Los tanques sionistas han traspasado el umbral de la carretera de Salah al Din, que parte la ciudad en la mitad oriental y occidental, y hay enfrentamientos con las milicias palestinas en la zona urbanizada.
La ciudad es objeto de intensos bombardeos aéreos y de artillería, que tienen como objetivo casas y barrios residenciales. Mientras tanto, los tanques israelíes avanzan en dirección oeste hacia el centro de la ciudad, entrando en los barrios de Geneina, Salam y Brazil.
Los datos son de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que dijo que "las calles están vacías en Rafah y las familias huyen en busca de seguridad. La gente se enfrenta al agotamiento, hambre y miedo constantes". El lunes a la noche, una turba de adolescentes trató por segunda vez de incendiar la sede de la UNRWA en Jerusalén.
Los combates se han intensificado en otros lugares de la Franja de Gaza en los últimos días, incluido el norte, y el ejército israelí regresa a zonas donde había afirmado haber desmantelado a Hamás meses atrás. Los tiroteos han continuado en Jabalia, en el norte de Gaza, un extenso campo de refugiados construido para palestinos desplazados hace 75 años. Muchas personas están atrapadas en sus casas (EP 15/5).
Sin embargo, miles de palestino corearon: "Gaza no se arrodillará frente a tanques y armas" mientras celebraban una marcha anual en conmemoración de los 76 años de la Nakba, en 1948, cuando casi 800.000 palestinos fueron expulsados de su tierra por los sionistas (LN 15/5).
Mientras tanto, el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha pedido al jefe de Gobierno, Benjamin Netanyahu, que fuerce a los palestinos a una "migración voluntaria" (sic) para que abandonen totalmente la Franja de Gaza.
Ben Gvir ha participado este martes en una manifestación en la ciudad de Sderot, convocada para reclamar a Netanyahu la ocupación del enclave palestino “una vez que finalice la guerra”.
En esa misma movilización, el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, defendió el establecimiento de los asentamientos como una manera de "hacer pagar a los nazis de Hamás" y de defender la "nación" israelí.
Las tensiones dentro del gobierno de Israel están expuestas; este miércoles, en respuesta a la declaración del ministro de Defensa Yoav Gallant de que el ejército “no permitiría” un gobierno ni civil ni militar israelí de Gaza después de la guerra, el primer ministro Benjamín Netanyahu declaró que “no está dispuesto a sustituir Hamastán por Fatahstán”. Se refería a Al Fatah, el partido del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
“Tras la terrible masacre del 7 de octubre, ordené la destrucción de Hamás”, declara Netanyahu en un vídeo de respuesta al discurso televisado de Gallant. “Mientras Hamás siga intacta, ningún otro partido intervendrá para gestionar los asuntos civiles en Gaza, y desde luego no la Autoridad Palestina. El 80 % de los palestinos de Judea y Samaria apoyan la terrible masacre del 7 de octubre", dijo Netanyahu refiriéndose a Cisjordania. Desde el 7 de octubre la expulsión de palestinos y la ocupación de los colonos de la Cisjordania se intensificó, con más de 450 muertos palestinos por el ejército o por las bandas de colonos.
Estados Unidos es socio activo de esta masacre, más allá de los contrapuntos verbales. Biden ha comunicado al Congreso su intención de seguir adelante con un plan para la venta de más de 1.000 millones de dólares en nuevas armas a Israel, según ha revelado el martes The Wall Street Journal (14/5).
Olga Cristóbal
15/05/2024
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