viernes, 12 de octubre de 2018

Ataques fascistas en Brasil tras el triunfo de Bolsonaro




Ola de agresiones contra opositores, homosexuales, mujeres y periodistas tras la primera vuelta electoral.

Tras la elevada elección del derechista Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las presidenciales brasileras, se multiplican los actos fascistas inspirados por el speach homofóbico, misógino y racista del ex paracaidista militar.
El portal español El Mundo describe en una nota muy vívida los ataques contra homosexuales, mujeres y seguidores por parte de algunos seguidores del Partido Social Liberal, con su expresión más sangrienta en el crimen contra el músico de capoeira Moa do Katendê, asesinado a puñaladas por un bolsonarista tras reconocerse como votante del candidato Fernando Haddad, derrotado pocas horas antes. En un lenguaje videliano, Bolsonaro calificó el hecho como un “exceso”, y señaló que “yo no puedo controlar a los millones de brasileños que me apoyan” –cuando fue él quien incitó meses atrás en un acto de campaña “a fusilar” a los militantes del PT.
“Todavía no hay una cifra clara sobre la cantidad de ataques relacionados con seguidores del ultraderechista, pero según la ONG Conectas, ‘cada día reciben decenas de llamadas’” (ídem). Seguidores del PT fueron víctimas de atropellamientos -al grito de “vamos a acabar con todos los comunistas”, golpizas y agresiones de bandas, como la perpetrada con botellas de cristal contra un jovenen el campus de la Universidad Federal de Paraná. Asimismo el periodismo, que realizó más de cien denuncias de agresiones en lo que va de la campaña: hombres con camisetas de Bolsonaro le dijeron a una reportera del Jornal Commercio de Pernambuco que salía de votar que era “una niña rica de izquierdas” y que la iban a violar.
El colectivo LGTBI estuvo fuertemente en la mira de los bolsonaristas, que “días antes de la primera vuelta electoral (…) entonaban (…) en el metro de Sao Paulo ‘cuidado maricones que Bolsonaro os va a matar’”: a una mujer transexual le tuvieron que dar en el hospital diez puntos de costura en la cabeza, tras ser atacada con una barra de hierro y patadas por tres hombres (Deutsche Welle, 11/10); una joven lesbiana fue arrojada a la vía del subte; hubo amenazas de muerte contra homosexuales en viajes de Uber y colegios secundarios; y exclamaciones de “sal de aquí, puta de izquierdas; sal de aquí, feminista” contra la hermana de Marielle Franco, la referente de favelas, negra y lesbiana asesinada meses atrás en la militarizada Río de Janeiro.
El ataque a una joven que vestía una camiseta contra Bolsonaro, a quien le tatuaron una esvástica en el vientre, fue el emergente viral de una cadena de ataques contra las mujeres, cuyo movimiento de miles clamando “#EleNão” (“Él [Bolsonaro] no”) representa el punto más elevado de la movilización popular contra este avance reaccionario.
Desde la izquierda revolucionaria hemos saludado este método de movilización callejera de las mujeres como el camino a seguir para derrotar estos ataques.

Tomás Eps

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