La modalidad discusión, debate y/o denuncias en redes sociales, incluidos los medios tradicionales expresan siempre una operación.
El enemigo de clase, parecería que tiene loca intervención en todo esto.
En realidad no es así, ese mismo fenómeno estuvo presente en octubre y noviembre del 2020, ahora también.
El enemigo de clase utiliza la reacción y la recicla para su interés.
La rebeldía exteriorizada, vociferada y propagandeada, es expresión inequívoca del daño a los instrumento.
El "izquierdismo" y desde luego, las variantes oportunistas de derecha e izquierda son la mejor expresión de esto.
Todos los episodios con la impronta de "pureza" que blande el título de "democracia obrera o proletaria" encubre otras intenciones, en general ocurre que quienes lo hacen no tienen conciencia clara de la obra que llevan adelante.
La décadas de los 60 del siglo pasado fue sin dudas, un paso de maduración de la clase obrera uruguaya, fue en ese tiempo histórico el momento cumbre de la unidad en concreto de la clase obrera uruguaya.
Tuvo tal importancia aquel episodio que impacto en las diversas formas de unidad.
Hoy siglo XXI se intenta oradar aquel momento cumbre.
La relación en términos de responsabilidad está pautado por la metodología instalada.
No reparar en estos aspectos, es un riesgos imnecesario.
La clase obrera y el conjunto de los trabajadores, tendrán que hacer los mayores esfuerzo por preservar la legalidad estatutaria y la mirada larga, que sobrepase las tentaciones rupturistas.
Por ahora, esto no sale del "vedetismo" trasnochado.
Ahí debe quedar.
Osbaldo Zuñiga
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