual se señalaba que “el cuento ganador, aun cuando es inequívocamente el mejor, contiene pasajes de violencia sexual desagradablese inútiles desde el punto de vista literario”. 
 La preocupación de los censores no era estilística sino que habían creído identificar, en la obra de Marra, el retrato y un espejo de las interioridades, con toda su degeneración y patológico sadismo del comisario Héctor Morán Charquero, represor muerto en 1970 por el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. 
 La acusación de pornografía fue recogida semanas más tarde por el escritor argentino Julio Cortázar en un diario mexicano, donde solicitaba la excarcelación de los detenidos y comentaba igualmente el“emplazamiento” del gobierno uruguayo al “New York Times” –que había tildado el encarcelamiento de “arbitrario”– para que publicase el relato de Marra y pudiera así el lector estadounidense juzgar “las razones que justifican la medida tomada por el Uruguay”.
 Cortázar burlaba de esta petición, señalando que nada podría escandalizar a quienes ya habían pasado “por la escuela de Henry Miller y de Norman Mailer”: “no van a sonrojarse por la eventual pornografía de un relato que, por lo visto, presenta a un guardaespaldas homosexual que termina siendo ejecutado por los tupamaros; como si en Francia los lectores de Jean Genet o de Tony Duvert fueran a sobresaltarse por un tema que incluso comienza a fatigarlos por repetitivo”.
 Pasaron 50 años. Ya no están ni Quijano, ni Onetti, ni Galeano, ni Benedetti, ni Cortázar. Ya callaron sus voces El Sabalero, Viglietti, Zitarrosa. Todavía hay quienes reivindican la dictadura -por suerte son los menos-, mientras siguen apareciendo, en cuarteles del Ejército, restos óseas de “desaparecidos” de hace más de medio siglo. 

 Nora Rusquellas. Historiadora y docente universitaria.

miércoles, 28 de junio de 2023

La crisis capitalista y su estructura son aspectos inseparables.

La crisis del capitalismo está en su propia naturaleza. El capitalismo para seguir viviendo debe desarrollar de forma permanente la fuerzas productivas. Ellas llevan implícitas el retraso de las relaciones de producción. Este aspecto genera una sucesión de acontecimientos, como ser el desplazo de fuerzas de trabajo vivo, producto de la incorporación de la revolución científica-tecnológica. 
 Por lo tanto se incorpora más trabajo muerto. Sabemos también que el capitalismo tiene centros cardinales uno de ellos es la explotación y la extracción de plusvalía, al reducirse el número absolutos el trabajador/proletario se intensifica la explotación en menor cantidad de asalariados. 
 El núcleo central del capitalismo es la plusvalía y por tanto máxima ganancia. Si cae en términos absolutos el números de explotados en relación contractual, cae también la plusvalía generalizada afectando la tasa de ganancia y este debe resolverlo de otra forma. Para ello utiliza lo que se conoce como exportación de capitales, funciona el aparato financiero y la Banca Mundial, es decir el dinero se transforma en mercancía, ese es el fetiche del que hablaba Carlos Marx. 
 Aun así no logra recomponer la tasa de ganancia esta sufre una caída tendencial constante.
 El capitalismo vive hoy lo que se conoce como su estadio superior o último, ese es el Imperialismo como categoría económica. En este trance el capitalismo en su fase final recurre ya no solo a la explotación intensiva, sino que debe recurrir a la acumulación originaria, por eso en esta etapa agonizante del capitalismo devenido en Imperialismo, irrumpe este como su fase más cruel y despiadada.
 Se trata de obtener para si todo los recursos naturales y despliega su fuerza militar que actúa en dos direcciones una - no es novedad - son las guerras preventivas es decir guerras de rapiñas. La otra es también un circulo concéntrico que apunta a resolver circunstancialmente la crisis coyuntural a través de la industria pesada es decir la industria bélica, que a su vez genera mayor cantidad de ventas de armamentos. 
 Todo ello se retroalimenta con la acción de la emisión de bonos y letras, es decir el juego bursátil.
 Es mucho más extenso y complicado, para sintetizar esta es la situación en los rasgos más generales. 
 Es el capital financiero y todos sus nuevos soportes, la dictadura más siniestra que padece el mundo de los explotados en su mas diversas formas. 
 No decirlo es un acto de complacencia, ignorancia o complicidad. 

 Osbaldo Zuñiga

Colombia, frente a un momento político clave


Petro en el acto del 1 de Mayo

 A menos de un año de su victoria electoral, el gobierno de Gustavo Petro atraviesa su momento político más difícil: la derecha alienta manifestaciones en su contra, le estalló un conflicto interno que lo obligó a deshacerse de dos de sus colaboradores más importantes, y un paquete de reformas clave para el futuro de su administración -salud, laboral y jubilatoria- se encuentra bloqueado en el parlamento.
 En cuanto a las protestas, fueron organizadas la semana pasada por el uribismo contra algunos proyectos del oficialismo y en ellas se escuchó la consigna Fuera Petro. Mientras tanto, ese mismo espacio político se vale de algunas de sus posiciones en el aparato estatal para debilitar al mandatario. La procuradora general Margarita Cabello, ministra de justicia durante la gestión de Iván Duque, lleva a cabo varios procesos contra legisladores del Pacto Histórico, entre ellos el del senador Iván Flores, quien fue separado de la cámara por ocho meses tras acusar de corruptos y asesinos a policías de Cartagena. El gobierno señala también la animosidad del fiscal general Francisco Barbosa, designado por Duque, y del Consejo de Estado. Denuncia un golpe blando en marcha que, tratándose del uribismo, conviene tomar con seriedad. 
 Además de organizar los mítines, la derecha está sacando rédito político del caso de espionaje ilegal contra una niñera que llevó al reciente desplazamiento de la jefa de gabinete, Laura Sarabia, y del embajador en Venezuela, Armando Benedetti. Un escándalo con filtraciones a los medios y fuertes pases de factura al interior del oficialismo.

 Bloqueos 

Recordemos que, una vez en el poder, el dirigente del Pacto Histórico había anudado un acuerdo de gobierno con el Partido Liberal, el Partido Conservador y el Partido de la U, tres formaciones tradicionales de la política colombiana, con el propósito de alcanzar una mayoría parlamentaria y dar una señal de moderación ante la clase dominante. En esa misma línea, designó como ministro de Hacienda a José Ocampo, un economista de centroizquierda respetado por el gran capital. Petro se reunió incluso con el expresidente Alvaro Uribe como parte del mismo planteo conciliador. 
 En su luna de miel, por así llamarla, Petro logró la aprobación de una reforma tributaria que sube los impuestos a las petroleras y mineras, y normalizó relaciones con Venezuela. Pero enseguida se topó con la resistencia del uribismo y el resto de los partidos tradicionales ante otros proyectos que había prometido en la campaña electoral. 
 Respecto a la reforma laboral, que pone límites a la tercerización y los contratos por tiempo fijo, cambia el horario de nocturnidad y aumenta el pago de domingos y días festivos, una comisión de la Cámara de Representantes acaba de fulminarla, por lo que el gobierno sopesa si la reimpulsa en sesiones extraordinarias o vuelve a la carga en el próximo período legislativo, que empieza en julio. Es interesante observar que la reforma no prosperó siquiera en una versión más devaluada que había formulado el oficialismo.
 La reforma sanitaria, que podría eliminar las Entidades Promotoras de la Salud (EPS), intermediarias privadas entre los usuarios y las clínicas y hospitales, pasó la votación en comisión en Representantes pero luego se estancó. El jefe del Partido Liberal, el expresidente César Gaviria, es uno de los principales enemigos de la misma. 
 La reforma jubilatoria fue aprobada por una comisión del Senado, pero encuentra dificultades para avanzar en las votaciones que le quedan en el pleno de esa cámara y en Representantes. El corazón de esta iniciativa consiste en que Colpensiones -organismo estatal- asegure una pensión de 50 dólares para 2,5 millones de personas que no reciben ingresos jubilatorios. Las aseguradoras privadas seguirían existiendo, pero el organismo público concentraría un porcentaje de aportes mayor que en la actualidad para financiar la medida. Como la informalidad laboral asciende al 58 por ciento, la mayoría de los colombianos está en riesgo de no poder acceder a una pensión. El gobierno de Petro busca poner un parche ante esta situación dramática: 50 dólares es apenas un cuarto del salario mínimo. 
 Petro impulsa estos proyectos (de características fuertemente limitadas) porque es consciente de que Colombia viene de una rebelión popular, y si no hay algún cambio, sobrevendrá una gran frustración con su gobierno. Las encuestas indican que su aprobación ya ha empezado a caer. Es que los meses pasan sin que se produzcan las transformaciones prometidas. Ni siquiera ha sido juzgado el aparato represivo que mató a más de un centenar de manifestantes. 

 Conciliación 

El bloqueo parlamentario de la derecha puso a Petro ante el riesgo de un impasse, por lo que buscó aires con una reformulación del gabinete. Desplazó hace poco más de un mes a los conservadores y a La U, aunque no a los liberales. Incorporó gente de fuerzas más afines, como la Alianza Verde. En Hacienda asumió Ricardo Bonilla, que lo acompañó mientras estuvo al frente de la alcaldía de Bogotá, quien comparte con su predecesor en el cargo, no obstante, el respeto a la regla fiscal y el statu quo. 
 Petro también promovió dos movilizaciones de las centrales sindicales para darle aliento a su paquete de reformas. En el acto del 1 de mayo, en medio de críticas a los grupos empresarios, advirtió que “querer coartar las reformas puede llevar a la revolución” (El País, 1/5) . Pero su intención no es abrir un curso revolucionario sino llegar a un acuerdo de convivencia con la derecha.
 En la cuestión clave de la tierra se ve muy nítidamente esta orientación. Petro insistió en que no expropiará y que pagará la tierra para la reforma agraria. Y todo esto, cuando él mismo admite que así solo ha conseguido 17 mil hectáreas de las 3 millones que necesita (ídem). 
 En pocas palabras, mientras Petro se mueve tímidamente, la burguesía se sienta sobre sus privilegios y la derecha no deja pasar ninguna oportunidad para reposicionarse. 
 La transformación social de fondo que Colombia necesita plantea como una cuestión decisiva la organización y movilización de las masas obreras y campesinas, con independencia total de la burguesía y sus partidos.

 Gustavo Montenegro

Uruguay: 50 años después del golpe


Hubo actos, un paro y reconocimientos a las víctimas 

 Gabriel Otero, diputado del Frente Amplio, cuenta cómo sufrió el terrorismo de Estado. Vivió en prisión junto a su madre, una presa política. 

 A cincuenta años del golpe de Estado, Uruguay bien puede celebrar aquellas dos líneas que Mario Benedetti, de poeta a poeta, le regaló a Rafael Alberti: “Es cierto Rafael, no hay un río del olvido/ hay mar de la memoria”. La dictadura cívico-militar duró casi doce años, desde el 27 de junio de 1973 al 1° de marzo de 1985. Como una ola, su recuerdo arremete contra la amnesia colectiva de otros tiempos. La ley de Caducidad del presidente colorado Julio María Sanguinetti es prueba de ello. Equivale a la de Punto Final del gobierno de Raúl Alfonsín. Las dos se aprobaron en 1986 y recién fueron anuladas en el siglo XXI. Pero esta es una etapa distinta al otro lado del Río de la Plata. De revisión, de consolidación del camino transitado, de archivos del terror que se conocen en la actualidad para escarbar más en el pasado, de nuevos hallazgos en el batallón 14 del ejército. El pueblo uruguayo acompaña este momento movilizado. Gabriel Otero fue víctima del régimen que asesinó, desapareció, exilió, suprimió las garantías democráticas y elevó la deuda externa de 718 millones de dólares a 4.664 millones en el ’84 (fuente: Danilo Astori). Sus padres Evaristo Manuel y Nelba Agüero Moreno eran presos políticos tupamaros y él pasó buena parte de su infancia viviendo en prisión. 
 Hoy es diputado nacional del Frente Amplio y recuerda: “El 50° aniversario representa muchas cosas. El golpe contra el Parlamento con el consentimiento del presidente Juan María Bordaberry que no es un dato menor porque no pasó en la Argentina ni en Chile. Representa el quiebre de las instituciones. Representa la continuidad de una crisis económica que se volvió política y que se inició en la década del ’50. Ya en 1964, el Congreso del Pueblo planteaba que en el caso de un golpe de Estado en Uruguay, se iba a responder con una huelga. Nueve años antes”. Un paro concretado aquel 27 de junio que se extendió por quince días y al que se adhirió el movimiento estudiantil. 
 Al legislador montevideano, nacido en un conventillo del barrio de La Teja, se le ocurre desmitificar aquella idea de “Uruguay, la Suiza de América”. Para él “es una construcción liberal, burguesa, a la cual las luchas del pueblo comenzaron a sacarle la careta. Porque nuestro sistema político estaba muy adormecido. En ese momento, decirlo era un lugar lindo y cómodo. Pero yo tuve padres nacidos en la década del ’30 que vivían en la pobreza, que me contaron lo que les costaba terminar la escuela primaria, y también que esa Suiza imaginaria nunca pasó por los barrios pobres”.
 Otero participó en el aniversario del golpe de un acto en el Memorial de la Ex Presas Políticas. El nombre de su madre y otras mujeres figura en una placa que se descubrió frente al Palacio Legislativo. Más de 1.800 de ellas fueron víctimas del Terrorismo de Estado. La historia de Nelba es una parte central del libro que el diputado publicará antes de fin de año. Se llama La fila de los inocentes y en su obra cuenta en primera persona aquellos días en la cárcel, de sufrimiento compartido con sus hermanos Graciela (16), Tomás (8) y él tan solo de 3 años. 
 “A los cuarteles los puedo definir como campos de concentración. Y tener a los niños ahí y en las condiciones que estábamos, era sin duda una represalia contra nuestras madres, en nuestro cuerpo. O sea, no te daban de comer o no te permitían que tu hijo se bañara con agua caliente. Las condiciones de humedad, de no estar al sol, de no tomar aire, te afectaban, y vivías en un espacio tan insalubre que hubo epidemias de paperas, por ejemplo”, le contó Otero a Página/12 en septiembre de 2021 en el Anexo del Palacio Legislativo. 
 Hoy vuelve a recordar aquella etapa “por los silencios que debíamos mantener, por el cuidado en memorizar números, por los cambios de escuela, fueron años muy complicados. Mi mamá salió de la cárcel en 1979 donde no había recibido asistencia médica por el cáncer que padecía. Tuvo la entereza de vivir en libertad un año y medio más”, cuenta el ex alcalde del municipio A, el más poblado de todos entre los ocho que tiene la capital uruguaya.
 La Central de Trabajadores PIT-CNT revivió este martes la huelga de 1973. Hubo un acto y movilización desde la refinería de La Teja – centro neurálgico de aquella lucha – hasta la avenida Carlos María Ramírez y Carlos Tellier. Se prolongó por espacio de cuatro horas, entre las 9 y las 13. Así como la clase obrera uruguaya fue un actor clave en la oposición al golpe, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) y la Universidad de la República se plegaron al paro también. Ese movimiento en unidad pagó con la cárcel, las desapariciones y el exilio el desafío al régimen de Bordaberry, los militares y civiles que lo respaldaron. Desde 2014, cada 27 de junio se conmemora el Día de la Resistencia y Defensa de la Democracia. Fue aprobado por la ley 19.211 del Parlamento. Ese mismo Congreso que reunido en asamblea especial contó con la presencia de tres ex presidentes: Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y José Mujica, quienes evocaron aquella jornada del '73. 
 El 16 de junio pasado el estado uruguayo reconoció por segunda vez en su historia democrática desde 1985 hasta hoy, su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad. La primera había sido en 2012, cuando el gobierno de José Pepe Mujica asumió ese compromiso ante la CIDH por la desaparición de María Claudia García Iruretagoyena, la nuera del escritor Juan Gelman y pareja de su hijo Marcelo. 
 Son casi doscientos los desaparecidos que aún se buscan y un indicio fuerte de que todavía queda mucho por hacer, es que se encontraron restos óseos el 7 de junio en el Batallón 14 de paracaidistas de Canelones. Pertenecen a una mujer y según la jefa del equipo de antropólogos de la INDDHH (Institución Nacional de Derechos Humanos), Alicia Lusiardo, “no queda duda de que esto es un enterramiento de un detenido-desaparecido”. A este avance hay que sumarle otro hallazgo. Los 1.600 rollos de microfilmaciones que una fuente anónima – presuntamente de origen militar – filtró a mediados de este mes. Son los llamados Archivos del terror, un acervo de documentación que puede transformarse en “un testimonio histórico de gran valor…”, como informa el sitio web archive.org. 

 Gustavo Veiga 
28 de junio de 2023 - 04:41
 gveiga@pagina12.com.ar

domingo, 25 de junio de 2023

Rusia: Wagner se amotina


En el último giro de los acontecimientos relacionados a la guerra de Ucrania, la crisis largamente larvada durante varios meses entre el Ministerio de Defensa Ruso y el grupo mercenario Wagner ha llegado al punto de ebullición. 
 Prigozhin ayer denunció que las FFAA rusas bombardearon uno de los campamentos de retaguardia en Donetsk usados por sus mercenarios, matando a varios de ellos. A esa denuncia agregó material fílmico que fue fraguado, como se demostró más tarde. El Ministerio de Defensa ruso negó la versión y la calificó como una provocación, al mismo tiempo que se anunciaba el inicio de una investigación penal contra el líder de los mercenarios por su llamado armado a la sedición. El jefe de los mercenarios además anunció que en respuesta al supuesto ataque, su fuerza de 25 mil hombres -que incluye una buena dotación de ex convictos- iba a realizar una “Marcha por la Justicia” en Rusia y avanzar hasta conseguir la renuncia de la plana mayor del Ministerio de Seguridad, el ministro Shoigu y el Jefe de Estado Mayor y comandante conjunto de las fuerzas operando en Ucrania, Valerii Gerasimov. Inmediatamente, varias columnas de vehículos civiles y militares llenos de mercenarios armados hasta los dientes con Prigozhin a la cabeza cruzaron la frontera de Lugansk con rumbo a la cercana ciudad de Rostov en el Don, la cual ocuparon sin enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Allí es donde se encuentra el cuartel general del Distrito Militar Sur, que también ocuparon aunque sin obstaculizar las tareas relacionadas a la guerra en Ucrania.
 Paralelamente otras columnas siguieron camino por las rutas hacia el norte en dirección de Moscú hacia otras ciudades y puntos neurálgicos del tráfico, mezclándose con los automovilistas civiles que se desplazan a diario. Lo rápido y coordinado de los movimientos revela que se trató de una operación minuciosamente planificada con mucho tiempo de antelación.
 Previamente, desde que los primeros audios de Prigozhin empezaron a circular, las autoridades rusas comenzaron a movilizar a sus fuerzas de seguridad paramilitares (Rosgvardia) y cuerpos de policía de élite, que fueron formando cordones y retenes de tránsito en varias alturas de las rutas que llevan a Moscú, los accesos de la ciudad y sus edificios públicos. Hay reportes un tanto dudosos de enfrentamientos entre grupos de Wagner y helicópteros del Ejército. 
 Quizás en contra de lo que Prigozhin pronosticaba, todo el arco político así como las estructuras militares y de seguridad cerraron filas en torno a Putin, quien a primera hora de la mañana calificó el movimiento de Prigozhin como una traición y una cuchillada por la espalda, trazando paralelos forzados con los eventos de la Revolución Rusa. Absolutamente nadie de la plana mayor del gobierno ruso salió en apoyo del putsch de los mercenarios, a excepción de algún conocido oligarca anti putinista exiliado y las unidades militares rusas pro ucranianas comandadas por Kiev.
 Hacia finales del día, desde los canales de Lukashenko, presidente de Bielorrusia, se declaró que por su mediación se llegó a un acuerdo entre Putin y Prigozhin, más tarde confirmado y explicado en algunos aspectos por el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov. Sin que se que se produjera un choque armado de importancia entre los mercenarios y las fuerzas de seguridad, Prigozhin aceptó retirar a todas sus fuerzas de nuevo a sus bases en Lugansk a cambio de la suspensión de todas las investigaciones contra él e inmunidad para sus empleados que formaron parte del putsch. Además, Wagner pasará a formalizar su sometimiento a la jerarquía del Ministerio de Seguridad, que es a lo que Prigozhin se vino negando sistemáticamente por meses. Asimismo, los empleados de Wagner que así lo deseen, pueden firmar contratos inmediatamente con el ministerio (varios comandantes destacados de Wagner ya lo venían haciendo en las últimas semanas). Prigozhin no será detenido ni juzgado pero deberá pasar el resto de sus días exiliado en Bielorrusia. 

 ¿Sólo una disputa personal? 

A esta altura parece poco creíble que la explosión de esta crisis se deba únicamente a una disputa entre Prigozhin y el dúo Shoigu-Gerasimov acerca de dónde está colocado Wagner en relación a la cadena de mando. 
 Si hay algo fuera de todas dudas es que Prigozhin no es ningún idiota. Es un hombre astuto que se las ha arreglado para escalar desde las calles hasta los pasillos del poder en Rusia montando una variedad de negocios y acuerdos con fondos públicos. Él tenía que saber muy bien que ser jefe de Wagner por sí mismo no le otorgaba las condiciones para dar un golpe de estado exitoso. Necesariamente tiene que haber un grupo de intereses más que por ahora desconocemos y seguramente le había hecho al mercenario algún tipo de promesa que finalmente no cumplió. No es demasiado descabellado considerar que algún servicio de inteligencia occidental pueda haber llegado a algún tipo de acuerdo con Prigozhin, todos trabajan como nunca para penetrar al aparato estatal ruso. La CIA, sin ningún tipo de pudor, hace circular publicidades por las redes sociales rusas para reclutar agentes. Las clases dirigentes rusas se encuentran como nunca antes bajo una presión constante del imperialismo, que nunca ha ocultado sus intenciones de llevar la guerra hasta Moscú, para romper filas con Putin. 
 Los comunicados emitidos por Prigozhin en las horas preparativas de la aventura también dan mucha tela para cortar. El mercenario durante muchos meses fue crítico de la conducción de la guerra pero desde el lado de los duros, pues sostiene que hace mucho tiempo la dirigencia rusa debería haber puesto al país en pie de guerra, movilizado millones de hombres y maximizar los recursos orientados a la producción militar. No obstante ayer Prigozhin alteró su discurso y sostuvo que Putin habría sido manipulado por Shoigu para ir a la guerra, este último en connivencia con los intereses de los oligarcas. La guerra contra Ucrania, de acuerdo a esta nueva versión de Shoigu, no tendría nada que ver con la “desnazificación” o la defensa de Rusia contra la OTAN, como actualmente relata el discurso oficial, sino que tendría como propósito permitir que la oligarquía rusa rapiñe totalmente al país vecino. De manera incoherente, seguidamente a esta caracterización, Prigozhin aseguraba que después de “limpiar de basura” al Ministerio de Defensa, Wagner volvería a Ucrania para continuar con operaciones de combate. 

 Wagnerismo sin Prigozhin 

La velocidad del ascenso meteórico de Prigozhin en la política rusa sólo puede ser comparable a la de su caída en desgracia. Durante muchos años Prigozhin dirigió a la compañía mercenaria desde las sombras. Nunca concedió una entrevista ni habló frente a cámaras sino hasta pasados varios meses del comienzo de la guerra. 
 Prigozhin y Wagner son un producto doble del capitalismo en Rusia. Primero son un producto del ´capitalismo de amigos´, armado a la medida de la oligarquía surgida del parasitismo de la propiedad estatal de origen soviético y que se alimenta a diario desde entonces con los fondos públicos del nuevo estado ruso. 
 Pero también son producto de la descomposición del ejército soviético y la caótica formación del nuevo ejército ruso. Esto es parte de una tendencia mundial que se observa desde el fin de la Guerra Fría, en el avance de la privatización de asuntos militares. El involucramiento de Wagner en la guerra de Ucrania (inicialmente como un recurso de emergencia cuando se hizo evidente que el plan ruso original había fracasado) y su crecimiento hasta convertirse en un verdadero ejército paralelo, que a la postre termina derrotando por primera vez en la historia contemporánea a fuerzas regulares en Bajmut son un hito alarmante de este proceso, coronado por el alzamiento de este ejército privado contra el poder público. 
 El exilio de Prigozhin y la subsunción de Wagner al Ministerio de Defensa son las medidas que toma la burocracia estatal, consciente del problema que acarrea no tener más el monopolio efectivo de la violencia. Es imposible predecir el alcance que tendrá la crisis que se ha abierto entre las filas rusas.

Leib Erlej
25/06/2023

Uruguay atraviesa su peor crisis hídrica


En Montevideo, Canelones y San José hay riesgo de total desabastecimiento de agua. 

 Una estructura productiva basada en la exportación de bienes primarios que consumen gran cantidad de agua. 

 La estructura productiva de Uruguay está provocando la peor crisis hídrica de los últimos 70 años. Muchos habitantes carecen de agua potable y protestan movilizándose por las calles de Montevideo frente a los organismos del Estado. 
 Si bien las autoridades atribuyen la falta de agua a la sequía que afecta a la región los últimos tres años, hay que agregar el aumento de la producción de bienes primarios que consumen gran cantidad de agua, es decir: la celulosa, la carne y la soja, destinados a la exportación. Esto constituye una expoliación que ni siquiera redunda en bienestar de las personas. 
 Existen actualmente tres enormes plantas de celulosa localizadas en Fray Bentos, Colonia y Paso de los Toros que consumen 17 millones de toneladas de madera al año. Esas maderas provienen de grandes forestaciones de eucaliptus, especie exótica que consume mucha agua de los acuíferos y que ha desplazado a bosques y praderas naturales. Las exportaciones de celulosa serían de 2.600 millones de dólares, mientras que la carne vacuna ronda los 2.300 millones y le sigue la soja con 1.200 millones de dólares. Todas actividades que consumen agua superficial y de los acuíferos. Las exportaciones y el producto bruto crecen, pero los ingresos y la calidad de vida de la población disminuyen.
 Como todos los países periféricos, Uruguay sufre el fenómeno de la gentrificación. Las urbanizaciones privadas, algunas dispuestas sobre humedales, también influyen sobre en esta crisis hídrica.

 La zona metropolitana, la industria y los trabajadores 

En Montevideo, Canelones y San José hay riesgo de total desabastecimiento de agua. Hace ya casi un mes que el agua no sabe igual. Se siente salada, se ve más oscura. El Ejecutivo debió salir a abastecer a hospitales y hogares de cuidado, los lavaderos están restringidos y la refinería nacional tuvo que tomar medidas para evitar frenar la producción de combustible, que también usa agua en su proceso. Las industrias farmacéutica y alimenticias se ven muy afectadas por la falta de calidad del agua. Esta crisis histórica impacta sobre más de dos millones de personas. 
 Obras Sanitarias del Estado (OSE) se encarga de la provisión de agua desde 1952. La zona metropolitana se provee fundamentalmente del río Santa Lucía, curso de agua de 248 kilómetros. A 56 kilómetros al norte de Montevideo, sobre ese río, se encuentra Aguas Corrientes, la represa y mayor planta de potabilización de todo el país. Cuando ese agua no es suficiente, intervienen las represas de Canelón Grande y de Paso Severino, que están río arriba. La primera está seca y, la segunda, prácticamente vacía. 
 A principios de mayo gran parte de la población notó que el agua en vez de ser insípida, incolora e inodora, era salada y amarronada. El 4 de mayo, el Ministerio de Salud Pública cambió la normativa que regula la potabilización: aumentó los niveles permitidos de cloruro de 300 miligramos por litro a 700; y de sodio de 200 a 400, por el plazo de 30 días. Números que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Según informaron, se tomó esa decisión para poder responder a la demanda y poder mezclar el agua del río Santa Lucía con la obtenida de aguas abajo, del Río de la Plata, mucho más salada. 
 “El agua de OSE no es potable, pero es bebible”, sostuvo ante la prensa el ministro de Ambiente uruguayo. Asimismo la ministra de Salud sugirió a la población cambiar la alimentación y dejar “las papas chips y los chorizos” para que el consumo del agua de bebida sea menor. Comunicaron que tomaron medidas para garantizar el agua para centros de primera infancia, escuelas y hospitales, así como para pacientes con hipertensión arterial, insuficiencia renal crónica, cirrosis y lactantes. Además, hicieron otros tres anuncios: la adquisición de una planta desalinizadora modular traída de USA, agilizar las reparaciones de OSE en las redes de cañerías y la puesta en marcha del llamado proyecto Neptuno, la alternativa privada de gestión del agua. 
 Por su parte, el sector industrial se expresó a través del presidente de la de la CIU (Cámara de Industria Uruguaya), Fernando Pache manifestó que la situación es compleja. Casi el 80% de las empresas que no tienen un plan B para el agua se verán forzadas a detener la producción. Ya muchas empresas han manifestado que si tienen que parar de producir por este tema la primera medida automática es el envío a seguro de paro para algunos trabajadores (La Mañana, 7/6).

 ¿Seguir haciendo represas o privatizar el agua?

 El gobierno anterior generó el proyecto Casupá para construir una represa a 100 km de Montevideo con financiación de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina). Pero quedó en suspenso por la gestión actual cuando decidió en su lugar promover el proyecto Neptuno. La idea es construir una planta potabilizadora de agua del Río de la Plata en Arazatí, cuya licitación anunció Lacaye Pou en noviembre pasado. Esta planta tiene los inconvenientes de proveerse de un río contaminado y con influencia marina cuya agua es costosa de potabilizar. Pero además, la oposición de centroizquierda considera que se trata de una privatización y que la gestión debe ser pública estatal, caso contrario va contra la Constitución, y el derecho al agua es un derecho humano (artículo 47).
 Gobierno y oposición no dan una salida, dado que no atacan las causas de fondo. Estas pueden resumirse en los dichos del doctor Marcel Achkar de la Universidad de la República (Udelar): “a la sequía se suma: el avance de la forestación (con especies de rápido crecimiento), la intensificación agraria (con degradación de suelos), la construcción de embalses (para uso agropecuario) y la desecación de humedales (para avance de la agricultura y ganadería). En general la artificialización de los reservorios de agua ha reducido la capacidad de los territorios de ‘producir agua’”, precisó en El Destape. Sin embargo, el investigador aseguró que “toda la actividad biológica se vio afectada”, por lo que se deberá monitorear a partir de que comiencen a regularizarse las precipitaciones. Además, previó que si no llueve en diez días la población de la zona metropolitana se quedará sin agua potable, al igual que estiman las mismas autoridades. A cambio, contarán con “agua que progresivamente aumenta los tenores de sodio y cloruro”, cuyo consumo directo no está recomendado. 
 Por su parte el sindicato de OSE denuncia la falta de inversión, dado que el 50 por ciento del agua “se pierde” por roturas en las cañerías y la falta de trabajadores para abordar este problema porque la planta se redujo en unos mil puestos desde que asumió Lacalle Pou. 

 Cambio climático y sistema de producción capitalista 

“Esta es una sequía extraordinaria. Si uno compara con el registro de precipitaciones de los últimos 44 años para esa región del suroeste del país, encuentra que no hay ningún registro parecido a este”, explica Barreiro, investigador de la Universidad de la República. 
 De acuerdo con el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), en la cuenca del Río de la Plata, que incluye Uruguay, sur de Brasil, Argentina y Paraguay, las sequías a futuro serían más frecuentes y más severas. El sistema productivo extractivista orientado al consumo de los países imperialistas está secando los suelos.
 Ambos causas que se retroalimentan generan la catástrofe del agua. Los gobiernos de la burguesía que vienen alternándose en el poder no tienen un plan de salida para esta crisis.
 Los trabajadores de todas las actividades de las industrias y los servicios pueden organizarse para tomar las riendas de la situación y hacer los cambios integrales que se requieren para garantizar el consumo de agua por medio de una planificación de la economía. 

 Alicia Rodríguez
 9/06/23

Crisis hídrica. El PIT-CNT y el medio ambiente


La crisis hídrica que vive el país es también consecuencia del modelo extractivista y de los agronegocios que se han impuesto en el país en estas últimas décadas. Más allá de la marcha del 31 de mayo queremos hacer un recorrido histórico y debatir con las posiciones que ha sostenido el PIT-CNT en este tema tan relevante. 

 Cuando ya había pasado más de un mes desde que OSE definiera el aumento de sal y cloruros en el agua potable que suministra en el área metropolitana del país, el PIT-CNT finalmente convocó a una marcha “en defensa del agua” que tuvo lugar el 31 de mayo. 
 La profundidad del déficit hídrico ha puesto en riesgo la salud de distintos sectores (en especial de los más vulnerables) y está haciendo que el acceso al agua potable de calidad se transforme en un bien al que no toda la población puede acceder. 
 Ante tal panorama es evidente que se hace necesario una amplia movilización por el derecho al acceso al agua, y eso se ha expresado en el movimiento de auto convocados que hace semanas viene reclamando soluciones de fondo y denunciando el modelo forestal extractivista y de los agro negocios que están causando grandes problemas al medio ambiente, además de impactar directamente en el actual déficit hídrico. 
 En el caso del PIT-CNT cabe preguntarse que tan coherente ha sido su posición y como han sido sus posturas sobre el tema medio ambiente en los últimos años. 

 El PIT-CNT ante las inversiones contaminantes 

 Cuando el problema del agua potable rompe los ojos, el PIT-CNT parece estar tomando algunas acciones concretas como la del pasado 31 de mayo. Sin embargo es importante hacer un poco de historia y ver cual ha sido en los hechos la posición del PIT-CNT en momentos claves, cuando distintos gobiernos definían inversiones contaminantes y de impacto negativo directo sobre el medio ambiente.
 Un ejemplo reciente es lo que hizo la central obrera frente al proyecto de instalación de una segunda planta de celulosa por UPM en 2017 y 2018. 
 Son innegables los inmensos perjuicios que genera este emprendimiento de la multinacional finlandesa; que, además de contar todo tipo de privilegios logrados en negociaciones secretas y a espaldas de la población, tiene un inmenso impacto en el medio ambiente. 
 La recopilación de textos y artículos “La entrega; el proyecto Uruguay-UPM” [1] realizada por Bachetta, Melazzi y Yohai publicado por Movimiento por un Uruguay Sustentable (MOVUS) en 2019 da cuenta de manera contundente de lo negativo que es para el país y detalla el impacto ecológico, ambiental y en la calidad del agua que tendría este proyecto. Al igual que otros estudios y publicaciones que aportan información en el mismo sentido, son investigaciones de amplia difusión, y por supuesto de conocimiento de los dirigentes de la central. 
 En ese contexto vale la pena recordar la reacción del entonces presidente del PIT-CNT Fernando Pereira quien a manera de balance sobre los anuncios del gobierno de que se habían llegado a acuerdos con la multinacional UPM destacaba que “es una noticia muy importante en términos de generación de empleo para los próximos años”. La frase sintetiza la postura que la dirigencia de la central obrera viene teniendo frente a las inversiones extranjeras con nefasto impacto ambiental: Estos dirigentes plantean una falsa dicotomía entre generación de empleos y cuidado del medio ambiente y argumentan priorizar las fuentes de trabajo y tomar como un mal menor el deterioro ambiental.
 Además que los puestos de trabajo que supuestamente se crean son más una propaganda de los empresarios y gobiernos de turno que un dato de la realidad, no puede separarse el reclamo por trabajo de la lucha por condiciones de vida dignas y sin contaminación. Hoy, con la falta de agua potable, estamos viendo las consecuencias de esa política que por unas migajas deja pasar todo tipo de inversión y emprendimiento empresarial. Lo que terminan promoviendo en los hechos es que multinacionales y grandes empresarios se enriquezcan a costa de los trabajadores afectando los derechos y las condiciones de vida de toda la población. 
 Por supuesto en el medio del apoyo explicito (que se refrendaba también en acuerdos laborales con empresarios de manera de garantizar la “paz social” para la construcción de la obra) hubo alguna mención al pasar sobre valorar el impacto ambiental de este tipo de emprendimientos que se transformaban en palabras vacías y sin ninguna consecuencia concreta.
 En notas anteriores, como acá y acá, hemos profundizado en el tema de las causas profundas y estructurales del actual déficit hídrico.
 Investigadores y científicos demuestran que no es un problema de “falta de lluvias” sino de un modelo extractivista y primarizador de la economía como las plantas de celulosa o el agronegocio (transgénicos, monocultivos etc.) que sostiene el conjunto del régimen político.
 Desde ya que este modelo no lo inventó Lacalle Pou; viene de décadas y fue fuertemente sostenido por las 3 administraciones frenteamplistas. No está de más recordar que en 2007 frente a la resistencia de la población entrerriana a la instalación de la primer planta de UPM (ex Botnia) Tabaré Vázquez declaró que pidió ayuda a George Bush para detener la protesta argentina.
 En ese entonces también la posición del PIT-CNT terminó avalando la instalación de la planta. Dejando en el olvido resoluciones del 8vo Congreso terminó considerando a la instalación de la planta de celulosa como un hecho irreversible y condenando los cortes de ruta y los “métodos piqueteros” de quienes protestaban contra la instalación de la pastera. La central actuó una vez más como correa de trasmisión de la política del FA en el movimiento obrero, sin ningún tipo de independencia de clase.
 Los ejemplos citados de la posición de la dirigencia del PIT-CNT en momentos claves del avance del modelo extractivista y contaminante revelan también lo oportunista del llamado a la marcha del 31 de mayo. Cuando el reclamo por el agua potable se hace masivo la central obrera convoca a una marcha, pero esto no debe generar ninguna expectativa en que sostendrán una lucha seria y profunda contra el modelo causante del daño ambiental y el déficit hídrico. 

 La posición de Ffose 

 En situaciones puntuales el sindicato de trabajares y trabajadoras de OSE ha tenido una posición distinta a la de la dirección del PIT-CNT. 
 Sus posiciones en defensa del agua, contra las privatizaciones y el proyecto Neptuno, y más en general en defensa del medio ambiente, no se han quedado en palabras vacías sino que se han plasmado en acciones concretas y con movilización en las calles u ocupaciones como sucedió en 2021 con la planta de Aguas Corrientes. Han fijado posición anteriormente sobre temas cruciales vinculados a lo ambiental, como por ejemplo la firma de la Declaración Internacional sobre UPM2 de 2019 [2] donde junto a un conjunto de diversas organizaciones se denuncia con contundencia las consecuencias que tienen proyectos de inversión como los de UPM. En este último periodo también han coordinado acciones con lxs autoconvodxs que se movilizan ante la crisis hídrica. 
 Sin necesariamente compartir todas las posiciones de Ffose, si se puede señalar que muchas de sus iniciativas muestran que es posible (y necesario) aunar la lucha por las fuentes de trabajo con la defensa del medio ambiente y que el camino no es la negociación y los acuerdos de cúpula sino los métodos tradicionales de la clase trabajadora (como las ocupaciones) y las acciones en las calles junto a otros sectores sociales que también tienen una posición de defensa del medio ambiente. 
 Lo sucedido con la ley de riego promulgada en 2017 durante el gobierno del Frente Amplio es un buen ejemplo para analizar. La propuesta del gobierno tuvo una oposición clara de Ffose. Se juntaron en ese momento más de 300mil firmas para llevar la ley a referéndum; y precisamente si esas firmas no se alcanzaron está relacionado con el vacío que le hizo el PIT-CNT a la iniciativa. 
 Si bien formalmente la acompañaron, en los hechos fue un apoyo sin contenido, mientras a su vez los dirigentes de la central hablaban de cambiar la ley en base a la negociación y el consenso. Vale recordar que en momentos en que se votaba el apoyo al referéndum, el presidente del PIT-CNT Fernando Pereira decía que la resolución “no excluye que se siga negociando con el gobierno y el Parlamento” [3]

 La clase obrera y las cuestiones ambientales 

 El capitalismo está llevando a la especie humana y a nuestro planeta a una catástrofe ambiental. La clase obrera, hoy más que nunca tiene que tomar en sus manos la resolución de esta grave problemática social. El ser humano es parte de la naturaleza, no se puede pensar como conceptos sin conexión; si bien transforma la naturaleza tiene que preservarla para su propia sobrevivencia como especie. 
 Es la clase obrera, luchando por terminar con el capitalismo y organizar la sociedad sobre bases socialistas la que puede lograr que el ser humano pueda llegar a una relación armónica con la naturaleza. Con ese horizonte hay que organizarse para frenar los emprendimientos e inversiones contaminantes y las industrias que afectan negativamente la naturaleza. 

Hernán Yanes
 Lunes 19 de junio | 08:55 

 [1] https://www.banktrack.org/download/la_entrega_el_proyecto_uruguay_upm 
 [2] https://brecha.com.uy/declaracion-internacional-sobre-upm-2/
 [3] https://ladiaria.com.uy/rioabierto/articulo/2018/3/pit-cnt-decidio-adherir-a-la-campana-para-derogar-la-ley-de-riego/ TEMAS

El imperialismo hoy


miércoles, 21 de junio de 2023

Jujuy: la reforma, a sangre y fuego


La refrendación de la reforma constitucional de Gerardo Morales tuvo toda la impronta de una conspiración política. Los convencionales fueron citados a las cinco de la mañana de este martes 20 con el propósito de asegurar una jura express, antes que las movilizaciones comenzaran a llegar a la Legislatura. En la noche anterior, Morales improvisó una maniobra para desactivar los cortes de los pueblos originarios: aseguró que no modificaría los artículos relacionados con la posesión de tierras. A pesar de ello, el día debutó con una movilización imponente frente a la Legislatura, acompañada de cortes en el interior. La legislatura fue virtualmente cercada por las columnas de manifestantes. 
 La respuesta de Morales fue una represión brutal, acompañada de provocaciones policiales. En efecto: las cámaras de televisión captaron la presencia de “tiradores de piedras” al interior de los destacamentos de infantería. Estos provocadores oficiales, munidos de gomeras, tuvieron un particular ensañamiento con los periodistas presentes, apredeando sus cámaras y filmadoras. Los gases y las balas de goma también fueron arrojadas impiadosamente sobre las caras de los manifestantes. Un compañero del MAR, Nelson Mamani, se encuentra hospitalizado y en estado crítico. Los pertrechos represivos contaban con camionetas sin identificación, que literalmente se dedicaron al secuestro de manifestantes. Las organizaciones de derechos humanos y abogados democráticos de la provincia contabilizan en estas horas decenas de detenidos comprobados y otros desaparecidos. 
 Por la tarde, la acción de Morales se extendió al allanamiento del sindicato docente y de otras organizaciones, sociales, incluyendo al domicilio de Milagro Sala. 
 La jornada del 20 se convirtió en una instancia de lucha nacional contra la reforma reaccionaria de Morales. En Buenos Aires, una importante movilización se dirigió desde el Obelisco hasta la Casa de Jujuy, en el mismo momento en que se desarrollaba la represión contra el pueblo jujeño. También tuvieron lugar marchas en Tucuman y Salta, en este caso, motorizada por “Política Obrera”. 
 En horas de la tarde, se mantenían los cortes en diversos puntos del interior provincial. Los docentes, en tanto, ratifican su huelga indefinida. Morales ha apresurado la votación de su reforma, pero esa reforma ha sido desautorizada por la rebelión popular, que no ha cedido frente a la represión feroz. La reforma puede y debe ser derrotada, desarrollando la tendencia que se ha puesto de manifiesto en estas jornadas de lucha. Huelga general, hasta tirar abajo el adefesio de Morales, ¡Libertad a los detenidos, juicio y castigo a los responsables de la represión criminal! 

 Marcelo Ramal 
 20/06/2023

martes, 20 de junio de 2023

Anónimo liberó en internet miles de archivos de la dictadura uruguaya


Mientras políticos y organizaciones sociales seguían debatiendo si abrir o no los archivos de la dictadura, alguien subió a internet más de mil archivos del régimen, incluyendo algunos que venían siendo buscados sin éxito desde hace décadas. Desde el 18 de abril se subieron 1.602 archivos, cada uno correspondiente a un rollo de microfilms con cientos de documentos diversos, con fichas de detenidos políticos, supuestos colaboradores, seguimientos a periodistas, sumarios a funcionarios públicos, persecuciones políticas a docentes y casos de corrupción. 
 Los divulgadores anónimos dijeron en un comunicado que acompaña la publicación que excluyeron los archivos que reproducían interrogatorios bajo tortura. Uno de ellos es que incluye los primeros 98 rollos del llamado “Archivo Berrutti”, que nunca se habían podido localizar hasta el momento y eran reclamados por activistas e investigadores. Mientras, fuentes del Ministerio de Defensa negaron ser parte de esta difusión y se mostraron sorprendidas. 
 La historiadora y docente Isabel Wschebor, quien fuera directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, dijo al diario El Observador que se enteró de la difusión de los archivos hace una semana, y señaló que la difusión realizada en internet supera largamente lo conocido hasta ahora como Archivo Berrutti y que está en poder del Archivo General de la Nación, que abarcaba algo más de 1.200 documentos .“Internet archive (archive.org) subió más de 1.500 rollos digitalizados de microfilms producidos por la inteligencia militar en Uruguay. Son más de los que están bajo custodia del Archivo General de la Nación”, escribió. 
 Añadió que una divulgación de este tipo podría plantear problemas a la hora de autenticar los documentos, por ejemplo para usarlos como prueba en un caso judicial. Cada rollo divulgado viene acompañado por el siguiente texto: “Este material es una parte de los Archivos del Terror de Uruguay que se divulgan en el marco de los 50 años del golpe de estado de 1973. Estos archivos fueron elaborados por las fuerzas policiales y militares a partir de la década de 1960 e incluyen el período de la dictadura cívico militar (1973-1985). 
 El espionaje continuó luego de recuperada la democracia, contando con la complicidad política de los gobiernos, al menos hasta el año 2004. Estos archivos contienen la información que los servicios represivos decidieron elaborar y preservar, mientras que muchos otros documentos han desaparecido o aún no han sido encontrados. 
 Estos archivos contienen la información que los servicios represivos decidieron elaborar y preservar, mientras que muchísimos otros documentos han desaparecidos o aún no fueron encontrados. En los documentos que ahora se comparten puede encontrarse documentación adulterada, falsa, obtenida bajo tortura o amenazas, brindada por informantes pagos y muchas otras fuentes no confiables. 
 Semanas atrás, el Poder Ejecutivo había enviado al Parlamento un proyecto de ley para hacer públicos los “archivos de la dictadura”. El proyecto alcanza a 153 conjuntos de documentos, integrados en el archivo Berrutti, declarados “reservados” por un lapso de 15 años por el Archivo General de la Nación, según una resolución de 2011 firmada por su directora Alicia Casas de Barrán.
 Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, había declarado durante la Marcha del Silencio que “los archivos tienen cuestiones con las que hay que ser cuidadosos. Sobre todo tienen información personal de aquellos que fueron víctimas del terrorismo de Estado. A las víctimas del terrorismo de Estado hay que cuidarlas, no exponerlas. Pueden ser otra vez revictimizados». La organización de expresos políticos Crysol manifestó que se trata de “documentos sensibles que deben ser manejados muy criteriosamente por un Estado democrático”. 

 Los documentos 

 Aquí están los archivos: https://archive.org/details/archivos-del-terror-de-uruguay_sid-berrutti_indice 

Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico-Uruguay Fuente: https://estrategia.la/2023/06/16/anonimo-libero-en-internet-miles-de-archivos-de-la-dictadura-uruguaya/

lunes, 19 de junio de 2023

Naufragio en Grecia: otro crimen contra los migrantes


Al momento son 79 personas muertas tras el hundimiento de un barco pesquero a 80 millas de las costas de Grecia, en Pylos. Otro centenar está desaparecido en el Mar Jónico. Se estima que en la precaria nave había 750 personas, que buscaban llegar a suelo europeo. Fueron rescatados sólo 104. El barco había zarpado del puerto de Tobruk, en el este de Libia, con destino a Italia. Sería la peor tragedia de estas características en el mar griego. 
 Según denunciaron algunos de los rescatados, el pesquero se habría volcado después de que la Guardia Costera de Grecia tratara de remolcarlo con una soga. El portavoz de los guardacostas, Nikos Alexíu, dijo que "nunca hubo ningún intento de amarre” por parte de las autoridades costeras. Sin embargo, unas horas después, el portavoz del Gobierno interino, Ilias Siakandaris, señaló a la televisión pública ERT que los guardacostas sí usaron una cuerda "para sostenerse y para acercarse” al barco (Página/12, 17/6). Este crimen desató la ira contra la guardia costera. Hubo movilizaciones masivas, organizadas por agrupaciones antirracistas, sindicatos y organizaciones políticas en ciudades como Atenas, Tesalónica, Patras, Karditsa y Kalamata y en otros puntos del país.
 La tragedia desató una crisis política a menos de dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones generales de Grecia, que estaban previstas para el 25 de junio. Se suspendió la campaña y se declararon tres días de duelo nacional. 
 El gobierno provisional del primer ministro Ioannis Sarmas anunció que el poder judicial tendrá la decisión final sobre la investigación del naufragio y el fiscal de la Corte Suprema, Isidoros Dogiakos, pidió secreto absoluto en esta investigación. 
 Debido al período de luto anunciado por el gobierno interino, el debate televisado de los líderes del partido fue cancelado luego de que las partes no pudieran acordar una fecha alternativa. Los enfrentamientos entre Nueva Democracia y SYRIZA se han centrado en gran medida en el tema del naufragio de esta semana. La cuestión de la migración y el trato a los refugiados son un tema político central. El gobierno mantuvo hasta ahora una dura política contra los migrantes. Un candidato parlamentario de Nueva Democracia fue expulsado del partido por sugerir que si los que se ahogaron en el naufragio hubieran llegado a Grecia, habrían comenzado a robar. Nueva Democracia afirmó que “el discurso de odio y el racismo no están en el marco de principios del partido”. Por su parte, Nikos Androulakis, del PASOK, descartó una vez más trabajar con ND después de las elecciones. 

 Crisis humanitaria en el Mediterráneo

 Semanas atrás, la cuestión de la inmigracion se discutió fuertemente en Bruselas, sede de gobierno de la Unión Europea. Según el diario español El País, la Unión Europea acordó un mecanismo de reparto entre los Estados miembros de 30 mil personas al año o, en su defecto, un aporte económico a cargo de cada socio. Además, dispuso un endurecimiento de los requisitos para quienes buscan asilo en territorio europeo, también la construcción de nuevos centros de detención. Las recetas antimigratorias de la UE vuelven las costas y las fronteras de los países como Grecia, Italia, España o Francia, es decir, los catalogados “recibidores primarios de inmigrantes”, en verdaderos cementerios a cielo abierto. 
 Al menos 21.000 personas se han ahogado en el Mediterráneo desde 2014. Solamente en lo que va de año se han producido 1.166 fallecimientos o desapariciones en las rutas mediterráneas. Otras miles más se encuentran en campos de detención en el norte de África o en las islas griegas, donde las Naciones Unidas han encontrado pruebas de crímenes contra la humanidad en los que la UE es cómplice. Otros, mientras atraviesan Europa a pie, son víctimas de la violencia, la extorsión, la humillación y las privaciones patrocinadas por los estados nacionales.
 Se estima que, los tres países de origen de los grupos más grandes de personas desplazadas por la fuerza, según el último informe de la ONU son: Siria (6,5 millones), Ucrania (5,7 millones) y Afganistán (5,7 millones). Todos estos puntos geográficos comparten un elemento en común: fueron víctimas de las mayores operaciones militares de Estados Unidos y la OTAN en el siglo XXI. 
 Es imprescindible la unidad de los trabajadores europeos contra los gobiernos imperialistas y sus políticas antiinmigratorias. 

 Mauri Colón
 18/06/2023

domingo, 18 de junio de 2023

La lucha por la jubilación en Francia: una derrota y algunas victorias


Una lucha de seis meses, con 14 jornadas de movilización 

La semana pasada, las fuerzas políticas del gobierno y el ala más conciliadora de la burocracia sindical trataron de darle un entierro de lujo a la lucha del movimiento obrero por la defensa de la jubilación y el pase de 62 a 64 años de la edad jubilatoria. Esta lucha de 6 meses, con 14 jornadas de movilización, tuvo un carácter histórico. Se transformó, por su peso social y político, en un paradigma, en un ejemplo, de la movilización de la clase obrera y de la población en defensa de sus condiciones de vida, contra los planes de ajuste del gobierno de Emmanuel Macron, en nombre de la burguesía, que significan liquidar las conquistas obreras históricas, arrancadas en duras luchas durante más de un siglo. 
 Para ser más precisos, esta movilización puso de relieve que el gobierno de Macron, como los otros gobiernos burgueses de Europa, sólo puede sobrevivir si golpea lo más duramente posible a la clase obrera. Esta política regresiva está acompañada por un salto cualitativo en la represión de las movilizaciones -que ya se había observado con los chalecos amarillos y las decenas de mutilados por el uso de armas prohibidas de guerra, de granadas de encierro y de la organización de la inmovilización de los manifestantes para ficharlos y golpearlos. Una parte medular del aparato policial funciona ya como un partido político, que aprueba o censura las medidas del gobierno contra las movilizaciones y clama por armas y represión.
 En estos mismos días se está discutiendo en el Parlamento la nueva ley de programación militar para el quinquenio 2024-2029, con créditos por 421.000 millones de euros, 450.000 millones de dólares, con un incremento del 25%. Según la doctrina, Francia se tiene que preparar para una “guerra total” y Ucrania es apenas una muestra en desarrollo. La industria del armamento vive una luna de miel, con los pedidos del Estado, las exportaciones y las “innovaciones tecnológicas” con nuevos productos cada vez más sofisticados y cuyo “costo” se mide en centenares de millones de euros. Las tendencias militaristas y de un “Estado fuerte” están dando un salto cualitativo. Las aspiraciones de Macron a una “Europa de la defensa”, que tenga un papel propio en relación a la Otan, van en el mismo sentido. Ucrania es a la vez el campo de batalla y el escenario de estas políticas. Y es, ante todo, la masacre de los pueblos como el fruto podrido de la descomposición del capitalismo. 

 El desarrollo del movimiento obrero 

Pero, claro está, lo que nos interesa en primer lugar es el protagonista central de esta etapa de la lucha de clases, el movimiento obrero y los sindicatos como frente único elemental de clase por la defensa de sus intereses inmediatos. Llegaron a movilizar 3 millones de personas en 250 puntos del país, ciudades grandes, medianas y pequeñas. 
 Una contradicción aparece de inmediato. La movilización fue histórica por su duración, su amplitud, sus raíces sociales. El 1° de mayo del 2023 es una de las grandes jornadas de la clase obrera francesa, con millones de trabajadores en las calles, a través de todo el territorio. Se sitúa en un período de nuevas movilizaciones obreras en Europa Occidental, en Gran Bretaña, Portugal e incluso Alemania. Pero también resuenan en las fronteras europeas los cañones de la guerra, de la masacre de los pueblos.
 Se trató de una movilización de masas, que contenía y podía desarrollar la huelga política contra el gobierno, y provocar una crisis mayor del régimen político, incluida la caída del gobierno. Los sindicatos quedaron colocados como la estructura del movimiento -siguiendo la historia de la lucha de clases en Francia- y las direcciones sindicales burocráticas comprendieron prematuramente que debían lograr la “unidad sindical”, para evitar que el gobierno las despedace y para conservar la iniciativa. 
 En un primer momento, en el mes de enero, la Francia Insumisa y Jean-Luc Mélenchon trataron de ganar la “representación política” de la huelga y hacer jugar en el Parlamento su rol de bombero en jefe del orden burgués; las burocracias sindicales respondieron con un bloque unitario y como la gran organizadora de la movilización, a través de la convocatoria a las jornadas de “manifestación y huelga”.
 En realidad se trataba de mucha “manifestación” y poca huelga, en la tradición de las direcciones del movimiento obrero francés desde el Frente Popular en adelante, sin enfrentamiento con el gobierno y centrada únicamente en la reivindicación del “no” al pase de 62 a 64 años como edad jubilatoria. 
En este caso, fue el dúo CFDT-CGT el que jugó el rol de dirección del movimiento, encarnado por sus secretarios generales, Martinez y Berger. 
 Berger, por la CFDT, confesó hace algunos días en un reportaje periodístico, que esta dirección esperaba una actitud negociadora del gobierno y que se oponía a la huelga general porque las bases no la querían, ante todo por las pérdidas de salario. El dúo quedó así en una situación inestable y condenado a un llamado permanente a la manifestación callejera. 
 Hubo diversos momentos de crisis. A comienzos de marzo, la dirección unitaria llamó a “parar el país” y se abrió la posibilidad de una huelga que comenzara el día 7 con la manifestación, continuara el 8, día internacional de la mujer, y luego por decisión de las estructuras sindicales de base. El hilo se cortó el día 8. La sanción de la ley sin votación parlamentaria, por una argucia de la Constitución en su artículo 49-3, provocó manifestaciones espontáneas de la juventud y multiplicó los llamados contra el gobierno. En abril, en el congreso de la CGT, Martinez fue desautorizado y diversos sectores reclamaron una línea dura, de huelga general, de manera confusa, sin diferenciarse del carácter burocrático tradicional de la dirección. Se eligió una nueva secretaria general con un “perfil” más combativo. La nueva secretaria general, Sophie Binet, convocó a un 1° de mayo de lucha. La jornada histórica reunió más de 1 millón de trabajadores. Pero la Intersindical convocó una nueva movilización… para el 6 de junio y en apoyo a una maniobra parlamentaria, que tuvo lugar el día 8 y que fracasó. 
 El desarrollo hacia la huelga general no pudo apoyarse en asambleas de base (hubo muy pocas), en la huelga de ferroviarios (como fue el caso en 1995), en la agitación política, que fue escasa y diversa. Los grupos políticos de lucha de clases plantearon la consigna de la huelga general, pero cada uno por su lado y con su propia estructura de agrupamiento, con una buena dosis de sectarismo. En definitiva, las 14 jornadas de movilización se quedaron en demostraciones de fuerza sin consecuencias. Las direcciones sindicales burocráticas lograron así ahogar el movimiento y darle algo de oxígeno al gobierno de Macron. 
 Durante los 6 primeros meses de este año 2023 la inflación reapareció en el país con un ritmo de 5 a 10% anual y del 15% para los alimentos, castigando así a los niveles más pobres de la población. El aumento de precios provocó una reanimación de las luchas por aumento de salarios, particlarmente significativas. En diciembre fue el caso de los guardas del ferrocarril, que triunfaron. En las últimas semanas, entraron en conflicto las obreras de la fábrica textil Vertbaudet -que ganaron a pesar de ser un sector de trabajo femenino sin ninguna especialización y contra la represión patronal- y ahora miles y miles de obreres de Disneylandia, con manifestaciones dentro y fuera del parque. Tanto la lucha de los guardas ferroviarios como la de Disneylandia se organizaron fuera de los sindicatos, con grupos de discusión y acción constituidos gracias a las redes sociales. 
 El gobierno aprovecha la derrota circunstancial del movimiento obrero, para concentrar ahora sus ataques en la ejecución del nuevo régimen de indemnizaciones por despidos y sobre todo en la asignación universal para quienes están de hecho fuera del mercado de trabajo (RSA en las iniciales francesas), imponiendo a los y las beneficiaries una prestación obligatoria de 20 horas semanales. Esta asignación, que es de menos de la mitad del salario mínimo, se convertiría de esta manera en un dispositivo de trabajo gratuito para los capitalistas y las estructuras del Estado. El gobierno de Macron pretende continuar así con su aplanadora. Su objetivo inmediato son las economías en las indemnizaciones y el ataque a los inmigrantes, mientras se derrumban los sistemas hospitalario, educativo y de vivienda. 
 La miseria de sectores enteros de la población pasaría a ser un elemento de la vida social, en particular en los barrios periféricos. Pero el gobierno de Macron sigue en crisis y las luchas sociales de masas pueden reaparecer en todo momento. El rol de salvavidas de las burocracias sindicales jugó con fuerza en el combate por las jubilaciones y sin embargo puede ser insuficiente para evitar un nuevo movimiento de lucha. La experiencia de los “chalecos amarillos” es evocada una y otra vez.

 Roberto Gramar

sábado, 17 de junio de 2023

Uruguay: “Las aguas bajan turbias”


La llamada “crisis del agua” que aqueja a Uruguay es un eslabón mas de las también llamadas crisis y hasta "guerras del agua” que se desarrollan en el mundo, y que tanto en Bolivia como en Chile, han generado grandes enfrentamientos sociales. 
 La privatización mundial del agua procura manejar su oferta y precio y eludir los controles de las empresas capitalistas que depredan el agua, ya sea en las pasteras como en la minería y en la agricultura.
 En todo el mundo, las 50 mayores empresas de aguas privadas prestan “servicios” a más de 280 millones de personas en 24 países. Francia, Reino Unido, EE.UU. y Brasil albergan a las mayores empresas de aguas privadas del mundo. Las multinacionales francesas son las dueñas del agua potable en Argentina y Chile. En Brasil, los capitales privados del agua tienen cinco empresas que están entre las mayores del mundo. 
 Uruguay vive hoy la “cuota parte” de esa tendencia. La crisis de agua que atraviesa actualmente el país no tiene precedentes, porque las reservas, según las propias autoridades, se agotarán en diez días o dos semanas. El agua que llega estos días a los hogares tiene un nivel de cloruro y de sodio en parámetros no permitidos por la Organización Mundial de la Salud.-Como en la vieja película argentina, las aguas que toman los uruguayos “bajan turbias”. 
 En Uruguay la gestión del agua está a cargo de una empresa pública (OSE) que tiene 152 años de existencia y que ahora, como en todos los procesos previos a cualquier privatización, viene sufriendo un paulatino desmantelamiento. Se calcula que la mitad del agua que OSE bombea diariamente se pierde producto de fugas y roturas. A la falta de inversión se suman una infraestructura obsoleta, cañerías centenarias y una política criminal de reducción de personal – han sido despedidos más de mil trabajadores y no se reponen las bajas vegetativas. Este deterioro creciente no es una “imprevisión” que agudizó la crisis por la sequía que afronta el país. En el desmantelamiento de OSE, en realidad, hay una política absolutamente conciente hacia la privatización del agua.

 Frente Amplio, campeón mundial de la depredación ambiental 

El Frente Amplio ha salido a denunciar al gobierno derechista de Lacalle Pou evadiendo las enormes responsabilidades que tiene en la actual crisis. Por ejemplo, en la instalación de mega empresas pasteras que utilizan cinco veces más agua que la que consumen los uruguayos y contaminan los cauces de los ríos. Es parte de su responsabilidad, como también lo es la presencia de miles de hectáreas de monocultivo acelerado de Eucaliptus, que absorben las reservas de agua. Ese monocultivo, combinado con la contaminación de las grandes plantaciones de soja, formaron este combo infernal que solo beneficia las grandes patronales.
 El gobierno del Frente Amplio reivindica esa politica de destrucción ambiental de las multinacionales en nombre de “las fuentes de trabajo”; bajo el gobierno de Mujica defendió a ultranza la penetración de las pasteras. Hoy Lacalle Pou sigue esa politica, trayendo nuevas pasteras expulsadas de Finlandia. Ha reactivado el ferrocarril, pero sólo para abastecer la inagotable voracidad de eucaliptus de las calderas de las pasteras.
 La llamada “crisis del agua” conduce a la privatización. Hay dos proyectos. El primero, el Neptuno, recurre a sacar agua del Rio de la Plata, como lo hace Argentina; el otro, Arazati, en el departamento de San José, donde la penetración de capitales privados es el centro de la cuestión. Los sindicatos uruguayos, dirigidos por el Frente Amplio, se han pronunciado contra estos proyectos, habrá que ver si realmente se oponen. 
 El consumo de agua embotellada se ha disparado. En muchos puntos de Montevideo se registra desabastecimiento. Conseguir un bidón de agua es ya un padecimiento. La especulación y el aumento de precios erosiona el bolsillo de la población, ya profundamente golpeado por el costo de la vida. 
 Un abordaje integral de esta crisis no puede hacerse sin comprender el régimen social en que se desenvuelve. La crisis climática, la sequía y la contaminación, como antes la pandemia, no son procesos exteriores al proceso social. El llamado “déficit hídrico” es la consecuencia de enormes ataques al medio ambiente por parte del capital, que encuentra en la naturaleza, no ya un sustento, sino un objeto de explotación. El capitalismo ejerce una gigantesca depredación del medio natural. 
 Aunque la UNESCO haya declarado el acceso al agua un derecho humano, los uruguayos ya no pueden tomar agua de la canilla. Hay que suspender el cobro del agua potable en las casas de familia y suministrar agua embotellada a cargo del gobierno nacional. Reingreso de los mil operarios despedidos de OSE, y un presupuesto extraordinario para el mantenimiento integral de las cañerías y la formación de una comisión investigadora independiente para determinar el estado del río Santa Lucia y las empresas que operan en su cauce. 

 Juan Ferro
 16/06/2023

Ucrania: ofensiva en curso


Imagen: un tanque Leopard 2A6 dañado rodeado de vehículos de combate de infantería Bradley y un blindado para despejar minas, dañados y destruidos. Varios otros blindados quedaron fuera de la imagen. 

 Hace una semana comenzó la fase activa de la tan anunciada “ofensiva de primavera” ucraniana. Efectivamente, como venimos advirtiendo por lo menos desde el año pasado, apenas a los pocos días se revela como otra catástrofe de la guerra.
 Como era previsible, Ucrania comenzó las primeras etapas de un asalto frontal sobre las líneas defensivas rusas en la región de Zaporiyia, con el objetivo de máxima de tomar las ciudades de Melitopol, Berdyansk o Mariupol y cortar así la conexión terrestre entre Rusia y Crimea. Recordemos que los rusos, desde septiembre del año pasado, se la pasaron construyendo líneas defensivas en todo el frente y en esa región en particular establecieron lo que se llama una ´defensa en profundidad´, no una sino múltiples y densas líneas fortificadas, cada una constando de varias capas de una variedad de tipos de obstáculos y fortificaciones (campos minados, trincheras, obstáculos antitanque, búnkeres y más) y cada línea hacia atrás siendo más fuerte que la delantera. El objetivo de este tipo de defensa no es que el enemigo no atraviese las líneas delanteras (si ni siquiera puede lograr eso, mejor, por supuesto) sino que al tener que atravesar cada una sufra una cantidad de pérdidas que agoten totalmente sus fuerzas antes de alcanzar su objetivo.
 En la doctrina militar estadounidense, el tipo de operación que los ucranianos están intentando se la llama ´brecha por armas combinadas´, se la considera el tipo de operación más dura y compleja que una formación militar puede hacer. Aun en condiciones que los estadounidenses consideran como mínimas, lo esperable en una operación de brecha exitosa (y para atravesar una única línea) es que se sufra la baja de la mitad del personal y material involucrado. Asimismo, como precondiciones necesarias se consideran el haber conseguido el dominio del espacio aéreo, poder desgastar a los defensores con bombardeo aéreo, ventaja en artillería y ventaja numérica de por lo menos 3 a 1. 
Los ucranianos no cuentan con ninguna de estas condiciones. Los ucranianos están desarrollando operaciones ofensivas en varios vectores del frente. El esfuerzo principal ucraniano por ahora se desarrolló por el vector desde Orejovo en dirección a Tokmak, que queda a 20 kilómetros al sur de la primera línea rusa. Un esfuerzo secundario lo desarrollan en la llamada ´saliente de Vremivske´, que es una saliente que conecta al frente de Zaporiyia con el de Donetsk más al este y se extiende hacia el norte unos 20 kilómetros por delante de las líneas fortificadas más al sur. 
 Para apoyar estos dos ejes de ataque, los ucranianos desarrollan operaciones secundarias de distracción en otros frentes para retener fuerzas rusas y evitar que refuercen el frente de Zaporiyia. Por el momento estas operaciones son ofensivas hacia los flancos norte y sur de Bajmut (que no se han movido de manera notable desde la retirada de Wagner después de capturar la ciudad) y los varios raids y bombardeos con artillería diarios desde Járkov, cruzando la frontera con Rusia, en la región de Belgórod. A esto se suma mantener una presión sobre todo el resto de los frentes activos.
 Para reducir de antemano el potencial ucraniano el máximo posible, los rusos hace más de un mes están realizando una campaña de bombardeo aéreo más intenso por toda Ucrania, priorizando la destrucción de los depósitos de municiones. En el frente de Zaporiyia mismo, además, reportan una cacería de los puestos de mando de las brigadas preparadas por Ucrania (y entrenadas por la OTAN) para su ofensiva. Otro blanco de la campaña aérea han sido los sistemas antiaéreos ucranianos de alcance corto y medio. La crisis de disponibilidad de munición antiaérea para sistemas de tipo soviético (ya reportada hace meses en las filtraciones del Pentágono) se está haciendo sentir. Esto fuerza a los ucranianos a acercar al frente sistemas más preciados y escasos (pero con disponibilidad de munición), de reciente donación de la OTAN. Acercarlos al frente los hace más vulnerables a los sistemas de ataque rusos, como los drones kamikaze Lancet. Hace unos días un Lancet encontró y destruyó el radar de una batería de IRIS-T, donada por Alemania. Sin su radar, toda la batería está inutilizada hasta conseguir un reemplazo. Con la cobertura antiaérea severamente degradada y una casi absoluta escasez de aviones cazas, los ucranianos tienen poca protección contra los bombarderos y helicópteros de ataque rusos.
 La ofensiva sobre Zaporiyia ya lleva una semana, la región es relativamente plana, con campos amplios y poca cobertura o edificaciones. Durante este tiempo, el frente experimentando los combates a campo abierto más grandes en lo que va de la guerra, decenas de brigadas y unidades están tomando parte por ambos bandos. En el eje principal, los ucranianos han tenido un fracaso total, no han podido ni siquiera alcanzar la primera línea defensiva rusa, todo el combate ha tenido lugar en la “zona gris” o en las posiciones rusas de avistamiento delanteras. Cualquier movimiento de columnas de blindados ucranianos es avistado con mucha anticipación por los drones rusos que patrullan cada rincón del sector a todo momento. La escala de los campos de minas es tal que los ucranianos están limitados a moverse casi exclusivamente por carreteras. Por primera vez en la guerra los rusos han comenzado a usar a gran escala el sistema de minado remoto Zemledeliye (“Agricultura”). Conceptualmente es similar al HIMARS. Puede lanzar voleas de hasta 50 cohetes a decenas de kilómetros, pero estos cohetes en vez de impactar contra un objetivo son vehículos de transporte y dispersión de decenas de minas antitanque y antipersonal. En pocos minutos uno sólo de estos sistemas puede crear un campo minado tan grande como un estadio de fútbol. Cuando los ucranianos avanzan por rutas creyendo que esquivan campos minados, los rusos lanzan minas en su camino pero también en sus rutas de retirada. Los blindados, inmovilizados, usualmente son destruidos por artillería corregida por drones o rematados uno a uno por helicópteros de ataque en distancias de 8 km, por fuera del alcance de los misiles antiaéreos portátiles que este tipo de unidades ucranianas llevan consigo. Como era de esperarse, las pérdidas ucranianas en esta ofensiva están siendo muy altas. A modo de ejemplo, de una unidad ucraniana de 50 soldados luego de su primer ataque hacia las posiciones rusas, sólo lograron volver 20 (Washington Post, 12/6). De algunos modelos de blindado (como los valiosos y escasos sistemas para despejar minas), durante las 3 noches de ataque ucraniano ya la mitad de los que tenían han sido destruidos. Lo alarmante no es solamente el número de las pérdidas sino que se producen en un espacio de tiempo extremadamente corto. Estamos hablando de brigadas ucranianas entrenadas por la OTAN durante estos meses específicamente para esta operación, equipadas con tanques y blindados occidentales. 
 Los ucranianos lograron cierto éxito avanzando sobre unos 3 o 4 pequeños poblados ubicados en los márgenes de la saliente de Vremivske. Recordemos que se tratan de posiciones que están por fuera de las líneas fortificadas rusas y son combates en los que los rusos están retrasando y desgastando a los ucranianos. En este sector los rusos están usando tácticas similares a las mostradas en la defensa de Jersón del año pasado: bombardean constantemente con artillería a los ucranianos mientras se acercan y si logran hacerlo, en vez de mantener el contacto y exponer a sus soldados al combate directo, los retiran a posiciones traseras más elevadas. Si los ucranianos logran capturar la posición, los siguen bombardeando hasta forzarlos a retirarse y al día siguiente los rusos vuelven a ocupar la posición. Este tipo de procedimiento hace que muchos observadores comparen estas tácticas con las de los antiguos mongoles. Una variante de este procedimiento conocida como ´bolsón de fuego´ contempla dejar avanzar al enemigo en lugares planificados específicos del frente, donde son rodeados y bombardeados constantemente con artillería. También de manera poco sorprendente, en el ataque sobre la ´saliente de Vremivske´ los ucranianos están sufriendo un desgaste importante. 
 Con toda la brutalidad observada, estos han sido apenas movimientos iniciales. Ucrania todavía posee reservas de hombres y material muy importantes y no ha empleado en combate a la fuerza de ataque principal. Es muy probable que el fiasco en Orejovo haga que el mando ucraniano reconsidere sus planes y quizás opte por dirigir a sus fuerzas frescas a otro frente más prometedor. Los ucranianos necesitan mostrar algún logro de cara a la próxima reunión de la OTAN el 16 de julio; de no lograrlo se exponen a que varios miembros comiencen a preguntarse si vale la pena seguir apoyando el esfuerzo de guerra. El equipo militar donado, sobre todo de origen alemán, no es fácil ni rápido o barato de reemplazar. Lo único seguro es que en las próximas semanas veremos lo que venimos anunciando desde hace tiempo: una escala de destrucción y horror aún mayor. 

 Leib Erlej 
 16/06/2023