martes, 31 de octubre de 2023

La rebelión palestina y la reconfiguración de Medio Oriente


La situación abierta en Medio Oriente con la guerra que desató Israel para aplastar la resistencia palestina e imponer un cambio de régimen en Gaza ha impuesto un giro en la región de alcances internacionales. Poco antes, el acercamiento diplomático de Irán con Arabia Saudita había dejado al imperialismo y los sionistas en la banquina, pero la crisis desatada a partir del 7 de octubre ha impuesto un viraje mucho más profundo. 
 “La estrategia regional de Estados Unidos está en ruinas, ya que sus aliados enfrentan presiones y sus enemigos buscan aprovecharse. Ha dejado en ruinas la estrategia estadounidense de distensión en la región, ha puesto a los gobiernos árabes y a Irán en una posición difícil y ha abierto la puerta a una mayor participación de China y Rusia”, dice Marwan Kabalan, director de Análisis de Políticas del Centro Árabe de Investigación y Estudios Políticos (Al Jazeera, 28/10). 
 Mientras las burguesías árabes y musulmanas se ven obligadas a ´solidarizarse´ -de palabra- para enfrentar las enormes movilizaciones de masas en defensa de la resistencia palestina en sus países, “poco después de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, arremetiera contra Israel, la bolsa de valores de Turquía cayó un siete por ciento. Ese día, la bolsa suspendió su actividad dos veces (…) los inversores locales y extranjeros que acababan de empezar a regresar a los mercados de capitales de Turquía votaron con los pies en contra de la ´posición firme´ de Erdogan que no es buena para los negocios” (Zvi Barel, Haaretz, 27/10). 
 Erdogan estaba en vísperas de un viaje a Israel antes del 7 de octubre, en vías de recomponer sus relaciones con Israel – Turquía es el único país musulmán que siempre, desde 1948, mantuvo aceitadas relaciones diplomáticas con los sionistas. Miembro de la OTAN, Turquía no solo choca con los yanquis. Ahora por enésima vez los yanquis pusieron en discusión la venta de aviones de combate F16: “La cancelación de la visita de Erdogan a Israel y la congelación de las discusiones sobre acuerdos económicos, principalmente relacionados con la energía y el gas del Mediterráneo, son sólo parte del precio que Turquía deberá pagar” (ídem). Ni hablar de la ruptura -por formal y transitoria que sea- de los acuerdos de sionistas y sauditas.
 Lo de Erdogan fue un giro improvisado. Los primeros gestos del turco no fueron de solidaridad con Hamas sino con Israel. “Según el sitio web Al-Monitor, Erdogan pidió a Ismail Haniyeh, el jefe del ala política de Hamás que estaba en Turquía el día que comenzó la guerra, que abandonara Estambul. Fue la inmensa reacción del pueblo turco lo que sacudió el tablero. Con todo Turquía junto a Egipto y Qatar, todos estrechos aliados de EE.UU. (pero con vínculos con Hamas) se transformaron en los principales gestores para la liberación de los rehenes de esa organización –por interposición claro de los yanquis y de los sionistas-. 
 En este cuadro hay que destacar la conducta de Hamas y de Hezbollah. Ambas organizaciones ´terroristas´ acusadas de ser un brazo de Irán, se mostraron, la primera buscando el apoyo de la oligarquía de los jeques de Qatar mucho más que la de los ayotallas; Hezbollah expresando una relativa moderación en El Líbano frente a Israel.
 Según Zvi Barel “Qatar es el país que encabeza las negociaciones (por los rehenes) … este país proporcionó enormes sumas de dinero a la Franja de Gaza durante la última década, algunas de ellas con el respaldo de Israel. Curiosamente, mientras Israel considera a Hamás como un protegido iraní, Hamás ha decidido mantener negociaciones a través de Qatar” (ídem). Respecto a Hezbollah, Haaretz (26/10) destaca que el “líder de los diputados del Hezbolah libanés, Naim Quasa”, en una jugada parecida a la de Erdogán, habría suscripto una reunión entre “el primer ministro en funciones y el jefe de las FF.AA. libanesas junto a autoridades de las fuerzas de paz de Naciones Unidas en la frontera con Israel”. “Hezbollah está lejos de cumplir con las expectativas de su socio en Gaza, a pesar de que el primero ha logrado mediante sus operaciones limpiar a decenas de comunidades israelíes de su población” (ídem).
 Lo más importante a destacar es lo que le dijo el príncipe heredero saudí, Mohammed Bin Salman a Biden la semana pasada: “advirtió del peligro de que la guerra se expandiera a otros países árabes … no es una consideración humanitaria. El día de su conversación con Biden, Bin Salman organizó una conferencia de inversores en la que se escucharon previsiones pesimistas sobre el éxito de Saudi Vision 2030, el proyecto de desarrollo emblemático de Arabia Saudita, en caso de una guerra regional en Oriente Medio”(ídem).
 “Estados como Arabia Saudita, Egipto y, en gran medida, los Emiratos Árabes Unidos, Turquía y Qatar, que no son exactamente almas gemelas, se encuentran en una coalición que les ha impuesto una guerra que amenaza con desestabilizar sus países y, ciertamente, provocar un daño real a sus economías y seguridad. Lo absurdo es aún mayor cuando recordamos cómo Arabia Saudita recientemente jugaba en el club de los grandes, desafiando a EE.UU. a permitirle desarrollar un programa nuclear independiente y otorgarle una alianza de defensa a cambio de normalizar sus relaciones con Israel, todo ello mientras maniobra sus posiciones con China” (ídem).

 “La estrategia estadounidense socavada” (Al Jazeera)

 Cabalgando sobre los acuerdos de Abraham de Trump -los que abrieron las relaciones diplomáticas entre Israel y los emiratos del Golfo, varios años después de las alcanzadas por Jordania y Egipto- Biden se había embarcado en un giro de distensión con Irán e incluso, otra política menos perceptible, pero de largo alcance: “un corredor oriental, que conectaría a la India con los estados árabes del Golfo, y un corredor norte, que uniría los estados del Golfo con Europa a través de Jordania e Israel. Se suponía que sería la respuesta de Estados Unidos a la Iniciativa de la ruta de la Seda” (Marwan Kabalan, Al Jazeera, ya cit.). 
 La crisis abierta ahora minó todo esto: El ataque de Hamás ha puesto fin abruptamente a estos planes. “Primero, ha congelado efectivamente el proceso de normalización entre Israel y Arabia Saudita …En segundo lugar, los ataques de Hamas también obligaron a Estados Unidos a revertir su política de disminución de la presencia militar en la región al ordenar el mayor refuerzo militar desde la guerra contra Estado Islámico. El Pentágono desplegó un portaaviones en el Mediterráneo oriental, mientras que otro fue enviado al Golfo. Juntos, proporcionan más de 100 aviones con capacidad de ataque, así como cruceros, destructores y submarinos equipados con misiles Tomahawk …en tercer lugar, los esfuerzos de Estados Unidos por reducir las tensiones con Irán también han llegado a su fin. Hace apenas un mes, los dos países llegaron a un acuerdo sobre un intercambio de prisioneros y la liberación de activos iraníes congelados por valor de 6.000 millones de dólares. Se esperaba que el acuerdo alentara a Irán a impedir que sus milicias en Siria e Irak lanzaran más ataques contra las fuerzas estadounidenses” (ídem). Días atrás estas operaciones se reanudaron y los yanquis bombardearon esas milicias en Siria. 
 “Todo esto significa que Estados Unidos corre el riesgo de verse arrastrado a otra guerra regional en Medio Oriente” (ídem). 

 Norberto Malaj 
 29/10/2023No

lunes, 30 de octubre de 2023

La masacre contra el pueblo palestino, en una “nueva fase”


Empezó la invasión terrestre 

 El sábado 28, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu anunció el inicio de una “nueva fase” en las operaciones contra la Franja de Gaza. Horas antes, Israel había desplegado tropas de infantería y tanques en el enclave costero. Es el inicio de la anunciada invasión terrestre, ya que hasta ahora solo se habían efectuado algunas incursiones puntuales.
 Según distintos medios de comunicación, las tropas israelíes están cerca de la ciudad de Gaza, la más importante del territorio. Algunos análisis sostienen que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) buscarán primero consolidar un área propia, como plataforma para una invasión más profunda. Por lo pronto, Netanyahu asegura que sus hombres atacaron distintas posiciones de Hamas, incluyendo su sofisticada red de túneles, conocida como “el metro” de la Franja. 
 En paralelo con la incursión terrestre, el fin de semana se llevaron a cabo los bombardeos más fuertes sobre el enclave, provocando un apagón completo de las telecomunicaciones. Hasta el momento, más de 8.300 palestinos murieron en estos ataques, de los cuales más de 3.300 son menores.
 Los informes sobre estos ataques son estremecedores. Un artículo del New York Times, reproducido por La Nación (30/10), que cifra en 7 mil el total de agresiones aéreas, señala que “los bombardeos arrasaron mezquitas, hospitales y escuelas, y sin previo aviso dejaron reducidas a escombros casas con familias enteras adentro”. 
 Según esa misma nota, “los habitantes de Gaza dicen que la mayoría de las bombas caen sin previo aviso y de manera indiscriminada, causando desesperación generalizada y la sensación de que la muerte inminente es inevitable”. Ante cada operación aérea, “los niños se escriben su nombre en la mano o en el brazo para que, en caso de morir, sus cuerpos sean identificados y no arrojados a fosas comunes”. Los bombardeos abarcan a todo el enclave, no hay sitio seguro para la población gazatí. El millón de personas desplazadas del norte se topó con el fuego israelí en el sur, lo que llevó, incluso, a 30 mil personas a retornar a sus lugares de origen.
 Funcionarios de Naciones Unidas, en tanto, informaron que Israel está bombardeando las inmediaciones de varios hospitales, a la vez que dicta órdenes de evacuación sobre los mismos, como Al Quds o Al Shifa, donde hay 50 mil refugiados. El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dice que es imposible evacuar esos centros sanitarios en condiciones de seguridad. 
 Con la ayuda humanitaria entrando a cuentagotas por el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, la situación social sigue siendo catastrófica. En este contexto, pobladores desesperados asaltaron instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados, llevándose harina y productos básicos de higiene. Recordemos que en la Franja escasea la comida, el agua, las medicinas y está cortada la electricidad. 
 El imperialismo es cómplice de esta devastación. Estados Unidos proporcionó más de mil bombas inteligentes a Israel desde el 7 de octubre, fecha de la incursión de Hamas en Israel, y la Unión Europea emitió una resolución encubridora que demanda “pausas humanitarias”, después de un debate entre los socios que descartó reclamar un cese al fuego, en nombre del derecho de Israel a defenderse. Es decir, reivindica el “derecho” al bombardeo indiscriminado sobre el pueblo de la Franja. En cualquier caso, el sionismo hizo oídos sordos incluso a esas “pausas”, y su ministro de defensa, Yoav Gallant, se jactó en los medios de que los ataques han hecho “temblar” a Gaza.
 A medida que se acentúa la ofensiva israelí, crecen los lanzamientos de cohetes de Hezbollah desde el Líbano, uno de los focos de una eventual regionalización del conflicto.
Hamas, por su parte, efectuó disparos sobre Tel Aviv y asegura haber infringido “pérdidas masivas” a las tropas invasoras. Hamas ha ofertado también un canje de los rehenes en su poder (algo más de 200) por los 5 mil presos políticos palestinos. Tel Aviv no dio una respuesta, pero lo interesante del caso es que el Foro de Rehenes y Familiares Desaparecidos planteó en una conferencia de prensa que “le dejamos claro a Netanyahu que necesitamos un acuerdo de ‘todos a cambio de todos’” (ídem, 29/10). 
 El fin de semana se repitieron las movilizaciones multitudinarias en el mundo árabe y en Londres en apoyo al pueblo palestino (con picos muy altos de participación en Jordania y Turquía, en una concentración motorizada desde el gobierno). También hubo nuevas manifestaciones en Cisjordania, donde los ataques de Israel y las bandas armadas de colonos ya dejaron más de cien muertos desde el 7 de octubre.
 Sigue planteada la necesidad de detener la acción genocida de Israel: cese de los bombardeos, no a la invasión, abajo el Estado sionista, por una Palestina única, laica y socialista. 

 Gustavo Montenegro

sábado, 28 de octubre de 2023

Nuevo récord de desplazados y refugiados en el mundo: ya son 114 millones


La barbarie capitalista. 

 La ONU cifró en 114 millones –a finales de septiembre- el número de desplazados y refugiados en todo el mundo por la guerra, la violencia, la persecución y la violación de los derechos humanos. El cuadro es muchísimo peor al que imperaba en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Un retrato de la barbarie del régimen social capitalista. 
 Las estadísticas muestran que la situación de los refugiados se agravó. A finales de junio, eran 110 millones las personas desplazadas forzosamente a escala global, casi 2 millones más que a finales de 2022. 
El informe del organismo, asimismo, señala que “más de la mitad de las personas que se ven obligadas a huir nunca cruzan una frontera internacional”. A la par, el número de refugiados reasentados aumentó.
 La guerra en Ucrania es uno de los principales factores de intensificación de la crisis de refugiados. En junio, eran más de 6,3 millones los desplazados provenientes de Ucrania en todo el planeta. 
 Desde un punto de vista más general, en Europa la crisis de refugiados ha adquirido características brutales. Miles de personas mueren ahogadas en el mar mientras huyen de sus países, que han colapsado en todos los planos. Los gobiernos burgueses del Viejo Continente les niegan asistencia humanitaria y a menudo las expulsan. 
 Las masas desplazadas denuncian cómo las fuerzas policiales las agreden y les roban sus pertenencias antes de ser empujadas de vuelta al país del que huyen. En Grecia, Italia y Francia, muchas personas sufrieron empujones en el mar y en tierra (Médicos Sin Fronteras, 19/5). Por otro lado, una porción importante de las personas que ingresan a países quedan en situación de desposesión total; en Francia, Bélgica y Holanda, por ejemplo, muchos solicitantes de asilo están en la calle. 
 Asimismo, otra plétora de refugiados ingresa a los países de destino mutilados o lastimados, con fracturas y cortes producidos por las alambradas de los muros que las burguesías han construido (Polonia, Hungría, etc). 
 Los conflictos en el Congo y en Sudán, que al igual que el resto de los países africanos han sido devastados en buena medida por la intervención de las potencias europeas y la rapiña capitalista por sus recursos naturales; y en Myanmar, donde una dictadura capitalista sanguinaria de vínculos con China y Rusia y algunas potencias occidentales tomó el poder, han aportado lo suyo a esta situación calamitosa. 
 Casi un millón de congoleños y más de dos millones de sudaneses están refugiados en otros países del continente africano. A estos se suman los refugiados musulmanes rohingya, que viven en Myanmar, pero son sometidos a una opresión y explotación particulares (o incluso son asesinados) por su condición étnica. 
 A estos conflictos se suman las sequías, inundaciones y el descalabro social más general en Somalia, país que sigue padeciendo los estragos causados por una invasión imperialista que tuvo lugar en la década de 1990; y la crisis en Afganistán, destrozado por una intervención bélica impulsada por Estados Unidos y avalada por el imperialismo mundial. 
 El trabajo de la ONU no recoge datos del conflicto en Medio Oriente, que recrudeció con los ataques del gobierno terrorista y genocida de Israel contra la población palestina de Gaza. No obstante, el mismo organismo, por fuera del trabajo en sí, indicó que existen cerca de 30.000 desplazados internos que han regresado al norte de la Franja, zona que el criminal Netanyahu recomendó abandonar para luego bombardear el sur. 
 Son casi 6 millones los palestinos refugiados en todo el mundo, la mayoría descendientes de aquella generación de exiliados en 1948, año en el que se fundó el Estado de Israel. El sionismo tiene en carpeta avanzar en la invasión terrestre de Gaza, lo que agravará este estado de cosas.
 Asimismo, el informe señala que los nacionales de países de América Latina y el Caribe registraron aproximadamente un tercio de todas las nuevas solicitudes individuales de asilo en todo el mundo. “La mayoría fueron registradas por venezolanos, cubanos, colombianos (Colombia, sin embargo, es también uno de los principales países de acogida), nicaragüenses y haitianos en Estados Unidos y México” (ONU, 25/10). 
 Otra vez, la descomposición social de la región producto de la intervención imperialista y de la crisis más general del capitalismo, produjeron en América Latina y Centroamérica este panorama (los yanquis, por ejemplo, impulsaron el establecimiento de regímenes dictatoriales). Entre Estados Unidos y México se ha erigido un muro y los gobiernos (tanto el de Biden como el de AMLO) reprimen a los trabajadores que intentan cruzar la frontera. 

 Terminemos con el capitalismo

 La guerra, la bancarrota social, las rivalidades interétnicas, la depredación ambiental, todo esto provocado y alimentado por las burguesías del mundo, están en la base de este cuadro. 
 Los mismos gobiernos responsables de esta situación son aquellos que luego expulsan a los migrantes o los asesinan en represiones. Los países de la UE, por ejemplo, vienen reforzando las fronteras y criminalizando cada vez más a los migrantes. 
 Las deportaciones exprés, la construcción de muros y el aliento a la xenofobia son la norma. En 2022, más de 23.000 personas han sido interceptadas por guardacostas libios financiados por la UE y devueltas por la fuerza a Libia. 
 Reclamamos el derecho incondicional al asilo para todos los refugiados del mundo. Abajo la xenofobia y el racismo. Abajo la guerra imperialista. Abajo el Estado de Israel. Abajo todos los gobiernos capitalistas del mundo. Emancipemos a la humanidad de la lacra capitalista luchando por el socialismo. 

 Nazareno Suozzi

Punto por punto, el ataque genocida de Israel contra la Franja de Gaza


Bloqueo total, más de un millón de desplazados, hospitales sin anestesia y escuelas atacadas.

 Los bombardeos de Israel contra la Franja de Gaza ya han dejado 7.326 muertos, según las cifras del Ministerio de Salud del enclave costero. El 40% de los fallecidos son niños. A su vez, las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) practicaron en las últimas horas dos incursiones terrestres puntuales que serían, dijeron, preparativos de una invasión en regla.
 Los ataques aéreos, constantes, incluyen a los campos de refugiados en que se hacinan cientos de miles de personas y no discriminan hospitales, escuelas ni supermercados. 
 A continuación, repasamos algunos de los aspectos más espeluznantes del ataque genocida en curso contra el pueblo palestino. 

 1) Bloqueo casi total: falta el agua y la comida 

Israel mantenía ya un férreo bloqueo terrestre y marítimo contra la Franja de Gaza desde 2007. Sin embargo, tras la incursión de Hamas del 7 de octubre, se convirtió en un bloqueo total. “No habrá electricidad, ni comida, ni gas, ni combustible. Nadie podrá entrar ni salir. Estamos luchando contra animales”, declaró el ministro de Defensa, Yoav Gallant. 
 Solo han podido ingresar, desde el 7, a través del cruce de Rafah, en la frontera con Egipto, unos 84 camiones con ayuda humanitaria, definidos como “una gota en medio del océano” de necesidades por Nebal Farsakh, de la Media Luna Roja palestina (antes de la crisis entraban diariamente 450 camiones, según consigna la agencia Efe). A su vez, Israel sigue vetando el ingreso de combustibles, que son fundamentales para abastecer a los generadores de emergencia que se usan en los hospitales y a las plantas potabilizadoras de agua. 
 El viernes 27, en tanto, se produjo un corte total de las comunicaciones, en medio de nuevos bombardeos.

 2) Más de un millón de desplazados

 Tras la orden de evacuación del norte de la franja dictada por Israel, más de un millón de personas (sobre 2,3 millones de habitantes) debieron abandonar sus hogares, en dirección al centro y sur del enclave. Cientos de miles pasaron a engrosar los campos de refugiados de Naciones Unidas, en los que se vive una situación de hacinamiento extremo. El periodista Mikel Ayestaran informó que en uno de esos campos contaban con un baño para 3.000 personas (La Sexta, 26/10).
 El agua y la comida se encuentran racionadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una persona necesita entre 50 y 100 litros de agua diarios para satisfacer sus necesidades básicas de salud: hoy los gazatíes disponen de entre uno y tres litros, según Pilar Orduña, de la ONG Oxfam (RFI, 27/10). 
 Alrededor de 30 mil personas que habían escapado del norte de Gaza volvieron a la zona, debido a los bombardeos permanentes en el resto del territorio. 

 3) Hospitales colapsados y sin anestesia 

Ante la falta de drogas, en algunos hospitales se están realizando operaciones sin anestesia (incluso amputaciones) y los doctores usan las luces de sus celulares para guiar sus intervenciones, debido a la falta de energía eléctrica. Los pasillos, atestados de desplazados por el conflicto, también son sitio de intervenciones quirúrgicas. El hospital Al Shifa, según la ONU, trabaja al 150% de su capacidad (BBC, 25/10). En otros, la situación es aún peor. La falta de agua y el hacinamiento amenazan con desatar enfermedades.
 Un tercio de los hospitales debió cerrar ante los bombardeos y la falta de insumos. Según Irene Huertas, coordinadora de Médicos Sin Fronteras en Cisjordania, la situación ya es tan dramática que los médicos gazatíes “han llegado al punto de tener que elegir a quién salvar y a quién dejar morir” (Clarín.com, 26/10). 
 La escasez de combustibles plantea el peligro de que no puedan abastecerse los generadores eléctricos de emergencia. Está en juego la vida de miles de pacientes: bebés prematuros, pacientes de diálisis, de cáncer, o en terapia intensiva. 
 Como un modo artero de justificar esta situación, funcionarios israelíes declararon este 27 de octubre que Hamas usa a los hospitales como centros de operaciones, acusación que fue rechazada tanto por ese grupo como por las autoridades hospitalarias. 

 4) Ataques a escuelas 

La Unesco afirmó en un comunicado que más de 200 escuelas (40% del total) sufrieron daños, cuarenta de ellas graves, a raíz de los ataques israelíes. 

 5) Masacres en Cisjordania 

El accionar de las fuerzas israelíes y bandas de colonos armados dejó desde el 7 de octubre casi 100 muertos en Cisjordania, donde diariamente hay manifestaciones de solidaridad con Gaza y ataques a los centros de control y vigilancia sionista.
  El repaso por estos datos muestra que el Estado de Israel lleva a cabo una operación que no se restringe a Hamas: es una acción genocida contra todo el pueblo de la franja. “Algunas almas frágiles y santurronas están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula”, sostuvo la ministra de los Derechos de la Mujer, May Golan. 
 Detengamos la operación genocida del Estado israelí.

Prensa Obrera

jueves, 26 de octubre de 2023

Boric se alinea con el sionismo


El triunfo de Gabriel Boric en las elecciones presidenciales de 2021 había generado grandes expectativas en un sector importante de la comunidad palestina en Chile. La comunidad palestina en Chile agradeció a Boric la “promesa empeñada para sancionar la importación de bienes y servicios que provengan de territorios ocupados” por Israel en Palestina, realizada durante la campaña electoral. En su carrera presidencial también se había comprometido a asumir “una postura más explícita condenando las violaciones de derechos humanos, del derecho internacional (incluyendo expropiaciones y desalojos forzados) y de derecho humanitario en Palestina”. Ahora, Boric salió a condenar la acción de Hamas. La derecha chilena lo había conminado a pronunciarse.
 Boric escribió en twitter: “condenamos sin matiz alguno los brutales atentados, asesinatos y secuestros de Hamas. Nada puede justificarlos ni relativizar su más enérgico rechazo”. Enseguida agregaba: “condenamos también los ataques indiscriminados (sic)contra civiles que lleva adelante el ejército de Israel en Gaza y la ocupación ilegal por décadas de territorio palestino violando el derecho internacional”. La diputada Carmen Hertz sostuvo que “la adhesión a la causa Palestina, a su justeza y anhelos, no impide condenar en forma categórica, sin ambigúes, sin relativización alguna la matanza, violaciones y secuestros de civiles israelíes ejecutados por el grupo Hamas”. Habiendo condenado a cada lado por igual, haciendo abstracción de que Israel es el Estado opresor que cuenta con el quinto ejército del mundo y está apoyado por la flota norteamericana, el mensaje de Boric concluía que “instaremos firmes en todos los espacios por la paz, reconociendo el derecho a existir de ambos Estados, Israel y Palestina, y de los pueblos que lo habitan a tener una vida digna y segura”. 
 El canciller chileno, Alberto Van Klaveren, ‘desentonó’, sin embargo, con Boric, porque declaro que “nosotros entendemos el derecho que tiene Israel a la legítima defensa frente a la agresión de Hamás. Lo reconocemos ampliamente. Pero consideramos que también la represalia debe dirigirse directamente al grupo Hamás, como sostiene la institución de la legítima defensa, y no extenderse a grandes sectores de la población civil”. En una población de más de dos millones de personas, el canciller reclamaba una acción quirúrgica. Una réplica por la red social X de parte del embajador de Israel en Chile alcanzó para que el canciller se rectificara: hubo, dijo, “un malentendido bastante grande, una mala interpretación”, ya que “en ningún caso fue mi intención igualar al Estado de Israel con grupos como la Yihad Islámica o Hamás, eso nunca estuvo en mi intención”. El Estado genocida de Israel tiene, para el canciller, un estatus moral superior a las milicias de Hamás. 
 Desde sus épocas de dirigente estudiantil, Boric había declarado su “apoyo a la causa palestina”. En territorio chileno se alberga la población palestina más numerosa del mundo emigrada de su país: unas 500.000 personas. Durante su campaña electoral, Boric se había comprometido a apoyar la legislación de boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra las empresas israelíes en Cisjordania, que había apoyado en el Congreso como diputado en 2019. Como presidente, no avanzó en esa dirección.
 La condena “sin matices” a Hamás llega a casi un año de gobierno. El último gesto de Boric por la causa palestina fue en septiembre del año pasado, cuando el gobierno pospuso una reunión de entrega de las credenciales del nuevo embajador israelí en Chile debido a una ofensiva israelí en Cisjordania que se cobró la vida de un joven de 17 años. Luego de que la derecha chilena acusara a Boric de boicotear las relaciones con Israel, esa misma tarde el ministerio de Relaciones Exteriores recibió al embajador, quien explicó que “tuvimos una larga reunión de más de una hora en la que en repetidas ocasiones pidieron disculpas, estamos pasando de página y desde ahora nos enfocaremos en fortalecer las relaciones bilaterales”. La embajada de Israel habló de “un nuevo comienzo” en las relaciones entre ambos países.
 La Coordinadora Nacional de Organizaciones Palestinas en Chile emitió entonces un comunicado donde se leía que “después de esa loable postura [de suspender la reunión con el nuevo embajador], que debería servir como ejemplo para muchos mandatarios en el mundo, es inaceptable que Cancillería ceda a las presiones del sionismo”. Agregaba que “el deber moral y jurídico de todo estado es romper los vínculos diplomáticos hasta el día que Israel respete el Derecho Internacional”.
 Luego de que Israel desatara la masacre sobre la población palestina, Boric mantuvo una conversación telefónica con Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, a quien le trasmitió la preocupación de Chile por los ataques contra civiles “por parte de Hamas como de Israel”. Incluso con la población palestina sepultada bajo los bombardeos israelíes con miles de muertos y agobiados por el corte de los servicios básicos, Boric no pierde oportunidad para recordar, una vez más, su condena a las milicias palestinas. 

 El Be 
Política Obrera 
 24/10/2023

Se diseña el operativo internacional de la invasión terrestre de Gaza


“Persecución macartista de los propios judíos” en Israel (Haaretz). 

 Mientras el secretario general de Naciones Unidas denunciaba que el pueblo de la Franja de Gaza transita un “sufrimiento épico” (The Guardian, 24/10), los raids aéreos de las fuerzas armadas israelíes provocaron ayer mismo la muerte de 700 personas, en su mayoría niños y adolescentes, superando la matanza del martes 17, cuando bombardeó el hospital de Gaza. (De paso se verificó que el video que adjudicó a un ´error´ de Hamas esa tragedia resultó falso – ver Delfina Corti en chequeado.com, 24/10.)
 La tardía denuncia del secretario general de Naciones Unidas desató la ira sionista y el gobierno de Israel reclamó su renuncia. Provocó una crisis internacional: EE.UU. se opone al reclamo del ´cese del fuego´ que reclamó Antonio Guterres. Mientras tanto, el ejército sionista se apresta a iniciar la invasión terrestre (Haaretz, 23/10).

 Implosión sionista

 Más de 300 mil efectivos y miles de tanques están frente a la frontera de Gaza. Según el periodista Amos Harel, tras el “angustioso juego de espera antes de la ofensiva terrestre se exacerba la crisis de confianza entre el gobierno y el ejército y dentro del propio gobierno”. Un ala del establishment sionista buscaría ´bombardear´ ahora las gestiones ´humanitarias´, como las que viene llevando adelante Qatar, con el respaldo de Estados Unidos, para que Hamas libere a unos 50 rehenes que tienen ciudadanía extranjera (íd., 24/10). Ese sector sería partidario de lanzar cuanto antes la invasión. 
 La variante alternativa sería continuar bombardeando la ´baja Gaza´, en otras palabras, los túneles subterráneos construidos por Hamás, antes de una incursión terrestre. Israel sabe bien que todas sus campañas terrestres en Cisjordania, la Franja de Gaza y el sur del Líbano en las últimas décadas llegaron a un punto de estancamiento. Pero eso no sería óbice para que una vez más lo intente y las masacres de Sabra y Shatila, de 1982 quedarían como un pálido reflejo de lo que ocurriría ahora. 

 Plan Smotrich o un Leningrado sionista 

Mientras tanto en Israel “el comisionado de policía declaró la guerra a los palestinos israelíes al ordenar a sus subordinados impedir por la fuerza las protestas contra la guerra en Gaza … propuso deportar a los manifestantes a Gaza. Es probable que expresar dolor por la muerte de niños en la Franja no sólo te garantice un lugar en uno de los autobuses del comisario de policía (camino a Gaza). También provocará que te suspendan del trabajo o de la universidad, como le ha sucedido a decenas de personas en las últimas dos semanas. Y ese no es el peor escenario, porque la compasión por los niños de Gaza también podría terminar en un intento de linchamiento por parte de una turba fascista, como le ocurrió al periodista Israel Frey” (Michael Sfard, Haaretz, 23/10). 
 Frey es un periodista israelí que hizo público a través de un video, que 22 colegas palestinos han sido asesinados en Gaza pen los primeros 13 días desde que Israel lanzó su barbarie. 
 El cerco de Gaza se parece cada vez más al cerco de los nazis sobre Leningrado durante la Segunda Guerra mundial. Mientras tanto los bombardeos indiscriminados ya están cumpliendo una función demoledora equivalente, destruyendo toda infraestructura civil y segando la vida de miles de palestinos. Gaza está siendo reducida a escombros. 

 “Israel corre hacia el abismo moral”

 “Un informe de la ONU publicado el domingo señala que al menos el 30 por ciento de todas las unidades de vivienda en la Franja de Gaza fueron destruidas o dañadas desde el inicio de las hostilidades”.
 Ese mismo día “el número de heridos ascendía al menos a 13.000 (…) algunos de ellos se encuentran en hospitales, donde, según los informes, los cirujanos se ven obligados a operar con las linternas de sus teléfonos móviles porque no hay electricidad. Las clínicas y hospitales que aún funcionan también albergan a miles de personas desarraigadas que buscan refugio y un mínimo de seguridad. La Organización Mundial de la Salud ha documentado 62 ataques contra instituciones de atención médica: 29 estructuras de este tipo fueron alcanzadas y dañadas, incluidos 19 hospitales, y 23 ambulancias fueron atacadas, indica el mismo informe de la ONU” (Amira Hass, 23/10). 
 “En Gaza, Israel corre hacia el abismo moral” dice el citado Sfard. Pero no es sólo Gaza. El gobierno de ultraderecha y los colonos “nos ha arrastrado hacia un infierno. Israel hoy es un país y una sociedad donde los llamados a borrar Gaza no son exclusivos de personas patéticas y marginales (…) Es un país donde los legisladores del partido gobernante están pidiendo abierta y desvergonzadamente una ´segunda Nakba´, donde el ministro de Defensa ordena negar agua, alimentos y combustible a millones de civiles, un país cuyo presidente, Isaac Herzog, el rostro moderado de Israel, dice que todos los habitantes de Gaza son responsables” (23/10). 
 Netanyahu y los colonos fascistizantes van bien lejos: “La persecución macartista de Israel contra sus propios ciudadanos ha comenzado”, tituló Haaretz en un editorial (18/10). “Decenas de israelíes, la abrumadora mayoría de ellos árabes, fueron detenidos y arrestados desde la semana pasada por lo que dijeron sobre la guerra en Gaza. Cuarenta personas fueron arrestadas y más fueron interrogadas y advertidas” (íd.).Ha comenzado, además, una discriminación en masa contra los judíos israelíes que contraten palestinos: “La municipalidad de Rehovot, por ejemplo, exigió que la industria de construcción de la ciudad firmara una declaración de que no tiene trabajadores árabes en sus obras” (Hadar Horesh, The Marker Hebrew). 
 Al Jazeera denuncia que los sionistas amenazan con cerrar la oficina que posee en Israel, lo que en el Medio Oriente sólo han hecho Arabia Saudita, Egipto e Irak (Sheren Falah Saab, 23/10).
 Por las potencias involucradas, por la disposición de fuerzas militares en el terreno, por lo que se ha puesto juego para el imprerialismo (el destino del estado sionista), se va formando en la región un segundo frente de una guerra de alcance internacional. La guerra guerillera del pueblo palestino ha desatado una honda movilización mundial. 

 Norberto Malaj 
 25/10/2023

martes, 24 de octubre de 2023

Gaza, cuadro de situación a 15 días del inicio de la guerra


¿Podría convertirse Gaza en el “Stalingrado de Israel”? (Al Jazeera). 

 No es sólo la presencia de Biden y del primer ministro británico en Israel estos días lo que muestra que la guerra criminal de los sionistas contra Gaza esconde mucho más que lo que aparece en la superficie. El amplio despliegue de la flota norteamericana en el Mediterráneo frente a las costas de Israel y Líbano es sólo un principio de una escalada internacional. La guerra de exterminio sobre Gaza oscurece lo que está ocurriendo en el norte, en la frontera con el Líbano, en toda la “línea verde” frente a Cisjordania y dentro del país con los propios palestino-israelíes. En Umm al-Fahm, una ciudad árabe del norte de Israel, se produjeron manifestaciones donde se detuvo a 11 residentes. Una corte de Haifa “sin escuchar los reclamos de sus abogados” extendió la prisión sin importar que en su mayoría eran menores (Haaretz, 20/10). El Pentágono acaba de informar que un navío yanqui interceptó tres misiles cruceros y varios drones lanzados por los rebeldes houthi de Yemen “dirigidos potencialmente hacia Israel” (ídem).

 “Unión nacional” 

El régimen de los derechistas de Netanyahu y los colonos encontró una tabla de salvación en un sector de la oposición sionista. Este acuerdo se afirma exclusivamente en una política de bombardeos aéreos sobre Gaza que como “señaló una alta fuente militar israelí está siendo castigada a una escala como no se ha visto en décadas” (ídem). Los bombardeos y el corte de todo suministro de energía, agua potable, medicinas y avituallamiento de la Franja provocaron ya el cierre de siete hospitales y van camino a lo mismo los últimos cuatro que aún funcionan. La UNRWA, la agencia de Naciones Unidas dedicada a los refugiados palestinos denunció que 16 empleados de su staff ya han muerto por los bombardeos sionistas; duplican esa cifra los fallecidos en nosocomios y personal de salud palestinos. 
 Las acciones sionistas no se detienen ante nada: «El Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén, la principal denominación cristiana palestina, dijo que las fuerzas israelíes habían atacado la Iglesia de San Porfirio en la ciudad de Gaza, donde cientos de cristianos y musulmanes habían buscado refugio… 18 palestinos cristianos fueron asesinados… La oficina de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas dijo que más de 140.000 viviendas (casi un tercio de todas las casas en Gaza) han resultado dañadas y casi 13.000 están completamente destruidas» (The Guardian, 21/10). El retraso del asalto militar a la Franja revela profundas divergencias dentro de las propias FF.AA. y el establishment sionista. La política a seguir con los más de 200 rehenes retenidos por Hamas, la mayoría militares sionistas, quienes podrían morir por este “fuego amigo”; «‘se está cerrando la ventana de oportunidad para liberar a los rehenes israelíes’, advierte un alto experto del Mossad en intercambios de prisioneros» (ídem, 19/10). En cambio “Hamás liberó a los primeros rehenes” (ídem) en un gesto de buena voluntad dirigido a abrir una negociación (los liberados deliberadamente son una pareja de yanquis). 
 La segunda cuestión tiene que ver con el temor a que “a pesar de unas capacidades militares muy superiores, Israel podría encontrarse atrapado en Gaza”, según Al Jazeera. “¿Será Gaza el Stalingrado de Israel?” se pregunta Zoran Kusovac (18/10). 
 Según este corresponsal, siguiendo la experiencia del cerco de Sarajevo en 1993, la estructura de túneles subterráneos de la franja de Gaza podría ser una tumba mortal infinitamente más efectiva ante una eventual invasión sionista. 

 Hamas 

Las fábulas que se tejen sobre el carácter “criminal” de Hamas y su semejanza con el accionar del Isis (Estado islámico) son un completo fraude. 
 Según explica “el Dr. Ronit Marzan, que estudia la sociedad y la política palestinas en la Universidad de Haifa”, desde 2017 Hamas adoptó un “carácter nacionalista a expensas del Islam y declaró que si bien está comprometido con la visión de liberar a toda Palestina, en aras del consenso nacional, está dispuesto a aceptar un Estado dentro de las fronteras de 1967 con Jerusalén. de capital” (Haaretz, 19/10). Esta política “a diferencia de la carta original, fue aprobada por el Consejo Shura, el consejo más alto de Hamás” (ídem). 
 “Ese mismo año, señala Marzan, el nuevo líder de Hamas en Gaza, Yahya Sinwar, incluso acordó colocar las armas del grupo bajo la autoridad de la OLP. ‘Él habló y nosotros no escuchamos’, dice. Quería actuar de manera diferente. Después de todo, él estaba en Gaza y fue blanco de todos los ataques en todas las rondas de la guerra, mientras que los líderes exiliados (Arouri, Khaled Meshal, Ismail Haniyeh] estaban en Qatar y el Líbano, viviendo la buena vida con sus familias. En una entrevista de 2018 Sinwar dijo que “una nueva guerra no es del interés de nadie, ciertamente no del nuestro”. 
 Fue Netanyahu quien afirmó, a lo largo de los años, que Hamás debería fortalecerse, a expensas de la Autoridad Palestina. “Cualquiera que quiera frustrar el establecimiento de un Estado palestino debería apoyar el fortalecimiento de Hamás y la transferencia de fondos a Hamas”, dijo a la facción del Likud de la Knesset en marzo de 2019. “Es parte de nuestra estrategia, separar a los palestinos en Gaza de los palestinos en Judea y Samaria (Cisjordania)”. En 2021, tuvieron lugar negociaciones indirectas del gobierno de Netanyahu con Hamás sobre un acuerdo general que incluía permisos laborales y comerciales, suministro de gas y financiación catarí. 

 Norberto Malaj
 21/10/2023

lunes, 23 de octubre de 2023

Biden anuncia la intervención directa del imperialismo en la guerra desatada por el estado sionista


En un solemne discurso al país, Joe Biden les pidió a los norteamericanos que respalden el envío de 74.000 millones de dólares en asistencia a Israel y a Ucrania porque “cuando los terroristas y dictadores no pagan un precio por su terror”, Estados Unidos también paga el costo. Añadió que “el liderazgo estadounidense es lo que mantiene unido al mundo” (sic). 
 El discurso presidencial tuvo lugar menos de 24 horas después de la estruendosa renuncia de Josh Paul, director de la Oficina de Asuntos Políticos Militares del Departamento de Estado por más de 11 años. Paul, cuya función era supervisar los envíos de armamento, renunció “en protesta por la decisión de la administración Biden de continuar enviando armas y municiones a Israel mientras asedia Gaza”. “El apoyo ciego a un lado”, dice, está llevando a decisiones políticas “miopes, destructivas, injustas y contradictorias con los mismos valores que defendemos públicamente”. 
 En una entrevista, Paul, que dijo estar conmovido por las muestras de apoyo que recibió, acusó al presidente de no aplicar las leyes que impiden que Estados Unidos entregue armamento a violadores de los derechos humanos. Y que deberían haberse aplicado ante la decisión israelí de cortar agua, alimentos, atención médica y electricidad en Gaza, dijo.
 “Las protestas, amenazas y advertencias mortales y antiestadounidenses de las naciones árabes” después del ataque el hospital “es un adelanto de lo que esperan que sea una respuesta mundial a la esperada invasión israelí de Gaza” (Axios 19/10). En consonancia, el Departamento de Estado emitió el jueves una inusual "Precaución Mundial", advirtiendo a los estadounidenses en el extranjero sobre "el potencial de ataques terroristas, manifestaciones o acciones violentas contra ciudadanos e intereses estadounidenses". 

 Aprestos para una guerra regional 

Al mismo, el imperialismo “refuerza a marchas forzadas su presencia militar en el Mediterráneo oriental” (EP 20/10). Al envío del mayor portaaviones de la flota, el Gerald Ford, y sus buques de escolta, se suma un segundo portaaviones, el Dwight Eisenhower, que llegará en una semana. Entre ambos transportan hasta 135 aviones de combate. 
 También se dirige a la zona la 26 Unidad Expedicionaria de Marines, de 2.200 militares y un grupo anfibio de tres buques que trasportan helicópteros. Ya se encuentra allí el buque de guerra Mount Whitney, donde viaja el comandante de la Sexta Flota, el vicealmirante Thomas Ishee, con una tripulación de 300 marinos. Además, el Departamento de Defensa ha reforzado también su presencia en Oriente Próximo con aviones de guerra, incluidos cazas F-35, F-16 y los aparatos de ataque subsónicos A-10.
 Mientras tanto, el Departamento de Defensa ordenó esta semana a 2.000 soldados de diversas unidades que se preparen para estar en disposición de trasladarse a Oriente Próximo en un plazo de 24 horas, y no las 96 habituales. Los convocados son especialistas en tareas que abarcan desde la defensa aérea a la logística, pasando por la asistencia médica y el reconocimiento del terreno. 
 “No hay ninguna intención de poner botas estadounidenses sobre el terreno en combate.” Las declaraciones del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, constituyen un ‘clásico’: instalar una agenda por medio de su negación. El exsecretario de Defensa Bob Gates -que dirigió el Pentágono bajo los presidentes de ambos partidos, George Bush y Barack Obama- dijo a la agencia Axios que Estados Unidos enfrenta el mayor número de crisis conjuntas desde que terminó la Segunda Guerra Mundial hace 78 años. El imperialismo enfrenta cuatro escenarios de guerra: Ucrania, Cáucaso, Oeste de África y Cercano Oriente. 
 Lo que Gates llama “la crisis conjunta” es una huida hacia adelante, el estallido de las contradicciones acumuladas en una prolongada época de decadencia del capitalismo.

 Olga Cristóbal
 20/10/2023

"AFIRMA TUS DERECHOS " Lanzamiento de campaña


domingo, 22 de octubre de 2023

Hoy Palestina, mañana Cuba: los derechos humanos de la “disidencia” cubana


Cómo la fuerza aérea sionista bombardeó el hospital Al-Ahli de Gaza


La prensa sionista y norteamericana salió a decir “Israel no fue”. Culpó a la Yihad Islámica que negó inmediatamente toda responsabilidad. El misil supersónico israelí -única arma capaz de poner en ruinas al 80% de un hospital y provocar más de 500 muertos- habría sido obra de un cohete de fabricación casera ´mal dirigido´. 
 “Las publicaciones iniciales sobre X (ex Twitter) enviadas por Hananya Naftali, una asistente digital del primer ministro Benjamín Netanyahu, despertaron sospechas, dice la agencia qatarí Al Jazeera. ´La Fuerza Aérea Israelí atacó una base terrorista de Hamas dentro de un hospital en Gaza´, escribió Naftali, pero la publicación fue eliminada casi de inmediato”.
 “A las 22:58, Naftali se disculpó en X por compartir ´un informe de Reuters´ que ´declaraba falsamente que Israel atacó el hospital´. Dijo que desde entonces había eliminado el tweet. ´Como el [ejército israelí] no bombardea hospitales, supuse que Israel estaba apuntando a una de las bases de Hamás en Gaza´, añadió”.
 Al Jazeera denuncia que las supuestas ´evidencias´ de Israel acerca del ´bombardeo de cohetes enemigos hacia Israel´, que se habrían ´desviado´ y provocado la carnicería del hospital al Ahli son falsas de cabo a rabo. Lo mismo vale para una “versión anterior (que) había incluido supuestas pruebas en vídeo. Aric Toler, periodista del equipo de investigaciones visuales de The New York Times, cuestionó la exactitud de las imágenes y señaló que la marca de tiempo indicaba que habían sido grabadas 40 minutos después del momento de la explosión. 
 “Tal Heinrich, portavoz de Netanyahu, dijo a CNN el martes por la noche que ´[el ejército israelí] no ataca hospitales´, y agregó: ´Sólo atacamos los bastiones de Hamás, los depósitos de armas y objetivos terroristas´. Pero en un comunicado emitido la noche de la explosión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que en realidad se habían producido más de 51 ataques contra instalaciones sanitarias en Gaza desde el inicio del conflicto el 7 de octubre. Quince trabajadores sanitarios habían muerto y 27 resultaron heridos. 
 “El propio ejército israelí había emitido la semana pasada órdenes de evacuación de 22 hospitales que trataban a más de 2.000 pacientes en la Franja de Gaza mientras intensificaba su campaña de bombardeos. Un alto funcionario de salud en Gaza dijo a Al Jazeera que Israel había disparado dos proyectiles de artillería como ´advertencia´ contra el Hospital Árabe Al-Ahli días antes de la explosión. 
 “El ejército israelí también publicó un vídeo que muestra al portavoz Daniel Hagari traduciendo una grabación de una conversación entre supuestos funcionarios de Hamás, donde parecen hablar sobre el cohete fallido que provocó la explosión en el hospital. A algunos les pareció demasiado elegante. Como le preguntó más tarde un periodista: ´Me gustaría que abordara la cuestión de la credibilidad, porque el [ejército israelí] tiene un historial menos que perfecto en la cuestión de la credibilidad´”. En su respuesta, Hagari admitió que los militares habían mentido antes, pero que ahora era diferente. 
 La crueldad de los ataques israelíes contra la población sitiada de Gaza tiene pocos precedentes. A las 7 de la tarde del 17 de octubre, poco antes de la explosión en el hospital de Al-Ahli, Itamar Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional de Israel, había dicho en X: “Mientras Hamás no libere a los rehenes que tiene en sus manos, lo único que necesita para entrar en Gaza son cientos de toneladas de explosivos de la Fuerza Aérea, ni una onza de ayuda humanitaria”. 
 Poco después de la explosión, Netanyahu borró un mensaje suyo en X que repetía una línea de su discurso del 16 de octubre ante la Knesset. Decía: “Esta es una lucha entre los hijos de la luz y los hijos de las tinieblas, entre la humanidad y la ley de la selva”. Una afirmación típicamente fundamentalista.

 Norberto Malaj 
 19/10/2023

La previa al 22: entre la campaña electoral y la solidaridad con el pueblo palestino


El proceso electoral está terminando.

 Este domingo 22 cuando se sepan los resultados se configurará un nuevo cuadro político, que se caracterizará por la incertidumbre sobre el futuro más inmediato, esto cualquiera sea el resultado e incluso si el proceso se continúa con un balotaje el próximo 18 de noviembre para saber quién será el próximo presidente.
 La Argentina entra de lleno en una crisis que se ha ido incubando a lo largo de las últimas décadas y que es una expresión del fracaso de un régimen que ha agravado a niveles históricos las condiciones de vida de los trabajadores, que ha provocado un retroceso en todos los terrenos en beneficio del gran capital financiero y la burguesía nacional que acoplaron el país a la crisis sistémica del capitalismo permitiendo el saqueo capitalista de la Nación. 
 Lo que sí está claro a estas horas es que se avecina un profundo ataque -sin “gradualismos”- a los trabajadores con devaluación, hiperinflación, ataque a los derechos laborales, previsionales, de salud, de educación, que agravará el ajuste hoy en curso. La inflación de septiembre, que conocimos en octubre, confirmó que el pueblo argentino la está pagando “cara”. Los $ 320.000 que según el Indec necesita una familia para no ser pobre es alcanzado apenas por la mitad de la población. Y eso es lo que explica la tenacidad de algunas luchas como la de los docentes bonaerenses que esta semana se movilizaron contra los brutales descuentos de Kicillof -por ejercer el derecho al paro-, que además montó una provocación para meter presos a quienes fueron a manifestarse. 
 Las divergencias y divisiones entre los políticos capitalistas que se ventilaron en la campaña electoral son la expresión de las propias divisiones en el seno de la clase capitalista que no quiere para los costos de su propia crisis. Sin embargo la virulencia con que se trataron Massa, Milei y Bullrich no pudieron ocultar el hecho que todos ellos van contra los trabajadores. Usaron sus actos de cierre para profundizar la que fue una característica de toda la campaña: pelear para ver quién tenía mejores condiciones para imponerle al pueblo argentino un mazazo como se perfila. El Frente de Izquierda colocó la agenda de los trabajadores y los reclamos populares y actuó en la campaña con la consigna de preparar la intervención popular frente a esa situación, como manifestaron Vanina Biasi, Nestor Pitrola y Celeste Fierro en el acto de cierre del pasado jueves en el obelisco.
 Las perspectivas que se abren después de este 22 han sido abordadas por nuestro compañero Gabriel Solano en el editorial de esta semana y que titulamos Se viene el estallido y que recomendamos como lectura clave ante de ir a votar.

 Palestina 

En la semana la situación de Palestina se agravó enormemente. Israel se apresta a ingresar a Gaza, cuestión que solo puede augurar una masacre de un pueblo que desde hace 18 años vive encerrado en una prisión a cielo abierto y que es atacado a mansalva porque “osó” rebelarse frente a un bloqueo insostenible. El ataque del sionismo a un hospital en Gaza que dejó 500 muertos es la confesión de que Israel, apoyada por el imperialismo yanqui y europeo está dispuesta a todo para terminar con la expulsión del pueblo palestino de sus tierras y concluir la limpieza étnica que empezó organizadamente hace cinco décadas. 
 Las movilizaciones a favor de Palestina se repiten en el mundo y en nuestro país este jueves hubo un acto frente a la embajada palestina a la vez que se preparan nuevas movilizaciones de apoyo.
 Desde nuestro partido estamos comprometidos con esta causa y en Prensa Obrera -seguir por aquí– estamos sosteniendo una fuerte lucha política para combatir la campaña del sionismo contra el pueblo palestino y contra cualquiera que lo apoye. 
Nuestros compañeros Gabriel Solano y Vanina Biasi presentaron una denuncia ante la justicia por los cientos de llamados y mensajes con amenazas a sus vidas. Para terminar no podemos dejar de recordar que este viernes 20 se cumplieron 13 años del asesinato de nuestro joven compañero Mariano Ferreyra a manos de una patota de la Unión Ferroviaria en el marco de una lucha contra la precarización laboral y los despidos vía las tercerizaciones. Mariano fue recordado como todos los años con un acto, donde pusimos de manifiesto la vigencia de su lucha obrera y socialista y de los reclamos que lo llevaron, junto a cientos de trabajadores a movilizarse ese día. 
 La seguimos en la semana. Buen domingo. 

Eduardo Salas

jueves, 19 de octubre de 2023

Biden en Israel


El presidente norteamericano Joe Biden se felicitó por los resultados de su visita relámpago a Tel Aviv porque Israel habría accedido a flexibilizar el bloqueo y que entraran desde Egipto 20 camiones de “comida, agua y medicamentos para la población civil” (antes de los bombardeos entraban regularmente un centenar de camiones por día). No incluye el combustible, indispensable para alimentar la única central eléctrica que lleva días inactiva, los generadores de los hospitales y las bombas para la extracción de agua. El que habla es el tipo al que sus propios voceros tuvieron que desmentir cuando dijo que vio bebés decapitados por las milicias palestinas. Un mentiroso sin escrúpulos. En cuanto al ingreso de ayuda, “El Cairo aún no se ha pronunciado sobre la existencia del acuerdo” (El País, 19/10).
 En realidad, Biden combinó el más fervoroso apoyo a la campaña de aniquilamiento de Gaza -“Israel, no estás sola”, repitió- con el intento de disuadir a Netanhayu de una invasión terrestre de suerte incierta. Los militares norteamericanos discuten con sus pares sionistas “vías alternativas a la invasión”, dijo, develando su grado de involucramiento en la masacre en curso. Todos criminales de guerra. Tampoco hubo avances respecto de la liberación de algunos rehenes. 
 El gobierno norteamericano teme que un asalto terrestre a gran escala “desencadene una gran ofensiva transfronteriza de la milicia Hezbollah respaldada por Irán en El Líbano y no alcance los objetivos de guerra israelíes de eliminar a Hamas”, explica El País. Biden negó rotundamente un informe de la prensa israelí de que Estados Unidos había prometido luchar junto a las tropas israelíes si Hezbollah atacaba (Financial Times, 18/10 y 19/10). En comentarios que parecían referirse al posible objetivo de establecer una “zona de amortiguamiento” en Gaza, Eli Cohen, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, dijo el miércoles que "al final de esta guerra, Hamás no sólo ya no estará en Gaza, el territorio de Gaza también disminuirá”.
 Mientras mentía su preocupación por los gazatíes, Estados Unidos usó su poder de veto para frenar una resolución presentada por Brasil al Consejo de Seguridad en la que se pedía la revocación de la orden de Israel de evacuar el norte de Gaza. Esta semana, el Congreso discutirá ampliar un paquete de ayuda militar para Israel. El actual es de 3.800 millones de dólares anuales. 
 Biden es el primer presidente norteamericano que viaja a Israel en tiempo de guerra, si guerra puede llamarse el asedio del quinto ejército del planeta a dos millones de personas sin agua, luz, comida ni medicamentos. Tal vez refleje la alarma por la extensión de un conflicto inesperado: hace solo tres semanas el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, se ufanaba de que “Oriente Próximo no ha estado tan tranquilo en dos décadas”. Hoy nadie descarta que una invasión terrestre precipite el ingreso de Hezbollá, y quizás de Irán. También un descalabro terminal de la odiada Autoridad Palestina, que en Cisjordania reprime las movilizaciones en solidaridad con Gaza. Finalmente, aunque muchos Estados del mundo árabe hace tiempo son más cercanos a Israel que a los palestinos, “la ebullición de ira ciudadana” ha sitiado las embajadas yankys -y también las francesas- las noches siguientes al ataque al hospital.
 Biden pretendía posar de mediador imparcial en el conflicto, con la ayuda de una reunión en Aman con el rey Abdalá de Jordania y los líderes de Egipto, Abdel Fatah Al Sisi, y de la Autoridad Palestina, Mahmud Abba. Pero su viaje estuvo dominado por el bombardeo al hospital Al Ahli al Arabi, que causó cientos de muertos. 
 La inmediata respuesta fueron movilizaciones de decenas de miles de personas en Occidente -incluido judíos antisionistas que ingresaron al Capitolio- y millones en el mundo árabe. Mientras las organizaciones más insospechables de simpatizar con la causa palestina confirmaban que Israel bombardea con fósforo blanco, Biden dio crédito rápidamente a la versión sionista de que el hospital fue destruido por un error de la milicia palestina Yihad Islámica. 
 Los encendidos mensajes de apoyo a Israel de Biden mientras el mundo miraba atónito decenas de cadáveres de niños abrazados por sus madres y decenas de cadáveres de madres custodiadas por la mirada indescriptible de sus niños, volvieron inviable la reunión en Aman. “La región está a punto de hundirse en el abismo”, advirtió el martes el jordano, antes aún del ataque al hospital. 
 “Biden fracasa en su intento de mostrar una imagen conciliadora entre árabes e israelíes cuando se agrava la crisis”, titulan sin medias tintas los diarios. Biden “había apostado fuerte por esta visita para bruñir sus credenciales como mediador respetado por todas las partes” y para defender su política de normalizar las relaciones entre Israel y Arabia Saudí y suavizar aristas el vínculo con Irán “que ahora amenaza con saltar por los aires”. 
 En Estados Unidos se resquebraja, sobre en todo entre los jóvenes, el apoyo incondicional a Israel: el 51% de los menores de 34 años directamente se opone a enviarles armamento. La indignación por la masacre en Gaza se expresó no solo en movilizaciones sino en los campus universitarios. 

 Olga Cristóbal
 19/10/2023

miércoles, 18 de octubre de 2023

Israel hunde a la Franja de Gaza en una catástrofe humanitaria


El bloqueo mantiene a Gaza sin agua, combustible ni medicamentos 

Se estima que más de un millón de personas abandonaron sus hogares en la Franja de Gaza desde el comienzo de los bombardeos israelíes, pero sin tener dónde ir, debido a que el enclave costero se encuentra férreamente bloqueado por el Estado sionista y Egipto. Como resultado, cientos de miles de personas se amontonan en precarios campamentos de refugiados de Naciones Unidas en los que, dado el implacable cerco, escasea la comida y las familias “disponen de menos de un litro de agua al día” (La Nación, 17/10). 
 Hace pocos días, el gobierno de Tel Aviv dictó un ultimátum para que la población civil abandonara el norte del territorio gazatí. Esto provocó un flujo poblacional hacia el cruce de Rafah, en la frontera con Egipto. Pero, mientras daba esta orden de evacuación, Israel seguía bombardeando intensamente el sur del enclave, recibiendo de ese modo a los desplazados. Hasta el día 16 de octubre, según la agencia palestina Wafa, más de 2.800 palestinos fueron asesinados por los ataques, de los cuales 853 eran niños y 37, trabajadores de la salud. Esto, según el primer ministro Benjamin Netanyahu, es “solo el comienzo”, ya que aún falta la invasión terrestre, que se espera para las próximas jornadas. 
 Mientras tanto, “los hospitales advirtieron que están al borde del colapso, casi sin medicamentos y a un día de que los generadores que mantienen operando máquinas como incubadoras y respiradores se queden sin combustible” (ídem). La vida de miles de pacientes está en riesgo. Los nosocomios han resistido la orden de evacuación israelí, dado que cumplirla implicaría el deceso de muchos internados. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, advirtió el riesgo de que el desplazamiento masivo, sin agua ni condiciones sanitarias, conduzca a una ola de enfermedades.
 Mientras el pueblo de Gaza es sometido a este castigo colectivo, hay ayuda humanitaria para 300 mil personas del otro lado de la frontera que no puede ingresar debido a los bombardeos y el bloqueo. “Tenemos que destruirlos hasta la médula”, había anticipado recientemente May Golan, ministra de los Derechos de la Mujer. “Estamos tratando con animales”, intentó justificarse el ministro de seguridad Yoav Galant. 
 El desplazamiento forzoso de más de un millón de gazatíes trae a la memoria el triste recuerdo de la “Nakba” (catástrofe), cuando 700 mil palestinos fueron expulsados de sus tierras durante el proceso de conformación del Estado de Israel. De momento los gazatíes se encuentran encerrados, pero en el mediano plazo no se puede descartar un éxodo masivo hacia países vecinos, como Egipto o Jordania, donde ya viven más de dos millones de palestinos. 
 “La catastrófica situación humanitaria en Gaza está a punto de alcanzar un punto de inflexión. La población atrapada en Gaza debe recibir inmediatamente el combustible, el agua, los alimentos y los medicamentos que necesita desesperadamente”, admitió la titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien no se caracteriza precisamente por su simpatía hacia la causa palestina. 
 Mientras tanto, en Cisjordania fueron asesinados 52 palestinos por la represión policial desde el inicio de la incursión de Hamas en territorio israelí. A su vez, cinco murieron a manos de las bandas de los colonos. El gobierno israelí promueve abiertamente el armamento de estos grupos: desde enero de 2023 hasta octubre, el Ministerio de Seguridad de Itamar Ben-Gvir, del ultraderechista Poder Judío (junto al Likud, los partidos ultraortodoxos y el Partido Sionista Religioso, la coalición que posibilitó el nuevo mandato de Netanyahu), distribuyó 27.000 armas de fuego para favorecer esas milicias (Wafa, 17/10). Además, en el mismo sentido, se vienen relajando las normas para el acceso a las armas.
 El escenario se completa con los bombardeos que Israel ha realizado contra Hezbollah en el Líbano y sobre los aeropuertos de Damasco y Alepo, en Siria. En la frontera con el país de los cedros, Israel evacuó 38 localidades ante la posibilidad de una regionalización del conflicto. La milicia chiíta apoya a Hamas y lanzó cohetes sobre territorio israelí. 
 El titular del Departamento de Estado yanqui, Antony Blinken, visitó Medio Oriente para reforzar el apoyo a Israel (este miércoles lo hará Joe Biden), pero también preocupado ante un posible desmadre de la situación, ya sea una insurrección generalizada del pueblo palestino, o una guerra regional, dos consecuencias posibles de la ofensiva sionista. Como válvula de escape, Blinken aseguró que se reabrirá el paso de Rafah para permitir el ingreso de ayuda humanitaria, y se reunió también con el jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y con el rey de Jordania, Abdullah II.
 La segunda ola de manifestaciones en apoyo al pueblo palestino en el mundo ha sido más masiva que la primera, tanto en Europa como en el mundo árabe. Esto tiene que ver con que la acción genocida que Israel está llevando adelante empieza a quedar en evidencia, a pesar de la profusa propaganda sionista en los medios de comunicación y las redes sociales. 
 Hay que detener esta masacre. 

 Gustavo Montenegro

martes, 17 de octubre de 2023

Israel bombardea Gaza y El Líbano con fósforo blanco


La organización norteamericana de derechos humanos Human Rights Watch anunció el jueves pasado que había confirmado que el Ejército israelí utilizó municiones de fósforo blanco (WP) durante ataques de artillería contra objetivos en El Líbano y Gaza “incluso sobre una zona civil densamente poblada”.
 HRW entrevistó a testigos y verificó imágenes de video filmadas en El Líbano y Gaza el martes y miércoles “que muestran múltiples ráfagas de fósforo blanco disparadas por artillería sobre el puerto de la ciudad de Gaza y dos localidades rurales a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano”. 
 Lo mismos confirmaron Amnistía Internacional y expertos entrevistados por France Info y por el Washington Post.
 El fósforo blanco, que reacciona directamente con el oxígeno, arde mucho tiempo a una temperatura de hasta 816 grados y el agua no lo apaga. Al entrar en contacto, quema a las personas, térmica y químicamente, hasta los huesos, ya que es muy soluble en grasas y, por tanto, en la carne humana. Los fragmentos de fósforo blanco pueden exacerbar las heridas y pueden ingresar al torrente sanguíneo y causar insuficiencia orgánica múltiple. Las heridas pueden volver a encenderse cuando se retiran los vendajes y se vuelven a exponer al oxígeno. Incluso las quemaduras relativamente menores suelen ser mortales. En el caso de los sobrevivientes, las cicatrices tensan el tejido muscular y generan discapacidades físicas. 
 "Cada vez que se utiliza fósforo blanco en zonas civiles pobladas, se plantea un alto riesgo de quemaduras insoportables y sufrimiento de por vida. No solo quema las casas, causa daños atroces a los civiles", dijo en un comunicado el director de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, Lama Fakih.
 El Estado de Israel negó las acusaciones. Sin embargo, HRW acusó con anterioridad a Israel de crímenes de guerra por utilizar municiones WP en zonas densamente pobladas, incluida una escuela de las Naciones Unidas, durante la invasión de Gaza por la Operación Plomo Fundido de 2008-2009. 
 En respuesta a una petición de 2013 ante el Tribunal Superior de Justicia de Israel presentada por grupos de derechos humanos, incluido HRW, las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que ya no usarían WP en áreas pobladas, con “excepciones muy limitadas” que no revelarían.
 Según la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, los ataques aéreos con armas incendiarias en zonas civiles están prohibidos.

 Olga Cristóbal 
 17/10/2023

´Fake news´ sobre el ataque de Hamas


La columnista de El País de Madrid no mezquinó el título: “Los bebés decapitados que nadie vio, pero alguien usó”. El miércoles 11, Joe Biden, presidente de la mayor potencia imperialista del mundo, durante una reunión con líderes sionistas, dijo a la prensa: “Nunca pensé que vería, y lo he confirmado, fotografías de terroristas decapitando a niños”. Sus palabras fueron multiplicadas al infinito. 
 Un día antes, Nicole Zedeck, periodista de canal israelí i24, había dicho a cámara, desde el kibutz de Kfar Aza, masacrado por la milicia palestina, que “unos soldados” le habían contado que había bebés con la “cabeza cortada”. Unos 40, dijo. 
 Antes de las 24 horas, según el experto en desinformación en Oriente Próximo, Marc Owen Jones, la noticia recibió 44 millones de impresiones, 300.000 me gusta y 100.000 reposts. Imparable. 
 Horas más tarde, la Casa Blanca tuvo que desmentir tajantemente a su presidente. Ni Biden había visto las imágenes ni estaban confirmadas las decapitaciones: solo repetía lo que había leído en la prensa israelí.
 Más tarde, Zedeck reconoció que no había chequeado la información y que el “soldado” era el subcomandante David Ben Zion, un colono extremista israelí que supo pedir la aniquilación de la ciudad palestina de Huwara. Los otros corresponsales que recorrieron el kibutz no tenían ese dato.
 Apremiada, la oficina de prensa israelí mostró fotos de un bebe en una bolsa de cadáveres y otro quemado. La rectificación no impidió que Clarín, La Nación, Infobae, insistieran con los bebés decapitados sin aportar ninguna prueba. 
 Hamas, en su canal de Telegram, tildó la acusación de “fake news” y dijo que se están promoviendo acusaciones “falsas y calumniosas” sobre que “miembros de la resistencia palestina han decapitado a niños y agredido a mujeres sin pruebas que respalden dichas mentiras” e insisten en que su objetivo “han sido y siguen siendo las fuerzas militares sionistas”. 
 Las noticias falsas involucraron también a una joven alemana, Shani Louk, que supuestamente había sido asesinada en la rave que tuvo lugar a 1 km de Gaza. Una foto de la chica en una camioneta, en short y corpiño, fue descripta como su cadáver abusado.
 Finalmente, la madre desde Alemania reclamó que el gobierno israelí se ocupe de la libertad de su hija, que está herida y hospitalizada en Gaza, y suele vestirse así cuando baila. 

 Olga Cristóbal
 16/10/2023

lunes, 16 de octubre de 2023

Gaza: el estado sionista prepara una masacre


“El fantasma de la muerte planea sobre Gaza. Sin agua, ni electricidad, ni alimentos, ni medicinas, miles morirán. Así de claro”. Lo dice el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths. Esto ocurre el mismo día en el que Israel declaró que la principal carretera que permitiría la evacuación “era un corredor seguro solo durante tres horas”. Este plazo y el inicio de la evacuación oficial de la ciudad israelí de Sderot, a apenas un kilómetro de Gaza, “apuntan a la inminencia de la invasión” (El País, 16/10). 
 El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo en una conferencia de prensa en la frontera de Gaza que "esta será una guerra feroz, una guerra mortal, una guerra precisa, y será una guerra que cambiará la situación para siempre”. Agregó que Israel "no tiene interés en librar una guerra en su frente norte”, es decir en la frontera con El Líbano. Sin embargo, el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, ha amenazado este lunes con una "respuesta mortal" al grupo libanés chií Hezbollah, si este sigue atacando con cohetes y misiles desde la frontera. "Si Hezbollah se atreve a ponernos a prueba, la reacción será mortal. EE. UU. nos está dando todo su respaldo.”
 En tanto, hay un millón de palestinos desplazados y toneladas de ayuda apiladas en el Sinaí egipcio a la espera de un acuerdo que permita entregarlos a la población que los necesita desesperadamente. Más de la mitad de la población del norte de Gaza -600.000 personas de 1,1 millones- ha huido hacia el sur ante el temor a una invasión del ejército israelí, según cifras de la ONU. 
 La guerra de Israel contra el pueblo de Gaza entró a su décimo día y, si se toma como fuente la información de Médicos Sin Fronteras en Gaza, en los hospitales ya no quedan ni analgésicos y el ejército sionista ataca a las ambulancias impidiendo el traslado de los heridos, del mismo modo que inutilizó el cuartel de bomberos, pulverizando los únicos equipos para rescatar a las personas que quedan bajo los escombros de sus viviendas (vale recordar que el bloqueo terrestre y marítimo contra Gaza desde 2007 impide ingresar hasta escaleras). También bombardearon los almacenes de la oficina de refugiados de Naciones Unidas. Las presiones internacionales habrían logrado que se reanude la provisión de agua. 
 Egipto afirmó que Israel había aceptado un alto el fuego temporal para el ingreso de agua y medicamentos, pero Israel lo desmintió. Curiosamente, Israel -el país más tecnologizado y controlado de la región- necesitó 10 días para informar que el ataque de Hamás dejó más de 1.300 israelíes muertos y al menos 3.968 heridos. Y que tiene en su poder 199 rehenes entre israelíes y extranjeros 
 Mientras los gobiernos -incluido el propio Joe Biden- y los medios de comunicación occidentales propagan información falsa de las usinas sionistas -por ejemplo, respecto de bebés decapitados y violaciones a mujeres que nunca se comprobaron-, hacen un silencio de radio sobre el bombardeo a la población, la exigencia de evacuación masiva o el asesinato de unas 4.000 personas, incluidos 724 nenes y nenas esta semana (cifra de Unicef). Los heridos son más de 10.000. Todos crímenes de guerra hasta para los cánones imperialistas. Por el contrario, la UE pidió a Hamás que libere inmediatamente a los rehenes sin condiciones previas.
 En el frente norte, “las tensiones han aumentado vertiginosamente” dice Haaretz, con disparos a ambos lados de la frontera durante todo el domingo. Israel creó una “zona de amortiguación” de 4 km en la frontera con El Líbano que incluye la orden de evacuar 28 poblaciones israelíes.
 Se espera que el parlamento israelí -la Knesset- vote una ley que permite aumentar la ya escandalosa superpoblación de las celdas para los prisioneros de seguridad palestinos. 
 Este lunes, “más de 60 intelectuales, activistas por la paz y líderes de pensamiento progresistas radicados en Israel” en una carta abierta expresan su preocupación por la “respuesta inadecuada de ciertos progresistas estadounidenses y europeos” respecto del ataque de Hamás. Hablan de “insensibilidad moral” y “falta de escrúpulos políticos”, una “tendencia inquietante en la cultura política de la izquierda global” y advierten que “legitimar o excusar estas acciones equivale a una traición a los principios fundamentales de la política de izquierda”. El escritor David Grossman está entre los firmantes. “Las palomas de Israel, los defensores de la paz con los palestinos, hablan el mismo lenguaje que los halcones, los que rechazan la solución de los dos Estados”, dice El País.
 Estados Unidos y Alemania ampliaron el envío de armas y recursos, mientras la Unión Europea intenta reprimir e ilegalizar la solidaridad popular con Gaza. En Francia prohibieron las movilizaciones y multan (sic) a quienes ondean banderas palestinas, en Alemania prohibieron el uso de la kufiya -el típico pañuelo palestino en las escuelas; en Estados Unidos, un hombre que alquilaba a una familia palestina asesinó a un niño de 6 años e hirió gravemente a la madre. La Unión Europea advirtió el Elon Mask porque en X circula información que juzgaron “antisemita”. Tic Toc canceló la cuenta Palestina Hoy, una agencia de noticias con miles de seguidores. El primer ministro británico acusó a la BBC de no cuadrarse con la política de su país porque se refiere a Hamas como “militantes” y no como “terroristas”.
 Lo que están tratando de ocultar es una masacre de proporciones inéditas que incluye la evacuación de por lo menos un millón de palestinos y la muerte de decenas de miles. No les va muy bien: el domingo 150.000 personas marcharon en Londres y otros tantos en Madrid, Berlín y en Nueva York y distintas ciudades y campus norteamericanos. En el mundo musulmán, esos números se multiplican. 
 Este lunes, la protesta de un hombre pidiendo por el retorno de los rehenes a las puertas de los cuarteles militares de Tel Aviv terminó con una movilización masiva para que los rehenes sean la cuestión prioritaria y el pedido de la renuncia de Netanhayu. 
 Por otra parte, el imperialismo ha manifestado sus dudas respecto de los planes israelíes y la conveniencia de la reocupación de Gaza por parte del Estado sionista. Biden dijo que sería un gran error por parte de Israel ocupar Gaza, pero que “eliminar a los extremistas” allí “es un requisito necesario”.
 El embajador de Israel ante la ONU respondió diciendo que Israel no tiene intención de ocupar Gaza, pero se ve que Biden tiene sus dudas. La segunda hipótesis, la de “devolver” Gaza a la Autoridad Palestina, es un sinsentido. No solo porque fue expulsada de allí por una rebelión popular, sino porque incluso en Cisjordania el descrédito del régimen de Mahmud Abás es total.
 Tal vez estos cálculos expliquen por qué los más altos funcionarios norteamericanos han comenzado a pedir que Israel “aunque tiene la obligación y el derecho de defenderse” no puede mantener el bombardeo indiscriminado de civiles. Lo dicen cuando nadie duda de que el Ejército sionista entrará a Gaza en las próximas horas.
 Según la prensa, Biden y su par Alemán, Olaf Scholz, evalúan viajar a Israel para reunirse con Netanyahu. Aunque la razón expuesta es expresar su solidaridad, “en lo profundo se busca que se desista de una invasión a la Franja de Gaza que causaría una montaña adicional de muertos, incluidos soldados propios, y sería utilizada por los enemigos de Israel como un pretexto para involucrarse en el conflicto” (Clarín, 16/10).

 Olga Cristóbal 
 16/10/2023

En la víspera de la invasión terrestre a Gaza


Israel prepara una masacre histórica y se preconfigura una guerra regional. 

Hay que desarrollar a fondo la movilización internacional en apoyo a Palestina. 

 El viernes 13 se registraron las primeras incursiones terrestres del ejército israelí en el norte de la Franja de Gaza. La incursión tuvo lugar luego del ultimátum lanzado contra 1,1 millón de palestinos, para que desalojen el norte del enclave costero, donde se ubica la ciudad de Gaza. Israel, arteramente, bombardeó las rutas por donde se desplazaban los palestinos que se encontraban evacuando el norte de Gaza a raíz del ultimátum, con un saldo de 70 muertos. Las más de 6.000 bombas arrojadas por Israel a la población de Gaza en el curso de una semana dejaron más de 2.200 muertos, entre ellos más de 600 niños. La organización de derechos humanos Human Rights Watch acusó a Israel de utilizar municiones de fósforo blanco -condenado por las leyes de la guerra por sus devastadores efectos- en sus recientes operaciones militares en Gaza y en el Líbano. El asedio a Gaza incluye el corte de la provisión de gas, electricidad y combustible, lo que fue considerado como un “bloqueo ilegal” por Amnistía Internacional. La única central eléctrica de Gaza quedó fuera de servicio el miércoles 11 después de quedarse sin combustible. La incursión del viernes vaticina una invasión en regla que significará una masacre sin precedentes del pueblo palestino. 
 La invasión a Gaza viene siendo preparada con la movilización extraordinaria de tropas (más de 300 mil soldados reservistas), la distribución de armas a los colonos sionistas del norte y por la constitución de un gobierno de unidad nacional. El 11 de octubre, Netanyahu acordó formar un gabinete de guerra de emergencia con Benny Gantz, el líder del segundo partido de oposición más grande de Israel. Con el gobierno de concertación, el sionismo busca cerrar la crisis interna desatada por la reforma constitucional impulsada por Netanyahu, darle estabilidad a un gobierno fuertemente golpeado por la acción de la resistencia palestina y posicionarlo para una “ofensiva final” contra Gaza. Uno de los requisitos impuestos por la oposición para ingresar al gobierno es que, mientras dure el conflicto, el parlamento no emitirá ninguna ley que no sea concerniente a la guerra. El gobierno de emergencia existirá mientras dure la guerra e influirá en el curso de los combates. Netanyahu contaba con pocos ministros con experiencia en conflictos de este tipo. De hecho, los numerosos enfrentamientos bélicos que Israel protagonizó en Gaza bajo el liderazgo de Netanyahu no han tenido la escala del conflicto actual. Gantz, en cambio, es un exministro de Defensa y comandante de las fuerzas armadas. 
 Quien más claramente expresó el objetivo del sionismo en Gaza fue la ministra de los Derechos de la Mujer del Estado de Israel, May Golan, cuando declaró que “algunas almas frágiles y santurronas están explicando que la mayoría de los residentes de Gaza son población civil no implicada, por lo que no debemos hacerles daño. Nada de eso. Tenemos que destruirlos hasta la médula” . Es decir, la incursión terrestre que se prepara no apunta únicamente a aniquilar a Hamas y a las organizaciones de la resistencia palestina. Tiene en carpeta la “solución final”, es decir, el exterminio completo del pueblo palestino. El carácter terrorista y criminal del Estado sionista es, sin lugar a dudas, una de las expresiones más crudas y sanguinarias de la barbarie imperialista-capitalista. 

 Guerra regional

 Naturalmente, Israel cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano. Los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, Antony Blinken y Lloyd Austin, visitaron Israel en estos últimos días. Washington desplegó un portaaviones y otros buques de guerra en el Mediterráneo oriental y prometió municiones y otros equipos a Israel. Luego de su visita a Israel Blinken comenzó una gira por el resto de los países árabes aliados de Estados Unidos, incluidos Jordania, Qatar, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Es que Blinken encara un desafío en extremo complejo, que el Financial Times denominó como “tarea imposible”: apoyar la ofensiva sionista, que promete ser devastadora, y evitar que intervengan otros países árabes y se configure una guerra regional en Medio Oriente, en momentos donde el imperialismo yanqui delibera en torno a cómo continuar con la guerra en Ucrania y se recalientan las tensiones entre China y Taiwan y en todo el Mar de la China Meridional. 
 Pero mientras Blinken estaba en Israel, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, estaba en el Líbano advirtiendo que los ataques israelíes contra los palestinos recibirán una respuesta. Por su parte, Hezbollah, ante la muerte de un periodista en el sur del Líbano como resultado de una incursión israelí, advirtió que “está preparado para la guerra”. Israel también bombardeó los aeropuertos de Damasco y Alepo, un día antes del arribo del canciller persa y horas después de que el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, llamara a su homólogo sirio, Bashar al Asad, y pidiera a los países árabes e islámicos que cooperen “para atajar los crímenes del régimen sionista contra la nación palestina oprimida” (Infobae, 12/10). 
 Por esas ironías de la historia, el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, ocho días antes de que se produjera la ofensiva militar liderada por la resistencia palestina, había declarado que “la región de Medio Oriente es más tranquila hoy de lo que ha sido en dos décadas”. La preconfiguración de una guerra regional echa por tierra todas las especulaciones acerca de la posibilidad de un encarrilamiento de los choques y conflictos bélicos en Medio Oriente sin una resolución de la cuestión palestina. Los acuerdos de paz de Abraham, firmados en 2020 entre Israel y sus vecinos árabes, incluidos Bahrein, Marruecos y los Emiratos Árabes Unidos, se han resquebrajado. Se acaba de frustrar la firma del acuerdo entre Arabia Saudita e Israel. Es que, nuevamente, se ha confirmado que la causa palestina constituye el centro histórico de la cuestión de Medio Oriente. Sin la resolución de esta causa, garantizando la autodeterminación del pueblo palestino mediante la destrucción del Estado sionista -que no es más que un Estado gendarme del imperialismo- no existen chances de una pacificación de Medio Oriente. 

 Desenvolver la movilización internacional 

Es evidente que la incursión en Gaza no será un paseo. Hamas tiene varios cientos de kilómetros de túneles en Gaza y cuenta con el apoyo masivo de la población palestina. En las anteriores incursiones terrestres de Israel en Gaza, los combatientes palestinos participaron “en combate cuerpo a cuerpo con las fuerzas israelíes y llevaron a cabo misiones de infiltración y emboscadas con determinación” (The Economist, 11/12). A su vez, son varios los que alertan que la extraordinaria movilización de fuerzas israelíes a Gaza podría dejar desprevenida Cisjordania, donde el sionismo cuenta con numerosos puestos de control. La violencia desenfrenada, instigada y perpetrada por colonos israelíes en la ocupada Cisjordania, es un caldo de cultivo para una reacción popular. En Cisjordania se acumulan fuertes tensiones que crecen a la par que se conoce la masacre perpetrada por Israel contra el pueblo de Gaza. En cierto sentido, la advertencia enviada por el gobierno Egipto al gobierno de Netanyahu diez días antes de la incursión de la resistencia palestina a Israel, de que la situación en Gaza era explosiva en materia política, social y humanitaria, vale ahora para Cisjordania.
 Es necesario desenvolver a fondo la movilización internacional contra la masacre que prepara el Estado de Israel y el imperialismo contra el pueblo palestino. La necesidad de un frente único internacional contra la matanza sionista y en apoyo a Palestina toma mayor importancia aún si se tiene en cuenta el papel de los gobiernos imperialistas e incluso de la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos, que están desenvolviendo una campaña furibunda contra la izquierda y las organizaciones antisioniostas y propalestinas. El viernes pasado, fue brutalmente reprimida en Francia una movilización en apoyo al pueblo palestino 
 Más que nunca, la solidaridad internacional y el impulso de un frente único en apoyo a la causa palestina es una tarea de primer orden para los socialistas y revolucionarios del mundo entero. 

 Pablo Giachello