sábado, 12 de agosto de 2017
“América Unida”, ejercicios militares yanquis en la Amazonia
Fuerzas militares de Estados Unidos, Brasil, Colombia y Perú preparan para noviembre una serie de ejercicios militares en la Amazonia. Bajo el argumento de combatir la “delincuencia transfronteriza”, punto suficientemente vago para justificar cualquier trapisonda, preparan un reforzamiento de los aparatos represivos y una mayor injerencia yanqui en la región.
A tal efecto, se ha establecido una base militar “temporaria” en Tabatinga, localidad enclavada en el corazón amazónico brasileño y lindante con los otros dos países sudamericanos, en lo que constituye una triple frontera. En el lugar –que muchos temen que se transforme en una base multinacional permanente- hay soldados, municiones y equipos de transporte. Los ejercicios incluirán diez días de simulaciones militares.
La realización del operativo no ha pasado, por supuesto, por ninguno de los parlamentos de la región.
Este se producirá en medio de un estrechamiento de relaciones militares entre Brasil y Estados Unidos. El 24 de marzo, el Ministerio de Defensa brasileño y el Pentágono suscribieron el Convenio para el Intercambio de Información en Investigación y Desarrollo. El documento, según un funcionario de la cartera gaúcha, funciona como "base para establecer cualquier tipo de cooperación bilateral con Estados Unidos" (BBC, 6/5).
La industria armamentística brasileña, rival de la norteamericana, ha empezado a anudar acuerdos con ella. En abril, por ejemplo, Embraer “cerró un acuerdo con la estadounidense Rockwell Collins en el área aeroespacial” (Sputnik, 10/5). Varios columnistas constatan que la Unasur, mascarón de proa de las constructoras y compañías de armamento brasileñas, ha quedado pintada frente a estas novedades en materia de defensa.
El gobierno golpista de Michel Temer, profundamente desacreditado, ha combinado este acercamiento con un mayor protagonismo de las Fuerzas Armadas en la vida interna. Lo necesita debido a su plan de guerra contra las masas (reforma laboral, jubilatoria, etc.) Fueron profusamente desplegadas en las favelas de Rio y contra las manifestaciones que reclamaban la destitución en el mes de mayo, en Brasilia. Ahora, además, el jefe de Estado estudia el pedido de la gobernadora de Roraima para la militarización de la frontera con Venezuela, que supondría el despliegue de 3500 efectivos (Página 12, 10/8).
Referentes del PT han salido a criticar el operativo América Unida por socavar la soberanía. Pero lo cierto es que la inspiración de éste proviene de una actividad desarrollada en 2015 en Hungría por la Otan (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en la que el ejército brasileño participó. En aquel momento, el país era gobernado por Dilma Rousseff.
Tampoco recuerdan los petistas, que hablan de un giro de 180 grados en materia de política exterior, la violación de la soberanía de Haití, donde las tropas de la Minustah (integrada por los gobiernos latinoamericanos) actúan a pedido del imperialismo.
Argentina, entre otros países, ha sido invitada a participar del operativo.
Durante su reciente visita a Estados Unidos, Trump y Macri avanzaron en una mayor cooperación en materia de seguridad. Macri dijo entonces que Patricia Bullrich y la AFI (ex Side) están trabajando “estrechamente” con sus pares norteamericanos.
La lucha antidrogas es la coartada de un mayor despliegue de los servicios secretos extranjeros en el país. La lucha antiterrorista, el pretexto para dar rienda suelta a una mayor colonización de la región.
Vale para la cuestión mapuche: detrás de las imputaciones de Bullrich sobre el supuesto intento de formar una “república autónoma mapuche” no sólo se busca desviar el foco de atención sobre la desaparición de Santiago Maldonado sino que también se pretende justificar un mayor despliegue represivo para mejor rifar los recursos naturales de la Patagonia.
Todo esto va en sintonía con el establecimiento de medidas de excepción para hacer pasar el ajuste, una política que tiene como socios a los gobernadores. Y, en su afán de reintroducir a las Fuerzas Armadas en la vida política, el macrismo ha inspirado fallos como el 2x1 para los genocidas.
Abajo el operativo América Unida. Argentina no debe participar. Fuera el imperialismo de América Latina.
Gustavo Montenegro
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