Ahí la importancia de formular el contenido de clase.
DEMOCRACIA - DICTADURA
Como caracteriza un marxista - leninista, está es una de la principales tareas ante las masas obreras y explotadas. Se trata de desnudar el formulismo que inyecta el enemigo de clase y tantísimos compañeros y camaradas repiten como declaración de
"fe democrática".
El concepto burgués.
Uno de los argumentos más corrientes en favor de la dominación de los explotadores consiste en condenar la dictadura y en defender la democracia.
Ante todo, este argumento se basa sobre las nociones de "la democracia en general" y de "la
dictadura en general", sin plantear previamente la cuestión de saber de qué clase de dictadura y de democracia se trata.
Presentar así la cuestión fuera o encima del punto de vista de clases, como si fuese el punto de vista de la nación entera, equivale a burlarse de los principios del socialismo, y principalmente de la doctrina de la lucha de clases; doctrina que los socialistas que han pasado al campo de la burguesía reconocen en sus palabras, pero olvidan en sus actos.
En efecto: en ningún país capitalista existe "la democracia en general", sólo existe una democracia burguesa.
Del mismo modo, no se trata de "la dictadura en general", sino de la dictadura de la clase oprimida, la del proletariado, contra los opresores y explotadores, contra la burguesía, a fin de aniquilar la resistencia que éstos oponen para mantener su dominación.
La Historia nos enseña que jamás llegó -ni podía llegar- al Poder una clase oprimida, sin pasar por un período de dictadura, es decir, por la conquista del Poder político y la supresión violenta de la resistencia más desesperada, más furiosa y más despiadada, que siempre han opuesto los opresores.
La burguesía, cuya dominación defienden hoy los socialistas que parten de "la dictadura en general" y que se erigen en campeones de "la democracia en general", conquistó el Poder en los países civilizados por una serie de revoluciones y guerras civiles y por la supresión violenta de la monarquía, del feudalismo, del régimen de los siervos y de todas las tentativas de restauración.
Miles y miles de veces han demostrado al pueblo los socialistas de todos los países en sus libros y folletos, en los acuerdos de sus Congresos y en sus discursos de propaganda, el carácter de clase de esas revoluciones burguesas, de
esa dictadura de la burguesía.
De manera que la defensa actual de la democracia burguesa bajo la forma de declamaciones sobre "la democracia en general", y los gritos y las protestas contra la dictadura del proletariado, con pretexto de protestar contra "la dictadura en general", equivalen a una simple traición al socialismo, a una verdadera deserción al campo de la burguesía, a una negación del derecho del proletariado de hacer la revolución proletaria y en fin, a una defensa del reformismo burgués, precisamente en el momento histórico envque el reformismo burgués ha quebrado en el mundo
entero y en que la guerra ha creado una situación revolucionaria. (V.I.L)
Comprobando el carácter de clase de la civilización burguesa, de la democracia burguesa y del parlamentarismo burgués, todos los socialistas expresaron la idea que habían formulado con la mayor exactitud científica Marx y Engels, según la cual, aun la república burguesa más democrática no es sino un instrumento de opresión de la clase obrera por la clase burguesa, de la masa proletaria por un puñado de capitalistas.
Entre los que ahora levantan su voz en contra de la dictadura y en favor de la democracia, no hay ni un
solo revolucionario, ni un solo marxista que no haya jurado solemnemente a los obreros que reconocía esta verdad fundamental del socialismo.
Hoy, cuando el proletariado revolucionario se agita y se lanza al movimiento que debe destruir este instrumento de opresión y establecer la dictadura del proletariado, esos traidores al socialismo presentan las cosas como si la burguesía hubiese dado a los trabajadores "la democracia pura", como si renunciando a la resistencia, estuviese dispuesta a someterse a la mayoría de los obreros y como si en la república democrática el instrumento del Estado no condujese a la opresión del trabajo por el capital. (V.I.L)
La "libertad de reunión" y la "libertad de la Prensa" pueden citarse como ejemplos de las exigencias de "la democracia pura".
Todo obrero consciente que no haya roto con su clase comprenderá en seguida que sería absurdo prometer a los opresores la libertad de reunión en el momento y en las circunstancias mismas en que están resistiendo a las tentativas hechas para derribarlos y en que están defendiendo sus privilegios.
Ni en Inglaterra en 1649, ni en Francia en 1793, concedió la burguesía - cuando era aún revolucionaria - la libertad de reunión a los monárquicos o a los aristócratas que llamaban en su auxilio a las tropas extranjeras, y "se reunían" para organizar las tentativas de restauración.
Si la burguesía actual, que desde hace mucho se ha vuelto revolucionaria, pide al proletariado que garantice de antemano - sin preocuparse de la resistencia que los capitalistas opongan a su expropiación - la libertad de reunión para los opresores, los trabajadores deben acoger con burla esta hipocresía de la burguesía.(V.I.L)
Por otra parte, los obreros saben perfectamente que hasta en la república burguesa más democrática la "libertad de reunión" no es sino una frase huera, ya que los ricos disponen de los mejores edificios públicos y particulares, tienen bastante tiempo desocupado y gozan de la protección del organismo burgués de la autoridad, mientras que los proletarios de la ciudad y del campo, así como los campesinos pobres, es decir, la inmensa mayoría de la población, no disponen de ninguna de estas tres ventajas.
Cuando las cosas ocurren así, la "igualdad", es decir, la "democracia pura", no es más que una mentira.
Para conquistar la verdadera igualdad y para realizar de hecho la democracia para los trabajadores, ante todo hay que quitarles a los opresores sus suntuosos
edificios públicos y particulares, hay que dar vacaciones a los trabajadores, y es menester que la libertad de la reunión esté asegurada por los obreros armados, y no por los hijos de la aristocracia o por los oficiales capitalistas, que mandan a soldados embrutecidos.
Sólo después de haber realizado semejantes cambios se podrá hablar de la libertad de reunión y de igualdad, sin que estas palabras signifiquen una burla para los obreros y los pobres. Y estos cambios no pueden realizarse sino por la vanguardia de los trabajadores, por el proletariado consciente, que aplastará a los opresores: a la burguesía.
Para obtener la igualdad efectiva y la verdadera democracia de los trabajadores - esto es, de los
obreros y de los campesinos -, importa también privar a los capitalistas de la posibilidad de emplear a los escritores a su servicio, de comprar casas editoriales y de corromper los periódicos.
Y para eso hay que
suprimir el yugo del capitalismo, expropiar a los opresores y domar su resistencia. Los capitalistas
siempre han llamado "libertad" a la libertad para los ricos de realizar sus beneficios y a la libertad para los
trabajadores de morirse de hambre.
La libertad de la Prensa para los capitalistas equivale a la libertad para los ricos de comprar la
Prensa, de fabricar y de falsificar la llamada "opinión pública". Los defensores de la "democracia pura" son defensores de uno de los sistemas más viles y más
abyectos de la dominación de los ricos sobre los órganos de educación de las masas; embusteros que, con frases elegantes y engañosas, apartan al pueblo del cumplimiento de una de sus obras históricas, consistente en la liberación de la Prensa de la presión del capital.(V.I.L)
La libertad y la igualdad reales no las asegurará más que el régimen comunista, que no permitirá a
nadie enriquecerse a expensas de los demás; que impedirá materialmente someter la Prensa, sea directa o sea indirectamente, al poder del dinero, y donde todo obrero (o grupos iguales de obreros)
tendrán y realizarán sus derechos iguales de disfrutar de las imprentas y de los stocks de papel, que
pertenecen a la comunidad.(V.I.L)
En todo el desarrollo quedan claro dos aspectos fundamentales:
PODER - ESTADO
DEMOCRACIA - DICTADURA
Conclusión: no es el concepto DEMOCRACIA una categoría universal, es fundamental formular el CONTENIDO de clase.
El materialismo histórico y la dialéctica materialista, desmiente el sofisma o consigna vacía, matrizada en un credo "avanzar en democracia".
Hoy mundo 2020 se trataría de retroceder en democracia, como resultado de la alternancia en el gobierno.
Se explica entonces porque la importancia de FORMULAR el contenido de clase.
Osbaldo Zuñiga
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