domingo, 7 de abril de 2019

Tan mal está el capitalismo que hasta Bergoglio habló de "las formas justas" del socialismo




Bergoglio habló en una entrevista sobre el capitalismo e hizo una referencia al socialismo. Qué busca con esa “modernización” del discurso social del Vaticano.

El papa Francisco dio una extensa entrevista al periodista español Jordi Évole, para el programa Salvados, en el que se trataron varios temas. En esta nota me voy a centrar en las declaraciones del papa sobre la situación actual del capitalismo y la supuesta “doctrina social” que le quiere imprimir a la Iglesia católica.
Una aclaración necesaria, no me centro en otras de las declaraciones reaccionarias del papa ya que pueden encontrar una opinión en otro articulo de La Izquierda Diario donde se analiza lo que dijo Bergoglio sobre los desaparecidos en la última dictadura cívico-militar en Argentina o la situación política y económica en Venezuela, sobre los escándalo por los miles de casos de abuso sexual infantil que involucran a la Iglesia y sus reaccionarias concepciones sobre la homosexualidad o el derecho al aborto.
En respuesta a la pregunta, de Évole, si "el sistema económico que domina el mundo, el capitalismo, es el que provoca esta pobreza", Bergoglio volvió a utilizar un discurso que ha distinguido a su papado: "En general, sí. Cada vez hay menos ricos con mucha plata y cada vez hay más pobres con muy poca plata", explica el papa.
Hasta aquí Bergoglio vuelve a enfocar el discurso papal en lo “social”, en la “igualdad” y en intentar ser vocero de los más afectados por la creciente desigualdad producto de la crisis capitalista. Por las dudas, como si fuera necesario aclarar, Évole le pregunta al papa si es "anticapitalista". La respuesta, conocida por todos aunque algunos insisten en creer otra cosa, es un rotundo "no" acompañado de la aclaración de que "hay un capitalismo sano", aunque el papa no dio un solo ejemplo de ese “capitalismo sano”.
Pero la novedad es el argumento que Bergoglio utiliza para reforzar su respuestas: "La doctrina social de la Iglesia no condena formas, sean más para el capitalismo o más para el socialismo, que sean objetivas, justas", esto sería parte de la "doctrina social de la Iglesia" que él sigue.
Tal vez el lector se va a preguntar por qué adentrarnos en dar una respuesta a está vuelta dialéctica que ensaya el jefe de una institución tan reaccionaria. La respuesta se encuentra en que ese discurso es utilizado por los “apóstoles” papales que transforman las palabras de Bergoglio en guía de acción para la contención social, algo que se hace evidente por ejemplo en la Argentina con la influencia y alianza papal sobre movimientos sociales y dirigentes sindicales.
En otro plano también sirve a los nuevos objetivos geopolíticos del Vaticano. La reciente firma de un acuerdo para regularizar las relaciones de la "Santa Sede" católica con China, junto al rol de la Iglesia en Cuba, abre la posibilidad para la Iglesia católica de llegar a millones de personas en tierras "comunistas". Junto con esto al hablar de las "formas" justas del "socialismo" le permite al papa mostrarse como posible interlocutor de líderes políticos que hacen referencia al "socialismo", en tono socialdemócrata, como parte de su discurso.
La aceptación, en el relato, de que la supuesta “doctrina social” de la Iglesia podría aceptar hasta las “formas... que sean objetivamente justas” del “socialismo”. Una referencia impensada en la Iglesia que tan solo unas décadas antes era un pilar fundamental de la restauración capitalista en el este europeo. Alcanza con recordar a Juan Pablo II que en su Encíclica, Redemptor Hominis, recalcaba que el comunismo ateo “está en contra de la dignidad del hombre”.
La referencia de “no condenar” los aspectos justos del “socialismo” parece un intento de Bergoglio por adaptar en lo discursivo la supuesta “doctrina social” de la Iglesia, doctrina que en los años 70 se utilizó para combatir justamente a las ideas socialistas por ejemplo en latinoamérica, a una tendencia que ha sido resaltada por los grandes medios en el mundo: que en un sector del la juventud crece la idea de que el socialismo puede ser una alternativa a la miseria actual.
El objetivo no es otro que mostrar a una Iglesia cuyas “ideas” se adaptan a los cambios tratando de mantener alguna autoridad política, ya que la autoridad moral ha sido minada por el encubrimiento en los casos de abusos y una doctrina reaccionaria. El aggiornamento de la “doctrina social” en el relato papal tiene una única finalidad, mantener la capacidad de la Iglesia en su milenario, y reaccionario, papel de guardián del orden social a favor de los poderosos.

Diego Sacchi
@sac_diego

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