sábado, 31 de octubre de 2015

Paraguay: Los seis presos políticos de Tacumbú




En una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos. Y decimos el privilegio porque haber conversado en varias ocasiones largo y tendido con estos gigantes es como entrar en una universidad de la que uno sale sin títulos pero ideológicamente más fortalecido.

Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Simón Bordón, Arístides Vera, Basiliano Cardozo y Gustavo Lezcano son conocidos como Los Seis Campesinos del Paraguay. Fueron condenados a 35 años de cárcel de los que ya han cumplido nueve años y ocho meses, sumando los períodos de prisión en Argentina y en Paraguay. La querella sostuvo la presunta culpabilidad a partir de una supuesta reunión del comité político del partido Patria Libre en 2005, donde según la fiscalía se decidió el asesinato de Cecilia Cubas.
El 21 de septiembre de 2004, la hija del expresidente de la Nación, Raúl Cubas, es secuestrada. El 16 de febrero de 2005 fue encontrado su cadáver. En un primer momento fue uno el imputado, Osmar Martínez, en enero de 2005. Luego esta persecución se extiende a la militancia del partido Patria Libre. En mayo imputan a seis más, que luego pasan a ser ocho. Transcurrido un año en esta situación y dada la poca confianza que depositan en la justicia paraguaya, deciden pedir asilo político a varias embajadas: España, Bolivia, Argentina, México y Venezuela. El embajador de Argentina en Paraguay les recomienda que pisen suelo argentino y pidan asilo político. Dos de ellos van a Bolivia. Los seis optan por Argentina. Se equivocaron, pero lo sabrían más tarde. Demasiado tarde. Les conceden refugio político precario, condición en la que permanecen durante tres meses. “Un día fuimos a sellar a la oficina del CEPARE, la encargada de conceder el refugio y nos detienen a tres de nosotros. En el acta de detención apareció que fuimos detenidos en la calle”. Los otros tres son detenidos en sus casas. Después de estar presos les hacen firmar la denegación del refugio. “Decía el Che que no hay que subestimar ni sobreestimar al enemigo. Nosotros lo subestimamos”.
Pasan dos años y siete meses en cárceles argentinas. Pero la madre de Cecilia Cubas, la hoy senadora Mirtha Gusinky, viajó al país vecino para hacer campaña contra Los Seis, reuniéndose con Aníbal Fernández y presionando para que los extraditen a Paraguay. El mismo día que asume Lugo en Paraguay, ante la amenaza de extradición, inician una huelga de hambre que duró 68 días, reclamando el refugio. “No a la extradición, sí al refugio era el lema”. En octubre de 2008 se decide la temida extradición. El pasado 23 de octubre se han cumplido siete años de este hecho. “Nos trajeron el 2 de diciembre. La Corte Suprema de Justicia argentina es la que toma la decisión”. Llegan a Paraguay e ingresan en Tacumbú, donde permanecen hasta la fecha.
El juicio comienza en marzo de 2012, estando presos, ya con un trato de culpabilidad. “Nos condenan en julio, unos días después de que Lugo fuera destituido. Los de la querella, los fiscales, la madre, todos se felicitaban entre ellos cuando fuimos declarados culpables”. Con el país conmocionado ante el reciente golpe de Estado, en medio de un juicio plagado de irregularidades, son condenados a 25 años más 10 de aseguramiento.
“En enero fue la reunión en Caguazú. Se dijo que en esa reunión se decidió la muerte de la joven. Pero nosotros éramos dirigentes de base. ¿Cómo nosotros íbamos a decidir una cosa así? Además, nunca estaríamos de acuerdo con tal decisión. Allí se trataron los temas que aparecen en el acta de esta reunión”.
Nos hablan del gran trabajo de la fiscalía para que todos fueran condenados como autores intelectuales. Son muchas las anomalías del planteamiento que sostiene la querella. El equipo forense dijo que llevaba muerta 60 días, lo cual desmonta la hipótesis de que en la reunión del 13 de enero se decidiera su muerte. “Pero todo eso no sirvió en el juicio”. Todas las pruebas para condenarlos se basan en un testigo que cambia su declaración hasta en tres ocasiones. Dionisio Olazar, testigo que a pesar de participar en la supuesta reunión curiosamente es indultado. ”Este testigo dio una entrevista en TV donde dijo que según su investigación murió en Navidad y según él Omar es el que decide todo. Esa era la defensa nuestra. Pero luego cambió toda su declaración. Hoy es asalariado de la fiscalía, con un sueldo mensual”.
“Hubo un supuesto guerrillero arrepentido que vino con la cara tapada, testificó sentado de espaldas. Pero él no reconoció a ni uno. Nos acusó de ser el Comité Político, según la fiscalía, el grupo decisor. De cualquier boludez ellos hacían un monumento”. “Ya ven, en Paraguay existen presos políticos”, comentan. “Nuestra lucha es política. Fuimos condenados de cualquier manera”. Hoy llevan cumplidos nueve años y ocho meses considerando el tiempo de prisión de los dos países, pero la justicia paraguaya no les reconoce el período que pasaron en Argentina. “Se dijo que estábamos en hoteles. Pero estábamos en cárceles de máxima seguridad”. Hoy se encuentran en prisión preventiva, porque la condena no es firme, a la espera de respuesta ante la apelación. “Eso no puede ser democráticamente. La presunción de inocencia es lo que más consagra el Estado de derecho democrático. Pero en nuestro caso ha sido violado”.
“Dicen que somos más peligrosos que las FARC, que todas las organizaciones del mundo. Así consta en la causa. Nuestros orígenes son campesinos, pueblerinos. Les resulta extraño que nosotros pensemos. ¿De dónde saca esta gente el razonamiento?, piensan. Nuestra universidad es la necesidad. La oligarquía es nuestra maestra. Ellos nos obligan a pensar y nos enseñan. En toda sociedad capitalista el enemigo es aquel que piensa”. Cinco de Los Seis Campesinos pertenecían a Patria Libre, un partido político vinculado al cristianismo de la teología de la liberación, creado a principios de los 90.
“Patria Libre logró afiliar a 17.000 jóvenes. Teníamos iglesias, capillas, asentamientos… ahí comienza el seguimiento”. “Se estaba enseñando una revolución diferente, que atendiera a los pobres. Nuestro único delito es practicar otra educación. Éramos dirigentes campesinos, y nos dedicábamos a la formación. Aquellos que se toman el coraje de enseñar y de luchar son peligrosos y o bien acaban muertos o bien en la cárcel”. Roque Rodríguez, en cambio, no era de Patria Libre, sino del Movimiento Agrario Popular. “Yo era dirigente gremial importante. Ellos lo sabían. A mí me metían en el proceso continuamente. La fiscalía para justificar la condena sacó lo que le interesaba, una filmación sin audio que ruló por la prensa. Fue un montaje, pues en esa reunión se trataban temas de salud. Manipularon mucho”. “Como decía el Che, si nos preguntan nuestros hijos por qué estamos así, que no les digamos: porque no luchamos. Luchamos, pero nos derrotaron. Prefiero decir eso a que no luchamos. Tenemos la idea bien clara. No estamos arrepentidos”.
Son muchos y amplios los temas que tratamos durante las visitas a la cárcel en nuestra estancia en Paraguay. Durante horas conversamos de su situación, de la desigualdad, de la importancia de la formación política, de las dirigencias, de Marx, de cristianismo y teología de la liberación, de lucha de clases, de Bolivia, Venezuela, Cuba. A pesar de lo contradictorio y complicado de visitar un lugar como la cárcel de Tacumbú, cada día de nuestras nueve visitas a esta cárcel salimos más fortalecidos. La fuerza que transmiten con sus ideas es contagiosa. Estos hombres son por encima de todo unos educadores. Uno pronto descubre en ellos una fuerte vocación de formadores. No pueden hablar sin enseñar. “Nosotros enseñábamos que existe otro tipo de sociedad, de enseñanza, otra sociedad más justa, más humana, donde no haya más esta marcada diferencia entre ricos y pobres. Ahí es cuando te encasillan como peligroso”. “Cuando el delito es político sí o sí se paga. La condena nuestra es ejemplificadora”. “Si te vas a la plaza puedes gritar, puedes escribir libros, hablar en los medios, decir ciertas cosas, pero cuando empiezas a crear recetas, accionar, ahí comienzan a tomar represalias”.
“Hemos perdido todo. Hemos dejado nuestros proyectos personales. Hemos abandonado las comodidades de nuestras casas. Seguimos resistiendo. Estamos haciendo historia junto al pueblo. Hemos llegado a otros países, por eso están ustedes acá y ha llegado gente de otros lugares acá. Saber que otros conocen nuestra lucha gracias a nosotros nos motiva”. Uno de los abogados del caso, Francisco Benítez, de CODEHUPY, nos comenta que la principal dificultad de Los Seis se llama Mirtha Gusinky y Enrique Baqueta.
No parece descabellado afirmar que Mirta Gusinky, madre de Cecilia Cubas, utilizó el caso de su hija para hacer carrera política. Hoy es senadora. La presión que durante todo el caso ejerció sobre los tribunales fue brutal. Enrique Baqueta, mano derecha de Mirta, dependía del juicio de Los Seis para conseguir su trozo del pastel. Meses después de la condena, asume también como senador. Hoy, la presión que siguen ejerciendo estos señores del mafioso Partido Colorado, es, según Benítez, el principal escollo para nuestros campesinos. Para que el lector ajeno a la realidad paraguaya se haga una idea de cómo se las gasta la señora Gusinky, que paradojas de la vida presidió la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, reproducimos unas palabras que pronunció refiriéndose al grupo guerrillero EPP, manto bajo el cual se criminaliza hoy a gran parte de la dirigencia social: “Una vez que hemos identificado a través de radares o de medios tecnológicos dónde están ellos, vamos a tener que tirar bombas o granadas y seguramente cuando los matemos a ellos va a tener que morir gente inocente”. Sobran las palabras. Según Benítez, es crucial llevar el caso a una instancia internacional. “Acá los jueces no son imparciales. La justicia no es independiente”, afirma el abogado.
“Hay una apelación a la condena de 35 años. Ahora aprobaron una ley de ejecución penal. Pero es muy difícil. Dependería de la presión de las organizaciones internacionales”, comenta uno de Los Seis. Cuando se reciba la contestación a dicha apelación, en caso de ser negativa, el siguiente paso será llevarlo a instancias internacionales. Cualquier observador objetivo de la realidad que analice un poco la historia más reciente de Paraguay, no podrá dejar de concluir que el caso de los seis campesinos es uno más de los procesos que se encuadran dentro del marco de la criminalización de la pobreza, la criminalización de la dirigencia y la lucha social. Lo mismo ocurre con el caso Curuguaty, hoy en el candelero mediático debido a la actualidad de su injusto proceso, así como el de los seis, un juicio más político que civil. Lo mismo ocurre con los más de 115 campesinos asesinados desde la restauración de la supuesta democracia, de la mano de las fuerzas de seguridad y de matones mercenarios de los grandes terratenientes. No son casos aislados. El problema y el origen es el mismo: la concentración de la riqueza en manos de una minoría de carácter oligárquico que opera de la mano del neoliberalismo mediante la alianza con las grandes transnacionales del agronegocio. Por no hablar de la mafia del narcotráfico: “Vivimos en un país donde domina la narcopolítica, narcooligarquía y hasta narcoeconomía”, comenta uno de Los Seis Campesinos.
El escaso control y la elevada corrupción convierten a Paraguay en un país muy atractivo para el narcotráfico. Es el primer productor de marihuana en Suramérica y el segundo a nivel mundial, además de ser la ruta por la que pasan grandes cantidades de cocaína que acaban en el mercado estadounidense y en el europeo. Este poder “narcooligárquico” que sigue haciendo y deshaciendo a su antojo de la mano del monstruo del agronegocio se muestra con cifras pavorosas. Paraguay es el país más desigual del mundo en cuanto a concentración de la tierra. Según el censo agropecuario de 2008, el 2,6 % de los propietarios concentra el 85 % de las tierras, mientras que el 91 % de los campesinos dispone del 6 % de la superficie agrícola.
No olvidemos que hablamos del último país de América Latina en haber sufrido un golpe de Estado por medio de un juicio político a Fernando Lugo, retomando así el poder la derecha más rancia y perversa, el Partido Colorado, fiel heredero de las formas dictatoriales de Alfredo Stroessner. La justicia en Paraguay no solo no goza de independencia política con respecto a los otros poderes, sino que su miseria se muestra con la evidencia del poder más autoritario y nauseabundo. Pero el caso de Los Seis Campesinos ya no dispone de la necesaria presencia mediática, mínimo imprescindible para volver a tener posibilidades de que se haga justicia. Por este motivo, como observadores internacionalistas y a petición de ellos hacemos un llamado internacional para no dejarles de lado, para defender su derecho a un juicio justo, para defender su inocencia y su causa que no es otra que la de tantos hombres buenos que quieren un mundo más justo y hacen algo por ello, un Paraguay verdaderamente libre de oligarquía e intereses rapaces, una tierra para el que la trabaja, para los campesinos, para los suyos.
A quien le quepa alguna duda o tenga la curiosidad de comprobar la grandeza de estos sabios campesinos, no tiene más que acercarse a la cárcel de Tacumbú, en Asunción, y conocerlos. No solo ellos lo agradecerán enormemente, también la maltratada palabra justicia, en Paraguay mancillada. Por desgracia la justicia no es un ente que con su halo inmaculado ejerza su voluntad liberadora independiente de las mujeres, hombres e instituciones que se encargan de aplicarla. Y en Paraguay los hombres y mujeres que gozan de poder en las instituciones son de una casta rancia, oligárquica y corrupta que huele demasiado a podrido. De modo que mientras no hagamos algo para que se haga justicia, nos encontraremos en un eterno círculo vicioso, porque en una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos.

Raúl García y Vanessa Pérez /Resumen Latinoamericano / LaHaine / 28 de octubre de 2015 –

Kobane o la tumba del Estado Islámico




Mientras la prensa mundial dice que Kobane es la ciudad del norte de Siria que está por caer en manos del Estado Islámico (EI), la prensa kurda, que es una de las estructuras de periodismo popular más vinculadas al pueblo, afirma que esa localidad será la tumba del EI.

Guerra y política

En los últimos días, la situación militar y política en el norte de Irak cambió mucho, y es preciso combinar el análisis de ambas para comprender el desarrollo del conflicto y de la guerra.
Hace una semana, Kobane pasaba su peor momento. El EI había tomado más del 60 por ciento de la ciudad y todas las aldeas de alrededores. Cualquiera podía asegurar que se contaban las horas para el fin de la resistencia, ya que más de sesenta tanques turcos en la frontera impedían que lleguen refuerzos a las guerrillas kurdas de las YPG/YPJ (Unidades de Defensa Popular/ Unidades de Defensa de la Mujer). Las fuerzas del EI atacaban por el oeste, el suroeste, el sur y el este. Los terroristas se habían apoderado de la colina Mistenur, que domina la ciudad desde el sudoeste, y desde allí habían logrado avanzar, dejando a la guerrilla kurda solo el casco urbano, un área de menos de cuatro kilómetros cuadrados.
Ante esta situación, la dirección del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), llamó al pueblo del Kurdistán a manifestarse bajo la consigna “Todo es Kobane, todo debe ser insurrección y resistencia”.
En muchas ciudades de Europa los kurdos exiliados salieron a las calles, e incluso hubo enfrentamientos con simpatizantes y estructuras de reclutamiento del Estado Islámico en el continente europeo. En Turquía, donde los kurdos son una numerosa minoría nacional, se organizaron en Intifada (Serhildan) en las calles contra el ejército y la policía. Los muertos cuentan más de 40, los desaparecidos más de 50, y los presos más de 100. Durante más de tres días, los jóvenes kurdos lucharon en las calles, llegando a romper y tomar puestos de control fronterizo con Siria, e incluso unos dos mil jóvenes kurdos de Turquía cruzaron la frontera para sumarse a la guerrilla kurda de Siria.
La movilización del pueblo kurdo, y la solidaridad en el mundo, ejerció una dura presión contra la Coalición Anti-EI, liderada por fuerzas de la OTAN, quienes estaban bombardeando en Kobane más para las cámaras fotográficas de la prensa occidental, que para golpear realmente los objetivos del Estado Islámico. ¿Por qué? Porque a pesar de su fanatismo y manía asesina, el EI es un excelente instrumento de Occidente y Turquía para mantener a raya a los rebeldes kurdos de Siria, que hace dos años ejercen la autonomía con un raro sistema anarco-comunista-cooperativo, donde participan otras etnias y religiones.
El modelo que los kurdos desarrollan en el norte de Siria (región llamada por ellos Rojava) es una grave amenaza para las potencias del mundo. En primer lugar para Turquía, que hace más de 40 años está en guerra con el PKK (que tiene mucha influencia entre los kurdos de Siria). En segundo lugar para las monarquías del Golfo y todos los países de la región, pues se proponen una revolución de corte socialista-anarquista, unificando a las culturas que los nacionalistas quieren dividir, y los fanáticos religiosos quieren volver contendientes. Y en última instancia para las potencias occidentales, que mantienen su dominación imperial en la región en base a profundizar las grietas de las sociedades de clanes y tribus, y haciendo negocios por separado e impulsando la guerra entre las diferentes fracciones de poder local.

La resistencia de Kobane

Con todo este trasfondo fue que Kobane emplazó una resistencia solo comparable a la de Stalingrado, cuando los soviéticos quebraron el espinazo a las fuerzas hitlerianas.
La resistencia cumplió un mes, pues la campaña de cerco y aniquilamiento comenzó el 15 de septiembre. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), más de 500 combatientes murieron en los enfrentamientos, unos 300 por parte del EIIS y unos 200 miembros de las YPG/YPJ. Es cierto que las fuerzas kurdas contaron con la ventaja de quien defiende posiciones, pero la descomunal superioridad tecnológica y armamentística de los terroristas transforma a la batalla de Kobane en una epopeya histórica del arte militar.
La milicia kurda ha resistido con fusiles de asalto, francotiradores, ametralladoras antiaéreas y algunos cohetes anti-tanque, contra una fuerza mercenaria que cuenta con al menos tres docenas de tanques norteamericanos y rusos, artillería pesada y mediana, gran cantidad de armas antiaéreas, morteros, cohetes, coches bombas y grandes cantidades de explosivos.

Bombardeos y movilizaciones

En los últimos días cambió radicalmente la situación al punto que la prensa kurda, como algunos periódicos occidentales (como la cadena BBC), dan informaciones de que las guerrillas kurdas emprenden una contraofensiva para recuperar la ciudad.
Esta posibilidad estuvo vinculada, es vano negarlo, a los bombardeos de la Coalición Anti-EI. Los bombardeos, que hasta ahora solo servían para formar una cortina de humo que oculte los vínculos de Occidente con el Califa y su Estado Islámico, acabaron por ser efectivos cuando la “serhildan” y las movilizaciones en Europa apuntaron que la masacre de Kobane era responsabilidad de Turquía, Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Fue entonces que los pilotos dejaron de actuar como si nunca hubieran bombardeado el Oriente Medio, y mostraron su destreza y puntería. La batalla decisiva también se dio en los medios de comunicación, que en los últimos diez días no han parado de hablar de Kobane, y de su inminente caída: Occidente no pudo tomar otra decisión que bombardear al EI, así esto significara “salvar” a Kobane, pues las movilizaciones y “serhildans” fueron efectivas en responsabilizar a Occidente si la ciudad caía.
Así llegamos a la actual situación, donde nos llega la información de la BBC que las milicias kurdas han recuperado la colina de Tall Shiar, punto estratégico desde el que se domina parte de Kobane, en el frente oeste, una región semi-rural donde está la aldea con el mismo nombre. También las fuerzas kurdas estarían recuperando posiciones en barrios del sur de la ciudad. A su vez, llega la información de que las fuerzas kurdas de YPG lograron matar un alto comandante del EI, llamado Ebu Waleed Al Tunsi.

Kobane vencerá

Como dicen los diplomáticos de Kurdistán en Europa, esta no es la primera campaña de cerco del Estado Islámico contra Kobane. Este año, sufrieron ataques en marzo, y en junio y julio, donde los terroristas atacaron con las armas que robaron en Mosul. Luego de ese segundo fracaso, el EI fue a tomar Sinjar, en Irak, y comenzó la guerra abierta contra fuerzas kurdas en el Kurdistán iraquí. Allí empezó la intervención de las fuerzas aéreas occidentales, que debían proteger sus inversiones e intereses ante el Estado Islámico, que a su vez es su propio Frankestein. La tercera campaña se inició el 15 de septiembre. Cada campaña fue aumentando la cantidad de tropas y armamentos con las que el EI atacaba y hoy mantiene en Kobane y sus alrededores más de la mitad de sus mercenarios en Siria. El EI además mueve refuerzos desde el oeste de la ciudad de Jarablus, y desde el este la región del Tel Abyad, sumado a que constantemente refuerza desde el sur, desde la importante ciudad de Raqqa, que este año fue un bastión del grupo terrorista.
Ante la maquinaria de guerra y propaganda terrorista del EI, han quedado derrotados a su paso los ejércitos iraquí y sirio, las tropas especiales que Irán mantiene en Siria y la milicia kurda Peshmerga, que cuenta con más de 200.000 hombres en armas y el apoyo de occidente.
Sin embargo, no han podido derrotar a las YPG kurdas, y el resultado militar no es solamente producto de cantidades y tecnologías, porque la guerra es una actividad horrible, pero es esencialmente humana, y quienes guerrean son seres humanos, hombres y mujeres, que están movidos por ideas, sentimientos, religiones, dinero, intereses, ejemplos y objetivos.
El supremo objetivo de liberación que profesa el pueblo kurdo ha demostrado ser más efectivo en la guerra que las toneladas de bombas y explosivos, que los modernos blindados y poderosos cañones en manos de fundamentalistas islámicos que ejercen como mercenarios. Definitivamente Kobane es un cementerio para el Estado Islámico, pero para que esta oscura fuerza terrorista sea verdaderamente derrotada, la YPG necesitará contar con armas pesadas, cohetes antitanques y equipos militares que sufren gran desgaste por lo encumbrado de la guerra.
Occidente se encuentra ante la disyuntiva: aniquilar al EI es apoyar a Rojava. Los países occidentales, al igual que en la década de 1930, deben tomar la decisión de si fomentan el fascismo para frenar la revolución socialista, o si apoyan a las fuerzas socialistas democráticas para frenar el fascismo de los islamistas.
Occidente hasta ahora no ha dudado: durante dos años ha prestado apoyo militar, político, mediático, armamentístico a las fuerzas del fascismo islámico, pero la batalla de Kobane ha dejado a Occidente expuesto ante el mundo y ha mostrado su complicidad.

Carmelo Carranza

viernes, 30 de octubre de 2015

Historia de la Dialéctica y de la Filosofía.

La herencia dialéctica como una de las fuentes y las partes integrantes del marxismo y EL CAPITAL. De Heráclito y Demócrito a Protágoras y Epicuro. De Giordano Bruno, Goethe y Shakespeare a Kant y Hegel. El marxismo revolucionario y su recuperación de la sabiduría, la filosofía, el humanismo, la dialéctica y las grandes preguntas de la historia de las culturas y la humanidad.

jueves, 29 de octubre de 2015

Exitosa presentación del documental “Lo esencial es la lucha”




El pasado 17 de octubre en el local colmado del sindicato de artes gráficas (SAG) tuvo lugar la presentación del documental “lo esencial es la lucha, un testimonio audiovisual sobre el conflicto educativo 2015”, que refleja distintos momentos del conflicto educativo de este año y la feroz represión de la policía del ministro del Interior Eduardo Bonomi durante el desalojo del Codicen el pasado 22 de setiembre.Hernán Yanes

Frente a la dureza del gobierno, emerge el movimiento educativo

Más de 300 asistentes, muchos estudiantes secundarios y trabajadores de la educación, participaron de la proyección del logrado audiovisual en una nueva muestra de rechazo a la criminalización de la protesta social que siguió a la feroz ataque policial a los estudiantes que ocuparon el Codicen.
El video retrata con creatividad distintos momentos del conflicto de los gremios de la educación de este año, haciendo foco en el momento del desalojo del edificio con un conjunto de escenas que muestran la brutalidad del accionar de la Guardia Republicana.
El documental supo expresar con claridad cómo nuevas generaciones de adolescentes y jóvenes se plegaron masivamente a lucha por un presupuesto educativo decoroso, con marchas y ocupaciones de centros de estudio durante setiembre que culminaron con la ocupación del Codicen reclamando una mesa de diálogo y garantías de mejoras en el presupuesto.

Se viene una gran campaña contra la criminalización de la protesta social

Las imágenes del video desmienten contundentemente la versión del ministro Eduardo Bonomi sobre los sucesos durante el desalojo.
Mientras el gobierno intenta demonizar a los grupos de izquierda que acompañan y participan de las movilizaciones educativas, el video muestra claramente que se trató de un operativo cuidadosamente planeado para reprimir a los estudiantes que ocupaban.
La caza de brujas de los días posteriores contra los activistas y militantes, el macartismo hacia la organización de DDHH Plenaria Memoria y Justicia y los grupos de izquierda que no son oficialistas, son ejemplos claros de cómo se intenta criminalizar la protesta y amedrentar a los miles de jóvenes y trabajadores que muestran su disposición a la lucha y no se comen el verso del Frente Amplio que busca que la resistencia no se generalice.
La Asamblea Intersindical de base de los gremios de trabajadores de la educación y de estudiantes realizada el pasado sábado 3 de octubre constituye un paso adelante en el esfuerzo de unificar la lucha.
Su llamado a coordinar acciones en defensa de las libertades democráticas (a propuesta de la comisión de derechos humanos de ADES Montevideo) es un hecho muy positivo para encarar la defensa de los procesados y enfrentar la criminalización y judicialización de la protesta.
El repudio al accionar represivo del FA generó distintas acciones; desde pronunciamientos de organizaciones de Derechos Humanos nacionales como IELSUR y la FEUU o el PIT-CNT - que convocaron una marcha el pasado 14 de octubre – hasta la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Argentina y personalidades de los derechos humanos como Nora Cortiñas (madre de Plaza de Mayo), Victoria Moyano (hija de desaparecidos y nieta recuperada), Alejandrina Barry (hija de desaparecidos), la asociación de docentes ADEMYS, entre otros sectores.
La propuesta es masificar esta Campaña y hacerla lo más amplia posible y para tal fin la primera reunión de coordinación de la Intersindical anunció distintas actividades, entre ellas un Foro con personalidades de la cultura y periodistas destacados, y un Festival con bandas de murga y rock, para oponerse al avance represivo sobre las libertades democráticas, además de seguir movilizándose en la calle para enfrentar la criminalización de la protesta social.

Hernán Yanes

1905, la antesala de la revolución de Octubre




Desde fines del S. XIX el Imperio ruso era una tierra de contrastes. Con una población mayoritariamente campesina y con un régimen autocrático y reaccionario, representado en la figura del Zar, vio despertar una joven clase obrera – producto del creciente desarrollo industrial- en Moscú, Petesburgo y otras ciudades que comenzaban a desentumecer sus músculos al calor de sucesivos movimientos huelguísticos. Así los trabajadores rusos llegaron a enero de 1905 con cierto grado de organización. El año había comenzado con una huelga de los trabajadores de la fábrica Putílov que velozmente se extendió al resto de los trabajadores de Petersburgo.
El domingo 9 de enero cerca de 200.000 trabajadores se movilizaron para pedirle al Zar Nicolás II mayores libertades públicas. Como respuesta el gobierno desató una feroz represión sobre la multitud de obreros y obreras en la que hubo cientos de muertos y heridos. Conocido como “el domingo sangriento” fue el primer acto del emergente proceso revolucionario abierto. Como cuenta León Trotsky “la matanza de enero tuvo influencia especialmente notable y profunda sobre el proletariado de toda Rusia. De un extremo a otro del país corrió una oleada grandiosa de huelgas que estremecieron el cuerpo de la nación […], la huelga se extendió a 122 ciudades y localidades, a varias minas del Donetz y a diez compañías de ferrocarriles. Las masas proletarias fueron removidas hasta sus cimientos. El movimiento arrasó a un millón de almas” (Ver 1905, León Trotsky). Estos hechos fueron el preámbulo de lo que serán los tres meses más concentrados de la revolución de 1905: octubre, noviembre y diciembre. Ya a fines de septiembre se produjo una importante huelga de tipográficos a la que se sumaron los metalúrgicos, los trabajadores del correo, del telégrafo y del ferrocarril, paralizando los medios de transporte y de comunicación.
La clase obrera - con los metalúrgicos a la cabeza - exigía el fin de la autocracia, la separación de la Iglesia y el Estado, la amnistía para los luchadores presos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Era una huelga general política que, como decía Lenin, se convertiría en el instrumento para desorganizar al enemigo.

El primer soviet

Al calor de esta huelga general política se desarrolló el primer soviet (Consejo) de Diputados Obreros que se reunió por primera vez el 13 de octubre en la ciudad de Petersburgo y se convirtió en el centro dirigente de la actividad huelguística. Su representación se constituía en base a las unidades de producción que eran el nexo principal que existía entre las masas proletarias, se elegía un delegado cada quinientos obreros y su mandato era revocable. Muy pronto se desarrollaría otro soviet en Moscú y, más tarde, organismos similares en otras ciudades. Las universidades jugaron un papel relevante: había autonomía universitaria, entonces los obreros participaban en asambleas comunes con los estudiantes donde discutían cómo organizarse y qué acciones llevar adelante.
El Soviet puso en práctica la libertad de prensa, organizó patrullas para la protección de los ciudadanos; se apoderó de los ferrocarriles e intentó establecer de hecho la jornada de ocho horas enfrentándose al Lock out patronal. De esta manera no sólo se mostraba como la organización más adecuada para la clase obrera en su lucha independiente contra la burguesía y la autocracia, sino que demostraba su potencialidad como organismo de poder obrero, como base para un nuevo tipo de Estado. Acorralado, el Zar editó el 17 de octubre (el 30 de nuestro calendario) un Manifiesto donde consagraba la legalidad para las organizaciones políticas y la libertad de los derechos individuales, prometía una Constitución y la convocatoria a elecciones. Trotsky, que fue primero vicepresidente y luego presidente del Soviet de Petersburgo (luego conocido como Soviet de Petrogrado), en un discurso del día siguiente dijo que “no es más que una hoja de papel.
¡Aquí está delante de vosotros y mirad: hago con ella un guiñapo! Nos la ha dado hoy, nos la quitaría mañana para hacerla pedazos, como yo desgarro en este momento, ante vuestras miradas, este papelucho de libertad” (discurso del 18 de octubre de 1905). Aunque sólo eran promesas, simbolizaban el retroceso de la autocracia frente al movimiento obrero que logró en unos pocos días más de lo que la temerosa burguesía liberal había logrado durante años de oposición servil. La huelga de octubre demostró la hegemonía proletaria en la revolución burguesa mientras la represión de la mano del Ejército y de los cosacos se aceleró cercando Petesburgo y arrestando a los miembros del soviet, entre ellos, Trotsky. El soviet de Moscú llamó a una huelga general intentando transformarla en una insurrección pero la ausencia de una alianza con el campesinado y la imposibilidad de hacerse de las armas para enfrentar al Ejército llevo a su derrota en diciembre de 1905 tras largas semanas de intensa lucha.
El proletariado replegó sus fuerzas. La huelga general polí- tica había planteado la cuestión de qué clase detentaba el poder, pero no la había resuelto. Para avanzar no sólo era necesario sobrepasar la legalidad instituida y pasar al enfrentamiento físico, sino que había que organizar conscientemente la insurrección. Una de las lecciones fundamentales que dejó esta importante experiencia fue la necesidad indispensable de que la clase obrera cuente con un partido revolucionario con la suficiente organización, experiencia, e influencia para lograr el triunfo a través de una estrategia para la toma del poder. 1905 fue el prólogo, el ensayo general, el desenlace tendría lugar años más tarde en la gran Revolución Rusa de octubre de 1917 en la que el partido se transformó en un elemento insustituible para preparar la revolución triunfante.

La izquierda Diario

lunes, 26 de octubre de 2015

Devolver GITMO e indemnizar a Cuba




“La demanda de compensación proveniente de un estado soberano que negocia la normalización de sus relaciones con Estados Unidos ayudará a que crezca la comprensión de la extensa deuda que tiene Washington en el mundo por sus atropellos”, manifiesta el escritor y columnista Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigaciones Económicas y Políticas (CEPR, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, en un artículo aparecido el 13 de Octubre en el Philadelphia Inquirer.
También es bueno que haya salido a relucir la situación de la base naval de Estados Unidos (GITMO) que ilegalmente mantiene desde hace más de un siglo en el oriente de la isla y la devolución a Cuba del territorio que ésta ocupa, considera Weisbrot.
El Presidente Obama inició un cambio histórico cuando decidió en diciembre comenzar a normalizar las relaciones con Cuba. Era el reconocimiento del fracaso de más de medio siglo tratando de derrocar al gobierno cubano con invasiones, intentos de asesinatos, bloqueo económico y otras vilezas.
Fue también una concesión a la mayoría de los gobiernos del hemisferio, que habían hecho saber a Washington en 2012 que, sin Cuba, no habría nuevas Cumbres de las Américas porque, si así fuera, se abstendrían ellos de participar.
Sin embargo, aún Estados Unidos no ha considerado necesario hacer cambios en sus objetivos respecto a Cuba, lo que se constata en varias declaraciones oficiales indicando que el propósito de normalizar las relaciones y expandir el comercio con Cuba es el mismo de antes, cambiar el régimen (regime change)… sólo que por otros medios. No obstante, no hay dudas de que se trata de un gran paso adelante, apunta Weisbrot. Washington llevaba décadas aislado en su política exterior por el bloqueo a Cuba, con reiteradas votaciones en su contra en la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la votación más reciente, el pasado año, el resultado fue de 188 a 2, con solo Israel votando junto a Estados Unidos.
Recientemente el gobierno cubano reiteró su posición de que para que las relaciones puedan ser normales, Estados Unidos no solo debe terminar el bloqueo, debe también compensar a Cuba por los daños que éste ha causado a la Isla y su pueblo durante los últimos 54 años. El Presidente Raúl Castro recordó además a Washington que, en aras de la normalización de relaciones, la ilegal base militar convertida en prisión que mantiene en la bahía de Guantánamo debe retirarse y el territorio que ocupa devuelto a Cuba.
Según Weisbrot, son solicitudes enteramente razonables, dado que Estados Unidos, siendo la fuerza ocupante de la Isla a inicios del siglo XX, forzó a Cuba a que le concediera permiso para establecer la base militar en 1903, como una de las condiciones sine-qua-non para acceder a su “independencia”.
Agréguese -señala Weisbrot- que aún sin tomar en cuenta la manera en que se originó el arriendo del territorio para la base, éste fue otorgado para una base naval y estación carbonera, no para una prisión. “Es como si alguien, violando los términos de un arriendo, alquilara un apartamento y lo utilizara para vender drogas ilícitas”. Y GITMO es hoy una ofensa aún mayor para los cubanos, convertida en una prisión notoria por las torturas y otros abusos a prisioneros, la mayoría de ellos declarados no imputables, o sin pruebas contra ellos que permitan su procesamiento.
La demanda cubana de reparaciones es igualmente sensible. El bloqueo de 54 años ha causado a Cuba decenas de millones de dólares de daños, escaseces de alimentos y medicinas, barreras a la inversión extranjera y carencias infraestructurales hasta de agua limpia.
Es difícil calcular los daños del bloqueo a Cuba, aunque se sabe que multiplican muchas veces el monto total de las reclamaciones de los negocios e individuos estadounidenses que perdieron propiedades en Cuba por efecto de la revolución social.
Weisbrot opina que será difícil que Washington reconozca su deuda a los cubanos por los crímenes contra la Isla, porque teme abrir compuertas a las demandas de tantos países en los que el gobierno de Estados Unidos ha contribuido al sacrificio masivo de personas y a la destrucción de sus riquezas materiales.
Bill Clinton es el único presidente moderno de Estados Unidos que ha expresado pesar por los crímenes de su país contra otras naciones. Fue él quien pidió perdón a Guatemala por el papel de Estados Unidos en el prolongado genocidio a cargo de dictaduras militares que tiranizaron ese país desde la década de 1950 hasta la de 1980.
Esta declaración de Clinton ha sido prácticamente ignorada.

Manuel E. Yepe

"El ELN vino a buscar justicia social y el fin del conflicto armado"




El Comandante Pablo Beltrán explica los principios del ELN en el proceso negociado de paz

En el siguiente vídeo, el Comandante Pablo Beltrán, del Comando Central del Ejército de Liberación Nacional, ELN, hace una exposición sobre la concepción que del proceso de paz tienen este grupo insurgente, así como de la actual situación exploratoria en conversaciones con el Gobierno, previa a los diálogos en etapa pública que al parecer se anunciarán esta semana, así como planteamientos en torno a su contraparte, el régimen colombiano.
El Comandante Beltrán es integrante de la Delegación de Paz del ELN. Sus declaraciones fueron presentadas al II Seminario sobre el Delito Político y la Situación de los Presos Políticos en Colombia, el 16 de octubre de 2015.

La larga batalla de Louis Althusser




A 25 años de su muerte, la obra y el legado de Louis Althusser siguen generando polémica.

El 24 de octubre de 1990, el diario francés Le Monde publicaba un artículo titulado “Althusser, el maestro quebrado” e informaba: “El filósofo murió el lunes 22 de octubre de una insuficiencia cardíaca en el centro geriátrico de La Verrière (Yvelines). Tenía 72 años”. El mismo día, del otro lado de los Pirineos, El País titulaba “Muere a los 72 años Louis Althusser, el último gran filósofo del marxismo” y el copete agregaba, no exento de cierto morbo: “El pensador, que en 1980 estranguló a su mujer, estaba internado en un centro geriátrico”.
Quien fuera uno de los principales si no el principal filósofo identificado con el marxismo durante la segunda mitad del siglo XX a nivel internacional, no dejaba solamente un triste y solitario final. Dejaba por sobre todo un legado discutido, contradictorio y complejo, que sigue en debate hasta el día de hoy.
Louis Althusser había nacido el 16 de octubre de 1918 en la localidad argelina de Birmandreis. Hijo de una familia alsaciana instalada en Argelia, durante su primera juventud fue un católico convencido. En 1939 ingresó como estudiante en la Escuela Normal Superior (ENS). Durante la Segunda Guerra Mundial fue movilizado y estuvo prisionero durante cinco años en un campo de concentración nazi. En 1948 empezó a trabajar de profesor en la ENS. Ese mismo año se afilió al Partido Comunista Francés (PCF).
Autor de muchas obras destacadas publicadas en vida, así como de muchas páginas de trabajos publicados de manera póstuma, impuso durante décadas un modo de interpretar el marxismo cuya obra más característica fue el volumen colectivo Para Leer El Capital, de cuya publicación en francés se cumplen en noviembre 50 años; trabajo editado parcialmente en lengua castellana, por ser incorporados en la edición española solamente los trabajos de Althusser y Balibar, junto con otros escritos de Althusser, dejando afuera las intervenciones de Jacques Rancière, Pierre Macherey y Roger Establet que formaban parte de la edición original.
Otros trabajos, como Ideología y Aparatos ideológicos del Estado (publicación parcial de un trabajo no publicado íntegramente hasta 1995) fueron muy populares en la Argentina y en América Latina. Las obras de Marta Harnecker, que sintetizaban los “conceptos elementales del materialismo histórico” ampliaron aún más la influencia difusa del “althusserismo”.
A Para Leer El Capital se debe principalmente la fama de Althusser como principal animador de la corriente “estructuralista” del marxismo. Planteando la necesidad de una lectura “sintomática” del texto de Marx, Althusser buscaba establecer las claves de interpretación del pensamiento marxista con algunas coordenadas claramente influidas por un clima de época, en el que tenían fuerte peso el estructuralismo y la epistemología neopositivista: oposición de ciencia e ideología, distinción tajante entre el objeto de la ciencia y el objeto empírico, necesidad de rigurosidad formal en las definiciones conceptuales, interpretación de la sucesión de los “modos de producción” como un proceso “sin-sujeto”, en base a una combinatoria conceptual que explicaba relaciones sociales de las que los hombres eran sus portadores.
Con estas ideas, Althusser salía al cruce de las distintas variantes de marxismos humanistas e historicistas, que tuvieron mucho peso durante la segunda mitad del Siglo XX, no sólo en Francia sino en el conjunto de Europa. A ello habían contribuido, por distintas vías, la publicación en 1932 de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 de Marx, el desarrollo del existencialismo y las corrientes fenomenológicas, el crecimiento de corrientes disidentes que se apoyaban en las concepciones “praxiológicas” y humanistas para “volver a Marx” frente al totalitarismo estalinista, en países como Yugoslavia, Polonia, Checoslovaquia y Hungría; junto con la llamada “desestalinización” del XX Congreso del PCUS bajo dirección de Nikita Kruschev, que Althusser identificaba como punta de lanza del “humanismo” entendido como una ideología que promovía la coexistencia pacífica con el capitalismo.
Simpatizante del maoísmo (Mao señalaba a Kruschev como el actor central de la transformación de la URSS en un “social-imperialismo” y la cabeza del “revisionismo”) Althusser identificaba las corrientes humanistas e historicistas como pasibles de sostener posiciones tanto “ultras” como socialdemócratas, que en definitiva podían resultar complementarias, según su óptica.
El movimiento del ’68 encontró a Althusser alineado con la política del PCF, que se oponía a los desbordes “ultras” del movimiento estudiantil, posición que fue criticada duramente por su ex-discípulo Jacques Rancière (hoy uno de los principales filósofos franceses) en su libro de 1974 La Lección de Althusser.
Influenciado por el maoísmo y la revolución cultural china, el texto de Rancière catalogaba el pensamiento de Althusser como un “pensamiento del orden” cuya consigna nunca dicha en voz alta pero no por ello menos eficiente era: El ’68 no existió. Identificaba con este posicionamiento ciertas reelaboraciones althusserianas como la de la “lucha de clases en la teoría” (para Rancière, un modo de distinguir ideas burguesas de proletarias a contramano del cientificismo de la etapa anterior) y la elaboración del concepto de “aparatos ideológicos del Estado” sin referencia explícita al movimiento del ’68 y su cuestionamiento de las instituciones educativas. Otro crítico de Althusser, el británico E.P. Thompson, calificaría la crítica de Rancière como una “alucinación maoísta”, pero Rancière había golpeado en un gran flanco débil de quien había sido su maestro: su solidaridad con la política del PCF.
Del período posterior a las derrotas de los movimientos de lucha que van del ’68 al ‘81, son conocidos sus escritos sobre el “materialismo del encuentro”, muy populares en sectores de la izquierda europea actual, por su hincapié en la contingencia, la crítica de la teleología y su antideterminismo radical.
Warren Montag, autor de Althusser and his contemporaries [Philosophy’s perpetual war] publicado en 2013 por Duke University Press, señala que este cambio de perspectivas desde el “estructuralismo” a la “contingencia” es más aparente que profundo y que Althusser siempre mantuvo una tensión entre ambas posiciones, que incluso puede rastrearse en Para Leer El Capital (obra en la que Montag identifica dos concepciones distintas de “estructura”).
La obra de Althusser, cuyo análisis profundo excede el espacio de estas líneas, recoge con distintas tentativas según los momentos, la problemática que cruzó al marxismo teórico de la segunda mitad del Siglo XX: cómo establecer una relación entre las “determinaciones objetivas” y la “actividad subjetiva” que contuviera el conocimiento de las contradicciones del capitalismo tanto como una teoría de la acción política, sin caer en lecturas unilaterales que se alejaban por una u otra vía del pensamiento original del marxismo.
Tanto para los que lo consideran una alternativa de reconstrucción del pensamiento de Marx como para los que lo consideramos parte de la crisis del marxismo, su legado sigue en debate, a tono con su idea de la filosofía como un “campo de batalla”.

Juan Dal Maso
juandalmaso@gmail.com

Dismaland o la decadencia del capitalismo




Nadie sabe quién es. Lo califican del artista vivo más popular de Gran Bretaña. Sus obras se adquieren a cifras astronómicas aunque él, alguna vez, se ha encargado de vender sus grafitis a 60 dólares en una calle cualquiera de Nueva York. Ha hecho pinturas en medios de los escombros de la bombardeada Gaza. Banksy, de él hablamos, acaba de terminar de exponer su obra más grande: el parque temático "Dismaland", una emulación irreverente, irónica y macabra de Disney. Por el parque, que fue montado en el sur de Inglaterra, pasaron 150 mil visitantes. Ahora, a ese material (metales, instalaciones, maderas) lo convertirá en refugio para inmigrantes en Calais, Francia.
"Dismaland" -que fue inaugurada el 21 de agosto y duró hasta el 27 de septiembre- mostraba una réplica quemada del castillo de Disney; a Cenicienta muerta en un accidente de carroza, con los paparazis fotografiándola; una estatua retorcida del personaje de la Sirenita en un lago sucio; carteles de denuncia contra el capitalismo y la represión policial; globos con la leyenda "Soy un imbécil"; una pileta con una patera repleta de muñecos de inmigrantes, algunos ahogados en el agua; un exhaustivo control en la entrada como si se entrara al Pentágono. En otras palabras, una visión post-apocalíptica de Disney. Una visión brutal de la decadencia del capitalismo. Una metáfora política: la fantasía de un cuento de hadas que termina en tragedia.
"Es parque temático no recomendable para los niños e incómodo para la familia", ironizó Banksy. Los diarios europeos consignaron que los 4.000 visitantes que hubo por día superaron a los 3.907 de la retrospectiva sobre Matisse de la Tate, la más exitosa en la historia del museo. La entrada costaba tres libras. El parque fue levantado en un recinto abandonado de 10.000 metros cuadrados en la ciudad balneario Weston-Super-Mare, en North Somerset, una zona costera al oeste del Reino Unido. A sus obras, Banksy sumó las de 58 artistas internacionales, de 17 países, algunos reconocidos como Damien Hirst, pero también de artistas urbanos desconocidos. Las activistas rusas Pussy Riot dieron un concierto en los últimos días.
Banksy mantiene oculta su identidad desde que comenzó con sus pintadas callejeras en los ochenta. "No puedo creer que ustedes, idiotas, realmente compren esta mierda", respondió ante la cotización de tres de sus trabajos en una subasta de Sotheby´s en 2006. En junio pasado, un grafiti que había pintado en un remolque fue subastado por 625.400 euros.
En marzo de este año, hizo pintadas en las calles de Gaza en repudio contra los ataques de Israel. No es la primera vez que lo hacía: en 2005 había pintado sobre el muro levantado por Israel una niña elevándose gracias a un manojo de globos. Esta última vez pintó un gato de mirada cálida jugando con una bola de metralla; las siluetas de unos niños que se columpian sobre una torre de vigilancia israelí y una figura mitológica de la época helénica en un inconfundible gesto de dolor.
Banksy, un subversivo del arte.

Daniel Mecca

viernes, 23 de octubre de 2015

Pobrecitos los conquistadores españoles




El periódico “El País” publicó esta semana un artículo en el que denuncia la matanza de unos 500 miembros de la expedición de conquista a México, liderada por Hernán Cortes. Intento absurdo de justificar un genocidio.

Los hechos a los que se refiere el artículo fueron protagonizados por los aztecas, frente a los conquistadores, ente 1520-1521. Este artículo es un ridículo intento por parte del periódico supuestamente “progre” (cada vez menos) de la burguesía española, de justificar el pasado 12 de octubre, Una reacción tras las críticas sobre el carácter del mismo, que tomaron carácter masivo al ser pronunciadas por personas como Ada Colau (alcaldesa de Barcelona) o el actor Willy Toledo.
¿Cómo se puede poner a los verdugos como víctimas, a los asesinos como asesinados, cómo justificar lo injustificable? El texto pretende vender el cuento de los “pobrecitos españoles” que fueron asesinados.
Pobrecitos conquistadores, que devastaron al 90% de la población nativa tanto de los aztecas como de todos los pueblos originarios (más de 80 millones de personas). Como si no hubieran explotaado a los indígenas hasta su muerte, haciéndoles sufrir malos tratos espantosos, especialmente a las mujeres.
Como si la Iglesia Católica -con la excusa de evangelizar a los indígenas (según ellos llevarle la verdadera fe y la civilización)- no los hubiera explotado hasta la extenuación en mero beneficio económico propio. Como si no fuera cierto que Fray Bartolomé de las Casas llegó a denunciar estos abusos, diciendo que no había que explotarles en ese extremo. Porque para ello ya estaban los esclavos negros raptados de África, que eran más fuertes, trabajaban mejor y además como ni tenían “alma” ni eran “seres humanos” para la Iglesia, se les podía reventar trabajado hasta la muerte, sin ningún tipo de remordimiento.
El artículo de El País oculta que el 12 de octubre es el “Día de la Raza”, el de la “fiesta Nacional”, el que sirve para justificar el racismo más rancio, la “patria” más retrógrada y el imperialismo más salvaje.
Como dice “El País”, pobrecitos conquistadores españoles, que no hicieron nada de eso, y fueron asesinados sin ningún motivo, simplemente porque “pasaban por ahí”.

Jorge Calderón
Historiador y Profesor de Secundaria, Zaragoza

La colonización israelí es la raíz de la violencia




La actual intifada es el resultado de la ocupación y de la expansión de la colonización judía

En medio de lo que se ha llegado a conocer en Israel como la “Intifada de los acuchilladores”, tuvo lugar una escena poco usual en Ramat Gan, donde muchos de los residentes son judíos iraquíes. Una mujer menuda estaba protegiendo a un hombre que yacía en el suelo y era perseguido por una turba, incluidos algunos soldados, que quería lincharlo.
Mientras yacía en el suelo, le pulverizaron gas pimienta a los ojos a quemarropa. Logró murmurar a su ángel guardián: “Soy judío”. Cuando la turba terminó por comprender el mensaje lo dejaron solo.
Lo persiguieron porque casi todos los judíos iraquíes se parecen a los palestinos; de hecho, la mayoría de nosotros, los judíos de Israel, nos parecemos a los palestinos. Los únicos judíos que están “protegidos” son los judíos ortodoxos mizrajíes que se ponen las mismas vestimentas que sus predecesores asquenazís usaban en la Europa del Siglo XVII, dejando de lado su tradicional vestimenta “árabe”.

Gente invisible

Este ataque no fue el único. Otros judíos árabes han sido confundidos con palestinos. Ser considerado árabe en Israel, incluso por la apariencia, significa que eres uno de los invisibles y prescindibles nativos sin derechos.
Una actitud semejante no es única en la historia. Muchas sociedades de asentamientos coloniales adoptaron esta actitud hacia los nativos: Los nativos, para las sociedades de asentamientos coloniales, constituyen un obstáculo que hay que remover junto con las rocas en los campos, los mosquitos en los pantanos y, en el caso del sionismo temprano, junto a los judíos menos adecuados física y culturalmente.
Después del Holocausto, el sionismo ya no se pudo permitir ser tan exigente.
Cuando se analizan los orígenes de la actual intifada, se pueden señalar correctamente la ocupación y la expansión de la colonización judía.
Pero la desesperación que ha producido la actual agitación no es un resultado directo de la colonización de 1967, sino más bien de 100 años de invisibilidad, deshumanización y destrucción potencial del pueblo palestino dondequiera que se encuentre.
Cuán profundamente esta negación de la humanidad de los nativos de Palestina se arraiga en el actual discurso político israelí se pudo ver en los dos discursos principales del primer ministro Benjamín Netanyahu y del líder de la oposición Yitzhak Herzog, pronunciados el martes en la Knéset [Parlamento israelí].
Netanyahu explicó muy bien por qué la desesperación palestina producirá más y más intifadas en el futuro y por qué la deslegitimación internacional de Israel aumentará exponencialmente.
Describió 100 años de colonización como un proyecto digno al que sin causa alguna, fuera de la incitación islámica, se oponía el pueblo nativo de Palestina.
El mensaje a los palestinos era claro. Aceptad vuestra suerte como reclusos invisibles, sin ciudadanía, de la mayor prisión del mundo en Cisjordania y en la Franja de Gaza y como comunidad bajo un severo régimen de apartheid, y entonces todos podremos vivir en paz. Cualquier intento de rechazar esta realidad es terrorismo de la peor clase y se tratará como corresponde.
Dentro de esta narrativa, si el autor del discurso intentaba calmar las preocupaciones del mundo musulmán sobre la suerte de al-Haram al Sharif (el Noble Santuario), logró todo lo contrario. Gran parte de su discurso sobre al-Haram al-Sharif fue una lección de historia sobre por qué el lugar pertenece al pueblo judío.
Y aunque terminó esa parte del discurso con la promesa de no cambiar el statu quo, no se puede decir que la presencia de los dirigentes de un partido que cree fuertemente en la necesidad de construir un tercer templo en el lugar sea particularmente tranquilizante.

"Nunca juntos"

En su discurso, Herzog, el líder de la oposición liberal sionista, manifestó la deshumanización de los palestinos de una manera diferente. Su pesadilla, subrayó repetidamente, es un país en el cual judíos y palestinos vivirían juntos.
Por ello la separación, la creación de guetos y enclaves, es la mejor solución, incluso si significa reducir un poco el gran Israel. “Estamos aquí y ellos están allá”, repitió el famoso eslogan de Ehud Barak y Shimon Peres a fines de los años 90.
El periodista liberal sionista de Haaretz, Barak Ravid, repitió el horror de los sionistas liberales: Si hay un Estado binacional, los acuchillamientos serán diarios, advirtió. La idea de que un Israel/Palestina liberado sea una democracia para todos nunca ha estado en el programa liberal sionista.
Este deseo de no compartir la vida con cualquier cosa que huela a árabe es una actitud que afecta a diario a cada palestino. Más de un siglo de colonización y nada ha cambiado en la negación total de la humanidad de los palestinos nativos o sobre su derecho a su país.
La actual ola de protestas y ataques individuales fue provocada por la política y las acciones israelíes contra la Mezquita Al-Aqsa. Pero el origen es una atrocidad de un siglo de duración: el creciente "culturicidio" de Palestina.
El mundo occidental se quedó horrorizado por la destrucción de las antiguas joyas culturales por el Estado Islámico (EI-ISIL-Daesh). La destrucción y eliminación por parte de Israel del patrimonio islámico de Palestina fue mucho más amplia y significativa. Apenas una mezquita se mantuvo intacta después de la Nakba y muchas de las restantes fueron convertidas en restaurantes, discotecas y granjas.
Cualquier intento de los palestinos de resucitar su patrimonio teatral y literario es considerado por Israel como una conmemoración de la Nakba y es ilegalizado si es realizado por cualquiera que dependa de subsidios gubernamentales.
Lo que vemos –y seguiremos viendo– en Palestina, es la lucha existencial del pueblo nativo de un país que todavía está bajo amenaza de destrucción.

Ilan Pappe, director del Centro Europeo de Estudios Palestinos en la Universidad de Exeter. Ha publicado 15 libros sobre Oriente Próximo y la cuestión palestina.

jueves, 22 de octubre de 2015

El conflicto de la educación muestra un proceso más profundo en Uruguay




En lo que va del año, ya se dieron varios hechos que podrían estar marcando el comienzo de un proceso más profundo en nuestro país.
Si bien los economistas nacionales e internacionales destacan la solidez económica de Uruguay, para enfrentar la crisis internacional, la desaceleración del crecimiento es notoria, y el gobierno se prepara para lo que vendrá ofreciendo mayores garantías para el capital y apretando los bolsillos de los trabajadores con aumentos ínfimos y en muchos casos congelamientos o directamente pérdida salarial. Poniéndose a tono con la política de los demás gobiernos pos-neoliberales de la región. Esto último se puede contemplar en el actual presupuesto para trabajadores públicos, pero especialmente en las rondas de negociación salarial del sector privado, con proyección de “aumentos” por debajo del aumento real del costo de vida.
Recordemos que estamos a un año de las últimas elecciones nacionales donde es reelecto y por tercera vez el Frente Amplio, con Tabaré Vázquez ganando a su competidor con cerca del 60% de los votos. Este partido de coalición, tiene la particularidad de crecer y llegar al poder con amplio apoyo de los sectores populares, y como bien dicen varios analistas internacionales, su gran cualidad es que dirige y controla la cabeza de los sindicatos.

Pero los trabajadores van por más

El FA llegó al poder con grandes expectativas de los trabajadores, que vieron avances en recuperación salarial desde la crisis del 2001-02, pero lo cierto es que los grandes favorecidos han sido los empresarios, como los López Mena (monopolio transporte del río de la plata), los dueños de Fripur (monopolio pesquero), Ecolat (de las mayores fábricas lácteas), y especialmente el gran capital inversor con sus papeleras y demás negocios. Esto es cada vez más notorio para los trabajadores y cuando se empieza a poner en cuestión quién paga el costo de la crisis, los trabajadores empiezan a reaccionar, como lo fue la huelga docente de este año, las ocupaciones de fábricas por tiempo indeterminado y las movilizaciones en reclamo de mejores condiciones de vida y trabajo.

El histórico conflicto de la educación

Al conflicto de educación se llega con un fuerte descontento ante algunas acciones del gobierno. Si bien fue un sector que obtuvo una recuperación salarial, los reclamos históricos de autonomía y co-gobierno para toda la educación pública, entre otros reclamos, no fueron contemplados por el FA. El conflicto tuvo como antecedente la huelga de 2013, donde más de 20 mil personas marcharon en las calles desbordando la “contención” de la burocracia sindical oficialista.
Los trabajadores de la educación salieron a luchar este 2015 con una plataforma que reclama un 6 % del PBI para la educación, autonomía y co-gobierno y en contra de toda reforma educativa que tienda a la mercantilización de la educación, entre otras reivindicaciones.
La huelga arrancó con miles de trabajadores haciendo paro, tomando escuelas y liceos, y saliendo a movilizarse a las calles, pero el gobierno seguía firme con su propuesta de un aumento salarial ínfimo. El conflicto se masificó cuando el gobierno decreta la educación pública “servicio esencial”, una herramienta legal utilizada históricamente por los gobiernos dictatoriales para quebrar los conflictos y huelgas. La “esencialidad” no solo no fue acatada por los trabajadores sino que se tornó en contra del gobierno porque el conflicto logró un amplio apoyo popular, teniendo como punto más alto la movilización masiva del 27 de agosto donde se estiman que asistieron más de 50 o 60 mil personas.
El gobierno del FA quiso dar un mensaje claro al resto de los trabajadores que quisieran imitar a los docentes huelguistas. Estos tuvieron que enfrentar a un gobierno muy duro que cuenta obviamente con el respaldo de la oposición de derecha, los grandes medios de comunicación y todo el arco empresarial en frenar las protestas obreras, así como con la complicidad de la dirección oficialista de la central obrera PIT-CNT y de la mayoría de los sindicatos. Pero en este caso el conflicto de la educación le marcó un límite al autoritarismo y desbordó a la burocracia sindical. El gobierno tuvo que levantar la medida de esencialidad porque se dio cuenta que de lo contrario el conflicto no haría más que masificarse. La burocracia sindical firmó un pre-acuerdo donde aceptaba levantar las medidas de paro, pero las bases de la capital tanto de escuelas, liceos y escuelas técnicas (UTU), rechazaron el pre-acuerdo y siguieron por algunos días las medidas, aunque luego fueron levantando paulatinamente al quedar cada vez más aislados.
En lo que más se ganó fue la masividad, donde centros de estudio de todo el país eran tomados por los trabajadores y estudiantes, donde se fundaron núcleos de afiliados para sostener medidas, donde quedó claro el apoyo popular a las reivindicaciones del conflicto. No logramos obtener los reclamos por los que luchamos, pero quedó claro que la principal responsabilidad de no obtener lo que se reclama por parte del gobierno fue por las direcciones burocráticas y esa es una de las principales conclusiones que corren por la base docente. Aunque sabemos que hemos ejercido una gran presión a la hora de votar el presupuesto ya se vislumbran algunas concesiones mínimas, y sabemos que es fruto a nuestra fuerza y organización.
Una vez entrada en la etapa de paros aislados, quienes sostuvieron el conflicto en la calle fueron estudiantes de secundaria. Un montón de centros de estudio fueron refundados y estaban ocupando sus liceos, exigiendo más presupuesto para educación. Tal es así que una semana después de levantadas las medidas por los trabajadores, varios centros de estudios de segundo ciclo de secundaria decidieron ocupar el edificio del CODICEN (autoridad de educación). Esto continúa por tres días mientras exigían una mesa de negociación donde estuviera un representante del ministerio de economía. Este proceso toca un punto de inflexión en lo que tiene que ver con el derecho a la protesta y lo que el gobierno está dispuesto a hacer, porque ordenó un desalojo violento contra estudiantes, trabajadores y organizaciones sociales que se solidarizaban (como Plenaria Memoria y Justicia, los trabajadores del taxi, entre otros), que fueron fuertemente reprimidos. Incluso al día de hoy siguen los procesamientos judiciales de más de una decena de los presentes. Muchas de las detenciones fueron ilegales, realizadas con personal de civil al estilo de la dictadura.

Las perspectivas

Pocos días después del levantamiento de huelga y la represión en el Codicen, algunos docentes y estudiantes seguimos apostando a la coordinación con el resto de los sectores de la educación para la lucha. Es así que logramos impulsar la Asamblea Intersindical Gremial de la Educación, que se realizó el sábado 3 de octubre donde se congregaron unas 500 personas de la educación. Fue un hecho poco común, la primera experiencia de este tipo en muchos años.
La AIG es una gran experiencia y muestra un avance en la organización de los trabajadores no corporativa. Aún queda pendiente cómo se articula este espacio con todo lo que vendrá y que sea algo realmente al servicio de los conflictos. En ese sentido, la misma votó comisiones de trabajo intersindical que abordarán cuestiones de políticas educativas, presupuesto, así como una campaña contra la criminalización de la protesta social. Apostamos a volver a masificar la lucha, con grandes acciones unitarias. Impulsamos esta lucha en la perspectiva de recuperar los sindicatos para los trabajadores, o sea, expulsar a la burocracia sindical, ya que ese es nuestro principal problema a la hora de luchar.

Claudio Álvarez
María Noel Silvera
Docente de Derecho y militante de ADES Montevideo

viernes, 9 de octubre de 2015

Uruguay: la lucha por el presupuesto y la privatización de la educación




En medio de un conflicto por la educación que ha ido escalando, y que incluyó multitudinarias marchas, tomas y represión policial, el Congreso uruguayo discute el presupuesto quinquenal que tiene en el centro del debate la partida destinada a la educación. Todo indica que no se logrará el 6% del PBI que reclaman docentes y estudiantes.
Desde hace más de dos meses, Uruguay está movilizado por la discusión del presupuesto quinquenal, el cual tiene como principal punto de debate el financiamiento destinado para la educación. Esto ha llevado a diversas movilizaciones de los gremios docentes -tanto del nivel primario, secundario y terciario- y de estudiantes, con apoyo de la central sindical PIT-CNT, lo cual generó diversas reacciones del Gobierno, que lejos está de promover la negociación como medio para alcanzar acuerdos.
A pesar de que se sabía que la lucha presupuestal en la educación iba a ser un punto de tensión para el gobierno -en la campaña el presidente Tabaré Vázquez aseguró que se dedicaría el 6% del PBI a la educación y ahora apenas propone el 4,7% para 2017-, el Poder Ejecutivo recién presentó su propuesta a mediados de agosto, imposibilitando negociar con tiempo y tranquilidad. A la vez, han centrado su accionar en la represión de la movilización en lugar de priorizar espacios de intercambio.

Manipulación discursiva en relación a las demandas

Las demandas presentadas por docentes y estudiantes son amplias y trascienden el aspecto salarial. Que desde los medios sólo se destaquen las demandas salariales tiene un sentido de realidad, ya que los salarios consumen gran parte del presupuesto de la educación, pero a su vez tiene un sentido estratégico al presentar el problema como un conflicto de intereses que atañe a los docentes como trabajadores y no a la educación en general.
Es así como una de las estrategias que ha utilizado el gobierno para contrarrestar el conflicto es presentar a los docentes como irresponsables que priorizan sus demandas corporativas a las necesidades colectivas, quitándoles horas de clase a niños y adolescente.
Pero al especificar el salario docente no sólo se omiten las horas de planificación, salidas comunitarias, etc, que se trabajan y no se pagan, sino que al comparar los salarios docentes con los de otros países, los resultados no son muy alentadores. Según datos de la encuestas Pisa 2012, un docente de educación media gana en promedio el 123% del PBI per cápita, mientras que en Uruguay dicho guarismo es de un 78%. Los salarios de los profesores en relación con el PBI ubican al país en el puesto 47 de los 53 países relevados.
Una demanda que ha pasado desapercibida es la mejora en infraestructura, que responde al diagnóstico de la existencia de muchos centros que no cubren las condiciones mínimas de estudio y trabajo, siendo edificios inadecuados y en mal estado; a la vez que los grupos superpoblados son muestra de la necesidad de construir nuevos centros educativos que permitan una mejor atención a los estudiantes.
Otro punto central de las demandas es la necesidad de aumentar el personal docente y no docente y la creación de nuevos cargos, como ser el aumento y mejora de los equipos multidisciplinarios que permitan atender las diversas necesidades que presenta actualmente el sistema educativo.
Finalmente, se reclama el trabajo conjunto de los diferentes entes relacionados con la educación para pensar mejoras en el sistema educativo que permitan resolver problemas vinculados a la cuestionada calidad académica y desigualdad educativa, que se expresan en una alta deserción estudiantil, principalmente en secundaria y en zonas de bajos ingresos, acompañado de una pérdida de confianza en el sistema educativo público.
En estos momentos, el presupuesto quinquenal está en debate en el Parlamento. Una lectura primaria de los distintos proyectos y su comparación dice que en los próximos dos años (2016-2017), lo que el Gobierno entiende por “gasto educativo” pasará del 4,51% del PBI en este 2015 a un 4,7% en 2017; es decir, muy lejos el 6% del PBI que reclama la comunidad educativa. Es claro, entonces, que una gran parte de las demandas docentes quedarán por el camino, en particular la creación de cargos y la construcción de nuevos edificios.

Del decreto de esencialidad al desalojo represivo del Codicen

Ante la ola de huelgas docentes y marchas, el 26 de agosto se decretó la “esencialidad” para los servicios educativos de todos los niveles. Es decir, que los docentes debían deponer el paro y acudir a dar clase “por decreto”, algo que no sucedía desde el retorno a la democracia. Este hecho no sólo interrumpió las negociaciones que venían realizándose entre los sindicatos educativos y el gobierno, sino que dividió al sistema político entre quienes apoyaron la medida y quienes la rechazaron, a la vez que impulsó una de las marchas en defensa de la educación pública más multitudinarias en el país en los últimos años.
Luego de cinco días, y debido a la presión tanto sindical como política, el decreto de esencialidad fue levantado, pero dejó como secuela un ámbito de negociación fracturado caracterizado por la desconfianza entre los diversos actores que venían participando del mismo.
Casi un mes después, el 22 de setiembre, la policía desalojó violentamente a estudiantes secundarios que mantenía ocupada la sede del Consejo Directivo Central (Codicen). Estudiantes, docentes y grupos sindicales que estaban esa noche custodiando la entrada al Codicen denunciaron el uso de fuerza desmedido.
Este hecho derivó en el procesamiento sin prisión de hasta hoy nueve personas, entre ellas diversos dirigentes sindicales, quienes denuncian arrestos irregulares que se realizaron sin orden judicial y por policías vestidos de civil.
Ambos hechos generaron el rechazo de los diferentes sindicatos de la educación y del PIT-CNT, quienes denunciaron la judicialización y criminalización de la protesta. El desalojo del Codicen desvío el tema central de debate en relación al presupuesto.

¿Y ahora qué?

El presupuesto finalmente se va a aprobar y todo indica que no será alcanzando el 6% reclamado para la educación. El conflicto deja un espacio de negociación totalmente fracturado, con un Gobierno que elije enfrentarse a los sindicatos en lugar de buscar acuerdos, lo cual demostró desde el inicio con el nombramiento de María Julia Muñoz como titular del Ministerio de Educación y Cultura con el objetivo de “lidiar” con los “gremios complicados”. Y un conglomerado de sindicatos con un conjunto de demandas que aún no alcanzan un nivel de agregación y que tienden a establecerse más en términos de negación que prepositivos.
Es así que frente a un sistema educativo que demuestra graves falencias, expresadas en los altos guarismo de deserción estudiantil así como de repetición, baja calidad académica y desvalorización del sistema educativo público, el gobierno responde responsabilizando de todas las fallas a los docentes, degradando su función y proponiendo una gestión por resultados centrada en la medición de la productividad.
A la vez que desvaloriza al sistema público de educación impulsando medidas que tienden a la privatización de la enseñanza, ampliando las posibilidades para que las empresas educativas privadas participen del presupuesto estatal y ampliando la cobertura de las mismas, por ejemplo, implementando el sistema de vouchers que anunció el presidente. Se perciben así un conjunto de medidas desagregadas que parecerían tender más a la desarticulación de la educación pública que a buscar soluciones para sus problemas.
Del otro lado, un conjunto de sindicatos que a pesar de presentar diversas demandas no parecen tener propuestas concretas para revertir la desvalorización del sistema educativo, o al menos no parecen ser eficientes en difundir sus demandas en términos generales más allá del aspecto salarial, para que los demás actores de la comunidad educativa, – padres, estudiantes, vecinos, etc- sean partícipes en la construcción de las mismas.

Brisa De Giacomi

jueves, 8 de octubre de 2015

Se cumplen 50 años de la histórica carta del Che a Fidel




Cuando Ernesto Guevara se sumó en México a los cubanos con la intención de derrocar al ilegítimo gobierno de Fulgencio Batista, planteó una sola cuestión al máximo dirigente del Movimiento Revolucionario 26 de Julio: que, liberada Cuba, razones de Estado no le impidieran ir a combatir a otras tierras del mundo. El compañero Fidel no solo le prometió que respetaría su decisión sino que, además, llegado el momento, Cuba revolucionaria le ayudó en su empeño.
El Che fue uno de los 82 expedicionarios del yate Granma que, el 2 de diciembre de 1956, desembarcaron en Cuba por playa de Las Coloradas. Casi 25 meses después, el Ejército Rebelde se hizo con el poder. A partir de ese momento y de manera ejemplar, el Che desarrolló tareas muy importantes. Fue presidente del Banco Nacional de Cuba y dirigió el Ministerio de Industrias. Representó a la Revolución Cubana en la Asamblea General de la ONU y en la Reunión en Punta del Este, Uruguay, en 1961, además de en otros eventos internacionales.
Pero pasó el tiempo y, en 1965, el Guerrillero Heroico decidió que ya había llegado el momento de despedirse de Cuba y, fiel a su palabra, Fidel aceptó su partida. Ese mismo año, al frente de un destacamento de internacionalistas cubanos, se trasladó al Congo —hoy Zaire— para materializar la ayuda solicitada por Gastón Soumialot, del movimiento “Patricio Lumunba”.
Fue, precisamente, antes de salir para África cuando el Che escribió la carta de despedida. Aunque entregada a su destinatario el 1 de abril, ésta —escrita sin fecha— se haría pública en el momento que se considerara más oportuno.
Como todo el mundo sabe, durante su estancia en Cuba el Che siempre fue un dirigente muy “visible”, de modo que su ausencia pronto fue notable para los amigos y, sobre todo, para los enemigos. No pasó mucho tiempo sin que éstos últimos comenzaran a especular sobre su suerte. Llegaron a decir de todo —que estaba enfermo, que había muerto, incluso; que había sido purgado por discrepancias con la dirección del proceso revolucionario y un largo etc. de barbaridades.
Durante largo tiempo, el Gobierno cubano soportó aquella sucesión de calumnias para no arriesgar la misión que el Che quería cumplir en Suramérica, tras el relativo fracaso en África. Pero, lejos de disminuir, el tamaño de la bola fue creciendo. Mientras los enemigos de la Revolución se regocijaban por algo que no había sucedido, no pocos amigos comenzaron a creerse las mentiras por aquellos vertidas.
Era ya muy perjudicial aquella campaña sin respuesta o explicación alguna a la opinión internacional por parte del Gobierno cubano. La publicación de la carta resultó inevitable.
Fue Fidel el encargado de leerla. Y lo hizo el 3 de octubre de 1965, durante su discurso pronunciado en el acto de presentación del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en el Teatro Chaplin de La Habana —hoy Karl Marx—. Se cumplen 50 años, pues, de la publicación del histórico documento.

Paco Azanza Telletxiki
Blog del autor: http://baragua.wordpress.com

Carta de despedida del Che a Fidel

Habana

Año de la Agricultura

Fidel:

Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos.
Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere (si es verdadera). Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria.
Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío.
Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos.
Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario.
Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en ti desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente celeridad tus cualidades de conductor y de revolucionario.
He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la Crisis del Caribe.
Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios.
Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos.
Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos… y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté; esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura.
Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para ti. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse.
Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas.

Hasta la victoria siempre, ¡Patria o Muerte!

Te abraza con todo fervor revolucionario,

Che

miércoles, 7 de octubre de 2015

La Conferencia de Zimmerwald – el cambio de la marea




Hace 100 años, el 5 de septiembre de 1915, un pequeño grupo de socialistas internacionalistas se reunió en el pueblecito suizo de Zimmerwald. Fue el primer intento de unir a los socialistas que se oponían a la guerra.

La Primera Guerra Mundial

El estallido de la guerra en agosto de 1914 representó un punto de inflexión fundamental en la historia mundial y del movimiento obrero internacional. Europa se sumió en un terrible baño de sangre del que fueron responsables directos los dirigentes de la Internacional Socialista. Es difícil imaginar hoy el impacto que tuvo la decisión, por parte de los dirigentes de los partidos de la Internacional Socialista, de apoyar a "su" burguesía. Cayó como un rayo en la clase obrera.
La posición de los líderes de la II Internacional respecto a la I Guerra Mundial significó de hecho el colapso de la Internacional. A partir de ese momento, la cuestión de la guerra concentró la atención de los socialistas en todos los países. Fue la traición más grande en la historia del movimiento obrero internacional, que impactó y desorientó profundamente a las filas de la Internacional.
Inicialmente, cuando Lenin leyó en Vorwärts ("Adelante"), órgano oficial de la socialdemocracia alemana, que los miembros del Partido Socialdemócrata (SDP) del Reichstag habían votado a favor de los créditos de guerra, pensó que se trataba de una falsificación del Estado Mayor alemán para desacreditar a la socialdemocracia (la reacción de Trotsky fue idéntica). ¿Cómo podía suceder esto cuando congreso tras congreso se había votado por unanimidad la oposición a la guerra imperialista y el uso de todos los medios para derrocar al capitalismo? Sin embargo, no tuvo dudas una vez que fue confirmada la verdad. Exigió la escisión completa con los Social Chovinistas.
En aquel momento, el peligro más grande para Lenin no residía tanto en la derecha socialdemócrata, cuya traición era clara y palpable, sino en los "centristas" como Kautsky, quienes ocultaban su oportunismo detrás de una astuta ambigüedad y frases pacifistas. Luchó para convencer al pequeño grupo de internacionalistas de la imposibilidad de cualquier acercamiento con los líderes socialdemócratas que habían apoyado la guerra. Por esta razón, Lenin adoptó un tono implacable e intenso, que ofendía la sensibilidad de algunas personas. A estas quejas, Lenin básicamente respondía encogiéndose de hombros. Siempre le preocupó más la claridad teórica y los principios, aun a riesgo de ofender a algunos.
No abandonó en ningún momento la idea de volver a crear una auténtica Internacional revolucionaria. Pero se opuso radicalmente a cualquier sugerencia de recrear la vieja II internacional socialdemócrata, a la que Rosa Luxemburgo describió correctamente como un cadáver putrefacto. Ya, en ese momento, la idea de una nueva Internacional se estaba formando en la mente de Lenin. Pero era muy consciente de que no se podría proclamar por sí sola. Se construyó a través de una lucha contra los social chovinistas y la cristalización de una tendencia revolucionaria internacionalista.
El hecho es que Lenin estaba aislado al comienzo de la guerra. Hizo todo lo posible por contactar con las tendencias de izquierda de los partidos socialdemócratas de otros países. Siguió muy de cerca la vida interna de todos los partidos socialistas, analizó la prensa socialista extranjera, apoyó con entusiasmo cada ataque dirigido al social-chovinismo. A todos los bolcheviques que vivían en el extranjero se les pidió que organizaran "clubes internacionalistas" locales. A los que sabían la lengua del país se les pidió que participaran en el movimiento obrero, especialmente en los partidos socialistas.
La verdad es que muy poca gente logró mantener sus posiciones en ese momento. Lenin en Rusia; Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht en Alemania; los dirigentes de los socialdemócratas serbios; James Connolly en Irlanda; y John Maclean en Escocia, fueron excepciones a la regla. Trotsky había adoptado una posición claramente revolucionaria contra la guerra, tal como se expresa en su libro La guerra y la Internacional.
Durante su exilio en París, Trotsky publicó un periódico ruso, Nashe Slovo, que defendía los principios del internacionalismo revolucionario. Con sólo un puñado de colaboradores y aún menos dinero, pero con enormes sacrificios, lograron publicarlo diariamente, un logro único, inigualable para cualquier otra tendencia en el movimiento ruso, incluyendo a los bolcheviques de aquel tiempo. En su autobiografía, Mi vida, Trotsky recuerda que el papel de Nashe Slovo fue reconocido en la Conferencia de Zimmerwald:
"Los delegados franceses señalaron en su informe el valor de Nashe Slovo en el establecimiento de un contacto de ideas con el movimiento internacional en otros países. Rakovsky señaló que el Nashe Slovo había jugado un papel importante en establecer el desarrollo de la posición internacional de los partidos socialdemócratas balcánicos. El partido italiano estaba familiarizado con Nashe Slovo, gracias a las muchas traducciones de Balabanova. La prensa alemana, incluyendo los periódicos del gobierno, mencionaba a Nashe Slovo más que a ningún otro diario; igual que Renaudel intentó apoyarse en Liebknecht, Scheidemann no se oponía a anotarnos como sus aliados".

Los preparativos de Zimmerwald

Los primeros intentos de una reunión internacional tuvieron lugar en el otoño de 1914 en Lugano (Suiza). Los socialdemócratas italianos y suizos aprobaron resoluciones contra la guerra, pero luego lo estropearon todo apelando al Buró de la Internacional Socialista (la dirección de la vieja Internacional) para "celebrar una reunión tan pronto como fuera posible para discutir asuntos internacionales". Puesto que los líderes "socialistas" de los Estados beligerantes estaban actuando como agentes conscientes de la clase dominante, los bolcheviques, que defendían las tesis de Lenin sobre la guerra, se opusieron a esto naturalmente de una forma implacable. El asunto de Lugano, que estuvo teñido de pacifismo, terminó en fracaso.
El primer éxito parcial fue con el ala izquierda de las organizaciones de mujeres socialdemócratas. En nombre del periódico bolchevique,Rabotnitsa (Mujer Obrera), Inessa Armand y Alexandra Kollontai enviaron a la alemana socialdemócrata, Klara Zetkin, una propuesta para organizar una Conferencia Internacional de mujeres socialistas de izquierda. La Conferencia se celebró en Berna, Suiza, en marzo de 1915. La asistencia fue pequeña (29 delegadas de Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Holanda, Polonia y Rusia) y se llevó a cabo en secreto, en parte debido a que los dirigentes de la socialdemocracia alemana habían prohibido la asistencia a la reunión.
Los resultados no fueron grandes. La resolución que se aprobó no pasó más allá de una condena general de tipo pacifista de la guerra. Las delegadas bolcheviques propusieron una resolución alternativa, que decía: "la mujer trabajadora alcanzará su objetivo [...] sólo a través de un movimiento revolucionario de masas y un fortalecimiento y agudización de la lucha socialista”. Recibió solamente los votos de las delegadas rusas y polacas. Pero a pesar de su naturaleza confusa y pacifista, el manifiesto de la conferencia ayudó a galvanizar la resistencia de las mujeres contra la guerra. Fue distribuido ilegalmente en grandes cantidades –200.000 solamente en Alemania.
Un mes más tarde se celebró una conferencia de las Juventudes Socialistas en Berna. La iniciativa de celebrar una Conferencia Internacional de la juventud vino de la mano de los Jóvenes Socialistas Suizos, en colaboración con las Juventudes Socialistas Italianas y las Juventudes Socialistas de la región de Stuttgart de Alemania. Antes de la guerra, las Juventudes de la II Internacional habían jugado un papel clave en la lucha contra el imperialismo y el militarismo. Pero la Conferencia de Berna mostró la misma confusión que se vio en la Conferencia de mujeres. Una vez más, los delegados bolcheviques presentaron una resolución que defendía una alternativa revolucionaria a la guerra imperialista y, una vez más, se encontraron aislados.
Los delegados escandinavos presentaron una resolución pacifista, que abogaba por el desarme (¡en medio de una guerra!), que fue aprobada por 19 votos contra tres. Los tres que votaron en contra fueron, una vez más, los rusos y los polacos. Sólo a través de la experiencia de los grandes acontecimientos y, especialmente, gracias a la Revolución de Octubre, la política revolucionaria del bolchevismo consiguió hacerse eco. Finalmente, en 1918, las Juventudes de la Internacional Socialista se pasaron al lado del comunismo y se unieron a la III Internacional.
La necesidad de un encuentro internacional de quienes se oponían a la guerra se hizo cada vez más evidente. Los partidos italiano y suizo, en cuyas filas había un fuerte sentimiento contra la guerra, estaban en mejor posición para organizar dicho encuentro. Los líderes de esta iniciativa (Grimm y Balabanova) eran centristas. Convocaron una conferencia en Berna en julio de 1915. De forma significativa, sin embargo, no invitaron a un sólo grupo de la izquierda real, sino a los dirigentes «centristas»: Hugo Haase, Karl Branting y Peter Troelstra, a lo que se oponían los bolcheviques. Evidentemente, Grimm se opuso a la creación de una nueva Internacional.
Antes de la conferencia, se había celebrado en el mismo lugar una reunión organizativa, el 11 de julio de 1915. Ahí ya surgieron diferencias sobre qué invitados debían asistir a la Conferencia. Los bolcheviques propusieron que debía limitarse a aquellos que defendieran una clara e inequívoca política antiimperialista y anti-oportunista, pero otros deseaban una "amplia" reunión incluyendo a todo tipo de elementos pacifistas y centristas. El resultado fue un acuerdo incómodo.

Se inicia la Conferencia

La elección del lugar fue un tanto irónica. En todas partes se podía oír el ensordecedor rugido de los cañones y el ruido de las ametralladoras. Pero en los Alpes suizos reinaba una perfecta paz y tranquilidad. La guerra mundial podría estar sucediendo en cualquier otro planeta. En el soñoliento pueblecito de Zimmerwald la vida seguía su curso normal como lo hacía desde generaciones.
Éste era el escenario cuando, el 5 de septiembre de 1915, un grupo de supuestos “ornitólogos” venidos de todo el mundo salieron de Berna en cuatro carruajes. Cruzaron los pintorescos prados de Längenberg hasta llegar a Zimmerwald por la noche. Debido a la falta de camas en el Hotel Beau Séjour, algunos de los "ornitólogos" tuvieron que hospedarse en las casas del veterinario y del cartero del pueblo.
Los habitantes de esta tranquila aldea suiza se indignaron cuando descubrieron más tarde que los treinta y tantos "observadores de pájaros" eran, en realidad, dirigentes socialistas internacionales de doce países diferentes, que habían respondido a una invitación del socialdemócrata suizo, Robert Grimm, para discutir cómo debía reaccionar la clase obrera de Europa a la guerra imperialista. Lo que estos respetables burgueses suizos opinaron de tal aberración no ha encontrado ningún lugar en los libros de historia desafortunadamente, aunque probablemente fue bastante variopinto. Pero el acontecimiento que pasó a conocerse como la Conferencia de Zimmerwald debe considerarse como un importante punto de inflexión en la historia.
El hecho de llegar tan lejos ya fue un gran logro. Sin embargo, la composición de los asistentes a la reunión en Zimmerwald fue, como hemos dicho, más bien heterogénea. Zinoviev afirmó correctamente que la intención de Robert Grimm fue organizar una reunión internacional, no de la izquierda sino del "centro". Eso era algo que Lenin estaba dispuesto a combatir con todas sus fuerzas. La intención de Lenin era, por encima de todo, agrupar al conjunto de la genuina izquierda y conseguir separarse radicalmente de los oportunistas de la II Internacional.
La Conferencia despertaba entusiasmo, lo que era lógico después de un largo período en el que los socialistas que estaban contra la guerra habían trabajado aislados en las condiciones más difíciles. Al entrar en la sala y ver los pocos asistentes, Lenin bromeó: «todos los internacionalistas del mundo caben en cuatro diligencias». Pero estaba impaciente de que la Conferencia resolviera las cuestiones fundamentales y pusiera encima de la mesa los problemas.
Lenin llegó temprano al soñoliento pueblo suizo para sostener largas discusiones con otros delegados. Se había preparado para la Conferencia desde hacía meses, redactando documentos con un carácter inequívoco y sin concesiones. Modificó el manifiesto original porque creía que era demasiado académico y no suficientemente combativo. Aún así, la mayoría de los delegados se mostraban poco congruentes y tendían hacia el centrismo.
En Zimmerwald, Lenin organizó la "izquierda de Zimmerwald". Se trataba de una minoría dentro de una minoría (ocho de 38). El problema no era simplemente que la izquierda estuviera aislada internacionalmente. Es que incluso en Zimmerwald, la izquierda auténticamente revolucionaria estaba también en minoría. Y, a veces, Lenin se encontraba en minoría dentro de la propia izquierda.
La Conferencia comenzó con la lectura de las declaraciones de los asistentes y organizaciones que no pudieron estar presentes. Los delegados del Partido Laborista Independiente Británico y del Partido Socialista Británico (PSB) no pudieron asistir ya que se les negó el pasaporte, pero enviaron cartas expresando sus simpatías con los objetivos de la Conferencia. Asimismo, los revolucionarios franceses Alfred Rosmer y Pierre Monatte no obtuvieron el permiso del gobierno francés.
Sin duda, la carta más importante fue la del socialdemócrata alemán, Karl Liebknecht, que cumplía una condena de prisión en Alemania por su oposición a la guerra y cuyo nombre ni siquiera podía aparecer en el informe oficial de la Conferencia. Trotsky, recuerda:
"Liebknecht no estaba en Zimmerwald; era ya prisionero del ejército de los Hohenzollers, antes de estarlo en prisión. Pero envió una carta, en la que se pasaba bruscamente del frente pacifista al frente revolucionario. Su nombre fue mencionado muchas veces en la Conferencia. Aquel nombre era ya una consigna en la lucha que estaba desgarrando al socialismo mundial".
La carta de Karl Liebknecht se leyó en la Conferencia –un momento muy emotivo del acto: "soy un preso del militarismo. Estoy encadenado. Así, no puedo sino enviar mi corazón y mis pensamientos, todo mi ser está con vosotros”. En su carta, Liebknecht abogaba por:
"Un inexorable ajuste de cuentas con los desertores y tránsfugas de la Internacional en Alemania, Gran Bretaña, Francia y otros países.
«Entendimiento mutuo, ánimo y estímulo para aquéllos que son fieles a su bandera y decididos a no ceder una pulgada al imperialismo internacional, incluso a riesgo de morir. Ordnung (orden) en las filas de quienes están decididos a aguantar, mantenerse firmes y luchar, con los pies firmemente plantados sobre los cimientos del socialismo internacional".
También exigía:"¡no paz civil, sino guerra civil! […] Solidaridad internacional del proletariado hacia y contra la pseudo-nacional y seudo patriótica armonía entre las clases. Lucha de clases internacional hacia y contra la guerra entre los Estados. Lucha de clases internacional por la paz, por la revolución socialista."
Más tarde, los delegados informaron sobre la situación de sus países.
El delegado francés Merrheim informaba que en Francia los trabajadores se encontraban "en un estado de desilusión" y "desmoralización”:
"En Francia nos encontramos con una clase trabajadora completamente desmoralizada, que en la actualidad ha perdido toda la fe. Nos escucharán si hablamos de paz, pero no si repetimos los viejos clichés". Esta apreciación pesimista refleja algo que hemos visto demasiado a menudo: una tendencia de la izquierda a culpar a la clase obrera y al supuesto "atraso" de las masas. Trotsky interrumpe al orador: «Monatte y Rosmer piensan de forma diferente”.
El socialista balcánico, Christian Rakovsky, y el búlgaro, Kolarov, dieron cuenta detallada de la resistencia de sus partidos en la Segunda Guerra Balcánica. Kolarov también habló sobre la separación entre los Tesnyakio socialistas "Estrechos" y los oportunistas de la socialdemocracia búlgara. Se había sido formado una Federación Socialista Balcánica por los partidos socialdemócratas, quienes excluyeron a los oportunistas.
Los italianos informaron sobre la persecución de los socialistas desde la entrada de Italia en la guerra. Se acompañó de huelgas y manifestaciones callejeras de los trabajadores italianos. Henriette Roland Holst informó sobre la actividad dentro del movimiento holandés y Victor Chernov hizo el informe en nombre del Partido Socialista Revolucionario Ruso. Pavel Axelrod dio el informe de los mencheviques, restando importancia a la postura ambigua de su partido sobre la guerra.

Conflictos agudos

La Conferencia de Zimmerwald fue escenario inevitable de un fuerte conflicto ideológico. El primer documento de la conferencia fue una declaración conjunta de las delegaciones francesa y alemana. Esta declaración, firmada por Ledebour y Hoffman (Alemania) y Merrheim y Bouderon (Francia), afirmaba que la I Guerra Mundial no era su guerra, que fue provocada por la política imperialista y colonial de todos los gobiernos. Abogaba por la restauración de Bélgica y por una paz sin anexiones o "incorporación económica" basada en la autodeterminación de los pueblos involucrados. El documento abogaba por el fin de la política de paz civil y una renovación de la lucha de clases para forzar a sus gobiernos a poner fin a la guerra.
Los sentimientos expresados por Liebknecht no eran los mismos que los expresados por Georg Lebedour, el representante del "centro Kautskista”, que fue el principal líder de la derecha en Zimmerwald. Su intento de excusar a la socialdemocracia alemana provocó indignadas protestas que le hicieron interrumpir su discurso. Vale la pena citar su respuesta a las protestas:
"No era posible para la minoría intervenir en el Reichstag, a menos que estableciéramos una nueva fracción, y evitamos hacer eso para no dividir al partido. En tiempo de guerra es especialmente necesario mantenernos juntos para no perder influencia sobre las masas."
Estas palabras recogen la esencia de todo el reformismo y el centrismo de izquierda. Los socialdemócratas de derecha se aferran a la burguesía y al imperialismo, y servilmente hacen su trabajo sucio; las "izquierdas" se aferran a la derecha y se subordinan servilmente a ella en nombre de la «unidad», para así preservar la influencia sobre las masas –de la derecha y de la burguesía.
Respondiendo a Lebedour, Berta Thalheimer, de los espartaquistas dijo: "el camarada Lebedour no ha hablado aquí en nombre de toda la oposición. También hay una minoría dentro de la minoría, agrupada en torno a Liebknecht. Ésta apoya su postura de anteponer los principios por encima de la disciplina del partido".
Trotsky se encontraba muy cerca de la izquierda políticamente, pero todavía prefería seguir siendo independiente. Incluso dentro de la izquierda, sin embargo, hubo diferencias. Dentro del grupo de la izquierda, el borrador de Lenin fue rechazado a favor del defendido por Radek. Esta resolución fue luego presentada a la Conferencia como referencia para una comisión de redacción, pero fue rechazada por una votación de 19 contra 12. Trotsky votó a favor de la resolución. Grimm, comentó, no sin cierto fundamento, que la resolución de Lenin, "a los trabajadores de Europa", estaba más dirigida a los miembros del partido que a las masas.
Lebedour hizo todo lo posible por aguar el contenido de la declaración final. Los delegados alemanes insistieron en que se retiraran del documento las demandas parlamentarias, como el voto en contra de los créditos de guerra y la renuncia de los ministerios, mientras que Lenin y la izquierda se sorprendían de que el manifiesto no repudiara el oportunismo o presentara un claro método para luchar contra la guerra. Los delegados del proyecto de resolución de la izquierda de Zimmerwald, junto con Roland-Holst y Trotsky, intentaron insertar una enmienda declarando que la mención de los créditos de guerra debía desaparecer del manifiesto y las declaraciones de Ledebour de que el "manifiesto contiene todo lo que está implícito [en dicha] propuesta". Ledebour protestó negándose a firmar el manifiesto si se incluían dichas enmiendas. Como resultado, la enmienda fue retirada. Al final, se encargó a Trotsky la redacción del manifiesto, que fue aprobado por todos los delegados, a pesar de las diferencias entre ellos.

Después de Zimmerwald

A pesar de las reservas, Lenin y la Izquierda firmaron el Manifiesto de Zimmerwald. La actitud de Lenin fue resumida por el título de su artículo El Primer Paso, donde escribe: "En la práctica, el manifiesto significa un paso hacia una ruptura ideológica y práctica con el oportunismo y el social chovinismo. Al mismo tiempo, el manifiesto, como cualquier análisis mostrará, contiene inconsistencias, y no dice todo lo que hay que decir”.
En otras palabras, critica el manifiesto, no por lo que dice, sino por lo que no dice. Lo más importante fue el desarrollo de la izquierda de Zimmerwald como una corriente independiente. Aun así, muchos de los "izquierdistas" también de inmediato comenzaron a vacilar. Lenin, en particular, tuvo problemas con Roland-Holst y Radek sobre la línea de la revista oficial de la izquierda, Vorbote (El Heraldo), publicada en Holanda con la asistencia de Pannekoek.
En su autobiografía Trotsky escribió:
"Los días de la conferencia, del 5 al 8 de Septiembre, fueron tormentosos. El ala revolucionaria, dirigida por Lenin, y el ala pacifista, que comprendía la mayoría de los delegados, estuvieron de acuerdo con la dificultad de un manifiesto común del cual yo había preparado el borrador. El manifiesto estaba lejos de decir todo lo que debería haber dicho, pero, aun así, fue un gran paso hacia adelante. Lenin estaba en la extrema izquierda en la conferencia. En muchas cuestiones él estaba en una minoría de uno, incluso dentro de la izquierda de Zimmerwald, a la que yo no pertenecía formalmente, aunque estaba cerca de ella en todas las cuestiones importantes. En Zimmerwald, Lenin estaba apuntalando el muelle de la futura acción internacional. En un pueblo de montaña suizo, estaba colocando la piedra angular de la Internacional revolucionaria.
"La conferencia puso una prohibición estricta a todos los informes escritos de sus actuaciones en Zimmerwald, de forma que la noticia no pudiera llegar a la prensa antes de tiempo y crear dificultades a los delegados que regresaban cuando estuvieran cruzando la frontera. Unos días más tarde, sin embargo, el hasta entonces nombre desconocido de Zimmerwald se hizo eco en todo el mundo. Esto tuvo un efecto asombroso en el propietario del hotel; el valiente suizo dijo a Grimm que él esperaba un gran aumento en el valor de su propiedad y por lo tanto estaba dispuesto a suscribir una determinada suma para los fondos de la Tercera Internacional. Sospecho, sin embargo, que pronto cambió de opinión." (Mi Vida)
La Conferencia estableció una Comisión Socialista Internacional con la misión de establecer un Secretariado temporal en Berna que actuaría como intermediario de los grupos afiliados y comenzar a publicar un boletín conteniendo el manifiesto y los procedimientos de la conferencia. Pero estaba compuesto principalmente de centristas como Grimm y Balabanova y se logró muy poco.
Sin embargo, a pesar de todos sus defectos, la Conferencia de Zimmerwald marcó un paso adelante para el socialismo internacional. Hay que tener en cuenta el terrible aislamiento de la vanguardia proletaria en aquellos años en los que, para citar a Lenin de nuevo, todos los internacionalistas podían caber en cuatro diligencias. Más tarde, recordando estos eventos y que resumen su importancia, Trotsky escribiría:
"Durante la guerra hubo un silencio mortal entre los trabajadores. La conferencia de Zimmerwald fue una conferencia de elementos muy confusos en su mayoría. En las profundidades de las masas, en las trincheras, etc. se producía un nuevo estado de ánimo, pero era tan profundo y aterrador que no podíamos llegar a él y darle una expresión. Es por eso que el movimiento parecía a sí mismo como muy pobre e incluso este elemento que se reunió en Zimmerwald, en su mayoría, se movió a la derecha en el año siguiente, en el mes siguiente. No voy a liberarlos de su responsabilidad personal, pero aun así la explicación general es que el movimiento tenía que nadar contra la corriente." (Trotsky, Luchando contra la corriente, 1939)
Después de la conferencia, el trabajo de unir a la vanguardia revolucionaria internacionalista continuó. Se mantuvo como una lucha cuesta arriba. En estas condiciones, sin duda, Zimmerwald proporcionó un rayo de esperanza, como Trotsky explica en Mi Vida:
"La conferencia de Zimmerwald dio al desarrollo del movimiento contra la guerra en muchos países un poderoso impulso. En Alemania, los espartaquistas expandieron sus actividades. En Francia se estableció un "Comité para la Restauración de Conexiones Internacionales". El sector obrera de la colonia rusa en París apretó sus filas alrededor de Nashe Slovo, dándole el apoyo necesario para mantenerla a flote a través de constantes dificultades financieras y de otra índole. Martov, que había tomado parte activa en la labor de Nashe Slovo en el primer período, ahora se apartó de ella. Las diferencias esencialmente sin importancia que aún me separaban de Lenin en Zimmerwald se redujeron a la nada durante los próximos meses”.
Pero las autoridades francesas estaban cada vez más preocupadas acerca de las actividades de Trotsky. Durante dos años y medio, bajo la atenta mirada de la censura, Nashe Slovo llevó una existencia precaria hasta que las autoridades francesas, bajo la presión del gobierno ruso, cerró la revista. Poco después de Zimmerwald, durante un motín en la flota rusa en Toulon, copias del periódico de Trotsky se encontraron en posesión de algunos de los marineros, y usando esto como una excusa, las autoridades francesas deportaron a Trotsky a finales de 1916.
Después de un corto período de tiempo en España, donde Trotsky llegó a conocer el interior de las prisiones españolas, fue deportado de nuevo a Nueva York, donde colaboró ​​con Bujarín y otros revolucionarios rusos en la publicación del periódico Novy Mir, que publicó artículos que eran prácticamente inseparables de la línea de Lenin.

Las divisiones en el campo de Zimmerwald

Las tensiones fueron, sin embargo, cada vez mayores entre la derecha y la izquierda del movimiento de Zimmerwald -una criatura heterogénea en el mejor de los casos. Lenin se preparó para una coexistencia temporal con los centristas, partiendo de una base inicial débil. Pero no podía durar. Una división internacional de facto, que sólo Lenin realmente entendió, ya existía. En condiciones de guerra y revolución, todas las corrientes con una postura intermedia están condenadas a desaparecer. Lenin simplemente las ayudó en su camino, insistiendo en la clarificación. La ambigüedad es intolerable en momentos críticos de la historia en que hay una necesidad apremiante de elegir.
La situación objetiva estaba empujando a las masas hacia la izquierda, al camino de la revolución. La corriente centrista de Zimmerwald estaba arrastrando sus pies. Sólo había dos maneras de continuar: o bien recorrer todo el camino, rompiendo definitivamente con el reformismo y pasar a una posición revolucionaria abierta, o volver al pantano del reformismo. Lenin, con el poder de la palabra y los hechos, dejó esto muy claro. Debido a esto, los centristas lo odiaban, como en todos los momentos de la historia en que un ser confundido siempre odia a un hombre con las ideas claras.
Robert Grimm fue el primero en inclinarse hacia la derecha. En el verano de 1916, ya se había ido. Lenin fue implacable en su crítica a los centristas que eran revolucionarios en frases, pero burgueses reformistas en los hechos. Esto era exactamente lo que Lenin detestaba. Turati, Merrheim, Bourderon y los otros centristas, tarde o temprano se fueron de la misma manera. Al final no quedó nada de Zimmerwald, ¡excepto el recuerdo y la izquierda!
Lenin continuó su lucha por una nueva Internacional. Pero él tenía sólo un pequeño puñado de partidarios y para decir la verdad, estaba a menudo en minoría dentro de su propia facción durante la guerra. Bolcheviques prominentes como Bujarín, Radek y Piatakov, por ejemplo, tenían desacuerdos fundamentales con él, especialmente en la cuestión importante de la autodeterminación. En el contexto de una Europa devastada por la guerra, dividida por alambres de púas y con los periódicos y correspondencia sujetos a la mirada de acero de los censores militares, los contactos con Rusia eran difíciles en extremo.
El mensaje de Zimmerwald, a pesar de su carácter incompleto, comenzaba a llegar al otro lado. Los trabajadores en su mayoría no están acostumbrados a leer la "letra pequeña" de los documentos políticos, pero se apoderan de lo que perciben como el mensaje central y lo llenan con su propio contenido. Gracias a su participación en Zimmerwald, los escritos de Lenin sobre la guerra y la Internacional se hicieron más conocidos en diferentes idiomas. La izquierda de Zimmerwald ganó importantes puntos de apoyo para la futura Tercera Internacional.
En sus memorias, Shliápnikov explica cómo las noticias de la Conferencia de Zimmerwald llegaron gradualmente a los trabajadores en Rusia y tuvieron un efecto muy positivo en animar particularmente a aquellos grupos que no estaban directamente afiliados a los bolcheviques. "Como más tarde resultó", escribe, "todas estas células se convirtieron en adherentes a las resoluciones de Zimmerwald. Debemos tener en cuenta que estos grupúsculos no estaban vinculados entre sí y ni siquiera sabían de la existencia de otros grupos similares a ellos".
Esta reacción no se limitaba a Rusia. Había ahora los comienzos de un fermento en los partidos de masas de la Segunda Internacional. La propia Alemania ahora se estaba moviendo hacia una situación prerrevolucionaria. A principios de 1916, Otto Rühle, diputado del Reichstag, pidió públicamente una ruptura con los social chovinistas. Independientemente, los izquierdistas alemanes venían a ver la necesidad de una nueva Internacional. Una serie de "Cartas" públicas originadas desde la izquierda alemana firmadas como "Spartacus", fueron seguidas de cerca por Lenin. La Juventud Socialista fundada por Karl Liebknecht era la base principal de la izquierda.
Las cosas estaban empezando a moverse en Austria también. En el otoño de 1916 se produjo la formación de un ala izquierda del Partido Socialista de Austria (SPÖ), basado en la juventud. La agitación contra la guerra se llevó a cabo por el "Club Karl Marx" en Viena. En Francia, se formó un grupo de izquierda de los parlamentarios y recibió cartas de apoyo de las trincheras. En Gran Bretaña, el grupo chovinista de Hyndman fue obligado a salir del PSB en la Conferencia de Salford en abril.
En Italia, Serrati "el más a la izquierda" de los líderes todavía estaba vinculado a los Centristas, mientras Gramsci, aún joven, apoyó las ideas de Lenin. El Partido Socialista Suizo rechazó la posición de Zimmerwald como "demasiado radical", pero un gran sector de las bases la apoyó. En Bulgaria, los Tesnyaki (socialistas "estrechos") ya tenían una posición revolucionaria contra la guerra. Corrientes revolucionarias o cuasi-revolucionarias estaban empezando a cristalizar dentro de las organizaciones de masas existentes en todas partes.

De la guerra imperialista a la revolución socialista

El camino de la revolución fue largo y duro, como lo es ahora. La historia no conoce atajos cortos, ni existen fórmulas mágicas que puedan hacer nuestro trabajo con mayor rapidez o más fácil. Lenin habló muchas veces de la necesidad de la paciencia revolucionaria. Las dificultades a que nos enfrentamos hoy son insignificantes en comparación con los terribles problemas a que se enfrentaron Lenin y Trotsky durante la Primera Guerra Mundial. En un mundo donde los trabajadores se estaban disparando y matándose a bayonetazos entre sí para defender los intereses de sus respectivas clases dominantes, el lema "Trabajadores del Mundo, Uníos" debe haber sonado como una triste ironía. La causa del socialismo internacional parecía estar muerta y enterrada bajo una montaña de cadáveres. La perspectiva de la revolución socialista parecía una utopía imposible, un sueño inútil.
Debe haber parecido que la pesadilla de la reacción nunca terminaría. Y, sin embargo, bajo la superficie un nuevo espíritu fue gradualmente naciendo. En el lodo y la sangre de las trincheras, los ánimos se agitaban. En las colas para recibir pan las mujeres desnutridas comenzaban a quejarse de la guerra y los parásitos ricos que estaban volviéndose más ricos a costa de sus hijos. En las fábricas y los campos, los obreros y campesinos comenzaban a moverse - al principio lentamente y de forma vacilante, y luego cada vez con mayor audacia y determinación. Los síntomas de una creciente crisis revolucionaria eran inconfundibles.
Había evidencias anecdóticas de un cambio. Una multitud enfurecida en Alemania abucheó al líder socialista de derechas Scheidemann. En Glasgow, las mujeres de la clase trabajadora organizaron una huelga de alquileres con el apoyo de los trabajadores que tenía connotaciones revolucionarias. En varios países hubo manifestaciones contra la carestía de la vida. Por encima de todo, la creciente efervescencia social en todas las potencias beligerantes se expresó en un fuerte aumento de las huelgas.
En términos prácticos, los logros reales de esa pequeña conferencia en septiembre de 1915 fueron escasos. Su significado era más simbólico que real. El aspecto más importante no era la conferencia en sí (el "Movimiento de Zimmerwald", que contenía elementos contradictorios, pronto se desvaneció y terminó en nada).
La misma izquierda de Zimmerwald no podía tener un significado independiente excepto la de un trampolín para la nueva Internacional. Pero esto tenía que ser construido sobre la base de los grandes acontecimientos que estaban a sólo unos pocos meses de suceder. Al pasar por la experiencia de Zimmerwald, Lenin había ganado una valiosa experiencia y una amplia gama de contactos en diferentes países. Esta fue una etapa necesaria en el camino hacia octubre. Pero esa perspectiva parecía muy lejana en el tiempo.
Lo más importante fue la lucha de Lenin para separar los verdaderos internacionalistas revolucionarios de la mezcolanza general de la izquierda reformista y del centrismo, del genuino marxismo revolucionario, de la Tercera Internacional. Para mucha gente parece que Lenin era demasiado duro en su tono, demasiado terco, demasiado inflexible, en una palabra demasiado "sectario". Pero como Trotsky escribió más tarde: "Viniendo de oportunistas, la acusación de sectarismo es más a menudo un cumplido." Fue precisamente la dureza inflexible lo que permitió a Lenin, junto con Trotsky, dirigir el Partido Bolchevique a la victoria.
Lenin era una persona muy optimista. Sin embargo, incluso él no era inmune a los estados de ánimo de la depresión. A veces era atormentado por la idea de que no viviría para ver la revolución. El día de navidad de 1916, escribió una carta a Inessa Armand dándole respuesta a sus dudas más íntimas: "El movimiento revolucionario crece muy lentamente y con dificultad." Y añadió en un tono de resignación: "Esto debe aceptarse" En un discurso a los jóvenes socialistas suizos pronunciado en enero de 1917, Lenin dijo: "Nosotros, los de la vieja generación puede que no vivamos para ver las batallas decisivas de esta revolución que se avecina." Un mes después, el zar fue derrocado. En menos de un año, los bolcheviques habían llegado al poder en Rusia.
Para muchas personas hoy en día la Revolución de Octubre puede aparecer como algo inevitable, casi predestinado por el destino. Pero no era tal cosa. El triunfo del bolchevismo no se logró rápida ni fácilmente. Antes de que los bolcheviques pudiesen conquistar el poder, primero tenían que conquistar a las masas. Y antes de que pudieran conquistar a las masas, primero tenían que consolidar la vanguardia revolucionaria. Esto implicó una lucha implacable para purgar el movimiento del reformismo y de ilusiones pacifistas, combatir la confusión reformista de izquierda y las vacilaciones centristas, y conseguir sacar adelante una política genuinamente revolucionaria e internacionalista. La Conferencia de Zimmerwald representó una etapa importante en esta lucha.

El significado actual de Zimmerwald

Logo CMIUn siglo después, ¿qué conclusiones debemos sacar de Zimmerwald? Sólo esto: que la crisis del capitalismo siempre produce su contrario. De las situaciones más reaccionarias pueden venir explosiones revolucionarias nuevas y sin precedentes. Y estas pueden ocurrir cuando menos se espera. Las diminutas fuerzas que se reunieron en Zimmerwald podrían llenar cuatro carrozas. Las fuerzas del marxismo a escala mundial hoy en día son relativamente pequeñas, pero mucho más numerosas que las de Zimmerwald. Por otra parte, las fuerzas del genuino marxismo en 1915 estuvieron casi completamente aisladas de la clase obrera. Literalmente, estaban luchando contra la corriente.
El verdadero significado de Zimmerwald hoy es que siempre, bajo todas las circunstancias, es nuestro deber continuar la lucha por la revolución socialista, luchar por las ideas del marxismo y educar a los cuadros. Hoy en día es posible argumentar que el movimiento ha retrocedido. La Internacional Comunista de Lenin fue destruida por Stalin y ahora sólo es un recuerdo lejano, medio olvidado. La propia Revolución de Octubre fue socavada por el régimen burocrático del estalinismo que tomó el poder tras la muerte de Lenin y creó una tergiversación monstruosa del socialismo, que arrastró a la Unión Soviética al abismo. La caída de la URSS fue presentada como el fin del comunismo, el fin del socialismo, e incluso el fin de la historia.
Pero la historia no se puede eliminar tan fácilmente. Veinticinco años después de la caída del estalinismo, estamos frente a un mucho mayor punto de inflexión histórico. La crisis de 2008 mostró que el capitalismo ha llegado a sus límites históricos. Dialécticamente, todos los factores que impulsaron la economía mundial hacia arriba se han combinado para llevar todo el sistema hacia abajo en una espiral sin fin de declive económico.
En los seis o siete años desde que el colapso comenzó todos los gobiernos del mundo han estado luchando para restaurar el viejo equilibrio económico. Pero todos los intentos de restaurar el equilibrio económico sólo han servido para destruir el equilibrio social y político. Por otra parte, todos estos esfuerzos no han logrado restablecer algo parecido a un equilibrio económico. Y ahora, la economía mundial se tambalea al borde de una nueva y aún más catastrófica caída.
Esto representa una clara ruptura en la situación, y está inevitablemente acompañada de cambios bruscos en la conciencia. En todas partes: desde Turquía a Brasil, desde Grecia hasta España, desde Escocia a Irlanda, las masas están buscando una manera de salir de la crisis. Las ideas viejas, partidos y políticos están siendo puestos a prueba y son descartados, como un hombre descarta una camisa sucia y busca una nueva. Hay una corriente hirviente de descontento, de indignación y de rabia que da lugar a la búsqueda de una solución radical a la crisis.
La nueva generación está completamente libre de los prejuicios, del pesimismo y del escepticismo venenoso que colorea la perspectiva de las capas más antiguas que ven sólo derrotas y dificultades y han perdido la voluntad de luchar. La juventud es, naturalmente, revolucionaria y está completamente abierta a las ideas del marxismo revolucionario. Es en esta capa en la que Lenin se basó cuando proclamó: "El que tiene la juventud tiene el futuro."
Hoy la Corriente Marxista Internacional ocupa el mismo terreno ideológico que fue ocupado hace cien años por la izquierda de Zimmerwald. Estamos orgullosos de adoptar la bandera de Lenin como la nuestra. Nos comprometemos a defender las ideas, el programa y los principios del bolchevismo como las únicas ideas que pueden guiar a la humanidad en la terrible crisis en la que el capitalismo la ha sumido.
Igual que Lenin, daremos la espalda a los cobardes y escépticos que desean abandonar las ideas del marxismo, diluir nuestro programa revolucionario con el fin de complacer a los partidarios de la unidad a cualquier precio. Igual que Lenin somos implacables e inflexibles en todas las cuestiones de principios, pero flexibles en todas las cuestiones de táctica. Hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y jóvenes que están buscando el camino revolucionario para que se unan a la CMI y nos ayuden a construir el vehículo que es absolutamente necesario para cambiar la sociedad y lograr la transformación socialista del mundo.

Alan Woods

Nota: Una segunda conferencia fue convocada en Kienthal del 24 al 30 de abril 1916, a la que asistieron Lenin, Zinoviev e Inessa Armand. Representó un paso adelante en comparación con las Conferencias de Zimmerwald en la medida en que no sólo condenó a los gobiernos burgueses, partidos y prensa, sino también criticó a los social-patriotas y pacifistas burgueses y afirmó categóricamente que la única forma en que las guerras terminarían era con la toma del poder por la clase obrera y la abolición de la propiedad privada. La declaración final dice: "La lucha por la paz duradera puede, por lo tanto, ser sólo una lucha por la realización del socialismo" (énfasis en el original).

Posdata anecdótica
Los buenos ciudadanos de Zimmerwald hicieron todo lo posible para borrar el recuerdo del evento. En 1962, se prohibieron los sitios y placas conmemorativos de cualquier tipo. Para sabotear los esfuerzos de los izquierdistas y revolucionarios para celebrar el 50 aniversario de la conferencia, los anti-comunistas, incluso organizaron una contra-conferencia en 1965. En 1971 fueron un paso más allá y demolieron la casa de huéspedes donde Lenin se había hospedado. La prohibición sólo se levantó en la década de 1970.