Los trabajadores uruguayos se aprestan a la realización de un paro general que, todo indica, generará una inmensa adhesión. Con algo más de 1.700.000 trabajadores con posibilidades de trabajar, la pandemia encuentra al país con 280.000 laburantes cobrando el seguro de paro, con un mentiroso 10% de desocupación, que no contabiliza un sector social que ha quedado en negro o en distintas variantes de precarización.
Aunque ante los medios, la central uruguaya (PIT-CNT) se desgarra las vestiduras contra el gobierno derechista de Lacalle Pou y su reaccionaria ley LUC (Ley de Urgente Consideración), han sido gremios como ADEOM -el poderoso sindicato de los municipales de Montevideo- y otros gremios como Postales, UF (ferroviarios), AUTE (electricidad), AFCC Foosse (Aguas), Sintep (docentes privados) los que vienen desde julio fogoneando un reclamo de un paro nacional y un plan de lucha. La dirección del PIT-CNT llegará a este paro general presionada por estos gremios, que ya el 4 de julio pasado habían exigido que los paros no fueran de algunas horas sino el día completo.
El PIT-CNT levanta propuestas “de cara al Diálogo Nacional por el Empleo, y para atender la urgencia social”, no para quebrar al gobierno de la gran patronal, incluidos militares fascistizantes. ‘Proponen’ una suerte de subsidio social equivalente al salario mínimo; la “eliminación de restricciones para acceder al Seguro por desempleo” y la búsqueda de un “mecanismo normativo que acote los despidos, generando un período de estabilidad laboral mientras dure el plazo por el cual el trabajador tiene acceso al seguro de desempleo”, junto al -a esta altura, “tradicional”- apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa.
El PIT-CNT y su “bloque social y político de los cambios” (PIT-CNT-FA) tiene puesto su interés en las elecciones municipales de fines de setiembre. Supone que los ‘cambios’ que dice querer vendrína de la mano de un reversión, claro que parcial, de la derrota del FA el año pasado. Andrade, el principal dirigente del SUNCA (construcción), reparte su atención entre el paro, que no deja de ser parcial y aislado, con actos de campaña de apoyo del FA. Alguien debería haberle avisado que si la clase obrera va a elecciones, debe hacerlo con sus propios candidatos, y en oposición a las camarillas arribistas de pseudo-izquierda.
Ningún dirigente del PIT CNT habla de un plan de lucha para derrotar al gobierno. A pesar de las grandes movilizaciones de estos últimos meses, este “bloque para los cambios” no quiere cambiar nada porque no convocó a apoyar a ninguna de ellas. Dejaron pasar la aprobación de la LUC sin ir a una huelga general para quebrarla.
A pesar de la conducta infame de la burocracia, se está abriendo camino un plan de lucha que no está en la cabeza de los dirigentes del PIT-CNT. Los docentes ya la tienen en carpeta con un paro dos días después del paro general; los metalúrgicos quieren que el paro sea activo y no dominguero, organizando fogones; las ollas populares y las cooperativas FUCVAM también quieren propiciar acciones.
Derrotar el gobierno anti obrero y represor de Lacalle plantea al proletariado uruguayo la huelga general. Es lo que están reclamando los UTU (Universidades), conjuntamente con un congreso de delegados.
Juan Ferro
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