jueves, 27 de febrero de 2014

Venezuela: Las fuerzas de la historia




1. Carece de sentido representar una nueva relación de hechos sobre los acontecimientos en curso en Venezuela desde el 12 de febrero de 2014. Su caracterización consensuada incluso desde las administraciones capitalistas de América Latina cuya política exterior se comporta relativamente independiente, al menos en términos diplomáticos y declarativos, se ha inclinado por llamar a respetar la democracia representativa y al Presidente Nicolás Maduro legítimamente optado en las urnas.
Naturalmente, de esa solidaridad elemental se han excluido los gobiernos alineados en el tratado de libre comercio y de nítidos objetivos geopolíticos en beneficio del Estado corporativo norteamericano, la Alianza del Pacífico, compuesto por ahora por México, Colombia, Perú y Chile. En el último país, la hace poco electa por un 25% de personas habilitadas para sufragar, la Presidenta Michelle Bachelet, pronta a asumir en menos de un mes, siguiendo la política pro imperialista del ex Presidente Ricardo Lagos Escobar quien fue el primer mandatario en reconocer a los golpistas fracasados de 2002 contra Hugo Chávez, ha guardado un silencio obsecuente en apoyo a las acciones emprendidas contra el pueblo y el Ejecutivo venezolano. Porque esta hora es de aquellas donde se revela la genuina escala de grises de los intereses y proyectos políticos más o menos articulados de las clases sociales y se caen las fachadas. En los paraderos de la locomoción pública, en cualquier proclama que se refiera al asunto, en las Naciones Unidas.
2. Sobre las comparaciones recurrentes entre los procesos políticos de Chile de la Unidad Popular y la actual Venezuela es preciso tomar algunas notas. En las décadas de los 60 y 70 del siglo XX en gran parte del mundo se vivió una ofensiva extraordinaria del movimiento popular sobre el capitalismo maduro, sólo comparable con los años inmediatamente posteriores a la Revolución Soviética. Es posible aventurar que los 60 y 70 fueron años de gloria y tragedia donde los oprimidos alcanzaron protagonismo y talla histórica. De alguna manera, desde las victorias y derrotas de entonces, desde la contrahegemonía en todas sus formas respecto de la minoría en el poder, se produjeron los más ricos, complejos y creativos procesos de construcción política, cultural y social de los humillados de la Tierra hasta ahora. Es como si los explotados y plebeyos hubieran alcanzado el despliegue histórico de sus intereses sólo posible de cercenar mediante la violencia derechamente militarizada de los imperialismos de manera directa o a través de sus representaciones nacionales y regionales.
Entonces fue como haber palpado el futuro. Desde una dañada, pero eficiente contrarrevolución burguesa, hasta no hace tanto, cuando recién comienza una paulatina recomposición de las fuerzas sociales ligadas al trabajo y los oprimidos, todavía ese futuro ya vivido funciona como horizonte de sentido. De allí la misión desmoralizante de las acusaciones de ‘nostalgia izquierdista’ de la producción propagandística multiformal y espectacularizada por la intelectualidad a pago, ex revolucionaria y por encargo de la misma minoría en el poder. Minoría que aprende rápidamente y cuya memoria indeleble opera como terror de clase cuando se actualiza alguna esquina del período donde sus privilegios fueron jaqueados seriamente por mayorías sociales autoconscientes.
Pero para los pueblos del mundo ese futuro ya vivido –y no personal ni generacionalmente- es cumbre colorida, texto existencial orientador relativamente mitificado; así como la realidad inmediata es carencia de sentido y pura opresión.
Se trata de que los tiempos de la lucha de clases no son lineales ni historicistas ni cronológicos. Son tiempos siempre políticos, históricos, sociales y concretos.
Por ejemplo, puede perecer una generación o dos, la vida biológica de un individuo, pero las condiciones y relaciones de fuerzas que produjeron a uno y miles de Ernesto Guevara perduran como realización pendiente. Y no por capricho, el mal llamado voluntarismo o alguna trampa de la psiquiatría social. Sino porque hoy las relaciones de poder y de clase subsisten de modo más feroz en términos relativos y absolutos que entonces.
Por contexto y particularidades en el proceso mismo de acumulación de fuerzas, el programa aplicado por el gobierno de la Unidad Popular fue más progresivo que el de la Venezuela bolivariana. Ello no es bueno ni malo, es objetivo. Sin embargo, existen distancias y similitudes que serían bravas de detallar en un borrador urgente. Tal vez las diferencias más visibles sean que la UP de Chile fue de abajo hacia arriba, con una poderoso papel de los partidos políticos reformistas de inspiración socialista y la densidad continua históricamente de la lucha de los trabajadores y el pueblo; y que la experiencia bolivariana se basa sobre la señera conducta y liderazgo de Hugo Chávez, el ‘Caracazo’, el desprestigio del sistema político convencional y la reestructuración notable de la ideología de las Fuerzas Armadas de Venezuela. Asimismo, tanto la resignificación popular del concepto de patria, las fuertes definiciones antiimperialistas, como el ejercicio de la sedición enemiga sean los lugares más comunes de ambos gobiernos. En fin.
Si bien las formas del imperialismo -luego de la oleada de golpes militares que asolaron a América Latina con el fin de imponer en inmejorables condiciones el programa ultraliberal del capitalismo concentrado y financiarizado ante la tendencia a la baja de sus ganancias por el propio desarrollo tecnológico y el encarecimiento del precio del trabajo-, modificaron drásticamente las relaciones de fuerza mundiales y regionales y, por tanto, se han vuelto más sofisticadas las tácticas de la dictadura del capital y en la actualidad se habla de ‘golpes blandos institucionales’ (y precautorios) en el continente. Sin embargo, nada asegura que los golpes militares tradicionales hayan sido arrojados al baúl de los recuerdos. Quienes así lo creen sólo están expresando un deseo.
En consecuencia, con el objeto de generar una crisis de gobernabilidad la arremetida inestabilizadora y anunciada de grupos de estudiantes universitarios digitados por la burguesía y el imperialismo usamericano en su plaza fuerte, Táchira (y después, Mérida), colindante con Colombia no accidentalmente sino por lo contrario, es la expresión palpable del álgido momento de la lucha de clases en el país de Bolívar.
Las decisiones antiinjerencistas del gobierno de no renovar los permisos de trabajo a los empleados de la industria mediática rival de los pueblos, CNN, y de enviar a un cuerpo militar y policial a Táchira para frenar el motín golpista, corresponden a medidas orientadas acertadamente para demostrar la voluntad y las fuerzas del pueblo organizado.
Sin embargo, esas iniciativas no detendrán al imperialismo.
3. La lucha antiimperialista es inmediatamente una lucha anticapitalista en los países dependientes del mundo y de América Latina. Al no existir ‘burguesías nacionales y patrióticas’, tampoco existe una eventual resolución del conflicto vía pactos sociales que no redunden en ofrecer más tiempo a la clase gran propietaria para continuar conspirando.
En claro y sencillo: el combate contra la ofensiva imperialista dinámicamente se transforma en la oportunidad popular para expropiar a la burguesía y a los intereses norteamericanos e iniciar abiertamente el camino hacia una sociedad socialista y revolucionaria. Es mejor más temprano que tarde. Y aunque todo parto, inevitablemente comporta dolores, es la única práctica que da vida y multiplica su ejemplo.

Andrés Figueroa Cornejo

miércoles, 26 de febrero de 2014

"Estamos en una nueva fase de la ofensiva imperialista en el Mundo"




Entrevista radial con James Petras

Héctor Vicente: Ya estamos en contacto con James Petras. Buenas tardes, ¿cómo está?
James Petras: Estamos muy bien.
HV: Muy bien.
El primer tema que queríamos consultarle, es la situación que se está viviendo en Ucrania, con la orden de arresto que se dictó contra el destituido presidente Víktor Fédorovich Yanukóvich; hay declaraciones del primer ministro ruso Dmitry Medvedev, cuestionando la legitimidad de las nuevas autoridades ucranianas. ¿Qué nos puede decir en torno a todo esto?
JP: Es claro que la Unión Europea y los Estados Unidos han conseguido un gobierno que esta a la orden de su política. Y está empezando ahora una purga, de toda la oficialidad del régimen democrático para poner en su lugar a representantes de los diferentes sectores de la oposición.
A partir de la toma de poder de los golpistas, empieza la segunda guerra entre los colaboradores para ver quién consigue qué puesto y qué puede conseguir del gobierno y a partir de las negociaciones con la Unión Europea.
Lo que hay que entender es que Ucrania, a partir de esta violencia, es un país en bancarrota, no tiene ningún acceso a los fondos que Rusia desplegó ni tampoco recibe financiamiento del mundo occidental. En esa situación, los europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI) encabezando las negociaciones, exigen lo que ellos llaman ‘reformas’. Esto significa que el FMI va a dictar la política económica, y les va a ordenar que ellos deben terminar con las subvenciones a la calefacción, el gas, etc.; que deben eliminar muchos de los gastos sociales; deben imponer un plan de austeridad; y van a imponer una serie de medidas de privatizaciones con el consecuente aumento del desempleo.
Esto a la vez, va a crear otros conflictos entre los golpistas, porque un sector golpista está dispuesto a aceptar los mandatos del FMI y otro sector va a decir ‘para qué luchamos si estamos peor que durante la época de Yanukóvich. Incluso tiene como candidata a la presidencia a Yulia ‘la ladrona’ Timoshenko que estuvo encarcelada por robar más de 400 millones y ahora la presentan como candidata.
Ahora, más allá de la situación precaria de los golpistas y de la nueva situación frente al FMI; hay otros problemas. Ayer los golpistas eliminaron el bilingüismo, nulificaron la lengua rusa en la parte Este del país, donde la gran mayoría de las personas hablan ruso; y eso puede provocar la división del país entre el Este pro ruso parlante y el resto, los ucrano parlantes.
También hay un sector fascista que está tumbando los monumentos que se erigieron celebrando la derrota de los nazis, y quieren volver a imponer las doctrinas que apoyaron durante la Segunda Guerra Mundial cuando colaboraron con los nazis.
El peligro es que tratan de expulsar a la flota rusa del Mar Negro, particularmente de Sebastopol; tratando de eliminar los derechos de los ciudadanos rusos. Entonces, si tratan de expulsar la flota rusa, es muy posible que Rusia intervenga y apoye la separación de Crimea y el Este ucraniano, lo que aumentará las tensiones entre los países occidentales y los apoyantes de la posición rusa.
En todo caso, el golpe de estado no ha solucionado ningún problema económico y ha provocado nuevas divisiones y luchas entre los golpistas.
HV: Se genera más inestabilidad en la zona. ¿Se puede generar alguna reacción rusa?
JP: Bueno, por el momento la respuesta es cautelosa. Están estudiando que políticas van a adoptar los golpistas, que sector va a quedarse con el poder y qué política impondrán.
En todo caso Rusia no va a prestar los 15 mil millones de dólares que habían acordado con el presidente Yanukóvich ni va a rebajar el precio del gas; además Ucrania tiene una deuda de 73 mil millones y este año está obligada a devolver 12 mil millones y en este momento no tiene ni una mínima fracción de ese dinero. Los países occidentales, encabezados pro Estados Unidos y el FMI, ya adelantaron que no van a prestar ni un centavo si no comienzan a aplicar un plan de austeridad y terminan la política nacional. Tienen que entrar en la onda neoliberal como lo hicieron España, Irlanda o Grecia, donde se aplicaron fuertes recortes públicos y se profundizaron las privatizaciones de toda la riqueza.
Entonces, primero dicen reformas y luego préstamos. Primero neoliberalismo y luego financiamiento. Y eso inevitablemente va a crear condiciones muy graves para las grandes mayorías en Ucrania, no saben lo que se les viene porque la dictadura del FMI es la peor forma de gobernar un país.
HV: Dimitió el primer ministro de la ‘transición’ egipcia, Hazem al Beblawi; quien estaba al frente del gobierno desde el golpe de estado militar contra Mohamed Mursi en 2013.
JP: es una profundización de la militarización, este gobierno de transición era simplemente una fachada porque el general (ministro de Defensa y jefe del Ejército, Abdel Fattah al) Sissi, es el que manda en el país y ahora está descartando la fachada, y va a imponerse como una dictadura militar sin pretexto de coalición con civiles, liberales ni nada. Primero fue la purga de los Hermanos Musulmanes, después de los sectores nacionalistas, y ahora es la purga de los liberales que están de alguna forma subordinada al gobierno. Las políticas en Egipto están cada vez más represivas.
El juicio contra el ex presidente Mohamed Mursi y las medidas que han tomado contra los opositores, son del estilo de Pinochet, no tienen nada que ver con el retorno a la democracia.
HV: Parece que se instaló la inestabilidad definitivamente en Egipto.
JP: Empieza la resistencia, en diferentes vertientes. Hay grupos en protestas legales, hay grupos en protestas callejeras y crecen los grupos armados.
La situación va a seguir inestable y tal vez, después que gaste los primeros préstamos que le dio Arabia Saudita el gobierno va a enfrentar una situación muy difícil porque no tiene sus propios recursos ni capacidad de generar nuevas inversiones. Mientras tanto, el gobierno por la fuerza impone una tranquilidad relativa, pero el futuro es muy oscuro por la dictadura.
HV: Le propongo venir para nuestro continente y sobresale la situación que se vive en Venezuela, que aquí en CX36 hemos estado siguiendo incluso con testimonios en directo desde allí. Ahora el presidente Nicolás Maduro, convoca a una Conferencia Nacional de Paz para el miércoles, con los líderes de la oposición.
JP: Es posible que pudiera convocarlos para entrar en discusión y diálogo. Hay que ver qué tiene la agenda, cuáles son los puntos de coincidencia, qué propuestas tiene la oposición, para que el gobierno pueda mantener los cambios sociales – populares y mientras tanto, aceptar la ley y el orden del marco democrático. Porque hasta ahora la oposición está funcionando con una doble agenda, hablan de democracia pero practican la ilegalidad y la violencia, y actúan como quinta columna para Estados Unidos.
Es difícil imaginar que están dispuestos a dejar la política actual. Espero que haya un cambio de actitud, pero la táctica actual de Washington y sus representantes, (Henrique) Capriles y (Leopoldo) López, era una política de tensión, de hostigamiento constante para provocar un desgaste. Y no sólo eso, en Táchira –provincia del interior del país- tratan de tomar territorio y establecer una base para el lanzamiento de la oposición violenta.
Debemos tomar con mucha precaución sobre esta convocatoria, porque los medios de comunicación siguen fomentando la violencia. Washington rechaza el diálogo mientras sus interlocutores están débiles y quieren repetir lo que hicieron en Ucrania, o sea, imponer condiciones inaceptables para descartar el gobierno, frustrar las bases sociales y poco a poco debilitar la estabilidad del gobierno de Maduro.
No hay que tomar en serio la idea de una reconciliación, es una política de desgaste. Negociar y movilizar. Desgastar significa mantener tensiones para que la economía no funcione, la gente no pueda ir al empleo, falten mercancías en las tiendas. Es una guerra estrecha.
HV: Usted mencionó Táchira, allí se comprobó incluso la participación de paramilitares colombianos, además por allí se hace el contrabando a Colombia.
JP: Y lo peor es el Alcalde de Táchira, es de la oposición y está fomentando el terrorismo y los tránsitos de colombianos y toda la mafia, que está mezclada con toda la política de la oposición.
El gobierno debe intervenir allí, desplazar al Alcalde, porque está actuando contra la Constitución e imponer un gobierno que pueda reflejar sobre él y actuar dentro de la Constitución.
Pero en este momento sólo tiene la Guardia Nacional allá y está tratando de ver en qué grado puede establecer la tranquilidad para la gente que no está con la oposición pueda seguir funcionando normalmente.
HV: El presidente Maduro denunció a CNN y expulsó a sus corresponsales de Venezuela.
JP: Es que abiertamente están actuando, de forma muy descarada, mostrando la violencia de forma favorable, haciendo propaganda flagrante a favor de la desestabilización. Ningún gobierno puede tolerar medios que son instrumentos del terrorismo. CNN es el primer culpable de estas prácticas, por eso deben cerrarse inmediatamente para que no lo puedan imitar los otros medios de la oposición, que no puedan hacer ese tipo de medio terrorista.
HV: En Ecuador hubo elecciones locales y el partido del presidente Rafael Correa, ‘Alianza País’ perdió en Quito, Cuenca y Guayaquil.
JP: Hay un gradual desgaste en las clases medias de las grandes ciudades; el gobierno se sobre confió y no está tomando en cuenta la pobre gobernabilidad de los alcaldes, particularmente en Quito.
Hay necesidad de reconsiderar lo que está haciendo el gobierno. En las provincias, en la parte rural, Alianza País ganó las elecciones, pero perdió Quito porque se descuida mucho las condiciones de la vida cotidiana, algo de las condiciones del gobierno, corrupción, etc. El problema del centro izquierda es que se están agotando las posiciones más progresistas, por estar demasiado tiempo en el poder se descuidan las bases sociales que originalmente los pusieron en el poder. El señor Correa debe hacer una autocrítica y ver en que grado debe revisar la política exclusivamente extractiva –exportaciones petroleras, mineria, etc.- y buscar diversificar la economía, ampliando la participación más allá de los círculos de Alianza Pais.
El problema con estos resultados, no pasa por solamente ser un castigo, sino que los que se están aprovechando de las dificultades de Correa es la derecha. En Guayaquil, el alcalde Jaime Nebot, que siempre fue de derecha es un social cristiano; Mauricio Rodas –que ganó la Alcaldía de Quito- es de centro derecha; entonces la debilidad de Correa no está favoreciendo a la izquierda ni a los movimientos sociales. El descontento popular está desliándose hacia la derecha, hacia políticos peores que Correa y ese es el drama que estamos viviendo. Y no sólo en Ecuador, sino también en Brasil y Argentina, por varias razones que ya comentamos pero que podemos repasar. La izquierda esta debilitada por la fuerza que tiene el centro izquierda, entonces cuando hay problemas con el centro izquierda, la derecha se beneficia.
HV: ¿En qué otros temas viene trabajando?
JP: Tenemos que analizar en conjunto lo que está pasando.
Hemos visto una ola de golpes e invasiones, si simplemente enfocamos sobre Ucrania y Venezuela, perdemos el cuadro general. Esto forma parte de una ofensiva imperialista, con la invasión en Libia; el golpe en Egipto, la invasión a Siria, los golpistas en Ucrania y ahora los terroristas en Venezuela, es todo parte de una nueva ofensiva imperialista que busca homogenizar el mundo bajo la bandera del neoliberalismo con gobiernos autoritarios. Ya no confían en la democracia y el libre mercado como en los años ’90. Ahora la única forma de imponer el neoliberalismo es a partir de la violencia y las dictaduras, y los que piensan que el imperialismo está en declive están equivocados.
Tenemos que tomar en cuenta no solamente la violencia y los golpistas; la derechización de Françoise Hollande en Francia, invadiendo África y haciendo concesiones a los negocios; el nuevo gobierno en Italia con Matteo Renzi, que promete privatizar la Economía y despedir cientos de miles de empleados públicos; Mariano Rajoy en España que quiere revertir todas las leyes sociales; etc. tenemos una ola derechista que nos está pasando por delante y tenemos que pensar en una contraofensiva porque no se puede parar estas cosas simplemente criticando a los gobernantes.
HV: ¿Hay herramientas, instrumentos, a nivel internacional para que los pueblos logren por lo menos ensayar una coordinación frente a esto?
JP: Si, hay varias organizaciones, pero más social que políticas. Hay organizaciones de campesinos, sindicatos, ecologistas, etc. Pero falta una perspectiva más claramente partidaria, política.
El a-partidismo, la oposición a los partidos políticos, es un error. Tendrían que entrar en la política de combinar las formas de lucha, electoral y acción directa, pero hasta ahora se quedan divididos.
HV: ¿Y eso debilita mucho a los sectores populares?
JP: Si, porque están luchando con una mano mientras que con la otra están frenando.
HV: Muy bien, Petras, le agradecemos mucho este análisis. .
JP: .
Un abrazo.

Héctor Vicente
Radio CX36 centenario

martes, 25 de febrero de 2014

La gesta de Sandino y su vigencia en tiempos de lucha




En el 80ª Aniversario de su desaparición física

Hoy 21 de febrero, se cumplen 80 años de la muerte de Augusto C. Sandino, “General de Hombres Libres y Padre de la Revolución Popular y Antiimperialista”, como declara en su preámbulo la Constitución Política de Nicaragua.
Sandino fue rescatado del estado mítico o utópico, e incluso del olvido en que se encontraba en los años 50 y 60 del siglo XX, para ser convertido en hecho real, encarnado por la gesta del Frente Sandinista de Liberaclón Nacional. Muchos dicen que esta fue la principal conquista de la Revolución popular que derrocó el régimen de los Somoza el 19 de julio de 1979.
La dignidad que le concedió la Constitución de 1987, con esos títulos, se mantuvo intacta tras las sucesivas reformas constitucionales de 1995, 2000 y 2005, aprobadas durante los 17 años del período neoliberal, que comenzó en febrero de 1990 con la derrota en las urnas del FSLN hasta noviembre de 2006, en que por las mismas, el sandinismo recuperó el poder político, reanudando una segunda fase de la Revolución. Pero es que más allá, Sandino, en su lucha por la Soberanía Nacional logra condensar un Código de principios y valores que son internacionalizables como se puede desprender del estudio de su pensamiento político. [1]
De todas maneras, no profesamos un nacionalismo excesivo. No queremos encerrarnos aquí solos. ¡Que vengan extranjeros, incluso [norte] americanos, desde luego! Tampoco pensamos que en el nacio­ nalismo político está toda la solución. Por encima de la nación, la fe­ deración: continental, primero; luego más amplia, hasta llegar a la total. [2]
Soy perfectamente capaz de ganar mi sustento y el de mi esposa en cualquier ocupación, por humilde que sea. Soy mecánico, y si fuese necesario volvería al oficio. Hemos tomado las armas por amor a la patria y porque todos los demás jefes la traicionaron, se vendieron al extranjero o, cobardes, doblaron la cerviz. En nuestra propia casa es­ tamos luchando por nuestros derechos inalienables. ¿Qué derecho asiste a las tropas extranjeras para calificarnos de bandidos y forajidos y decir que somos los agresores? [3]
El 21 de febrero de 1934, Sandino saliendo de la casa presidencial, levantada en lo alto de la loma de Tiscapa, después de cenar con el presidente Juan Bautista Sacasa en compañía de dos de sus Generales, Juan Pablo Umanzor y F. Estrada, y el escritor Sofronías Salvatierra (Ministro de Agricultura), son detenidos. Los Guardias, cumpliendo la orden de su Director Jefe, Anastasio Somoza García, en coordinación con el re­presentante del gobierno de Estados Unidos ante el gobierno de Nica­ragua Arthur Bliss Lañe, separó a los tres primero a los que condujo en un camión hasta un lugar conocido por el nombre de “La Calavera” en el campo Larreynaga donde fueron asesinados a tiros. Al perpetrarse el asalto cuenta el testigo S. Salvatierra que "Sandino conservaba serenidad inalterable y con el timbre de voz firme... exclamó: ¿Por qué seme­jante atropello? Hecha la paz, todos somos hermanos. Mi único afán propende el resurgimiento de Nicaragua por medio del trabajo, y en los años pasados he luchado por la libertad de nuestra patria". [4]
Acto seguido la Guardia Nacional asaltó la casa de S. Salvatierra donde estaban hospedados el hermanastro de Sandino, Sócrates Sandino, Rolando Murillo y el General Santos López. Mueren los dos primeros junto con un pobre chiquillo de diez años, mien­tras Santos López, "herido en una pierna logró escapar de sus capto­res". El mismo Santos López, que regresó a la montaña, dará años más tarde el testimonio de estos hechos a Carlos Fonseca Amador, el hombre que con Santos, Tomás Borge y otros guerrilleros fundarán el Frente Sandinista de Liberación Nacional en julio de 1961.

La personalidad de Sandino

Augusto C. Sandino es un personaje increíble y su vida podría ser una buena novela de ficción si no fuera por la cantidad abundante de testimonios incuestionables que nos han dejado quienes lo conocieron o contaron o escribieron sus hazañas.
Había nacido en 1895 (18 de mayo) en una pequeña aldea, de nombre indígena Niquinohomo a 60 Km. al Sur de Managua, muy cerca de Masaya. Aunque su nombre Augusto era bien occidental, Sandino era de etnia india, hijo de una humilde campesina llamada Margarita Calderón, que se desempeñaba como doméstica y obrera agrícola. Su padre Gregorio Sandino, un mediano propietario, productor agrícola, que no lo reconoció como hijo hasta la adolescencia, en que le empleó en la administración de su hacienda. Amaba profundamente a su madre por su pobreza y por las privaciones que tuvo que padecer con ella, en su niñez. Fue castigada por un pequeño robo y como era costumbre el hijo tuvo que acompañarla a la cárcel, teniendo la dura experiencia de verla dar a luz en la celda. Todo esto tuvo que crear en él un enorme amor a su madre que con un gran sentido universalista, lo extrapoló a su patria Nicaragua, a la pasión por la Unión Centroamérica, a toda Latinoamérica y la humanidad entera.
No abandonaré mis montañas mientras quede un gringo en Nicaragua; no abandonaré mi lucha mientras falte a mi pueblo un derecho por enderezar. Mi causa es la causa de mi pueblo, la causa de Améri­ca, la causa de todos los pueblos oprimidos [5].
Y a la misma Tierra:
[...] la naturaleza inspira y da fuerza. Todo en ella nos enseña. La ciudad nos desgasta y nos empequeñece. El campo: no para encerrar­se egoístamente en él, sino para marchar a la ciudad y mejorarla. [6]
Años más tarde se interna en las montañas de Nicaragua, con su Ejército guerrillero, que comenzó con una treintena de decididos voluntarios, que fue creciendo hasta llegar a más de un millar, que operan distribuidos en pequeños grupos y, acosan permanentemente a muchos miles de “marines” norteamericanos, bien armados y ayudados de bombardeos periódicos de la aviación yanqui, Sandino durante sus 7 años de resistencia heroica entre 1936 y 1933, elaborará los fundamentos de su pensamiento político [7]:
No abandonaré mis montañas mientras quede un gringo en Nicaragua; no abandonaré mi lucha mientras falte a mi pueblo un derecho por enderezar. Mi causa es la causa de mi pueblo, la causa de Améri­ca, la causa de todos los pueblos oprimidos. [8]
Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán. [9]
“La muerte no es sino un pequeño instante de incomodidad que no debe ser tomado en serio, y elige a aquél que más la teme” [10]
Siendo físicamente una persona menuda, su poder moral era gigantesco. De una capacidad reflexiva fuera de lo normal, supo captar los secretos de la vida y saber expresarlos con una sencillez sobrecogedora. Más allá de mantener una posición política firmemente comprometida contra la esclavitud en que el imperio norteamericano sometía a Nicaragua, era un gran comunicador que exponía sus pensamientos siempre cargados de una emoción que, como ocurre con las personas excepcionales, tenían cierto magnetismo hacia la gente, no solo con el campesino nicaragüense, sino sobre muchos internacionalistas extranjeros que visitaron a Sandino en las montañas o se unieron a la guerrilla.
"No importa, mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza." [11]
Para sandino la raza era equivalente a la clase de los explotados que él identifica con los campesinos y obreros de una América Latina, que tras independizarse de la colonización española, estaban entrando en un estado de sometimiento al imperialismo norteamericano.
A la edad de 20 años Sandino deja la casa de su padre para buscar la manera de hacer vida por sí mismo, y así recorre haciendas y plantaciones, trabajando como ayudante de mecánica, volviendo más tarde a Niquinohomo para dedicarse al comercio de granos. Posteriormente, Sandino sale hacia Honduras, empleándose en la Multinacional Sugar and Distilling Company. Después viaja a Guatemala en 1923 y trabaja para la United Fruti Company en Quiriguá. Más tarde viaja a México, y en la ciudad de Tampico es contratado para trabajar en la South Pennsylvania Oil Company. En México permanece hasta junio de 1926, cuando en Nicaragua se produce una insurrección liberal contra el gobierno del general Emiliano Chamorro, recordado como un vende-patrias por el Tratado Chamorro-Bryan [12].
Durante este viaje, conoce las condiciones de explotación implacable del proletariado, conoce la vida y la práctica política, trabaja con líderes sindicales, obreros, militantes socialistas, anarquistas y masones. Es ahí donde conoce las luchas sindicales, la agresión yanqui contra México por el control de los yacimientos petroleros, de la propia Revolución Mexicana y, en fin, del progreso de las luchas de la clase trabajadora.
No deja de seguir los acontecimientos de una convulsa Nicaragua donde estalla una segunda Revolución en 1926, ya más orientada a la defensa del decoro nacional y evitar el vasallaje de Nicaragua a los EEUU. Sandino se dispone a participar regresando a su tierra natal. El alma de la naciente burguesía nicaragüense todavía porta un fuerte sentimiento de pertenencia a una comunidad nacional que reclama soberanía frente a la opresión y que cree tiene una hoja de ruta en el desarrollo económico de pequeñas empresas para salir de la pobreza, que nos recuerda a los sant-simonianos del naciente capitalismo francés Pero esa burguesía no dará el paso de enfrentarse decididamente al imperialismo y finalmente cederá ante él, dejando todo el campo de la lucha por la Soberanía Nacional a Augusto Sandino que se ha curtido como estratega militar durante los 6 meses que median entre la fecha en que se “levanta en armas en las minas de San Albino” para incorporarse al Ejercito del liberal de Moncada ( 26-oct-1926) que opera desde la Costa Atlántica y la rendición de este ante los EEUU con el vergonzoso Pacto del Espino Negro el 4 de mayo de 1927.

Su regreso a Nicaragua y su involucramiento político

Sandino que ha llegado a Nicaragua viajando por Centroamérica desde México, a finales de mayo de 1926, logra emplearse en las Minas de oro de San Albino y el 26 de octubre de 1926 [13], se levanta en armas, tras una huelga logra juntar a una treintena de obreros seguidores. Todavía el general Emiliano Chamorro ocupa la Presidencia de Nicaragua, pero bajo presión norteamericana la cederá a Adolfo Díaz el 14 de noviembre de 1926, no sin antes buscar un intermediario por tres días, para evitar la humillación de la vergüenza.
La guerra, que como hemos dicho, se llama comúnmente en Nicaragua “Guerra Constitucionalista”, es en realidad una guerra civil entre liberales y conservadores, estos últimos apoyados por los Estados Unidos pues esa es la vía para saquear y robar en Nicaragua. Pero responde a la voluntad de completar la revolución liberal que los EEUU frustraron al derrocar a Santos Zelaya en 1909 (19 de diciembre), que había logrado gobernar el país durante 16 años. Esta guerra es cruenta y los liberales buscan ir acercándose a Managua y tomar la fortaleza de Tiscapa donde está el centro del poder militar que se encuentra bajo dominio del Partido Conservador de Emiliano Chamorro. El Ejército liberal avanza desde los puertos de la Costa Atlántica, principalmente de Puerto Cabezas donde Sacasa ha constituido un Gobierno provisional y posee armamento y dinero que ha conseguido del Presidente Mexicano Plutarco Elías Calles que lo reconoce como el Presidente legítimo de Nicaragua. También Guatemala y Costa Rica, se negaron a reconocer al Gobierno de Chamorro durante un tiempo.
Tras seis meses de progreso, el General José M. Moncada, ministro de Guerra del Gobierno provisional liberal ya muy cerca de Managua se rinde 4 de mayo de 1927, entrega sus armas a Henry. L. Stim­son, representante del presidente de Estados Calvin Cooligde. Hay sin duda un pacto secreto, pues José M. Moncada llegará a la Presidencia de Nicaragua el 1 de enero de 1929, tras unas elecciones amañadas.
Sandino, que está con su columna de guerrilleros muy cerca en Boaco, en el cerro "El Común", al ver esta rendición se propone lanzar, "su protesta redentora... salvar el honor nacional". J. M. Moncada intentará hacer desistir a Sandino de su acti­tud, haciéndole ofrecimientos materiales; acerca de esto Sandino dijo: "Wall Street conoce el precio de todos los traidores...”. [14]

La gesta de liberación de Sandino

Sandino, aquí se deja llevar de un sentimiento profundo de libertad, pero no de libertad personal, sino de libertad de su pueblo de su comunidad que se abre a toda Nicaragua, o como el dice de su patria o de su “raza” en el sentido de clase explotada, porque Sandino conoce las privaciones de la explotación bajo las multinacionales en Centroamérica y México y lo ha podido comprobar en las minas de San Albino. No puede entender que pueda haber proyecto social para un país que entrega su Ejército al invasor, para facilitar el expolio nacional por Wall Street. Significa someterse a esa superpotencia para siempre y más aún acrecentar su poderío salvaje. Pero esa es la dialéctica entre Latinoamérica y los Estados Unidos.
Desde ese momento en Nicaragua se dan dos fenómenos paralelos: Por una parte Sandino consolida su ejército guerrillero que mantendrá en jaque a un poderoso contingente militar extranjero compuesto por decenas de miles de marines que intentan buscarle y destruirle, repitiendo el escarmiento dado al General Benjamín Zeledón. Y por parte está la iniciativa llevada a cabo por los EEUU de crear unas una fuerza armada radicada en Nicaragua pero controladas desde Washington: la Guardia Nacional.
Así fue que el 8 de mayo 1927 "… el presidente Díaz... pidió el nombramiento de un oficial norteamericano para entrenar y comandar la Guardia Nacio­nal" [15] y unos días más tarde sin que los dos hechos estén intercomunicados, Sandino pronuncio un pensamiento conocido:
Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas... porque es preferible hacerme morir como rebelde al fuego y no vivir como esclavo. [16]
Claro que Sandino está diciendo que “no entregará las armas mientras el ejército estadounidense pise tierra nicaragüense”. Sandino se enfrenta a esa demanda sobre la que insisten tanto los dirigentes del Partido Liberal como por los altos jefes militares norteamericanos con los que Sandino se cartea y trata con todo respeto, pero con la dignidad de un revolucionario que ama tanto a su país, que lo quiere libre.

Siete años resistiendo

Exhaustivamente conocida y detallada la epopeya del General muestra que dejó honda huella en su pensamiento y su propio espíritu, pero más aún en toda América Latina y en Estados Unidos. Tanto tiempo sobreviviendo terminó por acumular una gran contestación latinoamericana, aunque no toda la que hubiera sido justo desear.
Entre los hechos más destacados, hay que citar la campaña mediática de los EEUU por enturbiar la imagen de Sandino que quitaba el sueño a los sucesivos presidentes norteamericanos, que heredaban el quebradero de Nicaragua, con periódicas bajas de los marines, incluso a veces con grades derrotas tras caer en emboscadas como ocurrió con el episodio del Bramadero. Para evitar su vergüenza lo acusan públicamente de “bandido”, “bandolero”, etc. sin logra hacer mella en su fuerza. Incluso llegaron a ofrecer 10.000, 00 dólares por su cabeza. [17]
Pero finalmente el ejército gringo, al cabo de 7 años de recorrer las montañas de Nicaragua en busca de Sandino yanqui se dio por vencido y tuvo que salir de Nicaragua.
Lo más característico de este hombre extraordinario fue su fuerza moral. “Tiene una fe en un mundo moral, que está faltando en la Humanidad” (143) “... tiene un sentido profundo que le lleva a investigar las causas más íntimas y con una fe rectilínea en la trascendencia de la vida” (148-149)… “Para mi, esa fe infantil de Sandino es uno de los rasgos más fundamentales de su carácter que explican su éxito y su tenacidad” (149),”El general Sandino es un espíritu delicado y fino, un hombre de acción y un vidente, como hemos dicho ya, y sin tener sino una instrucción bastante limitada, es una extraordinaria personalidad, aun aparte de su papel de libertador” (171), “Si; el gran sueño de Bolivar –responde Sandino en una entrevista- está todavía en perspectiva. Los grandes ideales, las ideas todas, tienen sus etapas de concepción y perfeccionamiento hasta su realización” (197). Son estas algunas citas que hemos entresacado del libro del periodista español Ramón de Belausteguigoitia que le fue a visitar justo en los días en que estaba pendiente la firma de la paz con el Gobierno del entonces presidente Juan Bautista Sacasa. [18]

Los últimos días de Sandino. Las negociaciones de paz

El presidente Franklin Delano Roosevelt se decide por fin a dar la orden para que sus marines abandonen Nicaragua, el 26 de diciembre de 1933 [19] , pero han dejado una Guardia Nacional bien pertrechada bajo la Dirección de su fiel Anastasio Somoza García.
Sandino sabe de las dificultades a las que se enfrenta. La Guardia no es una fuerza constitucional y en última instancia obedece a las órdenes de Wahington y está bajo el control de la legación norteamericana en Managua.
Las negociaciones de paz, para Sandino pasan por resolver además otros problemas.
El 1º de enero [1933], suscribe un documento que titula "Inte­rrogatorio", en el que se refiere a los puntos fundamentales que tendrá en consideración en las discusiones con el gobierno de Juan Bautista Sacasa, y que se refieren a la realización de un "programa político" en bien de la nación, a prescindir de "intromisiones extrañas en las finanzas de Ni­caragua", a la política a seguir respecto a "la llamada Guardia Nacio­nal", a la eliminación de "pactos... suscritos con los interventores norteamericanos. [20]
Sandino negocia con el Presidente de Nicaragua Juan Bautista Sacasa y realiza 4 viajes a Managua, en las fechas de 1 de febrero, 20 de mayo, fines de noviembre de 1933 y el cuarto y último lo realiza el 16 de febrero de 1934 [21].
Ya sabemos en líneas generales lo que sucede en este 4ª y último viaje.

La inmortalidad de los héroes

Sandino no iba a ceder sus armas sin que la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobara una fuerza militar para Nicaragua conforme a su Constitución. Pedía una reforma en realidad, pero los Estados Unidos ya habían logrado imponer su propio programa y su propia fuerza, para poder seguir saqueando el país y explotando a la población nicaragüense. El turno Liberales-Conservadores ya estaba conseguido. La Pax Americana pasaba por esclavizar económicamente a la mayor parte de la población y moralmente a la totalidad de ella.
Además, la Guardia Nacional se encargaría de apagar cualquier rebelión mediante la represión sangrienta. Cualquier crimen cometido por la Guardia podría ser silenciado. Unos años más tarde el 9 de junio de 1936 Anastasio Somoza daría un golpe de Estado a Juan Bautista Sacasa y un poco más tarde se haría nombrar Presidente. Los Estados Unidos podrán estar satisfechos del cumplimiento de su política de Derechos Humanos.
Pero Sandino no fue ningún ingenuo. El no estaba dispuesto a caer en la trampa de promover una guerra contra la GN. Como buen estratega sabía que no tenía posibilidad alguna de imponer por la fuerza una reforma de la Constitución, que disolviera la Guardia Nacional e instaurara a sus guerrilleros, queridos por el campesinado como el nuevo Ejército de Nicaragua (libre). Y como hombre dotado de una gigantesca fuerza espiritual optó por beber la cicuta. Era totalmente consciente de que era lo mejor, pues ya lo tenía muy claro:
Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán.
“La muerte no es sino un pequeño instante de incomodidad que no debe ser tomado en serio, y elige a aquél que más la teme”.
Sandino no fue elegido por la muerte, de alguna manera él la eligió, en su preciso momento y por eso y por su ejemplo vivo, el personaje pasó a la inmortalidad. Nos recuerda el caso de Presidente Hugo Chávez que le sucedió en el rango de los héroes latinoamericanos.
Unos años después un grupo de valientes estudiantes, hijos de familias de la Nicaragua profunda, tomando consciencia de la criminal Dictadura de Somoza, pero sobre todo aprendiendo del ejemplo de la triunfo de la Revolución cubana de 1959, tomó la senda acertada. Desenterraron la memoria de Sandino y descubrieron el enorme tesoro escondido en su ejemplo moral. Esto es verídico: una organización guerrillera resucitó las ideas, la dignidad y el ejemplo de Sandino y al cabo de unos años acompañados por las grandes mayorías populares dieron el triunfo a la Revolución el 19 de julio de 1979.
Ahora si, ahora los guerrilleros, tras disolver la Guardia Nacional somocista y proimperialista, fueron instituidos como el Ejercito Nacional de Nicaragua por la Constitución (1987). Se ha cumplido una gran parte del sueño de Sandino.
Recordemos que el sueño de Sandino no terminaba en Nicaragua, pues el había dicho:
[...] el gran sueño de Bolívar está todavía en perspectiva. Los grandes ideales, las ideas todas, tienen sus etapas de concepción y perfeccionamiento hasta su realización. Yo no sé cuándo podrá reali­zarse esto. Pero nosotros iremos poniendo las piedras. Tengo la con­vicción de que este siglo verá cosas extraordinarias. [22]
Queremos probar a los pesimistas que el patriotismo no se invoca para alcanzar prebendas y puestos públicos; se demuestra con hechos tangibles, ofrendando la vida en defensa de la soberanía de la patria, pues es preferible morir antes que aceptar la humillante libertad del esclavo. [23]
[...] si en los actuales momentos históricos nuestra lucha es nacional y racial, ella devendrá internacional conforme se unifiquen los pueblos coloniales y semicoloniales con los pueblos de las metrópolis imperialistas. [24]

Los retos del presente

La gesta de Sandino tiene lugar en un tiempo en que está en auge la Revolución Socialista en muchos países del planeta y el capitalismo está siendo puesto en cuestión por los partidos obreros en ascenso. España vive la II República, con una composición de clases muy distinta a la actual.
El imperialismo norteamericano hoy ya no combate directamente desembarcando sus marines. La experiencia de Afganistán e Irak han sido enormemente costosas en dólares y vidas humanas norteamericanas. Sin embargo no ha dejado de atacar y debilitar la Soberanía de las Naciones y comprar las conciencias individuales, si bien ahora lo hace por otros medios. Señalaremos tres de ellos: el mediático, el ciberespionaje y el financiero.
La dimensión de estas nuevas amenazas es inmensa: mediante la primera ciegan la conciencia de los pueblos, fragmentan las luchas y convierten la comunicación interna de los principales actores en un babel que impide la mas amplia unión; mediante la segunda se informan de cómo actuamos, como pensamos, como intentamos cambiar el mundo, hasta los planes y métodos de producción de las empresas extranjeras, haciendo prevalecer un imperialismo de las multinacionales más poderosas, hacia el monopolio totalitario. Por el tercer mecanismo extraen grandes masas de plusvalía que realizan en dólares y euros a través del control de los mercados, principalmente los de medios de subsistencia y los financieros, que les permite costear toda su estrategia de dominación, comprar cerebros, pagar voluntades, pagar operaciones militares relámpago, además de financiar miles de instituciones destinadas al control del pensamiento y a fabricar embustes. Estamos en la Época de la Mentira [25].
¿Cómo luchar contra esto? Si en la Unión Europea estamos regresando a un estado empobrecimiento económico de las familias y de esclavitud política, donde la Soberanía Nacional se está perdiendo progresivamente, habrá que reconocer que nos estamos acercando a una situación donde se dan ciertas similitudes con los años 30 en los países coloniales y semicoloniales. ¿No caminamos hacia los tiempos de Augusto C. Sandino?. La esencia depredadora de un capitalismo superdesarrollado no parece haber variado de la del imperialismo de los años 30. Entonces se correspondían con la Gran Depresión, hoy lo repiten con la Gran Recesión. Nos arrastran a la “esclavitud por deudas” y la lógica no ha variado aunque las formas de manifestar la dominación estén ahora mucho más encubiertas por la mentira.
Quizás en el ideario político de Sandino encontremos algunas respuestas:
“Nos hacían falta, no armas, ni dinero, ni cartuchos, sino el apoyo moral, la simpatía que hemos tenido siempre de todos los pueblos de América. Nos agobiaba el silencio, el aislamiento, la desesperación de permanecer ignorados. Nos hacía falta que el mundo conociera que aún estábamos en la lucha; por eso salí de Nicaragua.” [26]
Queremos probar a los pesimistas que el patriotismo no se invoca para alcanzar prebendas y puestos públicos; se demuestra con hechos tangibles, ofrendando la vida en defensa de la soberanía de la patria, pues es preferible morir antes que aceptar la humillante libertad del esclavo. [27]
Esta lucha está completamente desligada de todo interés económi­co, y por el dinero se siente el más profundo desprecio en los campa­mentos de nuestro ejército. [28]
Nuestro ejército es el más disciplinado, abnegado y desinteresado en todo el mundo terrestre, porque tiene conciencia de su alto papel histórico. No importa que plumas rastreras nos den el calificativo de "bandidos". [29]
¡Ah, creen por ahí que me voy a convertir en un latifundista! No, nada de eso; yo no tendré nunca propiedades. No tengo nada. Algu­ nos dicen que eso es ser necio, pero no tengo por qué hacer otra cosa. ” [30]
Si Sandino con su lucha libertaria impidió que Nicaragua se convirtiera en una estrella de la bandera Norteamericana, la nuestra no podrá menos que aprender de aquella si queremos que España se hunda en la servidumbre de la Troika y quedemos supeditados a los designios de los EEUU, que no han variado un ápice su ambición depredadora.
Sandino dejo clara su idea de que la soberanía de los pueblos tendría que caminar no hacia un “nacionalismo excesivo” sino hacia la unidad de Latinoamérica y la de todos los pueblos del mundo. [...] el gran sueño de Bolívar está todavía en perspectiva…... Tengo la con­vicción de que este siglo verá cosas extraordinarias. [31].
Y quizás la clave esté en la reflexión que hace el periodista vasco que el entrevistó:
La grandeza de Sandino está, más que en los resultados, en su actitud: más que sus éxitos de guerrillero en su elevación moral…… se ha levantado solo, en un pueblo cuya clase política estaba moralmente degradada y donde un pueblo escéptico se disponía a sobrellevar con resignación el collar de sus dominadores… es la fuerza de su ejemplo y de su sacrificio, en su fe en el triunfo lejano de la paz y de la justicia ” [32]
Hoy tenemos el reto de encontrar las claves de un código moral de lucha que divorciándose de la cultura política dominante y adaptándose a las nuevos condiciones materiales nos permita construir un movimiento moral, social y popular fuertemente cohesionado como lo consiguió hacer en su tiempo el General de Hombres Libres Augusto C. Sandino.
La gesta de Sandino y su vigencia en tiempos de lucha

José M. Torres

Notas:

[1] Siendo muy abundante la bibliografía al respecto nos limitamos en este trabajo citar sólo dos importantes obras: EL PEQUEÑO EJÉRCITO LOCO. SANDINO LA OPERACIÓN MÉXICO-NICARAGUA, del periodista argentino Gregorio Selser , Editorial Nueva Nicaragua, Managua 1983, 1ª Edición. Buenos Aires, Triángulo 1958, 2ª Edición. La Habana. Imprenta Nacional 1961, 3ª Edición. Managua. Tipografía Asel, 1965, 4ª Edición. México. Bruguera Mexicana de Ediciones S.A. 1980. Y el no menos importante “VIVA SANDINO”, 2 tomos. Editorial Nueva Nicaragua, 1985. Recopilación de textos del Instituto de Estudios Sandinistas, de Carlos Fonseca Amador, fundador del FSLN en 196.

[2] Del libro VIVA SANDINO, tomo 2º. Editorial Nueva Nicaragua, 1985. Recopilación de textos del Instituto de Estudios Sandinistas.. Pág. 183.

[3] VIVA SANDINO de Carlos Fonseca Amador, tomo 2º. Pág. 173

[4] VIVA SANDINO de Carlos Fonseca Amador, tomo 2º.Pág. 156

[5] VIVA SANDINO de Carlos Fonseca Amador, tomo 2º. Pág. 182

[6] VIVA SANDINO , tomo 2º. Pág. 178.

[7] IDEARIO POLÍTICO DEL GENERAL SANDINO

[8] Texto íntegro del Capítulo 3º del libro VIVA SANDINO, tomo 2º. Editorial Nueva Nicaragua, 1985. Recopilación de textos del Instituto de Estudios Sandinistas. Pág. 182. El documento tiene una extraordinaria importancia histórica por haber sido compilado por Carlos Fonseca Amador hacia 1966, sobre textos dispersos escritos por el General Sandino, durante los 7 años que defendió, con su ejército popular guerrillero, la Dignidad y Soberanía del pueblo Nicaragüense frente a la ocupación militar de los EEUU entre 1926 y 1933)

[9] “VIVA SANDINO”, tomo 2º. Pág. 197

[10] EL PEQUEÑO EJÉRCITO LOCO. SANDINO LA OPERACIÓN MÉXICO-NICARAGUA , obra citada, Pág. 275

[11] VIVA SANDINO , tomo 2º. Pág. 177.

[12] En la adolescencia Sandino descubre la barbarie del imperialismo norteamericano que tras ahogar la Revolución Libero-burguesa emprendida por el Presidente José Santos Zelaya en 1909, mantuvo sometida a Nicaragua durante 16 años (1909-1925), bajo la Presidencia de Adolfo Díaz. Este Presidente permitió endeudar a Nicaragua con millones de dólares en créditos con la garantía del control aduanero por los yanquis, la creación de un Banco Nacional controlado por Wall Street, que tenía como competencias el control fiscal del Gobierno nicaragüense y la emisión de una nueva moneda nacional –el Córdoba para la economía nicaragüense. Para colmo los conservadores, conspiraron con el Tratado Chamorro-Bryan por el que Nicaragua cedía a los EEUU el derecho a construir el canal interoceánico por Nicaragua. Este escándalo provocó un levantamiento armado del Partido Liberal el 28 julio de 1912, que fue ahogada en sangres por el ejército norteamericano, con la muerte en combate del Ministro de Guerra, el liberal patriota Benjamín Zeledón el 4 de octubre de 1912.

[13] 26 de octubre de 1926. Sandino se levanta en armas en San Albino [Muy cerca de la frontera con Honduras hacia el 40% del recorrido desde Pto. Corinto] a la ca­ beza de los trabajadores que ha agrupado; él dice: "El 26 de octubre de aquel mismo año de 1926, logré levantarme en armas en las Sego vias" (G. Selser, t. II, ob. cit., p. 82). Citado en CRONICA DE LA RESISTENCIA SANDINISTA ., de Carlos Fonseca Amador.

VIVA SANDINO , tomo 2º. Pág. 198

[14] “ 4 de mayo de 1927. Mientras J. M. Moncada se entrega a Stimson, Sandi no en el cerro "El Común" [Boaco] se propone lanzar, como él lo dice: "su protesta redentora... salvar el honor nacional" (G. Alemán, ob. cit., p. 103). J. M. Moncada intentará hacer desistir a Sandino de su acti­ tud, haciéndole ofrecimientos materiales; acerca de esto Sandino dijo: "Wall Street conoce el precio de todos los traidores..." (G. Sel- ser, ob. cit., 1.1, p. 81).” CRONICA DE LA RESISTENCIA SANDINISTA ., Pág. 98

[15] Trascribe estas palabras de la fuente “J. Smith, R.C. N° 5, ob. cit., octubre de 1962, p. 10”.

[16] VIVA SANDINO , tomo 2º. Pág. 198

El 12 de mayo de 1927, Sandino suscribe desde Yalí, Jinotega, una comuni­cación a las autoridades locales de los departamentos, en la que ex presa su resolución de no entregar sus armas, y dice que es preferible "hacerme morir como rebelde al fuego y no vivir como esclavos" (A. Somoza G., ob. cit., p. 41). CRONOLOGIA DE LA RESISTENCIA SANDINSITA, en VIVA SANDINO , tomo 2º. Pág. 99

[17] El dato lo da Ramón de Belausteguigoitia, periodista vasco, en su libro CON SANDINO EN NICARAGUA que resume una larga visita que le hizo a Sandino en 1933 en su cuartel en la selva de LAS SEGOVIAS, al poco de salir derrotados los EEUU de Nicaragua.

Diez mil dólares entonces tenían el valor de 1.500 kg de oro, equivalente a unos 225 millones de US$ de hoy.

[18] CON SANDINO EN NICARAGUA de Ramón de Belausteguigoitia. 2ª Edición nicaragüense, Managua 1985. 1ª Edición en Nicaragua 1981. 1ª Edición España Calpe 1934. Editorial Nueva Nicaragua

[19] “El 26 de diciembre, Se informa en Washington: "Saldrá de Nicara­ gua el último soldado yanqui el próximo 2 de enero" (Cable de Asso­ ciated Press procedente de Washington).

El 26 de diciembre, Se informa en Washington que el oficial nortea­mericano Julián D. Smith ha sido nombrado "encargado de preparar oficiales nicaragüenses para dicho cuerpo, [19] una vez efectuada la eva­ cuación de los marinos americanos" (Cable de Associated Press pro­ cedente de Washington).”

CRONOLOGIA DE LA RESISTENCIA SANDINISTA, en SANDINO VIVE obra citada. Carlos Fonseca Amador. Pág. 143

[20] CRONOLOGIA DE LA RESISTENCIA SANDINISTA, en SANDINO VIVE, Pág. 144.

[21] El 1 de febrero de 1933, s uscribe Sandino una proclama que dirige a "mis queridos hermanos", en la que explica a los miembros del ejército pa­ triótico el papel de la lucha en la determinación de la "expulsión" de los ocupantes norteamericanos de Nicaragua, pero que "el impotente invasor" se propone "fomentar" provocaciones para intervenir de nuevo en Nicaragua con sus "ejércitos filibusteros". Por tal razón ex­ plica que ha resuelto viajar a Managua para conferenciar con el presi­ dente J. B. Sacasa, y que de no ser aceptadas "las patrióticas bases que nuestro ejército propone", deberá continuarse la lucha (Ibid., pp. 443-444).

El 20 de mayo de 1933, Realiza Sandino un segundo viaje a Managua en el que insiste en las garantías a favor de los antiguos miembros del ejér­ cito patriótico (S. Salvatierra, Sandino..., ob. cit., p. 218; A. Somo­ za G., ob. cit., p. 296).

A f ines de noviembre de 1933, r ealiza Sandino un tercer viaje a Managua, con el objeto de verificar nuevas gestiones a favor del cumplimiento de los acuerdos vigentes (S. Salvatierra, Sandino..., ob. cit.,p. 218).

El16 de febrero, d espués de nombrar al General Ramón Raudales jefe de la fuerza que se conserva en Wiwilí, asiento de la sección central de la "Cooperativa del Río Coco", Sandino se traslada por cuarta vez a Ma­ nagua (Ibid., pp. 223-237).

Escrito por Carlos Fonseca Amador, CRONOLOGIA DE LA RESISTENCIA SANDINISTA, en SANDINO VIVE, Págs. 153, 154.

[22] VIVA SANDINO. Pág. 186

[23] VIVA SANDINO. Pág. 194

[24] VIVA SANDINO. Pág. 182

[25] Recogemos aquí el acertado y valiente diagnóstico de nuestro tiempo, que nos legó Carlos París. VIVIMOS EN LA EPOCA DE LA MENTIRA, http://carlosparis.wordpress.com/2013/10/21/carlos-paris-vivimos-en-la-epoca-de-la-mentira/

[26] “SANDINO VIVE” 172

[27] “SANDINO VIVE” 194

[28] “SANDINO VIVE” Pág. 194

[29] “SANDINO VIVE”, Pág. 195

[30] “SANDINO VIVE”, Pág. 195

[31] Ver nota 22

[32] CON SANDINO EN NICARAGUA de Ramón de Belausteguigoitia, obra citada, Prólogo. Pág. 9 y 10

Venezuela en el marco de la globalización del fascismo




Guerra permanente contra el chavismo contrahegemónico

“Las intervenciones militares no son más que la punta del iceberg imperialista”

David Harvey

En Venezuela estamos en presencia de un salto cualitativo de los dispositivos de ataque a la Revolución Bolivariana, en el marco de un nuevo período marcado por la ausencia física del presidente Chávez y donde se hacen muy visibles los límites del capitalismo rentístico nacional. Este salto de carácter restaurador y reaccionario no sólo es expresión de una coyuntura doméstica, sino que está profundamente conectado y determinado por las ondas de la crisis sistémica capitalista, y es expresión de la reconfiguración de laguerra como mecanismo totalizante de ordenamiento mundial, en el contexto de la globalización neoliberal.
En el mismo sentido en el que el capitalismo mundial se trans-nacionaliza a partir de la crisis de los años 70, como nunca antes en su historia, e integra e interconecta todo el planeta en torno a la (sobre)explotación capitalista, también transnacionaliza la guerra, la convierte en el factor clave de ordenamiento de las sociedades globales, la despliega a todos los espacios, planos y subjetividades, tornándose un continuum temporal, un régimen biopolítico de control social, el cual se recrudece a partir de los atentados al WTC el 11 de septiembre de 2001. Hablar de la guerra en la globalización neoliberal es hablar de «guerra mundial», una con un carácter más mundial que todas sus antecesoras.
La concepción de la guerra como régimen biopolítico global, y como una “ guerra permanente ”, tal y como la concibiera la «Doctrina Bush», supone atender a la manera como esta se cuela en todos los espacios de la vida. Aquí vale la pena mencionar dos ideas de Michel Foucault y Luis Britto García: Foucault invierte el sentido de la famosa frase de Carl von Clausewitz de principios del siglo XIX al afirmar que “ la política es la continuación de la guerra por otros medios” [1] ; Britto, reflexionando sobre la guerra económica en Venezuela expresaba: “ La Guerra es la continuación de la Economía, por otros medios ” [2] . Las formas contemporáneas de la beligerancia sistémica hacen que los diferentes ámbitos de la vida se tornen continuaciones de la guerra, y transforman a la guerra en prolongaciones de éstos.
Desde el año 2001, Venezuela parece haberse convertido en uno de los principales laboratorios de la guerra multifactorial en el mundo. La llegada de la Revolución Bolivariana, obstaculizó la avanzada de acumulación por desposesión que se venía dando desde los años 80 en Venezuela ―esta es básicamente acumulación capitalista de guerra―, constituyéndose el proceso de transformaciones en el país en una barrera no sólo al acceso a sus “recursos naturales”, sino un peligroso ejemplo ante un sistema-mundo que presiona cada vez más hacia las desregulaciones, la apertura y la integración de mercados (capitalistas).
La guerra económica, la guerra mediática nacional e internacional, la estrategia de conflictos localizados en Venezuela, por mencionar sus facetas principales, conforman un abanico estratégico y contrainsurgente de guerra permanente para facilitar, articular y expandir procesos de acumulación por desposesión en el país. La progresiva intensificación y agudización de estos dispositivos apuntan a peligrosos escenarios de shock social, que permitirían, a partir de situaciones de conmoción, abrir el paso a reestructuraciones de corte neoliberal, una de las formas de lo que Naomi Klein ha denominado «capitalismo del desastre» [3] .

La presión neoliberal a la globalización del fascismo

El fascismo consigue campo fértil en las crisis. Al igual que en la época de la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, que facilitó el ascenso del nazismo alemán y del fascismo italiano, junto con muchas otras expresiones mundiales de este tipo, la crisis actual (2007 hasta nuestros días) ha servido de caldo de cultivo para la (re)aparición, surgimiento o auge de grupos de extrema derecha de corte fascista en numerosas partes del planeta.
Unos amenazan con tomar el poder del Estado, otros se posicionan en las redes del poder político constituido, y otros toman espacios de calle y fungen como fuerzas de choque e intimidación contrainsurgentes. Su despliegue mundial supone que el fascismo se adapta a las nuevas condiciones históricas del capitalismo globalizado, y a toda la diversidad cultural mundial, por lo que no hablamos de un concepto anacrónico, ni mucho menos rígido [4] .
Algunas de las expresiones más claras y recientes de este auge fascista global las encontramos en el accionar político de grupos como Amanecer Dorado en Grecia; Svoboda en Ucrania (uno de los 5 principales partidos del país) que comanda el bloque opositor en el intenso y violento conflicto en este país; el posicionamiento del Tea Party en los Estados Unidos y el mapa político de Sara Palin con la iconografía de blancos de rifle sobre objetivos demócratas (recordemos el tiroteo de Arizona de 2011 que arrojó 6 muertos y donde la representante demócrata Gabrielle Giffords, partidaria de la reforma migratoria , recibiera un tiro en la cabeza); la capacidad de choque de los grupos fundamentalistas de extrema derecha en la llamada “primavera árabe” y su incidencia política en dichos procesos; la acción psicótica de Anders Behring Breivik al asesinar 77 personas en un campamento juvenil del Partido Laborista en Noruega; la participación activa de movimientos conservadores, skinheads y de extrema derecha en las protestas de Brasil de junio de 2013, quienes atacaron física y verbalmente a personas con camisas o banderas de partidos políticos ; el repunte en los sondeos electorales en Francia de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, para las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar en mayo de 2014; y, para mencionar a Venezuela, el surgimiento durante el período de la Revolución Bolivariana de grupos fascistas y neo-nazis como Orden , reivindicadores de la dictadura anticomunista de Marcos Pérez Jiménez [5] .
El proyecto neoliberal ataca de manera frontal y sistemática a trabajadores y trabajadoras, pueblos, territorios y naturaleza, y se inscribe en una compleja disputa geopolítica, por lo que uno de los mecanismos para mantener estas formas de acumulación es la instalación de una completa y sofisticada estrategia policial mundial, en la cual la globalización del fascismo aparece como uno de sus nortes. El progresivo agravamiento de la crisis sistémica capitalista haría más precarios los consensos sociales de los llamados “sistemas democráticos”, potenciando las condiciones del auge del fascismo.
Los factores que han causado la crisis económica/financiera global por la que atravesamos desde 2007-2008 no solo se mantienen, sino que en otros sentidos se han agravado. A fines de enero, la directora ejecutiva del FMI, Christine Lagarde, advertía sobre nuevos riesgos económicos como la deflación en las economías avanzadas [6] . Las consecuencias de los recortes de los estímulos económicos (QE) de la Reserva Federal de los EEUU ―han reducido de este programa unos 20.000 millones US$ desde diciembre pasado― [7] , y de una crisis de los mercados emergentes, o la específica posibilidad de una profundización de la baja en el crecimiento chino, pudiera abrir las puertas a una nueva y más fuerte crisis financiera global, con rasgos de recesión, lo cual tiene un enorme significado para la Revolución Bolivariana, inmersa en una nueva oleada de ataques fascistas y en una nueva fase de la guerra permanente.
La extrema derecha ha tomado la vanguardia en la oposición. El chavismo contrahegemónico es la clave en esta partida de ajedrez, el elemento vivo del golpe de timón.

La larga crisis del capitalismo rentístico y el chavismo contrahegemónico

La intensificación de la disputa transnacional que se da en la actualidad en Venezuela, sea por el control de la captación de la renta petrolera, o bien por los intereses imperialistas de acceso a los “recursos naturales”, se está desarrollando sobre las estructuras carcomidas del capitalismo rentístico nacional, el cual se encuentra en una larga crisis originada desde hace unos 30-40 años. Estamos en presencia de un proceso de agotamiento de nuestro modelo histórico más contemporáneo.
Los notables desequilibrios económicos y sociales que vive el país están en profunda relación con la escalada fascista en Venezuela: los severos desajustes del capitalismo rentístico son también un reflejo de la guerra económica, en el sentido en el que la guerra permanente, la guerra multifactorial se centra en atacar nuestras vulnerabilidades para debilitar nuestras fortalezas. El agravamiento de los males del modelo rentista nacional ha hecho algunos flancos más vulnerables como el alimentario, el financiero, el de la economía real, el de ocupación territorial, los cuales difícilmente pueden atenderse con las armas melladas del capitalismo rentístico.
En cualquier escenario de la guerra permanente contra la Revolución Bolivariana ha sido el chavismo contrahegemónico el bloque de resistencia, la fuerza creadora de posibilidades, la potencia de cada victoria política en este intenso trajinar de 15 años; de ahí el ataque actual constante a la generalidad del término “colectivos”. La alianza popular, el mandar obedenciendo, es la única vía posible ante el hiper-despliegue bélico, no solo porque el bloque popular contrahegemónico es la fuerza constitutiva de las transformaciones anticapitalistas, sino porque además es consciente de ser el principal objetivo de la guerra permanente.
No son sencillos los dilemas políticos en el país, sobre todo ante esta difícil coyuntura de ataque a la Revolución Bolivariana. No obstante es fundamental atender lo siguiente:
- Diversos movimientos sociales y organizaciones populares han planteado alternativas y soluciones concretas ante prácticamente cualquier coyuntura, problema, o incluso sobre factores estructurales de nuestro modelo capitalista/rentista. Es literalmente vital articular estas alternativas al rumbo de la Revolución Bolivariana, haciendo de la misma una fuerza viva y popular, que recobre su impulso contrahegemónico.
- Una guerra biopolítica ataca en todos los ámbitos de la vida. En la medida en la que nos conectamos más a la globalización capitalista, nos conectamos más a los dispositivos de acción de esta guerra sistémica. Es un deber imperioso atender nuestras principales vulnerabilidades estructurales. La mirada hacia formas de desconexión selectiva, con mecanismos regionales similares a los que han sido planteados en ALBA-TCP, con un plan de gobierno que incentive la organización social y la producción desde abajo (las comunas), y en consonancia con el objetivo IV del Plan de la Patria 2013-2019, debe ser una prioridad, buscando todas las posibilidades para motorizar estas formas de resistencia nacional y popular.
- Allanar el camino para una articulación popular autónoma, amplia y orgánica, en la que organizaciones y movimientos sociales creen agendas y alternativas propias, y planteen formas de relacionamiento fructíferas entre pueblo y gobierno.
- Es esencial “desactivar el fascismo” (como lo ha expresado Roland Denis ), y diluir juntos el odio, como lo manifiestan los integrantes del colectivo “ El Cayapo ” : “ héroe no será en esta guerra quien más disparos realice, sino quien más desactive situaciones de guerra ”.

Emiliano Terán Mantovani
alainet.org

Fuentes consultadas

- BRITTO García, Luis. ¿Guerra económica no mata gobierno? Aporrea. Domingo, 22/09/2013. Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a173940.html . [Consultado: 23/09/2013].
- CNN Expansión. Lagarde advierte riesgo de deflación . Sábado, 25 de enero de 2014. Disponible en: http://www.cnnexpansion.com/economia/2014/01/25/lagarde-advierte-riesgo-de-deflacion . [Consultado: 27/01/2014].
- DEUTSCHE Welle. La Reserva Federal vuelve a recortar estímulos a economía de EE.UU. 29.01.2014. Disponible en: http://www.dw.de/la-reserva-federal-vuelve-a-recortar-est%C3%ADmulos-a-econom%C3%ADa-de-eeuu/a-17395038 . [Consultado: 12/02/2014].
- FOUCAULT, Michel. Defender la sociedad . Fondo de Cultura Económica. Segunda reimpresión. Buenos Aires, 2001. En: http://primeraparadoja.files.wordpress.com/2011/03/1976-defender-la-sociedad.pdf . [Consultado: 11/05/2008].
- HARVEY, David. El nuevo imperialismo. Ediciones Akal S.A. Madrid, 2007.- KLEIN, Naomi. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre. Paidós, 1ra. Ed. Argentina. 2008.
[1] FOUCAULT, Michel. Defender la sociedad . p. 29. La conocida idea Clausewitz rezaba: «la guerra es la continuación de la política por otros medios».
[2] BRITTO García, Luis. ¿Guerra económica no mata gobierno?
3] Cfr. KLEIN, Naomi. La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre .
[4] A pesar de la enorme diversidad cultural y antropológica mundial, y de que algunos de estos grupos de extrema derecha se pelean por definir rígidamente sus características, rechazando otras, el fascismo global puede definirse en la unión de todos o algunos de estos rasgos: ultranacionalistas; chovinistas, xenófobos y racistas; anticomunistas; fundamentalistas y ultraconservadores; y con dispositivos de choque militarizados u organizados de extrema violencia.
[5] Queda para otro análisis, las caracterizaciones de grupos paramilitares y compañías militares privadas de contrainsurgencia.
[6] Cfr. CNN Expansión. Lagarde advierte riesgo de deflación .
[7] Cfr. DEUTSCHE Welle. La Reserva Federal vuelve a recortar estímulos a economía de EE.UU.

Fuente: http://alainet.org/active/71527

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Por qué la agresión del imperialismo yanqui contra la Revolución Bolivariana?




Desde su nacimiento la revolución bolivariana ha estado asediada por el imperialismo yanqui y por la burguesía parasitaria venezolana. A distintas formas de agresión han apelado: golpe de Estado frustrado en 2002, sabotaje petrolero derrotado en 2002; asesinatos de campesinos –más de 200-, asimismo luchadores sociales revolucionarios, han sido asesinados, entre el 2013 hasta hoy día 13 camaradas han muerto de manos de la contrarrevolución.
Actualmente, se desarrolla un golpe de Estado cuyo inició se ubica en 2012. Comenzó con una forma de conspiración contra el sector económico –desabastecimiento de productos de primera necesidad, alza desmedida en los precios de los bienes de consumo masivo, contrabando de estos productos de consumo, creación de un mercado paralelo del dólar. La fase actual de la conspiración es de carácter político –sin abandonar la agresión económica-, y consiste en acciones callejeras violentas –en Mérida, San Cristóbal, Maracay, Maracaibo y Caracas- que tienen como objetivo crear condiciones objetivas que conduzcan a la desestabilización política y social, y posteriormente la consecuencia lógica el golpe de Estado.
Estos acontecimientos ponen en evidencia que en la región considerada “el patio trasero de los Estados Unidos” se están dando cambios que no convienen a la política imperial de dominación. Sin duda, la revolución bolivariana, la creación del Alba y de la Celac, han inducido no sólo a los movimientos políticos revolucionarios a examinar sus concepciones sobre la lucha revolucionaria, sino que también ha obligado al gobierno de los Estados Unidos a revisar tanto su política hacia Centroamérica, el Caribe y Suramérica como a instrumentar una política “dura” hacia la región.
Dentro ese marco de ofensiva contrarrevolucionaria regional, en el 2009, ocurrió el golpe de Estado en Honduras, y luego, en el 2012 en Paraguay, como sabemos eran gobiernos amigos de la revolución bolivariana. Hoy día, en diferentes regiones del mundo como por ejemplo, en el Medio Oriente, los pueblos luchan contra las imposiciones del capitalismo. Todo ello obliga a los Estados Unidos a mirar más de cerca nuestra región y a profundizar acciones agresivas en lo político, en lo económico y en lo militar en su “patio trasero”. Dentro de estas acciones tenemos los Tratados de libre comercio del Pacífico, golpes de Estados e instalación de bases militares.
En América Latina desde que emergió la revolución bolivariana se hizo ciudadana de nuestro continente y además, se convirtió en fuente de inspiración en el mundo, y ayudó de nuevo a levantar las banderas del socialismo.
El movimiento revolucionario de nuestra región no es casual, ni inesperado. En Venezuela la aplicación de la política neoliberal tuvo respuesta de las masas en el Caracazo en 1989. Posteriormente, surgieron las rebeliones militares del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992. En Venezuela se pueden estar dando las condiciones objetivas que puedan culminar en la profundización de la revolución como respuesta lógica al asedio de la contrarrevolución nacional e internacional. Ya se oye en algunos dirigentes y en sectores vastos de la población oprimida acerca de la eliminación de la propiedad privada de los medios de producción, se observa sentimientos anticapitalistas, anti-imperialistas, se enarbola la solidaridad internacional todo ello como resultado de 15 años de la revolución bolivariana. También se observa formas incipientes de organizaciones sociales que en su desarrollo pueden convertirse en organizaciones de bases que al lado del proletariado enfrenten el capitalismo y al reformismo y tomen el poder político y económico.

¿Por qué este golpe de Estado en Venezuela?

Para los Estados Unidos, Venezuela, no está respondiendo a sus intereses económicos y políticos hegemónicos. Los voceros yanquis del gobierno (voceros del Capital) en sus declaraciones dejan clara su “preocupación” por lo que sucede en Venezuela. La preocupación real no es otra que el imperio no puede permitir, que ningún país de su “patio trasero” puede sublevarse. El imperio yanqui no puede permitir que su “hija prodiga” del siglo XX intente liberarse de su control total. Venezuela es una región geoestratégica importante por su petróleo. Ahora el Estado venezolano tiene el control de Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa), y ha decidido diversificar sus socios en cuanto a la explotación y venta del petróleo de la Faja del Orinoco, -región de una superficie total de 55. 315 km2, con la acumulación de petróleo pesado y extrapesado más grande mundo. Entre los nuevos socios de Pdvsa están China, Rusia, Italia, Francia, etc. La antigua “hija prodiga” se niega a seguir siendo colonia gringa: habla de libertad, habla de socialismo, habla de derechos universales a la salud, a la educación, habla de la unidad y solidaridad de los pueblos, etc.
Pero Washington a fin de mantener su dominio (o reconquistarlo) usa la fachada, denominada “sistema democrático”. Por tanto, debe respetar formalmente las decisiones de los gobiernos de la región. A manera de ilustración, el Presidente de Ecuador, Rafael Correa decidió retirar la base militar estadounidense de su país.
Por consiguiente, la estrategia de control con el poder “blando” de la “democracia”, constituye el principal obstáculo de Washington. Se encuentra limitada de reprimir abiertamente los movimientos “desestabilizadores”, así que activa su aparato de dominación militar, político y económico. Para ello, acude al poder duro, que consiste en golpes de Estados o invasiones realizados por aliados serviles. De esta forma ha mantenido por más de un siglo su hegemonía en nuestro continente.

María Linares

martes, 18 de febrero de 2014

Actualidad del marxismo




Entrevista a Daniel Bensaïd (1946-2010)

Respuestas del intelectual marxista y militante anticapitalista francés Daniel Bensaïd (1946-2010) a las preguntas de jóvenes militantes de la organización política marxista Vpered, tras su congreso llevado a cabo en Moscú de noviembre del 2006.

Vpered : ¿Qué partes de la herencia marxista pertenecen claramente al pasado, y cuáles te parece que conservan hoy en día la vigencia de siempre ?
Daniel Bensaid : Me gustaría comenzar por matizar o precisar la idea misma de herencia. No hay una herencia, sino muchas : un marxismo “ortodoxo” (de Estado o de Partido) y marxismos “heterodoxos” ; un marxismo cientificista (o positivista) y un marxismo crítico (o dialéctico) ; o mejor aún, lo que el filósofo Ernst Bloch llamó las “corrientes frías” y las “corrientes cálidas” del marxismo. No se trata de simples diferencias de lecturas o interpretaciones, sino más bien de discursos teóricos que sustentan en ocasiones políticas antagónicas. Como a menudo insistía Jacques Derrida, una herencia no es un bien que puede ser transmitido o conservado. Es lo que con ella hacen los herederos, así como lo que harán.
Entonces, ¿qué está obsoleto en la teoría marxista ?
Para empezar, diría, un cierto tipo de optimismo sociológico : la idea de que el desarrollo del capitalismo entraña de manera casi mecánica el desarrollo de una clase obrera cada vez más numerosa y concentrada, cada vez mejor organizada y cada vez más consciente. Un siglo de experiencias ha mostrado la importancia de las divisiones y las diferenciaciones en las capas del proletariado. La unidad de las clases explotadas no es una naturaleza dada, sino algo por lo que se lucha y que se construye.
Luego, creo que tenemos que retomar un serio examen de las nociones de dictadura del proletariado y de la extinción del estado. Es una cuestión complicada, porque las palabras no tienen el mismo sentido hoy que el que podrían haber tenido en la pluma de Marx. En su momento, en el léxico de la Ilustración, la dictadura se contraponía a la tiranía. Evocaba una venerable institución romana : un poder de excepción delegado por un tiempo limitado, y no un poder arbitrario ilimitado. Es evidente que tras las dictaduras militares y burocráticas del siglo XX, la palabra ya no conserva su inocencia. Para Marx, sin embargo, designaba algo enteramente nuevo : un poder de excepción por primera vez mayoritario, del cual la Comuna de París representó – según sus propias palabras – “la forma finalmente descubierta”. Es entonces de esta experiencia de la Comuna (y de todas las formas de democracia “desde abajo”) que deberíamos hablar hoy. La noción de dictadura del proletariado no definía entonces, para Marx, un régimen institucional específico. Tenía mas bien un significado estratégico : el de destacar la ruptura de continuidad entre un antiguo orden social y jurídico y uno nuevo. “Entre dos derechos opuestos, es la fuerza la que decide” [1], escribió en El capital. Desde este punto de vista, la dictadura del proletariado sería la forma proletaria del estado de excepción.
Finalmente, solemos escuchar que Marx podría haber sido (o ha sido) un buen economista, o un buen filósofo, pero sin embargo un político mediocre. Considero que esto es falso. Por el contrario, Marx fue un pensador de la política, pero no como se la enseña en las denominadas “ciencias” políticas, no como una tecnología institucional (por otra parte, en el siglo XIX, no había prácticamente regímenes parlamentarios en Europa – aparte de Gran Bretaña – ni partidos políticos del tipo moderno que nosotros conocemos). Marx piensa a la política como acontecimiento (las guerras y las revoluciones) y como invención de formas. Es lo que yo llamo “una política del oprimido” : la política de aquellos que son excluidos de la esfera estatal a la que el pensamiento burgués reduce la política profesional. Si bien esta otra concepción de la política sigue siendo muy importante hoy en día, no menos lo son los puntos ciegos de Marx, que pueden conducir a un cortocircuito entre el momento de excepción (la “dictadura del proletariado”) y la perspectiva de una rápida desaparición del estado (y del derecho). Me parece que este cortocircuito está presente en Lenin (particularmente en El estado y la revolución), lo cual no es de gran ayuda para pensar los aspectos institucionales y jurídicos de la transición. Ahora bien, todas las experiencias del siglo XX nos obligan a pensar de fondo la diferencia entre partidos, movimientos sociales e instituciones estatales.
En cuanto a la actualidad de la herencia, ello está muy claro. La actualidad de Marx es la de El capital y la de la crítica de la economía política, la actualidad de la comprensión de la lógica íntima e impersonal del capital como social killer [2]. Es asimismo la de la globalización mercantil. Marx ha tenido ante sus ojos la globalización victoriana : el desarrollo de los medios de transporte y de comunicación (los ferrocarriles y el telégrafo), de la urbanización y de la especulación financiera, de la guerra moderna y de la “industria de la masacre”. Nosotros vivimos una época bastante similar, con una revolución tecnológica (Internet y la astronáutica, la especulación y los escándalos, la guerra global, etc.) Pero, allí donde la mayoría de los periodistas se contentan con describir la superficie de las cosas, la crítica marxiana nos ayuda a comprender la lógica, la de la reproducción a gran escala y la acumulación acelerada del capital. Nos ayuda sobre todo a ir a las raíces de la crisis de civilización : una crisis general de la medida, una crisis de funcionamiento del mundo, debida al hecho de que la ley del valor – que reduce toda riqueza a la acumulación de mercancías, y mide a los hombres y las cosas en términos de tiempo de trabajo abstracto – se vuelve cada vez más “miserable” (la palabra es de Marx en los Grundisse). De manera tal que la racionalización parcial del trabajo y la técnica se traduce en una creciente irracionalidad global. La crisis social (la productividad genera exclusión y pobreza, no tiempo libre) y la crisis ecológica (es imposible administrar los recursos naturales a una escala de siglos y milenios con el criterio de los “arbitrajes” instantáneos de la Bolsa o de NASDAQ) lo ilustran de manera flagrante.
Detrás de esta crisis histórica – que amenaza el futuro del planeta y de la humanidad en tanto especie – están los límites inherentes a las relaciones de propiedad capitalistas. Aunque la socialización del trabajo está más desarrollada que nunca, la privatización del mundo (no sólo de las industrias, sino también de los servicios, del espacio, de la vida y del conocimiento) se ha convertido en un freno al desarrollo y a la satisfacción de las necesidades. En contraste, la demanda de servicios públicos de calidad, el desarrollo de la gratuidad de ciertos bienes y servicios, la reivindicación de un “patrimonio común de la humanidad” (en materia de energía, acceso a la tierra, al agua, al aire y al saber), expresan la exigencia de nuevas relaciones sociales.
Vpered : ¿Cuáles son los principales problemas teóricos que los marxistas tendrían que resolver hoy ?
Daniel Bensaid : Hablaré de problemas que tienen que ser elaborados más que resueltos. Porque la solución no es puramente teórica, sino también práctica. Si existe, será el resultado de la imaginación y la experiencia de millones de millones de personas. Por otro lado, hay cuestiones que deben ser re-abiertas y elaboradas a la luz de un siglo de experiencias que ni Marx ni Engels ni ninguno de los padres fundadores podían imaginar.
En primer lugar, la cuestión ecológica. Ciertamente hay en Marx una crítica a la concepción abstracta de un progreso unidireccional (en las primeras páginas de losGrundisse), y la idea de que cualquier progreso alcanzado dentro del marco de las relaciones sociales capitalistas tiene su costado de devastación y retroceso (a propósito de la agricultura en El capital). Pero ni él, ni Engels, ni Lenin, ni Trotsky, han verdaderamente incorporado nociones de umbrales y límites. La lógica de sus polémicas contra las corrientes malthusianas reaccionarias los condujo a apostar a la abundancia para resolver las dificultades. Ahora bien, el desarrollo del conocimiento científico nos ha hecho tomar conciencia de los riesgos de la irreversibilidad y de las diferencias de escala. Nadie puede saber hoy si los daños inflingidos sobre el ecosistema, la biodiversidad y el equilibrio climático serán reparables. Hace falta entonces corregir una suerte de soberbia prometeica y acordarnos de que – tal como Marx observó en losManuscritos de París de 1844 – mientras que el hombre es un “ser humano natural”, es ante todo un ser natural, por tanto dependiente de su nicho ecológico. Así como la crítica marxista puede hoy en día nutrirse de la elaboración en otros campos de investigación (tales como los de Georgescu-Rötgen), en los últimos años hemos visto también desarrollarse una importante “ecología social” inspirada en la crítica marxista (Bellamy-Foster en EE.UU., Jean-Marie Harribey o Michael Husson en Francia, y muchos otros).
Después, parece importante considerar las consecuencias estratégicas de los cambios en curso en las condiciones espaciales y temporales de la política. Existe una abundante literatura teórica acerca de la cuestión del tiempo, tanto a propósito de los ritmos económicos (ciclos, rotación del capital, indicadores sociales, etc.) como de la discordancia de los tiempos sociales (o de lo que ya Marx llamó “contratiempo” y Bloch “no-contemporaneidad”), entre un tiempo político, un tiempo jurídico y un tiempo estético (a los cuales hoy habría que agregar un tiempo largo de la ecología). Por otro lado, al margen de la obra pionera de Henri Lefebvre, la producción social de espacios sociales ha suscitado una muy menor atención teórica. Sin embargo, la globalización produce hoy en día una reorganización de las escalas espaciales, una redistribución de los lugares de poder, de nuevos modos de desarrollo desigual y combinado. David Harvey ha mostrado que hay en Marx pistas interesantes en este sentido, y ha desarrollado su relevancia respecto de las formas contemporáneas de la dominación imperialista que, lejos de desembocar en un “espacio liso” y homogéneo del Imperio (como lo sugiriera Toni Negri), perpetúan y utilizan el desarrollo desigual en provecho de la acumulación del capital.
Un tercer gran tema sería el del trabajo y su metamorfosis, tanto desde el punto de vista de las técnicas de gestión de la fuerza de trabajo en los procedimientos de control mecánico, así como en la recomposición de la relación entre trabajo intelectual y trabajo manual. Las experiencias del siglo XX, en efecto, han mostrado que la transformación formal de las relaciones de propiedad no bastaba para poner fin a la alienación en y por el trabajo. Algunos han deducido de esto que la solución consistiría en el “fin del trabajo”, o en la salida (¿o fuga ?) fuera de la esfera de la necesidad. Hay en Marx una doble comprensión del concepto de trabajo : en sentido amplio, una comprensión antropológica, que designa la relación de transformación (o el “metabolismo”) entre la naturaleza y la especie humana ; y una comprensión específica o restringida, que concibe por trabajo el trabajo involuntario, y específicamente la forma del trabajo asalariado en una formación social capitalista. En relación a este significado restringido, podemos y debemos fijar el objetivo en liberar al trabajo y en ser liberados del trabajo, en socializar los ingresos para desembocar en la desaparición de la forma-salario. Pero no podemos, sin embargo, eliminar el “trabajo” (aun si le damos otro nombre) en el sentido general de actividad de apropiación y transformación de un medio natural dado. Se trata por tanto de imaginar las formas bajo las cuales esta actividad podría volverse creativa, dado que es altamente dudoso que pueda existir una vida libre y plena si el trabajo en sí mismo permanece alienado.
Una cuarta cuestión mayor sería la de la (o las) estrategia(s) para cambiar el mundo. En efecto, tras un breve momento de euforia o ebriedad que siguió a la caída del Muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética, la gran promesa liberal pronto perdió su credibilidad. Cada día se revelan en toda su amplitud los estragos sociales y ecológicos de la competencia de mercado “sin distorsiones”. El estado permanente de guerra y excepción no son más que el reverso lógico de esta crisis histórica. El nacimiento de los movimientos altermundistas expresa una constatación del fracaso : el mundo no está a la venta, el mundo no es una mercancía… A menos de 15 años del pretendido triunfo definitivo del capitalismo (el famoso “fin de la historia” de Fukuyama), la idea de que este mundo de capitalismo realmente existente es inhumano e inaceptable está ahora ampliamente extendida. Por otra parte, existe una fuerte incertidumbre acerca de las maneras de transformarlo sin reproducir los fracasos y las caricaturas de socialismo del siglo XX. Hace falta, entonces, sin renunciar a la centralidad de la lucha de clases en las contradicciones del sistema, pensar la pluralidad de estas contradicciones, de estos movimientos, de estos actores, pensar sus alianzas, pensar la complementariedad de lo social y lo político aunque sin confundirlos, retomar la problemática de la hegemonía y el frente único abierta por los debates de la Tercera Internacional y los Cuadernos de la carcel de Gramsci, profundizar en las relaciones entre ciudadanía política y ciudadanía social… Vasto programa, que no puede avanzar sino con el aporte de nuevas experiencias de lucha y organización.
Seguramente – y esto está ya implícito en el punto precedente –, implica dimensionar en toda su extensión el fenómeno de la burocracia en las sociedades modernas, y sus profundas raíces en la división social del trabajo. Una idea superficial es creer que el fenómeno burocrático sería un resultado exclusivo de las sociedades culturalmente atrasadas, o el producto de formas organizativas (tales como la organización en “partidos” políticos). De hecho, cuanto más se desarrollan las sociedades, mayores son las formas burocráticas varias que producen : burocracias de estado, burocracias administrativas y burocracias del saber y de la acreditación. Las organizaciones sociales (sindicatos, organizaciones no gubernamentales) están no menos burocratizadas que los partidos. Por el contrario, los partidos (llámeseles partidos, movimientos u agrupaciones, poco importa) pueden ser un medio de resistencia colectiva a la corrupción financiera y a la cooptación mediática (dado que la burocracia mediática es también una nueva forma de burocratización). Se ha vuelto crucial, por ende, pensar los medios para desprofesionalizar el poder y la política, para limitar la acumulación de cargos electivos, para eliminar los privilegios materiales y morales, para garantizar la rotación de las responsabilidades. No hay aquí armas o antídotos infalibles. Se trata de medidas para el control y la limitación de tendencias burocráticas, pero las soluciones genuinas a largo plazo dependen de una transformación radical de la división del trabajo y de una drástica reducción del tiempo de trabajo involuntario.
Para elaborar estas cuestiones, existen importantes recursos – a menudo desconocidos u olvidados – en Marx y en la tradición marxista. Pero también hay importantes herramientas conceptuales provenientes de otras corrientes de pensamiento, sea en la economía, la sociología, la ecología críticas, los estudios de género, los estudios post-coloniales o el psicoanálisis. No avanzaremos sin dialogar con Freud, Foucault, Bourdieu y muchos otros.
Vpered : En tu opinión, ¿quiénes han sido los pensadores marxistas más destacables de las décadas recientes y cuál es la importancia de su contribución al desarrollo del marxismo ?
Daniel Bensaid : El ejercicio de establecer una lista de honor o un top ten de los estudios marxistas sería bastante estéril. Por un lado, gracias a la socialización del trabajo intelectual y a la elevación general del nivel cultural, ya no existe propiamente la figura de los “maitres penseurs” [3] o “gigantes intelectuales” (como lo fueron Sartre, Lukács…) Y esto es algo más bien positivo, un signo de la democratización de la vida intelectual y el debate teórico. Esto vuelve difícil y arbitrario enumerar las grandes figuras de la actualidad. Por otro lado, hay un conjunto mucho más extenso de trabajos e investigaciones inspirados en Marx y los marxismos, en los campos y disciplinas más variados, desde la lingüística hasta la economía, pasando por la psicología, la historia, la geografía… Uno debería enumerar decenas de nombres, en muchos casos precisando el área de competencia del autor, puesto que el sueño del “intelectual total” probablemente se ha vuelto una ilusión, pero el “intelectual colectivo” ha ganado en el proceso.
Hay otra razón que vuelve más difícil todavía una respuesta detallada a su pregunta. Basta con enumerar algunos grandes nombres de la historia del movimiento socialista y comunista para dar cuenta de ello : Marx, Engels, Kautsky, Pannekoek, Jaurès, Rosa Luxemburgo, Lenin, Trotsky, Bujarin, Gramsci… Todos ellos han sido “intelectuales orgánicos” del movimiento socialista, militantes que unían teoría y práctica. Ahora bien, la reacción estalinista a escala internacional y las derrotas del movimiento obrero han tenido como resultado un divorcio perdurable entre teoría y práctica. Esta es la cuestión que está en el centro del breve libro de Perry Anderson sobre “el marxismo occidental”, publicado en los años ’70. Para preservar su libertad de pensamiento y actividad teórica, los intelectuales – salvo por unas pocas honrosas excepciones – han mantenido en su mayoría una distancia prudente respecto del compromiso militante, y cuando escogieron el camino de tal compromiso, muchas veces tuvieron que sacrificar su conciencia y su trabajo teórico. La historia de la relación entre los intelectuales franceses y el movimiento comunista es la historia de esta tragedia : la de Paul Nizan, Henri Lefebvre, los surrealistas, Pierre Naville, Aragon y muchos “compañeros de ruta”. En los años ’60, para liberar a la investigación teórica del tutelaje y la ortodoxia partidarios, Althusser llegó a teorizar una estricta división del trabajo entre teoría y práctica.
Hoy podemos esperar emerger de este período oscuro. El movimiento altermundista es una oportunidad para una nueva conjunción de movimientos sociales revitalizados y una investigación teórica viva, sin complejos ni censuras. Es sin dudas una nueva oportunidad a no desaprovechar.
Vpered : ¿Podés hablarnos acerca de tu posición sobre la cuestión del lugar de la dialéctica en la teoría marxista ?
Daniel Bensaid : La cuestión es demasiado vasta, y ha hecho correr demasiada tinta ya, para abordarla en una breve respuesta a una breve pregunta. Me contentaré, por tanto, con algunos comentarios generales. Por más que, en el siglo XIX, los alemanes, los italianos, y más aún los rusos necesitaban, para alcanzar su emancipación nacional y social, de la crítica dialéctica, la ideología conservadora francesa, después de junio de 1848 y de la Comuna, hizo todo lo que pudo para deshacerse de ella. El “materialismo subterráneo del encuentro” [4], admirablemente evocado por Althusser en sus últimos escritos, estaba derrotado en Francia incluso antes de la llegada de Marx. Y el “marxismo inhallable” de Guesde y Lafargue estaba desde su origen teñido de positivismo. Les era difícil pasar de una lógica clasificatoria de las definiciones a una lógica dinámica (dialéctica) de las determinaciones, del tipo que Marx puso magistralmente en juego en El capital. En sus formas más rígidas, el estructuralismo en boga en los años ’60 efectivamente prolongó este rechazo, tomando estructuras petrificadas como objeto de estudio, sin acontecimientos ni subjetividad, y sistemas tanto más vaciados de historia cuanto más dolorosa de pensar se volvió la historia real del siglo.
El marxismo ortodoxo, erigido en razón de Estado en los años ’30 por partent de la burocracia estalinista triunfante, ha tomado provecho de este estado de cosas para imponer la influencia de su “diamat” [5], dogmatizado y canonizado. Este fue el segundo sacrificio de la dialéctica, una suerte de Thermidor en el campo de la teoría, cuyas premisas fueron evidentes desde la condena al psicoanálisis y al surrealismo en el siniestro Congreso de Járkov, y cuya doctrina estableció el inmortal panfleto de StalinMaterialismo histórico y materialismo dialéctico. La “dialéctica” devino entonces una meta-lógica formal, una sofistería de estado buena para todo, y especialmente para quebrar a los hombres. La dialéctica de la conciencia crítica (aquella de Lukács y Korsch) retrocede entonces ante el imperativo de la Razón de Estado.
Esta reacción al interior de la teoría se combina con otro proceso, especialmente en Francia. Bajo el pretexto de defensa – legítima en cierta medida y justa hasta cierto punto – del racionalismo y la Ilustración frente las mitologías oscurantistas, una suerte de Frente Popular en la filosofía ha complementado el Frente Popular de la política, sellando una alianza anti-fascista bajo la hegemonía de la burguesía. Esta apología de la razón no-dialéctica fue asimismo la victoria póstuma del santo Método cartesiano sobre el dialéctico Pascal. El propio Lukács, que hasta su texto – recientemente descubierto – de 1926 Una defensa de Historia y conciencia de clase, se había enfrentado al tribunal de sus detractores, reivindicando sus ideas sobre la espontaneidad y la conciencia, ha escrito entonces – un libro que no es de sus mejores– La destrucción de la razón(inédito hasta después de la guerra). La victoria de la contrarrevolución burocrática exigió una lógica binaria (“el que no está conmigo…”) del tercero excluido : ninguna lucha posible, siquiera asimétrica, en dos frentes. Está lógica de intimidación y culpabilización hizo un enorme daño político (en tiempos de las intervenciones en Hungría, en Checoslovaquia, en Polonia, y más recientemente otra vez en Afganistan).
Puede que estemos asistiendo a un renacimiento del pensamiento dialéctico. Sería un buen signo. Un signo de que los vientos cambian, y que el trabajo de lo negativo recobra vigor contra la comunicación publicitaria que nos conmina a “pensar positivo” a cualquier costo, contra las retóricas del consenso y la reconciliación general. Habría buenas y fuertes razones para creerlo : una urgente necesidad de pensamiento crítico y dialéctico, traída por el espíritu de la época.
Una razón histórica, para empezar. Tras las tragedias del siglo pasado, ya no podemos nadar en las tranquilas aguas del progreso unidireccional e ignorar la formidable dialéctica benjaminiana de progreso y catástrofe. Con más razón, ante la incierta transformación del mundo que se perfila desde hace una veintena de años. Y esta necesidad de la dialéctica también se expresa en la necesidad de una ecología crítica capaz de intervenir en dos frentes : contra las bienaventuranzas de la mundialización mercantil, pero también contra las tentaciones oscurantistas de la ecología profunda. [6]
La renovación de las categorías dialécticas a la luz de controversias científicas en torno al caos determinista, la teoría de sistemas, las causalidades holísticas o complejas, las lógicas de lo viviente y del orden emergente (a condición de proceder con precaución de un dominio al otro), ponen a la orden del día un diálogo renovado entre diferentes campos de investigación y una renovada puesta a prueba de las lógicas dialécticas.
Una necesidad acuciante de pensar la mundialización y la globalización desde el punto de vista de la totalidad (de una totalización abierta), para comprender las nuevas figuras del imperialismo tardío e intervenir políticamente en el más desigual y peor combinado desarrollo que jamás existiera en el planeta.
Una necesidad acuciante de pensar el siglo desde el punto de vista de un espacio/tiempo discontinuo, socialmente producido, y de conceptualizar una temporalidad política específica, de la no-contemporaneidad y del contratiempo, en lugar de pensar indolentemente la historia según las categorías cronológicas lineales de “post” y “pre” (post-capitalismo, post-comunismo, etc.)
Una necesidad acuciante de pensar el progreso efectivo desde el punto de vista del desarrollo (o del trans-crecimiento [7], en la terminología de Trotsky), y no de la acumulación o del “crecimiento sin desarrollo” que ya Lefebvre criticaba acertadamente.
Finalmente, el deshielo de la guerra fría y la interferencia compleja de múltiples conflictos obliga a salirse de la lógica binaria de los “campos” bajo hegemonía estatal de una madre patria (incluso aquella del socialismo realmente inexistente), y de reintroducir el tercero excluido para orientarse estratégicamente en conflictos como los de los Balcanes o el Golfo.
Si esta actualidad del pensamiento dialéctico se confirma, deberíamos esperar – y alegrarnos por ella – la publicación, más temprano que tarde, después del Libro negro del comunismo y el Libro negro del psicoanálisis, de un “Libro negro de la dialéctica”. Significaría que la contradicción antagónica no ha sido neutralizada, ni disuelta en una “oposición no de contradicción, sino de correlación”. Significaría también la puesta en jaque del fetichismo del hecho consumado, de la exclusión de lo posible en provecho de una realidad empobrecida. Y que la “filosofía del no”, el trabajo de lo negativo, el punto de vista de la totalidad, los “saltos” imprevisibles celebrados por Lenin en sus notas marginales a la Ciencia de la lógica de Hegel, no han sido definitivamente sometidos.
Puesto que por medio de la dialéctica, es la revolución el verdadero blanco. El Lukács deHistoria y conciencia de clase y El pensamiento de Lenin lo había comprendido bien. Se hallaba, es cierto, en el ojo de la tormenta, durante años de crisis, que son lógicamente años de intensidad dialéctica.
Vpered : En los años ’90, se extendió ampliamente la opinión de que la contradicción entre el trabajo y el capital no era ya el conflicto principal de las sociedades contemporáneas ¿Estás de acuerdo con esta idea ?
Daniel Bensaid : Hay muchas maneras de abordar esta cuestión. La opinión extendida a menudo partía del argumento de una evolución sociológica y de la constatación, en los países desarrollados, de un retroceso relativo del proletariado industrial en la población activa. Este retroceso es real (en Francia se pasa de 33 a 25%), pero se trata aún de un cuarto de la población activa ; y a nivel internacional ha habido más bien un desarrollo global del proletariado urbano.
La impresión de una decadencia, o aun de una desaparición del proletariado, suele basarse en una definición restrictiva, incluso obrerista, de las clases sociales a partir de categorías sociológicas clasificatorias. Para Marx, sin embargo, no se trata de una sociología positivista de las clases, sino de una relación social dinámica, las clases no existen sino en sus luchas. Si se considera la relación de propiedad de los medios de producción, la forma y el nivel de ingreso salarial del empleo, el lugar en la división social del trabajo, la gran mayoría de los asalariados del denominado sector terciario (entre ellos, cada vez más mujeres) son proletarios en el sentido inicial que Marx daba a la palabra : en 1848, el proletariado parisino tematizado en La lucha de clases en Franciano era tan industrial, sino más bien ligado al artesanado. A menudo se confunde, pues, un debilitamiento de la organización y de la conciencia de clase (como consecuencia de derrotas políticas y sociales) con un irreversible declive de la lucha de clases. Dicho eso, es necesario prestar la mayor atención a los obstáculos que existen en adelante para esa organización y esa conciencia : privatización e individualización de la vida social, flexibilidad del trabajo, individualización de los tiempos de trabajo y de las formas de remuneración, presión de la desocupación y de la precariedad, desconcentración industrial y cambios en la organización de la producción…
La relación capital-trabajo, sin embargo, persiste como central en las sociedades contemporáneas. Por otro lado, yo no utilizaría el término “conflicto principal”, puesto que tiende a reducir las otras contradicciones a un lugar “secundario”. Hay más bien una serie de contradicciones que no responden a la misma temporalidad (a la misma escala histórica), pero que están estrechamente imbricadas (o “sobredeterminadas”, para retomar el léxico de Althusser, por la lógica dominante del capital) : las relaciones de género (o sexo), las relaciones entre naturaleza y sociedad humana, las relaciones entre lo individual y lo colectivo. El verdadero problema es articular estas contradicciones.
¿Por qué los sindicatos, los movimientos feministas, las agrupaciones ecologistas, los movimientos culturales, convergen tan espontáneamente en los foros sociales ? Porque el gran unificador de esas diversas contradicciones es el capital mismo, y la mercantilización generalizada que impregna la totalidad de las relaciones sociales. Pero esta convergencia debe hacerse con respeto de la especificidad de los diferentes movimientos.
Por otra parte, hay una dimensión de lucha ideológica en esta cuestión. Si aceptamos la idea de sociólogos como Bourdieu, según la cual las relaciones sociales no son solamente captadas en su estado natural, sino construidas mediante representaciones, aun así es necesario que esas representaciones tengan un fundamento real. La representación de lo social en términos de clases posee argumentos sólidos, tanto teóricos como prácticos. Es por otra parte asombroso que se interrogue frecuentemente sobre la existencia del proletariado, pero jamás sobre la de la burguesía o la patronal : en efecto, ¡basta estudiar la distribución de las ganancias y las rentas para verificar su existencia !
Enfatizar la actualidad de la lucha de clases implica una apuesta evidente : es la de construir la solidaridad más allá de las diferencias de raza, nación, religión, etc. Quienes no quieren yamás oír hablar de lucha de clases tendrán a cambio las luchas de las tribus y las etnias, las guerras religiosas, los conflictos comunitarios. Y sería un extraordinario retroceso, que desgraciadamente está ya en curso en el mundo actual. La internacionalización de la lucha de clases es en verdad el fundamento material (y no puramente moral) del internacionalismo en tanto respuesta de los oprimidos a la mundialización mercantil.
Vpered : ¿Qué puntos de encuentro ves hoy en día entre la teoría marxista y los movimientos sociales de masas ?
Daniel Bensaid : Yo creo que en su núcleo duro (la “crítica de la economía política” y de la acumulación del capital), la teoría marxista sigue siendo el instrumento más productivo para abordar la mundialización liberal y sus consecuencias. Su actualidad, ya le lo he dicho, es la de El capital mismo. Además, la mayoría de los movimientos sociales están inspirados en ella, lo quieran o no. El historiador Fernand Braudel señaló ya hasta qué punto las categorías críticas del marxismo han impregnado nuestra comprensión del mundo contemporáneo, incluso entre sus detractores. Y el filósofo Jacques Derrida resumió su actualidad en 1993 (¡en una fecha poco favorable a la teoría marxista !) con la fórmula : “No hay futuro sin Marx”. Con, contra, más allá… ¡pero no sin ! El marxismo no es la verdad última para la comprensión de las sociedades contemporáneas, pero continúa siendo un pasaje obligado para eso. La paradoja es que los ideólogos liberales que pretenden tratar a Marx como a “un perro muerto”, pasado de moda, obsoleto, caduco, no tienen para oponerle más que el retorno a los economistas clásicos, o a la filosofía política del siglo XVII, o a Tocqueville. Marx perteneció, desde luego, a su tiempo. Compartió ciertas ilusiones, sobre la ciencia y el progreso. Pero, en cuanto a la naturaleza del objeto cuya crítica ha abordado – a saber, la acumulación del capital, y su lógica –, desbordaba su tiempo y anticipaba el nuestro. En esto es que sigue siendo un contemporáneo nuestro, mucho más joven y estimulante que todas esas pseudo-innovaciones que se vuelven obsoletas al día siguiente de su aparición.
Vpered : ¿Cómo percibís los movimientos socialistas amplios contemporáneos y el hecho de que, a diferencia de los partidos políticos, parecen en mejores condiciones para desarrollar luchas contra el capitalismo ? ¿Qué pensás acerca del futuro de los partidos como tales, y como elementos para la construcción de una organización internacional ?
Daniel Bensaid : Debemos pasar en limpio qué queremos decir por “movimientos socialistas amplios”. Probablemente estemos en los comienzos de una reconstrucción teórica y práctica de movimientos emancipatorios, tras un siglo de terribles tragedias y derrotas. En cierta medida, se tiene a veces la impresión de estar recomenzando desde foja cero. Un partido como el Partido de los Trabajadores en Brasil (PT), nacido en los comienzos de los años ’80, en la época de la caída de la dictadura militar, y producto de la rápida industrialización de los años ’70, podía asemejarse a la gran socialdemocracia alemana antes de la guerra de 1914 : tenía un mismo carácter de masas y un pluralismo ideológico comparable. Pero nosotros estamos en los albores del siglo XXI, y el XX ha pasado, no lo disimularemos. Así, el PT ha atravesado en menos de un cuarto de siglo un proceso de burocratización acelerada, y se ha visto atrapado en el juego de las contradicciones contemporáneas, de las relaciones de poder, del lugar de América Latina en la reorganización de la dominación imperialista, etc.
En un primer momento, para las luchas de resistencia y de oposición, los movimientos sociales parecen más eficaces y más concretos que las organizaciones partidarias. Su aparición marca el comienzo de un nuevo ciclo de experiencias sin las cuales nada sería posible. Pero, así como Marx reprochó a sus contemporáneos una “ilusión política”, consistente en la creencia ende que la conquista de libertades civiles y democráticas eran la verdad última de la emancipación humana, nosotros podemos constatar en nuestros días una “ilusión social”, según la cuál la resistencia social al liberalismo sería, en ausencia de una alternativa política, nuestro horizonte infranqueable. Es la versión “de izquierda” del “fin de la historia”. La crisis del capitalismo es sin embargo tal, las amenazas que hace pesar sobre el futuro de la humanidad y del planeta son tales, que una alternativa a la altura de las circunstancias resulta urgente.
Aquí se trata de un problema de estrategia y proyecto político, encarnados por fuerzas determinadas. O bien peleamos seriamente por una alternativa tal, o bien nos conformamos con hacer presión sobre las fuerzas social-liberales existentes, con “rebalancear” a las izquierdas cada vez menos de izquierda, y entonces acumularemos desmoralización tras desmoralización. Para construir una alternativa verdadera – y la tarea será larga, porque la pendiente a remontar es hostil – se precisa de paciencia, convicciones, firmeza sin sectarismos, de lo contrario seremos destruidos por aventuras sin futuro, bajo pretexto de realismo, y por la acumulación de decepciones.
Respecto a la reconstrucción de un movimiento internacional, ésta es una cuestión aún más vasta. Algunos comparan el movimiento altermundista actual, sus foros sociales mundiales o continentales, con los comienzos de la Primera Internacional : un encuentro amplio de sindicatos, movimientos sociales y corrientes políticas. Hay, en efecto, algo de eso. Y la globalización capitalista – es su aspecto positivo – da impulso a una convergencia internacional de movimientos (como las exposiciones universales del siglo XIX habían dado la oportunidad para reuniones que terminarían en la Primera Internacional). Pero hay una diferencia : es, nuevamente, que el siglo XX ha pasado ; que las divisiones y las corrientes políticas surgidas de esa experiencia no desaparecerán de la noche a la mañana. No se puede volver a poner los contadores en cero. Por esto es que las convergencias y encuentros como los foros son positivos y necesarios. Nadie puede predecir hoy en día qué saldrá de ahí. Dependerá de las luchas y las experiencias políticas actualmente en curso, como en América Latina o el Medio Oriente. Esta etapa inicial de reconstrucción está lejos de haber culminado. Hay posibilidades de extensión en Asia y África. Pero la condición y la prueba de madurez del movimiento estará en su capacidad para mantener una unidad de acción, para incluso ampliarla, sin limitar o censurar los debates políticos necesarios. Es claro que una primera fase de resistencia – lo que llamo “momento utópico” por analogía con el movimiento socialista naciente de las décadas de 1830 y 1840 – está consumada.
La fórmula de “cambiar el mundo sin tomar el poder” ha envejecido pronto, después de haber encontrado un cierto eco (notablemente en América Latina, pero no sólo). Se trata hoy en día de tomar el poder para cambiar el mundo. En América Latina, cuesta imaginar un foro social que evite las cuestiones de orientación política y se abstenga de trazar un balance comparativo de las experiencias brasileña, venezolana, boliviana… ¡y cubana ! Y cuesta imaginar un foro europeo que no discutiera sobre una alternativa europea a la Unión Europea liberal e imperialista.
Desde esta perspectiva, es perfectamente compatible y complementario contribuir a estos amplios espacios de convergencia, y mantener una memoria y un proyecto desde una corriente política con su propia historia y sus propias estructuras organizativas. Es incluso una condición para la claridad y el respeto hacia los movimientos unitarios. Las corrientes que no asumen públicamente su propia identidad política son las más manipuladoras. Si es cierto que, como insistía un filósofo francés, no existe en política la tabla rasa, y que “siempre se recomienza por el medio” [8], entonces deberíamos poder estar abiertos a la novedad sin perder el hilo de las experiencias adquiridas.
Vpered : ¿Puede existir una filosofía marxista dentro del marco de la universidad burguesa ? ¿Podés contarnos sobre tu experiencia al respecto ? ¿Cómo puede la burguesía tolerar una presencia marxista dentro del marco de uno de sus aparatos ideológicos, como es la universidad ?
Daniel Bensaid : Es una cuestión de relaciones de fuerzas en la sociedad. El campo escolar y universitario no es un campo cerrado, separado de las contradicciones sociales. Este es, por otra parte, el peligro de la fórmula de los “aparatos ideológicos del estado” : dar la impresión de que se trata de simples engranajes estáticos de la dominación burguesa. En realidad la escuela (y la universidad) cumplen una doble función, de reproducción del orden social dominante, claro, pero también de transmisión y de elaboración de saberes. La institución está pues atravesada por relaciones de fuerzas. Antes y después del 68 en Francia, ha habido una influencia significativa (aunque no hay que exagerar una imagen de “edad de oro”) del marxismo en la universidad francesa. Ha habido espacios importantes de libertad de enseñanza y de experimentación pedagógica. Esas conquistas parciales no son irreversibles. Está claro que con la contra-ofensiva liberal de los años ’80, la normalidad académica y el orden pedagógico han sido ampliamente restablecidos. Ello se observa en los programas, en las modalidades de examen o en la gestión presupuestaria de las universidades. Pero quedan algunas cosas. Por ejemplo, yo soy totalmente libre de decidir mis programas de enseñanza cada año. Este año, nuevamente di (no lo había dado después de una quincena de años) un curso sobre las lecturas de El capital, otro sobre la guerra global y el estado de excepción permanente, otro sobre las filosofías de la mundialización y el derecho internacional… El problema es que “la generación marxista” de los años ’60 (es una simplificación, porque siempre se ha tratado de una minoría significativa) está en vías de salir de escena, y que las nuevas generaciones se forman en el pensamiento crítico a través de Foucault, Bourdieu o Deleuze, lo cual está bien, sólo que la transmisión del legado marxista se rarifica.
Es evidente que las relativas libertades universitarias dependen directamente de las relaciones de fuerzas sociales existentes más allá de los muros de la escuela o de la universidad. En cuanto estas relaciones se degradan, en cuanto el movimiento social sufre derrotas, se sienten las consecuencias en el orden universitario. Pero éste es un combate a dar, dentro y fuera de la universidad, puesto que también está la posibilidad de desarrollar canales no oficiales de educación popular y organizada.

Daniel Bensaïd
Democracia Socialista
29 de diciembre del 2006
Publicado en SolidaritéS n° 100

[1] En inglés en el original : “asesino social”.
[2] En inglés en el original : “asesino social”.
[3] “Maitres” en francés, presenta un juego de palabras, dado su doble significado de “maestro” y “amo”.
[4] El autor se refiere al concepto que el último Althusser trata, ante la inminente “crisis del marxismo”, en textos como “La corriente subterránea del materialismo”, donde recupera el valor de la contingencia y el lugar de la coyuntura en cierta tradición materialista que va desde Epicuro hasta Maquiavello y Rousseau, y redefine la relación entre historia y política, donde el acontecimiento político se sobrepone al aplastamiento del proceso histórico.
[5] “Diamat” es la expresión abreviada de la interpretación del “materialismo dialéctico” canonizada por el estalinismo.
[6] “Deep ecology” en el original : corriente ecologista holística y espiritualista que promueve la integración plenamente armónica entre el ser humano y la naturaleza.
[7] El término lo usa Trotsky en La Revolución Permanente, para referirse a la la estrategia trazada por Lenin en sus Tesis de abril de transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista en Rusia.
[8] El autor se refiere a Gilles Deleuze, quien se opone a la vana búsqueda del origen absoluto. Ver Diálogos, capítulo segundo.

Traducido del francés por Tomás Callegari para el N° 0 de Contra-Tiempos

http://www.democraciasocialista.org/?p=1997