miércoles, 24 de mayo de 2017
¿Qué fue la Nakba?
El pasado 15 de mayo se conmemoró el día de la Nakba para todos los palestinos. Esta vez fue su aniversario número 69. A la par que se formaba el Estado de Israel, los habitantes palestinos sufrían las consecuencias de este suceso histórico: expulsión, ocupación y limpieza étnica.
Primero de todo, es necesario aclarar lo que significa el concepto de Nakba para los palestinos. El mismo refiere a “catástrofe” y esto mismo es lo que el pueblo palestino vivió al tiempo que el Estado de Israel se consolidaba como tal y era reconocido por las potencias internacionales.
En noviembre de 1947, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sacó a la luz un “Plan de Partición” para dividir las tierras palestinas otorgando legitimidad a la posibilidad de la formación de un Estado judío, Israel. Este plan le otorgaba 54% de las tierras al nuevo Estado de Israel desde el momento en que terminara el mandato británico sobre tierras palestinas.
Desde ese momento, el sionismo (movimiento político e ideológico que perseguía la formación de un Estado judío) se preparaba para avanzar con su verdadero plan.
Días después del comunicado de la ONU, comenzó el avance sobre la población palestina. El sionismo buscaba la formación del Estado de Israel pero para eso tenía que borrar de esa tierra a los árabes. Con este fin se puso en marcha un plan sistemático de limpieza étnica1, en términos del historiador Ilan Pappé.
¿Qué significó este plan?
El sionismo avanzó sobre pueblos y aldeas con el único objetivo de sacar a la población originaria de su lugar. Para esto se utilizó la expulsión forzosa, donde la población no solo tenía que irse de donde vivían sino que perdían todas sus pertenencias. Pero también se implementó el uso de la fuerza de manera indiscriminada, llevando a cabo la tortura, la matanza y el destierro de la población originaria.
Para marzo de 1948 se lanzó el Plan Dalet, que representó la parte más violenta de la empresa sionista. El mismo fue conducido por David Ben Guirón, líder sionista y personaje clave en la formación del Estado de Israel. De este modo se arrasaron pueblos enteros, con el fin de allanar territorios para que sean poblados por judíos cuándo llegará a su fin el mandato británico sobre esas tierras.
Para llevar a cabo el Plan D, se formaron fuerzas armadas especiales que se les asignaban distintas regiones donde accionar sumándose a la principal de las fuerzas paramilitares ya existente, llamada Haganá, que disponía de varias brigadas. Su mayor “éxito” fue arrasar con la ciudad de Haifa.
Consecuencias de la Nakba
La consecuencia de la Nakba fue devastadora para los palestinos: en solo siete meses se expulsaron de sus tierras originarias a más de 750 mil habitantes, quienes nunca más podrían volver a sus hogares. Cerca de 500 pueblos fueron arrasados por completo y borrados del mapa. De este modo el sionismo llegó al día en que declaró su Estado, el 14 de mayo de 1948, luego de la ejecución de un plan sistemático que expulsó, robo y mató a miles de palestinos.
Pero todo esto pudo pasar por la complicidad de las potencias internacionales. Recordemos que hasta el 15 de mayo de 1948 los soldados británicos permanecieron en tierras palestinas, y ante sus ojos fue que transcurrió la Nakba.
Si bien la ONU expresó un comunicado (Resolución 194) que garantiza el derecho de retorno a sus hogares a los refugiados palestinos y, quienes no lo deseaban de ese modo, contar con una recompensa económica, esto nunca fue cumplido e Israel no sufrió sanción alguna por su incumplimiento.
Por todo esto, es que el 15 de mayo se conmemora el día de la Nakba para los palestinos, que les recuerda esta catástrofe sufrida a manos del sionismo.
¿Qué ocurrió luego?
Pero, más allá de que la Nakba se sitúe históricamente en aquel tiempo, ¿podemos afirmar que estos sucesos característicos de la Nakba concluyeron? Ante esta pregunta, estamos en condiciones de aseverar que la expulsión continúa, la intención colonialista es la misma de siempre y las grandes potencias internacionales, como así también la ONU, siguen siendo cómplices del Estado de Israel.
La realidad es que la historia nos muestra que estos sucesos nunca terminaron, el sionismo sigue con la marcha de su plan de despoblar por completo de árabes las tierras colonizadas. Tal cosa sucedió en los conflictos armados de 1948 y 1967, donde Israel conquistó más tierra expulsando casi por completo a los palestinos a la Franja de Gaza y las zonas palestinas en Cisjordania.
La situación actual
Este modus-operandi nunca cesó su ritmo, sino que se fue consolidando con el correr de los años. Israel tiene ciudadanos árabes que no cuentan con todos los derechos de un ciudadano judío, son residentes de “segunda” A esto se suma que en las tierras administradas por los palestinos, Gaza y Cisjordania (con sus áreas de administración económica y militar mixtas o completamente palestina), la presencia militar de las fuerzas israelíes es constante.
La Franja de Gaza se encuentra rodeada perimetralmente por Israel, quien controla el suministro de servicios básicos como el agua, gas, combustible, electricidad, entre otros. También se cuenta con muros electrificados. En Cisjordania se llevó a cabo la construcción del muro del Apartheid para separar las tierras administradas por Israel de las palestinas. Dicho muro fue edificado en su 80% sobre tierras palestinas, rodeando pueblos y convirtiéndolos en pequeños guetos.
Los bombardeos son constantes, la muerte de civiles, los presos políticos, las leyes que violan los derechos humanos como por ejemplo el “permiso” que se otorga Israel para encarcelar niños por el solo hecho de tirar piedras, la tortura y la expulsión que siguen a diario. La construcción de asentamientos de población judía con el único fin de seguir poblando y ocupando toda tierra que quede en manos de palestinos, como parte de la judaización de la población. Estos llamados asentamientos simplemente son otra forma de nombrar a la colonización.
La imposibilidad de permitir que Gaza y Cisjordania se comuniquen, debilita aún más políticamente a los palestinos. La existencia de los checkpoints y las carreteras bloqueadas son parte del asedio diario con el que conviven.
Por último, todo esto es sostenido desde un discurso hegemónico por parte del sionismo que afirma que estas tierras estaban despobladas y que hoy en día luchan contra el terrorismo palestino, refiriéndose a la agrupación Hamás, pero siempre con el aval de las grandes potencias internacionales.
Si bien la Nakba tiene ubicación histórica en los meses previos a la declaración del Estado de Israel, hoy podemos afirmar que la ideología sionista sigue siendo la misma que hace 70 años y que perpetúa sus acciones con el fin de la colonización completa de la tierra palestina.
Guido Lupino
guidolup@gmail.com
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