miércoles, 8 de marzo de 2017

El Día Internacional de la Mujer (1920)




Una celebración militante

Día de la Mujer o Día de la Mujer Trabajadora es un día de solidaridad internacional, y un día para la reivindicación de la lucha y la organización de las proletarias.
Pero este no un día especial para las mujeres únicamente. El 8 de marzo es un día histórico y memorable para los obreros y campesinos, para todos los obreros rusos y para los obreros de todo el mundo. En 1917, en éste día, la gran revolución de febrero estalló (1). Fueron las obreras de Petersburgo que comenzaron ésta revolución; fueron ellas que primero decidieron levantar la bandera de la oposición del Zar y sus compinches. Y así el día de la mujer es de la clase obrera una doble celebración para todos nosotros.
Pero si esto es una fiesta general para todo el proletariado, ¿por qué le llamamos el “Día de la Mujer”? ¿Por qué entonces sostenemos las celebraciones especiales y realizamos mítines que van dirigidas sobre todo a las obreras y campesinas? ¿Esto no pone en peligro la unidad y solidaridad de la clase obrera? Para responder estas preguntas, hemos mirado hacia atrás para ver cómo surgió el Día de la Mujer y con qué propósitos se organizó.

¿Cómo y por qué fue organizado el Día de la Mujer?

No hace mucho tiempo, de hecho hace 10 años, la cuestión de la igualdad de la mujer, y la cuestión de si las mujeres tomarán parte en el gobierno al lado de los hombres estaba siendo objeto de acalorados debates. La clase obrera en todos los países capitalistas luchó por los derechos de las mujeres trabajadoras: la burguesía no quiso aceptar esos derechos. No estaba en el interés de la burguesía fortalecer el voto de la clase obrera en el parlamento; y en todos los países impidieron la aprobación de leyes que daban derechos a las obreras.
Las socialistas norteamericanas insistieron en sus demandas por el voto con la persistencia particular. El 28 de febrero de 1909, las socialistas de los EE.UU. organizaron grandes manifestaciones y mítines por todo el país que demandaban los derechos políticos para las trabajadoras. Este fue el primer “Día de la Mujer”. La iniciativa sobre organizar un día de la mujer entonces pertenece a las obreras de Norteamérica.
En 1910, en la Conferencia de la II Internacional de las Mujer Trabajadora, Clara Zetkin (2) presentó la cuestión de la organización de un Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La conferencia decidió que cada año, en cada país, se celebraría un “Día de la Mujer” bajo la consigna: “El voto para la mujer unirá nuestros esfuerzos en la lucha por el socialismo”.
Durante estos años, la cuestión de hacer que el parlamento sea más democrático, es decir, de ampliar el sufragio y extender el voto para las mujeres, era un asunto vital. Aún antes de la 1ª Guerra Mundial, los trabajadores tenían el derecho de votar en todos los países burgueses excepto en Rusia (3). Sólo las mujeres y los locos no tenían este derecho. Sin embargo, al mismo tiempo, la cruda realidad del capitalismo exigía la participación de las mujeres en la economía del país. Cada año se incrementaba el número de mujeres que salían a trabajar en las fábricas, talleres, o como sirvientas y trabajadoras de la limpieza. Las mujeres trabajaban junto a los hombres, y la riqueza del país fue creada por sus manos. Pero las mujeres aun así se quedaron sin el voto.
Pero en los años anteriores la guerra la inflación forzó aún más a las tranquilas amas de casa a tomar interés en las cuestiones de la política y en protestar a gritos contra el saqueo de la burguesía. “Las insurrecciones de las amas de casa” llegaron a ser cada vez más frecuentes, estallando en diferentes momentos en Austria, Inglaterra, Francia y Alemania.
Las trabajadoras entendieron que no era suficiente con romper los puestos del mercado o amenazar a un comerciante. Entendieron que tal acción no bajaba el costo de vida. De lo que se trataba era de cambiar la política del gobierno. Y para lograr esto la clase obrera empieza a ver la necesidad de ampliar el sufragio.
Fue decisivo tener un Día de la Mujer en cada país como una forma de lucha por obtener el voto para las obreras. Este día fue un día de solidaridad internacional en la lucha por los objetivos comunes y un día para la revisión de la fuerza organizada de las mujeres que trabajan bajo la bandera del socialismo.

El primer Día Internacional de la Mujer

La decisión fue tomada en el Congreso de la II Internacional de las Socialistas que no se dejó en el papel. Se decidió sostener el primer Día Internacional de la Mujer en 19 de marzo de 1911 (4).
Esta fecha no fue elegida al azar. Nuestras camaradas alemanas escogieron el día debido a la importancia histórica para el proletariado alemán. El 19 de marzo en el año de la revolución de 1848, el rey de Prusia reconoció por primera vez la fuerza del pueblo armado y cedió ante la amenaza de una insurrección proletaria. Entre las muchas promesas que hizo, que luego no cumplió, introdujo el voto para la mujer.
Después del 11 de enero, se realizaron esfuerzos en Alemania y Austria para preparar el Día de la Mujer. Se dieron a conocer los planes para la manifestación tanto por el boca a boca, como en la prensa. Durante la semana antes del evento del Día de la Mujer, dos periódicos aparecieron: El voto para las mujeres en Alemania y Día de la Mujer en Austria. Varios artículos dedicaron al evento del Día de la Mujer – “Mujeres y Parlamento”, “Las Obreras y los asuntos municipales”, “¿Qué obtienen las amas de casa en la política?”, etc. – analizando a fondo la cuestión de la igualdad de las mujeres en el gobierno y en la sociedad. En todos los artículos se enfatizaba el mismo punto: que era absolutamente necesario hacer el parlamento más democrático extendiendo el sufragio para las mujeres.
El primer Día Internacional de la Mujer tomó lugar en 1911. Su éxito colmó todas las expectativas. Alemania y Austria en el Día de la Mujer Trabajadora fueron un hervidero oceánico de mujeres. Se organizaron mítines en todas partes – en las ciudades pequeñas las salas estaban tan llenas de gente, que se le pidió a los obreros dejar sus lugares para las mujeres.
Esta era ciertamente la primera muestra de militancia de las obreras. Los hombres se quedaron en casa con sus niños para darle la oportunidad de participar, y sus esposas, las amas de casa cautivas, asistieron a los mítines. Durante las manifestaciones callejeras más grandes, en donde 30.000 mujeres tomaron parte, la policía decidió quitar las pancartas de las manifestantes: las obreras se mantuvieron firmes. En la riña que siguió, el derramamiento de sangre fue prevenido sólo con la ayuda de los diputados socialistas en el Parlamento.
En el Día Internacional de la Mujer de 1913 se transfirió la fecha al 8 de marzo. Este día ha permanecido como el día militante por la Mujer Trabajadora.

¿Es necesario el Día de la Mujer?

El Día de la Mujer en Norteamérica y Europa tuvo resultados impresionantes. Es verdad que ni un parlamentario burgués pensó en hacer concesiones a los obreros o de responder a las demandas de las mujeres a raíz de las movilizaciones. Por aquel entonces, la burguesía no estaba amenazada por una revolución socialista.
Pero en el Día de la Mujer se logró algo. Resultó sobre todo ser un método excelente de agitación entre las menos politizadas de nuestras hermanas proletarias. Ayudó a virar su atención a los mítines, manifestaciones, cartelones y panfletos que fueron dedicados al Día de la Mujer. Aún el pensamiento de la obrera políticamente más atrasada decía a sí misma: “Este es nuestro día, el festival para las obreras”, y ellas vitorearon en los mitines y manifestaciones. Después de cada Día de la Mujer Proletaria, muchas mujeres se unieron a los partidos socialistas y los sindicatos crecieron. Las organizaciones mejoraron y la consciencia política se desarrolló.
El Día de la Mujer sirvió sin embargo para otra función: fortaleció la solidaridad internacional de los trabajadores. Los partidos de diferentes países intercambiaban los oradores para esta ocasión: los camaradas alemanes iban a Inglaterra, los camaradas ingleses a Holanda, etc. La cohesión internacional de la clase obrera ha llegado a ser fuerte y firme y esto significa que la lucha de la fuerza de combate del proletariado como un todo ha crecido.
Estos son los resultados del Día de la Mujer Trabajadora. El día de la militancia de las obreras que ayudaron a acrecentar la consciencia y la organización de las proletarias. Y esto significó que su contribución es esencial para el éxito de esta lucha por un futuro mejor para la clase obrera.

El Día de la Mujer Proletaria en Rusia

La obrera rusa tomó parte del “Día de la Mujer Trabajadora” en 1913. Esto fue en la época de la reacción zarista, cuando este sostenía a los obreros y campesinos como a una rosca de torno. Aquí no cabía pensar en la celebración del “Día de la Mujer Trabajadora” a través de manifestaciones abiertas. Pero las obreras organizadas fueron capaces de remarcar su día internacional en los periódicos legales de la clase obrera – el bolchevique Pravda y el menchevique Looch – sacaron artículos acerca del Día Internacional de la Mujer mostrando artículos especiales, retratos de algunas participantes del movimiento obrero y saludos de los camaradas tales como Bebel y Zetkin.
En aquellos años desolados los mítines fueron prohibidos. Pero en Petrogrado, en la Bolsa de Valores de Kalashaikovsky, las obreras pertenecientes al Partido organizado un foro público sobre “La cuestión de la mujer”. La entrada era de 5 kopecks. Esto era una reunión ilegal pero en la sala estaba completamente llena. Los miembros del Partido hablaron. Pero este mitin a “puerta cerrada” terminó cuando la policía intervino y arrestó a muchos de los oradores.
Fue de gran importancia para los obreros del mundo que las mujeres de Rusia, que vivían bajo la represión zarista, se unieran y de algún modo llevaran adelante acciones por el Día Internacional de la Mujer. Esta era una buena señal de que Rusia estaba despertando y que las prisiones y la horca zarista eran impotentes de acabar con el espíritu lucha y la protesta de los trabajadores.
En 1914, el “Día de la Mujer Proletaria” en Rusia fue mejor organizado. Ambos periódicos obreros se interesaron con la celebración. Nuestros compañeros pusieron mucho esfuerzo en la preparación del “Día de la Mujer Trabajadora”. A causa de la intervención policíaca, no se logró organizar una manifestación. Las personas involucradas en la planificación del “Día de la Mujer Proletaria” fueron encerradas en las prisiones zaristas, y muchos fueron enviados al frío norte. Sin embargo la consigna “por el voto a las mujeres que trabajan” se había convertido en Rusia en un llamado abierto para el derrocamiento de la autocracia zarista.

Día de la Mujer Proletaria durante la guerra imperialista

La primera guerra mundial estalló. La clase obrera en todos los países fue cubierta con la sangre de la guerra (5). En 1915 y 1916 el “Día de la Mujer Trabajadora” en el extranjero fue un asunto débil. Las socialistas del ala izquierda, que compartían los puntos de vista del Partido Bolchevique Ruso, trataron de transformar el 8 de marzo en una manifestación de las obreras contra la guerra. Pero los traidores del Partido Socialdemócrata de Alemania y demás países no permitieron a las socialistas a organizar los mítines; y las socialdemócratas rechazaron los pasaportes a las bolcheviques para asistir en países neutrales donde las trabajadoras organizaban mítines internacionales y mostrar así que a pesar del deseo de la burguesía, el espíritu de solidaridad internacional persistía.
En 1915, sólo en Noruega se trató de organizar una manifestación internacional en el Día de la Mujer; las representantes de Rusia y de los países neutrales asistieron. Aquí (Rusia) no se pensó en organizar un Día de la Mujer, porque el poder del zarismo y la maquinaria militar eran desenfrenados.
Entonces llegó el gran, gran año de 1917. El hambre, el frío y los juicios de guerra quebraron la paciencia de las obreras y campesinas de Rusia. En 1917, el 8 de marzo (23 de febrero), el Día de la Mujer Trabajadora, las mujeres salieron con valentía a las calles de Petrogrado. Algunas eran obreras, otras eran esposas de los soldados. Demandaban “Pan para nuestros niños” y “El retorno de nuestros esposos de las trincheras”. En este tiempo decisivo las protestas de las obreras plantearon tal amenaza que las fuerzas de seguridad zarista no se atrevieron a tomar las medidas comunes contra los rebeldes, pero miraron con confusión el mar tormentoso del enojo del pueblo.
El Día de la Mujer Trabajadora de 1917 llegó a ser memorable en la historia. En éste día las rusas levantaron las antorchas de la revolución proletaria y colocaron al mundo en el fuego. La revolución de febrero marcó su inicio ese día.

Nuestro llamado a la batalla

El “Día de la Mujer Trabajadora” fue organizado hace 10 años en la campaña por la igualdad política de las mujeres y la lucha por el socialismo. Este objetivo ha sido alcanzado por las mujeres de la clase obrera en Rusia. En la república soviética las obreras y las campesinas no necesitaron luchar por el sufragio y por los derechos civiles. Ya se han ganado esos derechos. Las obreras y las campesinas rusas son ciudadanas iguales – en sus manos es un arma poderosa para lograr la lucha por una vida mejor – con el derecho a votar, a participar en los soviets y en todas las organizaciones colectivas.
Pero sólo los derechos no son suficientes. Tenemos que aprender a hacer uso de ellos. El derecho a votar es un arma que tenemos que aprender a dominar para nuestro propio beneficio, y por el bien de la República Obrera. En los 2 años de Poder Soviético, la vida en sí no ha sido absolutamente cambiada. Sólo estamos en el proceso de la lucha por el comunismo y estamos rodeados por el mundo oscuro y represivo que hemos heredados del pasado. Los grilletes de la familia, del trabajo doméstico, de la prostitución, aún pesan muchísimo sobre las obreras. Las obreras y las campesinas sólo puede librarse de esta situación y lograr la igualdad en la vida, y no solo en la ley, si ponen todas sus energías en hacer de Rusia una sociedad verdaderamente comunista.
Y para acelerar este futuro, primero tenemos que arreglar la economía frustrada de Rusia. Debemos considerar la resolución de dos tareas inmediatas – la creación de una fuerza laboral bien organizada y políticamente consciente y el re-establecimiento del transporte. Si nuestro ejército de la clase obrera trabaja bien pronto tendríamos motores de vapor, una vez más; los ferrocarriles comenzarían a funcionar. Esto significa que los obreros y las obreras obtendrán el pan y la leña que necesitan desesperadamente.
Obteniendo el transporte de regreso a la normalidad se apresurará la victoria del comunismo. Y con la victoria del comunismo llegará la igualdad completa y fundamental de las mujeres. Esto es por qué la consigna del “Día de la Mujer trabajadora” debería ser este año: “Las obreras, las campesinas, las madres, las esposas y las hermanas, todas a esforzarse a ayudar a los obreros y camaradas en la superación del caos de los ferrocarriles y el re-establecimiento del transporte. Todos en la lucha por el pan y la leña, y las materias primas”.
El año pasado la consigna del Día de la Mujer Proletaria era: “Todos por la Victoria del Frente Rojo”. Ahora llamamos a las trabajadoras a marchar en el nuevo frente incruento – ¡el frente de la clase obrera! El Ejército Rojo derrotó al enemigo externo, porque estaba organizado, disciplinado y listo para el auto-sacrificio. Con la organización, el trabajo duro, la auto-disciplina y el auto-sacrificio, la república obrera vencerá al enemigo interno – la dislocación del transporte y la economía, el hambre, el frío y la enfermedad. “¡Todos hasta la victoria en el frente incruento de la clase obrera!”

Las nuevas tareas del Día de la Mujer Trabajadora

La revolución de octubre ofreció a la mujer igualdad con los hombres en lo concierne a los derechos civiles. Las mujeres del proletariado ruso, que no estaban hasta hace tanto tiempo más desafortunadas y oprimidas que ahora, en la República Soviética, son capaces de mostrar con orgullo el camino a la igualdad política a los camaradas de los demás países mediante el establecimiento de la dictadura del proletariado y del poder soviético.
La situación es muy diferente en los países capitalistas donde las mujeres aún están súper- explotadas y desfavorecidas. En esos países la voz de las obreras es débil y sin vida. Es verdad que en varios países – en Noruega, Australia, Finlandia y en algunos de los estados de América del Norte – las mujeres han conquistado los derechos civiles aún antes de la guerra. (5)
En Alemania, después de haber echado al Kaiser y establecerse una república burguesa, encabezada por los “compromisarios” (6), 36 mujeres entraron al parlamento – pero ¡ni una sola comunista!
En 1919, en Inglaterra, una mujer fue elegida por primera vez como Miembro del Parlamento. Pero ¿quién fue ella? Una “lady”. Esto quiere decir una terrateniente, una aristócrata.
En Francia, también ha surgido tardíamente la idea de extender el sufragio para las mujeres.
Pero ¿para qué se usa esos derechos para las trabajadoras en el marco del parlamentarismo burgués? Mientras el poder esté en las manos de los capitalistas y los dueños de la propiedad privada, ningún derecho político salvará a las obreras de la posición tradicional de la esclavitud en el hogar y en la sociedad. La burguesía francesa está lista para lanzar otra concesión a la clase obrera, en vistas del ascendente de las ideas bolcheviques entre el proletariado: están dispuestos a darle a las mujeres el voto.
Sr. Burgués, señor – ¡Es demasiado tarde!
Después de la experiencia de la Revolución de Octubre Rusa, es claro para todas las obreras en Francia, en Inglaterra y en otros países, que sólo la dictadura del proletariado, sólo el poder de los soviets puede garantizar la igualdad completa y absoluta, la victoria final del comunismo que derribará las viejas cadenas de la opresión y de la falta de derechos. Si la tarea del “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” fuera temprana de cara a la supremacía de los parlamentos burgueses, para luchar por el derecho de las mujeres a votar, ya la clase obrera tiene una nueva tarea: organizar a las obreras alrededor de las consignas de lucha de la III Internacional. En vez de tomar parte en el trabajo del parlamento burgués, escuchar al llamado desde Rusia.
“¡Mujeres Trabajadoras de todos los países! ¡Organizar un frente único del proletario en la lucha contra todos aquellos que están saqueando al mundo! ¡Abajo con el parlamentarismo burgués! ¡Damos la bienvenida al poder soviético! ¡Acabemos con las desigualdades sufridas por las obreras y los obreros! ¡Lucharemos con los obreros para el triunfo del comunismo mundial!”
Este llamado fue escuchado por primera vez, entre las pruebas de un nuevo orden, en las batallas de guerra civil, será escuchado y sonará como un acorde en los corazones de las obreras de los demás países. Las trabajadoras escucharán y creerán en este llamado para hacerlo cierto. Hasta hace poco se pensaban que si lograba enviar algunas representantes al parlamento sus vidas sería más fácil y la opresión del capitalismo más soportable. Ya saben lo contrario.
Sólo el derrumbamiento del capitalismo y el establecimiento del poder soviético salvarán al mundo del sufrimiento, de las humillaciones y de las desigualdades que marca la vida de las trabajadoras en los países capitalistas. ¡El “Día de la Mujer Trabajadora” se convierte de un día de lucha por el sufragio, en un día internacional de la lucha por la liberación plena y absoluta de la mujer, que significa una lucha por la victoria de los soviets y por el comunismo!
¡Abajo con el mundo de la Propiedad Privada y del Poder del Capital! ¡Acabar con la desigualdad, la falta de los derechos y la opresión de la mujer – el legado del mundo burgués! ¡Hacia la unidad internacional de las obreras y los obreros en la lucha por la dictadura del proletariado – el proletariado de ambos sexos!

Alexandra Kollontai

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