domingo, 23 de mayo de 2021

Hace falta derramar ideología

Hace unos días leía una columna de Sergio Sommaruga, el se refería a la ética y lo hacía desde un enfoque dialéctico. El compañero Sergio Sommaruga encontró en facebook un aspecto fundamental y válido para otras plataformas. Es decir, estás, las plataformas se transforman en un reflejo de la acción colectiva y ahí entra también lo general y lo particular.
 Lo interesante está en que ya son muchos los compañeros que a partir de formas diferentes intervienen. No está muy alejado en términos concretos, ir a más, es decir intervención planificada, colocando lo central y sin la agenda dislocada. Ganar en iniciativa y no ser meros transmisores de la agenda difusamente intensionada del enemigo de clase a través de los medios masivos de manipulación.
 Me voy a tomar el atrevimiento de introducir un aspecto fundamental que hace a aquello que aún sostenemos, hace falta DERRAMAR IDEOLOGÍA. En esa dirección está, está pretensión de columna. Columna que contiene lectura de "los principios y fundamentos generales del marxismo - leninismo" es por lo tanto una expropiación crítica y viva . 

 ¿Qué es la filosofía materialista?

 En cuanto a esto hay también una confusión que inmediatamente debemos señalar: vulgarmente se entiende por materialista el que no piensa más que en adquirir y difrutar de los bienes y placeres materiales. Jugando con la palabra materialismo que contiene la palabra materia se ha llegado así a darle un sentido completamente falso. 
 Al estudiar el materialismo, en el sentido científico de la palabra, vamos a darle de nuevo su verdadera significación, pues ser materialista no impide, según vamos a verlo, tener un ideal y combatir para hacerlo triunfar. Hemos dicho que la filosofía quiere dar una explicación a los problemas más generales del mundo. 
Pero en el transcurso de la historia de la humanidad, estas explicaciones no siempre han sido las mismas. Los primeros hombres trataban de explicar la naturaleza, el mundo, pero no podían. Lo que permite, en efecto, explicar el mundo y los fenómenos que nos rodean son las ciencias; ahora bien, son muy recientes los descubrimientos que han permitido el progreso de las ciencias.
 La ignorancia de los primeros hombres era, pues, un obstáculo en sus investigaciones. Por eso, en el transcurso de la historia, a causa de esta ignorancia, vemos aparecer las religiones, que también quieren explicar el mundo. Lo explican mediante las fuerzas sobrenaturales. 
Pero esta es una explicación anticientífica. Poco a poco, en el transcurso de los siglos, se desarrollará la ciencia. Los hombres tratarán de explicar el mundo por los hechos materiales, partiendo de experiencias científicas y de ahí, de esa voluntad de explicar las cosas por la ciencia, nace la filosofía materialista. Hay que estudiar qué es el materialismo; pero, desde ya, debemos tener presente que materialismo no es otra cosa que la explicación científica del universo. 
 Estudiando la historia de la filosofía materialista veremos qué tan ardua y difícil ha sido la lucha contra la ignorancia. Debemos comprobar, por otra parte, que en nuestros días esta lucha no ha terminado aún, puesto que el materialismo y la ignorancia continúan subsistiendo juntos, uno al lado del otro. En el transcurso de ese combate Marx y Engels comprendiendo la importancia de los grandes descubrimientos del siglo XIX, permitieron a la filosofía del materialismo hacer enormes progresos la explicación científica del universo. 
Así nació el materialismo dialéctico. Después, fueron los primeros en comprender que las leyes que rigen al mundo también permiten explicar la marcha de las sociedades; formaron así la célebre teoría del materialismo histórico. 
 Es una obligación, es una responsabilidad proponerse estudiar en esta obra, en primer lugar el materialismo, después el materialismo dialéctico y, por último, el materialismo histórico. Por el momento, queremos establecer las relaciones entre el materialismo y el marxismo. 

 ¿Cuáles son las relaciones entre el materialismo y el marxismo? 

 Podemos resumirlas de la manera siguiente: 
 1º La filosofía del materialismo es la base del marxismo. 
 2o Esta filosofía materialista, que quiere dar una explicación científica a los problemas del mundo, progresa en el transcurso de la historia al mismo tiempo que las ciencias. Por consiguiente, el marxismo ha surgido de las ciencias, se apoya en ellas y evoluciona con ellas. 
 3º Antes de Marx y Engels hubo, en muchas oportunidades y con distintas formas, filosofías materialistas. Pero en el siglo XIX, habiendo dado las ciencias un gran paso adelante, Marx y Engels renovaron ese viejo materialismo partiendo de las ciencias modernas y nos dieron el materialismo moderno que se llama materialismo dialéctico y que es la base del marxismo. Vemos, por estas breves explicaciones, que la filosofía del materialismo, contrariamente a lo que se ha dicho, tiene una historia. Esa historia esta íntimamente ligada a la historia de las ciencias. 
El marxismo, basado en el materialismo, no ha surgido del cerebro de un solo hombre. Es el desenlace, la continuación del viejo materialismo que ya estaba muy avanzado con Diderot. El marxismo es la expansión del materialismo desarrollado por los enciclopedistas del siglo XVIII, enriquecido por los grandes descubrimientos del siglo XIX. El marxismo es una teoría viva y, para mostrar de qué manera encara los problemas, vamos a dar un ejemplo que todo el mundo conoce:

 El problema de la lucha de clases.

 ¿Qué piensa la gente sobre esta cuestión? Unos creen que la defensa del pan exime de la lucha política. Otros, que basta con andar a puñetazos en la calle, negando la necesidad de la organización. Otros, todavía, pretenden que sólo la lucha política dará una solución a este problema. 
 Para el marxismo, el problema de la lucha de clases comprende:
 a) La lucha económica; 
 b) La lucha política;
 c) La lucha ideológica. 
 El problema debe ser planteado simultáneamente pues, en los tres terrenos. 
 a) No se puede luchar por el pan (lucha económica) sin luchar por la paz (lucha política) y sin defender la libertad (lucha ideológica). Acá prevalece la contradicción, es decir que su opuesto Unido y en lucha, está presente. 
 b) Ocurre lo mismo en cuanto a la lucha política, que desde Marx se ha transformado en una verdadera ciencia: hay que tener en cuenta a la vez la situación económica y las corrientes ideológicas. 
 c) En cuanto a la lucha ideológica que se manifiesta por la propaganda, estamos en la obligación de tener en cuenta, para que sea eficaz, la situación económica y política. 
 Vemos, pues, que todos estos problemas están vinculados, y así no se puede tomar una decisión ante cualquier aspecto de este gran problema que es la lucha de clases (en una huelga, por ejemplo) sin tomar en consideración cada aspecto del problema y el conjunto del problema mismo. Así, pues, el que sea capaz de luchar en todos los terrenos dará al movimiento la mejor dirección. 
 Vemos cómo comprende un marxista ese problema de la lucha de clases. Además, en la lucha ideológica que debemos sostener todos los días, nos encontramos ante problemas difíciles de resolver: inmortalidad del alma, existencia de Dios, orígenes del mundo, etcétera. El materialismo dialéctico nos dará un método de razonamiento que nos permitirá resolver todos esos problemas, así como, desenmascarar todas las campañas de falsificación del marxismo que pretenden completarlo y renovarlo. 

Campañas de la burguesía contra el marxismo. 

Esas tentativas de falsificación se apoyan sobre bases muy variadas. Se trata de levantar contra el marxismo a los autores socialistas del período premarxista (anteriores a Marx). Es así como se ve utilizar contra Marx, muy a menudo, a los "utopistas". Otros utilizan a Proudhon; otros se inspiran en los revisionistas de antes de 1914 (refutados éstos magistralmente por Lenin). Pero lo que hay que subrayar es la campaña de silencio que hace la burguesía contra el marxismo. Lo ha hecho todo en particular para impedir que sea conocida la filosofía materialista en su forma marxista. En este sentido es particularmente sorprendente el conjunto de la enseñanza filosófica tal como se da en el capitalismo y sus centros de formación. 
 En los establecimientos de enseñanza secundaria se enseña filosofía. Pero se puede seguir toda esta enseñanza sin enterarse de que existe una filosofía materialista elaborada por Marx y Engels. Cuando en los manuales de filosofía se habla de materialismo (porque es necesario hablar de ello) siempre se trata del marxismo y del materialismo de una manera separada. Se presenta al marxismo, en general, únicamente como una doctrina política, y cuando se habla de materialismo histórico no se habla, a ese respecto, de la filosofía del materialismo; por último, se ignora todo cuanto atañe al materialismo dialéctico. 
 Esta situación no existe sólo en las escuelas y en los liceos; ocurre exactamente lo mismo en las universidades. Lo más característico es que se puede ser en cualquier país capitalista un "técnico" de la filosofía, provisto de los diplomas más importantes que entregan las universidades, sin saber que el marxismo tiene una filosofía que es el materialismo y sin saber que el materialismo tradicional tiene una forma moderna, que es el marxismo, o materialismo dialéctico.
 Queremos demostrar, por nuestra parte, que el marxismo constituye una concepción general, no sólo de la sociedad, sino también del mismo universo. Es inútil, pues, contrariamente a lo que pretenden algunos, lamentar que el gran defecto del marxismo sea su falta de filosofía y querer, como algunos teóricos del movimiento obrero, ir en busca de esa filosofía que falta en el marxismo.
 No es menos cierto que, a pesar de esa campaña de silencio, a pesar de todas las falsificaciones precauciones tomadas por las clases dirigente, el marxismo y su filosofía comienzan a ser cada vez más conocidos. 

 Osbaldo Zuñiga

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