sábado, 2 de noviembre de 2019

Denuncia colectiva por mujeres desaparecidas ante la INDDHH




Cinco casos de mujeres desaparecidas en los últimos años. Sus familias reclaman que se investigue las posibles conexiones con redes de trata. Pero el Estado y sus instituciones miran para otro lado.

El pasado martes 8 de octubre se realizó una presentación colectiva por la situación de desaparición de cinco mujeres jóvenes que al día de hoy permanecen desaparecidas.
La denuncia fue realizada por las y los familiares de cinco gurisas desaparecidas, junto con el Colectivo Dónde Están Nuestras Gurisas?, y se realizó ante la sede de la Institución Nacional de Derechos Humanos ubicada en la Av. Bv. Artigas esquina Enrique Pouey.
La denuncia es para que se investiguen los casos de mujeres desaparecidas, que se maneje la posibilidad de que hayan sido secuestradas con fines de explotación sexual, y que haya una contención y asesoramiento a las familias que siguen buscando a sus seres queridos, y que en su camino, se topan con la negligencia y maltrato institucional.
Florencia Barrales Techera, desaparecida recientemente en Montevideo; Sandra Cortazzo; desaparecida en 2008 en Pando, departamento de Canelones, Milagros Cuello Baladán; desaparecida en Pando, Canelones en 2016; Jennifer Mironi, desaparecida en 2011 luego de haber salido a pasear con su hijo y Ana Paula Navarro Echenique, desaparecida en julio de 2018 en Toledo Chico, Canelones.
Estos cinco casos son emblemáticos, y demuestran claramente que existen redes de trata y explotación sexual de mujeres que operan en el territorio nacional con total impunidad. Según el Colectivo Dónde Están Nuestras Gurisas?, y según sus propias estadísticas, habrían unos 40 casos de mujeres desaparecidas solo entre el 2017 y 2019.
La presentación colectiva ante la INDDHH se da luego de mucho reclamar por distintas dependencias del Estado: policía, fiscalía, juzgados, que en todos estos años no han investigado y han desestimado en muchos casos los reclamos de sus familiares, victimizando también a éstos, pidiéndoles dinero a cambio de información o directamente dando pistas falsas. En ocasiones, cínicamente se ha trasladado a las familias la tarea de investigar.
La convocatoria se dio a las 14 hs y varias personas se congregaron en la puerta de la Institución para acompañar la denuncia colectiva, una acción que contiene un claro mensaje de que no son casos aislados, y que, como se denuncia desde el Colectivo, “¡Si el Estado no investiga, es cómplice!”.

Género y clase presentes en las desapariciones

Se trata de gurisas pertenecientes a familias trabajadoras, que viven en barrios periféricos. La cuestión de género se entrelaza así con la condición de clase de las gurisas. Pareciera que la vida de las mujeres pobres no importa para este Estado machista y patriarcal, que todavía sigue negando la existencia de la trata de mujeres con fines de explotación sexual como un problema que sucede en Uruguay. Recordamos cuando el ministro del Interior Eduardo Bonomi manifestó, en referencia a estos hechos y a las denuncias de vecinas y vecinos de la zona de Pando, Toledo, Barros Blancos hasta llegar a Villa García, que identificaban camionetas con que raptaban a las gurisas, que …
Luego de pulular por varias dependencias estatales sin éxito, las familias de las mujeres desaparecidas se sienten totalmente desamparadas y violentadas por estas instituciones. La falta de información es una constante en estos casos, donde ni las familias de las mujeres tienen acceso a los expedientes judiciales porque no cuentan con una representación legal, por no poder pagar un abogado o abogada.

“Queremos respuestas, el Estado es responsable”

Con esta frase, las y los manifestantes y denunciantes ingresaron a la INDDHH. Porque no hay trata sin complicidad estatal. Porque el Estado es responsable de la integridad de las gurisas. Porque hay jueces, fiscales, policías y políticos que protegen a las redes, y que garantizan verdaderas “zonas liberadas” para que operen impunemente. Porque las mujeres seguimos siendo ubicadas como un objeto de satisfacción de los varones, y porque la vida de nuestras gurisas importa para nosotras.
Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas pensamos que será necesario conformar una Comisión Investigadora Independiente, integrada por las y los familiares de las mujeres desaparecidas, por sus amigas y amigos y por organizaciones de Derechos Humanos y del movimiento de mujeres organizadas. Porque no confiamos en el Estado, esta Comisión debe tener libre acceso a todas las conversaciones confidenciales de la policía y debe disponer de toda la información posible para conseguir pistas que habiliten la búsqueda de las nuestras gurisas, y se procese y condene a los culpables.
Porque no están perdidas, están secuestradas para ser prostituidas.

Karina Rojas
Pan y Rosas Uruguay
Jueves 10 de octubre | 14:54

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