domingo, 30 de diciembre de 2018
Israel asesinó en 2018 a más de 200 jóvenes palestinos
Desde el 30 de marzo de este año, durante ocho meses, el ejército israelí asesinó a 190 palestinos, sin contar los muertos por bombardeos. La gran mayoría de esas muertes fueron niños y jóvenes que no superan los 21 años.
La marcha del retorno en Gaza, en alusión al derecho de los palestinos a retornar a sus tierras, había sido convocada por Hamas, la organización político militar que dirige esa parte del territorio palestino (que en verdad es una cárcel a cielo abierto, pues está cercada por el Estado de Israel tanto sea por tierra, aire y mar), como por Al Fatah –el partido dirigido por Abbas que controla parte de Cisjordania-.
Centenares de miles de palestinos, jóvenes y adultos se movilizan todos los viernes desde ese 30 de marzo, en repudio particularmente al gran robo de tierras que realizó Israel en 1976 en la zona de Galilea.
Este año coincidió además, con el 70 aniversario de la Nakba (tragedia en árabe), ya que en 1948 fue creado, gracias a una resolución de las Naciones Unidas, con el apoyo de Gran Bretaña y Estados Unidos, el Estado de Israel.
Ese año las fuerzas paramilitares (en hebreo Haganá, que significa defensa), predecesoras de lo que hoy es el ejército del Estado Nacional Judìo de Israel (también conocido por su nombre hebreo Tzahal), a fuerza de asesinatos, robo de propiedades y expulsión de habitantes originarios, lograron constituir su Estado.
Volviendo a la Gran Marcha del Retorno, el sitio web británico Middle East Eye (Ojo del Medio Oriente), denuncia que Israel ha asesinado desde el inicio de las manifestaciones, hasta fines de noviembre, a un palestino cada 31 horas.
Tres cuartas partes de esos muertos tenían menos de 29 años. Siendo 24 años el promedio de edad de los asesinados.
Este es el saldo que dejó la ofensiva israelí contra las manifestaciones en Gaza, sin tener en cuenta los muertos por bombardeos, o en otras situaciones en las zonas linderas al muro del apartheid que separa a Cisjordania de las fronteras actuales de Israel.
Para el Estado comandado por el derechista Benjamín Netanyahu tanto el aniquilamiento selectivo a líderes palestinos, como el asesinato a mansalva de jóvenes e incluso niños es moneda corriente. Incluso cientos de niños pueblan las cárceles israelíes.
La más conocida es la adolescente, activista defensora de los derechos de su pueblo, Ahed Tamimi que fue encarcelada y estuvo 8 meses presa por cachetear a un militar israelí cuando intentaban allanar su casa. Su hermano y sus primos también fueron detenidos.
Al día de hoy, según diversas organizaciones humanitarias, se calcula que hay aproximadamente 290 niños y adolescentes palestinos en las cárceles sionistas. Todos ellos son juzgados por tribunales militares, como si fueran criminales de guerra y no jóvenes que desde la cuna crecen sabiendo que viven bajo la bota del opresor.
Todo este año recrudeció la ofensiva militar de Israel sobre la Franja de Gaza. Pero a mediados de noviembre el Gobierno Israelí y Hamas pactaron un endeble alto el fuego, aunque continúa el bloqueo de ese territorio y la brigada de francotiradores sionistas continúan efectuando disparos, sobre todo en la zona lindera al muro segregacionista y desde los territorios ocupados.
Esa tregua hizo que renunciara el ultraderechista, ahora ex ministro de Defensa Avigdor Lieberman. Lo cual es un síntoma más de la crisis política que atraviesa Netanyahu, que ademas afronta varias acusaciones por corrupción.
Recientemente el líder del Likud se vio obligado a llamar a elecciones anticipadas para el 9 de abril, ya que la coalición de gobierno quedó muy debilitada con la salida del partido que dirige Lieberman.
Otra gran discusión interna, sobre la cual Netanyahu no logró un acuerdo, es el proyecto de ley para que los jóvenes ultraortodoxos realicen el servicio militar obligatorio. Hasta son el único sector de la población israelí que está libre de ingresar al ejército. Los religiosos se dedican al estudio de los libros sagrados del judaísmo.
Netanyahu en América del Sur
Este viernes 28 el Primer Ministro del Estado Nacional Judìo de Israel arribó a Brasil para participar el 1º de enero de la asunción presidencial del ultraderechista Jair Bolsonaro.
Como no podía ser de otra manera, éste llamó "país hermano" a la única potencia nuclear de Medio Oriente, que como Estado ejerce una práctica terrorista sobre el pueblo palestino.
En la reunión que tuvieron ambos, en el día de llegada del israelí, conversaron sobre convenios de cooperación en la industria armamentística, tecnológica, sobre agricultura y recursos hídricos. Además Bolsonaro ratificó su intención de mudar la embajada brasilera de Tel A Viv a Jerusalén. Siguiendo la línea de Trump.
La derecha brasileña festejó la visita del premier sionista. El "hermano" responsable de la matanza, que este año que se acaba, terminó con la vida de centenares de jóvenes palestinos.
Mirta Pacheco
@mirtapacheco1
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