sábado, 18 de diciembre de 2021

Sindicatos policiales.¡Fuera los sindicatos policiales del Pit- Cnt!


La reciente represión policial contra los trabajadores del transporte demuestra una vez más la necesidad de expulsar a los sindicatos policiales del Pit-Cnt. La reciente protesta de la Coordinadora del Inter de la UNOTT, terminó en una represión policial contra un corte intermitente, mediante la aplicación de la LUC.
 Ante el retroceso de las y los compañeros un policía efectuó un disparo con una escopeta de balas de goma a escasos metros de las y los manifestantes, los perdigones hirieron a un manifestante. 
 Luego de ello el sindicato policial integrante del Pit-Cnt llamado SIFPOM emitió un comunicado escueto en el que no repudia la represión, y deja ambiguo el significado de “trabajadores” con un “nunca será trabajador contra trabajador el camino”, incluyendo a sus mismos integrantes del aparato represivo que obedecen órdenes de represión ante la resistencia a una autoridad que defiende los intereses de las clases dominantes. 
 No es la primera vez que este sindicato defiende una represión, numerosas veces la policía ha reprimido protestas sociales, dejando heridas a manifestantes y el SIFPOM ha defendido a los represores de las mismas. 
 Desde el surgimiento el sindicato policial actualmente SIFPOM (Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo) con carácter nacional y adherido al PIT-CNT ha sido objeto de polémica. No solo porque integrantes del aparato represivo pertenezcan a una organización de la clase trabajadora, también porque han demostrado su carácter represivo y encubridor de la violencia policial. 
 Numerosas declaraciones del SIFPOM avalan la represión en los barrios como la reciente en Malvín Norte, la represión realizada en octubre de 2020 en la Plaza Liber Seregni, la macha contra UPM en la Educación en el año 2019 (de la que entre las personas detenidas se encontraba un compañero de La Izquierda Diario registrando la cobertura), pedidos de procesamiento ante el cuestionamiento de la Policía como el caso de Alternativa FM en este año.
 Sobran las muestras de este macabro carácter por parte del SIFPOM y de la violencia represiva que es inherente a la función policial, especialmente contra la juventud pobre y contra quienes protestamos socialmente. 
 En relación a la LUC, el SIFPOM fue un claro opositor a la juntada de firmas no teniendo un rol activo contra los 135 artículos y realizando declaraciones en favor de la LUC porque “brinda garantías a su accionar” o sea más garantías para reprimir, para controlarnos y registrarnos sin respetar derechos y garantías individuales, disparar primero preguntar después, y asesinar. 
 La movilización contra la violencia policial y el legítimo reclamo para que el SIFPOM y los policías deben estar afuera del Pit-Cnt, los pone cada vez más objeto de discusión pública. El SIFPOM y sus aliados en el movimiento obrero no tendrán fácil la tarea de encubrir la violencia que ejercen contra las y los pobres y contra la protesta, la cautela reciente en sus comunicados y el doble discurso utilizado son un indicio de eso. 
 De todas formas esta operación que naturaliza la represión apelando a que hay “contradicciones inevitables” que conllevan la integración de este sector a la vida sindical, de parte de voceros propios del sindicato policial y sus aliados, no cesa. 
 Apoyados en una ilusoria concepción basada en la conciliación de clases y una “evolución” (con contradicciones) hacia una supuesta armonía futura con los “servidores públicos”.

 De los “militares patriotas” a los sindicatos policiales 

 Los principales aliados del sindicalismo policial dentro del Pit –Cnt son las corrientes frenteamplistas Gerardo Cuesta y Articulación, en el plano político el Partido Comunista es uno de los principales actores que sostiene la discusión doctrinal a favor de la integración de tales sindicatos en el Pit-Cnt. 
 Como en el pasado, esas mismas corrientes políticas apostaron a congeniar con oficiales de las FFAA denominados “militares patriotas”, no sorprende que viejas concepciones basadas en la conciliación de clases se renueven y adquieran nuevas formas a partir de la misma raíz.
 Son estos aliados que se encargan de poner paños fríos y justificar todo lo que se les presenta por delante, para que la mayoría del movimiento obrero “acepte” las “contradicciones inevitables” de un proceso supuestamente necesario en el camino de la integración de este sector en el movimiento obrero. 
 Marcelo Abdala por ejemplo, además de justificar todo con las “contradicciones inevitables”, utiliza hábilmente un argumento basado en una supuesta seriedad política de la necesidad de tener una política sobre ciertos sectores de la sociedad, para pasar de contrabando la necesidad de la integración de estos sindicatos, haciendo pasar una cosa como la otra como si fueran equivalentes. 
 Como partido de gobierno el Frente Amplio hizo lo suyo a la hora de fortalecer el aparato policial durante su administración, con aumento de recursos y tecnificación, mejorando la capacidad represiva de dicho aparato. 
 Por eso no es de extrañar que las corrientes sindicales afines defiendan dentro del Pit-Cnt la pertenencia de sindicatos policiales, porque en última instancia no es contradictorio con su propia política de gobierno. Siendo los sindicatos policiales una herramienta más para favorecer el fortalecimiento del aparato policial, bajo la concepción idílica de una sociedad armónica con conciliación de clases y una convivencia armónica con los “servidores públicos”. 

 La función que cumplen los sindicatos policiales

 Aquí en Uruguay y en otras partes del mundo se corrobora que la existencia de los sindicatos policiales sirven para fortalecer a dicha fuerza represiva del Estado. La defensa corporativa que típicamente despliegan sus miembros va en consonancia con el poder político y estatal de fortalecer los medios de defensa de que dispone la clase capitalista. En los hechos aumenta la profesionalización, el equipamiento y sobre todo la impunidad de su accionar, naturalizando y avanzando en el abuso de poder.
 Los defensores reformistas del sindicato policial - como algunos dirigentes del PIT-CNT y la cúpula del Frente Amplio - basan su opinión en la concepción de que es posible la reforma pacífica e institucional del aparato represor del Estado, ignorando intencionalmente el carácter de clase del mismo y la función central que cumple la policía en dicha estructura de poder. 
 El poder policial y la opresión que cumple sobre las demás clases, es para garantizar el poder de la clase capitalista y por lo tanto es uno de los pilares fundamentales del dominio clasista del capital. Por eso, la reforma de dicha institución es imposible porque pone en riesgo la propia existencia de los capitalistas como clase. Esto lo saben bien ellos y sus representantes políticos, a pesar de que lo nieguen los políticos progresistas o lo maquillen con relatos que no responden a la esencia de la cuestión.
 Los reformistas esperan que la defensa corporativa de sus intereses lleve a los policías a una “evolución” cultural y política que los decante a favor de los intereses populares. La realidad represiva cotidiana marca con crudeza la ingenuidad de esas ilusiones. 

 ¡Fuera los sindicatos policiales del Pit – Cnt! 

 Las fuerzas policiales amparadas en la LUC, que dicho sea de paso el sindicato policial hizo lo suyo por acción u omisión para sostenerla, dieron una pequeña muestra de sus intenciones y de lo que son capaces para impedir mediante la represión la lucha de los trabajadores. 
 Sacar a los sindicatos policiales del Pit –Cnt por lo tanto se vuelve también más evidente e imperioso, los ejemplos represivos se seguirán sumando y agravando, y no hay relato progresista que logre maquillar la cruda realidad del rol que cumplen las fuerzas represivas y sus sindicatos en esta sociedad.
 El fortalecimiento para el accionar de las mismas que otorga la LUC, la cual contiene varios artículos anti obreros, pone sobre la mesa la necesidad de un movimiento democrático anti represivo que se plantee acabar con la LUC, no solo en la próxima instancia electoral sino, proponerse liquidar esa ley reaccionaria en su conjunto mediante los métodos de lucha de la clase trabajadora, desde las bases y en las calles. 

La Izquierda Diario Uruguay
 Sábado 18 de diciembre

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