La postergación del paro del 25 de julio para fines de agosto muestra que la prioridad de la dirección del PIT-CNT es darle paz social al gobierno para que imponga su propuesta de rendición de cuentas antipopular
El paro de 24 horas previsto para el próximo 25 de julio fue pospuesto para el 22 de agosto a partir de una decisión adoptada por mayoría en la última mesa representativa.
La postergación fue acordada por los sectores sindicales que responden al Partido Comunista y a Articulación en función de supuestos avances en la Rendición de Cuentas.
Estos sectores, más preocupados por darle gobernabilidad al Frente Amplio que por defender los derechos de los trabajadores, consideraron que las mínimas concesiones que dio el gobierno (pequeños aumentos de salarios en Salud Pública e INAU y prespuestación de porteros en primaria) eran motivo suficiente para levantar el paro general que ya estaba convocado para este próximo miércoles. Las bases no fueron consultadas para tomar esta decisión mientras que los sectores opositores propusieron sin éxito, mantener la fecha ya pautada.
Con un panorama electoral incierto para el Frente Amplio (algunas encuestas marcan que el Partido Nacional está algunos puntos arriba) y el malestar por la situación económica y social, los sectores mayoritarios de la central de trabajadores hicieron pesar su influencia para desarticular una medida de lucha que iba a expresar el descontento con el gobierno de Tabaré.
En los hechos implica dejar pasar una Rendición de Cuentas a tono con los lineamientos de los organismos internacionales que reclaman más ajuste y recortar el gasto social.
Una política económica contra los trabajadores
Los cambios introducidos en este tiempo en la Rendición de Cuentas son concesiones menores que no cambian en lo esencial la “filosofía” de la orientación económica del Frente Amplio.
La proclamada austeridad implica peores condiciones de vida para los trabajadores y el pueblo y continúa en la línea de beneficiar a los empresarios y capitalistas.
La salud y la educación continuarán perdiendo calidad, las tarifas de los servicios públicos seguirán altas y un amplio sector de los trabajadores continuarán con sueldos que rondan el 25% de la canasta básica. Mientras tanto el desempleo continúa en ascenso y los trabajos disponibles son precarios y de mala calidad.
Los jóvenes son un sector afectado especialmente, ya que entre ellos se registran altos índices de deserción del sistema educativo y acceso a puestos laborales mal pagos y de superexplotación; a la vez el acceso a la vivienda se convierte en una utopía por el alto precio de los alquileres.
La dirección del PIT-CNT vuelve a mostrar que ha perdido la independencia política y que se subordina al gobierno frenando y obstaculizando cualquier plan de lucha serio contra esta política económica regresiva.
Los trabajadores y estudiantes que vienen luchando y movilizándose contra esta rendición de cuentas (ocupaciones, paros y movilizaciones en la educación, conflicto en el hospital de Clínicas, entre otros) son los que pueden ofrecer una alternativa con un plan de lucha serio que contemple todas las necesidades y reivindicaciones populares.
Un plan de lucha que se proponga unificar los conflictos para frenar los cierres de los lugares de trabajo, que luche por aumento de salario, terminar con la precariedad laboral y por el 6% para la educación.
Hernán Yanes
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