lunes, 2 de abril de 2018
Enfoques represivos para problemas sociales
Se conoció en estos días la propuesta del ministro Bonomi para que los patrulleros cuenten con escopetas y balas de gomas para intervenir en distintas situaciones y su crítica a que los “delincuentes” esperen las sentencias en libertad como indica el nuevo Código Penal.
La propuesta del ministro se anunció luego de los incidentes que se dieron en Malvín Norte hace pocos días. En el medio de una persecución un joven murió y otro fue herido cuando los policías se enfrentaron a vecinos de la zona que tiraban piedras a los patrulleros. Hace pocas semanas en la misma zona jóvenes y vecinos habían protestado en Avenida Italia contra el accionar policial.
Aunque Bonomi ha señalado que no comparte la propuesta de ley presentada por el sindicato policial de “legítima defensa presunta” y se pronunció en contra de la intervención del ejército en asuntos de seguridad interna su enfoque en relación a la problemática de la “delincuencia” no puede superar una política represiva punitiva que criminaliza la pobreza.
En este sentido su pedido de que los “delincuentes” no esperen la sentencia en libertad es en definitiva un pedido de más cárcel y encierro.
En un país con la mayor cantidad de presos en relación a la población de América Latina, observado por los organismos de derechos humanos internacionales por las condiciones de reclusión y que sistematicamente ha endurecido penas en las últimas décadas la posición de Bonomi termina siendo una concesión a la derecha que pide más mano dura.
De la misma manera que los patrulleros vuelvan a contar con escopetas y los policías puedan usar balas de goma cae también en una “solución” represiva para problemas sociales.
Los jóvenes de los barrios populares están cansados de razzias, prepotencia policial, malos tratos, megaoperativos y gatillo fácil; cuando responden con piedras a la policía es porque intuyen que nada se puede esperar de las instituciones represivas del Estado.
No se trata como dice Bonomi de que ahora los pobres eligen integrar bandas de narcotraficantes; la fragmentación social es producto de un capitalismo que no tiene nada para ofrecer.
En todo caso la exclusión y la falta de oportunidades generan las condiciones para la delincuencia y ninguna política represiva es una solución, es siempre una forma de criminalizar la pobreza.
Hernán Yanes
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