En la madrugada de hoy, el general Abdelfattah El Burhan derrocó al primer ministro del consejo gubernamental Abdalla Hamdok, que fue arrestado tras negarse a grabar un video -a punta de pistola- en apoyo a la entrega del poder a los militares. La misma suerte corrió su esposa y los cinco ministros civiles del gobierno.
El paradero aún se desconoce. Los militares también cortaron los accesos sobre el río Nilo y bloquearon los medios de comunicación e internet.
Desde fines de 2019, el país es regido por un gobierno de transición cívico militar. Tras gigantescas movilizaciones populares, ese año puso fin a tres décadas de dictadura militar. Sin embargo, producto de las dificultades de los sectores combativos, el poder quedó en manos de un compromiso entre facciones de la burguesía y el viejo aparato militar, que preservó la mayoría de sus prerrogativas.
Este armado político está en crisis desde hace meses. Ante un poder central débil, diversos sectores militares han reforzado su presencia en los distritos más apartados, asumiendo un control virtual sobre la zona de Darfur, el bajo Nilo y otras.
En la capital, Jartum, la resistencia al golpe es masiva. Los reportes de prensa indican que, si bien los militares bloquean los accesos, la ciudad está prácticamente en manos de los manifestantes.
El elemento distintivo en esta resistencia es la experiencia de lucha contra la dictadura y el rol de grupos organizados en el movimiento. Fuerzas como el Partido Comunista Sudanés, y sectores sindicales como la Unión de Profesionales Sudaneses y del sindicato de Pilotos han llamado a derrotar el golpe y se encuentran en las calles, impulsando las protestas.
Disputas en el Cuerno de África
El golpe en Sudán se encuadra en el conflicto regional que tiene como protagonistas a Etiopía y a Egipto, en torno a la utilización de los recursos del Nilo.
El domingo, inmediatamente antes del golpe, Jeffrey Feltman -el hombre fuerte de Estados Unidos en la región- tuvo una reunión de temario reservado con los militares golpistas. Si bien las Naciones Unidas condenaron el golpe, muchos especulan con que el imperialismo está negociando sus condiciones.
Un gobierno militar adicto en Sudán es de interés para Estados Unidos en relación a reforzar la presión contra Etiopía, y hacia un alineamiento directo con la dictadura egipcia de Al Sisi.
Abajo el golpe en Sudán. Viva la resistencia popular contra el golpe.
Luciano Arienti
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