miércoles, 25 de abril de 2018
Los "millennials" trabajaremos hasta los 80 años: moriremos trabajando
La actual situación del mundo del trabajo obliga a perder toda esperanza en las condiciones de vida.
La ofensiva neoliberal ha liquidado todo tipo de conquistas arrancadas por la movilización de los años sesenta y setenta.
Los millenials, generación del siglo XXI que hoy tiene menos de 35 años, hoy trabajan en condiciones del siglo XIX.
Una rara contemporaneidad de tiempos discordantes es paradójica: mientras el siglo XXI representó un avance en la técnica las condiciones de trabajo son más parecidas al del siglo XIX.
Me refiero a la fragmentación de los trabajadores, la falta de sindicatos democráticos, la preponderancia de los contratos de protección laboral, la imposibilidad de firmar un contrato estable, sin derecho a jubilación, seguridad social, pensión, retiro, créditos hipotecarios.
Nada: nos arrebataron todo. Esto tiene implicaciones en la generación: su estancamiento poblacional pues nadie quiere contraer matrimonio o tener hijos por la angustia del futuro que genera la precariedad.
Los "millennials" moriremos trabajando. En algunas décadas más veremos cómo estalla el problema en nuestra cara: la precariedad material de la actual ofensiva devendrá en un problema planetario.
La esclavización del mundo
Al mismo tiempo el capital usa las nuevas tecnologías para explotar nuestro trabajo de un modo más perfecto. En Amazon obligan a los trabajadores a colocarse pulseras que indican al patrón donde localizar a su fuerza de trabajo.
En las empresas se firma con el iris o la huella digital, se usan redes de WhatsApp para controlar a los trabajadores y los desempleados generar aplicaciones para vender su fuerza de trabajo.
Según datos de la OIT la actual generación "millennial" tendrá graves problemas para conseguir retiros, jubilación o pensiones. Los contratos de protección garantizan entonces que trabajaremos hasta los 80 años.
Según un estudio se normalizó dicho modo de empleos: cada vez más las personas de tercera edad se integran a la fuerza de trabajo.
La esperanza está en embargo. Y sin embargo, los trabajadores precarios tenemos la última palabra. Embargar nuestro futuro con la esperanza de llegar a fin de mes u organizarnos para detener esta cadena de agravios. Por mejores condiciones de trabajo, no más trabajo precario.
Sergio Abraham Méndez Moissen
México @SergioMoissens
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