viernes, 14 de septiembre de 2018
Manini Ríos y la impunidad de la Corporación militar
Las recientes declaraciones del Comandante en Jefe del Ejército, Guido Manini Ríos muestran nuevamente el poder que mantiene la corporación militar y la impunidad con la que se manejan. El arresto a rigor dispuesto en esta ocasión no es una respuesta contundente.
Nuevamente el Comandante del Ejército hizo una demostración de fuerza al salir públicamente a criticar la reforma que impulsa el Frente Amplio para la desfinanciada Caja Militar.
Como ya lo ha hecho anteriormente con otros temas Manini salió a opinar sin mayores reparos sobre declaraciones del Ministro Ernesto Murro, quien había señalado supuestos beneficios que traería la ley recientemente aprobada en la Cámara de Senadores y que aún tiene un futuro incierto en la votación en Diputados.
Manini Ríos, con absoluta soltura e impunidad trató de mentiroso a Murro, desautorizó sus datos y cifras y salió abiertamente a hacer campaña apuntando a que la reforma no sea aprobada tal como la votaron los senadores.
No es la primer “incursión” política de Manini Ríos; por el contrario, desde su nombramiento en 2015 el Comandante en Jefe del Ejército se ha permitido opinar y aconsejar sobre distintos temas (ni-ni, marginalidad) confrontar con políticos (“corrigió a Constanza Moreira en datos sobre pobreza en el Ejército), reafirmar la impunidad (búsqueda de desaparecidos) o directamente amenazar con que el Ejército está de pie y que nadie lo “pondrá de rodillas”.
Un militar desbocado
La presencia de un militar con una participación pública tan “activa” y que se siente con autoridad y legitimidad para incursionar en tantas áreas no puede pensarse por fuera del aval implícito que le da el poder político y especialmente el propio Frente Amplio.
La actitud de Manini Ríos muestra una presencia militar en la política uruguaya que prácticamente no se veía desde la recuperación de la democracia en 1985 y se complementa con el rol jugado por el ex tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro. Fallecido ex ministro que se convirtió en el paladín de la defensa de la impunidad y de los privilegios militares desde los cargos gubernamentales que ocupó.
La sombra del Pacto del Club Naval, donde se pactó que no se juzgarían a los represores y que no se depuraría a las fuerzas armadas sobrevuelan a las figuras de Huidobro y de Manini Ríos y su rol como defensores activos de la corporación militar.
En esta ocasión, luego de años de silencio y dejar hacer a los militares, el gobierno toma una resolución que no ataca de raíz el problema, manteniendo en el cargo a Manini sin removerlo como correspondería y con una sanción de 30 días de arresto.
Los partidos tradicionales, defensores confesos de represores torturadores y directamente alineados con la impunidad han rechazado la decisión de Tabaré Vázquez pidiendo aún más permisividad para el accionar de las fuerzas armadas.
Según medios de prensa la jerarquía del ejército criticó la decisión del gobierno al señalar que la sanción no se ajusta a la realidad ya que dicen que Manini no hizo comentarios políticos sino que defendió a sus subalternos.
Este apoyo casi explícito a Manini de las autoridades del ejército, que también es improcedente al cuestionar una orden del poder ejecutivo, revela lo ineficaz de la sanción y la libertad para opinar y el poder que conservan las Fuerzas Armadas.
El silencio del Frente Amplio de todos estos años ante las provocaciones del Comandante del Ejercito y la sanción anunciada, no terminarán con la prepotencia militar, ni sus defensas de sus privilegios ni la reivindicación del accionar en la dictadura y la represión.
Hernán Yanes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario