miércoles, 11 de junio de 2025
lunes, 9 de junio de 2025
Israel secuestró la Flotilla de la Libertad con ayuda humanitaria a Gaza
El ejército sionista de Israel secuestró este lunes 9 la Flotilla de la Libertad, con sus 12 tripulantes a bordo –entre ellos la activista Greta Thunberg- que se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria, en medio del bloqueo criminal y genocida del Estado de Israel que impide el ingreso de alimentos, provisiones, medicamentos y médicos para asistir a la población palestina.
El Estado de Israel está perpetrando un genocidio contra la población palestina, con una invasión y asedio permanente de la población, intensificados desde octubre del 2023, y con un bloqueo a la ayuda humanitaria a la población de Gaza que expone a la muerte a cientos de miles de personas, entre ellos niños y sus familias.
La interceptación y el secuestro del barco Madleen, de la Flotilla de la Libertad, representa otro capítulo de esta política criminal del sionismo, que no solo bloquea el acceso a la ayuda humanitaria sino que bombardea y asesina a la población que se congrega ante los escasos camiones con alimentos y la ayuda que llega a la población gazatí.
Cabe agregar que la flotilla transitaba por aguas internacionales, dirigiéndose a aguas territoriales del Estado de Palestina, sin atravesar en ningún momento territorio israelí, en lo que se trata de un ataque del gobierno de Benjamín Netanyahu contra los 2,1 millones de habitantes de Gaza.
En medio de esta ofensiva criminal y el genocidio perpetrado contra el pueblo palestino, Javier Milei anunció su gira internacional que culminará con su visita al Estado de Israel, para posar junto al primer ministro genocida Benjamín Netanyahu: una política de complicidad con el sionismo y sus plan de anexión de la Franja de Gaza.
Basta de la barbarie genocida en Gaza. Movilicemos por la libertad a los activistas humanitarios y por el cese inmediato del genocidio en Gaza.
Marcelo Mache
sábado, 7 de junio de 2025
viernes, 6 de junio de 2025
El “ataque estratégico” de Ucrania y la promesa de represalias de Putín
1.200 días de guerra.
El 1 de junio, un día antes de la segunda ronda de conversaciones entre las partes en Estocolmo, las fuerzas armadas de Ucrania lanzaron un audaz ataque con drones en territorio ruso. Los blancos de esta largamente preparada operación de inteligencia, denominada Spiderweb (telaraña) fueron las bases aérea rusas distribuidas en diferentes zonas horarias, incluyendo la de Mumarsk cerca del Círculo Polar Ártico, a unos sorprendentes 8.000 kilómetros de la frontera ucraniana, lo que da cuenta de la profundidad con la que logró operar el SBU, los servicios secretos.
Antes del ataque a los aeródromos, un puente fue destruido frente a un tren de pasajeros en movimiento y otro descarriló. En total, siete personas murieron y más de 120 resultaron heridas. Putín calificó estos hechos como un sabotaje ferroviario de Kiev, durante una reunión de gabinete televisada: “Esto sólo confirma que el régimen ya ilegítimo de, se está convirtiendo gradualmente en una organización terrorista” (Financial Times, 4/6).
Los países aliados no tardaron en desentenderse del ataque. EEUU afirmó que desconocía la operación y que no fue informado antes del mismo, como algún medio había difundido para después desdecirse. Lo cierto es que una incursión de tal alcance, “ataque estratégico”, difícilmente pueda ser llevada a cabo exclusivamente por Ucrania. Es indiscutible la participación de la inteligencia occidental. Se necesitaba información sobre objetivos a miles de kilómetros de Ucrania, información que solo puede obtenerse de los satélites estadounidenses. Apenas unos días antes, Trump en medio de una serie de publicaciones en la red social X (antes Twitter) escribió una advertencia que ahora cobra todo su significado: “Lo que Vladimir Putin no comprende es que, si no fuera por mí, ya le habrían pasado a Rusia muchísimas cosas malas, y quiero decir MUY MALAS. ¡Está jugando con fuego!” (27/5). Estos dichos indican que Trump realmente conocía de antemano los planes de Ucrania. Por último y no menos importante, el presidente norteamericano que en el pasado llegó a reprender a Zelensky incluso apenas por declaraciones cuando entendía que estas socavaban su intento de mediación, ahora no ha condenado el ataque a los aeródromos rusos. Este silencio puede interpretarse como una aprobación tácita.
El asunto se complica realmente porque la destrucción de aviones de combate que Kiev cifra en 40, afectó a parte de la denominada “triada nuclear”, en este caso el tercio que corresponde a la flota aérea. El concepto se refiere a la división funcional del arsenal atómico de un país en tres componentes principales: misiles en tierra, proyectiles transportados por bombarderos estratégicos y cohetes transportados por submarinos nucleares. Los bombarderos estratégicos rusos, como el Tu-95 y el Tu-160, estaban estacionados en áreas abiertas, según lo exige el tratado START-3 (sobre Medidas para la Limitación de las Armas Estratégicas Ofensivas) entre Estados Unidos y la Federación Rusa. Este tratado, firmado en 2010, obliga a las partes a garantizar la transparencia en materia de armas nucleares, incluyendo la posibilidad de monitoreo e inspecciones por satélite.
La doctrina nuclear rusa, actualizada a finales de 2024, se reserva explícitamente el derecho a usar armas nucleares en respuesta a ataques en su territorio por parte de un Estado no nuclear respaldado por uno con armas nucleares. Estas modificaciones fueron la reacción a la autorización que Joe Biden dio a Kiev para utilizar misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia. Una mirada larga muestra un escalonamiento sistemático de la guerra. “El presidente Putin dijo, y con mucha firmeza, que tendrá que responder al reciente ataque a los aeródromos” escribió el mismísimo Trump luego de una llamada telefónica con Putín que duró 70 minutos.
Varios observadores apuntan al temor a una reacción rusa severa que eclipsaría el éxito operativo de la incursión. “Un alto funcionario ucraniano reconoció que la operación conllevaba el riesgo de alejar a los socios occidentales de Ucrania” (The Economist). No hay la menor prueba de esto. "La preocupación es que esto sea Sinop" dijo, haciendo referencia al puerto turco atacado por la flota rusa en 1853 que terminó aislando al atacante de la escena mundial. Para el semanario británico, con todo, la acción “Reescribe las reglas de la guerra”, que es lo que realmente importa. La complejidad y audacia del ataque no afecta a las operaciones rusas en la frontera oriental de Ucrania, pero ha ampliado el campo geográfico de la guerra a una escala imprevisible, como lo demuestra el ataque al puente de Kerch, los 18 kilómetros sobre el mar que unen a Rusia con Crimea. Los drones y misiles balísticos han desplazado crecientemente a los bombarderos, usados para ataques desde el aire. La OTAN ha anunciado, con estos ataques, lo que le espera a la ofensiva rusa del verano inminente.
Por otra parte, la incursión militar es tan antigua como la guerra misma. La infiltración, el asalto sorpresa y una retirada rápida, ha sido la táctica predilecta de los bandos desfavorecidos, incluso con éxito (la guerra de Vietnam) en todos los conflictos para mantener la presión sobre un enemigo y echarlos del terreno. El fracaso de la ocupación de Kursk, en Rusia, por parte de Ucrania, ha invitado a la OTAN “a fracasar mejor”. La “Operación Telaraña” se inscribe en esta larga tradición. Es una adaptación a la incorporación de nuevas tecnologías, lo que no es poco. Esto también vale para las operaciones de sabotaje, como los intentos de derribar el puente de Kerch. Algunas fuentes sostienen que se utilizó un nuevo dron submarino especial (Toloka).
Las conversaciones de bajo nivel en Turquía no arrojaron novedades en lo que respecta a las exigencias de las partes para alcanzar un cese del fuego. El único punto de acuerdo fue, como en otras ocasiones, el referido al intercambio de prisioneros que será el más grande: 1200 por cada lado. El memorándum de Moscú exige el reconocimiento internacional de las regiones ocupadas como parte de la Federación Rusa, la prohibición a Ucrania de unirse a cualquier alianza y coalición militar, otorgarle al idioma ruso carácter oficial, y la celebración de elecciones. Los negociadores por la parte rusa puntualizan: “Disolución de las formaciones nacionalistas ucranianas dentro de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional”. El diseño general ruso apunta a un cambio de régimen. Esta exigencia entra dentro del toma y daca de Putín con Trump, que a su vez exige que Moscú interceda en las negociaciones "algo estancadas", según cita la agencia rusa TASS, entre Estados Unidos e Irán sobre el programa nuclear iraní. El entrelazamiento de los diferentes frentes atestigua que la guerra imperialista se libra en un único tablero mundial.
Camilo Márquez
06/06/2025
miércoles, 4 de junio de 2025
Elecciones judiciales en México
Se presentaron 7.700 candidatos para elegir 2.600 cargos judiciales, entre ellos, 881 jueces federales, los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia, cinco integrantes del Tribunal Disciplinario, 464 magistrados de circuito, 386 jueces de distrito y los magistrados de tribunales electorales. Los resultados se conocerán en los próximos días, pero fue significativa la poca concurrencia a votar -un 20%- a pesar de que la imagen positiva de la presidenta Sheinbaum se mantiene muy alta.
Las elecciones, iniciativa del partido oficialista Morena, buscan, según ellos, democratizar al Poder Judicial y limpiarlo de los vínculos con la corrupción y el narcotráfico. Una de las razones que explican la poca concurrencia fue la complejidad de la elección y el desconocimiento de los candidatos. Estos podían ser propuestos por el Ejecutivo, el Legislativo o el Judicial, dato que figuraba en las boletas. La otra razón es que hubo una gran campaña de la derecha llamando a boicotear las elecciones, con el argumento de que las mismas le quitan independencia al Poder Judicial y lo hacen más permeable al crimen organizado. Las Naciones Unidas y los gobiernos de Canadá y Estados Unidos también se pronunciaron en contra. La oposición -incluidos empresarios y el expresidente Vicente Fox Quesada- convocaron a participar en la manifestación denominada ‘domingo negro’ o ‘Marcha por la libertad’, instando a no participar de los comicios que en México no son obligatorios.
La penetración del narcotráfico en los tres poderes del Estado mexicano es una realidad contra la cual Manuel López Obrador (AMLO) -anterior presidente y también líder del Morena- poco avanzó. El crimen organizado no mermó en ninguna de sus variantes. La desaparición de personas continúa con ritmo sostenido. De enero a marzo se documentaron 104 actos de violencia política en el país, incluidos 50 asesinatos. Las víctimas se pueden encontrar en todo el arco político, aunque priman en Morena. Hace menos de 15 días fueron asesinados por un sicario Ximena Guzmán y José Muñoz —secretaria particular y asesor de gobierno de la alcaldesa de Ciudad de México, Clara Brugada— en pleno D.F. La primera causa de muerte entre jóvenes sigue siendo los homicidios dolosos, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México.
Después de seis años de gobierno, AMLO no desmanteló a las fuerzas represivas -que dependen directamente del Ejecutivo- penetradas hasta el tuétano y subordinadas a los cárteles, sino que también perpetuó la injerencia del Ejército en la seguridad interior creando otra fuerza, la Guardia Nacional, que desde 2024 depende de la Secretaría de Defensa y está al servicio de las Fuerzas Armadas. Sin ir más lejos, este fin de semana, pertrechada con armas largas, la Guardia Nacional procedió al desalojo de un recital de Fermín Muguruza, cuando ya estaba en medio de la función con el auditorio lleno, sin ningún hecho que ameritara el uso de la violencia. El jueves pasado, en Guerrero, la GN reprimió a maestros de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación. Los docentes están en huelga desde hace 15 días en todo el país pidiendo un 100% de aumento salarial y la eliminación del sistema privado de capitalización previsional y su reemplazo por el sistema de reparto, promesa incumplida de AMLO.
Menos aún podrá hacer Sheinbaum con el Poder Judicial, porque a lo que aspira con la iniciativa es a poder penetrar en el único poder del Estado a nivel nacional que no controla. La elección de los jueces, puesta al servicio de ampliar la influencia del oficialismo, sin ningún atisbo de desmantelar los vínculos con el narcotráfico, solo pueden llevar a otra experiencia fallida.
Aldana González
03/06/2025
lunes, 2 de junio de 2025
El asesinato de Neruda
Se conoció un nuevo informe forense que da cuenta de la detección de agentes tóxicos en el cuerpo de Pablo Neruda, lo que refuerza la hipótesis sostenida durante varios años por la familia del poeta, el Partido Comunista de Chile (PCCh) y varios peritos internacionales que apuntan al régimen de Augusto Pinochet por el asesinato por envenenamiento del Premio Nobel de Literatura 1971, hecho que fue perpetrado a pocos días del golpe de Estado que derrocó al presidente Salvador Allende.
Cabe recordar que aunque el caso había sido cerrado, oportunamente la Corte de Apelaciones ordenó su reapertura, lo que habilitó que se lleven adelante diferentes pericias para las que se emplearon técnicas que aún no estaban disponibles durante las últimas décadas del siglo pasado. Así las cosas y en el contexto de las investigaciones ordenadas por el juzgado interviniente, quedó establecido que los restos mortales de Neruda presentan “una concentración inusual de agentes tóxicos”, algo que llevó a que el propio gobierno chileno, por medio de su ministro de Justicia Jaime Gajardo, reconociera que pese a que “todavía no se pueden esclarecer” las circunstancias exactas del fallecimiento del dirigente del PCCh, existe una posibilidad seria de que “no muriera por causas naturales”. Y, en este sentido, hizo hincapié en que resulta “fundamental que logremos saber realmente qué fue lo que pasó”.
Desde que en febrero de 2024 el Poder Judicial de Chile decidiera reabrir la investigación para determinar si Neruda murió por el cáncer de próstata que padecía o si fue asesinado por la dictadura, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, ordenó que se reabra el caso y que se realicen siete diligencias que “podrían contribuir al esclarecimiento de los hechos”. Entre ellas aparece un peritaje caligráfico del certificado de defunción, la revisión de las conclusiones del panel internacional de expertos de las universidades de McMaster y Copenhague, y el interrogatorio al médico y ex oficial del Ejército, Eduardo Arriagada Rehren, que durante 2021 fue condenado por su responsabilidad penal en el asesinato del locutor y militante del PCCh Archivaldo Morales.
Nuestra Propuesta, 1/05/2025
domingo, 1 de junio de 2025
La crisis de deuda de Japón, el mayor acreedor de Estados Unidos
Caída de los bonos y del mercado accionario.
En Japón se encendieron todas las alertas cuando en la licitación de bonos a 40 años, este miércoles 28 de mayo, mostró menor demanda que el promedio de los últimos meses, lo que provocó una caída de todos los bonos y del mercado accionario. Todos recordaron el derrumbe de agosto 2024, cuando el Banco Central subió las tasas de interés y produjo una caída de todos los mercados. Un lunes negro originado en la bolsa de Tokio se expandió por todo el planeta.
Lo ocurrido en Japón tuvo su antecedente en Estados Unidos, cuando hace dos semanas la licitación de bonos de 20 años no tuvo compradores y el faltante de demanda elevó las tasas de interés. El rendimiento de los bonos se disparó y alcanzó 5,104%, un aumento significativo en comparación con el rendimiento promedio del 4,613% de subastas anteriores.
“La situación fiscal de nuestro país es sin duda extremadamente mala (...) peor que la de Grecia”, dijo el primer ministro de Japón, para advertir a los parlamentarios que el país no puede permitirse financiar recortes de impuestos mediante emisión de deuda. Es una respuesta ante la creciente demanda de estímulos fiscales de los candidatos a las elecciones de julio a la cámara alta.
La semana pasada se informó que el PIB se redujo en el último trimestre de 2024, y los analistas argumentan que una recesión es un riesgo real, en un cuadro de aumento de la inflación.
Luego de la escasa demanda en la venta de bonos, las tasas de los bonos a 40 años alcanzaron máximos no vistos en dos décadas.
Japón es el principal poseedor de deuda de Estados Unidos
Aunque es uno de los países del “primer mundo” que tiene el ratio deuda/PIB más alto, en torno al 250%, Japón a sido el mayor comprador extranjero de bonos del Tesoro de Estados Unidos y actualmente el que más bonos acumula.
Aunque ya ese nivel de deuda ubica a Japón como el más endeudado del G7, el total de la deuda es superior. Según Ray Dalio, el administrador de uno de los fondos más importantes del mundo (Bridgewater Associates), la carga real de la deuda de Japón si se incluye la deuda privada rondaba el 449% en relación con su PIB .
Este nivel de deuda da crecientes señales de que es insostenible. Hace años que Japón no tiene suficientes inversores que demanden su deuda. Por eso fue suplantada por el banco central (Bank of Japan), que acumula más de la mitad de las emisiones del Estado y grandes cantidades de acciones compradas para sostener el mercado.
Japón posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense y es el principal inversor del mundo, luego de desplazar al banco central de China -que hace años está reduciendo sus tenencias de deuda de Estados Unidos y pasó de 1,3 billones a 0,73 billones de dólares.
De allí que el Financial Times informa que, siendo el mayor tenedor de bonos del Tesoro, sus transacciones son vigiladas de cerca y se consideran un indicador de compra o venta de deuda del gobierno estadounidense. La reciente liquidación que realizaron los fondos de Japón en abril marca una de las mayores salidas de bonos de deuda desde 2005.
El fin de la bicicleta financiera también hunde a la industria exportadora
El banco central de Japón mantuvo las tasas de interés en bajos niveles (en terreno negativo) y produjo una demanda artificial de bonos y acciones financiadas por endeudamiento del Estado. Esto facilitó una bicicleta financiera internacional (“carry trade”) que generó demanda de bonos y acciones en Estados Unidos.
Las operaciones de carry trade son una bicicleta internacional que realizan bancos y grandes inversores que tienen la capacidad de endeudarse en mercados de bajas tasas de interés como Japón -hasta ahora- para apostar en mercados con mayor rentabilidad, como Estados Unidos, con tasas de interés superiores y con un rendimiento de las acciones de Wall Street en suba.
Además, Japón llevó a una devaluación del yen que facilitó las exportaciones de la industria automotriz y electrónica, lo que fortaleció a las grandes empresas japonesas que durante años exportaron al mercado internacional.
Este circulo virtuoso de bajas tasas de interés, devaluación del yen y promoción de las exportaciones esta llegando a su etapa final.
El Banco de Japón redujo los tipos de interés a cero y comenzó a comprar bonos en masa luego del derrumbe de la bolsa de Tokio y la crisis inmobiliaria iniciada en 1989; una estrategia que luego imitó Estados Unidos durante la crisis de 2008. Japón inició el subsidio del capital financiero desde el Estado, luego fue imitada en Estados Unidos en planes de la Reserva Federal conocidas como QE (facilidades cualitativas), que consistieron en bajar la tasa de interés y comprar deuda del Estado y bonos hipotecarios, beneficiando a Wall Street y los operadores inmobiliarios.
Las subas de tasas de interés está produciendo el fin de esta bicicleta. Como revelan bancos japoneses que comienzan a vender sus tenencias de bonos del Tesoro ante la acumulación de pérdidas crecientes. Uno de los mayores inversores institucionales de Japón, Norinchukin Bank, vendió 63.000 millones de dólares, principalmente bonos gubernamentales estadounidenses y europeos, para mitigar los riesgos asociado a altas tasas de interés en Estados Unidos y Europa.
La íntima relación entre Tokio y Wall Street quedó en evidencia en agosto de 2024 cuando la caída de la bolsa de Tokio (más de 8% en una jornada) se expandió a todo el mundo, luego que el banco central japonés subiera las tasas de interés encareciendo el financiamiento de grandes operadores de “carry trade” que se vieron obligados a vender bonos y acciones en Wall Street y cubrir sus deudas.
Los aranceles de Trump complicaron aún más un escenario tormentoso
La relación de Japón con Estados Unidos ahora entra en un terreno pedregoso debido a los aranceles que aplicó Trump a todo el mundo, y también a Japón.
Cuando fueron anunciados los aranceles a comienzos de abril, grandes inversores japoneses en bonos internacionales (empresas de seguros, fondos de pensión, etc) se deshicieron de más de 21.000 millones de dólares en bonos internacionales, que incluyen bonos de Estados Unidos. Fue cuando los aranceles del presidente estadounidense Donald Trump sacudieron los mercados internacionales en una señal de cómo la turbulencia de Wall Street se extendió por todo el mundo.
Los aranceles han contribuido a la contracción de la economía tanto Japón como Estados Unidos. La primera se redujo un 0,2% y la segunda un 0,3%. O sea que ambos países tendrán menor recaudación impositiva y dificultades para financiarlos con emisiones de deuda en un escenario de subas de tasas de interés.
El agotamiento de los subsidios al capital financiero tiene signos de agotamiento y un desenlace cercano. Los centros del capitalismo “desarrollado” son el origen de una nueva crisis financiera.
Sergio Rivero
sábado, 31 de mayo de 2025
“Masacre deliberada” de palestinos en el punto de entrega de comida fijado por Israel
Israel fijó el punto de distribución en el llamado “corredor Morag”, una zona bajo control militar, que divide Rafah del resto de la Franja. Miles de palestinos famélicos habían esperado varias horas, “bajo el calor abrasador del mediodía”, que la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) les entregara comida, con el zumbido de los helicópteros militares sobre sus cabezas. Cuando saltaron las vallas, comenzó la balacera.
Fue el primer día de operaciones de la Fundación, un sello de goma inventado hace unas semanas por Estados Unidos e Israel para monopolizar la distribución de la ayuda humanitaria, desplazando a la ONU, las ONGs y los funcionarios del gobierno gazatí.
Un funcionario de alta jerarquía de la ONU señaló que la mayoría de las heridas se debieron a tiros disparados "desde las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel)". El ejército israelí afirmó que solo efectuaron “disparos de advertencia”.
Según un informe de The New York Times, la GHF surgió de “reuniones privadas de funcionarios, militares y empresarios afines con estrechos vínculos con el gobierno israelí”. Utilizan contratistas privados armados para custodiar el traslado y la entrega de alimentos. Hace unos días, el director de la Fundación, Jake Wood, anunció su dimisión “por falta de transparencia” y porque no se garantizaba un funcionamiento neutral. Lo concreto es que les dispararon en vez de entregarles la miserable caja que no cubre ni tres días de las necesidades alimentarias de una familia con tres hijos (Al Jazeera 28/5).
Un comunicado del gobierno de Gaza denunció que “las fuerzas de ocupación, emplazadas en esas zonas o en sus alrededores, abrieron fuego contra civiles hambrientos que habían sido atraídos a esos lugares con el pretexto de recibir ayuda”. El incidente, añadió, “es la prueba irrefutable del fracaso total de la ocupación israelí a la hora de gestionar la catástrofe humanitaria que ha creado deliberadamente (…) es una masacre deliberada y un crimen de guerra en toda regla, cometido a sangre fría contra civiles debilitados por más de 90 días de hambre provocada por el asedio”.
“Plan imprudente e inhumano”
Las ONU, MSF, Missing Children, entre otras tantas ONGs, llevan meses denunciando que Israel utiliza el hambre como arma de guerra. Y advirtieron tempranamente que la GHF carecía de toda experiencia, no respetaba los principios humanitarios y desplazaría “aún más a las personas de sus hogares, ya que los palestinos debían trasladarse para llegar a los pocos puntos de distribución prefijados por Israel” (Al Jazeera 28/5).
Los palestinos acusaron directamente a Israel de generar un caos social que colabore con la limpieza étnica. Y dijeron que la concentración de la ayuda en el sur de Gaza es una estrategia para despoblar el norte, tal como planea el ejército israelí.
Mientras que la anterior red de distribución dirigida por la ONU operaba en unos 400 puntos de la Franja, el GHF solo ha establecido cuatro «megacentros» para los 2,3 millones de habitantes.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que cerca de 616.000 gazatíes se han visto obligados a desplazarse en el interior de la Franja desde la violación israelí del alto el fuego, el 18 de marzo. Algunos tuvieron que huir hasta 10 veces porque los bombardeos a los albergues son “habituales”.
Los bombardeos incesantes y las 31 órdenes de desplazamiento atrapan a cientos de miles de personas en espacios cada vez más reducidos. El 19 de mayo, una sola orden de desalojo a gran escala en Jan Yunis afectó al 22% de la población de la Franja, mientras que otra orden emitida el 26 de mayo afectó al 40% del centro y el sur de Gaza.
Las zonas militares prohibidas cubren ahora alrededor del 80% de Gaza, sin que ninguna zona haya quedado a salvo de los ataques.
En tanto, la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, exigió que se investigue la “ejecución sumaria” de Kamal, el último de sus 310 trabajadores asesinados por el ejército israelí. El hombre, que trabajó 20 años para Naciones Unidas, había salido de su casa el 23 de marzo con uniforme de la ONU y en un vehículo identificado. El cadáver fue encontrado esta semana en una fosa común junto con los cadáveres de otros trabajadores de la Media Luna palestina. Este martes la UNRWA denunció la “incursión ilegal” de colonos y de al menos un parlamentario israelí en su sede principal en Jerusalén Este.
Un régimen infanticida
El Ministerio de Salud de Gaza informó que 16.506 niños palestinos, identificados por nombre y apellido, han sido asesinados desde el 7 de octubre de 2023, incluidos 916 bebés menores de un año.
Según los datos, 4.365 de los niños tenían entre uno y cinco años, y 6.101 entre seis y 12. El resto de las víctimas tenían entre 13 y 17 años.
De los bebés, 343 tenían menos de un mes. Algunos murieron en ataques aéreos israelíes, mientras que otros fallecieron a causa de los cortes de electricidad que inutilizaron equipos médicos esenciales, como incubadoras, o provocaron retrasos en la recepción de atención médica crítica.
El ministro de Sanidad palestino afirmó que más de dos docenas de niños habían muerto recientemente por causas relacionadas con la inanición y que muchos miles más estaban en peligro. “En los últimos días hemos perdido a 29 niños”, declaró a los periodistas el ministro de Sanidad palestino, Majed Abu Ramadan.
Olga Cristóbal
29/05/2025
viernes, 30 de mayo de 2025
Repudiemos la visita de Milei a Israel
La gira internacional del mes de junio del presidente Javier Milei contará con un cierre estelar en Israel, junto a los responsables del genocidio contra el pueblo palestino. El mandatario argentino se reunirá con el primer ministro Benjamin Netanyahu, sobre quien pesa una orden de arresto por parte de la Corte Penal Internacional debido a crímenes de lesa humanidad. Hablará también ante el parlamento y suscribirá un memorándum de entendimiento que profundiza las relaciones con el Estado sionista, a contramano del creciente repudio popular global al plan de anexión de la Franja de Gaza, la intensificación de los bombardeos y un bloqueo draconiano que sumió nuevamente a la población en la hambruna.
Milei recibirá en la Knesset un galardón (Premio Génesis) por su compromiso con Israel y un premio de un millón de dólares que donará para el desarrollo de propaganda israelí en América Latina, según informó Infobae (27/5). La Fundación que lo condecoró valora tanto las medidas en respaldo a Israel (votaciones argentinas en organismos internacionales, declaración de Hamas y Hezbollah como organizaciones terroristas, etc.) como su orientación económica, incluyendo el ajuste fiscal. Devolución de gentilezas: uno apoya el plan criminal en Gaza, los otros el ajuste brutal en Argentina.
El memorándum de entendimiento, anticipado en noviembre de 2024 por Milei en un encuentro de la Cámara de Comercio Argentino-Israelí (CCAI), consagra un alineamiento con Tel Aviv detrás de la fachada del combate del “terrorismo”. Según Clarín (27/5), “apuntará a elevar los grados de cooperación militar y de seguridad mayor a los que ya hay secretos entre los israelíes y libertarios” (negritas nuestras). Una pieza de estos acuerdos sigilosos es Mario Montoto, titular de la CCAI, cuyas empresas de vigilancia están enlazadas con firmas del complejo de seguridad israelí y cuentan con numerosos convenios con Estados provinciales argentinos.
Existe un interés entre las partes en profundizar los negocios. El embajador argentino en Israel, el rabino Axel Wahnish, habría organizado una reciente visita de 300 empresarios a Israel (Iton Gadol, 27/5). También se espera el anuncio de un vuelo directo entre Tel Aviv y Buenos Aires.
Otro aspecto de la gira son las promesas del presidente argentino de trasladar la embajada argentina a Jerusalén, siguiendo los pasos de Donald Trump durante su primera presidencia. Como gesto, la residencia del embajador argentino fue trasladada en 2024 a dicha ciudad, que es reclamada por los palestinos como capital. Dicha residencia sería, ahora, la sede de un encuentro entre Milei y familiares de rehenes en Gaza.
El presidente argentino llegaría a Israel el 11 de junio. Exactamente al revés que su orientación, corresponde la ruptura de lazos diplomáticos y comerciales con el Estado israelí y el repudio del genocidio contra el pueblo palestino.
Gustavo Montenegro
jueves, 29 de mayo de 2025
La disolución del PKK, un golpe a la lucha de las masas de Medio Oriente
El PKK anunció su desarme y disolución
El dirigente máximo del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdullah Öcalan, preso en las cárceles turcas desde 1999, proclamó, en una carta el pasado febrero, la disolución del PKK y el desarme de la organización militar del partido. Luego, el XII Congreso del PKK, reunido del 5 al 7 de mayo, confirmó estas resoluciones, bajo el lema de que “no se trata de un fin sino de un nuevo comienzo”.
La noticia, que sacudió los medios políticos, implica el fin de la lucha armada y de la guerrilla kurda que opera desde hace cuatro décadas en cuatro países -Turquía, Siria, Irán, Irak- y cuya represión ha costado 40.000 muertos y desplazamientos multitudinarios de la población.
Los motivos de la decisión que han sido publicados, son de tipo general pero no dejan de señalar un curso estratégico: “el colapso del socialismo real en la década de 1990, la desintegración de la política de negación de las identidades étnicas en el país, los avances en la libertad de expresión, que llevaron al PKK a un estado de insignificancia” afirma Öcalan en la carta leída por la delegación del partido DEM (antiguo HDP), la organización política pro kurda en Turquía.
¿“Avances en la libertad de expresión”? ”¿Desintegración de la política de negación de las identidades étnicas?” ¿En la Turquía de Erdogan, que ha perseguido e intervenido los distritos donde electoralmente ganaban representantes de las comunidades kurdas? Es insostenible.
En cambio, llama la atención que no se levante ninguna de las banderas históricas del pueblo kurdo como la autonomía, el reconocimiento oficial de su lengua, la libertad de los presos políticos. Tampoco se hace mención al proceso y destino de la administración autónoma del Este de Siria en Rojava (zona administrada por los kurdos en la frontera con Turquía, con fuertes vasos comunicantes con el PKK), ni la lucha que los kurdos de Kobane (también en Siria) llevaron adelante contra el Estado Islámico. Líderes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), actuantes en dichas regiones, han declarado que el proceso de desarme del PKK no los involucra y se orientan a integrarse al nuevo gobierno sirio. “Si este proceso tiene éxito –dijeron- tendrá un impacto positivo para nosotros y Turquía ya no tendrá ningún pretexto para atacar nuestra región". Históricamente, las cosas suceden al revés: por lo pronto la camarilla del gobierno sirio ha planteado que no negociará con ningún grupo con armas en mano. Sirva esto para ver las ramificaciones geopolíticas de las decisiones del PKK.
Aún con la incertidumbre existente sobre el curso de las negociaciones que estarían en curso, queda claro que la disolución y desarme del PKK aparece como una rendición incondicional al gobierno de Erdogan y sus aliados derechistas. Entre ellos el partido de ultraderecha MHP, socio del gobierno del presidente Erdogan desde 2015, que fue quien tomó la iniciativa de negociar con Öcalan sobre la base de esas condiciones.
Öcalan, por su lado, ha teorizado sobre el agotamiento de la etapa de lucha armada y la necesidad de un “proceso de paz” que permita la coexistencia del pueblo kurdo en una Turquía “democrática”. Depositando expectativas en los partidos del régimen, la Asamblea Nacional y en el propio Erdogan. Fuerte viraje derechista de una corriente que supo reivindicarse marxista-leninista y hoy plantea una asimilación “democrático” – liberal a la República autoritaria de Erdogan. En enero de este año, el gobierno turco intervino la comuna de Akdeniz, una ciudad de 255 mil habitantes, donde había triunfado, meses antes un representante kurdo. El DEM (pro kurdo) llamó a levantarse contra esta decisión. Ahora: ¿la situación cambió?
La decisión de Öcalan introduce una gran confusión y se convierte en un golpe a la lucha del pueblo de Turquía que se está movilizando en las calles por millones contra el curso despótico del gobierno que encarcela masivamente a activistas y opositores y destituye y proscribe funcionarios electos y candidatos de la oposición, a lo que se suma un fuerte incremento de la ofensiva militar del ejército turco en las regiones kurdas.
Erdogan ha planteado sobre la decisión del PKK, que es un paso en la lucha por terminar con el “terrorismo”, que la disolución y el desarme debe extenderse a todos los grupos vinculados, en el norte de Siria y núcleos en Europa y que los servicios de inteligencia turcos controlarán el proceso del desarme. Cuando este culmine se pasaría a la “etapa política”: ninguna concesión, un apriete propio de un Bonaparte represor.
Este proceso de diálogo “pacificador” no es el primero. En 2013, Öcalan estuvo dispuesto a pedir al PKK que se desarmara. Para Erdogan fue un intento de colonizar el Kurdistán por "medios diplomáticos" y liquidar la resistencia. Versiones afirman que el objetivo principal actual de Erdogan es obtener el apoyo kurdo para una nueva constitución que le permita, en sus términos, permanecer en el poder más allá de 2028, cuando termina su mandato. Esto sería una traición y capitulación abierta. La lucha del pueblo kurdo, para triunfar, debe estar unida a la que realice el pueblo trabajador turco. Y viceversa: no habrá libertades democráticas en Turquía, sin que cese la represión sobre los kurdos. Un 20% de la población turca es de origen kurdo.
Todo está por verse. No parece que Erdogan, que se viene afirmando entre los liderazgos de Medio Oriente, esté dispuesto a conceder a sus enemigos históricos. La iniciativa del “diálogo pacificador” partió de la ultraderecha del MHP que ya en 2024 propuso la liberación de Öcalan si el PKK deponía las armas. Versiones indican que los anuncios no han caído bien en la base del PKK y sectores populares. Hay que ver la respuesta en los combatientes del PKK y mantener la más absoluta independencia política de esta maniobra y los partidos que la impulsan.
Sergio Villamil
miércoles, 28 de mayo de 2025
Una tragedia americana: cuando la inmigración se convierte en espectáculo
Nada refleja mejor el sueño americano que competir en pruebas extremas para ganarse el derecho a vivir en la tierra de los «justos» y los «libres»
El Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de Estados Unidos está considerando la idea de convertir el proceso de obtención de la ciudadanía en un espectáculo televisivo al estilo yanqui.
¿Para qué someterse a engorrosos exámenes y trámites legales lentos, cuando se puede, simplemente, competir en una serie de desafíos al estilo reality show?
Ver a inmigrantes enfrentándose por su lugar en la «tierra de las oportunidades», mientras realizan pruebas de resistencia dignas de un programa de supervivencia, parece ser un espectáculo provechoso y divertido para los funcionarios del DSN.
Bajo el liderazgo del guionista canadiense Rob Worsoff, conocido por su trabajo en Duck Dynasty –un referente de la cultura estadounidense–, se presenta The American, la nueva odisea estadounidense, tonta y desalmada, promovida por la sinrazón de un sistema en el que solo existes si eres parte del show.
En el transcurso de la competencia, a los concursantes se les entregarán premios «tan importantes para la integración» como un millón de puntos de American Airlines, milkshakes de variados sabores, deliciosos Filet-O-Fish de McDonald's, hamburguesas de Burger King y Wendy's, o una tarjeta de regalo de Starbucks.
Porque, claro, nada une más a los futuros ciudadanos que un buen café con leche (lo de bueno queda a consideración de los lectores), mientras esperan su turno para el juramento en las escaleras del Capitolio.
Sin embargo, no hay que apresurarse, la portavoz del DSN, Tricia McLaughlin, informa que la idea está en «las primeras etapas de evaluación», y que el Departamento recibe cientos de propuestas cada año. Así que, si esta idea no prospera, seguramente habrá otro show para entretener, mientras la burocracia sigue su curso.
En fin, parece que ya no basta con poner en venta la ciudadanía estadounidense mediante una visa de «tarjeta dorada», que ofrezca un camino hacia la nacionalidad por cinco millones de dólares –como anunció recientemente el presidente Donald Trump–, pronto podría convertirse en el premio de un reality show.
Es que nada refleja mejor el sueño americano que competir en pruebas extremas para ganarse el derecho a vivir en la tierra de los «justos» y los «libres».
Si alguien tiene alguna duda de los antecedentes ideológicos que acompañan tamaño despropósito, remítase a la historia de los Osage, las naciones Iroquesas, los Pequot y otros pueblos nativos, víctimas de la limpieza étnica cometida por esos mismos «justos» y «libres».
En resumen, podemos estar seguros de que las decisiones sobre la vida y el futuro de las personas están en manos de un riguroso proceso de selección que, claramente, no incluye la lógica, la ética ni la humanidad.
Raúl Antonio Capote | internacionales@granma.cu
27 de mayo de 2025 22:05:07
Bolivia: atomización electoral en medio de la crisis política y económica
Según la prensa local, el único partido que no está en peligro es el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) que presentó como candidato al ex ministro de Seguridad Eduardo Del Castillo, hombre de confianza del presidente Luis Arce y responsable de la represión contra los evistas. El presidente bajó su candidatura este mes porque el desplome en las encuestas no lograba despegarlo de un mísero 5%. La crisis política había escalado el año pasado con el levantamiento militar contra el gobierno de Arce, que Morales primero repudió y luego denunció como un intento de autogolpe del gobierno.
Evo Morales está inhabilitado por la Constitución que sólo permite dos mandatos y porque los partidos por los cuales se pretendió presentar perdieron su personería jurídica por no haber superado el 3% en la elección anterior. Según el Tribunal Supremo Electoral -funcional a Arce- su nueva agrupación “Evo Pueblo”, “no existe” ya que sus promotores ni siquiera han solicitado el trámite para obtener su personería jurídica.
La cuarta candidata desprendida del MAS es la alcaldesa de El Alto, Eva Copa. Su candidato a vice es el ex vocero de Luis Arce y se presentan por la agrupación Morena. La derecha también se presenta divida en tres candidatos, incluido un outsider semejante a Milei. Los otros dos están vinculados a la oligarquía de Santa Cruz y a los golpistas de 2019.
Evo Morales tiene pedido de captura por causas penales, incluida una por estupro, pero se encuentra protegido con una guardia personal y llamó al inicio de movilizaciones desde el lunes 26 de mayo, con una concentración de los nueve departamentos en La Paz, exigiendo la destitución de Arce y la habilitación de su candidatura.
Esta disgregación del cuadro electoral es consecuencia de la crisis económica que incluye inflación y desabastecimiento de productos y combustibles, sin que quede clara una diferenciación de alternativas políticas al actual estado de situación. La Asamblea legislativa no le aprobó los préstamos que pedía Arce para que entraran dólares al país. El desequilibrio negativo de la balanza comercial -con el agotamiento de los pozos de gas- sumergió al país en un colapso monetario que estranguló el suministro de dólares y provocó escasez. Desde hace semanas hay largas colas para llenar el tanque en un país que hasta hace poco fue un gran exportador de gas. Esta situación está perjudicando el comercio y la producción agrícola y disparando los precios de los alimentos. La inflación acumulada en 2024 alcanzó el 9,97 %, la cifra más alta desde 2008. Solo en el primer cuatrimestre del año, la inflación interanual se situó en 5,95 %, según datos oficiales. (Infobae 24/05) Así, Bolivia es el tercer país con mayor inflación de América latina. La brecha con el dólar paralelo es de más de tres a uno y también hay mercado negro de alimentos. El Gobierno de Bolivia anunció 11 medidas y siete decretos ante la crisis, entre las que se encuentra el control militar en las fronteras y el decomiso de productos de contrabando, particularmente alimentos de primera necesidad.
El masismo se encuentra aún más disgregado que la derecha, mientras el POR (Partido Obrero Revolucionario) llama a anular el voto. El problema para los trabajadores es no lograr forjar una vanguardia que se posicione en el panorama político con una real perspectiva independiente y socialista.
Aldana González
27/05/2025
martes, 27 de mayo de 2025
Panamá: Mulino redobla la represión y los trabajadores responden con más movilización, huelgas y piquetes
La represión
A los docentes les tienen retenidos los salarios, la empresa Chiquita Brands Internacional despidió esta semana a 5.000 de sus 7.500 trabajadores y detuvieron a dos líderes sindicales de la construcción -más uno, Saúl Méndez, que se asiló en la embajada de Bolivia-.
Además, hay más de doscientos detenidos por las protestas y cientos de heridos por la represión policial. La persecución es especialmente encarnizada contra los aborígenes, quienes denuncian que les allanan las casas periódicamente y los fumigan con gas pimienta desde helicópteros. Todas las poblaciones originarias están militarizadas.
La respuesta popular
Sin embargo, esta semana en la provincia de Darién algunos pueblos aborígenes echaron machete en mano a los antimotines que intentaban despejar los piquetes con balas de goma y gases y lograron retener a una unidad policial.
Luego, tras la detención de los líderes del SUNTRACS Jaime Caballero y Genaro López -a quienes les armaron una causa por lavado de dinero y les allanaron los locales- la movilización, multitudinaria, se redobló hacia la casa de la Presidencia por la Avenida Costera, en una marcha de más de tres horas.
Chiquita -el nombre actual de la United Fruit Company, que en el pasado organizó golpes de Estado y asesinó a un millar de trabajadores en huelga- procedió a los despidos cuando no pudo frenar la huelga por otros medios.
El Gobierno había aceptado supuestamente las peticiones de los trabajadores, pero estos se negaron a levantar hasta que no estuvieran plasmadas por ley. Se respaldan en los antecedentes.
La empresa aduce que lleva más de 75 millones de dólares de pérdida.
Toda la zona de Bocas de Toro continúa bloqueada por los piquetes y ni la policía puede acceder.
Cómo sigue
El Gobierno se debate entre ir al diálogo o redoblar la apuesta llamando al estado de sitio en la provincia de Bocas de Toro. La semana pasada había desautorizado a los gobernadores que quisieron implementar el toque de queda por miedo a la respuesta popular.
Los docentes llamaron a continuar con la huelga, pero en la misma conferencia de prensa le exigieron a la Iglesia que intervenga. Esta, por su parte, lanzó un comunicado del Consejo Ecuménico llamando al diálogo, pero sin ofrecerse como mediadora.
En el conflicto de 2022, cuando las movilizaciones y las huelgas rechazaban el alza en los precios de los alimentos y los combustibles, la intervención de la Iglesia le sirvió al gobierno de entonces para descomprimir y ganar tiempo. “Aceptó” los reclamos y, una vez desarmada la movilización popular, borró con el codo.
Los líderes de los pueblos originarios que se niegan a sentarse con el Gobierno hasta que no dé pie a todos los reclamos, también le mandaron una carta al papa pidiéndole intervención.
Los sindicatos de la salud anunciaron nuevas medidas de lucha para esta semana.
Aldana González
26/05/2025
El presidente Mulino no cuenta con apoyo popular de ningún tipo. Su legitimidad está cuestionada desde antes de que estallara la crisis, ya que fue candidato sin haber sido refrendado en las internas abiertas. Tuvo que ocupar el lugar en la lista que fue dejado por el candidato presidencial Ricardo Martinelli, tras su renuncia por denuncias de corrupción, y en las elecciones generales fue elegido por poco más del 30 % de los votos.
Además del apoyo de Trump, Mulino solo cuenta con el apoyo del capital financiero que está ávido por hacerse con los fondos de pensión de las AFP.
Al mismo tiempo sigue paralizada la venta de los puertos alojados en cada extremo del canal. De un lado China presiona a la empresa hongkonesa para que no venda, del otro, Trump exige que se los entreguen a Black Rock, mientras que Mulino trata de inventar irregularidades para quitarles la concesión.
Trump, no satisfecho con haber logrado prioridad de paso para sus buques de guerra, también pretende que su marina mercante pase por el canal sin pagar aranceles, algo que sería insostenible para la economía panameña. n Panamá, -donde transita casi el 40 % de los contenedores estadounidenses y el 5 % del comercio mundial-, junto con la soberanía del país y las reivindicaciones de las masas se disputa un lugar estratégico para la guerra comercial.
Aldana González
26/05/2025
lunes, 26 de mayo de 2025
La deuda de Estados Unidos pierde la calificación “libre de riesgos”
Puede transformarse en el inicio de una nueva crisis financiera.
La agencia de calificación Moody's anunció la reducción de calificación de la deuda de Estados Unidos. Dijo que espera que el déficit fiscal federal se amplíe hasta alcanzar el 9% del PIB para 2035, frente al 6,4% del año pasado, debido al aumento de los pagos de intereses de la deuda, el gasto en prestaciones sociales y una "generación de ingresos relativamente baja". La reacción fue inmediata: los bonos del Tesoro estadounidense caían luego de la descalificación, elevando las tasas de interés a 30 años a su nivel más alto desde 2023.
Así, 29 billones de dólares en bonos de deuda han sido reducidos en su calificación crediticia. Ya la deuda de Estados Unidos no tiene ninguna agencia que la clasifique “libre de riesgos” y le adjudique calificación de AAA+. Las otras principales agencias, S&P (2011) y Fitch (2023), ya habían retirado previamente la máxima calificación.
“Esta rebaja en nuestra escala de puntuación de 21 niveles refleja el aumento durante más de una década de los ratios de deuda pública y pago de intereses a niveles significativamente más altos que los de países con calificaciones similares”, escribió Moody's.
El creciente costo del endeudamiento tiene una mayor incidencia en el presupuesto público, ya el gasto en intereses se acerca al gasto en Defensa. Casi 1 de cada 7 dólares que gasta Estados Unidos se destina al pago de intereses. Las nuevas subas de las tasas de los bonos encarecerán el monto de su servicio y el total del endeudamiento.
El objetivo de la Ley de Impuestos y Gastos es mantener la reducción de impuestos a los capitalistas
Moody's reduce la calificación mientras se debate en la Cámara de Representantes la Ley de Impuestos y Gastos, que llevó a un enfrentamiento entre republicanos sobre el alcance del ajuste. Aunque el proyecto recorta el gasto en Medicaid (servicio médico), un grupo de representantes considera que es insuficiente y bloquea un acuerdo para aprobarlo.
El proyecto oficial también reduce varios impuestos que fueron promesas de campaña, como a las horas extras y propinas; y aumenta el gasto en la “seguridad fronteriza” y en defensa, incluyendo un sistema antimisiles continental llamado “Golden Dome”.
El proyecto en debate contempla continuar con la reducción de impuestos de Trump durante su primer mandato (2017), que redujo los impuestos para contribuyentes pero concentró la mayor parte de los beneficios entre las personas y empresas más adineradas. Gran parte de esta legislación expira a finales de año, por lo que de no aprobarse la mayoría de los contribuyentes -en especial las empresas- verían subir sus tasas.
El debate continúa, pero el proyecto en discusión ya elevó los rendimientos de los bonos del Tesoro al mayor nivel de tres años, ya que la ley provocaría una emisión de más deuda pública.
Musk fracasó en reducir el déficit
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), creado por Elon Musk, ha fracasado significativamente en su objetivo de reducir el déficit federal. Las promesas iniciales de un billón de dólares en ahorros se redujeron drásticamente a 150 mil millones, e incluso ese ahorro declarado no se ha traducido en recortes significativos del gasto público.
Incluso, el gobierno federal ha gastado más de 200 mil millones de dólares más en sus primeros 100 días, en comparación con el mismo período del año pasado. (CBS News, 30/4)
El conflicto global generado por los aranceles anunciados por agravó las finanzas del Estado. El PBI en el primer trimestre cayó (-0,3%) y el déficit comercial tuvo un salto del 92% debido al crecimiento de las importaciones previas a los aranceles. Mientras en China y Europa la economía creció y el comercio exterior tuvo subas en superávit.
La situación fiscal de Estados Unidos ya era frágil por el alto endeudamiento cuando Trump asumió. Pero luego del fracaso de Doge y con un déficit en aumento, la gestión de los 100 primeros días la han agravado. Los aranceles hicieron caer la actividad económica y redujeron la recaudación. Los ingresos que éstas medidas pueden recaudar en impuestos arancelarios se calculan entre 200.000 y 250.000 millones de dólares, pero dista de compensar un déficit de 1,8 billones de dólares que puede aumentar en la medida que la economía siga cayendo.
A esto se suma el nuevo proyecto de ley presupuestaria ante la Cámara de Representantes, que aumentará el déficit y elevará en 3,3 billones de dólares la deuda en 10 años, en un cálculo conservador. La Ley de Impuestos y Gastos no contempla mayores impuestos para aumentar la recaudación, aunque contempla mantener la reducción impositiva de 2017. En ese año, durante el anterior gobierno de Trump, el endeudamiento del Estado era de 20 billones de dólares; cuando terminó su mandato superaba los 28 billones (un aumento del 40%). Publicitó la reducción de impuestos como una vía para reducir el déficit, pero el resultado fue inverso: incrementó el déficit y el endeudamiento (Washington Post, 6/9)
El endeudamiento tiene un costo creciente de renovación
Estados Unidos logró durante mucho tiempo mantener grandes déficits fiscales gracias al papel estructural que el dólar y la deuda pública estadounidense desempeñan en el sistema financiero global. Sin embargo, la condición de refugio de los activos estadounidenses está cuestionada por una salida de capitales, reflejada en la baja de los bonos y el dólar frente a las principales divisas. Las políticas erráticas de Washington ahora suman otra razón de inquietud e incertidumbre a los grandes inversores globales (Financial Times, 19/5).
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a más largo plazo superaron el 5% luego de la rebaja de Moody's. Esta suba de los rendimientos tiene incidencia en toda la economía (hipotecas, préstamos, créditos de consumo, etc.) y en Wall Street, donde un sector de los participantes tiene posiciones apalancadas con créditos y garantía son acciones y bonos. Una baja de Wall Street producirá evaporación de las valuaciones que impactará en toda la economía.
La FED y las "tres grandes" son un apéndice de Wall Street
La Reserva Federal (FED) y las tres agencias de calificación de mayor importancia -Standard&Poors, Fitch Ratings y Moody's- demostraron con su actuación durante la crisis financiera del 2008 ser dependientes y subordinadas a los intereses del capital financiero.
Son un apéndice de los grandes emisores de acciones, bonos y derivados financieros (del Estado y las corporaciones privadas), que se hundieron en la llamada crisis de las hipotecas y se convirtió en la mayor crisis financiera desde 1930.
Las “tres grandes” jugaron un papel central en el engaño a todos los afectados en la crisis financiera del 2008 al calificar acciones, bonos y derivados financieros complejos con las más altas calificaciones de AAA y que su derrumbe demostraron ser insolventes. El banco Lehman Brothers el día anterior a su quiebra tenía la más alta calificación (AAA).
Por eso, el Departamento de Justicia y 19 estados iniciaron una demanda a Standard&Poor, que fue resuelta en un acuerdo con el pago de 1.375 millones de dólares, por “acusaciones de que S&P participó en un plan para defraudar a inversionistas en productos financieros estructurados conocidos como Títulos Respaldados por Hipotecas Residenciales (RMBS) y Obligaciones de Deuda Garantizadas (CDO)”, los instrumentos derivados que fueron el detonante y que expandieron la crisis de las hipotecas en el sistema financiero global.
Luego del derrumbe de bonos y acciones y de la insolvencia de los grandes bancos, la Reserva Federal implementó una serie de programas de créditos de emergencia y compras de activos devaluados en posesión de los grandes bancos de Estados Unidos y el extranjero y a una línea de préstamos (swaps) a los principales bancos centrales. El costo de esa intervención supera los 16 billones de dólares de la época (2008-2010), según reveló una auditoría ordenada por el Senado.
Esta intervención de la Reserva Federal transformó la función del banco central: de tener como principal pasivo la emisión monetaria paso a ser los bonos que tuvo que comprar para mantener el sistema financiero global en pie.
El salvataje de Wall Street contrasta con los más de 6 millones de estadounidenses que fueron desalojados y no se destinó un dólar en ayudas a quienes fueron tirados a la calle. Se presentaron más de 3.1 millones de solicitudes de ejecución hipotecaria solo durante 2008.
La FED y las agencias de calificación, que estuvieron predispuestas al engaño a la población con falsas calificaciones son las que ahora le bajan el pulgar a los bonos del Tesoro, cuando ya están en baja y las emisiones los bancos centrales están reduciendo sus tenencias (Japón, China, etc.).
La “nueva” crisis de endeudamiento revela que el MAGA se está quedando sin pases mágicos
La crisis de endeudamiento que hoy enfrenta Estados Unidos es una consecuencia de los salvatajes de la gran banca desde 2008.
Es también una expresión que Estados Unidos está perdiendo un papel ordenador de las finanzas internacionales, donde el descenso del dólar revela una fuga de capitales. Su papel hegemónico y de salvataje jugado por la Reserva Federal en 2008 hoy está cuestionado por este alto nivel de endeudamiento. A fin de 2007 la deuda era inferior a 10 billones que era el 62,7% de PBI. Hoy supera 36 billones y el 120% del PBI (datos de la FED).
Trump está llevando su propósito de generar beneficios a los capitalistas al punto de generar una crisis de endeudamiento, que puede transformarse en el inicio de una nueva crisis financiera.
Sergio Rivero
Ocupación de Gaza desata una crisis colosal
La ayuda humanitaria que sigue entrando con cuentagotas al miserable ritmo de 80 camiones diarios cuando se necesitan un mínimo de 500. En los dos meses desde que desconoció el acuerdo de alto el fuego, Israel aniquiló por lo menos 3.500 personas. Aunque el ejército lo niega, es un secreto a voces que todas las restricciones para el asesinato de civiles fueron levantadas (Haaretz 23/5).
En tanto, los llamados a la limpieza étnica se han exacerbado entre los ministros del gabinete de Benjamin Netanhayu, que reclaman la expulsión total de los palestinos a otros países o el exterminio liso y llano. “No hay niños inocentes, son todos terroristas” dice la bestia negra de Smotrich. “Consideran que levantar el bloqueo, aunque sea de forma mínima y simbólica, es un acto de traición”, afirma Haaretz. Por ello, en su primera conferencia de prensa en 5 meses, Netanyahu prometió que, al final de la actual campaña militar monstruosa, «todas las zonas de la Franja de Gaza estarán bajo control israelí».
Desde hace 15 días, el reforzamiento de los ataques en Gaza y el inicio de la ocupación de la Franja, echó a cientos de miles a la calle en todas las ciudades importantes de Europa. En La Haya hubo la movilización más nutrida en un siglo. En Estados Unidos, a las movilizaciones se suman las huelgas de hambre de estudiantes en una docena de universidades. En el mundo árabe, los movilizados maldicen la pasividad de los millonarios jeques petroleros. Yemen es el único país que ataca militarmente a los sionistas.
Las atrocidades sin límite contra niños y bebés obligaron a los gobiernos que se destacan por ser los mayores proveedores de armas y de apoyo políticos a Israel –Francia, UK y Canadá– a amenazar con “medidas concretas” si no se detienen las masacres, de las cuales excluyen el apoyo militar. La intención de la advertencia es, por supuesto, tomar una distancia verbal de Donald Trump, en el marco de los choques comerciales y las políticas divergentes en cuanto a Ucrania.
Donald Trump ha reanudado los negocios con los jeques y emires petroleros, con la intención de alejarlos de Irán, con el cual han restablecido relaciones diplomáticas. Este sábado, Trump levantó todas las sanciones a Siria, donde impuso a un gobierno reclutado de Al Qaeda. En Israel la medida se calificó como “pesadilla”. Trump ha retomado un lenguaje que usó en primer lugar en Ucrania –“basta de muertes”– para negociar con Putin. Descubrió que “mucha gente se muere de hambre” en Gaza. Hasta el Wall Street Journal, incondicional del genocidio, publicó esta semana en tapa una foto de niños y mujeres desesperadas, de pie con ollas vacías en una fila para recibir comida, con casas destruidas al fondo. Toda esta gente cuestiona el bloqueo de la “ayuda humanitaria” por parte de Netanyahu, pero no el plan de ocupación de la Franja por parte de las fuerzas armadas de Israel, ni tampoco los bombardeos cotidianos. Mucho menos la ocupación militar de Cisjordania y la expulsión masiva de palestinos de este territorio. Los gobiernos imperialistas han sacado de las gavetas el lenguaje “humanitario” para disfrazar un apoyo que, más allá de Netanyahu, va dirigido a las “Fuerzas de Defensa de Israel”.
En Israel, la prensa opositora (Haaretz) se interroga impotente acerca de cuándo la población israelí dejará de ignorar lo que ocurre en Gaza, y se desespera de la escasa atención que se presta a los llamados de Yahir Golan, exjefe del estado mayor del Ejército, para cesar la guerra contra la Franja. El impasse de los liberales es tal que depositan sus expectativas en que Trump le suelte la mano a Netanyahu, a sabiendas de que sería una desautorización al alto mando militar. Después de la gira de Trump que salteó olímpicamente a Tel Aviv y concluyó con enormes negocios y venta de armas con los árabes, muchos se preguntan si Israel también está siendo excluido de la nueva arquitectura geopolítica emergente en Oriente Medio, sin reparar que esa “arquitectura’ ha eliminado del escenario a los adversarios del estado sionista (Haaretz 23/5).
Si hoy se convocara a elecciones, la coalición gobernante obtendría solo 50 de las 120 bancas en el Parlamento, no estaría en condiciones de formar gobierno, supone Channel 13 News 20/5. El sondeo no señala la alternativa que propugnan los encuestados; no menciona a los numerosos opositores que respaldan la necesidad de ‘eliminar’ a Hamas y respaldar al alto mando. Según Haaretz, por otro lado, Hamas aun conservaría la mayor parte de su milicia y de su aparato militar.
La oposición popular al gobierno existe y se manifiesta, incluso con la osada consigna –para las circunstancias– de acabar con el “genocidio’. El malestar se expresa también en que casi 60.000 israelíes abandonaron el país el año pasado y no regresaron, más del doble que en 2023. El 81 % eran jóvenes y familias, a menudo de entre 25 y 44 años, según la oficina de estadística. Y la empresa Ci Marketing descubrió que alrededor del 40 % de los israelíes que aún permanecen en el país están pensando en marcharse. Pero el éxodo no es lo mismo que una oposición –es un síntoma de la desintegración del estado-. Unos pocos soldados de la reserva se han rehusado a combatir y hasta se han producido suicidios. A la protesta contra la hambruna en Gaza acudieron centenares de manifestantes, decenas de ellos portando fotos de niños asesinados en ataques del Ejército. El viernes se acercaron a la frontera con Gaza en distintos puntos, incluida la ciudad de Sderot, con fotos de los niños asesinados, haciendo caso omiso a la prohibición del gobierno de marchar con esas fotos. Pero el problema que enfrenta el sionismo liberal es que la solución de los “dos estados” está agotada, y la puesta de Gaza bajo dominio de una fuerza militar internacional sería intolerable para el establishment militar de Israel. Después de los golpes asestados a Hizbollah; el derrocamiento del sirio Al Assad y el alejamiento de la región impuesto a Iran y Rusia; la progresiva ocupación militar de Cisjordania y la ocupación de buena parte de Siria y del sur del Libano por el ejército sionista; después de esto, el estado sionista no puede dejar un vacío militar y geopolítico en Gaza. La ocupación militar de la Franja sería, sin embargo, económica (y por lo tanto políticamente) insostenible, porque obligaría a un estado de movilización permanente de la reserva militar. Netanyahu quiere acallar por las armas un impasse histórico del conjunto del Estado.
En una entrevista con la BBC, el exprimer ministro Ehud Olmert, del Likud, volvió a repetir que “lo que Israel está haciendo hoy en Gaza se acerca mucho a un crimen de guerra. Hay miles de inocentes que están siendo asesinados, además de muchos soldados israelíes”. Nadie podría acusar a Olmert de pacifista: durante su mandato encabezó la Segunda Guerra del Líbano y en 2009 la criminal Operación Plomo Fundido, que en 22 días asesinó 1.400 palestinos. Simplemente, advierte un impasse, pero no sus raíces históricas: la instalación de un estado puente del imperialismo en un medio histórico ajeno, oprimido y hostil.
El ya mencionado Yair Golan, dirigente del partido centroizquierdista Demócratas, exgeneral de alto rango, coincide con Olmert. “Si el país no recupera la cordura (sic), va camino a convertirse en un Estado paria entre las naciones, la Sudáfrica de antaño (…) Un país sensato no hace la guerra contra civiles, no mata bebés como hobbie ni se pone como objetivo la erradicación de todo un pueblo”, agregó. Lamentablemente, Israel ha perdido la “cordura” desde la cuna, cuando nació por medio de una guerra contra civiles y se transformó rápidamente en un régimen apartheid. El jueves pasado, sin ir más lejos, los partidarios de Smotrich y Gvir quemaron viviendas, autos y cultivos de una aldea como en las vísperas de la Nakba en 1948, sin que el ejército interviniera.
Nadav Eyal, un destacado comentarista israelí, dijo en el diario Yedioth Ahronoth: “Es triste y doloroso que este gobierno nos haya dejado acorralados de este modo”. En efecto, el régimen político y el estado se encuentran ‘acorralados’, pero no solamente por responsabilidad del gobierno actual. Netanyahu se ha reciclado en el gobierno durante tres décadas, y la puesta en marcha de una guerra de exterminio no resulta de una improvisación sino de una planificación sistemática del Estado Mayor.
“A medida que aumentan las muertes en Gaza y los soldados se agotan, el movimiento contra la guerra en Israel es cuestión de tiempo. Ya no es posible ignorar lo que está generando una movilización tan prolongada de reservistas: familias que se rompen, negocios que quiebran y un aumento de los suicidios (que el ejército no informa)”. El pronóstico corresponde a un editorialista de Haaretz (23/5), quien señala el malestar entre soldados y reservistas en la fuerza aérea, precisamente la que ha venido matando en masa desde el 7 de octubre de 2023.
Otro exprimer ministro, Ehud Barak, también declaró que “la ocupación permanente de la Franja, el traslado de 2 millones de palestinos y el reasentamiento de israelíes en esos territorios son visiones infundadas y delirantes que solo acelerarían el enfrentamiento con el resto del mundo”. Curiosa conclusión, cuando es el imperialismo el que ha llevado a la región a esta situación. Barak, en su momento, tuvo que retirar las tropas israelíes en la guerra del Líbano, en los años 80 del siglo pasado, bajo la presión de la propia tropa. “Necesitamos urgentemente librarnos del peor gobierno de nuestra historia, finaliza. Cuanto antes, mejor”. Lamentablemente para el ministro, no se trata del problema de ‘un gobierno’, sino de un régimen completo y de una historia irreversible.
Los medios israelíes coinciden en que las tropas de combate y en los cuarteles generales de las brigadas están agotadas, sean reservistas o no. Los choques internos se multiplican: a mediados de mayo la cadena pública Kan informó que varios soldados de dos batallones de una brigada de infantería fueron juzgados por pedir no ser enviados a Gaza. Se ignora el número de objetores presos por ese motivo pero organizaciones como Rompamos el Silencio o Refusnik los cifran en varios cientos.
Un reservista de las Fuerzas de Defensa de Israel que prestó servicio durante 270 días pero que recientemente se negó a continuar con su servicio de reserva, fue condenado el domingo a 20 días de cárcel, la pena más larga impuesta hasta ahora a un objetor de conciencia en la guerra. El capitán (reserva) Ron Finer, comandante de pelotón del batallón 8207 de la brigada 228 «Alon», fue acompañado desde Haifa hasta la cárcel por decenas de sus compañeros.
«Estoy conmocionado por la guerra interminable en Gaza, el abandono de los rehenes y la muerte implacable de inocentes», declaró Finer, de 26 años. “No puedo seguir sirviendo mientras no haya cambios. La prisión no me silenciará ni me intimidará, ni a mí ni a mis compañeros». En todas las encuestas difundidas, por lo menos el 70 % de la población apoya el fin de la guerra de Gaza si está atada a la liberación de todos los rehenes.
El dos veces centenario The Economist sumó su voz de alarma: Netanyahu, dice, se enfrenta a un momento decisivo que puede alterar la relación de Israel con los palestinos y con Estados Unidos, su aliado más cercano. Si el carnicero de Tel Aviv vuelve a invadir Gaza –“algo que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están dispuestas a hacer”- dañaría “aún más” las relaciones con Estados Unidos y los Estados del Golfo. La otra vía “implicaría una tregua que podría derrocar al gobierno de Netanyahu, pero repararía la influencia de Israel en la Casa Blanca en un momento en que Trump está reinventando la política estadounidense hacia el Golfo, Siria e Irán”. Una lectura detenida de todo esto revela más confusiones que palabras. Trump acaba de anunciar que seguirá a Israel en la construcción de una “Cúpula de Hierro” para Estados Unidos, como parte de la preparación de la guerra contra China.
The Economist cree que la primera opción “es peligrosamente alta” y que “la devastación total de Gaza y el aislamiento (sic) de Israel parecen cada vez más probables”. El ‘aislamiento’ no es la primera preocupación, por cierto, del conjunto del régimen político de Israel.
Olga Cristóbal
25/05/2025
domingo, 25 de mayo de 2025
La guerra comercial es una trampa de Donald Trump
Por un lado, discuten si lo que está haciendo el mandatario es una locura sin fundamento o si, por el contrario, responde a alguna estrategia inteligente o profunda. Por otro, se preguntan si la guerra arancelaria que ha desatado Trump puede realmente conseguir reindustrializar la economía estadounidense, o si es una mera excusa para lograr otro objetivo.
La primera cuestión la he abordado en mis artículos anteriores “El peligro de las medidas económicas de Trump del que pocos hablan” y “¿Y si lo de Trump no es una simple locura personal?”. En este me propongo reflexionar sobre la segunda opción: ¿acaso oculta Trump, detrás de las bravuconerías mediáticas, un plan maestro para devolver a EE.UU. la industrialización perdida?
Desindustrialización profunda
Es cierto que la economía de Estados Unidos ha sufrido una enorme desindustrialización en las últimas décadas. Algunos pocos datos lo demuestran claramente.
– El empleo en el sector manufacturero pasó de 19,5 millones de personas en 1979 a 12,6 millones en 2024.
– El peso del sector en el PIB ha caído del 20,3% al 11% del PIB en el mismo periodo.
– Las plantas con más de 5.000 empleados pasaron de ser 192 en 1977 a solo 49 en 2007. Mientras, los establecimientos manufactureros con más de 500 personas disminuyeron de 4535 en 2000 a 3316 en 2022. Y, en total, se han perdido más de 91.000 plantas desde 1997.
La estrategia apuntada por Trump es elevar los aranceles para que las empresas que en su día se relocalizaron fuera de Estados Unidos regresen, y también para generar tejido industrial adicional en la economía estadounidense. Así lo afirma explícitamente, e incluso se hace gala de ello, la página web de la Casa Blanca: «Desde que el presidente Donald J. Trump asumió el cargo, su compromiso inquebrantable con la revitalización de la industria estadounidense ha incentivado billones de dólares en inversiones en la manufactura, la producción y la innovación en Estados Unidos, y la lista sigue creciendo».
Sin embargo, los datos que allí se presentan para respaldar esa afirmación son anuncios de nuevas inversiones, mientras que el éxito que se asegura va a lograrse contrasta con lo alcanzado por el mismo Trump en su primer mandato, de 2017 a 2021. Según cifras oficiales de la Oficina de Estadísticas Laborales, las ganancias de empleo industrial no representaron una mejora con respecto a años anteriores de esa década y tampoco permitieron recuperar el empleo perdido en la década anterior.
Una desindustrialización deseada
Cuando se habla de reindustrialización, y de la posibilidad de llevarla a cabo en Estados Unidos (o en realidad, en cualquier otro país), hay que tener en cuenta algo clave. Las empresas industriales se localizaron en otros países buscando el máximo beneficio: regímenes de bajos salarios, escasa regulación y apenas derechos laborales. Nadie las forzó. La globalización les servía para ese propósito y las grandes empresas industriales de Estados Unidos la impulsaron para obtener las ganancias más elevadas de la historia.
Por esa misma razón no van a volver por patriotismo a su país de origen. Lo harán sólo si allí encuentran mejores condiciones tanto a nivel nacional como de acceso a los mercados globales para obtener la mayor rentabilidad posible. Y el problema que tiene Estados Unidos para reindustrializar su economía es que recobrar esas condiciones es muy difícil, por no decir que imposible, al menos a corto y medio plazo.
Una reindustrizalización que precisa salarios y gasto público que no se está dispuesto a soportar
Es cierto que algunas grandes empresas estadounidenses, están prometiendo ahora grandes inversiones en su país. Apple, por ejemplo, ha anunciado que invertirá 500.000 millones de dólares y, según el presidente Trump, TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) gastará 100.000 millones en Estados Unidos (otros anuncios de inversión confirmados son de bastante menor envergadura).
Son cifras importantes e inversiones significativas, sin duda, pero no dejan de ser simbólicas. Reindustrializar una economía como la de Estados Unidos requiere un volumen de inversiones muchísimo mayor del que se está anunciando a cuenta gotas, y seguramente por la presión que la presidencia puede estar generando sobre sus directivos.
Sólo para infraestructuras civiles, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles estima que se necesita una inversión de 7,4 billones de dólares hasta 2033, y, según un informe de la consultora EY, 4,1 billones hasta 2050 para tecnología e infraestructura energética.
Aunque hay más, pues lo que se requiere no sólo son muchos billones de dólares en inversiones diversificadas y bastante tiempo por delante.
Los analistas Andrew Grantham y Avery Shenfeld han calculado que, para obtener una producción industrial que equilibre la balanza comercial de Estados Unidos, se necesitaría disponer de 3,5 millones de empleos adicionales. Teniendo en cuenta que el mercado laboral del país ya está saturado, lograr ese incremento en la oferta de empleos necesitaría aumentar el flujo inmigratorio y, además y al mismo tiempo, elevar sustancialmente los salarios, lo cual lógicamente reduciría los márgenes con los que ya se han acostumbrado a operar las grandes empresas industriales.
Y, en cualquier caso, ni siquiera ahí acabarían las dificultades. Para reindustrializar una economía del siglo XXI que desee ser competitiva se necesita mano de obra muy cualificada que Estados Unidos ha perdido.
El CEO de Apple, Tim Cook, lo señaló en un acto público: «En Estados Unidos, podrías tener una reunión con los ingenieros de herramientas, y no estoy seguro de que pudiéramos llenar esta sala. En China, sin embargo, podrías llenar varios campos de fútbol».
El caso del famoso iPhone es paradigmático, precisamente, porque no sólo con Trump sino desde Obama suele ponerse como ejemplo de lo que se desea que Estados Unidos vuelva a fabricar.
Con los salarios actuales, se calcula que el costo laboral de ensamblar y probar ese teléfono móvil en Estados Unidos sería de 200 dólares por unidad, frente a los 40 dólares en China. La inversión de medio billón de dólares de Apple parece gigantesca, pero su efecto real puede comprobarse si se tiene en cuenta que se necesitaría una inversión de 30.000 millones de dólares en tres años para trasladar sólo el 10% de su cadena de suministro a Estados Unidos.
Tal y como se ha dicho, se puede conseguir que el iPhonese fabrique en Nueva Jersey, Texas u otro estado, siempre que los consumidores estadounidenses estén dispuestos a pagarlo a 3.500 dólares.
Para financiar las inmensas inversiones públicas que se necesitan habría que aumentar la recaudación fiscal y lo que se ha propuesto Trump con la gran reforma fiscal que ya se discute en el Congreso es justamente lo contrario, reducirla para bajar los impuestos a los más ricos y a las grandes corporaciones. Y subir salarios no es tampoco lo que está en la estrategia de las grandes empresas industriales. Al revés, están tratando de relocalizarse en economías con costes laborales aún más bajos.
En resumen, las dificultades para que la economía de Estados Unidos se reindustrialice son tan extraordinarias a corto y medio plazo que parecen realmente inalcanzables.
El gato encerrado
Otra cosa es, sin embargo, que se logre volver a localizar allí a empresas de suministro estratégico, en enclaves precisos. Pero ese objetivo más singularizado es mucho más fácil de conseguir por la vía de ayudas y subvenciones, que ya inició Biden, que por aranceles. Y mucho menos cuando estos pueden ocasionar un deterioro generalizado de la economía si se plantean con carácter generalizado y como una auténtica guerra comercial contra todas las naciones del globo, prácticamente sin excepción.
Si esto es así, cabe pensar que la estrategia de guerra comercial emprendida por Trump no busca realmente ser efectiva como instrumento de política de reindustrialización. Siempre se ha dicho que, para hacer una tortilla, hay que romper primero los huevos, pero lo que haría Trump si mantuviese su estrategia arancelaria de forma permanente sería destrozar la vajilla y toda la cocina. No creo, pues, que la estrategia de fondo sea la que se está anunciando.
Estados Unidos perdió hace décadas la batalla de la industria manufacturera, y la perdió porque el poder económico que gobierna y decide las estrategias apostó por un modelo de economía centrado en las finanzas y el capital tecnológico, unidos ambos a la industria militar, a cambio de importar bienes baratos que paga con los dólares que demanda media humanidad. Y su problema actual no es que desee cambiar de estrategia, sino que está obligado a modificar la fuente con que la financia.
La guerra arancelaria que ha desatado Trump es una excusa, un señuelo que le sirve para ganar posiciones y lograr otros objetivos. O, más claramente hablando, una trampa. El presidente del Consejo de Asesores Económicos de Trump, Stephen Miran, explicó hace meses lo que, en realidad, se persigue: enseñar el palo de los aranceles para ofrecer luego la zanahoria y lograr apoyo al plan estadounidense de reforzamiento del dólar como moneda de referencia y el paraguas de la protección militar.
Lo que de verdad busca Estados Unidos es romper el régimen del comercio internacional basado en reglas y negociación multilateral porque está dejando de ser la potencia económica indiscutible de antaño; crear otras condiciones para poder mantener al dólar como moneda de referencia; y garantizar el poderío militar imperial que necesitan sus grandes empresas como apoyo y cobertura en los mercados y como negocio. A cambio, eso sí, está perdiendo una buena parte del llamado «poder blando» que tan útil le ha sido durante décadas. A tenor de cómo bastantes países han empezando a negociar y las cláusulas que aceptan, podría decirse que Trump no ha cometido ninguna locura. Contemplando la respuesta mesurada y sensata de China y la reacción de los mercados financieros ante la incertidumbre y el temor a enfrentarse a los problemas pendientes con su improvisación y arbitrariedad, se explica que el presidente de Estados Unidos haya tenido que pisar el freno y poner la marcha atrás. Se aventuran tiempos de dificultades, complicaciones y conflictos para todos.
En conclusión, es un error mirar tan sólo el dedo de los aranceles de Trump y no a dónde apunta: la reconfiguración del comercio y el sistema monetario internacionales y del espacio geoestratégico global. Hay que seguir analizando.
Juan Torres López | 22/05/2025
sábado, 24 de mayo de 2025
Carros de Gedeón: Israel se declara en estado de guerra
En las últimas horas, el gobierno israelí autorizó el ingreso de “ayuda humanitaria” a Gaza, mientras se producían denuncias acerca de la hambruna mortal a la que es sometida la población de la Franja. Una declaración conjunta de los gobiernos de Gran Bretaña, Francia y Canadá reclama a Israel que cese las operaciones militares en Gaza, cuya ola de muertes califica de “intolerable”, y exige que autorice el ingreso de asistencia alimentaria de parte de las Naciones Unidas. El inglés Starmer ha anunciado también sanciones contra colonos sionistas que despojan de sus propiedades a palestinos en Cisjordania. Senadores norteamericanos, a quienes se identifica como parte del lobby sionista en Estados Unidos, habrían intervenido ante el gobierno de Israel para que se detenga la inanición de la población palestina. En el campo de la ‘izquierda’ no faltó quien viera en estas urgencias de este bloque imperialista que no ha cesado de armar al ejército sionista un acomodamiento a las presiones de las movilizaciones masivas que han tenido lugar en Europa contra el genocidio en Gaza. En la primera fila de esta vocería se anotó el Socialist Workers Party de Gran Bretaña, afiliado a una flamante Internacional Bagayera que todavía carece de nombre oficial. Para el SWP, “la escala del horror (desatado por) Israel en Gaza (…) ha golpeado a los líderes occidentales”. Para la “Coalición Paremos la Guerra” de Gran Bretaña, “estamos empezando a ver las quiebras en el apoyo monolítico a Netanyahu por parte del “establishment”. De acuerdo a un titular de Haaretz (20/5), el diario sionista liberal, “Netanyahu ha enfurecido al Mundo Ilustrado”.
Todo esto es, naturalmente, un sofisma, y no solamente porque el apoyo del imperialismo mundial a la guerra del estado sionista sigue inquebrantable. Starmer, de nuevo, anunció el cese de un convenio comercial con Israel que no ha producido nada hasta ahora y se duda de su vigencia. Los tres jinetes del imperialismo “liberal” vienen sosteniendo esta guerra de exterminio, con el ex presidente Biden, desde hace año y medio. Fueron parte de un diseño estratégico más amplio, como el derrocamiento de la dictadura de Al Assad en Siria; la ocupación del sur del Líbano por parte de las fuerzas armadas sionistas y de gran parte del sur de Siria, hasta las cercanías de Damasco. Starmer, Macron y Carney han liderado la campaña contra el “antisemitismo” de quienes vienen luchando contra el ‘horror’ que aquellos admiten ahora. La carnicería humana y política contra el pueblo palestino ha llegado muy lejos como para optar por una retirada supuestamente ordenada. Por eso Netanyahu ha respondido con un ‘seguimos adelante’ contra estas exhortaciones pseudo pacifistas.
El ala liberal del sionismo israelí ha sido un adelantado en la caracterización de esta guerra de exterminio. El diario Haaretz, por ejemplo, viene suponiendo, desde hace tiempo, que Netanyahu carecía de un plan para la pos guerra, que ahora prosigue para poder continuar en el poder y evitar su encarcelamiento por corrupción. En función de este interés personal, Netanyahu sostiene contra viento y marea la coalición de gobierno con la ultraderecha clerical que ha hecho público el objetivo de matar al pueblo palestino mediante bombardeos a discreción e inanición alimentaria. En el marco de este enfoque, el decano del liberalismo sionista denuncia al primer ministro de “destruir el eficaz trabajo de los servicios de seguridad” y lo acusa de buscar una “guerra infinita” (Forever War).
La verdad es que la guerra de exterminio en Gaza fue aprobada desde el primer momento por el estado mayor de las fuerzas armadas de Israel y el gabinete de guerra, al cual Netnyahu incorporó a líderes militares de la oposición parlamentaria. Este plan de guerra no puede adjudicarse a una improvisación incurrida por el ataque supuestamente inesperado de Hamas. En junio del año pasado, Netanyahu produjo un relevo importante en el estado mayor del ejército. Eyal Zamitm, un general de blindados, en lugar de aviadores, designado para su jefatura, presentó un plan de operación terrestre que involucraba a seis divisiones que pondrían fin a la dominación de Hamas y ocuparían el enclave entero (Haaretz, 18/5). Es el que se encuentra en pleno despliegue en la actualidad; ningún departamento de la OTAN desconocía esta estrategia – la limpieza étnica de Gaza. Es lo que avaló Trump en forma oficial cuando comunicó su intención de “apropiarse” de Gaza, convertido en enclave extranacional, para edificar una ‘Riviera’ sobre el Mediterráneo. Esta operación fue bautizada, finalmente, como Los Carros de Gedeón (Gideon Charriots). Las fuerzas armadas de Israel (“Fuerzas de Defensa”) están en juego en este operativo – no el pellejo de Netanyahu. Un fracaso estratégico de la operación Carros sería un golpe existencial la institución fundamental de Israel.
Haaretz ofrece otra información significativa – la movilización “de decenas de miles de reservistas” a Cisjordania, para “liberar a las fuerzas regulares” para la ocupación de Gaza. Es probable que la transferencia de reservistas tenga lugar también al sur de Líbano y de Siria. Semejante despliegue de tropas activas y de la reserva equivale a declarar a Israel en estado de guerra. Los jefes de Gobierno que se habrían “quebrado” por los horrores que (¿vieron? ¿leyeron? ¿escucharon?) en Gaza no desconocen en absoluto el alcance estratégico de Los Carros de Gedeón – sólo piden regular humanamente la ayuda alimentaria a la población, para evitar un fracaso de ella. Todos estos gobernantes, con Trump a la cabeza, han bombardeado en forma sistemática al único grupo político-estatal que ha salido a pelear contra la masacre de la ultraderecha sionista – los huties de Yemen. Es oficial la gestión de Trump para que Libia y Siria acojan a palestinos desterrados por esta ‘solución final’.
“Unos pocos estados árabes, informa Haaretz, liderados por Arabia Saudita y Egipto, quieren instalar un nuevo gobierno en Gaza, que dependerá de una fuerza militar internacional y ayuda económica extranjera, que incluiría a la Autoridad Palestina”. Si la salida de “dos estados” quedó agotada hace décadas, no la resucitará la instalación de una fuerza militar internacional. El cuadro de guerra internacional que caracteriza al actual momento histórico, no permite el retorno a un estatus que no prosperó en estadios menos conflictivos. La disputa mundial por materias primas de todo orden, para reestructurar las cadenas de producción en función de polos antagónicos, lejos de impulsar salidas ‘pacíficas’ en el Cercano Oriente, anuncia un escalamiento de conflictos bélicos en América Latina y en África. El imperialismo norteamericano ha salido a controlar en forma directa el canal de Panamá e instalar base en el sur de Argentina, e incluso en el paraíso isleño de Fernando de Noronha.
La guerra de exterminio en Gaza constituye, por sus alcances y derivaciones, una parte de la guerra mundial. Los trabajadores de todos los países deben verla desde esta óptica – y alistarse para enfrentarla en términos y acciones revolucionarias.
Jorge Altamira
21/05/2025
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