Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI)
Mario Hernandez.- Apelo a Claudio Katz para hablar sobre la situación de Brasil. Además, estás presentando un libro.
Claudio Katz.- Se trata de La teoría de la dependencia 50 años después, hacemos un balance, una evaluación y un análisis de la actualidad de una teoría que tuvo un gran predicamento en los ´70. Las figuras de Ruy Mauro Marini, Theotonio dos Santos, Vânia Bambirra que interpretaban el subdesarrollo de América Latina centrado en la pérdida de recursos padecida por la región, analizaba el porqué de una reproducción dependiente acentuada por la inserción internacional subordinada de la región.
Me parece que en el plano económico hay cuatro puntos de gran actualidad de esa teoría. En primer lugar el extractivismo, la primarización, el patrón de reproducción basado en el cultivo de exportación, la minería a cielo abierto, la dependencia del petróleo; todo eso acentúa la vulnerabilidad de la región al vaivén de los precios de las materias primas, eso es muy visible en la relación dependiente de la Argentina con EEUU y China. De nuevo volvemos a la sumisión de una región a lo que ocurre con las cotizaciones internacionales de los productos básicos.
Hay un segundo plano más llamativo que es la regresión industrial de América Latina, especialmente de los países que construyeron el modelo de sustitución de importaciones: Argentina y Brasil. La crisis industrial de Brasil es muy importante, el aparato productivo está muy reducido en relación a los ´80, la productividad se ha estancado y por eso tuvo una crisis tan fuerte que desembocó en el escenario que tenemos hoy en Brasil y en Argentina ni que hablar. La recuperación industrial de la década pasada apenas compensó la caída previa y ahora con Macri, 100.000 despidos industriales, una caída descomunal del PBI, cierre de pequeñas industrias, etc.
Hay un tercer plano económico que es la deuda, una pesadilla de América Latina que ilustra su relación dependiente pero que tiene distintos períodos, de agravamiento, de atenuación. En la década pasada tuvimos un período de alivio y ahora de nuevo la deuda vuelve a ser un problema en toda la región pero especialmente en el caso argentino, no es una crisis más, pasamos de una deuda del 40% del PBI a otra que está entre el 80 y el 110% con fuertes perspectivas de cesación de pagos el año que viene.
El cuarto tema es la crisis. La teoría de la dependencia estudió con mucho detalle la especificidad de las crisis de los países latinoamericanos, no sólo la capitalista general tipo 2008, que vimos hace 10 años, o la crisis general de los países intermedios sino una crisis muy determinada por el sector externo de desequilibrios comerciales, salidas de fondos financieros y un modelo de consumo tan segmentado que conduce a ahogos en el plano del consumo.
La crisis argentina actual también puede ser leída en la interpretación tradicional de una crisis vista por la teoría de la dependencia. Por lo tanto me parece muy oportuno volver al análisis de la teoría de la dependencia en el plano económico y también en el plano social.
Cincuenta años después el drama social latinoamericano es infinitamente mayor que en los ´70. No solo por la mayor desigualdad y mayor desempleo, hay un tipo de pobreza que se agravó muchísimo por el éxodo campesino. En América Latina son pobres no solamente los excluidos sino un sector formal laboral importante. Tenemos una clase media muy empobrecida muy distinta a la de los países desarrollados. Acá es la miseria del cuentapropista y no la clase media tecnificada de un país avanzado. Hubo una ilusión de que teníamos una clase media extendida en Brasil, lo que ha sucedido en los últimos años lo desmiente por completo.
Por lo tanto, una crisis social muy importante que es muy interesante para entender el fenómeno Bolsonaro, que ha basado su ascenso en una demagogia punitiva contra la criminalidad porque la crisis social ha llevado a Brasil a una cifra pavorosa en materia de delincuencia, hubo más de 65.000 asesinatos el año pasado, algo que aproxima a Brasil a ese parámetro del terror que es México con sus 200.000 muertos y 30.000 desaparecidos en esta guerra contra el narcotráfico.
Por lo tanto crisis económica, crisis social y el último plano, quizás el que más va a suscitar reflexiones en la presentación del libro que es la dimensión política. Porque la teoría de la dependencia cuando estudiaba las dictaduras tradicionales: Pinochet, Videla, la dictadura del ´64 de Brasil, comenzó a utilizar el término “fascismo dependiente” para evaluar las peculiaridades de algunos regímenes de América Latina o un ingrediente de fascismo peculiar en la región y esto ahora con Bolsonaro ha vuelto a cobrar una gran actualidad.
Bolsonaro es la llegada de la ultraderecha en ascenso mundial a América Latina, ya no tenemos solo a Le Pen en Francia, a Trump en EE UU, a Salvini en Italia, ahora tenemos al ultra derechista gobernando el principal país de la región.
Bolsonaro tiene muchos puntos en común con la ultraderecha mundial, en Europa los chivos expiatorios son los inmigrantes, en EE UU los latinos y negros, en el caso de Bolsonaro la delincuencia, los excluidos, los pobres expulsados de la sociedad acusados de delinquir y hay mucho debate si es o no fascista, hay un elemento de potencial fascismo latente, basta escuchar sus discursos, observar lo que imagina para Brasil, que es un verdadero cronograma de barbarie.
Al mismo tiempo es importante diferenciar el fascismo potencial, su factibilidad y hay un larguísimo trecho para que eso sea aplicable en Brasil. En gran medida por la resistencia que ya tuvo en las semanas previas a su ascenso y la que puede desencadenar su gobierno. Por lo tanto hay muchos temas de la teoría de la dependencia, también hay temas teóricos para volver con esta teoría.
Mario Hernandez.- Este es un libro que me va a interesar muy especialmente sobre todo por el tema de China, porque veo su relación con América Latina y Argentina muy vinculada a la teoría de la dependencia. Te quiero consultar porque estuviste en Brasil recientemente ¿Cómo ves la relación de este nuevo gobierno de Brasil y nuestro país? Porque Bolsonaro rechaza la invitación que le hace Temer de acompañarlo al G20, entonces ¿Bolsonaro nos ve como el patio trasero de Brasil?
Claudio Katz.- Ahí hay una pregunta sin respuesta todavía pero que se va a saber rápido, después de la asunción de Bolsonaro vamos a ver cuánto de la declamación previa se transforma en práctica política real. Con Argentina ha tenido una actitud ambivalente, inmediatamente lo llamó a Macri, lo saludó, lo presentó como el hombre que había terminado con Cristina, trató de hacer un paralelo derechista con él. Al mismo tiempo hizo anuncios explosivos diciendo que no iba a venir a la Argentina que iba a EE UU, a Israel y a Chile. Y también anunció que enfriaba el Mercosur, pero después lo relativizó y probablemente lo hizo porque es un tema de conflicto dentro de Brasil entre el lobby agroexportador y el polo industrial paulista.
El lobby agroexportador quiere el libre comercio, buscar nuevos clientes, deshacerse de la Argentina para hacer convenios libres que le permitan exportar más y salir de la restricción de un arancel común. Al mismo tiempo, el polo industrial paulista tiene un gran cliente en la Argentina y un gran proveedor de insumos. Ese es uno de los tantos conflictos que va a tener que arbitrar Bolsonaro, algo muy parecido va a ocurrir con el sector financiero, va a elegir un gabinete financista, pero a altas tasas de interés ya sabemos el efecto que tiene, va a afectar la recuperación económica y ahí va a tener otro conflicto. Lo mismo pasa con las privatizaciones, va a tener un sector que va a querer acelerar mucho y otro que va a querer detenerlas. Hay una gran discusión sobre qué va a suceder con Petrobrás. Ahí está abierto un punto de tensión.
En materia de política exterior Bolsonaro anticipa anuncios explosivos, sugiere que va a desplazar la embajada de Brasil a Jerusalén, alineándose con Trump. Al mismo tiempo sugiere que va a enfriar las relaciones con China y que va a acentuar la alianza con EE UU, pero China ya le advirtió que ese es un camino muy peligroso.
Mario Hernandez.- China es el principal socio comercial de Brasil.
Claudio Katz.- No solo eso, tiene créditos e inversiones importantes en Brasil.
Mario Hernandez.- Y chocaría también con uno de los sectores que lo ha apoyado que es el sector agrario.
Claudio Katz.- Exacto. Por eso una cosa es hacer piruetas preelectorales y otra es la geopolítica conectada con los negocios. Trump va a estar muy feliz si Brasil queda subordinado a su estrategia mundial de tensión con China. Pero una cosa es EE UU pulseando con China y otra Brasil. Brasil es un país dependiente y el choque con el lobby agroexportador es algo muy grande. Es parecido a lo que puede suceder con Venezuela.
Hizo declaraciones muy agresivas frente a Venezuela, la idea de seguir a los halcones de la OEA, de tomar el pretexto del caos humanitario para participar en la jugada colombiana de enterrar los acuerdos de paz y pulsear fuerte con Venezuela. Pero los últimos dos golpes contra Maduro fracasaron, la conspiración de mayo, el ataque con drones, la oposición derechista venezolana está muy disgregada y cualquier aventura militar contra Venezuela es ajena a las tradiciones geopolíticas de Brasil.
Mario Hernandez.- Y no olvidemos que hubo advertencias de jefes del ejército brasileño afirmando que no está en condiciones de encarar una situación bélica contra el ejército venezolano.
Claudio Katz.- Lo que ha diferenciado en las últimas décadas a América Latina de África y de Medio Oriente, volviendo a la teoría de la dependencia, tres regiones de condición dependiente; la diferencia de América Latina es que esa dependencia que ha sido comercial, financiera, política, no se ha traducido en guerras imperiales en la región. Si comienzan guerras en la región uno de los efectos sería sobre los refugiados y esto que estamos viendo de los migrantes presionando sobre la frontera estadounidense se convertiría en un aluvión de refugiados que convertiría a la región en un polvorín también en materia de inmigrantes y refugiados.
Una de las diferencias importantes en mi opinión con respecto a los ´70 es que la posibilidad del ejército brasileño jugando un rol sub imperial ha cambiado significativamente, lo que se acentuó en Brasil es la sumisión a EE UU y, por lo tanto, el estrechamiento de la posibilidad de jugar cartas más autónomas. Habrá que ver qué nos espera con Bolsonaro. Yo creo que puede haber sorpresas pero también por el lado de una política más cautelosa de lo que él está diciendo.
Lo que no cabe duda es que es un gobierno que viene a confrontar con los trabajadores y las masas populares de Brasil y su prioridad va a ser completar las reformas neoliberales de Temer, y si Temer hizo la reforma laboral ahora la prioridad es una reforma jubilatoria siguiendo el modelo chileno. De eso no podemos tener dudas, va a ser un gobierno neoliberal de agresión contra los trabajadores, pero sobre su estrategia política internacional hay que esperar para verlo.
Volver a la teoría de la dependencia es clave para entender la crisis económica argentina actual y el giro político que vemos en Brasil. Estos dos grandes trastornos que estamos viendo en la región, se pueden comprender a través de los elementos teóricos que nos aporta la teoría de la dependencia para comprender la lógica subyacente de estos procesos.
Mario Hernandez
Rebelión / La Maza
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