lunes, 26 de junio de 2017
A 44 años del golpe de estado y la resistencia obrera
Este martes 27 de junio se cumplen 44 años del golpe de estado de 1973 y del inicio de la huelga general de trabajadores, que durante dos semanas luchó contra el mismo. Habrá también una marcha que pasará por el CGIOR y llegará hasta la concentración por el Hospital de Clínicas.
El golpe de estado en Uruguay y el inicio de la histórica huelga general de la clase trabajadora que lo enfrentó, se dio en el marco de grandes luchas sociales de la región y la respuesta del imperialismo y las clases dominantes a través de lo que posteriormente se denominó Plan Cóndor.
El Plan Cóndor fue un plan sistemático de represión contra la clase trabajadora y la juventud revolucionaria del Cono Sur, que en la época vivía un proceso de ascenso en sus luchas. El golpe de estado en Uruguay fue un eslabón de esto y una continuidad de la represión social y política que se vivía en el país desde hace años.
Hecho el golpe, los trabajadores y la juventud lo enfrentaron heroicamente durante dos semanas en la huelga general y derrotada la misma la persecución y el asesinato no pararon. El estado y sus represores siguieron persiguiendo, torturando, encarcelando y asesinando militantes, incluso en el exilio.
La impunidad de ayer y hoy
Hoy día la mayoría de los crímenes de la dictadura uruguaya y de la región todavía siguen impunes y muchos de los que somos familiares o expresos políticos, seguimos sin obtener respuestas de las autoridades, vemos cómo caminan libres por las calles los represores de aquellos años.
Las salidas de las dictaduras tuvieron como condición la impunidad de los represores, así los nuevos regímenes “democráticos”, tuvieron como génesis la injusticia. Quedó demostrado que el objetivo de esta impunidad era la preservación de las fuerzas represivas del estado, para volver a usarlas en caso de necesidad a favor del régimen y las clases dominantes. En Uruguay estuvieron amparados historicamente por el sistema jurídico a través de la ley de Caducidad, que garantizó la impunidad de los represores por muchos años, y sobre todo por el sistema político con los pactos de impunidad de los grandes sectores políticos con los militares a través de pactos como el del Club Naval, y del régimen en general, con el accionar reaccionario de la justicia y las decisiones tomadas en los últimos años por la Suprema Corte de Justicia, las cuales frenaron los pocos casos que se estaban investigando. El resultado es la condena simbólica a unos pocos represores, que gozan de variados privilegios como la cárcel vip, la prisión domiciliaria, y las salidas transitorias. Privilegios que tiene por ejemplo el represor José Gavazzo (que goza de prisión domiciliaria y salidas transitorias), Ernesto Ramas, entre otros. Todas estas trabas al avance de la justicia y la impunidad resultante, hacen caso omiso a la legislación internacional vigente sobre los crímenes de lesa humanidad o a sentencias internacionalmente reconocidas como la sentencia del caso Gelman de la Corte Interamericana de DDHH.
El acceso a los archivos de la dictadura y la desidia del estado uruguayo ante el pedido de información por parte de familiares y organismos de ddhh, para avanzar en la justicia y en la recuperación de los restos de los compañeros desaparecidos es otra muestra de la impunidad. Así también la ausencia del estado uruguayo en la reunión de la Comisión interamericana de ddhh, ante el pedido del Observatorio Luz Ibarburu ante el estancamiento de la justicia y las trabas del sistema para que avancen las causas, así como las amenazas contra figuras de ddhh, son otras señales más de impunidad.
También están los crímenes, la represión y amenazas en democracia como los asesinatos políticos de la masacre del Hospital Filtro en los noventa, los crímenes sociales de las fuerzas represivas, en especial la policía, contra la juventud pobre con los casos de gatillo fácil y la represión a todo un barrio como pasó en el Marconi, la persecución y judicialización de la protesta social contra trabajadores y estudiantes en las últimas luchas del sector educación en los años 2013 y 2015, con casos demostrados de espionaje y persecución por parte de aparatos de inteligencia venidos de los setentas como el DOE (Departamento de Operaciones Especiales), la impunidad del robo y la amenaza a los científicos del GIAF, amenazas a figuras de ddhh a través del Comando Barneix, reinvindicaciones de la tortura de parte del militar retirado Mermot o el intento de hacer un homenaje al ex dictador Gregorio Álvarez por parte del Círculo Militar, como así también los casos de espionaje en democracia por parte de los militares publicitados en los últimos meses.
Marcha a 44 años del golpe y lucha por el Clínicas
El martes organizaciones de ddhh convocan a una marcha que recuerda el golpe de estado y la resistencia de los trabajadores. Bajo la consigna "A 44 años de la Huelga General contra el Golpe: Callar la voz militar con movilización popular", partiendo desde el obelisco a las 18 horas para pasar por el CGIOR lugar histórico y todavía actual de la represión.
Por último confluirá con la concentración del movimiento Todos por el Clínicas en la explanada de la Universidad de la República. Medida impulsada por los trabajadores del hospital a través de su sindicato UTHC y el movimiento que los apoya, en lucha contra el intento de privatización impulsada por el gobierno y el rectorado a través del mecanismo de las PPP.
Demostrando que las luchas de los trabajadores y oprimidos de ayer y hoy confluyen, y que ahí estaremos todos luchando, así como lo hicieron los heroicos obreros y obreras en el 73 resistiendo el golpe, hoy luchando con los trabajadores y estudiantes, para acabar con la impunidad y defendiendo el Hospital del pueblo.
Sebastián Artigas
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