jueves, 16 de abril de 2020
Israel coloca a Gaza al borde de una catástrofe sanitaria
Bloquea el ingreso de insumos contra el coronavirus
Las casi dos millones de personas que viven en la cercada Franja de Gaza, un verdadero gueto a cielo abierto, encaran la llegada del coronavirus a su territorio teniendo que enfrentar la criminal política del gobierno israelí que no solo los somete desde hace más de una década al aislamiento y a represiones sistemáticas que han provocado un desastre humanitario y destruido, en buena medida, su sistema sanitario, sino que ahora, ante la pandemia, no ha abierto siquiera una puerta para el necesario ingreso masivo de medicamentos, material sanitario y kits para realizar los test a los habitantes que puedan estar infectados.
La cantidad de casos de personas contagiadas con el virus es aún reducida (13), a los que se suman otros 3000 que se encuentran en cuarentena por haber ingresado desde el exterior en los últimos días, pero las autoridades sanitarias de la Franja temen que se desate un brote mayor. El sistema de salud no podría enfrentarlo y se produciría una catástrofe sanitaria.
Esas mismas autoridades denunciaron la semana pasada que se les habían agotado los escasos kits con los que contaban para realizar testeos y, luego de dilatadas negociaciones, que se estiraron a lo largo de cuatro días, las autoridades israelíes autorizaron que solo cinco kits comprados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ingresaran al territorio palestino. La insuficiencia de esta cantidad es clara y fue denunciada por las autoridades sanitarias gazatíes: apenas alcanza para realizarle el test a 500 personas, de los dos millones de habitantes de la Franja.
"Hemos comenzado los exámenes inmediatamente después de recibir los kits en la noche del domingo", dijo Ashraf al-Qidra, portavoz del Ministerio de Salud de Gaza, pero "necesitamos realizar pruebas todo el tiempo y por lo tanto, necesitamos cientos de kits de exámenes" (Reuters, 13/4).
La situación de deterioro de los centros de atención provocada por los ataques israelíes y por la imposibilidad de recomponerlos dado el bloqueo realizado por sionistas y egipcios en las dos puntas del pequeño territorio de 365 kilómetros cuadrados, hace que hoy solo se cuente en la Franja con “55 camas de cuidados intensivos y 50 aparatos de reanimación y las fuerzas de ocupación israelíes impiden la entrada de material médico”, a lo que se suma “la falta de personal sanitario” y “los cortes permanentes de electricidad y la contaminación del agua potable, que no es adecuada para el consumo humano”, según denunció Ziad Medoukh, un reconocido escritor palestino (Rebelión 3/4).
La situación en la Franja es, además, muy preocupante ante la pandemia por la alta densidad de población –casi 5.500 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las mayores del mundo- en un cuadro de crisis y miseria generada por el bloqueo. Ziad destaca que la “tasa de paro supera el 67%, más de las dos terceras partes de los hogares sufren inseguridad alimentaria, un 72% de la población de Gaza vive por debajo del umbral de pobreza y un 75% de las y los gazatíes depende de la ayuda alimentaria para sobrevivir”.
La ofensiva de los sucesivos gobiernos sionistas contra el pueblo palestino y, en particular, contra los que habitan la Franja de Gaza, forma parte de una política destinada a la liquidación de todos los derechos de esta población y la expulsión de la población misma, que no ha cambiado ante la aparición de la pandemia.
Además del bloqueo, que lleva 14 años y los brutales ataques y bombardeos de la población del pequeño territorio, el gobierno sionista suma los asesinatos (más de 300 en poco más de un año) de quienes protestan contra el aislamiento israelí en las cercanías de la frontera entre la Franja e Israel y la fumigación con el venenoso glifosato (https://prensaobrera.com/internacionales/64939-israel-rocia-la-franja-de-gaza-con-glifosato) de los escasos sembradíos que crecen en el desértico territorio de Gaza, entre otros hechos criminales.
Ahora está generando las condiciones para una catástrofe humanitaria si el brote del coronavirus se dispara. Como se vio en China, Europa y los Estados Unidos, se expande con una rapidez que la convierte en pocos días en una plaga imparable.
Hay que exigir que se levante el bloqueo y el aislamiento israelí-egipcio, que se permita el ingreso de todo el material sanitario necesario, así como los alimentos y elementos necesarios para mejorar la infraestructura edilicia de la población gazatíes.
Esto plantea nuevamente: fuera las manos sionistas de Gaza. Basta de la carcel a cielo abierto de la población gazatí. Plena libertad para el pueblo palestino. Por una Federación Obrera y Socialista del Medio Oriente.
Nelson Marinelli
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