miércoles, 10 de noviembre de 2021

Chile: diputados votan el juicio político a Piñera y la militarización contra el pueblo mapuche


La destitución (improbable) la debe decidir el Senado. 

Luego de una maratónica sesión de casi 24 horas, con 78 votos a favor y 68 en contra, la Cámara de Diputados de Chile aprobó la acusación constitucional contra Piñera. Enseguida, el Congreso trató otras dos cuestiones: la Cámara de Diputados dio luz verde a la extensión del Estado de Emergencia en las regiones de las comunidades mapuches, y el Senado rechazó el cuarto retiro de los fondos de las AFP. La Convención Constituyente observa estos acontecimientos como si ocurrieran en otra galaxia. 

 Juicio a Piñera 

La votación de la acusación fue presentada por la oposición luego del escándalo de los Pandora Paper que revelaron la venta de la Minera Dominga, propiedad del presidente de Chile, por medio de transacciones en las cuentas offshore de Piñera en las Islas Vírgenes Británicas. La destitución eventual de Piñera queda a cargo ahora del Senado. Esto ocurre a solo dos semanas de las elecciones presidenciales y a cuatro meses de que finalice su mandato. La minera representa un irreparable daño para la flora y fauna de la localidad de La Higuera. 
 Paralelamente, el Ministerio Público de Chile informó la apertura de una investigación judicial contra Piñera por “posibles delitos tributarios y de cohecho”. 

 “El señor Smith viaja a Washigton” 

La votación en Diputados comenzó ayer a las 10 horas con un cuadro irregular. El diputado y candidato presidencial, Gabriel Boric, había dado positivo en el test de la variante Delta de Covid, afectando al diputado frenteamplista Giorgio Jackson, contacto estrecho de Boric, y haciendo peligrar el quórum para la votación contra Piñera. Para conseguir que Jackson finalizara el lunes su último día de cuarentena, la oposición apeló al “filibusterismo”, una práctica parlamentaria en Estados Unidos para alargar la sesión el tiempo que se conviene necesario. El diputado de la oposición Jaime Naranjo (Partido Socialista), abrió la sesión leyendo un mamotreto de mil trescientas páginas para darle tiempo a Jackson a cumplir su tiempo de cuarentena. La lectura de Naranjo duró catorce horas, y Jackson pudo dar quórum para que la acusación constitucional avance al Senado. 

 Cuarto retiro y militarización contra los mapuches 

En el Congreso se votaron además otras dos controvertidas cuestiones. Por un lado, el cuarto retiro de los fondos de AFP no logró obtener el quórum para su aprobación en el Senado. Al momento de escribir la nota, el Senado aún no definía si el proyecto se devolvía a una Comisión Mixta y bajo qué composición parlamentaria sería tratado. Si Boric, el candidato del Frente Amplio y el partido comunista, gana el sillón presidencial, tendrá que lidiar con la reforma al sistema de pensiones, cuyas cuentas individuales han quedado cerca de cero. Un cuarto retiro también coloca en una posición difícil al oficialismo, como ocurrió con los retiros anteriores. Los fondos de pensiones son la principal fuente financiera de acumulación capitalista. 
 La otra votación importante giró en torno a la guerra del Estado contra el pueblo mapuche. Piñera solicitó al Parlamento el pasado jueves la extensión del Estado de Emergencia para la zona que se encuentra entre las regiones del Biobío y la Araucanía, donde viven las comunidades mapuches en conflicto por la propiedad de las tierras confiscadas por la industria forestal. Los sectores liderados por el presidenciable ultraderechista José Kast reclaman que se extienda la militarización; con la ayuda de las bancadas de la ex Concertación, la Cámara de Diputados votó a favor de que se militarice el Wallmapu. La cuestión mapuche goza de gran popularidad en los sectores de masas, como lo prueba que se garantizó a los mapuches una representación en la Convención Constituyente, aunque sus posiciones y rol de estos representantes no van necesariamente de la mano de las acciones de lucha directa que organizan las comunidades originarias. 
 La Convención Constitucional, cuyas fuerzas están fragmentadas adentro y afuera de ella, no han jugado ningún rol en el intento de destitución de Piñera, así como tampoco en las decisiones acerca de los retiros de las AFP y el conflicto mapuche. Han acompañado, con la inacción, las acciones reaccionarias del Congreso. 
 La Convención, reducida a la nada, sigue siendo una molestia, sin embargo, para el régimen en su conjunto, porque debe legislar constitucionalmente sobre los fondos de pensión y la cuestión mapuche, y hacerlo en un plazo definido que se acorta. Si fracasa en este cometido mínimo, seguirá en vigencia la Constitución de Pinochet. 
 En la eventualidad de un triunfo de la derecha fascistoide en la segunda vuelta de la elección presidencial, entre Kast y Boric, el impasse constitucional, se resolvería mediante la disolución de la Convención. La rebelión popular de octubre de 2019 y las revueltas que se produjeron en ocasión del reciente aniversario, no han modificado la tendencia popular hacia una abstención fuerte en las elecciones, si no es que la han acentuado todavía más. De modo que los resultados de las elecciones presidenciales podrían añadir un nuevo punto de confrontación con las autoridades que salgan consagradas en esos comicios. El impasse catastrofico del centro izquierda y del partido comunista van agotando las expectativas parlamentarias, sea en el Congreso o la Constituyente, y preparan las condiciones políticas para la continuidad de la rebelión popular.

Javiera Sarraz 
 09/11/2021

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