sábado, 1 de septiembre de 2018
Cobertura de izquierda para la misma política del Frente Amplio
En tiempos en que se anuncian los posibles candidatos del Frente amplio para las próximas elecciones el nombre del dirigente del Partido Comunista suena como una posible alternativa.
Las distintas encuestas que miden las simpatías e intenciones de votos para las próximas elecciones son hoy una preocupación para el Frente Amplio.
La apatía y el descontento popular por la situación económica y social pueden traducirse en una fuga de votos para otros partidos generando un panorama político incierto, con posibilidades reales de que el Frente Amplio pierda las elecciones del año próximo (o las mayorías legislativas).
Un importante sector de desencantados forman parte de la base social histórica de la coalición; trabajadores, estudiantes, jóvenes no esconden su frustración al ver que luego de de tres periodos de gobierno nada ha cambiado estructuralmente. Por el contrario, las fronteras con los partidos tradicionales de la derecha se han hecho borrosas y sus posiciones están alejadas de las tradiciones de la izquierda política.
El rol del Partido Comunista
El Partido Comunista ha sido parte de la columna vertebral histórica del Frente Amplio y un responsable fundamental de su deriva política.
Aunque discursivamente ha tomado distancia de las medidas más antipopulares que se tomaron en estos años (desde la esencialidad en la educación, las rendiciones cuentas ajustadoras, las promesas incumplidas de presupuesto educativo, decreto antipiquetes, represión en el Codicen, etc.) es innegable que garantiza por izquierda, y en especial con su peso en el movimiento obrero, la gobernabilidad necesaria para que Astori y compañía lleven adelante esta política económica.
La posible candidatura del dirigente de la construcción, Oscar Andrade, es una variante que prepara el Partido Comunista para intentar retener y motivar a esos sectores de trabajadores desencantados con las políticas neoliberales que ha llevado adelante el Frente Amplio en el gobierno, y contribuir a ganar una nueva elección.
El propio Andrade ha sido claro cuando en una entrevista decía “¿la candidatura ayuda para que el FA gane el año que viene? Es evidente que mi candidatura no es favorita, pero si ayuda a organizar la presencia política de trabajadores, jóvenes, sectores vulnerables, así como a convocar a determinado frenteamplismo, y eso termina ayudando a que el FA gane la elección, voy para adelante”.
¿Alternativa o continuidad?
En su profunda integración al régimen político uruguayo, el Partido Comunista ni siquiera intenta posar como alternativa a las variantes más de derecha del Frente Amplio.
Andrade aún no ha confirmado su participación como candidato pero si ha dado claro mensajes de cual es su intención con su postulación; algo así como “dinamizar” la militancia, acercarse a los movimientos sociales que hoy están distanciados y fundamentalmente colaborar para que gane el Frente Amplio.
Su discurso intenta mostrarse como sensible a las problemáticas sociales, pero prácticamente no esboza críticas serias a lo que han sido los ejes del gobierno en estos tres periodos.
Andrade también ha manifestado que con uno de los “referentes” con que consultó su posible candidatura ha sido el ex intendente Mariano Arana, de la Vertiente Artiguista. Con estos movimientos y apoyos también muestra el perfil con el que encararía su candidatura. Arana durante su administración llevo adelante políticas privatizadoras y de tercerizaciones en Montevideo y como ex ministro de Vázquez en su primera presidencia avaló la orientación que desarrolló el gobierno.
Aunque Andrade es un trabajador por su origen social, su política se diluye en un frente de conciliación de clases que no apunta a superar el capitalismo sino a gestionarlo y administrarlo. Su posible postulación termina siendo una continuación de lo que él y el Partido Comunista han hecho desde la dirección del Pit-Cnt, es decir asegurar la gobernabilidad para que se desarrollen políticas contrarias a los intereses populares.
En momentos de crisis y de ajustes tenemos que aprender de estas experiencias y sacar las conclusiones necesarias. Los trabajadores y sectores explotados deben contar con su propia herramienta política sin hacer seguidismo a ningún sector burgués; otras estrategias ya mostraron su fracaso y que nada bueno traen para los trabajadores.
Hernán Yanes
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