martes, 12 de enero de 2021

Israel: vacunas para todos, menos para los palestinos


Cisjordania y Gaza, por fuera del plan de inmunización contra el Covid-19. 

 El primer ministro Benjamin Netanyahu recibe la vacuna contra el coronavirus. Israel ha recibido elogios por estos días debido a que se convirtió en el país con la mayor tasa de vacunación frente al Covid-19, alcanzando en menos de un mes al 18% de su población. Pero ha quedado relativamente oculto que el plan abarca a ciudadanos israelíes y a los colonos sionistas, dejando por fuera a cinco millones de palestinos que viven en Cisjordania y Franja de Gaza, territorios ocupados por Israel. 
 Varias organizaciones denunciaron la exclusión del gobierno israelí como una discriminación institucionalizada. Apelaron al artículo 56 del IV Convenio de Ginebra, según el cual Israel debería garantizar “los servicios médicos y hospitalarios, la salud pública y la higiene en el territorio ocupado, con especial referencia a la adopción y aplicación de las medidas preventivas necesarias para combatir la propagación de enfermedades contagiosas y epidemias”.
 La Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania y el movimiento islamista Hamas en Gaza, pidieron a los mecanismos de cooperación internacional (Covax, programa de vacunación de la OMS en países pobres) asistencia sanitaria. A su vez, el ministerio de sanidad palestino arribó a un acuerdo con Rusia para la proporción de 4 millones de dosis de la Sputnik V. 
 La exclusión del gobierno israelí es una muestra más de una política sistemática de ataques contra el pueblo palestino. Una de sus últimas expresiones es el “acuerdo del siglo” que firmaron el primer ministro Benjamin Netanyahu y Trump para usurpar un 30% de territorios palestinos en Cisjordania, avanzando con su anexión. 
 Mientras tanto, el gobierno continúa habilitando la radicación de colonos en los asentamientos cisjordanos. Además, cabe recordar el atentado que sufrió el hospital infantil palestino en Franja de Gaza, durante el pasado diciembre. 
 Un dato a tener presente es que, con el plan masivo de vacunación, el primer ministro Benjamín Netanyahu intenta recomponer su imagen popular de cara a las elecciones parlamentarias de marzo. Israel va a su cuarta elección en dos años, una señal de la crisis política en ese país.
 Frente a la barbarie sionista, hay que avanzar en la perspectiva de una Palestina única, laica y socialista, como parte de una federación socialista de pueblos de Medio Oriente.

 Álvaro Chust

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