Con baja concurrencia terminaron las internas no obligatorias. Se impone Martínez en la interna frenteamplista, Lacalle Pou en la interna blanca y Talvi en la colorada. Andrade fue la sorpresa y quedó segundo. Desmotivación en la juventud y descontento general se expresó en quienes no fueron a votar.
Según los datos divulgados por las encuestadoras, Daniel Martínez se impuso en la interna frenteamplista consiguiendo un 42 % votos. Le sigue Óscar Andrade con el 24 %, luego Carolina Cosse con 23 % y Mario Bergara con 11 %.
Los datos preliminares dan que un 47 % de quienes fueron a votar lo hicieron por las precandidaturas del Partido Nacional, mientras que un 27 % fue para el Frente Amplio y un 20 % para el Partido Colorado.
En la interna blanca, Luis Lacalle Pou se impuso con un 55 % mientras que Juan Sartori obtuvo un 20 % y Jorge Larrañaga otro 20 % de los votos nacionalistas. Con esto, se diluye el “fenómeno” Sartori y prima entre el electorado blanco un voto útil de sectores “wilsonistas” hacia Lacalle Pou que en su primer discurso ya como candidato electo del partido llamó a reivindicar a la política.
Por su parte, dentro del Partido Colorado el vencedor en la interna fue Ernesto Talvi con el 56 % del total de los votos a su partido, mientras que Sanguinetti consiguió un 35 % de apoyo y José Amorín Batlle obtuvo un 8 %.
Solo el 40 % del padrón electoral habilitado votó finalmente en el día de hoy, un número que supera levemente el 37% del año 2014. Esto es expresión de descontento y apatía que viene generando la política uruguaya. Muchas personas decidieron quedarse en sus casas debido a las inclemencias del tiempo y a la falta de perspectivas de los partidos tradicionales, incluyendo el partido de gobierno. La votación más baja se registró en Montevideo y Canelones, ambos bastiones electorales del Frente Amplio.
Con estos resultados, tanto Lacalle Pou como Talvi se consagran como los candidatos de sus respectivos partidos. Mientras que en el gobernante Frente Amplio Martínez se consagra como candidato, y en segundo lugar Andrade logra un muy buen resultado electoral. Un apoyo que nadie esperaba y constituye la “novedad” en estas elecciones. En su discurso en la sede del Partido Nacional, Lacalle Pou anunció la designación de Beatriz Argimón, integrante de la dirección nacionalista, como candidata a vicepresidente, siguiendo de forma oportunista la paridad de género en un partido que sabemos, nunca fue su prioridad la participación de las mujeres en política partidaria.
Con la consolidación de Andrade en segundo lugar, que tuvo un buen desempeño en el debate televisivo que tuviera con Talvi, el tablero político al interior del FA se modifica quitándole poder al MPP y al ex presidente José Mujica, como principal operador político del sector.
Será en la convención del FA a realizarse en agosto próximo en donde se defina la vice presidencia. En la coalición ya se había conversado la posibilidad de integrar de forma paritaria la fórmula de presidente y vice, por lo que en ese caso la vice sería Carolina Cosse. Algo que no condice con los resultados en la interna.
Una gran cantidad de precandidatos fue la otra novedad en estas elecciones: fueron 28 precandidatos de un total de 15 partidos políticos, lo que constituye la elección con mayor dispersión del voto desde el restablecimiento de la democracia. Sin embargo, hay pocas diferencias entre cada uno de los candidatos, los programas y propuestas son muy parecidos y solo se destaca el énfasis en tal o cual aspecto. Es decir que por más que existan tantos precandidatos, esto no enriqueció el debate político sobre las perspectivas del país en el futuro.
Lamentablemente, figuras como el ex comandante en jefe del ejército Manini Ríos han conseguido buenos resultados electorales (alrededor de 4 % porcentuales).
Manini u otras expresiones locales (como Perna en Salto) que plantean claramente una perspectiva militarista y de mano dura contra la delincuencia y la juventud pobre. Durante la campaña hemos escuchado expresiones nefastas apelando a “plomo y mano dura” o agitando “cero lumpen”, como se vio en la campaña de Perna en Salto, y que expresan verdaderas cruzadas de odio contra la pobreza, los barrios marginados y la población inmigrante y sexo-diversa. Inclusive también contra la mal llamada “ideología de género”, al mejor estilo Bolsonaro. Este tipo de campañas deberían estar sancionadas por la Corte electoral y condenadas por el fomento de acciones basadas en el odio, la discriminación y la xenofobia.
Campaña sucia, fake news y nulo debate
Los meses de campaña estuvieron plagados de una campaña sucia centralmente entre los precandidatos del Partido Nacional, que se han tirado con todo lo que han tenido a la mano. Acusaciones de corrupción y fraude empresarial, desconocimiento de precandidatos y acusaciones mutuas fue la norma en la interna blanca, que no sumó nada nuevo, salvo que todos acordaron en la agenda de mano dura en la política de seguridad, tanto Larrañaga con su Campaña Vivir sin Miedo para que los militares puedan ser utilizados en la seguridad interna o Lacalle Pou felicitando la actuación de la PADO o la Republicana del Ministro del Interior frenteamplista Bonomi.
El precandidato Sartori del Partido Nacional estuvo entre los dos bandos: no solo fue el blanco de una campaña que ventiló sus negocios sucios y sus maniobras financieras, sino que también reconoció haber contratado asesores electorales que son conocidos por sus campañas de desprestigios a sus contrincantes y opositores. Sin embargo, todo esto no sirvió para sacar un segundo puesto claro en la interna blanca.
Campaña publicitaria para algunos, invisibilización para otros
En estas elecciones notamos la invasión de la campaña publicitaria de políticos millonarios como Sartori, quien ha invertido millones de pesos para lanzar su campaña populista de derecha, apuntando a un sector descontento con el Frente Amplio, un sector de ingresos más bajos y que fue atraído por las promesas de campaña del millonario como la tarjeta para el retiro gratuito de medicamentos y la creación de cientos de miles de puestos de trabajo que demagógicamente Sartori prometió pero que nunca mencionó de dónde sacaría los fondos para concretarlos.
Hubo un contraste terrible entre la campaña de saturación publicitaria que realizó Sartori con las campañas austeras de los partidos pequeños de oposición, como es el caso de la Lista 1917 que lleva a Rafael Fernández, trabajador bancario, como único candidato a presidente. Por supuesto que Fernández no recibe financiamiento de los empresarios ni de grandes corporaciones ya que representa a los intereses de los trabajadores, las mujeres y la juventud. Una demostración más de que la ley de financiamiento de los partidos es altamente clasista, ya que habilita el financiamiento de los grandes empresarios quienes terminan digitando el contenido de las campañas de los partidos que representan sus intereses, mientras que no se garantizan espacios gratuitos equitativos ni publicidad pareja para los partidos pequeños, con claras consecuencias negativas para estos últimos.
Falta de listas: una demostración de lo anti-democrático del régimen electoral
Una constante fue la ausencia de la totalidad de las listas en los circuitos electorales. Es que, a diferencia de la elección anterior, esta vez la Cámara Electoral no garantizó la existencia de las listas en cada mesa.
Esto trae como consecuencia que la presencia de listas termina recayendo en la militancia de los distintos partidos que deben garantizar que en cada cuarto secreto haya listas de todos los candidatos y partidos. Nuevamente la injusticia de la Justicia Electoral termina habilitando que los partidos que cuentan con muchos militantes (o que le pagan a gente para que lo haga) pueden contar con delegados y fiscales generales que repongan permanentemente sus listas en los circuitos, mientras que a los partidos chicos se los condena a no poder garantizar la totalidad de los circuitos, y la militancia se ve obligada a recorrer decenas y decenas de escuelas para garantizar por sus propios medios las listas.
La Lista 1917 logró sortear todos los obstáculos y presentarse para plantear una alternativa anticapitalista y socialista. Al cierre de esta edición aún no se cuentan con datos que permitan saber si pasó o no a octubre. Esperamos que sí.
La Izquierda Diario Uruguay
Domingo 30 de junio | 23:57
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