sábado, 6 de marzo de 2021

La pelea por los recursos naturales en la guerra comercial


El caso de las “tierras raras”. 

 El gobierno chino amenaza a EEUU con limitar y hasta prohibir la comercialización del grupo de minerales conocido como “tierras raras”.

 ¿Qué son las “tierras raras”? 

 Se trata de 17 elementos químicos como el escandio, itrio y otros tantos. Si bien no son escasos se los define como “raros” porque no se los suele encontrar en altas concentraciones en la naturaleza.
 Estos elementos se han valorizado en la última década por sus propiedades electroquímicas y magnéticas indispensables para las nuevas tecnologías desde la robótica, las energías renovables e incluso la industria militar. Además del campo tecnológico estos elementos se utilizan en nuevos tratamientos para el cáncer de pulmón, próstata o huesos. Como verán se trata de recursos altamente estratégicos. Estos elementos recientemente valorizados se han transformado en una pieza clave en la política internacional por un motivo nada menor: China posee casi el 40% de las reservas y el 86% de la producción de estos minerales. El mayor depósito, Bayan Obo, se encuentra al norte del país y es responsable desde 2005 de la mitad de la producción mundial. Si bien hay algunos países como Brasil o Vietnam que han descubierto grandes yacimientos no se comparan con los del gigante asiático.

 La cuestión ambiental 

Debido a sus características y su escasa concentración son precisos métodos de extracción y separación altamente contaminantes para obtener algunos pocos gramos. Estos métodos además son muy ineficientes, según los expertos, ya que se pierde más del 50% de de las tierras raras en el proceso.
 Solamente la producción de una tonelada “da lugar a entre 9.600 y 12.000 metros cúbicos de gas residual que contiene polvo concentrado, ácido fluorhídrico, dióxido de azufre y ácido sulfúrico, unos 75.000 litros de agua residual ácida y alrededor de una tonelada de residuos radioactivos, dado que en el mineral es habitual la presencia de elementos como el torio o el uranio” (Contrainformación.es, 28/2). 
 Estas aguas residuales que concentran hasta más del 50% de tierras raras de la muestra original, sin embargo, no se reciclan por un motivo: los métodos actuales son tan costosos que termina conviniendo desperdiciarlas. Del proceso también se descarta como impureza un elemento muy radiactivo, el torio, que tiene consecuencias ambientales muy graves.

 Guerra comercial y guerra por los recursos 

El cuasi monopolio de China sobre las tierras raras es un arma en la guerra comercial con los EEUU. En mayo de 2019 la disputa escaló al punto de que Xi Jinping amenazó a Trump con cortarle el suministro de tierras raras. Entonces, el People’s Daily (órgano oficial del PCCh) expresaba: “Aconsejamos a Estados Unidos que no subestime la capacidad de China para salvaguardar su derecho al desarrollo y sus intereses. ¡No digas que no te lo advertimos!”. 
 Trump respondió firmando una orden ejecutiva destinada a expandir la producción nacional de minerales de tierras raras para alimentar en particular la industria de defensa. La fantasiosa propuesta del ex presidente de comprar la isla de Groenlandia también apuntó en el mismo sentido, no solo le hubiese permitido un mayor control del Ártico sino también le hubiese asegurado uno de los yacimientos de tierras raras más grandes del planeta que se encuentra en dicha isla. 
 Además, dificultó a Huawei el acceso a chips, un área en la que China es fuertemente dependiente. Las tierras raras tienen un valor estratégico tal que solamente en el último año se duplicó el precio en el mercado mundial. El banco de inversión suizo UBS publicó un informe recientemente donde prevén un aumento aun mayor del precio de estos minerales, en particular de los utilizados para los motores de autos eléctricos (El Economista, 25/2). 
 Hace pocas semanas, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China lanzó un plan de control hacia la producción y exportación de estas tierras raras. Además de poseer enormes reservas también tiene el control casi total del procesamiento de estos elementos al punto que el 80% de las importaciones de EEUU provienen de China. También ha anunciado posibles sanciones de prohibición de compra a empresas como Lockheed Martin Corp. que ha sido acusada de violar los intereses chinos vendiendo armas a Taiwán.
 Sin embargo, también son las industrias “del rubro” las más afectadas por la crisis mundial que se ha agravado con la pandemia. Tsinghua Unigroup ligada a las nuevas tecnologías y Brilliance Auto Holdings de la industria automotor, ambas chinas, son algunos ejemplos de las empresas que han entrado en incumplimiento de pagos.
 El agravamiento de la crisis mundial, en particular en EEUU y China, la aparición de nuevos yacimientos de tierras raras y la carrera tecnológica colocan a la pelea por el control de los recursos naturales en el centro de la guerra comercial. 

 Nicolás Wiso

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