domingo, 7 de noviembre de 2010

AL CILINDRO...SE LE OCURRIO DERRUMBARSE.-



El Cilindro... mudo testigo de barbaries dictatoriales, plantón, golpes y.... Inocente total, no se habrá prendido fuego de tanta calentura guardada por no poder hablar de "AQUELLO"... y hoy ¿exploto su voz???
El Cumpa Roberto, escribe ese comentario debajo de una foto del cilindro que colgué en mi Feisbu, y de verdad me dieron ganas de escribir sobre el Cilindro, ese coloso de hormigón enorme que veo todas las mañanas al abrir las ventanas de mi casa, desde hace 25 años.
Ahora se le ocurrió derrumbarse, venirse abajo, justo ahora que todavía duele y no ha cicatrizado la herida, aún abierta de la retirada del Sabalero, ahora que no llueve para salir a tirar botecitos de astrasa por la esquina aquella en una boca de tormenta, y cantar con los gurises; "el viento empuja botecitos de astrasa, lindo haberlo vivido pa’ poderlo contar". El Cilindro guarda muchos recuerdos, desde las veces que se vistió de gala, cada vez que hubo un espectáculo artístico, o Sudamericanos de Básquet, o partidos de la Liga Uruguaya. El barrio se viste de colorido, bocinas, tránsito, gritos, multitud, cambian las callecitas de la barriada. El barrio se viste de fiesta, y por unas horas pasa a ser diferente, lleno de vida, agitado, diferente. Y aunque parezca mentira es en esas oportunidades que se siente con algarabía la barriada, y hasta te dan ganas de mirar para afuera por la ventana el movimiento que produce la movida del Cilindro. Ahora esta lesionado, sufrió una lesión fuerte, tanto que se rumorea sacarlo de circulación. La IMM (Intendencia de Montevideo), ni bien sucedió el derrumbe fue categórica; es irreversible, no se puede volver a levantar. Los daños son muy profundos.
El Presidente de la Federación de Básquet del Uruguay, dice en la Prensa que se levante uno nuevo en el Parque Batlle. Escucho que el cilindro fue levantado en el año 1954, y que en su momento fue el estadio cerrado más grande de Sudamérica. Y de verdad me da mucha tristeza, que se le ocurra derrumbarse, y dejar al barrio descolorido, sin multitudes, gritos bocinas, gente de todas partes que son aves de paso, por unas horas nomas. Me lleno de melancolía y nostalgias al mirar por la ventana y verlo, de pie, porque en realidad lo que se vino abajo fue el techo, las paredes siguen en pie, sobre buenos cimientos, aunque en algunas partes tengan rajaduras profundas. Y vienen a mi mente recuerdos de tantas cosas lindas vividas en los alrededores del Cilindro. Mis hijos jugaban de niños por su alrededor, allí aprendieron andar en bici sin las rueditas, armaban con otros gurises picaditos de fútbol, juegos a la escondida, a la mancha, en fin, una niñez feliz. Faltando 10 minutos para el final, las veces que los gurises entraban gratis al evento que hubiera. Muchos recuerdos de éste gigante, que para nosotros ya paso a ser una postal del paisaje del barrio. También en dictadura he sentido que, paso a ser un Centro Clandestino de Compañeros Detenidos. No viví es etapa en este barrio, vivía en mi Salto, y ni siquiera sabía de la existencia del Cilindro, allá en el Norte, llegaban pocas noticias de la Capital. Increíblemente, vine a vivir en el barrio en 1985, con la llegada de Doña Democracia...recién salidita del horno.... si es que se le puede llamar Democracia.... en fin cosas que pasan,...

Marina Montero

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